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 EL PROCESO

Concepto:

En palabras de Abal y las ideas de Carnelutti el proceso puede ser definido como
un conjunto de actos dirigido a la formación y aplicación de mandatos jurídicos
cuyo carácter consiste en la colaboración de tal fin de las personas interesadas
con una o más personas desinteresadas.

Al decir conjunto de actos se hace referencia a los actos jurídicos, que son
aquellos que realizan los sujetos de derecho, creando, modificando o extinguiendo
situaciones jurídicas. Se dice que ese conjunto de actos se caracteriza por una
unidad de estructura, ésta unidad de estructura se logra a través de la “forma” que
en cada caso concreto asume el proceso y que puede ser aquella forma que se
denomina “proceso ordinario” o “proceso monitorio”.

Este conjunto de actos también se caracteriza por una “unidad de fin” en cuanto a
que esos actos están dirigidos a la formación y aplicación de mandatos jurídicos.

La formación de mandatos jurídicos es la finalidad que caracteriza a los llamados


procesos de conocimiento. La aplicación de mandatos jurídicos es la finalidad que
caracteriza a los procesos de ejecución. El mandato jurídico que en un caso se
forma y en el otro se ejecuta sería el acto decisorio del tribunal dotado de eficacia
imperativa.

La manera como se logra esta finalidad según el autor es a través de la


colaboración de las partes interesadas con una o más personas desinteresadas.

Esto último significa que para obtener el resultado la tarea la realizan por un lado
las partes o gestores y por otro un tercero imparcial que es el tribunal.

Por otro lado el objeto de este proceso es decir “de que va el proceso
jurisdiccional” para Carnelluti es el litigio o bien un simple interés para cuya
protección es necesario el proceso jurisdiccional.

Al decir litigio éste se entiende como un conflicto intersubjetivo de intereses,


calificado por una pretensión resistida o insatisfecha, sometida a resolución del
juez.
Este conflicto de intereses debe ser intersubjetivo, esto es un conflicto entre
distintos sujetos y no un conflicto de intereses planteado en el interior de un mismo
sujeto como cuando un mismo sujeto tiene intereses contrapuestos y debe optar
por uno de ellos y abandonar al otro, tal sucedería cuando por ejemplo, la persona
cuenta con cierta suma de dinero y debe optar entre comprar una cosa o la otra.

Para Carnelutti, el proceso parte de la idea de conflicto, de interés y de pretensión;


dicha pretensión dice el autor debe ser resistida por el otro sujeto con quien
plantea el conflicto (el otro sujeto afirma que no se debe subordinar su interés al
del pretensor), o en ciertos casos puede ocurrir que aunque la pretensión no sea
resistida es insatisfecha, como sucede cuando un sujeto aún sin resistir la
pretensión, simplemente no la satisface (por ejemplo alguién se compromete o
asume una deuda pero realmente no cuenta con el dinero suficiente para pagarla,
o cuando la ley no permite satisfacer esa pretensión sin intervención de un Juez
como en el caso de los procesos constitutivos necesarios).

El interés por su parte va a ser la necesidad del sujeto en relación a determinado


bien, (estos intereses van a ser infinitos mientras que los bienes van a ser finitos),
generándose así el conflicto efectivamente cuando éste es asumido y se presenta
ante el juez, pues si eso no sucediese no se estaría ante un litigio jurídico sino
simplemente ante un litigio sociológico.

Cuando se habla de finalidad del proceso se habla de aquello que se persigue con
el mismo. Esto no implica necesariamente lo que la persona concreta podría
perseguir al intervenir en determinado proceso, que podría no coincidir
exactamente con la finalidad que el Derecho asigna al proceso general, sino en lo
que con independencia de las motivaciones reales de los sujetos que actúan en
ese proceso según el Derecho se persigue al iniciar un proceso.

En resumen la finalidad del proceso consiste en solucionar el litigio planteado en el


proceso contencioso, y en determinar si corresponde hacer lugar a la protección
del simple interés requerida en el proceso voluntario.

Este conflicto puede ser resuelto por autocomposición o heterocomposicioón


dependiendo de si el mismo se resuelve por la avenencia de las partes
(autocomposición) o por la injerencia de un tercero en el caso de la
heterocomposición, el tercero puede ser tanto un juez como un perito arbitrador, un
árbitro, un conciliador, etc.

Los terceros en estos casos tomarán parte por lo que dicta la ley y no
específicamente los intereses, pero puede suceder también que se den casos de
autotutela donde una de las partes en cuestión ejerce su derecho directamente
como en el caso de que las ramas de un vecino ingresen en el patio de su otro
vecino este último puede sin interferencia de un tercero cortarlas, o en casos de
defensa propia, entre otros.

Esto se diferencia de la autocomposición pues cuando las partes aplican esta


forma de terminar con el conflicto buscan entre ellas solucionarlo aplicando figuras
de venencia pertinentes.

A esta posición o definición respecto al proceso Barrios le hace una crítica y esta
radica en el hecho de que para este autor el proceso no parte de la idea de
conflicto como plantea Carnelutti pues asegura que el conflicto ya está resuelto de
antemano porque con anterioridad el legislador previó la solución sustancial del
conflicto, por tanto, el conflicto no sería tal.

Barrios también explica que hay casos en que este conflicto puede que
simplemente no ocurra porque hay un único interés como en el caso de las
sociedades anónimas donde el interés es propiamente de la sociedad
independientemente de lo que discutan los jueces.

Este autor después de un análisis exhaustivo termina por definir al proceso como
una sucesión de actos interdependientes coordinados a la obtención de la
satisfacción jurídica mediante el ejercicio de la jurisdicción.

Se ve entonces al proceso como la coordinación de actos jurídicos con un fin


común. Aparece con está breve definición la idea de que sus actos y que éstos
están en coordinación y llevan una finalidad común.

Esta finalidad no puede producirse sino por la presencia de determinados actos


actos, sin cuya correlación se pierde el sentido pues la finalidad no se alcanza si
no existe interdependencia entre dichos actos.
Esta finalidad para la que las partes se coordinan es eliminar la insatisfacción
jurídica la cual es producida en un sujeto cuando éste considera que sufre un
perjuicio conforme al Derecho que no debería sufrir, el perjuicio se entiende como
la disminución de bienes; comprendiéndose en ello tanto la disminución efectiva
como el peligro de que esa disminución efectiva ocurra.

Dice Barrios que este perjuicio no puede ser de cualquier caso sino que debe
adaptar a lo que establece el Derecho Positivo, pudiéndose decir así que la
insatisfacción jurídica es el perjuicio que un individuo siente que está sufriendo, y
que esta originado por la diferencia que según el mismo existe entre una situación
de hecho que se presenta porque no se cumplió la norma jurídica y la situación de
hecho que debería presentarse si se hubiese cumplido la norma.

Ese perjuicio refiere a que la insatisfacción jurídica puede darse por dos
circunstancias. En primer lugar porque se presenta una ausencia de certeza oficial
sobre la existencia de ciertos hechos y sobre la existencia de ciertas normas
jurídicas que las contemplan; ausencia de certeza que impide que se haga efectiva
la consecuencia prevista en tales normas. En este caso para eliminar la
insatisfacción jurídica solamente se pide al actor o gestor una declaración oficial
que indique que al existir tales hechos y tales normas debe darse la consecuencia
prevista en éstas últimas. Al actor le basta con dicha declaración y no necesita
nada más para eliminar su insatisfacción (por ejemplo cuando alguien pide el
divorcio y se declara disuelto el matrimonio).

En segundo lugar esa insatisfacción puede darse porque además de esa ausencia
certeza oficial existe una falta de adecuación de la voluntad de la otra parte hacia
lo que establece el Derecho Positivo es decir que se requiere de un acto que
fuerce la voluntad de quien no la adecua a lo que en si dispone el Derecho (cuando
se le quita un objeto al deudor que por ley pertenece al acreedor).

Para obtener la eliminación de esa insatisfacción (para resolver el conflicto según


Carnelutti) se debe recurrir al ejercicio de la jurisdicción la cual deberá ser llevada
a cabo por órganos estructural y funcionalmente imparciales, que son quienes
pueden establecer el grado máximo de certeza oficial, pudiendo así eliminar esta
insatisfacción jurídica.
Esta eliminación de la insatisfacción jurídica se trata de un poder-deber porque el
sujeto que lo tiene puede imponer una conducta a un tercero, pero con la
peculiaridad de que para él le resulta necesario hacerlo; a diferencia de lo que
ocurre con quien tiene un derecho subjetivo y, por lo tanto puede, libremente optar
entre imponer o no determinada conducta a un tercero.

Que el sujeto que tiene la jurisdicción estructuralmente imparcial significa que los
intereses específicos del objeto de determinado proceso (aquellos intereses que
son propios de los interesados principales; de las partes en el proceso contencioso
de los gestores en el proceso voluntario), son ajenos a los intereses propios de ese
sujeto con jurisdicción (el tribunal).

Ello se traduce en que no afectará a los intereses de los particulares del tribunal el
que la resolución que se adopte se declare que, según el Derecho, la insatisfacción
jurídica es o no justa (si el tribunal ha sido estructurado en forma imparcial no se
verá afectado en sus intereses personales, la solución deberá serle personalmente
indiferente). Esto también implica que el tercero que resuelve no se ve afectado
por instrucciones, órdenes o presiones de otra persona o grupo de personas,
debiendo adoptar su decisión exclusivamente en atención a los argumentos y las
pruebas ofrecidas en el proceso.

Otro elemento que Barrios incluye en su concepto consiste en que la jurisdicción


puede establecer lo que se llama la certeza oficial máxima o “la última palabra”
(cosa juzgada). Además para que exista jurisdicción toda esa actividad debe
desarrollarse en un método contradictorio esto implica que tanto en los procesos
contradictorios como en los voluntarios, la posibilidad de que el tribunal controle al
interesado y que este controle (mediante recursos) al tribunal y además que en los
procesos contenciosos una parte pueda contradecir las manifestaciones de la otra.

Para este autor el objeto del proceso es aquello que va a ser tratado, afectado, o
modificado en alguna forma, en un proceso jurisdiccional. Lo que va a ser tratado
modificado o afectado será el problema que plantee el interesado o en casos
excepcionales lo asumido directamente por el tribunal, este problema como ya se
advirtió en la definición consiste en la insatisfacción jurídica debida ya sea a la falta
de certeza oficial con respecto a como debería ser la situación de acuerdo al
Derecho, o a falta de voluntad del otro sujeto.

Con respecto a la finalidad del proceso Barrios opina que como ya se dijo es la
eliminación de la insatisfacción jurídica, no existiendo diferencia entre la finalidad
de los procesos voluntarios (las partes de común acuerdo se arreglan) y los
contenciosos , ni tampoco entre los procesos de conocimiento y los de ejecución.

 PROCESO Y PROCEDIMIENTO:

Carnelutti define el procedimiento como la coordinación el orden y la sucesión de


los actos pues para él el proceso se reduce a la mera suma de éstos (el proceso
es el tacho y el procedimiento el contenido). Se podría decir entonces que el
proceso es el conjunto referencial y el procedimiento los subconjuntos que integran
a aquél.

En otra variante Couture dirá que para él el procedimiento constituye la forma del
fenómeno total, en tanto que el proceso constituye su contenido y finalidad (el
procedimiento es el tacho y el proceso su contenido).

Hay autores que en cambio no toman solo este tipo de criterio formal sino que al
mismo le adosan la idea de relación jurídica, como la relación que se establece
entre dos personas con intereses contrapuestos y que incluyen además incluyendo
elementos psicológicos, sociológicos, etc.

El reflejo de los elementos psicológicos se pueden ver ya en la idea de


parcialidad, imparcialidad, conflicto, controversia, contradicción, en las estructuras
de coordinación o de subordinación dependiendo del proceso. En un proceso
jurisdiccional se puede dar una estructura de coordinación en cuanto a que las
partes se encuentran en condición de igualdad entre ellos y una estructura de
subordinación en cuanto a que las partes se encuentran sometidas al juez y por
tanto al derecho. Estas relaciones de subordinación y coordinación y la forma en
que se fundamentan también forman parte de lo que son los elementos
psicológicos presentes en el proceso.
Otro elemento psicológico que puede reflejarse en lo que es el proceso
jurisdiccional es el egoísmo de las partes respecto a su causa, cada uno defiende
su interés y el encargado de de recomponer en base a las pruebas será el juez.

En suma más allá de las discrepancias doctrinarias que se exponen se puede ver
que el procedimiento y el proceso son conceptos que cubren algunas realidades
comunes.

La igualdad entre las partes también se puede ver reflejada en lo que es la


objetividad de la conducta por ejemplo cuando se atiende a los gastos del proceso,
en cuanto a las costas y costos del proceso. El juez en ese caso atenderá a los
artículo 688 del Código Civil o la ley procesal, y pondrá atención a un elemento
subjetivo, pues hará hincapié a la conducta de las partes (como se litigó, cuando
se estiran los procesos de ejecución, o cuando se va en contra de cierta norma).

También hay cierta estructura psicológica en lo que es la receptividad a ciertos


tipos de compulsión, esta puede ser intencional o no intencional. Pueden haber
razones de delicadeza o decoro que afecten al Juez o a las partes por ejemplo
cuando un Juez se ve en la difícil situación de litigar y una de las partes es familiar
del magistrado, en este caso, no es intencional pero el Juez puede optar por dar un
paso al costado de ese litigio.

En caso de la compulsión intencional se puede dar cuando por ejemplo una de las
partes no quiere cumplir con lo que se le impone y por tanto se le aplican las
astreintes esto es una sanción económica que presiona en cierta parte
psicológicamente a la persona para que cumpla a través de afectar su economía.

Hay también elementos sociológicos que influyen en el proceso, como cambian las
sociedades también pueden afectar los procesos por ejemplo la influencia actual
de la tecnología en los procesos, en caso de como se notifican las audiencias,
como se agilitan los juicios, o como se puede interpretar mejor escuchando las
audiencias que leyendo los expedientes.
 FUENTES DEL DERECHO PROCESAL.

El concepto de fuente de derecho es un derivado, una manifestación de sentido


figurado, que tiene como modelo la fuente natural o material, aquello de donde
surge o se origina y como se manifiesta el derecho. De ahí que se distingan las
fuentes formales, las fuentes materiales y las fuentes históricas.

Se entiende por fuente formal a los distintos modos de manifestación, conectados


a modos de creación de las normas jurídicas. (Modo en que crea la norma).

En este sentido Barrios distingue a la legislación, la costumbre, la jurisprudencia y


la doctrina.

Por otro lado son fuentes materiales los orígenes y los fundamentos reales, las
causas verdaderas de que la norma existe y se manifiesta de una u otra forma, o
en una u otra fuente formal. Al respecto de esto existen tres teorías; una
materialista que entiende que la norma jurídica es la manifestación de fenómenos
económicos es decir, que según sea la economía así será el derecho. Esta
también la teoría idealista que entiende que son las ideas las que impregnan la
mente humana y generan los distintos fenómenos sociales, la economía la religión,
el derecho. Por último
está la teoría intermedia y dominante que entiende que la norma no surge de una
sola entidad o modalidad del ser sino de la interacción de causas diversas.

Finalmente el concepto de fuente histórica admite dos acepciones principales, ya


como la manifestación legal de la norma, tanto como la norma histórica que se
toma como modelo (ejemplo, el Código nuestro, el Código napoleónico).

El sistema uruguayo común a todos los órdenes normativos particulares del país,
se asienta en los dos artículos correspondientes de la Constitución y del C.C (332
de la Constitución, 16, 17, del C.C y 284 del CGP).

De acuerdo con este orden la fuente formal predominante es la legislación


funcionando como fuentes secundarias la costumbre, la doctrina y la
jurisprudencia.

En el concepto de legislación comprendemos tanto la ley, como la Constitución, los


tratados internacionales y los reglamentos en todo orden.
La costumbre como un orden excepcional de todo el Derecho y particularmente en
el Derecho Procesal pero no por imposición propia sino más bien los casos en que
la ley remite a ella.

La costumbre es el modo de manifestarse la norma que consiste en el uso


repetitivo y continuado en el tiempo de una acción, unida a que dicha acción
genera conciencia obligatoria.

La doctrina por su parte es el conjunto de las concepciones y opiniones de los


doctrinos del derecho procesal (art 332 de la Constitución y 16 del C.C). Las
expresiones de ambos textos básicos, el art 16 para la interpretación de las leyes y
negocios y el art 332 para los procesos constitucionales difieren ligeramente de las
doctrinas aplicables.

Uno las alude como las “mas recibidas”, otro como “las generalmente admitidas”,
las expresiones son sinónimas y refieren a la aceptación, aprobación o sustento
mayor.

Por otro lado aunque no constituye una fuente autónoma sino una forma específica
y resumida de todas las demás fuentes, los principios generales de derecho (arts
16 y 332). Estos principios se dice que son los que rigen todo el derecho o
sectores tales como el Derecho Público o el Derecho Privado.

La generalidad de los principios ofrecen entonces, grados de extensión que


pueden ordenarlos, por el mismo criterio, en jerarquía vertical en el sentido que un
principio más específico no puede derogar uno genérico, fuera de su radio especial
de acción.

Esta jerarquía parte de principios tales como los de la libertad, la igualdad, la


protección a la vida o al honor de las personas, principios de todo derecho y
termina en especificaciones tales como la perentoriedad de los plazos de un
proceso determinado.
 NORMA PROCESAL

Los caracteres de la norma procesal se pueden ser tanto aquellos comunes a toda
norma jurídica como específicos a la materia procesal.

En cuanto a los caracteres comunes podemos decir que la norma procesal es


bilateral es decir que existen en ella determinadas situaciones activas y pasivas
en correspondencia; es exterior en cuanto a que afecta conductas y solo
excepcionalmente a la intimidad del ser humano; imperativa en tanto no constituye
un ruego, deseo, consejo o aspiración sino que se describe como un mandato o
una orden; es también coercible porque puede ser aplicada mediante la coacción
física; general en tanto se dirige a una pluralidad indefinida; heterogénea, en
cuanto a que es una imposición externa sobre la voluntad de los sujetos a quienes
comprende.

Por lo que respecta a los caracteres específicos, la norma procesal es pública,


autónoma, instrumental, heterogénea, estatutaria y razonable.

Pública porque pertenece sin duda al Derecho Público. Ya porque su sujeto


principal es órgano etático (juez); o porque dispone de una función etática (árbitro);
ya porque su forma de relación mas importante es la de subordinación (de partes y
de interesados en la potestad jurisdiccional); ya porque, como institución no
constituye ninguna de las clásicas del Derecho Privado (propiedad privada,
contrato, matrimonio, etc) y si rige una de las tres funciones típicas del Estado.

Es autónoma porque dispone de principios propios y diferentes de los que dominas


las ramas jurídicas rectoras de su objeto.

Instrumental, en la medida en que rige un instrumento, el proceso, que sirve de


medio a la regulación de otros derechos (los denominados sustanciales). Es
heterogénea, en un sentido distinto del descrito anteriormente; no solo porque
procede de fuera de los sujetos, sino también porque rige relaciones de
heteronomia, en las que un sujeto extraño a la relación procesada determina cual
es el modo jurídico de ser propio de la misma .

Es estatutaria porque establece y rige conjuntos de situaciones propias de sujetos


tipo, que preexisten a ellos y no pueden ser modificados por ellos en virtud de un
interés general y, precisamente, del del interés de la justicia, conjuntos que se
denominan estatutos.

Razonable, porque rige e integra un sistema, porque los distintos elementos y


leyes están dominados por los principios lógicos y dispone de un método para
resolver irracionalidades (procedimientos de investigación del sentido y
eliminación de contradicciones y dudas).

Forma y estructura de la norma.

La forma de la norma es en primer lugar la forma material, o sea la manifestación


física de un texto. Pero si los signos impresos en este caso en el texto se
comprenden como lenguaje, se habrá pasado a la forma inmaterial. Éste
comparecerá cuando advirtamos no solo que ese lenguaje tiene un significado,
sino cuando se comprenda ese significado (que puede no comprenderse por cosas
como, por ejemplo, estar escrito en otro idioma.

En cuanto al contenido de la norma, es lo que hace referencia al objeto de la


norma procesal, en este sentido se entiende que éste hace referencia a los actos
procesales, o sea a las conductas procesales o simplemente al proceso.

Esta referencia tiene la forma de un deber ser y es lo que caracteriza a la norma


como mandato u orden. Son modalidades que constituyen prohibiciones, órdenes
propiamente dichas y permisos. Éstos últimos son órdenes para que no se impida
la conducta permitida. El permiso está implícito en las otras dos variedades; el
modo positivo, en la orden, pura y simple, (lo ordenado esta permitido) y de modo
negativo en la prohibición (por definición lo prohibido es lo no permitido).

En cuanto a la estructura de la norma procesal se puede decir que ésta atiende a


la forma interna de la norma. Es decir que no hace referencia al texto al lenguaje o
a la sitaxis sino mas bien a la íntima ordenación de los conceptos e ideas que
integran el contenido.

Esta estructura se integra con las fórmulas clásicas del derecho, la norma primaria
y la norma secundaria; mas o menos explícitas en la forma normativa pero
necesariamente insertas en el contenido normativo. Como las demás reglas
jurídicas las procesales expresan que si A es, debe ser C, y que si B no es, debe
ser C.
En cuanto al objeto de las normas procesales este es la conducta de los sujetos
del proceso, actor demandado juez, testigos, peritos, terceros, etc. Esta conducta
se manifiesta en actos y precisamente en los actos que se denominan como
conjunto o en conjunto como proceso.

A su vez este objeto (el de los actos del proceso) muestran una particularidad en la
medida en que se advierte que a su vez ellos también tienen su propio objeto, o
sea el objeto del proceso.

Por otro lado desde el punto de vista existencial el objeto de las normas
procesales es la vida de los tribunales, y por tanto esta visión no demuestra
mayores peculiaridades.

Por último también se puede hablar del espíritu de la norma procesal como aquel
conjunto de las causas y de las finalidades de la norma. Se puede tomar a este
espíritu como un modo subyacente de contenido, un contenido implícito frente al
contenido expreso, de importancia fundamental para la interpretación.

La errónea u omisa consideración del espíritu normativo es la causa de errores


fundamentales en la interpretación de las normas procesales. Si bien el precepto
normativo impone desatender el espíritu en beneficio de la letra, el mismo precepto
establece una condición sine qua non; que la letra sea clara. La oscuridad de la
norma y la consiguiente duda conduce a la consideración del espíritu.

Ámbito temporal de las normas procesales

Las normas procesales como todas las jurídicas rigen a partir de un momento
determinado, que normalmente coincide con la probable o efectiva de su
conocimiento por parte de los sujetos a ella hasta que otra norma superior o de la
misma jerarquía las derogue o den las circunstancias constitutivas del desuso.
Es posible afirmar que la norma procesal tiene cierta peculiaridad; en cuanto a que
es una norma de aplicación inmediata, es decir a los procesos en trámite, por
principio.
Por ende, lo característico de la aplicación de la norma procesal en el tiempo no es
otra cosa que su objeto. La problemática natural de esto es que una nueva ley
procesal puede cambiar totalmente una estructura procesal, por ejemplo sustituir
un proceso sumario por uno ordinario, o cambiar por ejemplo el plazo de un trámite
en particular, etc.
En consecuencia, se plantea el dilema de saber si se anula lo ya actuado y se
comienza aplicando la nueva disposición o si se da validez a lo actuado y se
continúa con los tramos correspondientes al nuevo procedimiento.
Existen en este aspecto tres posiciones, por un lado aquella que sostiene la
sobrevivencia de la norma derogada, como modo de mantener la unidad del
proceso, el cual resultaría afectado en los trámites regidos hasta cierta altura por
esa norma y posteriormente por esta nueva y diferente. Esta tesis (de
ultraactividad de la norma derogada) se basa en la concepción del proceso como
un acto único, de un derecho ya adquirido a mantenerse en el proceso o en la vía
procesal que ya comenzó a ejercitarse. Esta postura sin embargo lleva a la
supervivencia de la ley antigua, cuando es de suponer que el legisladir no la
considera ya adecuada.
Por otro lado se encuentra la posición de que la ley nueva debe aplicarse
inmediatamente “in totum”. Dice barrios que esta tesis es impracticable porque un
proceso al que le faltara uno solo de sus actos debería destruirse para
recomenzarlo anulando todo lo anterior (con todo el esfuerzo que ello implica), es
una destrucción de actos jurídicamente válidos cuya revocación requeriría ley
expresa a tal efecto.
Pero dice también que la tesis de la ultraactividad también es impracticable en la
medida en que un solo acto producido bajo la antigua ley priva a las partes del
beneficio de la nueva u obliga a aquéllas a reiterar actos válidos con pérdida de
esfuerzo y dinero.
Por lo tanto la solución a esto es que se aplique una postura intermedia que
respete no solo la practicabilidad de hecho, la convivencia social, sino también los
principios jurídicos y lógicos como lo son el de la conservación de los actos
jurídicos (que presenta varias manifestaciones en nuestro derecho la más clara si
se quiere es el artículo 1300 del C.C cuando refiere a la conservación de los
contratos y su validez, entre otros) y el principio de la coherencia lógica, la cual se
manifiesta por las leyes genéricas y funcionales, como en la interpretación o la
integración por analogía, o por los principios generales o las doctrinas mas
recibidas. Y debe reducirse a éste principio el de la unidad del proceso, de sus
fases, principios y actos.
Por tanto se entiende que de acuerdo con el principio de conservación, los actos
ya producidos son válidos, a menos que las partes renuncien a ellos y de acuerdo
con el principio de coherencia se entiende que el acoplamiento de lo viejo y lo nueo
de las normas solo puede darse cuando ambas sean compatibles entre si.
En conclusión se entiende que a falta de previsión expresa de la ley se aplica
naturalmente el principio de derogación es decir la vigencia inmediata de la ley
procesal pero esta debe estar atemperada por los principios de coherencia y
conservación dependiendo de cada caso particular.
Ámbito espacial de la norma procesal.
Cada norma jurídica describe exactamente los supuestos de hecho que regula, por
lo que, en principio no deberían existir reglas generales sobre qué supuestos están
comprendidos en las normas procesales desde el punto de vista territorial.
Las normas generales que establecen qué supuestos están comprendidos desde
el punto de vista territorial, en los supuestos de hecho que cada norma procesal
concreta describe, corresponden según un entendimiento generalizado al Derecho
Internacional Privado.

En el Derecho Positivo uruguayo existen muchas normas de origen convencional


que consagran esta clase de reglas generales a las que nos referimos y, también,
algunas normas internas que regulan la materia para los casos en que no
corresponden aplicar aquellos tratados.

Tanto los tratados internacionales como las normas internas que regulan esta
materia, consideran por separado dos aspectos del problema que en los hechos
dan lugar a dos clases de reglas diferentes.

El primero de estos aspectos se suele denominar “la determinación de la


competencia internacional”, y a él refieren las normas que ya en los tratados o en
nuestra legislación interna, establecen en qué Estado debe tramitarse un proceso
que interesa a más de un Estado.
El segundo de estos aspectos se suele identificar como el correspondiente a “la ley
que regula el proceso”, y a él refieren también normas convencionales e internas,
estableciendo cual Derecho Procesal es el que regula el proceso que conforme a
las reglas anteriores debe tramitarse en uno de aquellos dos Estados.

Como se advierte, ambos aspectos forman parte de un solo problema, el de que


Derecho Procesal va a regir en un proceso que interesa a más de un Estado. Cuya
solución se suele adoptar primero determinando en qué país se tramitará el
proceso, y luego determinando cuales son las normas procesales que van a
regular la tramitación de ese proceso.
 INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN

Interpretación: Interpretar es descubrir la voluntad que se quiere transmitir con


tales signos gramaticales.

De la interpretación de cada disposición resultará cual es el supuesto de hecho


que la misma regula y, además, cual es exactamente la conducta que ante tal
supuesto la norma autoriza a seguir o impone que debe seguirse.

A menudo la interpretación se utiliza para acabar con ciertas discordancias que se


dan entre los signos empleados y los que debían haberse empleado este desajuste
queda en evidencia por la aplicación de reglas lógicas, como por ejemplo en el
caso de entender mal alguna palabra contenida en la norma por un simple error.

En otros casos esta discordancia también se manifiesta cuando se compara el


contenido de la disposición con otras en cuyo contexto se inserta, es decir que no
solo debe atenderse al tenor literal de una sola palabra sino al contexto de la
norma de la que surge (contemplar la norma en su totalidad).

Finalmente existen discordancias que surgen de los signos que se han empleado y
los que deberían haberse empleado los cuales resultan de los antecedentes de la
disposición, es decir que resultan de la acción que se realiza en la práctica, como
es el caso del art 353 del CGP cuando hace referencia en el numeral 2 a los
instrumentos públicos y en realidad en la práctica se denota que lo que realmente
quiso decir el legislador es “escritura pública.”

Para descubrir en estos casos la verdadera voluntad que se quiere transmitir es


necesario apartarse de la significación literal, es decir descubrir la voluntad de la
disposición a través de las reglas de lógica, de contexto que está inserta o de sus
antecedentes.

Cuando se investigan estos se llega a significaciones de la disposición que


resultan de una interpretación teleológica. Así si luego de la investigación resulta
que el sentido literal difiere del teleológico, entonces esta interpretación es
restrictiva, en cambio se dirá que es extensiva cuando la interpretación teleológica
es más amplia que la literal.
En nuestro Derecho la ley ha establecido, en los arts 17 a 20 del Título Preliminar
del Código Civil, un sistema de interpretación genéricamente obligatorio que no
solo se aplica al régimen Civil. Por lo que se entiende que en estas disposiciones
también se incluye a la hora de interpretar las normas procesales.

Sin embargo esto no quiere decir que las normas procesales no tengan un régimen
específico para su interpretación, el mismo aparece establecido en el el art. 14 del
CGP, pero este artículo no prevé que debe hacer el intérprete para comenzar a
indagar el sentido de la norma.

Como solución a esto, el intérprete debe comenzar por la búsqueda de la voluntad


de la misma a través del análisis de la significación gramatical, lógica y contextual
y examinar los antecedentes.

De esta manera si de un primer análisis literal y contextual resulta que el


significado de la norma aún es dudoso se deberá pasar a un siguiente paso en el
cual el intérprete deberá contemplar el “espíritu” de la disposición, debiendo
adoptar una interpretación que se aparte de ese primer tenor literal si asi lo indica
la lógica y si la finalidad de la norma resulta claramente manifestada de el mismo
texto normativo.

Si después de haber llevado adelante todo este proceso aún persistiesen dudas
para el intérprete, éste deberá acudir a elemntos como el contextos o los
antecedentes de la creación de la norma para así poder llegar finalmente a un
contenido claro.

Puede suceder que todas las posibles interpretaciones, o ninguna de ellas, se


adecuen a esas reglas, y por tanto se deberá aplicar el inciso segundo del art. 14
CGP, el cual remite al Título Preliminar del Código Civil.

En conclusión, para el intérprete de las disposiciones procesales la búsqueda del


sentido de la disposición debe realizarse, ya inicialmente, a través de todos los
medios posibles, para luego elegirse, en caso de resultar de ellos más de una
interpretación posible, la que mejor se corresponda con la regla de que el fin del
proceso es la efectividad de los derechos sustanciales, y si aún persiste la duda, a
la interpretación que mejor respete la significación gramatical, pero solamente en
cuanto esta última no contradiga los principios generales y especiales del proceso
y la necesidad de preservar las garantías constitucionales del debido proceso y la
defensa del mismo.

Integración: La integración del Derecho es un mecanismo de formación


automática de normas jurídicas.

La integración del derecho implica dirigir la atención a las denominadas lagunas o


vacíos normativos.

Nuestro Derecho no solo señala que existen las lagunas o vacíos, sino que
explícitamente indica la forma en que deberían colmarse, las cuales están
consagradas en el art. 332 de nuestra Constitución, en el art. 16 del CC, en el art.
15 del CGP y en el art. 16.2 y 16.3 del nuevo CPP.

En términos de Abal nos encontramos a la hora de integrar con las lagunas o


vacíos del derecho encontramos ➀ las lagunas lógicas, las cuales no existen
realmente como tales, tratándose solamente de ciertas situaciones que describe la
ley y en las cuales debe prescindirse de la aplicación, en un caso concreto, de la
regla que surge de una disposición no específica que lo comprende, para aplicar al
mismo una disposición que regula más específicamente un caso análogo, o aplicar
al mismo la ley que debería haberse dictado para el caso específico si se hubiera
seguido determinado principio general del Derecho, o, finalmente, aplicar al mismo
la regla que debería haberse dictado para el caso específico si se hubiera seguido
la opinión doctrinaria de mayor recibo.

➁ Las lagunas técnicas tampoco existen realmente como tales, tratándose


solamente de ciertas situaciones que describe la ley y en las cuales debe dejarse
de lado, para un caso concreto, la regla más amplia que establece una disposición
marco, aplicando en tal supuesto la regla más restrictiva establecida por una
disposición que regula un caso análogo, o la regla más restrictiva que debería
haberse dictado si se hubiera seguido determinado principio general del Derecho,
o la regla restrictiva que debería haberse dictado si se hubiera seguido la opinión
doctrinaria de mayor recibo.
Los mecanismos de integración de nuestro Derecho procesal, de acuerdo a los
vigentes artículo 332 de la Constitución, 15 del Código General del Proceso y 16.2
del nuevo Código Procesal Penal, son:

Para la integración de lagunas técnicas resultantes de disposiciones


constitucionales, en virtud de lo que dispone el artículo 332 de la Constitución
serán procedimientos de integrados admisibles todos los mencionados
precedentemente al hacer referencia a las llamadas lagunas técnicas en general:
el procedimiento de creación de normas a través de la extensión de las reglas
contenidas de normas análogas, o a través de la aplicación de las conclusiones de
la doctrina más recibida sobre cómo debería ser la norma en cuestión.

Igual solución disponen los artículos 15 del Código General del Proceso y 16.2 del
nuevo Código Procesal Penal, para la integración en supuestos de lagunas
técnicas y también para la integración en supuestos de lagunas lógicas resultantes
de normas de jerarquía legal o inferior.

Existe una diferencia con el art. 16 del C.C, que consiste en que en tanto dicho
artículo prevé un orden de prelación para la generación de normas por integrar,
para los arts. 15 del CGP y 16.2 del CPP la norma resultante de la integración será
la que mejor consulte a la equidad

Integración a través de la Analogía: para este tipo de integración citaré la


“adhesión al recurso de casación”, por medio del cual se genera una norma
procesal.

La adhesión al recurso de casación es en sí mismo un recurso contra una


sentencia de segunda instancia que parcialmente agravia al impugnante; con la
particularidad de que no se interpuso por éste último en el plazo que inicialmente
tenía para hacerlo, sino en un nuevo plazo que se le otorga como una
consecuencia de que su contraparte interpuso el recurso de casación contra la
misma sentencia.

El supuesto de una sentencia de segunda instancia que agravia parcialmente a las


dos partes y que sólo es recurrida inicialmente por una de ellas, resulta a todas
luces análogo al supuesto de una sentencia de primera instancia que agravia
también parcialmente por una de ellas.

Además de la analogía de los supuestos considerados es necesario que la “ratio


legis” que llevó a admitir la adhesión a la apelación por la regla más específica,
exista también para llevar a admitir la adhesión al recurso de casación en el
supuesto sólo regulado por la regla más genérica.

Y como esta “ratio legis” existe tanto para admitir la adhesión a la apelación como
para admitir la adhesión a la casación, deberá concluirse que existe una laguna
lógica y, entonces, a través del mecanismo de integración normativa por analogía
se admite la adhesión a la casación.

La aplicación de estos mecanismos automáticos de integración plantea serias


dificultades y conduce una cierta inseguridad jurídica.

En materia procesal penal está excluida la creación de normas por integración a


través de la analogía, cuando esas normas restrinjan la libertad y demás derechos
del imputado o limitan el ejercicio de facultades.

Integración a través de los Principios Generales: De acuerdo a lo que establece


el art. 253.2 del Código General del Proceso, al interponerse el recurso de
apelación se pueden proponer solamente algunas limitadas pruebas. En virtud de
ello el recurrente solamente podría fundar su impugnación basándose en una
crítica a los medios de prueba de la parte contraria, pero sin poder proponer a su
vez medios de prueba.

Si el legislador hubiera seguido el principio general de igualdad, tendría que haber


establecido que, en este específico caso de interposición de recursos de reposición
y apelación, el impugnante debería tener la más amplia posibilidad de proponer
cualquier clase de prueba. Existe allí lo que el legislador llama una “laguna” y lo
que la doctrina califica como “laguna lógica”.

Y esa hipotética laguna lógica genera automáticamente la nueva norma; que será
la que debería haberse dictado explícitamente para el caso específico si se hubiera
respetado el principio general de igualdad.
Esa normativa habilitará al recurrente de una medida cautelar a proponer, en el
momento de recurrir, cualquier medio probatorio.

En conclusión deberá por tanto dejarse de lado la disposición no específica y


aplicar en su lugar la regla que se debería haber tenido presente el principio
general de igualdad.

Integración a través de las Doctrinas más Recibidas: Las “doctrinas más


recibidas” constituye una expresión original de nuestro Derecho Positivo que alude
a aquellas opiniones de los estudiosos del Derecho sobre cómo deberían ser las
normas jurídicas.

Se trata de las opiniones sobre las normas que el derecho debería establecer y no
acerca de cuáles son las normas que ya están establecidas.

Si bien las doctrinas más recibidas se introduce en nuestro Derecho a través de los
llamados “mecanismos de “integración del Derecho”, ellas mismas son una fuente
del Derecho.

 PRINCIPIOS PROCESALES

El Derecho procesal está inspirado por un conjunto de principios, esto es un


conjunto de criterios de carácter general cuya aplicación a cada solución concreta
contenida en las diversas normas procesales determina que éstas supongan un
orden coherente y homogéneo.

Son principios de carácter normativo pues tienen o revisten el carácter de normas


jurídicas. A este carácter ha venido a sumarse el de indiscutibilidad, en cuanto
aparecen claramente expresados y sistematizados y no son ya meramente
extraídos por el intérprete del conjunto de normas estrictamente procesales.

Estos principios según Peyrano se caracterizan por ser bifrontes y


complementarios . Por bifontalidad se entiende que estos principios se presentan
en parejas habitualmente; asi por ejemplo el principio dispositivo se contrapone al
inquisitivo, el de oralidad al de escritura; el de publicidad al de secreto y reserva,
etc. Por complementarios debe entenderse que estos principios no se configuran
aislados unos de otros, sino por el contrario fuertemente unidos o entrelazados, de
modo tal que cualquiera de ellos, y principalmente los mas importantes, supongan
la existencia de otros que en cierta medida son consecuenciales o
complementarios. Así por ejemplo, la oralidad supone necesariamente la existencia
de los principios de inmediación, concentración o publicidad.

Principio de legalidad: Es un principio de raíz constitucional ya que según el


artículo 18 de la constitución, nuestros procesos son regulados por la ley.
Establece que las leyes fijarán el orden y formalidades de los juicios, lo que
significa que el proceso se desenvuelve desde su inicio hasta su culminación
según la ley y sólo de la ley pueden surgir nuestros procesos.

Este principio está estrechamente vinculado al principio del debido proceso legal,
artículo 12 de la constitución. Este principio supone que a la ley le compete
ordenar las formalidades del proceso, pero no de cualquier manera si no de
manera que asegure a las partes las garantías del debido proceso. Es decir la ley
está limitada por la constitución y si bien la constitución hace una reserva legal
estableciendo que sólo el legislador puede crear y controlar las formalidades de los
juicios, también se pone un límite a ese legislador, porque le exige que respete las
garantías del debido proceso.

Debido proceso, es un conjunto de garantías que surgen de la constitución y son:


➀ Información, significa que se tiene derecho a estar informado de lo que sucede
en un proceso y principalmente que el demandado haya tenido debida noticia del
proceso que se ha iniciado contra él.

➁ Defensa, significa que se le haya otorgado una razonable oportunidad de


aportar los medios de prueba.

➂ Jurisdicción, significa que el tribunal debe de estar dotado de jurisdicción.

➃ Imparcialidad, significa que el tribunal debe ser imparcial.

El principio de legalidad implica la vigencia de otro principio que es el principio de


la indisponibilidad, ósea que no se puede disponer de las normas procesales,
establecido en el artículo 16 del CGP y significa que no se puede renunciar o
modificar las normas procesales. La legalidad está vinculada con el principio de
preclusión; Este principio impone que los actos procesales sean cumplidos en cada
etapa procesal correspondiente, sin que pueda volverse atrás para realizar lo que
se omitió cumplir o hacer a su debido tiempo. El principio de preclusión se vincula
a su vez< con el principio de eventualidad, que es el que ordena aportar de una
sola vez todos los medios de ataque o defensa que tenga la parte, por ejemplo la
demanda va a ir acompañado de toda la prueba que tenga la parte actora sin
importar lo que vaya o no a contradecir la contraparte.

Principio de igualdad: Este proceso se encuentra vinculado al principio de


bilateralidad, esto es, oír a la otra parte.

Este principio de bilateralidad genera un método que es el contradictorio por el cual


si la ley confiere una oportunidad a una de las partes, debe otorgarle la misma
oportunidad a la contraparte, el contradictorio es el derecho de defenderse y de
siempre tener igual derecho que la contraparte (tener este derecho no implica que
la parte lo ejerza o no, pero siempre debe tener el derecho al contradictorio,
aunque no lo ejerza).

Este principio de la bilateralidad también se vincula con el debido proceso por la


garantía del derecho de defensa.

Se ha discutido sobre si siempre se ha respetado el principio de igualdad o si


existen excepciones. Esta discusión se basó concretamente en medidas tales
como los cautelares que se tramitan sin conocimiento de la parte contraria. Por
ejemplo un embargo preventivo, y también en el proceso monitorio donde se
resuelve sin escuchar previamente a la parte contraria. Tanto la doctrina como la
jurisprudencia son casi unánimes al entender que no existe desigualdad porque
una vez adoptada la medida cautelar se comunica a la contraparte y entiende que
una medida cautelar se vería probablemente frustrada si la contraparte,
conocimiento de la misma antes de que se disponga.

En el juicio monitorio, si bien se dicta resolución sin oír al demandado, luego de


dictado se lo escucha.
Couture entendió que no se respetaría este principio si se le concede a un litigante
lo que se le niega a otro.

Principio dispositivo: Siguiendo a Barrios puede decirse que el “principio


dispositivo”, consiste, en definitiva, en una regla conforme a la cual se da
predominancia a los interesados principales en la realización de ciertas tareas
(actividades procesales) particularmente importantes: la iniciativa y el desistimiento
del proceso; la determinación de su objeto; la determinación del objeto de la
prueba; la iniciativa para introducir medios de prueba dirigidos a demostrar la
existencia de esos hechos que integran el objeto de la prueba.

Es un principio esencialmente liberal, es decir que respeta la libertad individual de


las partes para iniciar o no el proceso, para proseguirlo hasta la obtención de la
sentencia definitiva o, por el contrario para desistir de él, para transarlo, etc.

Este principio por un lado hace referencia a la instauración del proceso. A esto
hace referencia el art 1º del CGP en su inc 1º cuando establece que la iniciación
del proceso incumbe a los interesados. En segundo lugar este principio también
hace referencia a la disponibilidad de las partes sobre el proceso, a este respecto
atiende el inciso 2º del art 1º del CGP al expresar que las partes podrán disponer
de sus derechos en el proceso, salvo aquellos indisponibles y podrán terminarlo en
forma unilateral o bilateral de acuerdo a lo regulado en el Código.

En tercer lugar el principio dispositivo hace referencia al conocimiento de los


hechos por el Juez. Los hechos que son objeto del proceso, solo pueden ser
aportados por las partes, es decir los que las partes admitan se imponen al juez
salvo que se traten de procesos en que se plantean derechos o cuestiones
indisponibles (art 137).

Como consecuencia del principio dispositivo también surge el principio de


congruencia que el CGP recoge en su art 198 y que exige que la sentencia se
pronuncie sobre las cosas litigadas por las partes, con arreglo a las pretensiones
deducidas.

Cuando se adopta su opuesto, el llamado “principio inquisitivo”, dicha


predominancia en tales tareas la tiene el tribunal: aunque a este respectos debe
observarse que cuando rige el principio inquisitivo es posible, además, distinguir
con utilidad aquellas situaciones en las que el tribunal goza para ello de algún
grado de discrecionalidad.

Se encuentra plenamente justificado este principio dispositivo, resultando claro que


cuando se trata de derechos subjetivos disponibles la aceptación del principio
contrario, el inquisitivo, implicaría una contradicción con el principio de
disponibilidad de los derechos subjetivos consagrados por las diversas ramas del
Derecho sustantivo, y que, tanto en el caso de que se trate de derechos subjetivos
disponibles como cuando están en juego derechos indisponibles.

Principio de publicidad: Señalaba Couture que la publicidad del proceso es la


esencia del sistema democrático de gobierno.

Puede clasificarse en interna o externa, o en inmediata o diferida.

Es interna la que admite que sólo las partes y gestores conozcan las actuaciones
procesales. Sólo ellas estarán informadas de todo lo que va sucediendo en el
juicio.

Es externa cuando admiten que cualquier persona pueda conocer las actuaciones,
lo opuesto al principio de publicidad es el principio de secreto o reserva, que existe
para aquellos casos en particular y esa reserva puede ser solamente externa,
como por ejemplo: en el juicio de legitimación adoptiva, o ser total cuando abarca
también a las partes, como por ejemplo ciertas actuaciones en procesos penales.

La publicidad inmediata es la regla y permite que la actividad procesal se conozca


inmediatamente sea en el momento en que se realiza, por ejemplo en una
audiencia, o en forma inmediata a su realización, notificando a la parte.

La publicidad diferida es una excepción e implica que el conocimiento de esa


actividad solamente tiene lugar después de que ella se ha cumplido.

Principio de buena fe: El “principio de la buena fe”, es una regla que impone a
todos los sujetos del proceso el deber de actuar de buena fe, con lealtad.

Aunque el alcance de dicha regla es discutida, en su máxima comprensión de este


principio implica que todos estos sujetos deben manifestar lo que consideran que
es verdadero; que deben proponer y dar a conocer todos los medios probatorios de
los hechos; y también, que solamente deben realizar los actos procesales con la
finalidad para la cual el Derecho Procesal los admite.

Si tales sujetos no actúan de conformidad a este principio sus actos serán


considerados inadmisibles o serán sancionados de alguna otra forma.

También las omisiones en el actuar, cuando ese actuar se encuentre exigido por la
buena fe, serán sancionadas.

Con la consagración del principio de la buena fe, se trata de garantizar la justa la


actuación del tribunal y, en definitiva, de garantizar que con el proceso se asegure
la vigencia de los derechos sustantivos de los sujetos implicados en él, evitando
que con las actuaciones procesales se desvirtúe lo que las normas de Derecho
sustantivo consagran.

Pero la principal excepción guarda relación con el actuar procesal de los


demandados (y de sus defensores) en los procesos penales.

Principio de economía procesal: El principio de economía procesal establece


que la actividad procesal debe realizarse en la forma que genere la mayor
economía de tiempo y de costos.

Diversas disposiciones específicas reconocen su fundamento en este principio. Y


también encuentran su fundamento en este principio todas las normas de nuestro
derecho procesal que establecen, para el trámite de ciertas pretensiones,
estructuras procesales más ágiles que el proceso ordinario, como las que regulan
los procesos extraordinarios y monitorios y aquellas otras que admiten un proceso
incidental para la resolución provisoria de una pretensión en forma paralela a la
tramitación del proceso principal donde la misma se resolverá en definitiva.

La economía de tiempo en la realización de la actividad procesal es a menudo


desatendida como objetivo por la misma legislación. No solamente cuando ello se
hace en pro de una razonable garantía de la adecuada participación de los
diversos sujetos en el proceso, sino a menudo sin que la solución esté siquiera
asistida de este último fundamento. En cuanto a la economía de costos, las
excepciones tienen particular relación con asistencias letradas obligatorias, los
peritajes, las publicaciones y las tributaciones, que no siempre son razonablemente
imprescindibles.

Principio de inmediación: El principio de inmediación procesal aparece recogido


a texto expreso en el art 8 del Código. Lo que implica este principio es el contacto
directo y personal del juez o el tribunal con las partes, con los restantes sujetos del
proceso (testigos peritos etc).

La inmediación esta prevista como obligatoria, como irrenunciable, y lo esta bajo


pena de nulidad absoluta, de modo tal de asegurar su estricta observancia. Solo se
hacen excepción a esta regla tajante, dos situaciones: las diligencias de la prueba
que no permitan la presencia del tribunal y aquellos casos en que la delegación
indispensable atento a que la diligencia de la prueba deba realizarse ante Juez
comisionado. (art 10 CGP).

Principio de impulso procesal: El principio de impulso procesal esta recogido en


el art número 3ª del CGP el cual expresa que promovido el proceso, el tribunal
tomará de oficio las medidas tendientes a evitar su paralización y adelantar su
trámite con la mayor celeridad posible.

Es decir que una vez iniciado el proceso compete al tribunal adoptar las medidas
consiguientes para que el proceso se desenvuelva rápidamente y para evitar su
paralización.

Son múltiples las normas en las que el Código se ha inspirado en este principio
para imponer soluciones nuevas, como el establecimiento de la perentoriedad y la
improrrogabilidad de los plazos procesales (art 92) hasta la regla de que en la
audiencia final debe ser dictada la sentencia definitiva (art 18.3) y aún los breves
plazos acordados en el tribunal etc.

 SITUACIONES JURÍDICAS PROCESALES.

Las situaciones jurídicas procesales son aquellas que contempla la ley procesal, es
decir, son aquellas posiciones que frente a la norma asumen los sujetos del
proceso. Entendiendo ser comprendido por una norma como “ser o hacer.”
En este sentido se entiende que existe una norma, un sujeto que es o hace algo
descrito en la norma como una hipótesis, eventualmente otros sujetos
presupuestos o descritos por la norma y estados de libertad o de necesidad
establecidos por la consecuencia jurídica (art 2197 del CC y el 119 del CGP).

Las situaciones procesales son las que corresponden al actor, al demandado y al


tribunal, también conocidas como situaciones nominadas de jurisdicción, acción y
excepción.

Una característica común, no exclusiva de todas ellas es que constituyen


estatutos, siendo este la conexión de las situaciones jurídicas de un mismo sujeto,
determinadas por un interés público, indisponible y relativamente permanente.

Los estatutos procesales corresponden a los sujetos del proceso en sentido


estricto, es decir, que no alude al juez o fiscal que desempeñan sus respectivos
cargos. El estatuto procesal es del tribunal y del ministerio público o de la persona
jurídica actora. Independientemente de que exista un estatuto de los jueces y otro
de los fiscales y otro de los representantes de una persona jurídica, porque esos
no son procesales, sino administrativos o de derecho privado.

La denominada relación procesal está constituida por la cúpula de dos estatutos


(jurisdicción voluntaria) y de tres estatutos (en la jurisdicción contenciosa).

En tal sentido no cabe duda de que la relación comprende a los tres sujetos (sus
situaciones) del proceso contencioso y a los dos del voluntario.

Caracteres de las situaciones jurídicas procesales.

Desde el punto de vista genérico, deberá recodarse que la linea genérica se


integra con la norma, el objeto, los sujetos, las situaciones jurídicas, los actos, las
funciones y las estructuras en las que las situaciones se ubican entre los sujetos y
los actos.

Para caracterizar a las situaciones jurídicas se deberá atender entonces a los


sujetos y al objeto implicados.

El sujeto se hallará entonces, frente a la norma y necesariamente en cuanto a ella


lo comprenda o sea en tanto que el sea o haga algi descrito en la norma en un
estado de libertad o de necesidad. En términos generales o puede tomar
determinadas actitudes o debe hacerlo.

El sujeto entonces se halla en un estado de facultad o en un estado de deber.

Esta facultad se entiende como la situación que corresponde o las situaciones


correspondientes a todo aquello que alguien puede hacer o no hacer (derecho,
poder) equivale, en términos de conducta a todo lo que a ésta se atribuye (por la
norma positiva), surge como la oposición del deber es decir la obligación (art 2º, 6º,
11º).

Esta facultad puede ser bilateral, unilateral o plurilateral, es decir que no existe por
si sola sino que en cambio se encuentra acoplada con otra situación jurídica activa
o pasiva (generalmente junto a las primeras, pero también en el orden del deber).

Por otro lado se encuentra la facultad indirecta la cual es un deber que escapa en
principio al control de parte o del superior, en el orden jurisdiccional.

Sin embargo la facultad carece de autonomía en el sentido de que acompaña


necesariamente a otra situación; constituyendo complejos de orden activo y pasivo;
sin que a veces pueda establecerse la predominancia de alguna de ellas con
claridad, por tanto en estas situaciones va a necesitar acoplarse con el poder.

Aparece entonces el poder como la situación jurídica a la que se atribuye la


determinación de la conducta ajena.

Desde el punto de vista funcional (lo que aquí significa: destinado a afectar las
distintas modalidades del objeto), el poder esta constituido por la tendencia de la
situación, a beneficiar a alguno de los sujetos implicados.

De este criterio se sirvió Couture para distinguir los deberes de las obligaciones y
la carga.

Aparece entonces la carga como una necesidad de adoptar una conducta, en


interés propio. La obligación por su parte aparece como la acción o conducta que
contempla el interés ajeno, esta se integra con la necesidad de dar, hacer o no
hacer, en beneficio de otro sujeto, distinto de la unidad y el poder de hacerlo, aun
contra la voluntad del beneficiario. y el deber la necesidad de adoptar cierta
conducta a favor de la comunidad.
La carga no es autónoma sino que aparece junto a la facultad y el poder, para
integrar el derecho subjetivo, no estando sujeto al deber-poder ejemplo de esto
cuando el Ministerio Público es parte de una situación juruesídica éste no esta
sujeto a la carga de la prueba sino que debe probar, demandar y argumentar.

Dice Barrios que por otro lado que la obligación si bien aparece de vez en cuando
mencionada en el CGP, ésta no parece tener gran relevancia en el proceso. Pues
por ejemplo el tribunal no tiene obligaciones para con las partes sino que se
constituye de un deber-poder.

El poder- deber es la conjunción de los términos por un lado el poder es la medida


del deber y viceversa. Se puede ver entonces como que el poder es aquello que se
le entrega a un sujeto para que cumpla con su deber. El poder puede ser visto o
visualizado como una facultad dentro de algunas normas del CGP (por
terminología, es decir que a veces se usa la palabra facultad para referirse a un
poder-deber).

El poder-deber se compone de la necesidad de actuar en beneficio de otro


equilibrado con el poder de imponer a otro su actuación.

Su especie pública, poder-deber público se compone de deber y poder, y su


especie privada se compone de derecho subjetivo y de obligación.

La sujeción por su parte fue concebida por Carnelutti de un modo negativo como
lo opuesto al poder; visto como un sometimiento. Pero Barrios asegura que esta es
un visión un poco incompleta pues el poder no se da como una situación
autónoma; es decir que aparece como deber poder o como una obligación y en
parte la sujeción tampoco lo es (autónoma) pues constituye parte de todas las
restantes situaciones complejas: derecho subjetivo, obligación, deber- poder,
deber.

En general la sujeción puede definirse como como la necesidad de no interferir,


contrariar o desatender situaciones jurídicas pasivas y a los límites de las
situaciones jurídicas activas. Como por ejemplo, pagar lo debido en lugar de no
pagar; no cobrar mas de lo debido ni fuera de los plazos de caducidad, etc. La
sujeción se ve practicamente en la mayor parte de las situaciones jurídicas que
establece el CGP.

Aparece también la responsabilidad: Puede representarse como la


responsabilidad de contribuir a causa de la conducta o de (como dice Barrios de
compensar infracciones).

El derecho subjetivo: aparece como la protección de interés, que se integra con


la facultad, carga y poder; la diferencia entre ambos consiste en que el primero
tiene como correlato a la obligación o al poder-deber reglados, en tanto que el
segundo tiene como correlato al poder-deber discrecional, en consecuencia el
titular del poder-deber decide, a su criterio, si protegerá o no, al interés del caso.

Clasificación de las situaciones jurídicas procesales: Las situaciones jurídicas


pueden clasificarse en activas y pasivas; simples y complejas y en autónomas y
dependientes

Situaciones activas y pasivas: Son aquellas que obedecen al criterio de


oposición entre libertad y necesidad.

Para llegar a esta clasificación, no es suficiente el par libertad-necesidad, sino que


para tener una mayor exactitud es necesario el criterio complementario de la
determinación de la voluntad, para que cuando se esté examinando una caso,
saber si la actualización dependía de la propia voluntad o si era determinada por la
voluntad ajena.

Sobre estas ideas las situaciones activas se caracterizan por el predominio de la


libertad y del poder determinante de la voluntad ajena.

Se dice que hay un predominio de libertad y poder, y no exclusivo dominio, porque


en las situaciones compuestas activas, el derecho subjetivo y la protección del
interés, hay aspectos de necedad como la carga, los cuales se acompañan
indisolublemente de la sujeción.

Las situaciones pasivas se caracterizan por el predominio de la necesidad y por la


determinación por otro de la voluntad de su titular.
Entre las situaciones activas se encuentran: el derecho subjetivo, la facultad, el
poder. Y el deber poder (aunque esta última según Barrios puede ser neutra en
tanto que puede caer en carácter de pasiva como de activa).

Se caracterizan como pasivas: la obligación, el deber, la carga, la sujeción y la


responsabilidad.

Las situaciones simples o compuestas:Las simples son aquellas situaciones


que pueden concebirse por sí solas, como unidad de un solo sentido; y las
compuestas, son las que solo pueden concebirse como una combinación de
situaciones simples y aún, de otros situaciones compuestas.

Algunas situaciones compuestas contienen elementos activos y pasivos a la vez,


estas son las llamadas situaciones mixtas, como por ejemplo es el caso del poder-
deber. En él se aprecia la necesidad de actuar, constitutiva del poder que figura en
su denominación, junto con el poder de determinar las voluntades ajenas, que
justifica el resto de aquella.

Son situaciones simples, el poder, la carga, la obligación, la sujeción y la


responsabilidad y el deber poder.

Son situaciones compuestas: el derecho subjetivo.

Situaciones autónomas y dependientes: .Las autónomas son las situaciones


cuya actualización no depende de la actualización de otra; y las dependientes son
las que se hallan en el caso contrario.

Denominamos actualizaciones de una situación jurídica a su manifestación en


acto, es decir, su trascendencia.

Estamos frente a una situación autónoma, cuando la necesidad o la oportunidad de


la actualización pueden ser determinadas por la sola voluntad del titular, es el caso
de la facultad, de la carga, en cuanto integra el derecho subjetivo y de la protección
de interés.

Son situaciones dependientes la sujeción, la mera necesidad, el deber, el poder-


deber en principio, y la obligación. Puesto que ocasionalmente el derecho subjetivo
puede ser dependiente, es por ejemplo el caso del derecho de contradecir, que
corresponde al demandado, cuya actualización depende de que se haya iniciado
una acción contra él.

Y a la inversa, el poder-deber puede ser ocasionalmente autónomo, en los casos


de iniciación del proceso de oficio.

La jurisdicción: es aquella que se caracteriza y se manifiesta por medio de los


órganos denominados tribunales, judiciales o arbitrales, por lo general.

Tomando esto como base Barrios define a la jurisdicción como el poder-deber


conferido a órganos imparciales (estructurales y funcionales) susceptibles de
establecer el grado máximo de certeza oficial y eventualmente la cosa juzgada,
excluyendo la insatisfacción jurídica, en método contradictorio.

Por tanto, en base a ello, no se la debe confundir con la competencia, que según
Barrios la doctrina las ha diferenciado de forma errónea, puesto que asocian que la
jurisdicción es un género y la competencia una especie.

Para este autor (para Barrios) la competencia es una sección de la jurisdicción,


establecida en razón de la división del trabajo y las modalidades del objeto.

La acción: Aparece como el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de
acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de la
pretensión.

Este poder jurídico compete al individuo en cuanto tal es como un atributo de su


personalidad. Tiene en este aspecto un carácter rigurosamente privado pero al
mismo tiempo, en la efectividad de ese ejercicio esta interesada la comunidad, lo
que le asigna carácter público.

Mediante la acción se cumple la jurisdicción, vale decir, se realiza efectivamente el


derecho, ya que la jurisdicción no actúa sin iniciativa personal o individual.

Es por esta circunstancia que en tanto el individuo ve en la acción una tutela de su


propia personalidad, la comunidad ve en ella el cumplimiento de uno de sus mas
altos fines, o sea la realización efectiva de sus mas altos fines, o sea la realización
de las garantías de la justicia, de paz, de seguridad, de orden, de libertad
consagradas en la Constitución.
Se puede decir que este derecho abstracto que es la acción se ve reflejado en el
momento en que el actor (pues es su estatuto) tiene la carga de por ejemplo,
presentar todas las pruebas en buena forma, o cuando el tribunal impone la
conducta debida etc.

La excepción: La excepción es el poder jurídico en el que se halla investido el


demandado, que se habilita para oponerse a la acción promovida contra él.

En este primer sentido, la excepción es, en cierto modo, la acción del demandado.

Esta primera forma de ver a la excepción equivale a la defensa esto es, al conjunto
de actos legítimos tendientes a proteger un derecho.

Por otro lado una segunda acepción del vocablo alude a su carácter material o
sustancial cuando por ejemplo se hace referencia a la excepción del pago de la
compensación, o de la nulidad.

Debe destacarse, también en este sentido que tales excepciones solo aluden a la
pretensión del demandado y no a la efectividad de su derecho. Mediante la
excepción el demandado pretende que se le libere de la pretensión del actor.

Esta excepción de ver la excepción equivale a la pretensión en si misma, es decir a


la pretensión del demandado.

En otro sentido la excepción también puede tomarse como la denominación que


hace referencia a ciertos tipos de defensas procesales, mediante las cuales el
demandado puede reclamar al juez su absolución de la demanda o la liberación de
la carga procesal de contestarla.

En este último caso la definición de pretensión equivale a procedimiento que puede


ser dilatorio de la contestación, perentorio o invalidatorio de la pretensión
(dependiendo de lo que surja de la desición del juez y de las defensas procesales.
 SUJETOS DEL PROCESO

Como sujetos del proceso aparecen el actor, demandado, tribunal, testigos, gesto,
peritos, abogados.
Barrios “son sujetos del proceso quienes lo hacen y para quienes se hace.”
La doctrina distingue entre, estos sujetos que por el hecho de serlo adquieren un
determinado estatus:
El tribunal (órganos auxiliares, como los secretarios o notificadores) es aquel sujeto
que con el fin de eliminar la insatisfacción jurídica, las normas le otorgan un poder-
deber, susceptible de establecer a través de la sentencia el máximo grado de
certeza jurídica.
Las partes (los abogados, los procuradores, los representantes en general)

Los terceros, los cuales que están más cerca de las partes que del tribunal,

El ministerio público que puede actúan de auxiliar del estado, de parte o de tercero.

Abal los define como aquellos sujetos que están colocados en un proceso
concreto, y en una situación jurídica que les otorgan el derecho de acción o el
derecho de contradicción. Y a los que se les imputan los efectos de los actos
procesales.
Los requisitos según el derecho procesal uruguayo para que un sujeto pueda
realizar efectivamente actos procesales (ej presentar una demanda, dictar
sentencia, prestar testimonio):
La capacidad procesal, es la posibilidad de realizar el acto, es una aptitud
intrínseca (parte de la naturaleza intima de la persona) que debe tener el sujeto
que realiza el acto procesal, la cual varía según el derecho positivo y la clase de
sujeto de que se trate.

Ejemplo en el derecho uruguayo para ser parte se requiere: pertenecer al género


humano, tener 18 años, no haber sido declarado incapaz, no haber fallecido, etc.)
Legitimación procesal: es la aptitud extrínseca que debe tener el sujeto que
realiza el AP, correspondiente a una clase de sujeto; y que existe cuando se
presentan ciertas circunstancias extrínsecas a la persona, consiste en un vínculo
entre ella y el sujeto que corresponde y se le al imputa esa clase de acto (ejemplo
aquel tribunal, actor, demandado, etc); dicho vinculo varía según el DP y la clase
de sujeto. Ejemplo el vínculo entre el sujeto que presenta la contestación de la
demanda y el sujeto al que le corresponde contestar la demanda.

La legitimación en la causa, es una aptitud extrínseca que debe tener el sujeto


que realiza el AP, consiste en un vínculo entre el la persona y el objeto del proceso
al que corresponde el acto procesal concreto. Vinculo que varían según el derecho
positivo y la clase de sujeto que se trate. Este es un requisito para que se le pueda
imputar los efectos de los actos procesales.

1° y 2° son requisitos para que un sujeto pueda realizar efectivamente actos


procesales.
3° es un requisito para que a un sujeto se le puedan imputar los efectos de los
actos procesales.
La ausencia de estos requisitos hace que los sujetos no puedan ser considerados
“sujetos del proceso” y que el acto realizado será inadmisible.
Pero en cuanto a la relación entre ellos, son requisitos totalmente independientes.

Puede que exista un sujeto que no tenga capacidad para ser sujeto, pero igual
tenga legitimación en la causa, o viceversa. Puede que el sujeto que realiza
efectivamente el AP tenga capacidad procesal y legitimación procesal aun cuando
el sujeto al que se imputa el acto carezca de legitimación en la causa, etc.

Esto se puede ver con ejemplos:“Supongamos que la contestación de una


demanda de cobro de pesos es imputada a una institución deportiva que carece de
personería jurídica pero que, según los términos de la demanda (erróneos puesto
que no es persona jurídica u por lo tanto no puede contratar), sería la que habría
contratado con el actor. En este caso el sujeto al que se le impugna la
contestación (la referida institución sin personería jurídica) tendría legitimación en
la causa, pero sin embargo carece de capacidad para ser un sujeto al que se le
puedan imputar los efectos de un acto procesal correspondientes a un
demandado.”
Otro ejemplo: “si esa contestación de la demanda es atribuida a una institución con
personería jurídica, pero que manifiesta que no es quien (según los términos de la
demanda) debió ser demandada en el caso concreto; y que el acto
correspondiente es realizado por un sujeto mayor de edad. En este caso tenemos
que al sujeto que se le imputan los efectos del acto de contestar la demanda
correspondiente al demandado (institución con personería jurídica) si tiene
capacidad para ser demandado, pero le FALTA legitimación en la causa para ser
demandado.

Parte actora:

 Simple, cuando está compuesta por un solo sujeto, ejemplo cuando


un esposo solicita que se declare disuelto el matrimonio por existí alguna
causal de divorcio.

 Plural, cuando está compuesta por más de un sujeto, ejemplo cuando hay
coarrendadores que pretenden el desalojo de un arrendatario. Puede ser
compuesta o compleja, también denominadas “Litisconsorcio”

-Compuesta, “litisconsortes activos facultativos” Art 45 y 120 2* CGP, estos se


forman por razones de economía procesal, y también a fin de evitar posibles
sentencias contradictorias sobre supuestos similares. Es por ello que se tratan de
casos en los que cada uno de los sujetos que integran la parte actora plural podía
haber iniciado un proceso independiente, ya que cada uno de ellos es titular de
una insatisfacción jurídica independiente.

_Compleja

1.“Litisconsortes activos facultativos con necesidad de sentencia uniforme”,

2. “Litisconsortes necesarios” estos se forma debido a que en estos casos la


legitimación en la causa la tienen un conjunto de sujetos, pues según como lo
expresa la demanda, no es posible que la titularidad de la insatisfacción jurídica
alegada la tenga solamente uno de esos sujetos, sino que es compartida con otros
en forma indivisible.

Parte demandada

Es igual que en la parte actora


 Simple, compuesta por un solo sujeto.

 Plural, integrada por más de un sujeto.

Aquí también la diferenciación entre los litisconsorcio va a ser según si


integración plural sea o no imprescindible para la admisibilidad de los actos de
los demandados.
_Compleja ”Litisconsorcio pasivo necesario”
_Compuesta “Litisconsorcio pasivo “voluntario o facultativo”.
 JURISDICCIÓN, COMPETENCIA Y CUANTÍA

Jurisdicción: El art. 6 de la LOT define a la jurisdicción desde dos puntos, primero


como función, que según el art. 51 de la LOT la función jurisdiccional seria la
actividad del estado que consiste en administrar la justicia, a través de los órganos
jurisdiccionales que el Estado instituye a tal efecto.
En base a esto Calamandrei dice que la finalidad de la jurisdicción está
determinada por el propósito de garantizar la observancia práctica del derecho
positivo.

Para Guasp la FJ es la específica función estatal por medio de la cual el Estado


satisface pretensiones.

Y luego el mismo art. 6 define a la jurisdicción como poder, es decir, el poder


jurisdiccional es la suma de poderes y deberes de que está dotado el órgano
jurisdiccional (el tribunal) para poder desempeñar la función jurisdiccional que le ha
sido asignada.

Couture en relación a esto dice que la jurisdicción es un poder-deber, ya que junto


con la facultad de juzgar, el juez tiene el deber de hacerlo. Estos poderes-deberes
están enunciados básicamente en el art 24 CGP (aunque la norma los califique
como “facultades

Competencia: En un entender general el concepto de competencia surge como


distribución y atribución a la jurisdicción entre los diversos órganos jurisdiccionales.

Por otro lado Guasp la define como “la asignación a un cierto órgano jurisdiccional
de determinadas pretensiones, con preferencia a los demás órganos de la
jurisdicción, y por extensión, la regla o conjunto de reglas que deciden sobre dicha
asignación.
Entre competencia y jurisdicción existe una diferencia de carácter cuantitativo:
Mientras la jurisdicción es el poder que corresponden a todos los magistrados
considerados en su conjunto; la competencia es la jurisdicción que en concreto
corresponde a cada magistrado.
Otros dicen que la diferencia es de carácter cualitativo: y la jurisdicción es una
función, mientras que la competencia es la aptitud para ejercerla, la jurisdicción
supone una actividad y la competencia la facultad para desarrollarla.
Carnelutti entiende que la competencia es el poder perteneciente al oficio o al
oficial considerados en singular; la diferencia con jurisdicción seria que ésta es el
poder perteneciente no a cada oficio, sino a todos los oficios en su conjunto.
Por otro lado LOT hace referencia a la, jurisdicción en su artículo 6 diciendo que
es la potestad publica que tienen los tribunales de juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado en una materia determinada; y competencia “la medida dentro de la cual la
referida potestad ésta distribuida entre los diversos tribunales de una misma
materia” (mas el artículo 23 del CGP).
En nuestro derecho positivo la jurisdicción se identifica con lo que, en la doctrina,
se llama competencia en razón de la materia. Y a veces se habla de la
competencia como jurisdicción.
Distribución de la competencia: Carnelutti dice que para el ejercicio de la
función jurisdiccional podría bastar con un solo tribunal, pero resulta imprescindible
la multiplicidad de tribunales, con el fin de repartirlos por todo el territorio del
Estado, y poder diferenciarlos según las distintas funciones procesales a cargo.
Criterios de distinción de la competencia en nuestro derecho:
Criterio territorial: Este tiende a fijar la competencia sobre la base de la proximidad
entre el lugar sede del tribunal y el lugar en donde se encuentra alguno de los
elementos de la pretensión del objeto del proceso. A esta relación determinante del
señalamiento también se la llama “fuero”, y existe uno principal y otro u otros
subsidiarios (ejemplo art 21 LOT “lugar de cumplimiento de la obligación, y a falta
de lugar convenido para ello, el lugar de domicilio del demandado o el lugar de
nacimiento de la obligación.)
Criterio material: Según la naturaleza del litigio, este es el que determina en
nuestro derecho la existencia de diversas jurisdicciones (art 6 LOT)
Criterio según la cuantía: Los litigios de menor trascendencia deberán ser
atendidos por órganos menos costosos, en lo que se refiere al número y a la
calidad de sus agentes y funcionarios. La cuantía (art37 LOT) “Se determinara la
cuantía de la materia por apreciación que el actor hiciese en su demanda”. Los
artículos del 35 a 49 sirven para determinar el valor de la cosa disputada, y por lo
tanto fijar la competencia en razón de la cuantía.
Criterio según el grado: supone la división del proceso en diversas instancias (en
nuestro derecho solo en dos art 22 3* CGP) en cada una de las cuales el
conocimiento se halla encomendado a órganos judiciales diferentes.
En razón del tiempo: Este es un método práctico de distribución del trabajo entre
cada grupo de un mismo tipo de órganos judiciales igualmente competentes, pero
no alcanza a ser un criterio de atribución de competencia.
Materias:
1. Penal, surge del CPP y ley 19293. Art 66 LOT
2. Civil: es una competencia residual “todo lo que no es otra cosa es civil” art
68 ley 15.750
3. Concurso: 18.387,
4. Laboral: 12.633 18.572 18897
5. Familia: art 69 y 69 bis 15750 de la LOT, CNA, Familia especializada,
violencia doméstica.
6. Aduana: regulado por el código aduanero, la cual comprende todos los
asuntos relacionado a las infracciones aduaneras
7. Crimen organizado: ART 414 18.362
8. Arrendamientos: DEC-LEY 14.219
9. “Faltas” 19.120
10. Contencioso administrativo: dec-leyes 15.524, 15.881, esta se refiere a la
reparación patrimonial, en donde la parte demandada es una persona pública
estatal.
11. Comercial
12. Hacienda, la cual regula todo lo que esté relacionado con el patrimonio del
Estado en sentido amplio (entes autónomos, municipios, servicios
descentralizados)

Montos de las cuantías:


Para saber si se debe concurrir a un juzgado letrado o uno de paz, se va a mirar la
cuantía, que está fijado en 500.000 como tope máximo para los jueces de paz.
Por otro lado para saber si se debe ir a un juzgado de paz de capital,
departamental o de cuidad (se toma en cuenta el domicilio y la cuantía).
Reglas para determinar la cuantía: Art 36 y siguientes
Si se reclaman varias pretensiones: Se suman, y según el monto que sea, se
puede cambiar la competencia. Art 43 y 44.
Art 45 nos muestra que es importante saber el monto también en cuanto a los
recursos que se van a poder imponer (para saber si es 1 instancia o 2 instancias,
para saber si se puede imponer el recurso de tasación).
Para saber si poder ir a casación tiene que ser más de 4.000.000 de pesos
Competencia de los tribunales según la naturaleza de la acción: Art 15, 16, 17
Art 21 Para determinar el lugar
1ero ver si las partes fijaron un lugar
2do si no se fijó nado, será a elección del demandante el domicilio del demandado
o el lugar donde nació la obligación aunque sea accidentalmente.
Art 24 Si son varios demandados, puede elegir el demandante el lugar
Art 25 y 26 cuando la persona no tiene domicilio fijo

JP departamental máximo $500.000 (Si pasa de eso se va a T. Letrados)


JP departamental de la capital máximo 500.00
JP de villa o pueblo máximo $270.00 (si pasa de eso se va a JPDep).
JP rurales máximo $120.000 (si se pasa de 120.000 pero es menor a 270.000 va a
JPVoP, si pasa va a JPDep)
Los juzgados de paz nunca entienden en 2da instancia.

Los juzgados de paz departamental tienen competencia por accesión la cual


significa que le viene de los otros, le viene todo lo que pase lo 270.000 hasta los
500.000.

 INSTITUTOS QUE ASIGNAN COMPETENCIA A LOS JUECES


Art: 18 de la constitución será “La leyes fijaran el orden y formalidades de los
juicios”
La prevención: El procedimiento por el cual opera este instituto se encuentra en el
art 7° LOT. Se puede definir como el conocimiento anticipado de un juez en alguna
causa que por su naturaleza pudiera pertenecer a varios.
La correlación de competencias: Artículo 8° LOT, más las acordadas N°7104 y
7118 que establecieron el actual sistema computarizado y aleatorio de distribución
de asuntos entre tribunales de primera instancia del mismo tipo.
En Montevideo quien asigna la competencia es la ORDA, en el interior es la orda
por medio de un actuario
Causas que modifican la competencia:
La subrogación (art 102 y siguientes) es la sustitución de un Juez por otro, se da
cuando por hallarse un tribunal de conocer determinado asunto, éste pase a
conocimiento de otro tribunal de su misma categoría. Por ejemplo cuando un juez
esta de licencia y es sustituido por otro.
La prorroga de “lugar a lugar” la cual puede ser expresa o tácita
La reconvención, (Art 44 LOT) se da cuando el demandado deduce a su vez,
contra el actor, una pretensión (su contra pretensión) que va a constituir, junto con
la pretensión inicial del actor, el objeto del proceso.
La acumulación de pretensiones (art 120 CGP Y 48 LOT) se produce con la
iniciación de un proceso, en donde se le suman pretensiones diversas
(acumuladas) de una misma demanda.
_La Conexión, se refiere a la circunstancia de tener dos o más procesos,
elementos en común (ya sea que el elemento común son las partes, el objeto de
cada proceso o la causa pretendi.)
Las tercerías (art 48 al 55 CGP) se da cuando una persona que hasta el momento
no era parte del proceso, deduce una pretensión que se opone a la del acto
“intervención coadyuvante”, o una pretensión que se opone tanto a la del actor
como a la del demandado “intervención excluyente”
La acumulación de autos (Art 323 y siguientes CGP) es cuando tomando en
cuenta la materialidad se reúnen dos o más expedientes (con ella uno o más
tribunales verán desplazada su competencia en favor de otro 324 8*)
(A veces se habla de la competencia como jurisdicción)
Vicios que generan la incompetencia art 133 del CGP:
Incompetencia referida al territorio: La puedo hacer valer hasta que conteste el
demandado. Genera una nulidad relativa.
Incompetencia referida a la materia: art 133 2°CGP, está la puedo hacer valer
hasta o durante la audiencia preliminar. Genera una Nulidad absoluta; y el juez
incompetente va a remitir sus acciones al juez que si le corresponda. La misma
puede ser declarada de oficio por el juez
Estatuto del juez (Art 77-116 LOT):
Este se refiere a las normas legales referidas al ingreso, permanencia, la
suspensión y cese en la función judicial. Los requisitos para ser designado están
en el art 79 LOT.

Deberes: Hacer justicia (5 inc 2), de residencia (art 88 2*), de asistencia (art 88 3*),
de vigilancia (art 90)
DERECHOS: Hacer justicia, esta es para el juez un derecho y un deber a la vez “El
poder-deber de solucionar los litigios”; a la remuneración (art 85); a la
consideración y el trato (art 148 1*); al descanso (art 86); a ocupar una vivienda en
el interior proporcionada por el Estado, o en su defecto a recibir una compensación
especial (art 88 2*)

La carrera judicial está en el art 98. No se nombra a la corte porque ella es elegida
por la Asamblea General.
__Tiene independencia art 84
__El juez tiene IMPARCIALIDAD
Art 22cgp habla de la creación de tribunales itinerantes (son los que van asesorar
a las personas a los pueblos, en realidad no pueden asesorar, lo que hacen es
indicarles a donde deberán ir )
Art 22 3° esta marcando que si nada se dice la regla es la apelabilidad (ejemplo no
es apelable en los juzgados de paz, villa o pueblo). Para que sea inapelable el
legislador lo tiene que decir expresamente
Art 18 “Indelegabilidad e inmediación”, no se puede pedirle a otro que cumpla su
función, la delegación solo abarcara a los auxiliares. Los tribunales actúan con
Auxiliares “actuarios”; art 117 LOT (se refiere a los secretarios y actuarios de la
SCJ, TA y los Juzgados. El art 124° LOT se refiere a los auxiliares de los jueces
Art 23 Establece que no se admitirá la división de competencia por La avocación
significa cuando el superior toma para si. Y la delegación, que solo procederá para
la asistencia judicial.
Art 25 “Solo se podrá fallar por equidad en los casos previstos por la ley, o cuando
tratándose de derechos disponibles, las partes así lo soliciten.
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 RECURSO DE APELACIÓN

El recurso de apelación se encuentra regulado en los artículos 248 a 261


del CGP.

El mismo es un acto de un interesado principal por el cual se solicita al


órgano jurisdiccional superior al que dictó una sentencia, que la revoque
o modifique.

Admisibilidad

Para que una resolución jurisdiccional pueda ser impugnada por


apelación deben, acumulativamente, reunirse ciertos requisitos:

- Se debe tratar de una sentencia definitiva o una sentencia interlocutoria


- Se debe tratar de una sentencia de primera instancia - Debe ser una
sentencia que – explícita o implícitamente – la ley no haya declarado
inapelable.

¿Cuándo se interpone el recurso de apelación? Si se trata de


impugnar una sentencia definitiva, el recurso debe interponerse “en
escrito fundado, dentro del plazo de quince días” (artículo 253.1 del CGP)
Si se trata de un recurso de apelación contra una sentencia
interlocutoria que fue pronunciada fuera de audiencia, “el plazo para la
interposición del recurso será de seis días” (numeral 1 del artículo 254),
debiéndose expresar los fundamentos por los cuales se impugna la
resolución. Y si el recurso de apelación es contra una sentencia
interlocutoria que fue dictada en audiencia y el trámite del recurso no es
“diferido”, “deberá anunciarse la apelación en ella” (en la audiencia), y
luego interponerla, expresando los fundamentos de la impugnación,
dentro del plazo de seis días (numeral 2 del artículo 254).

Si el recurso de apelación es contra una sentencia interlocutoria dictada


en audiencia, pero el trámite previsto para el recurso es “diferido”, el
recurso deberá interponerse en la audiencia verbalmente, pero en este
caso sin necesidad de expresar, en esa ocasión, los fundamentos de la
impugnación (numeral 3 del artículo 254 del Código)

Procedimiento

I) Cuando la resolución apelada es una sentencia definitiva:

En estos casos, el tribunal debe (si se trata de un proceso contencioso)


dar traslado a la contraparte y a cualquier litigante con interés diverso al
del recurrente, por un plazo de 15 días (primer inciso del artículo 253.1
del CGP)

Si la resolución del tribunal considera que el recurso incumple con un


requisito procesal y ello lo vuelve inadmisible, así deberá declararlo.
Dicha resolución no puede ser recurrida por reposición y apelación, sino
que deberá ser recurrida por queja por denegación de apelación (artículo
255 del CGP)

Ahora bien, en dicho plazo, la contraparte podrá no solo contestar el


recurso de apelación, sino también adherir a la apelación, en cuyo caso
el tribunal deberá dar traslado por quince días a quien originariamente
apeló y a todos los demás litigantes que pudiere haber con interés
distinto al del adherente (segundo inciso del artículo 253.1)

Una vez evacuado el traslado del recurso y, si la hubiere, de la adhesión


al mismo, el tribunal deberá dictar una resolución por la que resolverá
nuevamente si el recurso (y eventualmente la adhesión) ha cumplido con
todos los requisitos procesales y es, por ende, admisible y debe elevarse
al tribunal superior (resolución que de ser negativa solamente podrá
impugnarse mediante el recurso de queja: artículo 255)

El procedimiento que debe seguirse ante el tribunal superior se


encuentra principalmente regulado por el artículo 344, y conforme al
mismo, recibido el expediente el tribunal procederá al estudio del recurso
y finalizado se dictará decisión anticipada (artículo 200), o se citará a
audiencia si el tribunal fuera unipersonal, o se celebrará el acurdo
(artículo 204.3)

Al resolver la apelación, el tribunal de segunda instancia no podrá


modificar la sentencia apelada en perjuicio del apelante

Asimismo, el tribunal no podrá resolver sobre cuestiones no propuestas


en la primera instancia, aunque “deberá resolver sobre los intereses,
daños y perjuicios u otras cuestiones derivadas de hechos posteriores a
la sentencia de primera instancia.” (Artículo 257.2 del Código)

II) Cuando la resolución apelada es una sentencia interlocutoria

Si el procedimiento de la apelación no es “diferido” Cuando el


procedimiento de la apelación de una sentencia interlocutoria no es
diferido, luego de interpuesto el recurso, y si el mismo cumple con los
requisitos procesales correspondientes, el tribunal deberá dar traslado a
la contraparte (y a todos los demás sujetos con interés distinto al del
recurrente) por igual plazo de 6 días.

Esta contraparte podrá entonces contestar el recurso en forma escrita y


fundada y adherida a esa apelación igual que cuando se trata de la
apelación de una sentencia definitiva, con la diferencia de que el plazo
será solamente de 6 días. Y en caso de adhesión deberá darse traslado
por 6 días al apelante inicial (artículo 254)

En lo demás, el trámite de la segunda instancia será igual al del recurso


de apelación de las sentencias definitivas

Si el procedimiento de la apelación es diferido El procedimiento de la


apelación de una sentencia interlocutoria es diferido “en los casos
expresamente establecidos en la ley” (artículo 252.3 del CGP)

Entre los casos en los que la ley establece el trámite diferido del recurso,
se encuentra, por ejemplo, el caso de la sentencia interlocutoria que
decide un incidente, o cuando se trata de resoluciones dictadas por el
tribunal sobre producción, denegación y diligenciamiento de la prueba.

Si la apelación debe seguir el procedimiento diferido, el impugnante


deberá limitarse a la simple interposición del recurso, reservándose para
fundamentarlo en

el momento en el que eventualmente apele la sentencia definitiva. Dicha


apelación deberá realizarse en forma inmediata al dictado de la sentencia
interlocutoria en cuestión si se tratare de una sentencia dictada en
audiencia, y dentro de los 6 días siguientes a la notificación si fue dictada
fuera de audiencia. Así, por ejemplo, si un actor apeló la sentencia
interlocutoria que le rechazó la posibilidad de producir un medio de
prueba, y luego la sentencia definitiva rechaza total o parcialmente su
pretensión, ese actor fundará su apelación de la interlocutoria, y en el
mismo escrito deberá apelar la sentencia definitiva, explicando también
por qué la sentencia definitiva debe ser revocada y en su lugar debe
acogerse su pretensión.

En lo demás, también cuando el trámite de la apelación sigue el


procedimiento diferido, al fundamentarse luego este recurso por quien
apeló, deberá darse traslado de ello a la contraparte. En el resto del
trámite de la segunda instancia será igual al del recurso de apelación de
las sentencias definitivas.

Modalidades del recurso de apelación. Efectos del recurso

El CGP ha previsto tres modalidades distintas para el recurso de


apelación: apelación con efecto suspensivo, apelación sin efecto
suspensivo y apelación con efecto diferido.

A) Apelación con efecto suspensivo Son apelables con efecto suspensivo


las sentencias definitivas y las sentencias interlocutorias con fuerza de
definitivas. Es la regla que contiene el artículo 252.1: “La apelación
tendrá efecto suspensivo cuando se trate de sentencias definitivas o
interlocutorias que pongan final al proceso y hagan imposible su
continuación.”

B) Apelación sin efecto suspensivo El artículo 252.2 determina que “En


todos los demás casos la apelación no tendrá efecto suspensivo.” Y los
demás casos son, claramente, los referidos a las sentencias
interlocutorias simples

C) Apelación con efecto diferido Si las sentencias definitivas y las


interlocutorias con fuerza de definitivas son las únicas apelables con
efecto suspensivo, resulta que la única categoría restante

de sentencias – las sentencias interlocutorias simples – serán apelables,


sea sin efecto suspensivo, sea con efecto diferido.

Pero, ¿cuándo en una forma y cuando en otra? – El artículo 252.3


responde claramente: “La apelación tendrá efecto diferido en los casos
expresamente establecidos en la ley.”

Es decir, para que una interlocutoria simple sea apelable con efecto
diferido, así debe establecerlo la ley en forma expresa; si la ley nada
dispone respecto a la modalidad de apelación de una sentencia
interlocutoria simple, ella será apelable sin efecto suspensivo, tal como lo
dispone la regla general del artículo 252.2

 CASACIÓN CIVIL.

Como vocablo aislado la casación denomina a dos objetos


estrechamente relacionados por un lado al recurso de casación (una
estructura) y la sentencia que acoge la pretensión del recurrente (un
acto).
La expresión compuesta recurso de casación sirve para designar dos
objetos, que también tienen estrecha relación, el recurso (la estructura ya
mencionada y el acto de interposición de dicho recurso (un acto el
primero, integrante de la misma estructura).
Concertando los dos modos de expresión ambos califican a la misma
estructura procesal constituída por un determinado recurso; y que cada
uno, por separado, alude, además, al acto inicial y a un acto final de esa
estructura (la sentencia de acogimiento.

Concepto y conceptos de casación.

Hay tantos conceptos de casación como países la hayan adaptado y


variaciones legales, dentro de cada país. Los caracteres comunes, sin
embargo, dan una cierta necesaria unidad; desde el punto de vista
conceptual puro podrían ser suficientes, en cuanto basten para
diferenciar a este recurso de cualquier otro.
Se puede decir que el concepto de casación que corresponde al núcleo
normativo fundamental, del período francés que va desde 1790 a 1837
definía este instituto como el recurso atribuído al órgano máximo de la
judicatura, sobre errores de derecho, de forma y de fondo, en materia
civil, para la salvaguardia del del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia.
En este concepto primario se destacan las dos finalidades clásicas
(nomofilaquia y unificación); así como la divisa de la institución, relativa al
fundamento u objeto: derecho, no hechos.

Concepto actualizado Uruguay.


El recurso de casación en materia civil es el que se a atribuye a la
Suprema Corte de Justicia, sobre errores en el fondo o en la forma,
cometidos en sentencias definitivas o interlocutorias con fuerza definitiva,
dictadas en segunda instancia por Tribunales de Apelaciones en lo Civil o
del Trabajo, para afirmar el derecho y uniformar la jurisprudencia.
En esta definición se puede apreciar que que no solo se limita a los
errores de derecho; al suprimirse su mención, se intenta promover la
indiferenciación que es sinónima, aquí de una mayor amplitud o al
alcance del recurso.

Tarigo por su parte sostendrá siguiendo a Arlas que el recurso de


casación en materia civil es un recurso extraordinario que la ley concede
a las partes para impugnar un errpr de Derecho, de fondo o de forma, en
las sentencias definitivas e interlocutorias con fuetza definitiva, con la
finalidad de asegurar respecto del Derecho y la aplicaión uniforme de la
ley.

Naturaleza jurídica de la casación.

En cuanto a la estructura y en tanto la estructura de control, la casación


propone algunos problemas de naturaleza tales como:
a) Si su regulación tiene carácter constitucional.
b) Si es recurso ordinario o extraordinario;
c) Si constituye una tercera instancia.

En cuanto a si su regulación tiene carácter constitucional dice Barrios


que en principio en la mayoría de los países incluido el nuestro, no puede
caber duda de la naturaleza meramente legal del instituto, o de que su
modificación no requiere otro mecanismo que el de la derogación
legislativa.

Pero Calamamdrei sostenía que la norma que obligaba al juez a juzgar


según la ley es una norma de derecho constitucional. Por tanto entiende
Barrios que no es menos cierto que en numerosas referencias a los
magistrados se hace patente la sumisión a la ley (arts 10,
11,12,13,18,21,23 y 35 de la Constitución) y que, por otra parte, el solo
hecho de instituir una organización o un poder judicial implica, de suyo,
tal sumisión. Por lo que la tesis de Calamandrei puede estimarse
fundada.

Por lo que respecta a si el recurso de casación es en nuestro país


considerado como ordinario o extraordinario, Barrios afirma que puede
tomarse como un recurso ordinario, ya que dice que aunque en la
literatura extranjera se halle con frecuencia la alusión al recurso de
casación como extraordinario respecto de sentencias que no han pasado
en autoridad de cosa juzgada. Esto se debe, simplemente a que el
criterio de clasificación que puede utilizarse es diferente al empleado en
nuestro país.

Según dice Calamandrei lo que para muchos hace extraordinario a un


recurso es ya el hecho de tener causales determinadas, o no suspender
la ejecución de la sentencia impugnada, o requerir causiones especiales.
Pero dicho autor termina aceptado, el criterio de recurso ordinario que se
aplica en Uruguay.
De modo que, dice Barrios que no parece posible sostener la naturaleza
extraordinaria del recurso sino cuando la sentencia que se impugna ha
pasado en autoridad de cosa juzgada. Que no es el caso de la ley
uruguaya.

Para Tarigo por su parte sostiene que es un recurso extraordinario por


cuanto él exige para su interposición la alegación de causales,
preestablecidas por la ley por un lado y, por otro, porque el tribunal de
casación no puede pronunciarse sobre la totalidad de la cuestión litigiosa,
sino solamente sobre aquellos aspectos sobre los que versa el recurso.
Dice el autor que en el sistema del CGP la sentencia de segunda
instancia recurrida en casación aún no ha adquirido la calidad de cosa
juzgada, según surge del art 215 y otras disposiciones del Código.

Finalmente en cuanto a la cuestión de si este recurso implica una tercera


instancia o instancia originaria, se sostiene según Barrios y Calamandrei
que este recurso no constituye un tercer grado, o una tercera instancia
determinada legalmente pero advierte el autor que en realidad
formalmente se podría decir que la casación importa una instancia
tercera.

Tarigo dirá que efectivamente se trata de una tercera instancia ya que en


el Decreto Ley N 14.861 se respondía afirmativamente a esta
interrogante sosteniendo que la etapa procesal a la que daba lugar la
promoción del recurso de casación entraba fácilmente en la noción de
instancia que se daba en el art 1 inc 2 del CPC, diciendose que instancia
en el juicio es el ejercicio de la acción ante el mismo juez hasta la
sentencia definitiva.

Si bien el CGP no define como tal la instancia se puede sostener que el


concepto de ella no ha variado, pues además el propio Código refiere a
la instancia de casación.

Procedencia del recurso

El recurso de casación procede:


a) Contra las sentencias definitivas e interlocutorias con fuerza definitiva
dictadas en segunda instancia por el Tribunal de Apelaciones en lo Civil,
del Trabajo o de Familia. No será procedente el recurso de casación
cuando la sentencia de segunda instancia confirme en todo y sin
discordia la sentencia de primera instancia (art 268 del CGP). A este
segundo inciso del art 268 el CGP la ley N.º 18.172 le agregó excepto
cuando se trate de juicios seguidos contra el Estado, los Gobiernos
Departamentales, los Entes Autónomos y Servicios Descentralizados en
general. En estos casos aún mediando sentencia de segunda instancia
que confirme en todo y sin discordancias la sentencia de primera
instancia, el recurso será admisible cuando se trate de asuntos cuyo
monto superare el importe equivalente a 6.000 unidades reajustables.

b) Contra sentencias definitivas e interlocutorias con fuerza definitiva


dictadas en segunda instancia por los Jueces Letrados de Primera
Instancia, tanto de Montevideo como del interior del país.

c) Aún dentro de las condiciones establecidas en los literales


precedentes no procede en el recurso de casación.
1. Contra las sentencias que decreten medidas cautelares (Art 269 num
1.)
2. Contra sentencias recaídas en asuntos que admitan un proceso
posterior sobre la misma cuestión (art 269 num 2).
Dice Tarigo que esta exclusión resulta lógica pues cuando la ley admite
un proceso posterior a determinados procesos extraordinarios (el
proceso ejecutivo, art 361) ese proceso posterior, ordinario significa una
posibilidad de revisión incluso más amplia que la del propio recurso de
casación.
3. Contra las sentencias recaídas en asuntos cuyo monto no superare un
importe equivalente a 4000 unidades reajustables (art 269 num 3).
Esta limitación cuantitativa tiene la única finalidad de descongestionar a
la Suprema Corte de una cantidad de recursos de Casación que sin ella
resultaría por demás excesiva.
Cabe señalar que en los asuntos relativos a arrendamientos para la
determinación del monto a que refiere el num 3 del art 269, se estará a lo
dispuesto en el art 40 de la ley 15.750. En su defecto la cuantía se fijará
por un monto equivalente a sesenta veces el alquiler mensual vigente al
momento de deducirse la pretensión correspondiente.
De modo que en materia de procesos relativos a arrendamientos, el
recurso de casación resultará admisible, por lo que respecta a la
cuantía, si a los documentos existentes a tal proceso o a falta de ellos, la
mitad del valor real fiado por Catastro, resultara un monto superior a las
4.000 UR. A falta de uno u otro montos se tomará en consideración el
precio del arriendo, el que deberá superar las 4.000 UR.

Causales de casación.
Ellas están dadas por el art 270 del CGP.

a. Infracción o errónea aplicación de la norma de Derecho.

Por norma de Derecho cabe entender: con un criterio de amplitud, la


Contitución, la ley, los tratados internacionales ratificados por nuestro
país, el Derecho extranjero cuando corresponda su aplicación de
conformidad con las normas del Derecho Internacional Privado, los
decretos del PE, los decretos de la Juntas Departamentales, la
costumbre en los casos en que la ley se remite a ella, los principios
generales de Derecho y del proceso y las doctrinas más recibidas si es
necesario integrar la ley. La SCJ ha aceptado que también caben en el
concepto de normas de Derecho las normas contractuales.

Diferencias entre el error de hecho y el error de derecho: El hecho es


el hecho natural y hecho humano; es decir un conjunto de fenómenos
físicos, químicos, psíquicos e ideales; el derrumbe de una pared, el
accidente automovilístico, etc.
El derecho en cambio, es una entidad abstracta; tan distinta de las
realidades materiales como lo es un art del C. Civil del pago de una
deuda o la realización de un matrimonio.
En este sentido dice Barrios que el derecho es un hecho y que todos los
hechos son en alguna medida derecho. La primera afirmación excluye la
diferencia por inclusión ya que se ve al hecho como un género y el
derecho una especie de ese mismo género.

La segunda afirmación excluye la diferencia por la participación, es decir


existe comunidad aunque parcial.
La primera afirmación se justifica apelando al concepto de hecho; lo dado
o creado, que existe o ha existido, por lo que el derecho dado fuera del
hombre, como una objetividad que existe actualmente, o que ha existido
en el pasado es hecho por antonomasia.

La segunda afirmación radica en que todo hecho material se encuentra


esencialmente comprendido por el derecho. Todo hecho material dice
Barrios es un ente etático o un acontecimiento, un momento dinámico.
En cuanto acontecimiento, este está prohibido o permitido (en particular
reglado) por el derecho; participa de la naturaleza jurídica.

En cuanto a que se trate de un ente no dinámico (la existencia o no de un


bien, por ejemplo) el hecho puede ser afín o extraño al derecho; pero en
cuanto es objeto de una afirmación jurídica, es necesariamente jurídico;
participa como los anteriores (los dinámicos) de la naturaleza jurídica.

Por otro lado si se ve el asunto ya no oponiendo hecho y derecho si no


mas bien error de hecho y error de derecho dice Barrios que la linea
divisoria se vuelve aún menos nítida ya que la oposición no se presenta
como la de dos objetos de dos tipos de juicios sino como la de los juicios
mismos. Que tienen de común no solo el hecho de ser juicios sino que
son falsos.
Como tales son falsos es decir ambos están afectados por la falta de
verdad no pueden menos que ser idénticos. Concluyendo así que para
Barrios el error de hecho y de derecho no se diferencian.

En otra posición Tarigo afirma que siguiendo el art 197 del CGP quedan
fuera del control de casación, los hechos pero no las normas de derecho
relativas a la admisibilidad o a la valoración de la prueba. Las cuestiones
de prueba son en general, cuestiones de hecho y por tanto quedan fuera
del recurso de casación.

El error de derecho en el fondo: error in iudicando: El error de


Derecho en cuanto al fondo, el error al juzgar tiene que ser
necesariamente, no cualquier error sino tal y como establece la norma,
un error determinante de la parte dispositiva de la sentencia, del fallo.
Tiene que existir una relación de causa a efecto entre ese error en la
aplicación del Derecho y el fallo mismo.

El error puede producirse de variadas maneras. Si se considera a la


sentencia como un silogismo o como una cadena de silogismos, resulta
claro que el error puede producirse en la premisa mayor, sin descartar
que también pueda originarse en la premisa menor, sea en la conclusión.

El error puede producirse porque se ignoró la norma aplicable, o porque


se aplicó una norma que ya no estaba vigente o porque se la interpretó
mal o porque se aplicó mal una interpretación correcta, o porque se
aplicó una norma que no correspondía al caso concreto, o se dejó de
aplicar la norma que si hubiere correspondido etc.

Se entiende que el error de Derecho resultante de una infracción a las


reglas legales de admisibilidad o de valoración de la prueba se entiende
que es in iudicando, un error en el juzgamiento que hace el tribunal, así
lo afirman Vescovi y Landoni.

Error de derecho en la forma; error in procedendo: El CGP admite la


posibilidad de deducir el recurso de casación tanto en los errores in
iudicando como ante los errores in procedendo sea en el fondo o en la
forma. Se trata de los errores procesales en que puede haber incurrido el
tribunal.

Por lo general se entiende que el error in procedendo esta vinculado a


esos errores que hacen al procedimiento, a la constitución o no de la
relación procesal, a la admisibilidad o no de la prueba, aunque en este
último también podría ser un error mi iudicando en la medida en que el
juez allí también está juzgando si hay error o no.

Vescovi sostiene que cuando el error versa sobre la actividad procesal,


será in procedendo y cuando recae sobre la determinación de la norma
aplicable o la
determinación del hecho y su inserción en dicha norma, el error sera
iniudicando.

El error in procedendo también deberá ser determinante del fallo, de la


parte dispositiva de la sentencia porque la norma del 270 inc 2 se
extiende por igual al error de fondo y al error de forma.

Pero además los errores en las normas de procedimiento solo constituirá


infracción o errónea aplicación de aquellas que sean esenciales para el
debido proceso y siempre que la respectiva nulidad no haya sido
subsanada en forma legal.
Se puede decir entonces que el error in procedendo puede estar referido
al propio tribunal, a las partes y a los actos procesales. Se habrá
producido un vicio de forma capaz de generar o autorizar la procedencia
del recurso de casación cuando haya existido ausencia de competencia
absoluta en el tribunal, o si éste había sido recusado e igualmente siguió
conociendo el proceso, o si el tribunal colegiado de segunda instancia
actuó con un número menor de jueces del exigido por la ley, o si
apartándose del procedimiento legal vulneró las garantías del debido
proceso.

Respecto a las partes constituirá causal de casación en la forma la falta


de emplazamiento o la ausencia de defensor de oficio si hubiera
correspondido su nombramiento, privándose al demandado de toda
defensa.

Respecto de los actos procesales si no se admitió la prueba propuesta


por la parte o si no se diligenció la misma. Entre los errores de forma hay
que considerar incluso los errores padecidos en la propia sentencia y
aquí cabe considerar el principio de congruencia y en consecuencia se
hubiese fallado mas o menos o distinto a lo pedido, o si la sentencia
careciere de fundamentos.

Tribunal competente
Para conocer y decidir el recurso de casación el CGP instituye como
único tribunal competente a la Suprema Corte de Justicia. Sin perjuicio
de que debe presentarse ante el tribunal que dictó la sentencia en
segunda instancia.

Legitimación activa.
Dispone el art 272 que el recurso solo podrá interponerse por la parte
que recibe un agravio de la sentencia. No podrá interponer el recurso
quien no apeló la sentencia de primer grado ni adhirió a la apelación de
la contraparte, cuando la del tribunal superior haya sido totalmente
confirmatoria de aquella.

Al recurso de casación se le aplica la regla general que aplica a todos los


recursos establecida en el art 242 por lo que están igualmente
legitimados para deducir el recurso, los terceros intervinientes, los
sucesores de las partes y los demás sujetos alcanzados por la sentencia.

El procedimiento del recurso ante el tribunal de segunda instancia.

a. Interposición del recurso: La interposición del recurso debe cumplir


con determinados requisitos.
1. De tiempo y de forma: El recurso de casación debe interponerse
dentro del plazo de quince días siguientes al de la notificación de la
sentencia y debe hacerse en escrito fundado, pues asi lo dispone el art
271.

2. De lugar: El recurso deberá interponerse ante el tribunal que dictó la


sentencia de segundo grado y cuya casación se pretende. (art 273).

3. De contenido: Los dos numerales del art 273 estipulan los requisitos
relativos al contenido del recurso, reqyisitos que éste deberá cumplir
necesariamente so pena de no admitirse o de no franquearse el recurso
(Art 274).

b. Sustanciación del recurso: El tribunal otorgará a la contraparte


traslado del recurso por quince días tal como lo expresa el art 274. Al
evacuar el traslado podrá la contraparte o cualquier litigante con interés
distinto al del recurrente, adherir al recurso fundando sus agravios,los
que se sustanciarán con un traslado a la otra parte y a cualquier litigante
con interés por el plazo de 15 días.

Si el recurso asi como la adhesión en su caso, se hubieren interpuesto


con tiempo, el asunto fuera susceptible de casación y se cumpliere con
los requisitos legales, el tribunal dispondrá el franqueo.

c. Admisibilidad del recurso: Si superado el control de admisibilidad se


admitiere el recurso, los autos se elevarán a la SCJ (art 274).

d. Efectos de la interposición del recurso: El principio general es que


la interposición del recurso de casación no impide el cumplimiento de la
sentencia. En verdad la sentencia no ha pasado todavía en autoridad de
cosa juzgada pero se considera que el recurso de casación no es hábil
para suspender el cumplimiento de la sentencia.

Este principio general, tiene dos excepciones contenidas en los arts 275.
1 (para la primera excepción) y punto 2 y 3 para la segunda.

Si la sentencia es casada o anulada, la garantía se cancelará,


naturalmente, y de ser rechazada la casación, la causión permanecerá
garantizando los daños y perjuicios que se liquidarán como toda cantidad
ilíquida procedente de daños y perjuicios.
El procedimiento del recurso ante la SCJ

Recibidos los autos la SCJ dará vista al Fiscal de Corte cuando


correspondiere por el plazo de 30 días.
Devuelto el expediente será pasado a estudio sucesivo de todos los
Ministros, sin perjuicio de lo dispuesto en el art 204.
El plazo de estudio de que disponen los integrantes de la Corte será de
10 días si se tratara de casación de una sentencia definitiva, por
aplicación de lo dispuesto por el art 204.1.

Una vez finalizado el estudio de los autos por los ministros se dispone
que a pedido de cualquiera de las partes, del Fiscal de Corte, o de oficio
se convocará a una audiencia en la que tomará primero la palabra la
parte recurrente, luego la recurrida y finalmente el Fiscal de Corte.
(276.1)

Pese a esto se entiende que no siempre será necesario que se convoque


a audiencia (art 276.3). No será necesario en cuestiones simples o
reiteradamente consideradas por la corte donde exista jurisprudencia
anterior o si los miembros de la Corte en discrepancia con el tribunal de
segunda instancia que franqueó el recurso, lo consideraran inadmisible,
la SCJ podrá dictar decisión o sentencia anticipada.

Resolución de la Suprema corte

1. Declaración de inadmisibilidad del recurso: El control de


admisibilidad del recurso lo realiza, el tribunal de segunda instancia que
dictó la sentencia recurrida. Sin embargo esa resolución del tribunal de
segunda instancia no puede obligar a la Corte, por lo que si esta
considera mal franqueado el recurso, así podrá declararlo y tanto podrá
hacerlo por medio de sentencia anticipada como en la sentencia dictada
en audiencia.

La única limitación que tiene la corte a este respecto se configura para el


caso de que haya sido la propia Corte la que ya lo hubiera declarado
admisible al resolver favorablemente el recurso de queja interpuesto por
la parte frente a la resolución denegatoria del tribunal de segunda
instancia. (art 276.3).

2. Declaración de infundabilidad del recurso: En este caso el recurso


es formalmente admisible pues cumple con todos los requisitos de forma,
tiempo, y contenido pero resulta infundado, a juicio de la Corte porque no
existió la pretendida infracción o errónea aplicación de la norma de
Derecho.

3. La casación o anulación de la sentencia: La SCJ puede decidir la


casación de la sentencia por vicios de forma o de fondo, por vicios en la
admisibilidad o valoración de la prueba, o por vicios de forma o de fondo
si se hubiera interpuesto el recurso afirmando la existencia de ambos.

En este sentido si la sentencia de casación es en cuanto al fondo se


aplicará el art 277.2 mientras que si es fundada en un error de derecho
en la admisión o valoración de la prueba se estará a lo dispuesto en el art
277.3 mientras que si los errores son tanto de forma como de fondo se
atenderá a lo que expresa el art 278.

 RECURSO DE QUEJA:

Este recurso puede definirse actualmente como el medio procesal o el


medio de impugnación, destinado a obtener, por decisión del tribunal
inmediatamente superior, el otorgamiento de un recurso de casación o de
apelación o de la excepción de inconstitucionalidad que debió haber
concedido el tribunal inferior y qué, en forma irregular, denegó.

El recurso de queja podrá deducirse (1) cuándo hubiera procedido el


recurso de casación, es decir, si él se hubiera Interpuesto contra una
sentencia de segunda instancia, no exceptuada, y cumpliendo todos los
requisitos legalmente exigibles y el recurso hubiera sido denegado por el
tribunal;

(2) cuando procediendo el recurso de apelación, el recurso hubiera sido


denegado por el tribunal; o cuando el recurso de apelación hubiera sido
concedido, pero con efecto diferido y en violación a la ley por no
establecer está, a texto expreso, esta modalidad;

Y (3) cuándo hubiera procedido la excepción de inconstitucionalidad, y tal


excepción hubiera sido denegada por el tribunal.

PROCEDIMIENTO DEL RECURSO: El recurso de queja debe


presentarse ante el propio tribunal que dictó la resolución denegatoria. El
cual debe interponerse en escrito fundado y dentro del plazo de cinco
días siguientes a la notificación.

Dispone el artículo 264 numeral 1 qué, recibido el recurso, el tribunal


debe explicitar las razones que han determinado su resolución
denegatoria, de modo tal que el tribunal superior pueda conocer en forma
conjunta y con similar extensión y profundidad, las razones del recurrente
y las del tribunal recurrido.

Si esta norma es incumplida, ya sea por omisión o retardo del informe, o


la elevación del mismo al superior, da lugar en el campo puramente
funcional, a responsabilidad disciplinaria, pero en lo estrictamente
procesal, habilita al recurrente a ocurrir directamente al superior
denunciando, no ya la denegatoria del recurso o de la excepción, sino la
omisión de informar y elevar los autos frente al recurso de queja
presentado. Y en tal caso, el tribunal superior reclamará el envío
inmediato de los antecedentes para abocarse a la consideración del
recurso.

En base al artículo 265, recibido los antecedentes por el superior, este


decir a la suspensión o no de los procedimientos de la inferior, esto es, la
suspensión o no del proceso mismo que se está tramitando ante el
tribunal inferior.

El tribunal superior, en principio a hora de decidir con tales antecedentes,


sin embargo, la ley prevé que pueda solicitar otros ampliatorios o
complementarios. Con unos y otros, según el caso, el tribunal superior
decidirá el recurso de queja, acogiéndolo o desechándolo. Y luego
comunicará el tribunal inferior, pero si hubiera decidido acoger el recurso
de queja, le ordenará el tribunal inferior que de inmediato sustancia el
recurso denegado, si correspondiere.

En caso de que se hubiese denegado la excepción de


inconstitucionalidad y se hubiese acogido al recurso de queja por la
denegación de dicha excepción por el tribunal superior, ésta deberá
ordenar al inferior que, simplemente envíe los autos a la suprema corte.

 RECURSO DE REVISIÓN:

Este es un recurso no existía con carácter de generalidad para la materia


procesal civil, en la que sin embargo tanto la doctrina como la
jurisprudencia siguiendo a COUTURE, habían admitido la posibilidad del
ejercicio de esta pretensión y de la instauración del consiguiente proceso,
a sustanciarse por la vía ordinaria atento al silencio de nuestra ley
procesal, ante la convicción de que, probado que la sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada había sido obtenida mediante fraude, no podía
razonablemente impedirse que la misma fuera revisada.

Actualmente, es un recurso extraordinario, que se da solamente cuando


se configuran determinadas causales específicas, fundadas en
circunstancias absolutamente seccionales y previstas a texto expreso,
con la finalidad de obtener la revocación de la sentencia impugnada, de
modo tal que pueda reproponerse el proceso.
El tribunal que conoce de él, no habrá de pronunciarse sobre la cuestión
litigiosa, si no solamente sobre un aspecto, aunque ese aspecto fuese
por demás trascendente de ella.

Según el artículo 215, este recurso sólo procede sobre sentencias que no
han pasado en autoridad de cosa juzgada, es decir, mientras esté
pendiente el plazo de un año para la interposición del recurso.

Sin embargo, el artículo 281 dispone que “el recurso de revisión procede
contra las sentencias definitivas e interlocutorias firmes que ponen fin al
proceso...”, y por tanto, siguiendo a BARRIOS DE ANGELIS, el recurso
de revisión civil, se da contra sentencia cuya cosa juzgada es aparente;
sentencias a las que falta la condición mínima para ser actos y, en
consecuencia, mi son sentencias ni, por ende, puede hablarse, a su
respecto, de cosa juzgada. En ese sentido, la finalidad del recurso que
ha suficientemente establecida: es el que se propone contra sentencias
de cosa juzgada aparente, para permitir la reproducción del proceso, en
el que recaerá la verdadera cosa juzgada.

El artículo 284, establece que los legitimados activamente para


interponer o deducir el recurso de revisión son: (1) Quiénes fueron partes
en el proceso ya finalizado (los liticonsorcios, los terceros intervinientes,
los sucesores y demás sujetos alcanzados por la sentencia); (2) pero
también los terceros, es decir, personas ajenas al proceso mismo, en los
casos excepcionales de Sentencia obtenida por actividad dolosa del
tribunal declarada por sentencia firme (artículo 283 N° 5) o sentencia
alcanzada mediante colusión u otra manera fraudulenta entre las partes y
que hubiera causado perjuicios al recurrente (artículo 283 N° 6); y por el
Ministerio Público cuando los hechos afectaron a la causa pública.

Las causales del recurso de revisión están establecidas taxativamente


por el artículo 283 y todas ellas tienen como común denominador la
falsedad, la violencia o el dolo.
N° 1: debe tenerse presente que, como criterio general, los actos
procesales se presumen que han sido realizados voluntariamente y que
prevalece en ellos la voluntad declarada, aunque la misma norma agrega
“salvo…prueba fehaciente de que ha sido formulada por violencia, dolo o
error no culpable”. Por lo que respecta al dolo, este numeral 1 parecería
referirse al dolo de la o las partes, por cuanto al dolió del tribunal se
refiere a el numeral 5.

N° 2: debe señalarse que la prueba a la que ella hace alusión (a) debió
constituir fundamento decisivo de la sentencia impugnada; (b) debe
haber sido declarada falsa por sentencia firme, es decir por sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, y (c) esa sentencia debe haber
sido posterior a la sentencia objeto del recurso de revisión o anterior pero
ignorada por el recurrente.

N° 3: los documentos recobrados y que no se habían podido aportar al


proceso, además de revestir el carácter de decisivos, no se pudieron
aportar, sea por causa de fuerza mayor que deberá acreditarse, sea por
maniobra fraudulenta de la contraparte, que desde luego también habrá
de acreditarse.

N° 4: se trató de sentencias contradictorias entre sí y amparadas ambas


por la autoridad de la cosa juzgada, sin que haya opuesto en uno o en
otro proceso la excepción correspondiente o no hubiera recaído
pronunciamiento sobre ella.

N° 5 y 6: hacen referencia a la sentencia dictada por dolo del tribunal


declarado así por sentencia firme y a la obtenida por colusión u otra
maniobra fraudulenta entre las partes en perjuicio de un tercero.

TRIBUNAL COMPETENTE: El tribunal competente es siempre y


exclusivamente la SUPREMA Corte de Justicia.

PROCEDIMIENTO DEL RECURSO: El recurso de revisión procede


únicamente contra las sentencias definitivas y las sentencias
interlocutorias con fuerza de definitiva, pero a diferencia del recurso de
casación que sólo procede contra estas instancias siempre que lo sean
de segunda instancia, en el caso de este recurso de revisión, la
sentencia definitiva o interlocutoria con fuerza de definitiva, dictadas en
primera instancia, y que fueran consentidas, también pueden ser objeto
del recurso de revisión.

El recurso deberá interponerse directamente ante la SCJ, en escrito


fundado y acompañado de toda la prueba.

El recurso de revisión en materia civil debe interponerse en el plazo de


un año contado desde que la sentencia impugnada hubiera quedado
ejecutoriada (artículo 285 inciso 1), salvo todavía que hubieran
transcurrido “tres meses desde que el recurrente hubiera conocido o
devido conocer los motivos en que se fundare la misma” (artículo 285
numeral 3).

El artículo 285 numeral 2, ha establecido como causa de suspensión del


referido plazo de un año, la instauración del proceso penal
correspondiente.

Cómo se trata de un recurso extraordinario, el artículo 287 prevé que la


interposición del recurso no suspenderá la ejecución de la resolución
firme que la motivare, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 289. El
cual habilita al recurrente qué conjuntamente con el recurso de revisión
se interponga una medida cautelar para pedir se la suspensión de los
efectos aún pendientes de la resolución impugnada. Así, para que se
configure la medida cautelar, se deben dar sus tres elementos
característicos y definitorios (1) el humo de buen derecho, esto es, el
aparente fundamento del recurso; (2) el peligro en la demora, es decir, la
posibilidad de que la demora del trámite del recurso pudiere causar
perjuicios graves e irreparables al recurrente; y (3) la contracautela, esto
es, la fianza o la caución que deberá prestar el recurrente que solicita la
adopción de la medida cautelar.
Presentado el recurso de revisión, la Corte controlar a la observancia del
plazo y los requisitos de forma para declarar la admisibilidad del recurso.
Si la corte no admitirá el recurso, así queda terminado el procedimiento.

Si en cambio, la Corte entendiera que se han cumplido todos los


requisitos, (1) ordenara la remisión del proceso, en su original o en
facsímil si el mismo se hallare en la etapa de ejecución, dentro del plazo
de diez días; (2) dispondrá desplazamiento de todos quienes hubieran
litigado en el proceso o sus Sucesores; (3) el plazo para que estos
contesten el recurso será de 30 días contados desde el siguiente a la
notificación; y (4) el procedimiento por el que se dilucidará el recurso será
el de los incidentes (artículo 321).

La sentencia de la suprema corte de justicia podrá (1) rechazar el recurso


por considerarlo infundado; o (2) acoger el recurso. En este caso, revocar
a la sentencia impugnada en todo o en parte, según proceda, mandando
si pedir certificación del fallo para que las partes puedan reproducir el
proceso, si ello conviniere a su derecho. las conclusiones de la sentencia
de revisión que no podrán ser discutidas ni modificadas, servirán en todo
caso de base al nuevo proceso.

Esta última referencia está relacionada con la situación de los terceros de


buena fe que puedan, en el ínterin, haber contratado con la parte
aparentemente vencedora cuya sentencia fue posteriormente revocada.

La sentencia dictada por la SCJ en el recurso de revisión solamente


admite los recursos de aclaración y de ampliación previstos en el artículo
244.
 PROCESO ORDINARIO

La particularidad del proceso ordinario reside en que el mismo se encuentra


concebido por el legislador como el proceso típico, esto es, como aquel proceso
diseñado para seguirse toda vez que en el objeto de un proceso judicial
contencioso no exista algún elemento o que a juicio del legislador amerite
establecer un trámite diferente.

El artículo 348 del CGP establece que será a través suyo que se tramitará toda
pretensión que no tenga establecido un proceso especial para su sustanciación.

Debe decirse que el proceso ordinario aunque resulte un proceso residual, no


implica que en el mismo no se brinden las máximas garantías.

Y el legislador sólo se va a apartar de ese máximo de garantías cuando existan


fuerte fundamentos de justicia o de razonabilidad que a su juicio lo hagan
necesario, como la particular urgencia de resolver sobre una pretensión que se
presenta cuando se debe decidir acerca de un reclamado derecho de alimentos; su
o como la especial certeza inicial de que asiste razón al pretensor que se presenta
algunos supuestos de procesos monitorios; etc.

Cabe señalar, que precisamente por suponerse que en General los procesos no
ordinarios no brindan el máximo de garantías, Barrios de Angelis ha sostenido con
sólidos fundamentos, que todo lo resuelto en un proceso no ordinario es en
principio revisible se así lo pide una de las partes a través de un proceso ordinario
posterior.

Dice Abal que pese a que a primera vista pareciera que son existe un único
proceso ordinario, se advertirá que estrictamente existen al menos 2 procesos
ordinarios una de conocimiento y otro ejecución, tomando el último todos los
elementos del primero, pero agregándole una etapa posterior de la que el primero
carece.

Se pueda decir además que no hay sólo dos procesos ordinarios diferentes sino
que si se atiende a que con el término ordinario se pretende calificar al proceso
que es normal o General o residual, se podría concluir que también existe un
proceso con esas características (las de ser ordinarios) cuando se trata de
procesos que no son principales sino auxiliares, cuando se trata de procesos que
no son judiciales sino arbitrales, y también cuando se trata de procesos que no son
contenciosos sino voluntarios.

Cuando procede el proceso ordinario.

En primer lugar procede cuando se trata de tramitar una pretensión cuya


requisitoria o petitorio reclame una sentencia y no se encuentran previsto para eso
un proceso o una estructura procesal diferente (art 348).

Decía Couture que toda vez que la ley no señale un trámite especial para obtener
determinados resultados procesales, debe seguirse la vía del juicio ordinario.

En segundo lugar procede la estructura ordinaria cuando, pese a encontrarse


legalmente previsto (en beneficio del actor) un proceso our estructura procesal
diferente para tramitar cierta pretensión y ese proceso diferente puede implicar
alguna disminución de garantías (en particular del demandado), de todas formas el
actor declina plantear su pretensión a través de ese proceso especial y eligen
tramitarla por la vía del proceso ordinario.

Así por ejemplo, para plantear una pretensión de divorcio por las causales
previstas en el artículo 148 numeral 2 y 7 y artículo 185 del código civil, el CGP
pared en su artículo 369 que eso puede hacerse por la vía de un proceso
monitorio, pero si el actuado así decide hacerlo podría solicitar que tal pretensión
se tramite, sea inicialmente, por la silla del proceso ordinario en lugar de hacerse
por la vía del proceso monitorio.

Barrios de ángelis decía que no importa si un objeto cualquiera es también objeto


de un diverso proceso; esta circunstancia no obsta a que se prescinda del proceso
especial, extraordinario, sumario en suma, para que salvó prohibición explícita o
implícita del legislador se le sustituya por el juicio ordinario.
La otra cuestión que se plantea, es si es viable la acumulación de pretensiones son
sometida a tractos procesales diferentes. La respuesta afirmativa se impone, en
función del principio dispositivo, en tanto el accionante, a quién beneficia la
abreviación estructural, puede renunciar a la misma para optar por la deducción
conjunta de dos pretensiones, las que el obviamente habrán de tramitarse por la
estructura que revista las mayores garantías. Estas la opinión General que es
aceptada por autores como Vescovi, Landoni o Rossi.

Pero otra postura concretamente la de Teitelbaum explicarla que he la renuncia al


proceso extraordinario, optando por el ordinario, aparentemente no presentaría
problemas, sea que el último ofrece mayores garantías. No obstante las
estructuras procesales en se establecen con finalidades específica, prescindiendo,
a menudo intencionalmente de las máximas garantías procesales. En este sentido
son claramente normas de derecho público e irrenunciables, sin perjuicio de que
existan además leyes, las de desalojo, que son de orden público. Sin embargo
existen casos donde sí sería posible tal acumulación, mediante la renuncia del
proceso extraordinario, sería el supuesto del juicio ejecutivo. Igualmente podría
renunciarse a ciertas estructuras procesales, como el de la entrega efectiva de la
cosa.

Y en tercer lugar corresponde seguir al proceso ordinario, cuando habiéndose


tramitado una pretensión a través de un proceso que reúne menos garantías, se
quiere rever por haber perdido ese primer proceso, cuyo efecto debería tramitarse
un nuevo proceso revisivo del anterior será, ordinario. De esto se puede extraer
una regla General que es que todo proceso no ordinario, salvo disposición expresa
o inferencia necesaria en contra, el revisible en un proceso ordinario.

Demanda.

Couture define la demanda como el acto procesal improductivo de instancia por


virtud del cual el actor someter su pretensión el juez, con las formas requeridas por
la ley, pidiendo una sentencia favorable a su interés.
Abal por su parte dirá que la demanda es aquel acto procesal realizado por el actor
del proceso contencioso en mérito a su derecho de acción, por el cual se explica la
existencia de una insatisfacción jurídica y se solicita al juez su eliminación.

Requisitos procesales formales de la demanda.

Estos requisitos procesales formales que en particular debe cumplir una demanda
se encuentran fundamentalmente previstos en los artículos 117 y 118 del CGP.

El artículo ciento dicen siete indica en primer lugar, que en la demanda la voluntad
del actor debe necesariamente expresarse por escrito. El numeral primero del
artículo establece que en tal escrito deberá indicar hacer cuales el tribunal ante el
cual se presenta la demanda.

Deben señalarse también en la demanda el nombre del actor los datos de su


documento de identidad nacional o extranjero su domicilio real y el domicilio
procesal que este actor debe constituir (físico electrónico según corresponda el
tribunal de que se trate, esto tiene relevancia por eso será en el domicilio indicado
en donde se realizan las notificaciones de las resoluciones que deban efectuarse).

Se establece también que tienen que señalar ser la demanda el nombre y el


domicilio del demandado. En la demanda debe constar la narración precisa de los
hechos en los capítulos numerados.

Respecto a los hechos que deben expresarse en una demanda el CGP recogió la
llamada teoría de la sustentación. Según la misma no alcanza con invocar la
relación jurídica que vincularía las partes, sino que debe exponerse en forma
precisa todos los hechos, teniendo que efectuase esa tarea a en forma ordenada.

En la demanda también deberá concretarse la invocación del derecho en que se


funda el petitorio.

En la demanda tienen que señalarse por el actor cuáles serían, a su juicio, la


norma derecho que debería atenderse para resolver acerca de la requisitoria
planteada. Y se cumple con esto señalando las mismas, lo que de todas maneras
me impedirá que se las normas aplicables son otras es decir, se las normas
invocadas no son las que regulan los hechos señalados igualmente el tribunal
puede acceder a la requisitoria en razón de lo que establecen esas otras normas
no mencionadas por las partes, pues dice Abal el tribunal debe tener en cuenta (a
diferencia de lo que sucede con los hechos alegados) todas las normas que
forman parte del derecho positivo.

Respecto a las fuentes de prueba que deben ser oficiadas en la demanda de, se
establece que se deben presentar junto con la demanda todos los documentos que
se intenten hacer valer.

Como eso no siempre es posible el segundo inciso del artículo 118.1 establece que
es si no se dispusiera de alguno de estos instrumentos, sea reseñar a su
contenido, indicándose con precisión en lugar en que se encuentre hice solicitarán
los medios pertinentes para su incorporación al proceso.

También establece el artículo 118.1 que junto a la demanda debe a juntarse los
documentos que acrediten la legitimación procesal del actor se entiende que está
legitimación procesal refiere al asistencia, representación o sustitución y no a la
legitimación procesal por identidad.

Sin perjuicio de esta disposición debe tenerse en cuenta que el artículo 40 del CGP
establece que en casos de urgencia podra admitirse la comparecencia invocando
el poder, sin presentar la documentación, pero así no se acompañase dentro del
plazo que atendidas las circunstancias fije el tribunal, será nulo todo lo actuado por
el gestor y este pagará los gastos procesales devengados. En todo caso, podrá ser
responsabilizado por los daños y perjuicios ocasionados.

Esto también se aplica en los casos en que se designe un curador ad litem que
debe acompañar al menor legitimado, o la documentación que acredita la
designación de representante orgánico o por designación judicial (como es el caso
del representante de una sociedad o un tutor respectivamente), o la
documentación que acredite la legitimación procesal por sustitución procesal.

También deberá presentarse junto con la demanda el testimonio del acta donde
conste la resolución que en el marco del proceso conciliatorio previo dictó el juez
competente, declarando inútilmente tentada la conciliación en todo lo planteado por
el citante, de todas maneras Abal aclara que esto sólo es explicable en los casos
que corresponde su tramitación como proceso previo.

También se expresa que en la demanda deberán indicarse los demás medios de


prueba que se quieran proponer con la aclaración de que luego no se podrán
proponer medios de prueba salvo que refieran a hechos supervivientes o nuevos.

Sin perjuicio de estado se abre la posibilidad de que el actor proponga la


producción de medios de prueba sobre los hechos mencionados por la contraparte
al contestar la demanda.

Por otro lado junto con las alegaciones de los hechos y las normas de derecho el
petitorio conforman el objeto del proceso; esto es, lo que en definitiva debe
resolver el tribunal (si las alegaciones derecho efectivamente se corresponden con
la realidad, si existen normas que preveían tales hechos, y si en definitiva
corresponde declarar, constituir y/o condenar conforme se solicita.

Por ende y en realidad al igual que sucede con las alegaciones de hechos que
normalmente sólo pueden tomarse en cuenta sí son formulados por los interesado
principales es importante que el petitorio o requisitoria se fórmula por el actor con
la mayor de posible claridad y precisión, dado que solamente sobre lo solicitado es
que se puede y debe pronunciarse del tribunal.

En el artículo 117 del CGP se establece que en la demanda también debe


declararse el Valor de la causa que deberá ser determinado precisamente, salvo
que ello no fuera posible, en cuyo caso deberá justificarse la imposibilidad y
señalarse su valor estimativo, indicándose las bases en que se funda la
estimación.

El Valor de la causa correspondería al objeto del proceso y resulta importante a los


efectos de determinar cuál será el órgano judicial competente de razón del mundo
al que se vincula el proceso, aunque también a efectos de tribunales e, inclusive,
para determinar la admisibilidad al recurso de casación.
Finalmente en el numeral 7 del art 117 del CGP se indica que la demanda debe
estar firmada por el actor hubo su apoderado, más el abogado cuando no se trate
de un supuesto en que esté exceptuada la existencia técnica obligatoria.

Según la ley 17738 en la demanda debe también establecerse el monto de los


honorarios profesionales del abogado que se supone que, conforme el arancel
profesional, se generarán por el proceso, a los efectos del cálculo del tributo
denominado vicésima.

La acumulación de pretensiones en la demanda.

En ciertas casos donde existe entre las pretensiones una cierta conexión
considerada relevante por el derecho positivo, entre son principalmente de la
economía procesal y para evitar posibles contradicciones entre las sentencias, la
ley autoriza a plantear en un único proceso-que se resuelve con una única
sentencia-diversas pretensiones que en general podrían haber sido planteadas en
procesos separados, con novia sentencia separadas.

Junto a todas las anteriores, constituye también un requisito procesal formal de


una demanda el que las eventuales acumulaciones de pretenciones que en ella se
presentan respetar las reglas que al respecto establece el código.

La acumulación de pretensiones de un actor contra un demandado.

Conforme el al artículo 120.1 del CGP, el primer requisito exigible para que un actor
pueda acumular varias pretensiones contra un demandado consiste en que las
pretensiones correspondan a la misma materia competencial.

Sin embargo pueden actor acumular en la demanda pretenciones contra un


demandado que correspondan a órgano jurisdiccional es con diferente
competencia conforme a la materia, siempre que dicha pretensión es estén
conexas entre sí, refiriendo esto último tanto a una posible conexión causal como
una posible conexión objetiva.

Por otro lado se exige, para que sea posible esta acumulación que las
pretensiones que se acumulan no sean contrarias entre sí, salvo el caso en que se
propongan uns como subsidiaria de la otra.
En tercer lugar se requiere para que esta acumulación de pretensiones de
admisible, que todas las pretensiones que se acumulen por el actor contra el
demandado puedan tramitarse por el mismo procedimiento.

La acumulación de pretensiones de varios actores o contra varios


demandados.

Conforme al artículo 120.2, para que un actor pueda acumular varias pretensiones
contra diferentes demandados, o que varios actores pueden acumular varias
pretensiones contra un demandado, o varios actores pueden acumular varias
pretensiones contra diferentes demandados, es preciso que todas las pretensiones
provengan de la misma causa, versan sobre el mismo objeto o se hallen en
relación de dependencia o deriven de los mismos hechos.

A todo eso se agrega por el artículo 120.2 en la redacción dada por la ley número
19.090 que para que sea admisible esta clase de acumulación también deben
cumplirse los requisitos del art. 120.1, es decir todos los requisitos que se han
señalado anteriormente.

Sin embargo, la disposición no puede interpretarse literalmente, antes de que para


esta clase de acumulación no es suficiente con que todas las pretenciones
correspondan a la misma materia competencial como en cambio según la primera
parte del numeral 1 del art 120.1, es suficiente para que resulte admisible acumula
pretensiones cuando se trata de un único actor contra un único demandado, sino
que en estos casos del artículo 120.2 siempre es exigible que es exista algunas de
las conexiones entre las pretensiones que resultan de dicha disposición.

La posible necesidad de acumular pretensiones. (litispendencia y cosa


juzgada eventual).

Si se considera que en los casos litisconsorcios necesarios implican una


acumulación de pretensiones, se daría un caso en el cual es necesaria y no
facultativas la referí acumulación de pretensiones son la misma demanda.

En el supuesto caso de que existiera alguna regla que impusiera a un actor


acumular en su demanda todas aquellas pretensiones que estando vinculadas
entre sí podrían ser acumuladas contra la misma parte demandada, resultaría
conveniente realizar la acumulación, pues y no se le podría oponer ante
posteriores demandas con las otras pretensiones la llamada litispendencia o cosa
juzgada eventual.

El incumplimiento de los requisitos previstos para que sea admisible la


acumulación de pretensiones en una demanda.

Si no se cumpliera la acumulación de pretensiones con los requisitos previstos y el


tribunal tiene igualmente trasladó a la demanda, el demandado podrá interponer
contra dicha demanda la excepción previa de indebida acumulación de
pretensiones contenida en el artículo 133.1. No resulta claro en cambio lleg
General, que sea posible el relevar tal defecto de oficio.

La desacumulación.

Una cuestión vinculada con la acumulación de pretensiones es la desacumulación


que según Garin dicha desacumulación de pretenciones inadmisible, sino también
cuando, en especial, la actividad procesal de uno de los litisconsortes puede
paralizar el proceso perjudicando al resto.

Resolución del juez frente a la demanda.

1. Controlar los requisitos procesales formales de la demanda.

Presentada la demanda el juez, en primer lugar, y como sucede toda vez que ante
él se realiza cualquier acto procesal, deberá controlar si esa demanda cumple con
todos los requisitos procesales formales de la más diversa naturaleza que el
General corresponden a un acto de interesado principal y y también sí cumple con
todos los requisitos procesales formales especiales de la demanda. Así lo
establecen expresamente, en relación a la demanda, el numeral 1 del art 24 y el art
338.1 del CGP.

Existen algunos supuestos de incumplimiento de requisitos procesales de la


demanda para los que las leyes, incluido el código, tienen algunas disposiciones
que indican cuál debería ser la consecuencia inmediata.
De esta forma y por ejemplo, de acuerdo al artículo 71.3 del código la falta de
constitución a domicilio procesal por parte del actor acarrea automáticamente que
se les tenga por constituido el mismo o en los estrados, conforme al artículo 40 si
se compareció través de un apoderado y no ha agregado la documentación
acreditante de la representación, el cual deberá otorgar un plazo para hacerlo, bajo
apercibimiento de nulidad de lo actuado; etc.

Para el caso de incumplimiento o de muchos de los requisitos procesales formales


de la demanda y a diferencia de lo que sucede cuando se incumplen requisitos
procesales formales en ocasión de la realización de otros actos procesales
diferentes, el art 119.1, establece una regla General, por la cual el juez deberá
dictar una resolución disponiendo que se subsanen los defectos en el plazo que se
señale con apercibimiento de tenerla (a la demanda) por no presentada.

Cial defectuoso Susana por el actor dentro del plazo otorgado por el juez, la
demanda deberá entenderse presentada en la fecha originaria y no en la de
subsanación del defecto, lo cual tiene consecuencias en orden por ejemplo al
cómputo del plazo de una caducidad o, en el caso de reclamar según la suma de
dinero, el monto desde el el cual comienzan a correr los intereses legales.

Sí no se subsana el defecto en el plazo acordado se entiende que no en todos los


casos de incumplimiento de requisitos procesales formales de la demanda
corresponde esta clase de resolución, votarán un plazo para subsanar el defecto,
sino que eso corresponde solamente en algunos de dichos casos, pues y por
ejemplo se presenta la demanda ante un órgano jurisdiccional incompetente, o se
tratara de un supuesto de falta de capacidad para ser actor de aquel a quien se le
imputa la demanda, etc., Que son todos a que esos requisitos o presupuesto que
bien entendidos deben sin duda relevar serie oficio, carecería de sentido
establecer un plazo para subsanar el efecto, desde que es de toda evidencia que
el mismo serie en subsanables.

De allí que en los últimos casos se lo que corresponde ante dichos


incumplimientos de requisitos procesales formales de la demanda, es el dictado
una resolución del juez que directamente disponga el rechazo de esa demanda a
través de una sentencia interlocutoria con fuerza en definitiva.
Sin embargo en el caso en que el defecto consista en la incompetencia del tribunal
conforme lo que dispone el segundo inciso del artículo 133.2 la demanda será
válida correspondiendo que el juez disponga que las actitudes cumplidas se
remitan a conocimiento del tribunal competente.

En el caso de que el juez no advierta el incumplimiento de los requisitos procesales


formales de la demanda el medio para impugnar la resolución del juez que no de
leva estos incumplimientos no será el de los recursos son sino el de la
interposición por el demandado de excepciones previas.

Una de cumplido el control de los requisitos procesales formales según lo


establece el artículo 133.2 el jue de controlar de oficial existencia de varias
cuestiones que tienen que ver, no con los requisitos procesales formales, sino con
la funda habilidad de la pretensión en la demanda.

Si el juez no advirtiera o no tuviera con la sola demanda elementos como para


entender que la pretensión debe ser rechazada por estas razones vinculadas a la
fundabilidad de la pretensión, será el demandado quien deberá solicitarselo, no por
la vía recursiva habitual sino través de las armadas excepciones previas.

Contralor de la eventual manifiesta improponibilidad de la pretensión (art 24 num.


art 133.2 y 119.2)

Luego del precedente control de la fundabilidad y si se supera el mismo no


rechazamos en la demanda por caducidad, litispendencia, cosa jugada o
transacción, el juez deberá también controlar si la demanda eso no
manifiestamente improponible.

En el caso de que el juez efectivamente con cruzada que la existencia de la


manifiesta improponibilidad, según establecen los artículos mencionados deberá
dictar una sentencia que, sin ningún trámite, rechace la demanda expresando lo
fundamento de su decisión.

Si dicha infundabilidad, pese a existir, no fue de manifiesta, la demanda recién será


rechazada por infundabilidad al momento delicado de la sentencia definitiva que
culmina la instancia o en ciertos supuestos en sentencias dictadas durante la
audiencia preliminar.

Si se superan estos controles el juez debe resolver el traslado de la demanda a la


parte demandada, por un plazo de 30 días, teniendo presente lo que disponen los
artículos 338.1, 125,126,127.3. Dicha resolución se notificará en el domicilio.

En cualquier supuesto en el que el juez dicte una resolución que no ha lugar a lo


solicitado por el actor, ya sea por entender que se han incumplido requisito
procesales formales o que se han incumplido los requisitos procesales de
fundabilidad que deben revelarse de oficio, si el actor tiene impugnar dicha
resolución deberá hacerlo por la vía de los recursos.

Modificación inicial de la demanda.

Conforme al artículo 121.1 la demanda puede ser cambiada por el actor siempre
que todavía no haya sido contestada es decir siempre que todavía el demandado
en masa evacuado el traslado de la demanda, contestando el agua sumiendo
cualquier otra actitud que no implica contestar, o, si no fuera contestada siempre
que no haya vencido el plazo para contestar.

Por último, en caso de modificación de la demanda, si ya se hubiera producido el


emplazamiento se deberá realizar uno nuevo, y el demandado tendrá un nuevo
plazo de 30 días para evacuar el traslado de la demanda adoptando la actitud que
entienda pertinente.

Presentación conjunta de la demanda y la contestación.

El artículo 130.3 autoriza explicitamente la posibilidad de presentación conjunta


inclusive en el mismo escrito de la demanda de la respuesta del demandado frente
a dicha demanda.

Este mecanismo poca apresurar el resultado del proceso, pues presentadas así de
demanda y contestación en forma conjunta en un mismo gritó el juez deberá
convocar directamente a la audiencia preliminar.

Emplazamiento del demandado.


Los artículos 123 y siguientes del código regulares amado emplazamiento o del
demandado.

En los hechos tan emplazamiento del demandado consiste solamente en una


resolución por la cual se da traslado a de la demanda al demandado, por cierto
plazo que en el proceso ordinaria en el extraordinario de normalmente un plazo de
30 días según lo dispone el artículo 381.1.

En los artículos 124 a 129 C regula solamente porque es plazo y a quién o a través
de quien, según el caso debe notificarse la resolución que la trasladó una
demanda y la consecuencia del incumplimiento de las reglas referidas a dicha
notificación.

El artículo 124 por su parte expresa que sea la notificación de la resolución que
dispone el traslado de la demanda debe hacerse a un demandado que se domicilio
dentro de la ciudad villa o pueblo donde él se sigue el proceso esa notificación se
hará según las reglas que regulan las notificaciones a domicilio.

El artículo 125 dice que sea la notificación de la resolución que dispone el traslado
de la demanda debe hacerse a un demandado que se domicilio fuera de la ciudad,
villa o pueblo la misma también se hará según las reglas que regulan las
notificaciones a domicilio pero el plazo correspondiente de 30 días y se trata de un
proceso contencioso ordinario vuestra ordinario se aumentará con un día por cada
cien kilómetros, según la premisa de distancias que confeccione la suprema corte
de justicia.

Por otro lado el artículo 126 establece que cuando la notificación se realizará un
demandado domiciliado fuera del país la misma deberá realizarse por medio de
una delegación de competencia en un órgano jurisdiccional del país del que se
trate concreta a través de un exhorto y en el caso de el plazo para evacuar el
traslado de la demanda se fijará prudencial mente por el juez entre 60 y 90 días.

El artículo 127 expresa que cuando el domicilio del demandado sea desconocido
por ignorancia del actor que es quien con la diligencia media de de ubicarlo y
señalado el juez, la notificación de la resolución que da traslado a la demanda
deberá realizarse mediante edictos pública de la forma que indica el artículo 89; y
si el demandado nueva cual trasladó en el plazo de 60 días si el acta considera
que se encuentra dentro del país o de 60 si considera que se encuentra fuera del
país, el juez deberá designarle algún defensor de oficio, el que luego de aceptar el
cargo tendrá a su vez un plazo de 30 días para evacuar el traslado.

El artículo 128 dice que cuando del demandado a notificar no sea hallare dentro
del área jurisdiccional del tribunal, la notificación del traslado de la demanda podrá
realizarse al mismo a través de la notificación a su apoderado, siempre que tenga
mandato.

Y por último el artículo 129, en esta disposición se estableció originalmente que el


incumplimiento de las reglas sobre la notificación del emplazamiento o aparezca la
nulidad insanable del mismo. Luego de la ley 19.090, resulta claro que no respetar
las reglas sobre la notificación de la resolución que la trasladó a la demanda un
demandado que lo emplaza los términos que emplea el código, determina la
nulidad de esa notificación tan importante, siempre que el demandado no haya
recibido la noticia de la resolución en otra forma que ofrezca las mismas o mayores
garantías, que la solicita el interesado y que, además, lo haga reclamando la
nulidad dentro de los plazos que establece en particular el artículo 115.

Posibles actitudes del demandado ante la resolución que le da traslado de la


demanda.

Una vez que en el marco del proceso ordinario el juez resuelve dar traslado a la
demanda y dicha resolución es comunicado al demandado, se abre para este
demandado la posibilidad de adoptar una serie de actitudes que en General,
pueden inclusive acumularse.

El demandado puede, eventualmente, limitarse a comparecer, allanarse a la


pretensión, plantear excepciones previas, asumir actitud expectativa, contestar
contradiciendo, deducir contradicción y provocar la intervención de terceros.

1. La no comparecencia del demandado.

La primera actitud que puede asumir el demandado es simplemente no


comparecer, es decir el demandado no actuará en su derecho subjetivo de
comparecer a evacuar el traslado de la demanda y, por lo tanto, se abstendrá de
hacerlo durante el transcurso del plazo que dispone el efecto.

Esta actitud tendrá como consecuencia que su domicilio procesal se le tenga


automáticamente por constituido en adelante en los estrados; que su
incompetencia se tome como admisión de los hechos alegados en la demanda, en
cuanto no resultaren contradicho por la prueba de autos y en tanto no se trata de
derechos indisponibles, y que eso signifique aceptar por el demandado la
autenticidad de los documentos que a ella se hubiesen acompañado y cuya autoría
le fuera atribuida; que el actor eventualmente solicite la declaración de rebeldía; y
además, la no comparecencia en principio le impediría solicitar la producción de los
medios de prueba. (130.2, 131, 339).

2. La comparecencia del demandado.

En todos los supuestos de comparecencia ante el traslado de la demanda, el


demandado debe cumplir con las reglas generales que establecen requisitos
procesales formales de los actos de los interesados principales, reglas que se
deben considerar en la demanda.

Además de eso y de acuerdo a lo que establece el artículo 130.1 la comparecencia


del demandado debe ajustarse a la formas establecidas para la demanda, excepto
en lo que resultare inaplicable. Es decir que deberá ajustarse en cuanto
corresponda a los requisitos procesales formales especiales para la la demanda y
que en la op principal aunque no exclusivamente, se encuentran recogidos por los
artículos 117 y 118 del código, incluyéndose, muy especialmente, la necesidad de
que a él evacuar el traslado de la demanda se solicite toda la producción de
medios de prueba que se pretendan por este demandado. art 131.

A ello es decir a los requisitos procesales formales de todo acto procesal, malos
requisitos procesales formales especiales de la demanda y también la necesidad
de solicitar la producción de todos los medios de prueba, se agrega para la
comparecencia del demandado la necesidad de tener presente la regla de la
llamada admisión tácita que él para el caso de procesos sobre materia disponible
se encuentra prevista en el artículo 130.2 del código.
Finalmente se debe recordar que en principio entra en cualquier comparecencia el
demandado deberá tener presente la regla de la necesaria simultaneidad de todas
las actitudes que asuman. Dicha regla resulta del segundo inciso del artículo 132
el cual expresa que si se adoptará más de una de estas actitudes, deberá hacerlo
en forma simultánea en el mismo acto.

Dentro de la comparecencia del demandado.

1. El allanaminto.

El accionamiento o que puede ser total o parcial, supone un acto voluntario del
demandado por el cual acepta la pretensión es decir la requisitoria y también su
fundamentos de hecho y derecho planteada por el actor en su demanda en
aquellos procesos que versan sobre materia disponible.

Agrega el artículo 134 que cuando el demandado se allana el tribunal deberá dictar
sentencia de inmediato, sin necesidad de prueba ni de ningún otro trámite. E
inmediatamente corresponderá, por el contrario, seguir los trámites del proceso
respectivo, será cuestión planteada es de orden público, si se tratare de derechos
en disponibles ojos y los hechos en que se funda la demanda no pueden ser
probados por confusión.

De por último el artículo primero de la ley número 19. 090 expresa que el
allanamiento parcial declarado en la oportunidad prevista por el numeral 6 del art
141 es decir a la audiencia preliminar habilitará la ejecución.

2. La impugnación de la resolución inicial el juez por el incumplimiento de


requisitos procesales formales de la demanda. Excepciones previas.

Para el supuesto en el que al momento de controlar el cumplimiento de los


requisitos procesales formales de la demanda el juez no advirtiera que alguno de
ellos se ha incumplido el código establece implícitamente que la forma de
impugnación de dicha resolución por parte del demandado es solamente a través
de la interposición de las llamadas excepciones previas la cual deberá hacer al
evacuar el traslado de la demanda, y siempre respetando la regla de la
eventualidad que establece el artículo 132 del código.
No puede entonces al demandado interponer recursos contra la inicial resolución
del juez que a su entender no advirtió los defectos formales de la demanda, sino
que debe limitarse a impugnar la resolución por este mecanismo.

Se considera el mecanismo de las excepciones previas solamente para que esos


casos en los que a través del mismo se está impugnando la resolución del juez
referente al traslado de la demanda en casos de incompetencia del tribunal,
litispendencia, el defecto en el modo de proponer la demanda, la inadecuación del
trámite en dado por el juez a esa demanda, la indebida acumulación de
pretensiones, la incapacidad del actor, la incapacidad de su representante, la falta
de personería de este último, la falta de legitimación o interés cuando surja
manifiestamente de los propios términos de la demanda, y la manifiesta
improponibilidad de la demanda.

A estas decepciones previas enumeradas por el artículo 133.1 del código pueden
agregarse muchísimas otras circunstancias, no previstas expresamente, en las que
el demandado, por no haber cumplido por el actor con todos los requisitos
formales, impugnará la resolución inicial del juez.

Debe tenerse presente que al imponer una excepción previa al mismo tiempo al
demandado debe solicitar la producción de todos los medios de prueba que
pretende que se produzcan respecto a tan excepción previa.

En cuanto al procedimiento de las excepciones previas se entiende que el cuando


al evacuar el traslado de la demanda el demandado interpone estas excepciones el
juez debe dar traslado de las mismas el actor por un plazo de 10 días, sin perjuicio
de que en el caso en que el demandado también de boca reconvención el plazo
del traslado será igual al del traslado de la reconvención, es decir de 30 días y
conforme al artículo 338.2 del código en este caso la evacuación del traslado de la
excepción previa deberá realizarse por el actor conjuntamente con la excepción de
traslado de la reconvención los evacuar a todos juntos.

Aunque el código no lo indica directamente en el citado artículo al momento de


evacuar dicho traslado del actor tendrá la única oportunidad de solicitar la
producción de medios de prueba sobre la excepción previa en cuestión.
3. La contradicción.

Cuando el demandado plantearnos a la impugnación de la resolución inicial del


juez que le da traslado de la demanda alegando que no advirtió incumplimiento de
requisito procesales formales ni tampoco exige su derecho a exigir una caución al
procurador oficioso oponerse a la prórroga territorial de competencia, sino que lo
plantea es directamente la contradicción de la pretensión contenida en la
demanda, solicitando su rechazo por infundabilidad de la misma, el código prevén
dos caminos distintos.

El primero previsto solamente para cuando se alegan determinadas circunstancias,


transita por la misma vía de las excepciones previas, lo que en realidad y aunque
eso no se advierta normalmente, implica que el juez dictará una sentencia
anticipada el audiencia preliminar sobre dicho cuestionamientos a la infundabilidad
de la pretensión del actor; es decir, una sentencia anticipada sobre todo o parte del
objeto principal del proceso.

El otro camino está previsto para todos los demás supuestos de contradicción de la
pretensión actora por infundabilidad. Simplificando, es el tracto previsto para toda
vez que se alega por el demandado que no sucedieron los hechos fund antes de la
pretensión, o que existieron hechos que privan de exigibilidad al derechos
reclamado, ago que lo que prevé el derecho frente a tales hechos no conduce a lo
que se reclaman en la requisitoria. Y este camino importa, en el proceso ordinario
contencioso, la terminación de toda la audiencia preliminar y, generalmente de la
audiencia complementarios, concluyendo con una sentencia que se pronuncie al
respecto.

Se debe recalcar que si el demandado no contradice en los procesos de materia


disponible se tendrán por admitido tácitamente los hechos que alegó el actora en la
demanda en traslado y que se le imputaron al demandado, bien que se agrega por
doctrina y jurisprudencia que eso sucederá solamente cuando sean hechos propios
del demandado ajenos pero conocidos o que debía conocer o que pudo conocer
aplicando diligencia media en cuestión y siempre que no hubieran resultado en
contra de esa admisión emergentes de medios de prueba producido por medida
preparatoria, o de una confesión omisión del actor en la propia demanda, o de
fuentes de una prueba acompañados a la demanda, además de no tratarse de
hechos absurdos.

Además se tendrán también por admitidos y por auténticos los documentos que yo
podría se le atribuyen al demandado, se al evacuar el traslado de dicha demanda
externa realizó un pronunciamiento categórico negando la autenticidad de tales
documentos.

El pronunciamiento del demandado no debe ser ambiguo, y su respuesta no


pueden dejar lugar a dudas respecto a su voluntad de contradecir, entendiéndose
que la respuesta no debe ser genérica, sino que de contradecir a cada uno de los
hechos, negando los de forma rotunda y también solicitando el evacuar ese
traslado de la demanda la producción de los medios de prueba correspondientes
en cuanto se estime necesario.

Sin perjuicio de eso el código establece que cuando en circunstancias


excepcionales el demandado expresa razones debidamente fundadas en cuyo
mérito que no se recuerda algún hecho o circunstancia alegada por el actor el juez
podrá o deberá no aplicar la regla del admisión tácita.

4. La actitud expectativa.

El artículo 132 del CGP. Pared entre las actitudes que el demandado puede asumir
la actitud expectativa, la que luego en la goleada en forma expresa por el artículo
135.

Y expres a esa última disposición lo siguiente: cuando la demanda debe ser


contestada por quien no ha tenido participación personal los hechos y carezca de
la posibilidad inmediata de informarse respecto de los mismos, como el heredero
well defensor de oficio, le será admitido reservar su respuesta definitiva para
después de producida la prueba. La respuesta de expectativa no impide producir
pruebas sobre hechos tendientes a destruir las pretensiones del actor.

El demandado que pretenda valerse de este mecanismo tendrá que explicitar y


acreditar los motivos por los que no conoce los hechos invocados por el actor, y
porque no ha tenido oportunidad inmediata de informarse sobre los mismos.
¿cuándo se pronuncia el juez, respecto de la admisibilidad de que el demandado
asuma una actitud expectativa? Según señalan algunos autores se plantean al
menos tres posibilidades.

La resolución se dedica al efectuarse el control de admisibilidad el escrito de


evacuación del traslado de la demanda; la segunda posibilidad consistiría en que la
resolución se dicte recién en la audiencia preliminar, al declararse cuál es el objeto
de la prueba; por último, también pudiera ser que la admisibilidad de la actitud
expectativa recién se resuelva en la sentencia definitiva.

5. La reconvención.

La reconvención es en sí misma una demanda, que es justamente lo que


determina el artículo 136.2 del CGP el cual indica que serán aplicables en la
pertinente a la reconvención, todas las reglas establecidas respecto de la
demanda.

Esa demanda puede ser propuesta por uno o por varios demandados, pues la
parte demandada puede ser tanto singular como plural y además en este último
caso la reconvención puede haber sido formulada por todo su sólo por alguno de
los integrantes.

Por otro lado, como la parte también puede ser singular o plural, la reconvención
también puede ser dirigida contra todos o solamente uno de sus integrantes.

Los requisitos exigibles para que sea admitido una reconvención del demandado
resultarán del artículo 136,1 el cual expresa que la reconvención sólo procederá
cuando se dan los supuestos del artículo 120.1 numerales 1 y 3. En fin.

En cuanto a la necesidad de que esta actitud el demandado se ajuste a la regla de


la simultaneidad Hugo eventualidad que establece segundo inciso del artículo 132
del código, determinará que si el demandado es asumió frente al traslado de la
demanda alguna de las actitudes previstas en el inciso primero del artículo 132 ya
no podrá luego re convenir.

Sobre el procedimiento a seguir luego, conforme al artículo 338.2 del código será
el siguiente: si me diana reconvención, se conferirá trasladó el actor por el plazo de
30 días. Vencido este plazo y con independencia de que el actor conteste o no la
reconvención se convocará audiencia preliminar.

6. El llamamiento al proceso de otros terceros.

Además de la citación en garantía, la citación de visión y la citación a terceros


respecto a los cuales se considera que la controversia es común o que la
sentencia puede afectar, conforme al artículo 53 del CGP y como te actitud que
puede asumir el demandado al evacuar el traslado de la demanda, la posible
citación a otros terceros.

Según el citado artículo 53, el demandado, en un proceso en el que considere que


otra persona, además un lugar de él, tiene alguna obligación o responsabilidad la
cuestión controvertida, debe denunciarlo, indicando su nombre y domicilio, a los
efectos de que se le noticie del pleito, han bajo responsabilidad de los daños y
perjuicios que correspondieran por su omisión. Añadiendo que la solicitud será
resuelta sin más trámite por sentencia interlocutoria apelable sin efecto
suspensivo. O sea, la petición dispondrá simultáneamente que se realice la noticia
y el impulso que corresponda al estado del proceso.

Posible actitud el actor frente a la en con la incomparecencia del


demandado: la solicitud de declaración de rebeldía.

Requisitos.

El artículo 339 regula la posible declaración de rebeldía del demandado.

Para eso se requiere que la resolución que le da traslado a la demanda, le haya


sido notificado en su domicilio, que haya vencido el plazo del traslado de la
demanda en que corresponda, que el demandado todavía no haya comparecido en
el proceso, aun cuando dicha comparecencia haya tenido lugar luego de vencido el
plazo del correspondiente traslado, y, finalmente que la declaración de rebeldía del
demandado haya sido solicitada al juez por el actor.

Naturaleza de la resolución de declaración de rebeldía.


Se trata de una sentencia interlocutoria simple, y por lo tanto por su eventual
impugnación sería admisible no sólo el recurso de reposición sino también el de
apelación con trámite no diferido y efecto suspensivo.

Consecuencia de la declaración en rebeldía del demandado.

Son de aplicación directa para la notificación a domicilio del demandado declarado


rebelde los artículos 71.3 y 71.1 del código.

En cuanto a la admisión de los hechos alegados en la demanda.

La ley número 19. 090 estableció para el artículo 339.4 la siguiente redacción: la
rebeldía del demandado declarada o no determinará que el tribunal deba tener por
admitido los hechos alegados por el actor, en en cuanto no resultaren contradichos
por la prueba de autos bien tanto no se trataré de derecho sin disponibles. El
tribunal deberá diligenciar los medios de prueba referidos a hechos o no
alcanzados por la regla de admisión.

En cuanto al embargo del demandado.

Subsiste, en cambio una consecuencia de la declaración de rebeldía del


demandado: hola mayor facilidad para que se disponga un posible embargo.

Expresarle respecto al texto del artículo 339.5 que desde el momento en que el
demandado fuera declarado en rebeldía, podrá disponerse, si el actor lo pidieré, el
embargo de sus bienes en cuanto fuere necesario para asegurar el resultado del
proceso.

Con esta régimen se consagra la posibilidad de que se disponga esta medida


cautelar sin necesidad acreditar ni la probabilidad de que se haga lugar a la
pretensión del actor, ni la probabilidad de que sí se disponen de dicho embargo se
frota la ejecución forzada de la eventua sentencia de condena, ni tampoco la
necesidad de prestar una contracautela por el actor.

La comparecencia del declarado rebelde.

Establece el artículo 339.7 que al declarado rebelde podrá comparecer en


cualquier momento del proceso, tomándolo en el estado en que se hallare.
La declaración de rebeldía del actor.

Conforme señala tarigo la incomparecencia del actor no es, nunca, como


fácilmente se comprende una incomparecencia inicial, como la del demandado: es
una incomparecencia después de haber comparecido formular su demanda y, con
ella, dar nacimiento el proceso. Esta incomparecencia del actor puede producirse
en uno u otro de los siguientes casos la incapacidad del actor; la muerte o la
ausencia declarada del actor; la extinción de la persona jurídica que hubiere
asumido la posición de parte actora en el proceso; la renuncia del apoderado del
actor; y la muerte o inhabilitación del apoderado del actor.

En cualquiera de estos casos, si emplazado el actor o sus herederos, según


corresponda, no comparece, conforme lo dispuesto en el artículo 339.6,
automáticamente el demandado será absuelto o al declarar la rebeldía salvo si ha
mediado reconvención, en cuyo caso se continuará con el proceso.

AUDIENCIA PRELIMINAR
Cumplidas las etapas procesales referidas, el proceso ordinario continúa con la
denominada audiencia preliminar, regulada especialmente en los artículos 340 a
342 del CGP.

Al respecto, dice barrios de angelis que la audiencia preliminar es la expresion que


puede caracterizar a la reunión de partes y tribunal, se ha iniciado el proceso y
antes de la etapa de prueba y conclusiones, los efectos de excluir el proceso
mismo, reducir ago precisar su objeto, denuncia robo adelantar pruebas.

La audiencia preliminar importa una serie de muy diversas actividades procesales,


las que en lo esencial se encuentran cronológicamente previstas en el artículo 341
del CGP.

La comparecencia del tribunal, las partes y sus abogados.

Conforme a la regla General que dispone el artículo 100 del CGP toda la audiencia
preliminar debe necesariamente ser presidida por el juez (por si mismo), la que
sino tiene lugar provoca la nulidad absoluta de la audiencia.
De acuerdo a lo que dispone el artículo 340.1 del código las partes (incluyendose a
todos los terceros con estatuto procesal de parte) tienen el derecho de comparecer
a la audiencia preliminar.

El que las partes tengan el derecho de comparecer el orden más natural y lógico
sin necesidad de que se indique por una disposición legal, pero la disposiciones
necesarias en cuanto añade que para que su comparecencia sea admisible en
debe cumplirse en forma personal.

En los supuestos en los que una persona actuar con legitimación procesal por
sustitución procesal, el sustituto procesal se encuentra normalmente habilitado
para comparecer (en razón de su legitimación procesal por sustitución) en nombre
del substituido (sin necesidad de alegar ante el juez la existencia de los motivos
aunque se sustituida deberá comparecer personalmente.

El mismo artículo 340.1 establece que esta comparecencia personal Novés


exigible a los casos siguientes:

A. Cuando la parte es una persona física carente de capacidad procesal: conforme


de 2º del artículo 340.1 para enviar los supuestos de personas físicas carentes de
capacidad procesal admisible la comparecencia a la audiencia preliminar, ella
deberá cumplirse a través del representante natural de dichos incapaces.

Con respecto a los menores de dieciocho años que han contraído matrimonio o
que intervienen en procesos referidos a sus peculios profesional o industrial, para
que su comparecencia se admisible debe ser personal, sin perjuicio de que
también deberán comparecer en la audiencia preliminar, asimismo en forma
personal, sus asistentes (curadores ad litem).

B. Cuando se trata de personas que obran en representación de otra personas


físicas que no son incapaces: al supuesto de representación que derivan de la ley
para lo que la ley establece la representación a cargo de curadores designados al
efecto, en cuyo caso la comparecencia estará a cargo de éstos, casos especiales
como el endoso en procuración previsto en la ley de cheques, o la representación
del administrador en los casos de edificios construidos bajo el régimen de
propiedad horizontal.
A estos casos de la actuación por representación de personas físicas que no son
incapaces puede agregarse lo de los procuradores comunes que representan a
personas físicas; los de la defensores de oficio que representan a los demandado
personas físicas han sido emplazado por edictos y que no han comparecido; los de
procuradores oficioso; los de los síndicos cuando no representan a persona
jurídica sino personas físicas, los de quienes deberían comparecer por fideicomiso,
etc.

En todos estos supuesto, aunque los representados son personas físicas que no
resultan ser incapaces procesales, debería entenderse que la comparecencia del
representante no viola la regla conforme a la cual la parte que es persona física y
tiene capacidad procesal, debe comparecer personalmente.

El inciso segundo del artículo 340.1 del código prevé que en el caso de que la
parte sea una persona jurídica, quien se encuentra habilitado para comparecer el
audiencia preliminar es su representante.

Se han tenido que quienes están habilitados por la norma para comparecer por la
persona jurídica en la audiencia preliminar, no son solamente sus representantes
orgánicos, sino también sus eventuales apoderado, los que en todo caso deberán
tener capacidad procesal para actuar como apoderados es decir, para representar
por poder en un proceso, lo que conforme al artículo 38 implica ser abogado o
procurador, y además legitimación procesal por representación correctamente
constituida..

Conforme al primer inciso el artículo 340.1 filas personas físicas con capacidad
procesal pueden comparecer por representante cuando existe, en el caso, de un
motivo fundado a juicio del tribunal, que justifique la comparecencia por
representante.

Por motivo fundado debe entenderse como cualquier consecuencia que


razonablemente impide, a una parte que el persona física y tiene capacidad
procesal, comparecer personalmente en la audiencia preliminar.

Aunque no está prevista explícitamente es razonable entender que es algo que el


motivo exista desde muy poco antes de la fecha fijada para la audiencia preliminar,
la legación de su existencia y la solicitud de autorización para comparecer por
representante deberán formularse antes de que comience es audiencia preliminar.
Dicha alegación naturalmente que puede realizarse a través de un representante.

Si se alegó antes de la audiencia y el juez rechazó la solicitud de comparecencia


por representante, el actor podrá interponer los recursos de reposición y apelación
sin efecto suspensivo y trámites no diferido, fue lo que dispone la primera parte del
inciso segundo del artículo 340.2 refiere a una resolución adoptada en la
audiencia.

Si no se pudo alegar y la audiencia preliminar se celebró, el juez no de oficio sino


que es como es la regla General en un proceso dispositivo, ha pedido de parte
demandada, de acuerdo al primer inciso del artículo 340.2 en la misma audiencia
que no se podrá prorrogar por la no comparecencia personal del actor declarar al
desistimiento de la pretensión lo que siendo una sentencia interlocutoria con fuerza
de definitiva, de acuerdo al numeral seis del artículo del art 87 del CGP, en deberán
ratificarse en el domicilio. En el caso de acuerdo al segundo inciso del artículo
340.2 el actor podrá alegar la insistencia del motivo fundado a través de los
recursos de reposición y apelación, con efecto suspensivo. Si se hiciera lugar a
estos recursos, revocando la sentencia que tuvo por desistido al actor, la misma
será posible reposición y apelación por la parte demandada con efecto diferido.

Si se alegó por el demandado un motivo de entidad antes de la audiencia y el juez


rechazó su solicitud para comparecer por representante, ese demandado podrá
interponer los recursos de reposición y apelación sin efecto suspensivo y trámite
no diferido, pues lo que dispone la primera parte del inciso segundo del artículo
340.2 refiere a una resolución adoptada el audiencia y además ante solicitud del
actor.

Si no se pudo alegar y la audiencia preliminar se celebró, de acuerdo al artículo


340.3 y también sin posibilidad de prórroga fundada la inasistencia, el jue cumplirá
las actividades que prevé el primer inciso de ese artículo. En tal caso y de acuerdo
al segundo inciso del art 340 el demandado podrá alegar la existencia del motivo
fundado a través de los recursos de reposición y apelación, en su caso sin efecto
suspensivo. Si se hiciera lugar a estos recursos, revocando la sentencia que tuvo
por inasistente al demandado, ella será apacible de reposición y apelación por la
parte actora con efecto diferido.

El tercer inciso del artículo 340 establece que si en la audiencia preliminar o en el


plazo de seis días subsiguientes se hubiere dictado la sentencia definitiva, la
apelacion de esta (no admitiendose el recurso de reposición pues la sentencia
definitiva) será la única día para justificar la inasistencia del demandado.

Consecuencias de la incomparecencia.

Conforme al cuarto inciso del artículo 340.1 del código, cuando se presenta una
causa de fuerza mayor que impide a una parte comparecer en forma personal al
audiencia preliminar, el quadern a fijar una nueva fecha para dicha audiencia.

Toda causa de fuerza mayor es ya, de por sí, un motivo fundado para la
incomparecencia personal de la parte. No obstante, conforme se interpretan estas
disposiciones cuando se presenta una causa de fuerza mayor no corresponde
autorizar la comparecencia de la parte por apoderado, sino dejar sin efecto la
audiencia y fijar una nueva fecha para celebrar la misma.

La fuerza mayor se puede alegar en aquellos casos en los cuales existe un


impedimento para la comparecencia personal que debería ser imprevisible (si no
fuera imprevisible se debería alegar la existencia de un motivo fundado en solicitar
se autorice la comparecencia por apoderado) y, además, transitorio, (si no fuera
transitoria no tiene sentido solicitar que se fije una nueva fecha para la audiencia;
en tal caso la parte podría alegar la existencia de un motivo fundado en solicitar no
una nueva fecha sino que se admita la comparecencia por representante).

Es razonable entender que es algo que la causa de fuerza mayor exista desde muy
poco rato antes de la fecha fijada para la audiencia, la alegación de su existencia y
la solicitud de que se fije una nueva fecha para la audiencia, deberán formularse
antes de que comience la audiencia preliminar; razonablemente con suficiente
antelación como para que ello pueda ser resuelto y notificando a las partes antes
de la fecha fijada para la audiencia.
Si se alegó la causa de fuerza mayor antes de la audiencia y el juez rechazó la
solicitud de fijar nueva fecha, el actor o podrá interponer contra esa resolución los
recursos de reposición y apelación sin efecto suspensivo y trámite no diferido.

Si no se pudo alegar de y la audiencia preliminar se celebra, el juez entendiendo


que no qué oficio sino, como es la regla General en un proceso dispositivo, ha
pedido de la parte demandada, en la misma audiencia declarará el desistimiento
de la pretensión (lo que siendo una sentencia interlocutoria con fuerza en definitiva,
de acuerdo al numeral 6 del art 87, deberán ratificarse en el domicilio. En tal caso
de acuerdo al segundo inciso del artículo 340.2 el actor podrá alegar la existencia
de la causa de fuerza mayor a través de los recursos de reposición y apelación,
con efecto suspensivo, pidiendo que se revoque su desistimiento y se fije nueva
fecha para la audiencia. Si se hicieran lugar a estos recursos, revocando la
sentencia que tuvo por desistido al actor, la misma será posible de reposición y
apelación por la parte demandada con efecto diferido.

Si se alegó por el demandado la fuerza mayor antes de la audiencia y el juez


rechazó su solicitud, esa demandado podrá interponer contra dicha sentencia
interlocutoria los recursos de reposición y apelación entendiendo que son y trámite
no diferido.

Si no se pudo alegar y por lo tanto la audiencia preliminar se celebra, de acuerdo al


artículo 340 y también sin posibilidad de prórroga fundada en la inasistencia, el
juego cumplirá las actividades que prevé el primer inciso dicho artículo. En tal caso
de conforme el segundo inciso del artículo 340 en el demandado podrá alegar la
existencia de la causa de fuerza mayor a través de los recursos de reposición y
apelación, en su caso sin efecto suspensivo y por la misma razón que en el caso
del actor, no puede exigirse a este demandado que estaba ausente la audiencia
por razones de fuerza mayor que anuncia la audiencia su recurso. Si él se hiciera
lugar a estos recursos, revocando la sentencia que tuvo por inasistente al
demandado, es hacer apacible de reposición y apelación por la parte actora con
efecto diferido.

El tercer inciso del artículo 340.3 establece que si en la audiencia preliminar o en el


plazo de seis días subsiguientes se hubiere dictado la sentencia definitiva, la
apelación de esta no admitiendose el recurso de reposición pues la sentencia
definitiva será la única vía para justificar la inasistencia del demandado.

La limitación de la prórroga de la audiencia a una sola vees, debería entenderse


que impide prorrogar la audiencia más de una vez sea quien solicita la nueva
prórroga por existir razones de fuerza mayor es la misma parte que solicita la
prórroga original. De donde si quien no puede comparecer a la nueva audiencia
fijada es ahora la otra parte pues se lo impide una razón de fuerza mayor, no rige a
la limitación señalada y debe fijarse una nueva fecha para la audiencia.

Cuando se trata de un proceso en el que las partes no comparecen y la


cuestión planteada sea de orden público, si se tratare derechos indisponibles
o sea los hechos en que se funda la demanda no pueden ser probados por
confusión.

Según establece el inciso tercero del artículo 340.2 el código, en estos casos de
incomparecencia del actor, la consecuencia no será otra que la suspensión del
proceso hasta que el mismo actor solicite la continuación del mismo. Si el proceso
versare sobre las hipótesis previstas en el artículo 134, la inasistencia no
justificada del actor determinará que se esté a su impulso para la continuación del
mismo.

Explicitamente indica el artículo 340.5 que las consecuencias previstas en los


artículos 340.2 y 340.3, no serán aplicables cuando en una audiencia anterior si
hubieren agotado las etapas a que refieren los numerales 1, 2 y 3 del art 341.

Si quien no comparece es la parte actora.

Si el actor no comparece la audiencia principal en forma que resulta admisible,


corresponde que en la misma audiencia sin prórroga posible de esa audiencia para
que el actor quizás justifique su incomparecencia el juez dicte una sentencia
interlocutoria con fuerza definitiva, por la cual se le tendrá por desistí dada su
pretensión.

Tratándose de un proceso regido por el principio dispositivo, se entiende que esa


sentencia deberá dictar la el juez de instancia de la parte demandada.
Por otro lado, de acuerdo al nuevo texto del inciso primero del artículo 340.2 está
consecuencia tendrá lugar incluso si el demandado tampoco compareciere.

En el caso de que la parte actora esté conformada por un litisconsorcio facultativo


y quien no comparece el solamente uno de los litisconsortes, será al mismo el
único que se tendrá por desistido de su pretensión. Sí se trata de un litisconsorcio
necesario la falta de comparecencia de uno de sus integrantes no tendrá
consecuencias.

Si quien no comparecer es la parte demandada.

Cuando quien no comparece en la forma prevista para el caso es el demandado, el


artículo 340 del código dispone el tribunal cumplirá, sin posibilidad de prórroga
fundada en la inasistencia, la actividad prevista en los numerales 1 y 6 del artículo
341 y en el artículo 343, en lo pertinente, la de saneamiento que deba realizar de
oficio y tendrá por ciertos los hechos a firmados por el actor en todo lo que no se
haya aprobado lo contrario.

En el caso de que la parte demandada esté conformada por de un litisconsorcio


facultativo y quien no comparece solamente uno de los litisconsortes, será al
mismo al único que se le aplicarán las consecuencias previstas en el código. Sin
embargo, existe litisconsorcio facultativos con necesidad de sentencia uniforme y
no podrá en tales casos y en razón de la vida del proceso, por ejemplo, tomar en
cuenta para el demandado que no compareció.

Si se trata de un litisconsorcio necesario la falta de comparecencia de uno de los


codemandados, al igual que cuando se trata de un litisconsorcio necesario activo,
no tendrá consecuencias.

La comparecencia de la parte sin asistencia técnica a letrada.

La sanción de la ley 19.090 se incluye en el código a un segundo inciso a del


artículo 340.5 conforme al cual tampoco se aplicarán a la parte que concurra sin
asistencia letrada, en cuyo caso se cumplirá la actividad correspondiente,
conforme con lo previsto por el artículo 341.
Se entiende que he no importa que la parte que asiste a la audiencia preliminar sin
su abogado pueda realizar actuaciones procesales en el curso de la misma puente,
por lo que en realidad puede decirse que esa parte se encuentran un estado de
indefensión de icq, por ende que esta norma que dispone el que igual se cumplirá
la actividad correspondiente, conforme con lo previsto por el artículo 341, es
inconstitucional por violar el derecho de defensa en juicio según lo que postula
Abal.

Desarrollo de la audiencia.

Es posible reconocer en la audiencia preliminar etapas o fases, dentro de las


cuales, asimismo, se concentra más de una actividad, y finalizará aquella se pasa
a la siguiente, operando una especie de preclusión, que impida retrotraer la
actividad de la audiencia a etapas agotadas.

Ratificaciones aclaraciones.

La audiencia preliminar de de comenzar con la intervención de las partes a efectos


de ratificar, la ratificación de la demanda y de la contestación, en su caso, de la
reconvención y de la contestación de la misma, así como de la contestación a las
excepciones previas, pudiéndose aclarar sus extremos si resultaren oscuras o
imprecisos, a juicio del tribunal o de las partes.

Dice Abal que está expresión del artículo 341 puede entenderse como innecesaria
porque esa ratificación absolutamente nada agrega a les ha cumplido, sino porque
una vez realizado los actos procesales que según esta disposición se deben
ratificar ya han precluido para las partes toda posibilidad de modificarlo.

De todos modos se entiende que esta norma sigue vigente y por tanto el juez no
tendrá más remedio que cumplir con la formalidad de requerirá las partes y la
referida ratificación.

Aunque la lanza al artículo resulta ser imprecisa corresponde una interpretación


extensiva de la disposición, y por lo tanto que esta ratificación que el juez tiene que
requerirá las partes, debe cubrir no sólo la posible contestación contradictoria por
parte del demandado sino también a todas las demás posibles actitudes bs
demandado, incluyendo la posible actitud expectativa, el allanamiento parcial, etc.

Lo que la norma autoriza de solamente aclarar el sentido de algún término


expresión empleada en tales actos procesales, pero sin modificar dicho sentido,
por lo cual a él puede impedir que con estas aclaraciones se violente la citada
regla de la preclusión y se modifique o se altere de cualquier forma el contenido
dichos acto.

En cuanto a la iniciativa para aclarar lo establecido al demandar a evacuar el


traslado de la demanda, la misma puede ser tanto del actor, el demandado o
incluso el propio juez.

La segunda principios del debido proceso, igualdad procesal, bilateralidad y


contradicción, aunque no haya nada previsto o debe brindarse a la contraparte el
traslado de la aclaración y/o notificación que si hubiera efectuado.

Corresponde entenderá que ante la aclaración de una de las partes el juez debe
indicar si ella es o no admisible, y que en caso de no estar quien ha aclarado su
contraparte conforme con lo resuelto, podrá interponer el recurso de reposición y
también de apelación con efecto diferido.

Alegación de hechos nuevos y proposición de producción de medios de


prueba a su respecto.

El artículo 341 establece que a continuación se da la oportunidad para la legación


de hechos nuevos conforme a lo dispuesto en el artículo 121.2 con posterioridad a
este momento no podrán alegar se hechos nuevos anteriores a la audiencia
preliminar.

Es importante destacar que en el nuevo texto dado por la ley 19.090 se


estableciera, expresamente, que luego de esta etapa de la audiencia preliminar ya
no podrán alegarse hechos nuevos que se conocieran por la parte antes de la
audiencia preliminar.

En nada dice el código acerca de si sobre la alegación de hecho nuevos debe


abrirse a la contraparte, más el principio de igualdad y su obra derivado de
contradicción con dos Ana que exista, al menos por integración normativa a través
de ellos, una norma conforme la cual inexorablemente debe darse traslado de esta
alegación al contrario de quien la fórmula.

Proposición de producción de medios de prueba sobre hechos mencionados


por la contraparte contestar la demanda o reconvención o referidos al
rectificaciones realizadas en audiencia.

Dispone el artículo 341 a continuación de la oportunidad de las partes de alegar


hechos nuevos y con independencia de que se aleguen o no, será el momento
para la proposición de nuevos medios de prueba que, a juicio del tribunal refiera a
hechos nuevos o a hechos mencionados por la contraparte al contestar la
demanda o la reconvención o a ratificaciones hechas en la propia audiencia.

Dado que la disposición no limita esta oportunidad de la audiencia preliminar la


posibilidad de proponer los medios de prueba supervinientes en General,
privilegiando una interpretación que sea conforme el primer inciso del artículo 14
del código, entendiendo que ellos se pueden proponer en cualquier momento del
proceso sin limitación alguna hasta la segunda instancia, pues allí resulta limitada
esta posibilidad por el art 253.2.

Existe una gran dificultad de interpretar a que se quiere hacer referencia con la
producción de medios de prueba referidos a dicho mencionado por la contraparte
al contestar la demanda o la reconvención.

En este numeral 2 también se menciona la posibilidad de ofrecer la producción de


medios de prueba sobre ractificaciones hechas en la propia audiencia.

Nuevamente por norma nacida a través de la interacción con los principios de


igualdad y contradicción, debe darse a la contraparte la posibilidad de
manifestarse.

Tentativa de conciliación.
Conforme al numeral 3 del artículo 341, a continuación tendrá lugar en la audiencia
preliminar una tentativa de conciliación, que deberá realizar el tribunal, respecto de
todos o algunos de los puntos controvertidos.

En opinión de Abal la esta tentativa de conciliación a cargo del mismo juez que
habrá de fallar la causa le parece altamente inconveniente por implicar
normalmente un prejuzgamiento.

Producción de la prueba sobre las excepciones previas.

El siguiente numeral del artículo 341 indica que para casada la tentativa de
conciliación de se deberá recibir la prueba de las excepciones previas en la
situación extraordinaria a entender el tribunal que exista algún hecho aprobar, en
cuyo caso se recibirán exclusivamente las pruebas solicitadas en el escrito o en
que si hubiesen opuesto o contestado las excepciones y las que el tribunal
ordenaré de oficio.

Lo indicado se complementa con el segundo inciso del numeral 5 del mencionado


artículo, el cual establece que el tribunal podrá prorrogar la audiencia a los efectos
de lo dispuesto en el numeral 4, pero la siguiente oportunidad de ver a recibirse la
totalidad de la prueba y pronunciarse la sentencia interlocutoria.

Sentencia sobre las excepciones previas y otras cuestiones.

Establecer primer inciso del numeral 5 del artículo 341 que luego de la etapa
anterior tendrá lugar en dictado de sentencia interlocutoria con el fin de sanear el
proceso para resolver los problemas planteados por las excepciones procesales
propuestas o las nulidades denunciadas o las que el tribunal haya advertido y
decidir, a petición de parte o de oficio, todas las cuestiones que abstraen de de de
a la decisión de méritos, incluyendo la in proponibilidad de la demanda y la
legitimación en la causa, cuando está sea definible al comienzo del litigio.

Abal dice que resulta algo erroneo que en lugar de resolverse todas estas
cuestiones antes de la audiencia preliminar o al menos el comienzo de la misma se
vistiera su resolución para un momento posterior a su planteo por las partes;
momento que incluso es posterior a la ratificación de la demanda y contestación,
posterior a la alegación de hechos nuevos, posterior a la producción de pruebas
sobre hechos nuevos, sobre cuestiones mencionadas por el demandado al
contestar o sobre ractificaciones, posterior a la tentativa de conciliación, etc.

De todas formas debe atenderse a lo que establece el artículo 342.4 en cuanto


indica que se dictara una sola sentencia, la cual decidirá todas las excepciones
previas saneando el proceso, salvo que el tribunal se declare incompetente, en
cuyo caso no resolverá otras cuestiones.

En este mismo artículo además de regularse los recursos se establece en el primer


inciso que sea la sentencia a interlocutoria acoge la excepción de litispendencia,
pondrá fin al proceso y ordenara al archivo del expediente.

Y luego, en el segundo inciso, se indica que sea la sentencia acoge la excepción


de defecto legal, la parte subsanará los defectos en la propia audiencia, de lo cual
se dejará constancia en acta resumida y se continuará con el acto, otorgándose al
demandado oportunidad para complementar su contestación, atendida las
aclaraciones o precisiones formuladas por el actor.

Finalmente, en el tercer inciso actualmente se establece que sea la sentencia


acoge las excepciones de falta de capacidad o de personería es decir de
capacidad y legitimaciones procesales, se suspenderá la audiencia por el plazo
que determine el tribunal para subsanar el defecto, bajo apercibimiento de tener
por no presenta a la demanda.

Declaración del objeto del proceso.

El numeral 6 del art 342 establece que completada la anterior actividad deberá
procederse a la fijación del objeto del proceso, ex precio que conforme las posibles
acepciones del término fijar se corresponde a precisar el objeto del proceso.

Declaración del objeto de la prueba.

Una vez declarado cual es el objeto del proceso según el mismo numeral del
mismo artículo el juez deberá proceder a la fijación del objeto de la prueba esto es,
a declarar cuales, hasta ese momento, el objeto de la prueba.
Contralor de la admisibilidad de los medios de prueba

Indica también ese mismo numera el en este mismo artículo del código que una de
cumplido lo anterior el juez deberá resolver sobre los medios de prueba solicitados
por las partes, rechazando los que fueren inadmisibles, manifiestamente
innecesarios, manifiestamente inconducentes y manifiestamente impertinentes.

Ordenación de la producción de los medios de prueba

Luego de lo anterior continuará la audiencia preliminar ordenándose la producción


de los medios de prueba admitidos.

Resolución en caso de allanamiento parcial

Según el mismo numeral seis del artículo 341 y el artículo 342 luego de resolver
sobre el eventual allanamiento parcial seguirá la audiencia preliminar con la
producción total o parcial de los medios de prueba que fuere posible dirigencia de
la propia audiencia preliminar.

Alegatos de las partes

El alegato de las partes consiste en una manifestación que puede hacer cada una
de las partes, en forma sucesiva, en esta etapa de la audiencia preliminar, siempre
claro está que esa se hubieran producido todos los medios de prueba salvo que
alguno haya sido declarado por el juez manifiestamente innecesario.

Conforme el dispone el artículo 343.6 del código, para formular el alegato cada
parte dispondrá en principio de hasta diez minutos.

El código agrega que por excepción, tratándose de asuntos de especial


complejidad, el tribunal podrá ampliar el lapso concedido a las partes para alegar,
de modo adecuado a dicha complejidad. Podrá, asimismo, autorizar la prórroga de
la audiencia de común acuerdo de las partes, le que no podrá exceder el plazo de
diez días. En todos los casos, a efectos de facilitar la registración, las partes
podrán acompañar un resumen de su alegato en la propia audiencia.

Sentencia definitiva o eventualmente interlocutoria.


Si ya se hubiere alegado por las partes y el juez no hubiere dispuesto ninguna
diligencia para mejor proveer, conforme al artículo 342.6 el mismo deberá proceder
a dictar sentencia, remitiendo para el estudio de los requisitos y procedimientos
correspondientes a lo que establezca el código.

Resolución convocando a la audiencia complementaria.

Para el supuesto de que no se hubiese producido todos los medios de prueba


establece el numeral seis del artículo 341 que el juez procederá a la fijación de la
audiencia complementaria para el diligenciamiento de los restantes medios de
prueba, de conformidad con lo establecido en el artículo 101, acordándose lo
necesario para que en ocasiones audiencia complementaria se diligencia en
totalmente las pruebas que no se hubieran recibido la audiencia preliminar.

Según prevé el artículo 87 del código, esta resolución se entenderá notificada las
partes que debieron estar en la audiencia, se encuentran en ella o no.

Recurso contra las resoluciones dictadas en la audiencia preliminar

Sobre los medios impugna activos de las resoluciones dictadas en el curso de la


audiencia preliminar se establecen normas especiales en los artículos 342. 1 y 2
del código.

Audiencia complementaria.

Si en la audiencia preliminar de no fue posible producir todos los medios de


prueba, formular por las partes su alegato y dictarse la sentencia, el juez deberá
proceder a citar a las partes para que comparezcan a una audiencia
complementaria, destinada precisamente a terminar de producir los medios de
prueba, formular los alegatos de las partes y dictar la sentencia y eventualmente,
informa previa esto último, producir las diligencias para mejor proveer.

La comparecencia del tribunal, las partes y los abogados

Como resultado de la regla General que establece el artículo 100 también la


presencia del juez durante todo el curso de la audiencia complementaria es
absolutamente necesaria, bajo pena de nulidad de la misma audiencia.
Por otro lado y ahora respecto a las partes, según lo establece el artículo 343.3 del
código en todo caso, la ausencia de a la audiencia complementaria de prueba
determinar alguna presunción desfavorable a la parte inasistente.

En relación a la comparecencia de las partes debe tenerse presente que conforme


dispone el primer inciso del artículo 343.2 del código la audiencia complementaria
puede suspenderse, por única vez cuando el tribunal entienda precedente
prorrogar la por existir razones de fuerza mayor que afecten a una de ellas.

Ninguna solución se indica en esta regulación de la audiencia complementaria para


el supuesto de una posible ausencia del abogado de uno de la parte. Empero, todo
apunta a que por una norma nacida por integración a través de la analogía, debe
entenderse que sea comparecel aparte sin su abogado no correspondería
considerar nacida una presunción legal simple en su contra sin perjuicio de que
esa parte que así comparece no podrá realizar ninguna actuación procesal fuera
de la misma comparecencia.

Desarrollo de la audiencia

Dice barrios de angelis la audiencia complementaria es más simple que la


preliminar; pues aquélla debe haber servido para esclarecer, en medida más o
menos amplía, o resolver, total o parcialmente, problemas que en el proceso
escrito o estaban reservados para el momento de formar la decisión final.
Consiguientemente, el desarrollo puedes ha resumido en iv pasos principales:
producción de la prueba, documentación de la audiencia, alegatos y sentencia.

Las actividades que se cumplan en la audiencia complementaria son las propias de


la producción de los medios de prueba que no se hubiere concretado la audiencia
preliminar según el artículo 343 debe formularse una vez terminada la audiencia la
efectivización de las eventuales diligencia para mejor proveer que pudiera disponer
el juez de conformidad con determinados artículos del código.

Respecto a esta audiencia complementaria el código señala en el artículo 343 que


aquélla es improrrogable, salvo en el supuesto de inexistencia de una de las partes
por causa de fuerza mayor hora por única vez de oficio agua petición de parte, si
falta de diligencia alguna prueba que deba ser cumplida fuera de la audiencia,
siempre que el tribunal la considera indispensable para la instrucción, en cuyo caso
arbitrará los medios necesarios para que esté diligencia da en la fecha fijada para
la resolución de la audiencia.

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