Está en la página 1de 16

LIÑO

Revista de Historia del Arte

Universidad de Oviedo

Nº 12. 2006
LIÑO 12. Revista Anual de Historia del Arte. 2006

Arte y artistas españoles


en el Ecuador
Ana Mª Fernández García
Universidad de Oviedo

RESUMEN
Este trabajo pretende reconstruir la presencia artística española en Ecuador durante el siglo XIX y gran
parte del XX, analizando tanto la emigración de creadores peninsulares y sus trabajos en el país, como las
relaciones establecidas entre España y la república americana a nivel intelectual. En esta investigación deta-
llamos la trayectoria de cada artista en América y su importancia en la configuración de un sistema docente
al modo europeo.

ABSTRACT
This work tries to explain the artistic spanish presence in Ecuador during the XXth Century and the begin-
ning of XXth Century, in order to describe the creative emigration and his labour in the country, and also the
intellectual relationship between Spain and the young american republic. This research wishes to analyse the
professional life of each artist in America and his influence in the birth of an academic system like the
European.

PALABRAS CLAVE:
Artes plásticas contemporáneas en España. Emigración. Arte ecuatoriano. Academias.

KEYWORDS:
Spanish contemporary arts. Emigration. Ecuatorian art. Academy.

****
112
La presencia de artistas españoles y el Paralelamente se produce un reencuentro cul-
comercio de arte peninsular en América es uno tural con lo español de la mano la intelectua-
de los fenómenos característicos de la segunda lidad del continente que busca una idiosincra-
mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX sia propia que pasa por lo hispánico y lo indí-
en el panorama de las artes nacionales. En un gena. Estos aspectos se materializan en las
país como España, excedente en artistas proce- Exposiciones conmemorativas de los centena-
dentes de decenas de escuelas provinciales, rios de las respectivas independencias, donde
Academias o estudios, con sobreabundancia de el peso de lo español es más que destacado y
obra y con un mercado interior corto en recur- donde la antigua metrópoli se ve obligada a
sos, un coleccionismo escaso y más atento al dar una nueva imagen de si misma para resca-
acervo antiguo, la emigración tanto de obra tar la valoración cultural, histórica y comercial
como de personas se convirtió en una realidad del gran territorio americano tras décadas de
pareja a la emigración masiva hacia en conti- olvido voluntario.
nente en ese mismo arco temporal. Pero los En Ecuador esos procesos que hemos anali-
países americanos receptores no tuvieron ni los zado en otros países1 se dan en pequeña esca-
mismos ritmos cronológicos, ni la misma la. No fue un país especialmente atractivo para
envergadura, ni por ende los mismos protago- la emigración masiva de la época, y no encon-
nistas. Algunas repúblicas fueron muy atracti- tramos por tanto un comercio de arte europeo
vas para nuestros artistas, como Argentina, de importancia. Sin embargo, sí rastreamos a
Cuba o México, otras tuvieron presencias pun- españoles en el país, jugando roles interesantes
tuales pero interesantes, como Chile –con en la definición del arte ecuatoriano, como
Álvarez de Sotomayor como director de la docentes, ilustradores o escultores, y también
Academia de Santiago-, Uruguay, Colombia o se puede definir una corriente intelectual de
Brasil, y en prácticamente en todas existió una hispanistas, de trayectoria relacionada con las
colonia de creadores procedentes de España. artes plásticas2.
En su conjunto explican un éxodo humano y
de obras pictóricas producidas en la península,
como vía de escape a la saturación del merca- Artistas extranjeros y las instituciones
do español. docentes ecuatorianas
Aunque la realidad del arte español en cada
uno de los estados de América es forzadamen- El origen de las instituciones docentes de
te diferente, se pueden verificar coincidencias índole artística fundadas desde la independen-
comunes como una presencia destacada de cia en Ecuador arranca de 1822, cuando el
españoles en la formación o continuidad de las mismo Simón Bolívar en la ciudad de Cuenca
respectivas Escuelas de Bellas Artes – tanto inicia una Escuela de Artes y Oficios dirigida
nacionales como regionales-, una emigración
constante de artistas que en primera instancia
se suelen vincular con la colonia de connacio- 1 FERNÁNDEZ GARCÍA, Ana Mª, Arte y Emigración. La
nales en cada país, y un trasvase comercial de
pintura española en Buenos Aires 1880-1930, Servicio
obra que llega a América a través de interme- de Publicaciones de la Universidad de Oviedo-
diarios o galeristas. Paralelamente el arte espa- Universidad de Buenos Aires, Gijón, 1997; “Mercado de
ñol se recibe o interpreta en el continente pro- arte español en Latinoamérica 81900-1930), en
gresivamente con mayor entusiasmo. Del Artigrama, nº 17, Departamento de Historia del Arte de
la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 2002, pp. 89-
ostracismo de todo lo hispánico que a princi- 111; “Artes plásticas y emigración: en torno a las rela-
pios del siglo XIX se extiende por América, lle- ciones artísticas entre Cuba y España hasta 1930”, en
vando a modelos sobre todo franceses, y en Acerca de las migraciones centroeuropeas y mediterrá-
menor medida británicos, alemanes o italianos, neas a Iberoamérica: aspectos sociales y culturales,
se comienza a valorar y prestigiar lo español Universidad de Oviedo, 1995, pp. 187-223. “Pintura
española en el cono sur americano desde 1880 hasta
en las últimas décadas de esa centuria. En ese 1930”, en Herencias indígenas, tradiciones europeas y
cambio de actitud encontramos artistas ameri- la mirada europea, Ars Iberica et Americana, vol 7,
canos que viajan a España, que exponen en Vervuert- Iberoamericana, 2002, pp. 437-459.
2
nuestro país o que frecuentan estudios de los Tengo que agradecer la ayuda prestada durante la
grandes maestros de talla internacional investigación en Ecuador del profesor de la Universidad
Católica Don Jorge Moreno Egas, y de la investigadora
(Zuloaga, Sorolla, Anglada,…), y se adquiere y del Museo de la Ciudad de Quito Doña Nancy Morán,
aplaude la obra importada de la península y que me aportaron todo su apoyo para iniciar este tra-
exhibida en las muestras comerciales. bajo.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


por un personaje polifacético como era el indio Casi paralelamente al Liceo de Pintura 113
Gaspar Zangurima –versado en la arquitectura, comenzó a funcionar una Academia de
las artes plásticas, la ebanistería y la orfebrería- Pintura, dirigida por Camilo Unda y se mante-
que, con un sueldo vitalicio de treinta pesos nían modestas escuelas de artes en el Colegio
mensuales, instruía en tales oficios a una trein- jesuita de San Luis y en el dominico
tena de jóvenes de la localidad. Unos años más Convictorio de San Fernando5, hasta que en
tarde, en 1849, se fundó el Liceo de Pintura enero de 1852 se funda la Escuela Democrática
“Miguel de Santiago” bajo la dirección de “Miguel de Santiago”, para el ejercicio del arte,
Ernesto Charton (1818-1878), dibujante francés el estudio de la Constitución de la República y
que con una dotación económica del mecenas las bases del Derecho Público. Tenía como
quiteño Ángel Ubillús, inauguró una línea lema el famoso “Libertad, Igualdad y
docente en la que se formaron pintores ecuato- Fraternidad” de la Revolución Francesa y
rianos de la talla de Ramón y Rafael Salas, como sello un gorro frigio (tan frecuente en las
Agustín Guerrero, Luis Cadena, Camilo Corral o iconografías libertarias iberoamericanas del
Juan Manosalvas. Charton llegó a Quito proce- siglo XIX) sobre una paleta de pintor. Esta ins-
dente de Chile3, donde residió en Valparaíso y titución abría un doble frente de actuación: en
Santiago desde 1843. En ambas localidades tra- primer lugar de orden político6 y en segundo
bajó como retratista y realizó innumerables de una renovación del arte ecuatoriano con un
vistas del paisaje de las cañadas y visiones fortísimo sentido patriótico. La experiencia
panorámicas de la capital. En octubre de 1848 fracasó por diferentes motivos en 1859. Sólo
participó en una expedición a California, en en 1872 se consigue7 en el gobierno de García
plena fiebre del oro, pero después de aciagas Moreno una Academia de Bellas Artes con res-
aventuras su viaje se vio interrumpido en una paldo estatal. El esfuerzo fue sin duda relevan-
de las islas de Ecuador. Vivió primero en te. Se contrataron para la enseñanza de la
Guayaquil y después en Quito, aunque su arquitectura dos arquitectos europeos: Tomas
estancia en la zona no fue todo lo larga que Reed, británico, y Francisco Schmidt, alemán,
muchas veces se da a entender en la historia del que coincidieron con padres jesuitas Menten,
arte ecuatoriano. Se sabe que en 1851 estaba ya Kolberg y Dressel, llamado a su vez por el pro-
en Lima, y que regresó durante algún tiempo a fesor de la Escuela Politécnica Jacobo Elbert.
París, pero de nuevo en 1862 se radica en Chile, En esta época se asistió en la capital ecuato-
concretamente en Valparaiso. De allí este viaje- riana a un verdadero renacimiento constructi-
ro inquieto se trasladó a Buenos Aires con la vo con la edificación de la Penitenciaría, el
idea de regresar a Europa, pero por problemas Puente y el Túnel de la Paz (diseñados por
económicos permaneció en la capital porteña Reed), el Observatorio Astronómico8 (dirigido
hasta su muerte el 7 de diciembre de 1877, por los padres Menten y Dressel), la Escuela de
como profesor de dibujo del Colegio Nacional, Artes y Oficios planteada por Schmidt, además
retratista y pintor de costumbres4. De su corta de varios palacetes privados, como el del pro-
estancia ecuatoriana conocemos dibujos de pio García Moreno con proyecto del ingeniero
tipos y paisajes del país, casi siempre rápidas francés Sebastian Wisse, el del hacendado
impresiones en pluma de las calles quiteñas
más típicas y también el retrato de su discípu-
lo Manosalvas. Ilustró igualmente un texto 5 NAVARRO, José Gabriel, La pintura en el Ecuador del
propio sobre su viaje de Guayaquil a Quito, con siglo XVI al XIX, Dinediciones, Quito, 1991, p. 231.
escenas de costumbres y paisajes. 6 En la inauguración de la Escuela Democrática se insis-
tía en el idea de la democracia con el objetivo de la
nivelación de las clases sociales, llegando incluso a
afirmarse que “querer atajar la democracia es luchar
3 ROMERA, Antonio, Historia de la pintura chilena, contra la voluntad del mismo Dios”. Citado en VARGAS,
Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1976. José María., El arte ecuatoriano en el siglo XX, Banco
4 En el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires Central de Ecuador, Quito, 1984.
7 Sí hubo algunas escuelas particulares de dibujo y pin-
se conserva “El velatorio del angelito”, pintado en Chile
en 1848 y el paisaje “La cordillera de los Andes” (1870), tura como la de Juan Pablo Sanz en 1857 y la de Luis
y en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras Cadena por esas fechas en Quito y en Manabí.
8 El Observatorio fue fundado en 1873 y Menten no sólo
de la Universidad de Buenos Aires un retrato de
Esteban Echeverría. Después de su muerte se organizó ejecutó el diseño del edificio basándose en el modelo
en diciembre de 1878 un remate de todos los cuadros del Observatorio de Bonn, sino que se hizo cargo de la
de su estudio, posiblemente para financiar el regreso de dirección del recinto científico que comenzó a funcio-
su familia a Europa. nar en 1877.

Arte y artistas españoles en el Ecuador


114
Salvador Ordóñez y el Hotel Paris, obras diri- en 1887, optando a la cátedra de Dibujo Lineal
gidas por Reed o el de la familia León bajo y Adorno de la Escuela de Bellas Artes. La opo-
diseño de Elbert9. sición a la plaza tuvo otro pretendiente de
Dejando al margen la revitalización de la cierto peso, el pintor valenciano Luis Franco
arquitectura y de la música (disciplina en la Salinas –quien había logrado varias medallas
que García Moreno procuró el contrato de en las Exposiciones Nacionales de Bellas
maestros italianos como Francesco Rossa, Artes-. Ante el empate en la calificación de los
Pedro Traversari y Antonio Casarotto, entre méritos de los dos pretendientes la Comisión
otros), el director Luis Cadena –pintor quiteño, benefició al gallego, en atención a que “había
discípulo de Antonio Salas- recurrió al artista fundado y dirigido la Escuela de Bellas Artes
local Juan Manosalvas, quien había disfrutado de Quito (Ecuador)”12, apreciación parcialmen-
precisamente de una beca de estudios en te inexacta, que no suponía más que una exa-
Europa, para la enseñanza del óleo y el pas- geración de los méritos internacionales de
tel10. Y es que la voluntad de la Academia de González Jiménez, que consigue oficialmente
Bellas Artes era conseguir una institución el empleo el 21 de octubre de 1887 y poco
semejante a las europeas, bien con el concurso tiempo más tarde es nombrado académico
de artistas extranjeros o con la contratación de correspondiente de San Fernando. A su regre-
creadores del país, pero conocedores de la rea- so a Galicia presenta dos proyectos para el
lidad académica del viejo continente. La sec- monumento a la heroína María Pita - que fue-
ción de escultura quedó inicialmente huérfana ron informados desfavorablemente por la
de tutelaje, ante la negativa del cuencano José Academia de San Fernando-, y ejecuta el busto
Miguel Vélez, por motivos familiares. Ante ese de José Sánchez Bregua.
imprevisto el cónsul de Ecuador en Roma, Paralelamente en Cuenca desde 1893 la
Víctor Gabriac, buscó un contrato con un Escuela de Pintura fue dirigida por Tomás
artista europeo, concretamente en el español Povedano y de Arcos, español, y posteriormen-
español José González Jiménez – residente en te por Joaquín Pinto13. Tomás Povedano
Roma desde 1857- con un plazo estipulado de (Lucena, Córdoba 1847- San José de Costa
seis años y el pago de quinientos francos men- Rica, 1943) formado en la Academia de Bellas
suales. Artes de Málaga14, llegó al país en 1891 des-
De la estancia quiteña de José González pués de haber sido elegido en un concurso
Jiménez no disponemos de demasiados datos. abierto por la Legación de Ecuador para el
Sabemos que realizó el grupo que representa a establecimiento de una Academia de Bellas
Sucre que se encuentra en el balcón del teatro Artes en Cuenca. Permanece allí hasta 1896,
de su nombre en Quito, y el busto de Antonio fecha en la que por motivos no del todo defi-
Borrero para el Observatorio Astronómico, nidos –por supuestos problemas políticos por
además recibir varios encargos de iglesias y la llegada al poder de Eloy Alfaro o cierta riva-
conventos quiteños. Sin embargo la estancia lidad con otros profesores de la Escuela- deci-
ecuatoriana no debió satisfacer las expectati- de trasladarse a México, pero en el periplo se
vas de un maestro maduro, que había residido detiene unas semanas en Costa Rica, donde el
veinticinco años en Roma becado por el entonces Presidente Rafael Iglesia Castro le
Gobierno Español11, el infante Sebastián y el contrata para la organización de la Escuela
general Ezpeleta porque regresa a La Coruña Nacional de Bellas Artes, de la que sería direc-
tor hasta 1940. Defendió siempre un modo
académico y una tendencia figurativa que en
determinados momentos le enfrentó con aque-
9 La Gaceta de América, nº 3, 1921. llos sectores costarricenses afines a un lengua-
10 Manosalvas había viajado a Roma como becado del je pictórico más moderno. Se dedicó especial-
Gobierno ecuatoriano. Conoció a Mariano Fortuny en
el cenit de su fama y fue éste el que le recomendó a
Tapiró para perfeccionarse en la acuarela. Cuando
12 FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, Xosé, “El escultor José
regresa a Quito lleva cuatro acuarelas copiadas de las
de Tapiró, como la de “El papa Pio Nono orando en San González Jiménez y su fracasado proyecto de estatua a
Pedro”. María Pita”, Abrente. Revista de la Real Academia de
11 En Roma realiza el busto de Rossini para la Real Bellas Artes, La Coruña, 1992, nº 21-22, p. 96.
13 VARGAS, José María, El arte ecuatoriano, cit.
Academia Filarmónica de Roma, y la gran mesa de los
14 OSSORIO Y BERNARD, Manuel, Galería biográfica de
“Concilios Ecuménicos” por la que fue nombrado aca-
démico de mérito de la Academia de Bellas Artes y artistas españoles del siglo XIX, Ediciones Giner,
Virtuosi. Madrid, 1975, p. 551.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


115

Fig. 1. Grabado de la serie Guayaquil Romántico del catalán José María Roura

mente al retrato15 – hizo por ejemplo la icono- arquitectura, dibujo natural, dibujo objetivo,
teca del Ministerio de Asuntos Exteriores, con acuarela, pintura (figura humana), pintura
las efigies de los ministros-, los paisajes, los (naturaleza muerta), dibujo de aplicación (lito-
temas de costumbres campesinas, los asuntos grafía, fototipia y grabado) y escultura. Los
alegóricos16, las ilustraciones y, de manera profesores iniciales fueron Manosalvas,
muy especial, a las pinturas de flores de la Joaquín Pinto y Rafael Salas en pintura, Víctor
riquísima flora costarricense, especialmente de Puig en litografía y José Domínguez en escul-
la amplia variedad de orquídeas. De su estan- tura. En 1906 cuatro de los docentes fallecían,
cia ecuatoriana se conocen varios retratos, por lo que apresuradamente se contrató a
algunas escenas de costumbres y dos temas de César Villacrés, al pintor León Camarero y
historia, “El Fusilamiento del Coronel Vargas Malcorra, al pintor Wenceslao Cevallos, al
Torres”, de asunto de la historia reciente de arquitecto Giacomo Radiconcini, el escultor
Cuenca, y “El gran mariscal en Ayacucho”, Carlo Libero Valente y el pintor portugués Raúl
regalado por el Ecuador a Venezuela. María Pereira. En esta nómina de docentes
En estos años de continuas iniciativas cul- figuran dos artistas que posiblemente sean
turales, con tímidos conatos de creación de españoles, aunque no les haya considerado
una estructura expositiva y museística, se generalmente como tales. En el caso de Víctor
funda en 1904 la Escuela Nacional de Bellas Puig, normalmente considerado como artistas
Artes por el gobierno de Leonidas Plaza, con la ecuatoriano, una referencia del momento pro-
supervisión del Subsecretario de Instrucción cedente de La Ilustración Ecuatoriana de 1909,
Pública y también pintor Luis Martínez. En el al tratar de la historia de la litografia en Quito
reglamento se estipulaban ocho secciones: dice textualmente: “…Hoy la clase de
Litografía de la Escuela de Bellas Artes es la
mejor organizada, y la que con sus obras deja
15 En España realizó en 1889 para la serie de Retratos de utilidad al establecimiento. Cuenta, entre otros
Reyes de la Universidad de Sevilla el de María Cristina elementos indispensables, con una prensa a
de Habsburgo. vapor que la maneja hábilmente el señor
16 Ya en España, en 1891, había pintado obras como Castells y, sobre todo, por el decidido empeño
“Alegorías de la independencia de Nerva y Zalamea la del rector de la Escuela, Sr. Don Víctor Puig.
Real” (Rematadas en subasta en 2004), y una vez insta-
lado en Costa Rica hizo las decoraciones murales con
Este eximio artista catalán ha formado discí-
tres alegorías en el Teatro Nacional. pulos descollantes como Carlos Almeida,

Arte y artistas españoles en el Ecuador


116 Camilio Egas, Alejandro Redín”17. Se deduce modo europeo. En este sentido Navarro reco-
por tanto que Víctor Puig era catalán, y que gía los esfuerzos de la etapa de García Moreno
además de director de la Academia fue un de modernización de los cuadros docentes con
renovador de la técnica litográfica en el país. referentes extranjeros. Gracias al epistolario
Se responsabilizó igualmente de la apertura de conservado podemos reconstruir los procesos
una sección de litografía en la Universidad de de rastreo y contratación de pintores europe-
Quito. Años más tarde volvemos a tener noti- os, a través de las amistades de Navarro en el
cias suyas por una polémica intelectual, pues viejo continente18. Concretamente en agosto
el catalán en 1933 afirmó que Miguel de de 1913 el intelectual ecuatoriano recibe una
Santiago, el gran artista de la colonia, había carta desde Roma de Rueda, donde le advierte
sido un mero copista, sin originalidad ni ima- de las dificultades para encontrar un docente
ginación. Esa torpe interpretación histórica apropiado para la Escuela de Bellas Artes de
sería enseguida contestada por el historiador Quito, y sobre la posibilidad de contratar a un
José Gabriel Navarro con sólidos argumentos. maestro italiano llamado Cuatrocciochi. En la
Sobre León Camarero Malcorra es la misma misma correspondencia se informa poco tiem-
historiografía ecuatoriana la que afirma su po más tarde del compromiso en julio de 1914
procedencia peninsular, sin que se pueda pre- del maestro italiano Luigi Casadio para insta-
cisar hoy ni su lugar exacto de origen ni una larse en la capital ecuatoriana19. En estos des-
trayectoria vital y profesional documentada. velos de Navarro por conseguir un docente
Sólo sabemos hasta ahora que era profesor de europeo para Quito jugaron un papel primor-
Colorido y Composición en la Academia. dial sus amistades españolas, pues en el inter-
Con las restricciones impuestas por los cambio de misivas con Manuel María Coll y
reglamentos esa Academia funcionó hasta con José María de Labra, se deduce el interés
1911, pues con la caída del general Alfaro se por contratar un profesor de pintura para la
renovó la dirección. El nuevo director; José Academia quiteña. La ejecución de esa volun-
Gabriel Navarro –a quien tratatemos con tad no iba a ser fácil. Manuel Coll le escribe a
mayor profundidad en los párrafos siguientes- Navarro el 26 de abril de 1914: “Tengo para
afianzó al portugués Raúl María Pereira en el mi que el principal reparo que ha de tener el
cargo, pues tiempo antes había renunciado a Sr. Bermejo y cualquier otro pintor a contra-
su actividad en la academia que consideraba tar es el estado de agitación continua en que
una institución inmovilista; y contrató al ita- se halla esa República ¡Tan simpática como
liano Luigi Casadio en 1915, y la pintor deco- turbulenta!”.
rador francés Paul Alfred Bar, que introduce el Tanto Coll como Labra, en su papel de
impresionismo y la práctica de la pintura al intermediarios para conseguir un docente de
aire libre. Paralelamente se organizó en 1913 el dibujo y pintura, se pusieron en contacto con
primer Salón Anual de Bellas Artes, que ense- el valenciano Joaquín Sorolla y con Villegas,
guida tomaría el nombre de premio “Mariano apoyados por el señor Platón, cónsul en la
Aguilera” pues en su testamento estableció tres segunda década del siglo XX de Ecuador en
premios para galardonar a los más notables Madrid. Por mediación del valenciano se trató
participantes de los certámenes anuales. Al directamente con el pintor José Bermejo, con
año siguiente se incorporaría a la Academia el el que se negociaron las cláusulas del contra-
dibujante y caricaturista español José María to. En ese trato laboral José María de Labra
Roura Oxandaberro –que trataremos más deta- tenía la libertad de poder variar algunos aspec-
lladamente en los párrafos siguiente- como
docente en la sección de Dibujo y el paisajista
18
norteamericano Harold Putnam Browne. Toda la documentación citada sobre José Gabriel
Durante la dirección de José Gabriel Navarro procede de la consulta del legado del autor
conservado en la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio
Navarro la Academia adquiere una mayor pro- Espinosa Pólit. Agradezco al personal de este centro de
yección, pues el diplomático, artista, periodis- investigación las facilidades que me han dado para la
ta y escritor fue consciente de la necesidad de consulta de los fondos.
19
traer a Ecuador a maestros del viejo continen- Oriundo de Rabean, educado en Roma, donde hizo la
te, para imprimir una formación académica al Lucania para el monumento a Víctor Manuel y la esta-
tua de la Victoria del puente Victor Manuel además de
un busto de Dante Alighieri. En Quito dejó la estatua
del González Suárez y el busto de Luis Martínez de
17 La Ilustración Ecuatoriana, Año I, nº 8, Quito, 10 de Ambato, además de la medalla conmemorativa de la
junio de 1909, p. 131. batalla de Pichincha.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


117

Fig. 2. Presentación en la prensa de Juan Rovira en Guayaquil

tos, “excepto en lo referente al sueldo” (Carta nacionales e internacionales20. La trayectoria


de Manuel Mª Coll dirigida a José Gabriel de Bermejo se ajusta perfectamente al prototi-
Navarro el 15 de mayo de 1914). Precisamente po de artista español de la época que, en aras
entonces las negociaciones debían estar muy a una más desahogada vida profesional,
adelantadas, porque el mismo Labra afirma en emprende el difícil camino de la emigración
abril de ese año que había detallado al cónsul hacia ultramar. Junto con Julio Romero de
Platon sus conferencias con los pintores Torres y Antonio Fillol había inaugurado en
Bermejo y Porset, que parecían propicios para 1906 una suerte de Salón de los Rechazados
ir a Quito, pero que “últimamente han puesto cuando los tres son desestimados por el comi-
ciertas dificultades” (Carta de Labra a Navarro
24 de abril de 1914).
Por el epistolario incompleto de Navarro
con sus contactos españoles sabemos por tanto 20 José Bermejo y Sobera nació en Madrid en 1879, se
que Sorolla estaba colaborando en conseguir la formó en San Fernando y fue becado en Roma y París.
Era profesor por oposición de la Escuela de Artes y
persona idónea para los fines docentes de la
Oficios de la capital y desde 1902 celebró exposiciones
Academia quiteña, hablando con artistas de individuales en el Círculo de Bellas Artes y en el Salón
cierta trayectoria, pero con pocas expectativas Cano. Consiguió una tercera medalla en la Exposición
profesionales en España. Con la mediación de Nacional de 1901, una segunda en las de 1904 y 1908
Sorolla se negociaba personalmente con José y una primera – por el cuadro titulado “El Cafetín”- en
1926. En las de 1910 y 1912 sólo consiguió condecora-
Bermejo Sobera, discípulo de San Fernando y ciones. En 1911 participó en la Internacional de
pensionado en Roma y París, profesor en la Barcelona, con una segunda medalla, y en la de Munich
Escuela de Artes y Oficios de Madrid había con otra medalla de oro de segunda clase. PANTORBA,
celebrado varias exposiciones individuales en Bernardino de, Historia y Crítica de las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes celebradas en España,
el Círculo de Bellas Artes (lo que supone un
Madrid, 1980, p. 377. En comercio se conocen obras
contacto estrecho José María de Labra, enton- suyas como “Verbena”, subastada en Durán en 1996,
ces presidente de la institución), y que había “El torero”, óleo de 1901, rematado en Subastas Segre,
conseguido algunos premios en exposiciones o “Hogar campesino” de 1915.

Arte y artistas españoles en el Ecuador


118
té de selección de la Exposición Nacional de Con estas presencias puntuales los artistas
Bellas Artes21. Los cuadros –el famoso españoles, junto al resto de los docentes
“Vividoras de amor” de Romero, que hoy se extranjeros y ecuatorianos, dieron forma a un
encuentra en los Fondos de Arte de Caja de proyecto académico de modernización de las
Canarias, “El Sátiro” de Fillol y “Nana” de artes en la república de Ecuador, que explica la
Bermejo- fueron tachados de “inmorales”. llegada de los lenguajes gestados en el viejo
Irritados por la decisión abrieron en un peque- continente y que enseguida verá sus frutos en
ño local de la calle Alcalá una reducida mues- la extensa lista de creadores ecuatorianos que
tra de gran éxito popular titulada precisamen- copará el mercado del país y se propagará por
te “Rechazados por inmorales en la Exposición los estados limítrofes.
Nacional de Bellas Artes”. En los años en los
que parecía decidido a trasladarse a Quito,
Bermejo trabajaba sobre todo el cartel taurino Emigración y arte español en Ecuador
(es muy conocido el de la corrida de mayo de
1902 organizada por la mayoría de edad de Aún desde la firma del Tratado de
Alfonso XIII, en la Plaza de Toros de Madrid), Reconocimiento, Paz y Amistad entre España y
algunos cuadros de caballete de la fiesta nacio- Ecuador en 1840 que suponía la estabilización
nal y escenas de costumbres madrileñas. A de las relaciones diplomáticas, no hubo un
todas luces eran éstas actividades de mengua- trasvase migratorio español hacia Ecuador
dos ingresos por lo que barajó la oferta quite- comparable a otros países de América del Sur.
ña, que no llegó en última instancia a admitir No fue aquél un país interesante industrial ni
por considerar bajo el sueldo estipulado desde comercialmente para la emigración en masa de
Ecuador. ese periodo. No obstante se conoce que a
Caso bien distinto es el del también madri- mediados del siglo XIX algunos comerciantes
leño Emilio Porset y Martínez. De él se sabe que peninsulares estaban establecidos en el río
participó con la obra “Dos valientes” en la Napo y que, desde Manabí, comerciaban con
Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897, y Brasil los famosos sombreros de Jipijapa22. En
que en la de 1901 fue galardonado con una ter- esas mismas fechas la capital que recibía la
cera medalla. En el mercado se han subastado mayor contingente europeo era sin duda
en los últimos años algunas piezas suyas fecha- Guayaquil, donde llegaron sobre todo indus-
das a principios de siglo como el pequeño óleo triales catalanes dedicados a los abarrotes,
“Halte de cavaliers” de 1900, del que hay varias negocios de importación y exportación o boti-
versiones, o “Corrida” de 1911, rematado en cas23. Es significativa la fundación en 1883 en
abril de 2005 en Arte, Información y Gestión.
Como Bermejo hizo algunos carteles taurinos
para las corridas de Beneficiencia de la capital 22 Así lo recogió en los recuerdos de su viaje a Ecuador
madrileña. La pista del artista se pierde a prin- AVENDAÑO, Joaquín de, Imagen del Ecuador: economía
cipios de la segunda década de siglo y volve- y sociedad vistas por un viajero del siglo XIX.
mos a encontrar su rastro recurriendo de nuevo Introducción y organización documental de Leoncio
López Ocón, Corporación Editora Nacional, Quito, 1985.
a la correspondencia de José Gabriel Navarro, 23 Las actividades de estos inmigrantes españoles en
pues en el archivo personal se conserva una Guayaquil fueron diversas. Por ejemplo, Luis Contreras
carta de Emilio Porset de enero de 1915 desde abrió en 1884 la librería y papelería La Viña y Manuel
la Universidad del Cauca en Popayán Janer la Librería Española, Lorenzo Tous y Lliteras se
(Colombia) en la que expone al intelectual dedicó a la exportación de café, cacao, tagua y som-
breros, negocio muy frecuente en la colonia española
ecuatoriano la próxima finalización de su con- con almacenes instalados en el Malecón y la Calle del
trato y su disponibilidad para ir a Quito como Comercio. Otros se dedicaron a la hostelería como
docente. Pero a mediados de 1915 el claustro de Monclús, Artieda, Playá o Suárez Bango. Incluso nacie-
profesores quiteño ya estaba completo con ron fortunas vinculadas a las actividades fabriles como
otros maestros europeos, por lo que sin duda el los encurtidos y tenerías de Jaime Castells o la fábrica
de tabaco de Antonio Pons premiada con una medalla
pintor español, entonces instalado en de oro en la Exposición Universal de París de 1900. Y
Colombia, no se incorporó como quería en ese tampoco hay que obviar las incursiones en finanzas de
momento a la Academia ecuatoriana. la familia Luzárraga en el Banco de Circulación y
Descuento desde 1859. Otro empresario peninsular, el
malagueño Eduardo Rivas Ors (1883-1952,) fue uno de
los pioneros del cine ecuatoriano, propietario de varias
21 Catálogo Exposición Julio Romero de Torres, Museo de salas en el país, además de gestionar espectáculos cir-
Bellas Artes de Bilbao, Bilbao 2002, p. 80. censes y los teatros Olmedo y Edén de Guayaquil.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


119

Fig. 3. Monumento del Encuentro de Simón Bolívar y San martín en Guayaquil

esa ciudad de la Sociedad Española de emigración artística con los flujos generales de
Beneficencia, que en 1889 adquiere el terreno connacionales, no resulta extraño que la pre-
necesario en el Cementerio General para cons- sencia de creadores españoles –al margen de
truir el Panteón de los Españoles. Ya en los pri- aquellos vinculados a instituciones docentes-
meros años del siglo XX la presencia española sea más intensa en Guayaquil que en otras
se deja sentir en la creación de la Cámara capitales ecuatorianas, por ser la ciudad por-
Oficial Española de Comercio de Guayaquil en tuaria el foco más interesante de radicación
1920 y la fundación cinco años más tarde del peninsular, especialmente de emigrantes pro-
Barcelona Sporting Club de fútbol. Fue enton- cedentes de Cataluña.
ces cuando Quito se convirtió en un lugar Así en Guayaquil se estableció el pintor y
atractivo para la emigración española, funda- dibujante catalán José María Roura
mentalmente religiosos y exiliados republica- Oxandaberro (Barcelona 1880-Guayaquil
nos como el anarquista Pedro Quiles o el filó- 1947). En los años treinta fue el primer artista
sofo Juan David García Bacca24. en visitar las Islas Galápagos y no es exagera-
El peso de la inmigración española en ción afirmar que fue el artista español más
Argentina, Chile o Cuba fue determinante en la destacado en el Ecuador, tanto por su labor
atracción de los artistas peninsulares hacia docente, como por su prolífica trayectoria pro-
aquellas jóvenes repúblicas americanas, pues fesional25. Natural de Barcelona, se graduó en
los compatriotas se convirtieron en valedores y Farmacia en la ciudad condal, donde comenzó
clientes de aquellos pintores o escultores que a practicar la pintura bajo los consejos de
ante la escasa salida profesional de nuestro Joaquín Vacells, Ferrer Palleja y Francisco
país decidieron formar parte de la gran masa Galli. Decidido a orientar su futuro hacia las
migratoria hacia América. Al analizar lo suce- bellas artes se instaló durante algún tiempo en
dido en Ecuador la nómina de artistas es muy París, después de abandonar la botica que le
inferior a la de otros lugares, coincidiendo con había financiado su padre en Tortosa. En la
la menor intensidad del flujo migratorio gene- capital francesa trabajó para la “Casa de
ral. Y, precisamente por esa dependencia de la

25 Todos los datos de José María Roura Oxandaberro me


24 ALOU CORNER, G., “España y Ecuador, más unidos por han sido proporcionados, con exquisita amabilidad, por
la emigración”, en Ecuador-España. Historia y perspec- sus nietos María Dolores Roura y Eduardo Roura, a
tiva, Quito, 2001, p. 233. quien agradezco su generosidad y colaboración.

Arte y artistas españoles en el Ecuador


120
Artes”, empresa de promoción artística alema- para dedicar un nuevo álbum a la Casa de
na que le adquiere la obra y le recomienda Bolívar y trasladarse desde allí a California. De
nuevas fuentes de inspiración extraeuropeas. esa estancia norteamericana nació la colección
Desde París emprendió viaje a Ecuador en “Misiones españolas en California”, que tendrá
1910, seducido por las descripciones del país continuidad en las vistas de arquitecturas
que le había hecho el poeta ecuatoriano coloniales tituladas “Taxco, la bella”, realiza-
Aurelio Falconí en las tertulias nocturnas pari- das en México en 1931.
sinas. A su llegada se instala en Guayaquil, En 1938 viaja Roura a las Islas Galápagos
desde donde realiza durante cuatro años expe- donde pinta decenas de cuadros y una extensa
diciones por la selva costeña, por Quevedo, colección de tintas. Y lo hace ya instalado
Palenque o Mocache, viviendo en contacto con definitivamente en Guayaquil, pues la altura
la naturaleza y pintando sus primeros cuader- de Quito le perjudicaba seriamente la salud.
nos con impresiones del país y varios cuadros Falleció en la capital el 17 de enero de 1947,
que envía a San Francisco, París y Barcelona, sin poder regresar a Cataluña, en la misma ciu-
por mediación de La Casa de Artes, que se dad ecuatoriana donde inició su continuo
disuelve con el estallido de la primera gran deambular por el continente. Quienes le cono-
guerra. Para subsistir llegó incluso entonces a cieron destacaron su cordialidad, y extraordi-
valerse de su condición de farmacéutico ofi- nario carácter, poco amigo del sedentarismo y
ciando de médico en algunas de esas poblacio- con un amor infinito por la naturaleza. Gracias
nes, hasta que en 1914 viaja a Quito, donde a él floreció la caricatura ecuatoriana en la
conoce a doña Judith Cevallos (con la que con- revista Caricatura, liderada por discípulos
traerá matrimonio en 1917). Al año siguiente suyos como Enrique Terán y Latorre. Dejó una
se instala en Lima durante diez meses y reali- colección muy importante de dibujos del pai-
za –con importante éxito de crítica y ventas- saje urbano guayaquileño y quiteño, algunos
su primera exposición individual. Desde allí se muy interesantes para conocer la arquitectura
traslada a Santiago de Chile con el auspicio del tradicional desaparecida. En los años treinta
Centro Catalán. En aquella capital organiza en fue amigo y protegido de Juan José Plaza
julio de 1916 una muestra de caricaturas de Aguirre, artista aficionado, empleado de la
personajes catalanes de la urbe, incluyendo fábrica de tabacos El Progreso y dinamizador
una autocaricatura, y en noviembre da a cono- cultural de Guayaquil, precisamente en un
cer un conjunto de paisajes ecuatorianos y chi- momento de gran actividad en la bohemia
lenos. artística y literaria de la ciudad. Durante la
Desde su matrimonio en 1917 viaja por década de los cuarenta expuso en la recién
todo el continente junto a su esposa e hijos. En inaugurada Galería Caspicara dirigida por
1918 se instala en Panamá (donde nacen sus Eduardo Kingman, donde también se colgaron
tres primeros hijos), en 1920 está en Costa Rica obras de Oswaldo Guayasamín y de Guillermo
pintando los murales de la vida de San Olgiesser. Y en 1945 formó parte del grupo
Francisco en el convento de Cartago, al año fundacional del Núcleo Guayas, en el rectora-
siguiente expone en Guatemala, en 1922 visi- do de la Universidad Estatal de Guayaquil, que
ta México, en 1923 recorre la isla de Cuba pre- con el tiempo derivaría en la Casa de Cultura
sentando su obra, y sólo en 1923 se establece Ecuatoriana Benjamín Carrión. Sus restos des-
de nuevo en Guayaquil. En ese puerto funda, cansan hoy en el Cementerio general de
junto a José Vicente Trujillo y Enrico Pacciano, Guayaquil y dos de sus hijos, Judith y Jaime,
la primera Escuela de Bellas Artes, adscrita al han continuado la vena artística iniciada por
Colegio Vicente Rocafuerte, además de impar- aquel catalán jovial y bohemio.
tir clases en su estudio y en diversos centros También en Guayaquil se instaló el escultor
educativos guayaquileños. De esos años son catalán Juan Rovira (Fig. 2). De él se conocen
sus colecciones de plumillas que reflejan los varios trabajos como el hemiciclo del monu-
rincones de la ciudad y su viejo puerto, que mento que conmemora el encuentro de Simón
ven la luz con la edición de “Guayaquil Bolívar y San Martín el 26 de julio de 1822 en
Romántico” (Fig. 1). En 1929 se instala en Guayaquil, instalación que se inaugura en
Quito durante un año y hace otra colección de 1930 y cuya pieza central fue encargada al
tintas sobre el Quito Colonial y el paisaje de los taller del barcelonés de José Antonio Oms,
alrededores, que se edita con dos mil ejempla- corriendo a cargo de Rovira el planteamiento
res y dos tomos con el título de “Quito del hemiciclo y las columnas (Fig. 3). Hizo
Monumental”. Al año siguiente viaja a Caracas también los faroles y estatuas del entorno de la

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


121

Fig. 4. Columna Nueve de Octubre de Querol en Guayaquil

Columna del 9 de octubre, piezas fundidas por Monumento a los héroes de la Batalla de
cierto en el taller de otro español establecido Riobamba.
en la ciudad, el mallorquín Miguel Arbona Pero la importante presencia catalana en
Gomila (Montuiri 1895- Guayaquil 1947). En Guayaquil tuvo un refrendo de lujo cuando se
1922 Rovira talló las placas de mármol del inaugura en 1918 el monumento conmemora-

Arte y artistas españoles en el Ecuador


122
tivo del 9 de octubre, encargado – después de con la teoría Monroe de “América para los ame-
una selección por parte de una comisión cívi- ricanos” y en pleno proceso de redefinición
ca- al escultor catalán Agustín Querol nacional, encontraron en el pasado colonial y en
Subirats26 (1860-1909). El proyecto de la las raíces de lo español uno de los pilares para
Columna Nueve de Octubre, o de los Próceres asentar su definición nacional. El hispanismo
del 9 de octubre, había comenzado cuando en operó con un ideario que consideraba la exis-
1891 se forma un comité en la ciudad, presidi- tencia de una gran familia, la de las antiguas
do por Homero Morla, quien en 1903 a través colonias españolas en ultramar, donde se des-
del delegado en Europa Víctor Manuel Rendón arrolló un estilo de vida, unas tradiciones y una
convoca un concurso entre escultores italia- cultura peculiar y diferenciada con respecto a
nos. Las propuestas enviadas parece que no otros pueblos o ámbitos culturales. Igualmente
fueron del agrado de los miembros de tal aso- desde España ya desde el pensamiento del 98 se
ciación cívica, y en 1907 se firma un contrato intentó una recuperación espiritual de esa hispa-
con el español Agustín Querol, después de des- nidad maltrecha, que culminaría durante el
echar dos interesantes propuestas de Lorenzo y gobierno de Primo de Rivera con la creación del
Francisco Durini27. En 1908 recibe informa- Centro Internacional de Investigaciones
ción sobre la historia de Ecuador e incluso Históricas Americanas, el Centro Oficial de
algunos historiadores afirman que llegó a Cultura Hispanoamericana y el Instituto
barajar la posibilidad de trasladarse a Ecuador Iberoamericano de Derecho Comparado, además
para dirigir el montaje. La obra fue terminada de la famosa organización de la Exposición
después de su muerte (acaecida el 12 de Iberoamericana de Sevilla.
diciembre de 1909) por José Monserrat, en el Ese movimiento intelectual, favorecido
taller de fundición barcelonés de Staccioli y desde España con una idea panhispanista, tuvo
transportada desde España en un primer lote como eje aglutinador la cultura en todas sus
en 1915 y definitivamente en 1917 (Fig. 4). manifestaciones como sustancia de una identi-
dad común. Y operó públicamente con el esca-
parate las exposiciones comerciales, verdaderos
Entorno al hispanismo en el Ecuador “escenarios transnacionales”29, para afianzar
lazos empresariales, intercambio de productos y
En varios países latinoamericanos a partir de elementos culturales. Ya la Exposición
1910 hubo, con diferentes intensidades, un pro- Histórico-Americana de Madrid de 1892, orga-
ceso de recuperación de la hispanidad que supo- nizada en conmemoración del centenario del
nía la superación de viejos prejuicios hacia lo descubrimiento de América30, fue concebida en
español derivados de la antiguo dominio colo- una doble vertiente, histórica e industrial. Y en
nial. En Argentina Enrique Larreta, o Noel, en esas fechas Ecuador plantea una presencia
Uruguay Ricardo Ugarte, en México Vasconcelos importante en tal evento. Así, con el político y
o en el Perú José de la Riva28 formaron parte de periodista quiteño Leonidas Pallares como dele-
esa corriente hispanista protagonizada por inte- gado, desde Ecuador se enviaron más de mil
lectuales que, a la hora de enfrentarse al mensa- trescientos objetos, muchos de ellos originales
je imperialista impuesto desde Estados Unidos precolombinos, además de una paqueta del
Palacio de Ingapirca, fotografías de monumen-
tos, un lote de utensilios de una tribu jíbara,
26
obras de arte y una escultura de un indio jíbaro
De la extensa obra escultórica de Querol hay que seña-
lar las piezas realizadas para América, como el
con dos vestidos completos, que fue uno de las
Monumento a Garibaldi en Montevideo, el del General piezas que logró mayor expectación y curiosi-
Urquiza en Panamá, el Monumento llamado de los dad en el certamen.
Españoles y el del General Mitre en Buenos Aires, así
como el del General Bolognesi en Lima, y en el Club
Español de la capital argentina se conserva la pieza “La
Tradición”. 29 SALZAR PONCE, B., “De hija a hermana…”, Ecuador-
27 Véase sobre estos proyectos CEVALLOS ROMERO Y España. Historia y perspectiva, Quito, 2001. p. 156
DURINI, Ecuador Universal, Quito, 1990, pp. 30-35. 30 Los lotes de piezas históricas y arqueológicas fue real-
28 Durante el gobierno de Leguía en Perú se inauguró una mente excepciones. Sobresalieron las piezas precolom-
capilla en honor del conquistador Francisco Pizarro en binas de México, como el Coatlicue hallado en 1790 y
la basílica metropolitana de Lima, además de organizar tantos años sepultado en el patio de la Universidad, o
las fastos de la exposición del Centenario de la inde- la copia del Mapa de Cuautinchan realizado por
pendencia con una importancia destacada de lo espa- Eduardo Bello; o la notable colección quimbaya de don
ñol. Carlos Uribe procedente de Colombia.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


Pero España no se limitó a desarrollar ini- central sobre la que se colocó la figura del 123
ciativas expositivas en la península, que de cóndor de los Andes con las alas abiertas. La
alguna forma amalgamasen la tradición del edificación española, construida en piedra
mosaico cultural iberoamericano, sino que porosa tallada, era de un solo piso, con una
participó de manera muy activa en aquellas gran entrada en arco de medio punto, flan-
celebradas en América con motivo de los cen- queada de sendos leones. Las alas laterales se
tenarios de las respectivas independencias de distribuían en tramos marcados por pilastras
las repúblicas del continente. Desde el cono sur sencillas, y sobre el cuerpo central –coronado
hasta México en Madrid no se escatimaron por el escudo de España- un friso decorativo
esfuerzos para conseguir una representación trataba de la hibridación cultural española en
acorde con la proximidad cultural entre ambos América (Fig. 5).
mundos. En el caso ecuatoriano se celebró en A diferencia de otras muestras internacio-
1909 una muestra o certamen conmemorativo nales celebradas en América en torno a 1910 –
del centenario de la independencia proclama- Exposición del Centenario de Buenos Aires, de
do en Quito. Como en otras muestras iberoa- Santiago o de México-, en Quito no hubo un
mericanas la implicación del gobierno español presencia destacada de artistas españoles en el
no quiso ser corta, y se organizó un completo pabellón de bellas artes, pues en la sección
viaje de productos peninsulares, para dar a extranjera fueron premiados con sendos diplo-
conocer la riqueza industrial y comercial del mas el venezolano Francisco Manrique (por su
nuestro país al otro lado del Atlántico. colaboración en los trabajos de la arquitectura
En el pabellón de España se acogieron del palacio de la exposición) y el portugués
representaciones de vinos de Jerez, con la Raúl María Pereira (por la ornamentación del
firma Pedro Domecq a la cabeza, de conservas, mismo edificio), pero ni hubo una asistencia
libros educativos, materiales pedagógicos internacional importante ni los artistas espa-
(como el Museo Bastinos), jabones, perfumes, ñoles concurrieron a ella como sucederá en
bordados, … y un largo etcétera de manufactu- otras muestras del continente. Consiguieron
ras peninsulares ambiciosas de abrirse un los grandes premios de pintura Luis A.
hueco en el mercado americano31. El edificio Martínez34, Antonio Salguero y Alfonso
que representaba a España y que reunía el Medina Pérez.
compendio de productos peninsulares era, Al margen de la asistencia española a las
junto al italiano, la única presencia europea en muestras comerciales americanas conmemora-
el evento exhibitivo, pues la representación tivas de la independencia, en otro orden hay
extranjera se reducía a un curioso pabellón que apuntar que en Ecuador hubo, como en
japonés32, una construcción clasicista nortea- otros países del continente, un acervo de his-
mericana “imitación de la Casa Blanca”33, y panistas sobresaliente. Destaca entre ellos el
otros de Chile y Colombia, ambos exentos, político, intelectual y coleccionista Jacinto
dado que tanto la asistencia la peruana como Jijón Caamaño (1891-1950), uno de los artífi-
la francesa se incluían en el gran pabellón ces de de la celebración del cuarto centenario
ecuatoriano, de dos pisos con una gran cúpula de la fundación española de Quito en 1934 y
que en alguna de sus meditaciones afirmaba,
por ejemplo, que “la nacionalidad ecuatoriana
nace en 1534 cuando se funda la villa de San
31 Catálogo General de premios conferidos por el jurado de Francisco de Quito”35. Además de la figura
la Exposición a los concurrentes al Certamen Nacional
inaugurado el 10 de agosto de 1909 con motivo del
muy estudiada de Jijón Caamaño, sobresale de
Centenario de la independencia sudamericana procla-
mada en Quito, Imprenta y Encuadernación Nacionales,
Quito, 1910.
32 34 Nacido en 1869 y fallecido en 1909 Martínez fue perio-
En el interior del edificio japonés se mostraron manu-
facturas de marfil, lacas, porcelanas finas, trabajos de dista, novelista, cazador, montañero y pintor, además
cuero, y pinturas sobre madera, raso, bordados y varios de Ministro de Educación Pública y reorganizador de la
ejemplos de biombos. El cronista de La Ilustración Escuela de Bellas Artes de Quito, donde elaboró el plan
Ecuatoriana afirmaba que “es la nota más simpática de de estudios. Su novela A la costa fue pionera del rea-
la Exposición” e “indudablemente el más original que lismo en Ecuador. PACHANO LALAMA, Rodrigo, La
hay entre los diferentes y elegantes edificios”. La obra pictórica de Luis A. Martínez, Casa de Cultura
Ilustración Ecuatoriana, Año I, nº 12, Quito, 1 de sep- Ecuatoriana, Ambato, 1975.
tiembre de 1909, p. 222. 35 Citado por BUSTO, G., “El hispanismo en Ecuador”,
33 “En la Exposición Nacional”, El Comercio, Quito, 29 de Ecuador-España. Historia y Perspectiva, Quito, 2001, p.
julio de 1909. 155.

Arte y artistas españoles en el Ecuador


124
una manera muy especial la del jurista, histo- ren anuales y que el Gobierno adquiera las dos
riador, periodista y diplomático José Gabriel mejores obras de las presentadas para que con
Navarro. Fue una de las grandes figuras de la estas se vaya formando nuestro Museo
intelectualidad ecuatoriana. Rescató el arte Nacional de Bellas Artes”. Por la propia media-
ecuatoriano con títulos tan pioneros en el estu- ción de Navarro, a través de José María de
dio de arte del país como Artes Plásticas ecua- Labra –presidente del Ateneo de Madrid y
torianas o Historia de la Pintura ecuatoriana, senador- se le ofreció a Salas la posibilidad de
e innumerables trabajos y ponencias en acudir al estudio de Sorolla, quien al parecer le
Congresos internacionales sobre el arte colo- había aceptado como discípulo. Así en una
nial de su país. Su primera esposa, Eugenia carta fechada en Roma el 14 de agosto de
Mera Iturralde36 fue también pintora y él 1914, dirigida a José Gabriel Navarro afirma-
mismo se matriculó en la Escuela de Bellas ba: “¡Qué orgulloso me pondría yo llegando a
Artes de la que llegaría a ser director37. En ese ser un discípulo del primer pintor del mundo!
cargo desde 1912 aupó el desarrollo de la ins- ¡Del colorista por excelencia!”. Esas mismas
titución, creando la Revista de la Escuela y, amistades españolas de Navarro permitieron
gracias a sus contactos internacionales, fue el en 1935 a Luigi Casadio, ya plenamente inte-
artífice de la llegada a la capital de profesores grado en Quito, la entrada en el estudio de
europeos, tal como se ha descrito en los párra- Benlliure que el italiano relata a Navarro en
fos precedentes. En 1928 fue nombrado Cónsul carta desde Madrid en los siguientes terminos:
general de Ecuador en España, y sería recibido “Gracias a su cariñosa recomendación el maes-
como Académico de Honor de la Academia de tro Benlliure con esa bondad propia de los
San Fernando, correspondiente de la Real grandes genios me ha dispensado el honor de
Academia de Historia y de la de San Luis de llamarme escultor y abrirme su estudio, templo
Zaragoza además de titular de la Societé des de verdadero arte”39.
Americanistes de París. En el círculo de amistades de Navarro se
En la correspondencia particular de José incluían el escultor Julio Beovide y su herma-
Gabriel Navarro que hemos podio consultar se no el organista José María Beovide, Pablo
deduce la preocupación del quiteño por la con- Uranga e Ignacio Zuloaga, con quienes se
solidación del arte ecuatoriano, y la formación carteaba frecuentemente. El primero, por
de un cuadro docente de carácter internacional ejemplo, le informa en octubre de 1928 de
en la Academia de Quito durante la segunda varios trabajos realizados para “unos señores
década del siglo. Pero también se puede inferir uruguayos que han veraneado en Biarritz”,
la estrecha relación de este intelectual con mientras que el segundo le describe con pre-
España, no sólo desde su cargo de Cónsul cisión la gira norteamericana de Zuloaga y
General en Madrid desde 1928 a 193038, sino Uranga en Estados Unidos en 1925, en estos
por sus frecuentes estancias en la península términos: “..dígote que desde poco ha Zuloaga
como conferenciante e investigador (en 1957, se encuentra ya en España, a donde ha torna-
por ejemplo, trabajó a fondo el Archivo do henchido de gloria y dólares. El número de
General de Indias). Muy elocuente resulta por éstos debe ser muy crecido, puesto que a poco
ejemplo el intercambio de misivas entre el pin- de estar en Nueva York ya había vendido
tor José Salas, pintor ecuatoriano becado en algunos de sus cuadros por más de medio
Roma, que en abril de 1913 informa a Navarro millón de ellos…. Su compañero de siempre,
de los métodos de enseñanza europeos o que el mi cordial amigo Uranga, quien el año pasa-
7 de agosto de este mismo año, refiriéndose a do me hizo un retrato, le ha acompañado en
la exposición que tuvo lugar en Quito afirma su excursión y también éste se trae una boni-
“ojalá queridisimo que esas exposiciones fue- ta fortuna. Zuloaga ha debido de pintar
muchos retratos, por cada uno de los cuales le
han dado treinta y cuarenta mil dólares”. Por
36 Era hija de Juan León Mera, ensayista, folklorista, pin- la misma correspondencia sabemos que
tor y autor de la letra del Himno Nacional ecuatoriano. Navarro le hizo algunos encargos a Zuloaga
Falleció muy joven en Panamá. no sólo de retratos, sino de varias antigüeda-
37 En el Museo Municipal de Quito se conservan dos obras des conseguidas por el pintor en el ámbito
de su mano, un desnudo femenino y un paisaje.
38
castellano.
En 1929 dio a conocer a través de un estudio de 30
páginas el cuadro de los caciques de Esmeralda, con-
servado entonces en el Museo Arqueológico de Madrid
y que hoy se exhibe en el Museo de América. 39 Carta fechada el 29 de junio de 1935.

ANA Mª FERNÁNDEZ GARCÍA


125

Fig. 5. Pabellón de España en la exposición de Quito de 1909

Y la admiración de Navarro por los méto- manera óptima de rehacer las relaciones entre
dos docentes peninsulares, y su íntima relación ambos países y de asegurar el intercambio de
con artistas españoles culminará cuando en docentes y becados.
193040 llega a Madrid la delegación de Con la entusiasta labor de ciertos intelec-
Ecuador, con la idea de constituir la primera tuales ecuatorianos, con Navarro a la cabeza, y
academia filial hispanoamericana de la espa- la partida definitiva o no de artistas españoles
ñola Academia de Bellas Artes. La comisión hacia aquel país, las relaciones artísticas
ecuatoriana, encabezada por Navarro como España-Ecuador que parecían definitivamente
cónsul en la península, fue recibida por Cecilio rotas desde la independencia se consolidaron
Plá entonces director de San Fernando, quien con una intensidad no comparable a la de
se carteaba frecuentemente con el intelectual otras repúblicas del continente, pero sí como
ecuatoriano. De aquella iniciativa poco más un eslabón más de ese proceso de reencuentro
sabemos porque con la partida de Navarro de cultural hispanoamericano que efectivamente
España se vio abortado un proyecto muy se forjó en las últimas décadas del siglo XIX y
hablado entre Plá y el quiteño, como una comienzos del XX.

40 En marzo de ese año Américo Castro escribe al diario


quiteño El Comercio para ofrecer su colaboración en
sus páginas, por la mediación de José Gabriel Navarro.

Arte y artistas españoles en el Ecuador

También podría gustarte