Está en la página 1de 6

03 abril 2014

Sara María Peláez Duarte

Historia de América Latina III

Inmigración de Arte a Latinoamérica

Es de gran importancia mencionar el arte como una forma de entender los movimientos

independentistas del siglo XIX en Latinoamérica, que como muchos otros aspectos han

sido creados con base a modelos culturales por parte de Europa, cabe entonces preguntarse

si en realidad hubo un modernismo en el arte o son una copia y el porqué de ello, también

se crea la duda de cómo era el arte en Latinoamérica y como era en España. Es difícil, tal

vez, responder de manera general, pero también lo es si se limita a un solo país, por ello, es

significativo mencionar los países donde más se vio esta inclinación artística, como lo son

México y Argentina.

. Si es acaso una evidente imitación, se puede llegar a una cuestión, que si se analiza puede

llegar a ser un contradicción, pues el siglo XIX estuvo marcado por múltiples cambios

ideológicos, pues, “la primeras generaciones del siglo XIX se encontraron

improvisadamente con la responsabilidad de formar una Nación”1 es decir, en parte de

negar su propia historia, su pasado, para no verse en atraso en comparación con los países

más adelantados como Estados Unidos e Inglaterra. La revolución independentista,

1
Gutiérrez Viñuales, Rodrigo, Gutiérrez, Ramón, Pintura, escultura y fotografía en el Iberoamérica, siglos
XIX y XX, Madrid: Ediciones Catedra, 1997. P 16.
significo un quebrantamiento del modo de vida de la colonia, fue una variación, que

inevitablemente modificaría las formas y los temas del arte.2

Para hablar del Arte de Latinoamérica en el siglo XIX, se debe remontar a sus principios

en el siglo XVIII, donde se ve claramente el desprecio por el arte de los nativos por parte

de los españoles, para entrar en contexto, en 1785 se creó la Real Academia de San Carlos

en México, durante el reinado de Carlos III, allí se encargaban de las producciones

artísticas en arquitectura, pintura y escultura; años antes en Madrid se fundó la Real

Academia de San Fernando, que resaltaba el “buen gusto” clasicista, por lo cual, algunos

profesores de la mencionada academia consideraban a la academia San Carlos como un

“error político” por ello, para mantener una dependencia voluntaria, se mandaban alumnos

de México a España, así mismo, lo trabajos que se hicieran en la América hispana eran

directamente calificados por en la Real Academia de San Fernando.

Con la imposición del cambio de gusto, se ve el derribamiento de los sentimientos criollos,

para asignar un contexto clasicista, además a aquellos grupos colectivos de artistas les

quitaron su base económica, para convertir a América en no más que un reflejo y

resurgimiento de Europa. Durante la caída de la Academia de San Carlos, se ven varios

aspectos que dicen mucho de la ofensa por el arte americano, un elemento es que los

nativos tenían gran dominio de la construcción, mas no del dibujo, además en vez de

escuelas de arquitectura se veía una fuerte presencia de ingenieros militares. Con el

rompimiento de algunas formas de creación artística, la pintura, la imaginería (escultura),

se ve también el surgimiento de otras formas de pensar frente a estas artes, que no se deben

2
Pilar, García, La búsqueda perpetua: Lo propio y lo universal de la cultura latinoamericana: México y la
invención del arte latinoamericano 1910-1950, México, Primera edición. P 45.
pensar como una consecuencia, sino como un cambio de fin de siglo que impulsarían a los

movimientos independentistas.

Entonces ¿por qué el siglo XIX no fue propicio para las artes? Parte de la explicación

simple de que la luchas de independencia, había entonces diversos procesos bélicos, por

ello no se pretendía trascender en actividades de un segundo plano, el arte no tenía libertad

para su genio, no tenía un línea por la cual moverse, pues los términos de independencia

tenían por una parte, la imposibilidad de negar su pasado histórico y por otra parte “la

búsqueda de una personalidad nueva que no se acaba de definir” 3, ya que los lideres

independentistas, tenían claro lo que no querían, pero no tenían claro un modelo de nación.

Después del triunfo de Napoleón en la Península Ibérica, la corte portuguesa se trasladó a

Brasil en 1807, convirtiéndose en la Metrópoli, se vio allí una de las primeras

manifestaciones artísticas, con la creación de la Academia de Bellas Artes en Rio de

Janeiro en 1820, donde se enseñaba pintura de paisaje, pintura de historia, mecánica,

integrada a las bellas artes, todas las cátedras anteriores dictadas por franceses, ingleses o

portugueses, destacando a Nicolas Taunay quien expuso sus pintoras en de Salón de Paris

mostrando ante todo el paisaje local, y a el pintor Jean Baptiste Debret, quien dejo una

grupo de grabados, donde se ve reflejada escenas costumbristas de la colectividad brasileña.

Después de la muerte de algunos pintores franceses que impulsaban este movimiento en

Brasil, la idea quedo casi que desvanecida, pero con una pequeña cantidad de discípulos

que harían grandes aportes al desarrollo del arte en Brasil.

3
Gutiérrez Viñuales, Rodrigo, Gutiérrez, Ramón, Pintura, escultura y fotografía en el Iberoamérica, siglos
XIX y XX, Madrid: Ediciones Catedra, 1997. P 17.
El arte popular venezolano es datado a finales del siglo XVIII con la formación de la

escuela caraqueña. Los misioneros fundaban talleres de pintura y tallado para satisfacer las

exigencias de los templos, por ello mucho del arte nacido en el territorio venezolano,

provenía de “unos requerimientos que imponía el culto religioso” 4, por lo cual,

irónicamente, tales producciones llegaron a ser las primeras manifestaciones de la región en

cuanto al arte. “La pintura religiosa culta quedó en los temples y en las mansiones de las

familias que detentaban el poder económico. La pintura popular corrió peor suerte: ella se

conservó menos. En adelante iba a adornar iglesias de menos jerarquía y hogares humildes

con el más ardiente testimonio de fe religiosa que se conoce en Venezuela” 5.

Posteriormente con la aparición de pintores como Bárbaro Rivas, Salvador Valero,

Feliciano Carvallo, etc. Y con su legado, se distingue un arte inspirado en la literatura,

surge la idea de crear un arte influido por los movimientos del romanticismo y el

liberalismo que dieron paso a la Republica.

Por otra parte, se hallaban los europeos interesados por la geografía, vida y costumbres de

los americanos, definidos como “artistas-viajeros” que en múltiples excursiones se

interesaron por una visión más amplia de fauna y la flora, y han dejado unos

planteamientos sobre el desprecio o el cariño que se sentía hacia los paisajes americanos,

aunque su intención principal era dejar un informe documentado y realista, que no se

enfoca principalmente en el arte pero que es de gran importancia para comprender el

escenario en aquellos años de transición.6

4
Juan, Calzadilla, Pintores Venezolanos, Venezuela: Ed. Ministerio de Educación Nacional. P 12.
5
Ibíd. P.13
6
Jas Reuter, Cultura Popular: Enfoques desde América Latina, Bogotá: Dimensión Educativa, 1987.
Cuando se dice “inmigración en el arte”, no solo se refiere a la llegada y apropiación de

técnicas pictóricas ajenas, sino también, como lo plantea Edward Sullivan a que “Algunos

artistas han llegado a tratar la experiencia de la inmigración en sus obras” 7, donde algunos

pintores se dedican a retratar a las familias que llegaban, por ejemplo, a Buenos Aires

huyendo de la pobreza en Italia, es decir, no son solo los artistas los que se mueven de

territorio, también las mismas visiones, las obras, la futuras pinturas, el solo hecho de

plantear en una pintura a una familia extranjera en el territorio de los criollos es una

inmigración en el arte.

Entonces para responder con la pregunta de que si en realidad hubo una imitación en el

arte, sea una copia impuesta o tal vez, falta de imaginación, se debe tener en cuenta lo que

significa arte, si lo pensamos como un español de un modo clasicista vamos a creer en la

reproducción casi igual de sus obras, pero por otro lado, ya había arte antes de la llegada de

los españoles, lo vemos en la Pirámide de Tajín, e incluso simplemente en las vestimentas

de los criollos. Cabe mencionar que la imposición de cierto arte a los americanos los hizo

evolucionar y participar activamente de la independencia, y aunque las obras más

destacadas sean de artistas extranjeros, son obras que reflejan la realidad de Latinoamérica

como el pasado innegable que es.

7
Sullivan, Edward, Arte Latinoamericano del siglo XX, Madrid: Editorial Nerea. 1996. P 11.
Bibliografía

 Gutiérrez Viñuales, Rodrigo, Gutiérrez, Ramón, Pintura, escultura y fotografía en el

Iberoamérica, siglos XIX y XX, Madrid: Ediciones Catedra, 1997

 Sullivan, Edward, Arte Latinoamericano del siglo XX, Madrid: Editorial Nerea. 1996.

 Juan, Calzadilla, Pintores Venezolanos, Venezuela: Ed. Ministerio de Educación Nacional.

 Jas Reuter, Cultura Popular: Enfoques desde América Latina, Bogotá: Dimensión

Educativa, 1987

 Pilar, García, La búsqueda perpetua: Lo propio y lo universal de la cultura

latinoamericana: México y la invención del arte latinoamericano 1910-1950, México,

Primera edición.

También podría gustarte