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Desde el punto de vista biomecánico, los TCE suceden cuando se aplica una
fuerza sobre un cuerpo animado, éste se deforma y acelera de forma directamente
proporcional al área de contacto y a la energía aplicada, condicionando una serie
de respuestas mecánicas y fisiológicas. Al mecanismo de impacto con sus
fenómenos de contacto asociados (contusiones craneales, fracturas...), se añaden
los fenómenos de aceleración y desaceleración y los movimientos cráneo-
cervicales que van a generar una serie bien definida de lesiones
Etiología
Las causas de TEC incluyen:
Patología
Los cambios estructurales por una lesión en el cráneo pueden ser macro o
microscópicos, según el mecanismo y las fuerzas implicadas. Los pacientes
con lesiones menos graves pueden no tener alteraciones estructurales
macroscópicas. Las manifestaciones clínicas varían notablemente en
gravedad y consecuencias. Las lesiones suelen dividirse en abiertas o
cerradas.
Conmoción
La conmoción se define como una alteración transitoria y reversible del
estado mental tras un traumatismo (p. ej., pérdida de consciencia o la
memoria, confusión) que dura de segundos a minutos pero que de forma
arbitraria se define como < 6 h de duración.
No se producen lesiones estructurales macroscópicas en el encéfalo y no
quedan lesiones residuales neurológicas graves, aunque la discapacidad
temporal puede ser el resultado de síntomas, como náuseas, cefaleas
alteraciones de la memoria, y dificultad de concentración (síndrome
posconmoción), que suele resolverse en algunas semanas. Sin embargo, se
cree que las conmociones cerebrales múltiples pueden llevar a encefalopatía
traumática crónica, que resulta en una disfunción cerebral grave.
Contusiones cerebrales
Las contusiones (hematomas cerebrales) pueden asociarse con las lesiones
abiertas (incluidas las penetrantes) o cerradas y pueden alterar muchas
funciones cerebrales según su tamaño y localización. Las contusiones de
mayor tamaño producen edema cerebral difuso con aumento de la presión
intracraneal. Las contusiones pueden agrandarse en las horas y días
posteriores a la lesión inicial y causar deterioro neurológico; puede ser
necesaria cirugía.
Hematomas
Los hematomas (colecciones de sangre dentro o alrededor del encéfalo)
pueden producirse en las lesiones penetrantes o cerradas y pueden ser
epidurales, subdurales o intracerebrales. La hemorragia subaracnoidea (HSA
—hemorragia dentro del espacio subaracnoideo) es frecuente en los
traumatismo craneoencefálico (TEC), aunque la apariencia en la TC no suele
ser la misma que la hemorragia subaracnoidea aneurismática.
Los hematomas subdurales aluden a la presencia de sangre entre la
duramadre y la aracnoides. Los hematomas subdurales agudos se deben a la
laceración de las venas corticales o la avulsión de las venas que conectan la
corteza y los senos durales.
Los hematomas subdurales agudos ocurren a menudo en pacientes con
Fisiopatología
La función cerebral puede alterarse de forma inmediata por una lesión
directa (p. ej., aplastamiento, laceración) del tejido cerebral. Las lesiones
posteriores pueden producirse al poco tiempo por una cascada de
acontecimientos que se inicia tras la lesión inicial.
Signos y síntomas
Inicialmente, la mayoría de los pacientes con un traumatismo
encefalocraneano (TEC) pierden el conocimiento (en general, segundos o
minutos) aunque, cuando las lesiones son menores, algunos sólo sufren
confusión o amnesia (que suele ser retrógrada y resulta en la pérdida de
memoria de un periodo de entre segundos y unas pocas horas antes de la
lesión). Los niños pequeños se vuelven irritables. Algunos enfermos sufren
convulsiones, a menudo en la primera hora o durante el primer día. Tras
estos síntomas iniciales, los pacientes pueden estar totalmente despiertos y
alertas o mostrar cierto grado de alteración de la conciencia y la función, que
van desde una leve confusión al estupor y el coma. La duración de la pérdida
de la conciencia y la gravedad de la obnubilación son aproximadamente
proporcionales a la gravedad de la lesión, aunque son inespecíficos.
Para los niños y lactantes, se usa la Escala del Coma de Glasgow modificada,
A la izquierda tenemos la clasificación de Glasgow clásica. A la derecha, se
encuentra la escala modificada para lactantes, ya que estos no pueden tener
respuesta verbal o motora como un adulto. En general, se utiliza en menores
de 2 años.
Amnesia
Cambios en el comportamiento (p. ej., agitación, impulsividad,
desinhibición, falta de motivación)
Labilidad emocional
Trastornos del sueño
Función intelectual disminuida
EVALUACIÓN PUPILAR
Se deben explorar el tamaño, simetría y respuesta a la luz de las pupilas. La
presencia de una pupila dilatada con pobre reactividad suele indicar una
herniación uncal. La presencia de dos pupilas pequeñas o medias reactivas indica
encefalopatía metabólica o hemorragia transtentorial diencefálica. Unas pupilas
mióticas arreactivas indican un daño pontino o consumo de opiáceos. El hippus
(dilatación y contracción rítmica de la pupila) no tiene ningún significado. Un
síndrome de Horner unilateral indica daño del sistema simpático y obliga a
sospechar disección carotídea o traumatismo cervical y una pupila de Marcus-
Gunn nos hace pensar en lesión en retina, nervio óptico o quiasma óptico. Las
guías de Brain Trauma Foundation recomiendan realizar la exploración de las
pupilas después de la reanimación y estabilización del paciente.
MOVIMIENTOS OCULARES
REFLEJO CORNEAL
Indica la integridad del quinto par (aferente) y del séptimo par (eferente). La
existencia de una parálisis facial periférica puede dificultar su obtención, y
debe hacer sospechar una lesión del séptimo par secundaria a una fractura
del hueso temporal.
Diagnóstico
Medidas iniciales
Debe realizarse una evaluación global inicial de las lesiones. Se evalúa que las
vías aéreas y la respiración sean adecuadas.
Exámenes complementarios
Exámenes de hemoquímica:
Hemograma.
Glicemia.
Coagulograma.
Grupo sanguíneo..
Hematoma subdural
1/5
Esta TC muestra una opacidad en forma de medialuna sobre el tejido
encefálico, característica de un hematoma subdural. También puede
ocurrir un efecto de masa, con compresión ventricular y
desplazamiento de la línea media.
Hemorragia subdural (TC)
2/5
Hiperdensidad clásica en forma de medialuna que se extiende a
través de las líneas de sutura.
Hematoma epidural
5/5
La TC muestra un hematoma epidural (opacidad en la parte inferior
derecha).
La TC es la mejor elección para el estudio inicial, debido a que puede detectar
hematomas, contusiones, fracturas craneales (para confirmar la sospecha
clínica de fractura de cráneo se toman cortes finos, que, porque, de otra
manera, estas lesiones serían invisibles) y, a veces, daño axónico difuso.
La TC puede mostrar lo siguiente:
Las contusiones y el sangrado agudo aparecen opacos (densos)
en comparación con el tejido cerebral.
Los hematomas epidurales arteriales aparecen como opacidades
con forma lenticular, sobre el tejido cerebral, a menudo en el
territorio de la arteria meníngea media.
Los hematomas subdurales aparecen clásicamente como
opacidades con forma de media luna que recubre el tejido
cerebral.
Las personas que presentan lesiones graves pueden tener otras lesiones que
deben abordarse. Los tratamientos adicionales en la sala de urgencias o en la
unidad de cuidados intensivos de un hospital se centrarán en minimizar el daño
secundario causado por la inflamación, el sangrado o el suministro reducido de
oxígeno al cerebro. La reanimación debe mantenerse hasta recuperar cifras de presión
arterial aceptables, esto es Presión Arterial Media (PAM) no menor de 80mmHg y
recuperar pulsos de características normales.
Todas las medidas que se tomen para garantizar las vías aéreas y restablecer la respiración
deben realizarse con sumo cuidado, evitando movimientos craneocervicales que empeoren
posibles lesiones concomitantes de la columna cervical, para lo cual se debe inmovilizar el
cuello con un collarín cervical (de goma, plástico o preparado con cartón forrado con gasas)
y usar una tabla espinal larga hasta determinar que toda la columna
está estable mediante el examen físico y las pruebas radiológicas
correspondientes Después de una evaluación neurológica inicial
rápida, debe aliviarse el dolor con opiáceos de acción corta (p. ej.,
fentanilo).
Un tratamiento intensivo precoz de la hipoxia, la hipercapnia, la
hipotensión y del aumento de la presión intracraneal permite evitar
las complicaciones secundarias. Las hemorragias por las lesiones
(externas e internas) deben controlarse rápidamente según
demanda y es preciso reponer pronto el volumen intravascular con
el líquido más adecuado (p. ej., salino al 0,9%) o, a veces,
una transfusión de sangre para mantener la perfusión cerebral. Los
líquidos hipotónicos (en especial, glucosado al 5%) están
contraindicados porque contienen demasiada agua libre, lo cual
puede aumentar la presión intracraneal y el edema cerebral. Se debe
stablecer dos vías periféricas de grueso calibre (14-16 Fr), En pacientes con trauma mayor
use acceso intravenoso periférico o acceso intraóseo si el acceso intravenoso periférico
falla, mientras se tiene un acceso venoso central.
Manejo hospitalario.
Se recomienda que los pacientes adultos con TCE grave, sean intubados por vía oro-
traqueal, utilizando una secuencia de intubación rápida, que incluya un medicamento
inductor y un medicamento relajante neuromuscular.
Una de las terapias médicas que ha mostrado ser efectiva para la disminución
de la presión intracraneana (PIC) es la infusión con soluciones hiperosmolares
(osmoterapia). La terapia hiperosmolar en la hipertensión intracraneana se
basa en el arrastre osmótico de agua desde el intracelular al intravascular
provocando así una disminución del edema. Tanto la solución salina
hipertónica al 7.5% como el manitol al 20% pueden ser utilizados como
osmoterapia. La solución salina hipertónica actúa como un expansor del
volumen y se ha demostrado que es un método eficaz para reducir la presión
intracraneal, incluso en pacientes que no respondieron al manitol.
-Se sugiere que los pacientes adultos con TCE grave e hipertensión
intracraneana refractaria (PIC >25 mmHg por más de 5 minutos) sean
tratados con un bolo de 2cc/kg de solución hipertónica al 7.5% o de manitol
al 20%. para la preparación de la solución salina hipertónica al 7.5% se utilice
una mezcla de solución salina al 0.9% (40%) más ampolletas de cloruro de
sodio al 17.7% (60%). Para preparar 250 cc de la solución, se mezclarían
100cc de solución salina normal y 15 ampolletas de cloruro de sodio al 17.7%
(20meq/10ml). deberá ser administrada a través de un acceso venos central.
Sedación según sea necesario. Los pacientes con TCE grave requieren
comúnmente regímenes de agentes sedantes para el manejo agudo con el fin
de disminuir el consumo metabólico cerebral, prevenir episodios de agitación
durante la ventilación mecánica e igualmente como efecto ansiolítico. La
disminución de la PIC y la mejoría de la presión de perfusión cerebral han
sido reportadas como efectos benéficos del uso de estos agentes pero
igualmente han sido reportado efectos adversos incluyendo hipotensión y
alteraciones metabólicas.
Se sugiere que los pacientes adultos con TCE grave, sean sedados utilizando
midazolam benzodiazepina de acción corta, ya que es muy eficaz como
sedante y como un anticonvulsivo. El uso prolongado de midazolam puede
dar lugar a una acumulación significativa en el organismo, se sugiere dosis de
0.1-0.3 mg/kg/h. como el midazolam es de uso común,.
Cirugía
Puede que sea necesario hacer una cirugía de emergencia para minimizar el daño
adicional en los tejidos del cerebro. La cirugía puede usarse para tratar los
siguientes problemas:
Extraer hematomas. El sangrado fuera o dentro del cerebro puede
resultar en una acumulación de sangre coagulada (hematoma) que
agrega presión al cerebro y daña el tejido cerebral. Los factores que
sugieren la necesidad de cirugía para drenar un hematoma incluyen
un desplazamiento de la línea media del cerebro > 5 mm, la
compresión de las cisternas basales y el empeoramiento de los
hallazgos en el examen neurológico.
- Ceballos Linares A., Guijo Sánchez E., Romero Broto N., Drenaje
ventricular externo. Cuidados de Enfermería, editorial científico, 2019.
https://revistamedica.com/drenaje-ventricular-externo-cuidados-de-
enfermeria/