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El Thinking-based Learning (TBL) o Aprendizaje Basado en el Pensamiento es una de las

metodologías activas más populares en el entorno educativo gracias a su utilidad para


incentivar en el alumnado la capacidad para efectuar un aprendizaje más consciente y
profundo que cambia la manera en la que aborda la información recibida.

Uno de sus mayores exponentes, Robert Swartz, la define como una metodología de
enseñanza en la que la instrucción en destrezas de pensamiento se infusiona en el
contenido del curriculum. De ahí que, para implantarla en el aula, los profesores
deban animar a sus alumnos a utilizar sus habilidades del pensamiento, los nuevos
hábitos mentales y la metacognición; todas ellas adecuadas para explorar en
profundidad lo que están estudiando.

Así, y gracias a la interiorización de estos procesos, los estudiantes pueden transformar


su experiencia de aprendizaje, pasando de la mera memorización a la comprensión
profunda de los conceptos, lo que les permite poner relacionar las ideas con mayor
facilidad. Y esto no solo tiene importantes beneficios a nivel educativo: dominar las
destrezas de pensamiento proporciona una serie de habilidades que los estudiantes
podrán aplicar a todos los ámbitos de su vida.

Cómo desarrollar el Aprendizaje Basado en el


Pensamiento
Cuando se trabaja esta metodología, se desarrollan de manera más profunda las
principales habilidades del pensamiento de alto orden (HOT). En el libro ‘A taxonomy
for learning, teaching and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational
objectives’, Lorin W. Anderson y David R. Krathwohl definen las HOT como el uso
extendido de la mente para enfrentar nuevos desafíos a través del pensamiento crítico y
el pensamiento creativo. El investigador Robert Marzano identifica ocho variables que
componen estas habilidades: comparando, clasificando, induciendo, deduciendo,
analizando, construyendo, analizando perspectivas y resumiendo explícitamente.

Como recomiendan los expertos, la mejor manera de infusionar estas aptitudes con el
currículo escolar con la intención de potenciar las capacidades del alumnado es
mediante organizadores gráficos del pensamiento. Cada uno de ellos permite desgranar
una idea en diferentes partes. De esta manera, se puede reflexionar sobre todo lo que
rodea a un hecho histórico, una teoría filosófica o un ejercicio matemático de manera
visual.

PNL :

Estilo de Aprendizaje PNL

Estilos de Aprendizaje y Sentidos Potenciales


El aprendizaje es un proceso activo y dinámico, y cuando no "sucede" de forma
natural y sencilla, hay que buscar el estilo propio de cada persona y llevarlo a
su mayor potencial posible. En "Preparados para aprender" optimizamos tus
habilidades fisiológicas, respetamos y ampliamos tu estilo de aprendizaje
con nuevas metodología para que aprender sea un proceso ágil y sencillo.

Toda persona recibe información, la procesa por su vía preferente, y la


expresará según sus características comunicativas, su estilo y sus dominancias
sensoriales y cerebrales. Las dominancias cerebrales marcarán un estilo "vital"
diferente, analítico y ordenado para los dominantes de hemisferio izquierdo, o
creativo y global los dominantes de hemisferio derecho.

Si comprendemos este hecho, nos tendremos que cuestionar si la forma en


que estamos aprendiendo cotidianamente, recibiendo clases, o la forma en la
que nos comunicamos, es la más adecuada a los diferentes estilos y procesos
existentes, y a modificar nuestro estilo propio comunicativo para que pueda
resultar el más eficaz en un momento dado y para que todas las personas
puedan comprendernos aunque tengan un estilo muy diferente al nuestro.

El que percibamos más un tipo de información que otra, el que tengamos un


estilo de aprendizaje propio, está directamente relacionado con la forma en la
que filtramos y percibimos la información, pero también, de forma indisoluble, y
lógicamente, de cómo recordamos después esa información, cómo la
procesamos en nuestro cerebro y cómo la expresamos a través del lenguaje, la
escritura, los signos no verbales...

Las investigaciones realizadas sobre la memoria avanzan, y aunque aún hay


mucho por aprender de nuestro cerebro, sabemos que la forma de procesar y
memorizar la información exterior y las impresiones interiores siguen patrones y
estilos característicos. Cuando queremos recordar tenemos que recuperar
datos de diversas partes de nuestro cerebro, elaborarlas según un proceso
propio, y comunicar ese recuerdo. Las preferencias o referencias a utilizar más
una determinada manera de aprender que otra constituyen nuestro estilo de
aprendizaje.

La PNL, Programación Neuro-Lingüística, investigó estas preferencias y su


impacto en la enseñanza. También la Gumnasia Cerebral ha estudiado los
patrones de dominancia sensorial y cerebral. Ambas teorías nos ayudan
acomprender cómo aprendemos y cómo no aprendemos.

La PNL tuvo su origen en las investigaciones de dos jóvenes estadounidenses:


Richard Bandler y John Grinder, acerca de por qué los tratamientos de tres
terapeutas de gran éxito en Estados Unidos: Virginia Satir, Milton Erickson y
Fritz Perls. Después de investigaciones y observaciones sistemáticas
concluyeron que el procedimiento que empleaban con excelente resultado era
un patrón de comunicación muy eficaz, estos terapeutas conseguían hacerse
entender, existía gran congruencia entre sus palabras, entonación, expresión
corporal y el proceso de pensamiento que evocaban, se hacían entender por
personas con características muy distintas.

En el campo de la psicopedagogía, la PNL nos ayuda a comprender cuáles son


las vías preferentes de entrada, procesamiento y salida de la información, y
cuál sería el estilo de una persona con un vía sensorial preferente:

- Persona Visual: aprende principalmente mediante imágenes, se fija en las


características que puede ver e imaginar. Si utiliza este canal para el
aprendizaje, necesita que sus habilidades en visión de cerca sean buenas (lo
que no siempre sucede). Este tipo de aprendizaje suele ser muy rápido,
recordarán la página del libro y los esquemas existentes.
- Persona Auditiva: aprende principalmente mediante sonidos. Aprende las
lecciones como secuencias memorizadas casi de forma literal. Necesita el
silencio para estudiar y preferirá escuchar los temas o que se los lean.
- Persona Kinestésica: percibe con gran intensidad sensaciones,
emociones,... procesa por el tacto, el gusto, el olfato, y la visión y audición, pero
en la medida en que estos sentidos se pueden hacer "corpóreos", se sienten en
el cuerpo. Aprende mediante el tacto, el movimiento y las percepciones
sensoriales. Prefiere las clases prácticas y mientras lee o estudia puede estar
“meciéndose” o caminando, pues necesita continuamente el movimiento.
En nuestro estilo de aprendizaje influyen muchos factores. Nuestro cerebro, no
puede procesar todo lo que sucede a nuestro alrededor, debe filtrar y
seleccionar parte de esa información e ignorar el resto. En general, la forma de
filtrar será aquella que para cada cerebro resulte más eficaz y práctica, por lo
tanto, elige un forma de filtrado, un sentido preferente, y omite el resto de
informaciones sensoriales que percibe.

Un ejemplo claro se da en un aula de clase. Tras la exposición de un maestro/a


si al salir de clase preguntamos uno por uno a cada alumno/a qué ha pasado
en el aula, algunos/as (normalmente la mayoría) conservarán imágenes de lo
que se ha tratado y evocarán momentos que vieron en clase, otros, narrarán lo
que se ha tratado y unos pocos, nos comentarán sobre todo cómo se han
sentido en clase. Cada uno hablará de cosas distintas, porque cada uno habrá
percibido de forma prioritaria cosas distintas.

Por eso es importante caer en la cuenta de que nuestras comunicaciones como


padres, madres o maestros/as estarán sesgadas por nuestro estilo de
aprendizaje, y del mismo modo los niños/as seleccionarán la información según
el suyo propio. Por supuesto que lo ideal es que cada persona sea capaz de
adaptar su estilo de aprendizaje al contenido de la información, y esto sucede
más y mejor cuánto más integrados estemos, más flexibilidad, mayor
capacidad de acomodación y conexiones se hayan generado en nuestro
cerebro..., mayores posibilidades tendremos de un aprendizaje integral.

Hemisferios Cerebrales y Aprendizaje


Para integrar la información a nivel de hemisferios cerebrales necesitamos
tenerlos efecazmente conectados, y para conseguirlo es especialmente
importante el desarrollo adecuado del cuerpo calloso que los une y conecta, así
como una situación de tranquilidad y confianza que nos aleje del estres y de las
reacciones de supervivencia, pues se procesan solo con el hemisferio
dominante.

Cada hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información


que recibe, en relación con las áreas más o menos activas y especializadas
que tenga, y por ello, es más o menos eficaz la activación de un hemisferio y
otro.

Hemisferio Izquierdo

El hemisferio izquierdo procesa la información secuencialmente, paso a paso,


de forma lineal. Piensa en palabras y en números, es decir contiene la
capacidad para las matemáticas y para leer y escribir. La percepción y la
expresión verbal se produce en orden y en la secuencia en la que se producen
los sonidos. Conoce el tiempo y su medida. Se guía por la lógica lineal y binaria
(si-no, arriba-abajo, antes-después, más-menos, etc.). Este hemisferio emplea
un estilo de pensamiento convergente obteniendo nueva información al usar
datos ya disponibles, formando nuevas ideas de datos preexistentes. Aprende
de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas. Analiza
la información paso a paso. Quiere entender los componentes uno por uno. Es
el hemisferio lógico y piensa en símbolos y conceptos abstractos.

Hemisferio Derecho

El hemisferio derecho, parece especializado en el proceso simultáneo o en


paralelo, es decir, busca pautas generales y gestaltes; procesa la información
de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes. El
hemisferio holístico es intuitivo, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos.
Ve las cosas en el espacio, y cómo se combinan las partes para formar un
todo. Gracias al hemisferio derecho, entendemos las metáforas, soñamos,
creamos nuevas combinaciones de ideas. Tiene capacidad imaginativa y
fantástica. Este hemisferio se interesa por las relaciones. Es eficiente para la
mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer melodías
musicales a partir de la sensación global que percibe de los estímulos visuales
y auditivos. Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente,
creando cantidad de ideas nuevas, más allá de los patrones convencionales.
Con el modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se
producen llamaradas de intuición, sin tener que explicar las cosas en un orden
lógico. Aprende del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de
la imagen global. No analiza la información, la sintetiza. Es relacional, no le
preocupan las partes en sí, sino saber como encajan y se relacionan unas
partes con otras. El hemisferio holístico piensa en ejemplos concretos.

Los Hemisferios Cerebrales en las Aulas


En las aulas hay alumnos que tienden a utilizar más el modo de pensamiento
asociado con un hemisferio que con otro, por ejemplo: Un alumno hemisferio
izquierdo comprenderá sin problemas una explicación de reglas de ortografía
(pensamiento abstracto) Un alumno hemisferio derecho puede comprender los
ejemplos (pensamiento concreto) pero no ser capaz de aplicar bien las reglas.

Debemos explicar la materia de clase combinando el lenguaje de los dos


modos de pensamiento de cada hemisferio y en los tres modos de percepción
sensorial (visual, auditiva y kinestésica) siempre que sea posible. Con
alumnos/as para los que la dominancia de un estilo de aprendizaje es muy
marcada, debemos realizar actividades para potenciar la utilización equilibrada
de los diferentes modos de percibir y procesar.

Estos diferentes modos de pensamiento, hemisferio derecho o izquierdo,


tenemos que combinarlo con los sistemas de representación. Se producen así
casuísticas diferentes, entre la recepción y comunicación de información (que
suelen seguir el mismo sistema sensorial de representación), y los modos de
procesamiento.

En líneas generales se observa más congruencia entre las características del


hemisferio derecho y el estilo y sistema de representación visual, y por otro
lado, entre el hemisferio izquierdo y el estilo y sistema de representación
auditivo. Pero no siempre es así, y podemos encontrarnos todo tipo de
combinaciones.

Encontrar la dominancia propia, el sentido preferente, el estilo característico y


aportar métodos y claves para optimizarlas es parte importante del trabajo que
desarrollamos en "preparados para aprender".

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