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II. INTRODUCCION
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El 23 de noviembre de 2015, se promulgó en el Perú la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar – Ley 30364,
esta nueva legislación incorporó a nuestro sistema jurídico un nuevo proceso especial de
tutela con la finalidad de proteger los derechos de las víctimas frente a los actos de
violencia; sin embargo, a más de cinco años de vigencia, aún no se llega a comprender
con exactitud en qué consiste este proceso especial, toda vez que no se compara a otros
procesos similares dentro de nuestro ordenamiento procesal vigente.
Dicha Ley nos señala en su artículo 19, entre otro, que el juez dentro del plazo
establecido de 24, 48 y 72 horas (según corresponda), siguientes a la interposición de la
denuncia, el juzgado de familia o su equivalente procede a evaluar el caso y resuelve en
audiencia oral la emisión de las medidas de protección requeridas que sean necesarias y,
de oficio o a solicitud de la víctima, se pronuncia sobre medidas cautelares.
Así mismo, el 26 de abril del 2020, entró en vigencia el Decreto Legislativo N° 1470, que
establece medidas para garantizar la atención y protección de las víctimas de violencia
contra las mujeres e integrantes del grupo familiar durante la emergencia sanitaria
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declarada por el COVID-19; norma que en artículo 4.4. establece que para el dictado de la
medida de protección, el juez considera los hechos que indique la víctima, las medidas
restrictivas de derecho derivadas de la emergencia sanitaria a causa del COVID-19, y
evalúa el riesgo en el que se encuentra para dictar medidas de protección más idóneas,
priorizando aquellas que eviten el contacto entre la víctima y la persona denunciada, el
patrullaje constante del domicilio de la víctima, así como el retiro de la persona
denunciada del hogar.
Desde el punto de vista procesal, el proceso regulado por la Ley 30364 y el reciente D.L.
1470, presentan palpables vacíos, siendo uno de los más cuestionados el derecho a la
defensa, al advertirse que dichas normas no contemplan la posibilidad de que el
demandado pueda ejercer su derecho a la contradicción, antes de que el juez resuelva el
proceso, es decir que solo se resuelve con la mera declaración de la parte demandante y
los documentos que el juez tenga a la vista, vulnerándose así claramente una de las
instituciones procesales más sólidas y protegidas, como lo es el ya mencionado derecho a
la defensa, y otros principios que giran en torno a ello, como el de la tutela jurisdiccional
efectiva y el debido proceso.
Hoy en día, tal situación viene causando mucha polémica, no solo en el ámbito jurídico
nacional, sino también internacional, notándose divisionismo, por un lado, respecto a la
defensa del derecho a la protección de la víctima de violencia familiar, y por el otro, el
derecho del demandado a poder defenderse antes de resolverse el caso; panorama que a
nuestro criterio merece ser analizado y materia de estudio, ello a fin de proponer una
posible modificación normativa, en aras de un correcto trámite judicial e imparcial para
este tipo de procesos.
Según el Dr. Magdiel Gonzales Ojeda (2017), en la investigación titulada “Violencia contra
la Mujer en el Distrito de Santiago de Surco”, de la Universidad Ricardo Palma
Vicerrectorado de Investigación, concluye que: La violencia contra la mujer es un
problema de salud pública en nuestro país, el cual ha sido subestimado hasta la
actualidad. Más de la mitad de las mujeres en el Perú han sido víctimas de agresión
física. La población en general, particularmente la población masculina, los líderes
sociales y los hacedores de justicia y políticas de Estado, deberían conocer las graves
consecuencias de la violencia y sus efectos a corto y largo plazo en la salud de la mujer,
en la salud del hijo y en el desarrollo futuro de la familia.
Del mismo modo, Marianella Ledesma Narváez (2017), en su artículo titulado “La tutela de
prevención en los procesos por violencia familiar”, en la Revista Ius Et Veritas, N° 54,
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Según del Diccionario Jurídico de Gaceta Jurídica (2015): Las medidas de protección
han sido denominadas en las diferentes legislaciones también como órdenes de
protección como una orden que se ha extendido en diferentes países anglosajones. Se
trata de un mandamiento emitido por un juez para proteger a una persona frente a otra,
que tiene validez en todo el territorio estatal. Las medidas de protección concedidas a las
víctimas de violencia familiar son importantes y necesarias para garantizar la protección
efectiva de la dignidad humana y otros derechos humanos, sostenido por Reynaldo
Bustamante Alarcón, (2016).
Castillo Aparicio, (2018), las define como aquella que se otorga mediante un proceso
urgente e independiente, cuyo fin es la solución inmediata de conflictos de intereses o
alguna incertidumbre jurídica.
También consideradas como medidas sui generis de tutela urgente; esta teoría o postura
adoptada sobre las medidas de protección, se debe por la emisión del Decreto Legislativo
N° 1386 (publicado el 4 de setiembre del 2018), que modifica los artículos de la Ley
30364, pero sobre todo por las interpretaciones que vienen realizando los diferentes
órganos jurisdiccionales, siendo resaltable el análisis realizado por la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad (conformada por los jueces superiores
Hilda Chávez García, Wilda Cárdenas Falcón y Félix Ramírez Sánchez -juez ponente),
quienes al expedir el auto de vista recaído en el Exp. 05098-2017-93-1601-JR-FC-02,
establece la naturaleza jurídica de las medidas de protección. (Gutierrez Isique, 2018)
Para Elky Villegas Paiva (2013), es aquel Derecho fundamental atribuidas a todas las
partes del proceso y tiene como presupuesto minino la necesidad de que estas sean
oídas, en el sentido de que puedan conocer, demostrar, rebatir sobre materiales de hecho
y de derecho que puedan influir en la resolución judicial. Asimismo Eugenia Ariano Deho
(2013), acota que este derecho prohíbe situaciones de indefensión por partes de los
juzgadores, estableciendo de esta manera un parámetro delineado al debido proceso.
Seminario Sáyan (2018) acota que el derecho a una defensa técnica consiste en contar
con el asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que
dure el proceso; en que una parte procesal tiene el derecho de contar con un abogado
que lo defienda y lo patrocine desde el inicio de la investigación.
Por otro lado también se precisa que el derecho a la defensa es un derecho fundamental
de carácter procesal proclamado no sólo en las constituciones de carácter interno, sino
también en distintos textos de carácter supranacional, tal lo refiere en los comentarios de
la Constitución (Gutierrez, 2016).
Presunción de Inocencia
Asimismo Seminario (2015) enfatiza que toda persona acusada de delito tiene derecho a
que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a Ley y en
juicio público, en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa.
Siendo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas establece que toda persona tiene derecho, en
condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un Tribunal
independiente e imparcial.
El derecho a ser juzgado en un plazo razonable constituye una manifestación implícita del
derecho al debido proceso establecida en el artículo 139º, inciso 3, de la Constitución
Política del Perú.
Contradicción
Debido Proceso.
La Constitución Política del Perú en su artículo 139° Inc. 3, establece: La observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional “Ninguna persona puede ser desviada de la
jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los
previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por
comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación”.
Tutela Jurisdiccional
Según Leon Florian, (2019) toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva
para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido
proceso.
La tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia
como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción garantista y
tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción.
Motivación
La Constitución Política del Perú en su Art. 139 inc. 5, establece: La motivación escrita de
las resoluciones judiciales en todas las instancias, la ley aplicable y de los fundamentos
de hecho en que se sustentan.
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Hawie Lora (2017) enfatiza que el principio de motivación obliga al juzgador a explicar y /
o argumentar las razones de la decisión adoptada.
Nuestra Constitución en el Art 139 inc. 12 se consagra que todo ciudadano se encuentra
protegido por el derecho a no recibir una condena estando ausente. Este principio es
conocido como el “principio de no ser condenado en ausencia”, el cual se encuentra
revestido de una serie de derechos adicionales en los cuales los principales son el
derecho a la igualdad de armas y el derecho a la defensa que tiene toda persona. (Leon
Florian, 2019)
III.4. Notificaciones
III.4.2. Objeto.
Se puede decir que las notificaciones judiciales son aquellos actos procesales que tienen
como propósito principal, que las partes tomen conocimiento de las resoluciones
judiciales, a fin de que éstas puedan ejercer su derecho a la defensa.
IV. Resultados
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De lo expuesto, a fin de contrastar a nivel regional, si previamente a dictarse medidas de
protección, se le corre traslado con la denuncia al demandado a fin de que ejerza su
derecho a la defensa, se ha obtenido como resultado que en el año 2020, de los 9455
expedientes que ingresaron de forma equitativa a los 7 Juzgados Especializados que
existen en el Módulo Judicial Integrado de Violencia contra la mujer y los integrantes del
Grupo Familiar de Chiclayo, en ninguno de ellos se ha emitido resolución alguna que cite
a las partes a una audiencia oral, resolviéndose el proceso mediante la primera
resolución; situación de la que se advierte que en ninguno caso el demandado tomó
conocimiento de un proceso de violencia familiar en su contra, antes de que se dictaran
las medidas de protección a favor de la demandante.
GRAFICO 01
9455
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GRAFICO 02
SI NO
V. Discusión
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Luego de exponer el resultado del análisis hecho al trámite de los expedientes de los 7
Juzgados Especializados de Familia, respecto a las medidas de protección emitidas por
los señores magistrados, consideramos el siguiente análisis:
El principio del debido proceso implica que las disposiciones del Juez especializado de
Familia, debe especificar sin lugar a dudas la notificación formal antes que se dicten las
medidas de protección, tanto a la demandante como al demandado, para poder
considerar y garantizar la defensa jurídica de éste último en el proceso; asimismo, resulta
necesario recordar que, todo procesado tiene el derecho fundamental a la notificación
previa y precisa de la imputación manifestada en su contra, para no quedar en estado de
indefensión; del mismo modo, se realizó un importante hallazgo conforme a los resultados
de la información acopiada, siendo que el 100% de los demandados no tuvieron
conocimiento de la notificación judicial de la imputación de cargos hasta después de
dictadas las medidas de protección emitidas por el Juez especializado de Familia,
basándose en el cumplimiento de la Ley N° 30364 – “Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar”, la cual es
garantista respecto a las víctimas de violencia familiar; a pesar de estas vulneraciones
contra los derechos del imputado, los jueces de familia proceden a realizar el
procedimiento ante el órgano jurisdiccional competente para la decisión oficial y especial
para el dictado de las medidas de protección, siendo esto innegable, porque se viene
afectando este derecho constitucional de defensa, de los emplazados en temas de
violencia familiar en los juzgados especializados de Familia de Chiclayo.
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Del mismo modo, como nos ilustra la encuesta dirigida a los jueces del módulo de
violencia familiar de Chiclayo, quienes son 7 en total, de los cuales 6 de estos
magistrados están de acuerdo de que el demandado sea notificado previamente al
dictado de medidas de protección a fin de cautelar su derecho a la defensa; al respecto, la
normativa vigente vinculada a los temas de violencia familiar como es la Ley N°30364 y el
Código del niño y los adolescentes complica más la postura de los jueces, debido a que
en los casos de violencia familiar se presenta: rectificación de versión de imputación,
inasistencia a declarar de la agraviada, inasistencias para continuar las pericias de ley,
ausencia de testigos, imposibilidad para realizar actos de corroboración, etc., de lo que se
infiere que resulta difícil arribar a conclusiones que sean favorecidas al emplazado,
porque la ley asiste en demasía a la víctima, dejando en indefensión al demandado;
siendo esto así, se ha llegado a determinar que existen anomalías en la notificación de los
emplazados, quienes toman conocimiento de los cargos presentados en su contra y del
proceso judicial con la resolución que dicta las medidas de protección en su contra,
debido a los dispositivos legales garantistas que regulan el proceso, donde los
magistrados al momento de decidir, no pueden ir más allá de los parámetros que la ley
impone.
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- En el año 2020, de los 9455 expedientes que ingresaron de forma equitativa a los
7 Juzgados Especializados que existen en el Módulo Judicial Integrado de
Violencia contra la mujer y los integrantes del Grupo Familiar de Chiclayo, en
ninguno de ellos el demandado tomó conocimiento de un proceso de violencia
familiar en su contra, antes de que se dictaran las medidas de protección a favor
de la demandante. Sin embargo es uniforme el criterio de los Magistrados, acerca
que el demandado deba ejercer su derecho a la defensa antes de que se resuelva
el proceso en primera instancia.
OPORTUNIDAD DE MEJORA
Para tal efecto, se debe presentar dicho proyecto de ley ante la Oficina de trámite
documentario del Congreso de la República, el cual después de ser numerado, será
debatido y aprobado ante la Comisión de trabajo respectiva (para este caso sería la
Comisión de Mujer y Familia), para su posterior aprobación por parte del Pleno del
Congreso. Luego de ello se remitirá al Poder Ejecutivo para su promulgación y publicación
en el diario oficial El Peruano.
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Modificatoria de ley que no solo garantizaría que el demandado pueda hacer valer su
derecho a la defensa, sino que también ayudaría a que los procesos de violencia familiar
no afecten su esencia tuitiva y/o protectora de las verdaderas víctimas de violencia.
VII. REFERENCIAS
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Ariano Deho, E. (2013). Manual de actualización civil y procesal civil. Gaceta Jurídica.
Castillo Aparicio, J. (2018). Violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar.
Gutierrez Isique, S. (20 de Octubre de 2018). Sala determina la naturaleza jurídica de las
medidas de protección en los procesos de violencia familiar. Obtenido de
https://legis.pe/sala-determina-naturaleza-juridica-medidas-proteccion-procesos-
violenciafamiliar/
Seminario Sáyan, G. (2018). Manual del Código Procesal Penal. Gaceta Jurídica.
VIII. ANEXOS
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N° DE JUZGADO: __________