Posada Almayer

NOVIEMBRE 2020 #11. Zihuatanejo, Guerrero.

 ÍNDICE
Una nueva manera de ver-se:MMT........................................................................................................1
Trabajar con poblaciones en situación de calle......................................................................................5
Historias invisibles.................................................................................................................................7
Inmortalización/Sabo de Oporto//La llave/ Arnoldo Tapia//Como en un sueño/ Bismark Estrada,,.,,,,9
La hermandad después de un beso/Carla Palacios...............................................................................10
Indigencia/Alejandro Gánem................................................................................................................11
La poética del color: Violeta Rivera.....................................................................................................15
Militarización/ Carlos Torres................................................................................................................19
Decálogo para cuentistas (continuación)..............................................................................................20
Corresponsal de guerra/ Maribel Arreola.............................................................................................21
Fantasías, ideales y dudas/ Luis Antonio Aranda Gallegos// Te arrullas/ Alexandra de la Rosa.........22
Dolores de poetas.../Liz Cano..............................................................................................................23
Rosangel Miranda.................................................................................................................................24
Poesía/ Gaba Romualdo.......................................................................................................................25
Bajo un paraíso/ Guadalupe Genaro Guerrero.....................................................................................28
e7/ Yesenia Pimentel Vázquez..............................................................................................................29
La extinción de los dinosaurios/ Pedro Rivera-Benito.........................................................................30
De caducidades/ Luisa Albarrán...........................................................................................................33

Consejo Editorial Invitado:

Arnoldo Tapia
Maurick Illich
Trini Jiménez
Téxel Valdovinos
Jesús Baldovinos

Maquetacion y diseno:
Jesus Baldovinos Romero
La Nopalera Ediciones

**Posada Almayer es una publicaión en pdf autómoma que pretende

difundir la obra literaria de Zihuatanejo y otros espacios creativos. Portada: De la serie Indigencia/Alexander Gánem
**Periodicidad: bimestral
**Registro ISSN en trámite. Fotografías de MuralGraff:
**Cualquier reproducción total o parcial de los textos aquí publicados
requiere de autorización de su autor. © MMT fb y © Jafet Sotelo Mendoza
 1

Una nueva manera de ver-se: MMT

Durante los días 16, 17 y 18 de
octubre, se llevó a cabo, en Tecpan
de Galeana, Guerrero, la Ruta
Mural Tecpan, del colectivo
homónimo y que signa como
MMT.
A decir de su coordinador, Wipo
Mata, “se trata de un colectivo
multidisciplinario independiente;
han realizado exposiciones
colectivas donde se incluye
fotografía, ilustración digital,
dibujo y pintura, todo con recursos
propios o con algunos patrocinios.
Los iniciadores fuimos: Wipo
Mata, Ezequiel CasaBlancas,
Kevin Romero, Rodzila e Imer
Ruiz. De ahí se fueron agregando
más". objetivo, fue y continúa, crear un corredor urbano de
Se contó con invitados especiales de diferentes puntos de murales que contribuyan con otro aspecto turístico más del
estado: de Zihuatanejo, Rubí QC, Manuel Mistek Mke, municipio en el cual puedan interactuar personas que
Ariadna Benítez y Oscar; de Atoyac: Dani Tellez, Arliss visiten Tecpan de Galeana”.
Benitez; de Acapulco: Draack Utreskah, Mobik Torres; de En cuanto a la respuesta, Wipo comenta: “Estamos muy
Quechultenango: Rogelio Glez, y artistas locales, Kevin sorprendidos por la aceptación de esta iniciativa. En las
Romero, Efraín Benítez de Jesús, Hernan Escamilla redes sociales tuvimos muchísima gente que compartió
Sanchez, Casa Tecuhtli y Wipo Mata. desde el proceso hasta el resultado final de los murales.
Uno de los objetivos fue la creación de quince murales, Estamos muy emocionados y con ánimos de realizar la
equivalentes a 350 m2; dichos murales vinculados a los segunda edición, pero ahora con más fuerza. Valoramos
elementos de identidad de Costa Grande; otro objetivo fue todo el esfuerzo que se hizo, ya que todo esto fue sin ayuda
“crear lazos entre los artistas participantes, así como entre de alguna autoridad o aspirante político, que es a quien
los artistas y la población a fin de generar un dialecto comúnmente las personas están acostumbrados a pedirles
pictórico e ir enseñando a la gente a apreciar un mural con dinero. Nosotros queríamos poner nuestras reglas en este
diversas ideas y estilos pictóricos. Finalmente, un tercer proyecto y darle la imagen que nosotros queríamos y así
fue como se hizo”.
Respecto a lo que
viene: “Seguir
pintando, pero
también tenemos
muchos más
proyectos que están
enfocados a
diversas ramas del
arte y ocio. La idea
es no parar. Cuando
todo esto se ponga
mejor por el tema de
la salud, lo que sigue
es visitar a las
comunidades y
llevarles arte y
cultura”.

Posada Almayer 11
 2

Posada Almayer 11
 3

Posada Almayer 11
 4

Posada Almayer 11
 5
Trabajar con poblaciones en situación de calle:
Bordeline y “La máquina de los finales perdidos”
Durante el mes de octubre, se echó a
andar un proyecto que consiste en dar
funciones “para poblaciones callejeras y
trabajadores de El Caracol A. C.,
organización de la Sociedad Civil (OSC)
mexicana que contribuye a la visibilidad
e inclusión social de las poblaciones
callejeras desde hace 26 años”.
“La máquina de los finales perdidos” es
un proyecto interdisciplinario en el que
se buscan nuevas narrativas sociales a
través del arte, un grupo de
mecanógrafas/os aguardan para
escuchar las historias de los especta-
autores. El requisito, es que deseen
cambiar el final de su historia o dar un
cierre. Juntos decidirán cuál es el
desenlace. Cada uno, podrá llevar
consigo su final como una posibilidad.
Fotografía © Marín Amuchástegui
De él dependerá qué hacer con éste.
Este proyecto –basado en la idea original de Itzel Enciso y visuales, músicos y una psicóloga. Se interesa por el
Faviola Llamas, y bajo la dirección de Enciso- liga la trabajo en espacios alternativos y el trabajo con
nostalgia por un tiempo perdido y la posibilidad de poblaciones vulneradas. Los integrantes de la compañía
reescribir la historia: “Buscamos especta-autores que se buscan generar una relación estrecha con los espectadores-
apropien de su historia y elijan cómo debe concluir. participantes en sus obras, propiciando la cercanía e
Escribir es una forma de aterrizar las ideas, compartirlas interacción con el público. De esta manera, sus obras se han
con otros puede ser una liberación. Así “La máquina de los presentado y creado en casas, asilos, en la montaña,
finales perdidos” se vuelve un juego de complicidad con el tranvías y reclusorios. Es una compañía interesada en el
tiempo, la mecanógrafa y el dueño de la historia”. trabajo comunitario.
“La máquina de los finales perdidos” es la posibilidad de El equipo de trabajo, además de la idea original y la
reconstruir la memoria. Se ha presentado en diferentes dirección, está integrado por los mecanógrafos
modalidades, para reescribir una historia de amor, pero (performers): Lena Bojorges, Ricardo Martínez, Ángel
también como despedida ante la muerte, tras ser víctima de Rubio, Lorena Jáuregui, MiQuél, Michelle Ayala e Itzel
alguna agresión”. Enciso; como asistente general: Ricardo Martínez; asesora
Su objetivo es promover la escucha y tejido de historias que psicológica: Lena Bojorges; música: MiQuél y Lena
convergen y comparten un espacio: la calle; generar Bojorges; difusión: Corina Rojas.
empatía y propiciar una atención sensible e inclusiva hacia Un trabajo, sin duda, que merecería ser implementado en
las personas en situación de calle. A partir de la muchos sitios del país, toda vez que se viven tiempos
reconstrucción de la memoria, reescribir el tejido donde se difíciles, donde la construcción, más que de la otredad, del
desenvuelven las personas en situación de calle, ofreciendo nosotros, parece un lugar muy lejano. Estos son los gestos
una herramienta para la demanda y ejercicio de sus que indican que no. Dicen Itzel Enciso en una nota:
derechos. A través del arte, generar lugares y vínculos “Pareciera que a todos los lugares a los que vamos, son
creativos que fomenten la comunicación, la visibilidad de lugares olvidados. Creo que cuando éstos se miran de otra
esta población y la convivencia digna. manera…sí hay un cambio”
Además, Bordeline Teatro impartió un taller de teatro
kamishibai a partir de historias sobre personas que **
murieron en las calles: una reconstrucción en donde las En el mes de octubre, que fue cuando se implementó el
poblaciones modifiquen el final y se identifiquen los proyecto, se crearon 25 historias a las que se les
derechos que fueron vulnerados con el afán de prevenir que reescribieron finales alternativos. 10 mujeres y 15 hombre
siga habiendo muertes en las calles. de entre 22 y 63 años fueron las y los espectautores / as de
Borderline Teatro es una compañía interdisciplinaria Finales a la intemperie. Se llevaron a cabo tres sesiones, la
formada desde 2012. Integrada por actores, artistas primera fue dirigida a educadores y educadoras de El
Posada Almayer 11
 6
Fotografía © Azucena Baeza
Caracol; las últimas dos se realizaron con 20 personas en
dos espacios diferentes, uno en el Jardín Ramón López
Velarde y el otro en el Parque de la Raza en Insurgentes
Norte.
Asimismo, se llevó a cabo el taller de teatro kamishibai:
“Todas las vidas importan”. La actividad comenzó con una
presentación del caso de Belem, una chica de 23 años que
murió en las calles. Y siguió con la elaboración de finales
alternativos de la historia de Jonathan y Josué, dos personas
que también murieron en las calles. Todas estas eran
muertes que podían prevenirse, como la mayoría de las
Fotografía © Azucena Baeza
Posada Almayer 11
muertes que ocurren en la calle, pero tras la
omisión de los derechos básicos de estas
poblaciones, la aporofobia social, la gente
muere. Era importante mencionar los derechos y
construir una narrativa de forma colectiva. Las y
los participantes, elaboraron las ilustraciones
que se ponen en el butai mientras narran la
historia. Asimismo, ellos y ellas contaron las
historias con ese final alternativo en donde el
estado, las instituciones y la sociedad se hace
responsable de las estructuras que marcan que
una persona llegue a la calle.
El cierre de esta fase del proyecto se llevó a cabo
con un ritual homenaje con bengalas que se
encendieron como memoria y voz de todas esas
personas que murieron en la calle, pero también
como recordatorio de que hay muertes que
pueden prevenirse y se debe seguir trabajando en
ello.
La experiencia como mecanógrafos y
mecanógrafas en este proyecto de “La máquina
de los finales perdidos” nos llevó a la escucha y
resignificación de 25 historias, historias en
donde muchas veces existe la violación de los
derechos fundamentales. Deja sujetos creativos
y de derechos, las especta-autoras y especta-
autores llevaron a cabo una creación literaria en donde se
promueven otras posibilidades, en donde quizá, podamos
tejer una estructura más justa. Con este ejercicio buscamos
la promoción de los derechos, incluido el derecho a la
cultura, en donde a través del apoyo otorgado por el Fonca,
se puede llegar a más personas.
En diciembre se presentará un corto documental sobre todo
el trabajo y las historias que se vivieron y compartieron.
Nos quedamos con una experiencia de amor y generosidad.
En donde en una de las presentaciones, cuando nos
sorprendió la lluvia, juntas y juntos movimos una carpa, las
cosas, esas máquinas, como si
fuera un barco, moviéndonos de
derecha a izquierda, dando giros y
avanzando. Éramos un equipo que
movía las cosas y creábamos juntas
y juntos otras realidades. Nos
quedamos con lo más valioso que
es ese pedacito de historia, de vida,
en donde las especta –autoras y
especta-autores nos hicieron
cómplices de algo importante: dar
otro final a su historia.
Compartimos momentos que
duelen, pero soñamos juntos. Ha
sido un enorme aprendizaje tanto
de El Caracol, como de todas y
todos los participantes.
 7

Historias invisibles
“Historias invisibles” son una serie de canciones y videos que residen
en Youtube, con temática social, creados durante la cuarentena.
MiQuél es un músico, compositor y cantante de la escena realización de este video se contó con el apoyo de Grandes
independiente iberoamericana. Su estilo es pop alternativo Emprendedores, organización comunitaria dedicada a
con influencias de funk y folcklore iberoamericano. Entre promover una vejez digna, saludable y activa.
sus referentes se encuentran Jorge Drexler, Pedro Guerra y 4.Educarnos a la vez: Canción que habla sobre el adulto
el Kanka. centrismo que, sin darnos cuenta, ejercemos
A raíz del confinamiento, MiQuél enfocó su energía en cotidianamente con los niños y niñas. Es un canto para
crear y es así que surge “Historias invisibles”, una serie de aprender nuevas formas de relacionarnos más justas y
canciones y videos creados durante la cuarentena y con sanas con los niños, niñas y adolescentes. En este tema se
compromiso social. En “Historias invisibles” se abordan cuenta con la colaboración de los músicos Manu Clavijo
temas que, desde antes de la pandemia ya eran (violín, Madrid); Jessica Moreno (acordeón, Bogotá) y
invisibilizados, pero que en esta aguda crisis sanitaria y Julio Raygoza (piano, Ciudad de México).
social se han agravado aun más. 5.Duelo: Esta canción, como su nombre lo dice, se habla
“Historias invisibles se trata de un canto por la dignidad del duelo que, en definitiva, es un proceso complejo y en
de las personas. La idea es
generar empatía e inspirar
la solidaridad para salir
de esta crisis reforzados
como sociedad. Buscamos
una sociedad más
empática y solidaria. El
confinamiento me ha
permitido encontrar el
espacio y el momento para
escribir canciones sobre
temas de los que no había
hablado antes como
ca n ta u to r ” , co men ta
MiQuél.

“Historias invisibles” se conforma por:
1.Doce horas: Tema en colaboración conTamara Vallarta.
Compuesto en apoyo al personal médico, de limpieza e
higiene de los centros de salud y hospitales. Se involucró a
los seguidores de redes sociales para hacer juntos un video
y generar comunidad en torno al tema y su mensaje.
2.Estar aquí no es nuevo: Canción dedicada a las
poblaciones callejeras que no pueden cumplir con la
consigna de #quedateencasa. Este sector de la sociedad ya
estaba ahí afuera desde antes de la pandemia y su situación
lo ha hecho más vulnerable al virus. En este video se trabajó
con el material fotográfico de la asociación El Caracol,
dedicada al cuidado y asesoramiento de las poblaciones
callejeras de la Ciudad de México.
3.Ríos en la piel: Tema en colaboración con Rebeca
Vilchis. Es un homenaje a las personas mayores para
generar empatía hacia ellos y comprometernos a cuidarlos
tomando las medidas de prevención necesarias. Para la
Posada Almayer 11
medio de la pandemia se agrava más. Se realizó un video
que sirve como ritual de despedida de los seres queridos. En
el aparecen imágenes de diferentes personas con recuerdos,
símbolos y actos de amor. En esta canción se contó con la
colaboración de los músicos Alejandro Preisser (bajo) y
Alfredo Galván (cajón).
6.Samba de luna llena: Tema en colaboración con Rosa
Julia Leyva (letra), Jonathan Álvarez (letra y voz) y Karen
Leyva (voz); los primeros estuvieron privados de su
libertad en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México y
Karen Leyva es defensora de derechos humanos. Esta
canción narra los sentimientos y experiencias de las
personas privadas de la libertad, quienes pueden encontrar
en el teatro y en la música vías de renacimiento y de
reinserción. Para la realización del video se contó con
material audiovisual sobre diversos talleres de artes, teatro
y poesía dentro de los centros penitenciarios.
 8

increíble”, concluye.
Y no podía ser para menos, pues MiQuél
ha entregado a su público, un tema con
gran equilibrio, donde la música y la
letra empatan para llegar de manera
agradable al oído del escucha.
Si vuelvo a reír ya se encuentra
disponible en todas las plataformas
digitales, tanto de streaming como de
descarga: Amazon Music, Itunes,
Spotify y Claro Música.

MiQuél
Inició su carrera profesional en 2016,
mismo año en que se traslada a la Ciudad
de México. Ha participado en proyectos
musicales en Guatemala (La Alianza) y
Con el corazón roto te llegan olas de inspiración: El Salvador (Arte y Cultura para La Paz). En 2017 lanzó su
MiQuél primer EP que se llama "Estoy un poco", producido entre
Valencia y la Ciudad de México por Nacho Mañó y con la
Desde el pasado primero de octubre comenzó a escucharse, co-producción de Jorge Corrales y The Flying Tunes SL.
a través de las diferentes plataformas, la nueva canción de Ha colaborado como compositor en obras de teatro para la
MiQuél: Si vuelvo a reír; un tema que el cantautor español compañía Borderline Teatro y para la compañía mexicana
escribió hace algunos años, con el corazón roto, en un del sector de la educación Edumundo 360. Ha realizado
proceso de resiliencia, y que por fin se atrevió a grabar con conciertos en México y España.
un estilo pop.
“Es una de las primeras canciones que escribí, me ha Lo puedes encontrar y disfrutar de su música en:
acompañado siempre, pero no me había atrevido a Facebook: @miquelmusicaoficial
meterla al estudio y grabarla; es una melodía con un estilo Instagram: @miquelmusicaoficial
muy pop… grabarla era una forma de hacer las paces, YouTube: @miquelmusicaoficial
porque el desarrollo de la carrera me ha llevado a hacer Twitter: @miquelmusica
otro tipo de canciones. Uno va componiendo, va creciendo,
pero era muy importante para mí producir una de mis
primeras canciones”, comenta el artista.
“Yo creo que también es una canción que se escucha muy
bien, es fácil que llegue a la gente, porque es muy
agradable al oído, tanto la armonía, como la letra. Aunque
tiene un fondo triste, de melancolía, de despedida, a su vez
también tiene su lado de luz, de optimismo, de resiliencia y
de salir adelante, de que toda despedida lleva su proceso
de curación, de sanación, de que no se acaba el mundo y de
que podemos volver a reír y ser felices”.
Esta canción la compuso MiQuél cuando apenas tenía 20
años, a partir del fin de su primera relación. “Con el
corazón roto te llegan olas de inspiración. Salieron
muchas canciones y esta es la que siempre se ha quedado,
como la que ha sobrevivido”.
El videoclip de esta canción se estrenará este viernes 9 de
octubre, en un streaming.
“Es la primera vez que voy hacer algo así, un estreno de
esta forma, tan comunitario. Estoy muy emocionado, muy
contento, porque ha sido un trabajo de equipo en todos los
sentidos, estoy agradecido, emocionado, feliz, y hasta
ahora, la respuesta que ha tenido la canción ha sido

Posada Almayer 11
 9

Inmortalización La llave
Sabo de Oporto* Arnoldo TapIa**
Le dije que le inmortalizaría en una pintura y así lo hice: La recepcionista del hotel era una mujer como de treinta
Con su piel adorné el cuadro, con su sangre maticé mi obra. años, amable, parecía reconocerme.
-Usted es el actor ese de la obra, que hace la parte tierna y
ridícula. Todavía me hace reír. Pase, tome asiento en tanto
que llega su llave. Cuénteme cómo hace para aguantar de
conejito entre las flores que se marchitan, cómo soporta el
golpe en la frente cuando cae como tallo marchito.
Empezó a incomodarme y a parecerme cada vez más
delgada. Sonrió, amablemente, y me extendió la llave. En
su delgadez se reveló La Parca.
Como en un sueño
Bismark Estrada
Bajo el nido azul
se oculta un breve silencio cubierto de polvo.
En el camino al mar
caracoles y cangrejos escapan de la tormenta.
Sobre las puertas
las lágrimas se aprietan en la cerradura.

En medio de la luz
voces emergen como peces en altamar.
Como en un sueño, está prohibido despedirse.

Bajo el nido azul

ya no existe el tiempo.
En el camino a casa
mis pasos se desdibujan sobre la marcha.
En las ventanas
se cuelgan miradas impolutas y perdidas.

A media noche
voces escapan de cuerpos humeantes.
Como en un sueño...
está prohibido despedirse. Bismark Estrada
Vive cerca el mar, ordena palabras tratando de darles sentido.
*Tonali Yissel Cárdenas Téllez
Pasante de la Licenciatura de Lengua y Literaturas Hispánicas
de la UMSNH. Su experiencia en revisión y corrección de estilo
lo forma en el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la
UMSNH (2018-2019).
Este es un ejercicio de crímenes ejemplares, realizado en el taller
de narrativa de la UMSNH de Lengua y Literaturas Hispánicas
(2016).
**Arnoldo Tapia
Radicado en Zihuatanejo, después de pasar la infancia en
Uruapan estudio una licenciatura en la UMSNH en Morelia a la
par de participar en talleres y grupos de teatro, se dedica a
trabajar para comer y en las horas de vivir trata de leer y escribe
esporádicamente.
Posada Almayer 11
 10
La hermandad después de un beso
Carla Edith Palacios Morales
Viernes a las ocho p.m, vuelves a casa casi corriendo, ya
está muy oscuro allá afuera, aún no asimilas lo que acaba de
sucederte hace unos momentos. Vas directo a tu cuarto
esquivando las miradas y evitando cualquier pregunta
proveniente de tu padres, te encierras en la habitación por
un rato, mantienes una sonrisa estúpida en tu rostro, no
cabes en la emoción, quieres contarle a alguien lo que
acabas de vivir pero ¿a quién recurrir?
Ni pensar en confesarle a tu papá y a tu madre, no le podrías
contar que tras volver de esa supuesta salida al cine con tus
amigas, por primera vez en la vida, tus labios habían
experimentado el sabor de otros; tienes 15 años y eres la
odiosa adolescente de la casa, tu hermana mayor a sus 19
años tendría mejores cosas en las cuales aprovechar sus
viernes por la noche y no le importaría escucharte, además,
en los últimos años, ustedes dos han vivido sin saber de la
existencia de la otra ¿sabes acaso quiénes son las amigas de
tu hermana? ¿Sabe qué quieres estudiar? ¿Te enteraste que
quisieron asaltarla en la salida de la preparatoria la semana
pasada? ¿Le has contado el motivo por el cual lloras en las
noches? ¿Hace cuánto no cruzan palabras? Ustedes se
detestan, le lanzas una mirada aterradora cuando pasa
frente a tu cuarto, ella omite tener una hermana cuando
platica con otros, no pueden ni sentarse frente a frente
cuando salen a desayunar los domingos y cualquier
mínimo detalle es el pretexto perfecto para desatar una gran
pelea, entonces, ¿por qué está pasando por tu mente el
dirigirte al cuarto de quien parece odiar el día de tu llegada a
la familia?
Acabas de vivir algo impresionante, necesitas quién te
escuche y en realidad estás un poco harta de llevar así la
relación con tu única hermana. Te armas de valor y tocas la
puerta, te reciben unos ojos sorprendidos y una mueca de
desaprobación, el ambiente se siente tenso pero aún así
Posada Almayer 11
pides pasar y hablar con ella. Extrañanamente eres
recibida. Pasan las horas dentro del lugar el cual solías ver
como un lugar prohibido, no puedes creer que llevan tanto
tiempo charlando y te parece increíble el hecho de haber
podido revelarle al monstruo de tu hermana lo que hace un
rato era tú secreto.
Desde ese día descubriste que tu hermana mayor no eran
tan mala como aparentaba, recuperaste a alguien en quien
confiar y encontraste unos oídos atentos, un hombro en el
cual derramar tus lágrimas pero también una mano para
ayudar a levantarte; ella entendió que las cosas entre
ustedes habían cambiado aquella tarde, abrió su corazón
contigo, te reveló secretos y brindó consejos. Gracias a ese
beso, de quien ahora no vale la pena, tu hermana y tú
estrecharon su lazo, conocen absolutamente cada detalle de
sus existencias, ríen a carcajadas y lloran abrazadas,
cuando están lejos la una de la otra sufren sus ausencias y
no sabrían qué hacer si algún día se faltaran. Hoy, tanto ella
como tú pueden gritar que tienen a la mejor hermana del
mundo.
Carla Edith Palacios Morales
Artista visual por la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, con
especialización en la fotografía y el grabado aunque me gusta
experimentar con diversos lenguajes artísticos. Últimamente he
encontrado en la escritura un refugio para liberarme, un medio
para vaciar lo que llevo dentro de mí, una forma de compartir
formas de pensar y modos de ver la vida, una oportunidad para
guardar memorias y crear testimonios. Siempre he tenido interés
y pasión por la conservación de nuestro patrimonio natural y
cultural por lo que busco desde mis trincheras generar
reflexiones y llamar a tomar conciencia sobre las problemáticas
ambientales y sociales que enfrentamos; y he dirigido esto al
trabajo con las comunidades mediante talleres artísticos para
generar repercusiones directas.
 11

Indigencia
Alejandro Gánem

“Y que, con las personas en situación de calle, lo han

pensado, o como todos, simplemente pasan de largo y
los ignoran; estas pocas imágenes intentan,
simplemente, mostrar a esas personas, víctimas, por
qué no decirlo, que durante muchas décadas han sido
expulsadas del mundo, pero no por eso, inexistentes.
Viven día a día entre nosotros, y al visibilizarlos,
también es una forma de reclamo, para que tanto el
mundo exterior como autoridades echen una mirada a
ese mundo interno de los indigentes, para hacer algo
por ellos. A fin de cuentas, forman parte del sistema y
de nuestro país, que cuenta con una de las principales
estadísticas de personas en esta situación.
En estas ocho imágenes, que forman parte de un foto-
documental de más de 300 imágenes de más de tres
años de investigación y convivencia con ellos, intenta
solamente dar una mirada a ese aspecto que solo
pocos, o muchos ven, y a la vez, no quieren mirar.
Pero, reitero, que no por ignorarlos no quiere decir que
no existan”.

Posada Almayer 11
 12

Posada Almayer 11
 13

Posada Almayer 11
 14
Alejandro Gánem. Llegó a la fotografía a través del oficio de
reportero. Estudió fotografía en el Instituto de Capacitación para el
Trabajo y ha continuado aprendiendo de manera autodidacta.
Entre sus exposiciones están: Otros mundos (2018): imágenes de
la vida de personas en situación de calle. Foro: Centro Cultural
Faro de Oriente/ Vitral urbano (2016): estampas de la vida en
grandes ciudades. Foro: Casa de Cultura de San Jerónimo
Chicahualco, Metepec/ Ecléctico (2015), un recorrido por los
intereses visuales del fotógrafo. Foro de la Dirección de Cultura de
San Miguel del Hueso, Metepec/ Momentum (2014), una
recopilación de instantes visuales. Museo del Barro, Metepec/Pata
de perro (2013), reúne instantes que podrían componer la historia
Posada Almayer 11
de un diario de viajes. Foro: Centro de la Imagen Larrañaga.
Fotografías suyas han sido incluidas en revistas como Monolito
(Orizaba, Veracruz) y en la revista Cultura (Metepec, Estado de
México febrero de 2017). En 2018 se hizo acreedor al segundo
lugar del concurso del Instituto Electoral del Estado de México
denominado “Una mirada a la democracia”, premio que ganaría
nuevamente en 2019. Este año 2020 su trabajo fotográfico fue
incluido en el e-book La estrategia del poema, de los compiladores
Armando Salgado y Octavio Gallardo, un trabajo colaborativo
entre México y Chile, que compila poesía y trabajo visual de
artistas latinoamericanos.
 15
La poética del color: Violeta Rivera/ Viocolor
Artista Visual y Poeta, con reconocimiento en Portugal,
Canadá, Italia, México, Alemania, España, Argentina y
Uruguay. A la fecha cuenta con más de 120 exposiciones
plásticas entre individuales y colectivas. En su propuesta
pictórica presenta personajes dramáticos, irreverentes,
confrontadores, situados en acciones que parten y
provocan reflexión y crítica sobre la condición humana y
El fuego suple a la noche, nunca el mar
Posada Almayer 11
su contexto social. En su estética recurre a la moda
internacional, al expresionismo y la cultura pop. De estilo
colorido, contemporáneo, lleno de contrastes y libertad de
trazo, se vale de temas cotidianos vistos desde su poética, a
fin de tocar directamente las emociones del espectador,
mediante una visión integral entre el concepto y su forma.
Peace and love
 16

Yo conmigo de niña

Echer

Iris Van Herper

Amaneceres 5
Posada Almayer 11
 17

Cabalgando tus ideas

Daimonio

Los sentimientos no mienten

Posada Almayer 11
 18

El jardín de los senderos

Tengo a la reina

Posada Almayer 11
 19
Militarización
Carlos Torres Oseguera
A lo lejos se oía un golpeteo de zumbidos que iba
creciendo, se acercaba, intuí se trataban de un helicóptero,
o dos, o tres o más, el zumbido crecía y dominaba el
firmamento con temerosa ansiedad, mi instinto de
fotógrafo me llevó a tomar la cámara y el espectáculo me
arrobó, un gran pájaro de acero era seguido por decenas de
otros que formaban en el aire círculos perfectos.
Donde yo vivía había un gran terreno y ahí, empezaron a
aterrizar las naves y bajar militares de cada equipo,
armando de inmediato vivaques, aquello se convirtió en
cosa de minutos una ciudad de soldados, mi vivienda
quedó rodeada incluso invadida parte de la propiedad.
Pedí a un uniformado me dijera qué pasaba, me ignoró,
eso sí, no eran estrictos como se espera de un pelotón
miliar, uno me dijo que hablara con el comandante, llegó un
joven asumo era un oficial: qué se le ofrece.
¿Cómo que qué se me ofrece, están invadiendo mi
propiedad? Y llegan así como si nada, exigí, el
uniformado mientras revisaba algo que se sugería una
como cocina portátil y se metió bajo el mueble como
mecánico que revisa un auto por parte la inferior, y de allá
me dijo que no estaba autorizado para dar información.
Pues quiero decirle, “amenazo” que además de ciudadano
afectado soy periodista y ya es doble interés de saber qué
pasa. Mi contraparte que ya empujaba hacia arriba el
equipo que lo tenía en el suelo y solo le veía las botas, me
dijo que él no era entonces la persona indicada para dar
información, le habló a un soldado y le dio la orden de
contactarme con otro fulano.
Éste llegó casi de inmediato, era otro tipo joven y se me
figuró que se parecía al anterior, pero aquel seguía abajo
del mueble; el segundo oficial se sentó en la mesa de mi
casa y me dijo que en qué me podía ayudar. Vamos por
Posada Almayer 11
partes, les dije, soy periodista y©quiero
Jesús hacer una entrevista
Baldovinos Romero
de lo que está pasando, mi interlocutor ni se inmutó, ¿qué
quiere saber?
Buscaba mi teléfono celular para grabar la entrevista, le
dije al oficial, nunca supe qué grado ostentaba pues no traía
nada que le identificara, pero asumí que por la edad, menos
de 30 años, debería ser si acaso un teniente o capitán, por lo
que igual no era un mando trascendental ante el
movimiento de tropas y equipos que ahí se presentaba,
pero si tuvo la autoridad para decir que no aceptaba, para
nada, que se grabara la entrevista, y estamos aquí, dijo, para
una campaña de ayuda social en servicio de la comunidad y
ya, no hubo más respuestas, ni preguntas.
Pues entonces qué carajos voy publicar le dije, y otro
elemento que pasaba por ahí dijo que el Ejercito estaba
trabajando para bien de la ciudadanía, quizá haya molestias
para algunos como era mi caso por la invasión, pero son
muchos los que al contrario se beneficiarán. Yo acabé
mosqueado y sin pedir permiso me retiré, pues al fin a al
cabo estaba en mi casa y consideré que con o sin
declaraciones mamonas, el acontecimiento era una nota
trascendente y más por las fotos desde la llegada de los
helicópteros y la instalación del gran campamento.
Intentaba comunicarme a mi periódico para avisar sobre la
nota, pero no conectaba la llamada, para esto me moví
hacia otro lugar asumiendo era cosa de señal, entre los
acantonamientos de soldados pero nada, rumié ¡pinche
teléfono a quioras me fallas! Cuando regresé a casa me
encuentro todo cambiado,-van a ocupar la casa para hacer
una cocina, y van habilitar una vivienda para nosotros aquí,
señaló mi esposa, soldados movían algunos muebles
propios y otro “oficial” me pidió amablemente
compresión y me aseguró que se nos iba a atender en todas
 20
nuestras necesidades, nomás vamos a estar 10 días dijo. De
entrada, aseveró, no trajeron mi computadora, mi teléfono
no tiene señal, y me urge ponerme a trabajar mi oficio de
periodista.
El mando militar alzó la voz para que alguien le oyera,-
Tráiganle al periodista en qué escribir sus notas, y un tropa
llegó con una máquina de escribir portátil de esas que
usaban los estudiantes en la entonces demandada carrera
secretarial del siglo pasado en la clase de taquigrafía. Yo me
quedé viendo a la maquinita como si me hubiesen puesto un
cincel y un martillo y una piedra para hacer la tarea, mi
esposa me pide que no me encabrone, y me sugiere que use
la máquina y tratando de no explotar. Cuestiono al “oficial”
¿y cómo lo voy a enviar, preciso el Internet, de jodido un
fax pero en mi periódico creo que ya no tienen esas madres,
además, ¿no hay ni un escritorio para hacer el trabajo?
Como con varita mágica un soldado apareció con un
escritorio o cosa semejante, era una especie de butaca
escolar ya roída, la base donde pusieron la máquina de
escribir para trabajarla, esta se iba a cada teclazo poco a
poco deslizando hacia abajo, no había poder humano ni
cosa que la detuviera, en eso se escuchó un gran barullo
entre la tropa, ¡se va caer, se va a caer! Se repetían y corrían
dejando un espacio libre ¡no! decían otros, ya está
controlado, pero seguían abriendo espacio y mirando hacia
arriba, yo no veía nada porque donde estaba la que era mi
casa provisional, había un techo, pero no había muro, y se
escuchó el ruido incierto asumo de un helicóptero, pensé en
Posada Almayer #10...
Decálogo para cuentistas en apuros/ 2a. parte
Betuel Bonilla Rojas
6. El aliento vital, el elán que anima la escritura de un cuento, no
se consigue dos veces. La primera escritura aporta la tensión e
intensidad de la historia. Abandonar el cuento en la mitad de su
escritura es correr el riesgo de no poder recuperar lo ya hecho,
algo que no está en la palabra, ni en la técnica, sino en nuestra
particular manera de respirar.
7. No se preocupe si no consigue ser original. Más que la
originalidad, en el cuento interesa el tono personal que logra
imprimir el autor, y eso no siempre tiene que ver con la pureza de
la idea primaria. Boccaccio fue mucho menos original que
García Márquez, y García Márquez lo es menos que Cortázar o
Ribeyro. La historia de la literatura está llena de saqueos que a
veces se disimulan bajo la forma de homenajes. Puede ser que
detrás de un espejo, hallado en la sala de un cuento de Mujica
Láinez, halle el disparador para la creación de su cuento. No tema
descorrer ese espejo para acceder al lugar secreto. Si allí está su
cuento, tómelo y extráigalo. Hágalo suyo mediante su propia
experiencia como ser humano. Mujica Láinez sabrá entenderlo.
Posada Almayer 11
mi cámara fotográfica ¡donde cabrones está mi cámara?
Inquirí a mi esposa y me recordó que traía una de bolsillo,
© Jesús Baldovinos
pues la otra “no sé dónde la dejaste”, Romero
saqué la pequeña
digital de prendido tan lento que cuando abrió, un
gigantesco helicóptero cayó con estrépito de coco de
palmera pero en la posición requerida para aterrizar ante
nosotros pero sin que pasara nada, sin embargo la camarita
no operaba, toma fotos en blanco. ¡Que cabrones está
pasando! Nadie me contestó, caí en cuenta que no tenía
comunicación por teléfono, no tenía computadora, la
cámara no funcionaba y entré en pánico de que hubiese
pasado lo mismo con mí siempre confiable EOS Canon
Rebel, que de entrada ya no sabía en donde quedó: ¿me
están bloqueando? Grité y en eso oí un ruido de una puerta
abriéndose y un ¡Papá ya llegué! Era mi hija que
madrugaba para ir al mercado de compras, y me despertó,
me quedé en la cama con los ojos tremendamente abiertos y
me preguntaba ¿soñé, o llegaron hasta a esto para
bloquearme?
*Carlos Torres Oseguera
Cardenense desde 1984, nativo de Tepalcatepec Michoacán
1960, estudió hasta secundaria y acabó de periodista, de donde
le nace la pasión por escribir cosas más allá de la nota habitual,
el oficio surgió de su pasión por la fotografía que aprendió en
periódico en la Paz BCS, de ahí devino el resto.
8. Lea con igual devoción a los clásicos y a sus contemporáneos.
Poe y Chéjov también la pasaron difícil para llegar a ser los
cuentistas que todos veneramos. A veces en un libro de cuentos
nuevo suele esperarnos alguna joya oculta. Como en el trabajo de
los mineros, el buen lector que debe ser todo escritor rebusca
entre las profundidades de la tierra aquella joya que lo libere de
apuros. Con las uñas aún sangrantes, el descubrimiento de un
buen cuento para leer suele reemplazar en muchas ocasiones la
vergüenza de muchos cuentos mal escritos.
9. Perfilar de manera más o menos definitiva la voz que contará la
historia que tenemos entre manos es la garantía mayor para lograr
un cuento. Cuando el narrador aflora a la superficie, el relato ha
quedado configurado. Muchos cuentos apenas imaginados se
extravían en el laberinto de narradores no definidos de antemano.
10. Siempre que tenga lo que se dice una buena historia entre
manos, piense en la manera más simple de contarla, en cómo le
gustaría a usted mismo oírla o verla escrita. Las complicaciones
forzadas, eso que los franceses llaman tour de force, siempre
terminan mal si no brotan de la exigencia misma de la historia.
Hay tantos experimentos afortunados y desafortunados al
respecto que no vale la pena correr el riesgo de malograr el
cuento por ir detrás de lo imposible. Lea a Chéjov, una y otra vez,
y entenderá la maravilla de la sencillez. Lea “La bromita”, o
“Tristeza”, y verá cómo el ruso se las ingenia para hacer de la
linealidad y el objetivismo una virtud.
 21
Corresponsal de Guerra
Maribel Arreola
La gran noche había llegado. Jennifer estaba frente al
espejo, miro el reflejo inexpresivo de su rostro mientras sus
ojos dejaban ver una profunda tristeza. Comenzó el arreglo
con presteza, pero con desgano.
Desde pequeña había soñado con llegar a ser una
reconocida reportera, y conforme fue creciendo se
convencía más de su vocación. Los años de escuela fueron
largos y poco remunerado su primer trabajo en un pequeño
diario de su ciudad natal, hasta que la suerte le sonrió y la
oportunidad le llegó en una cadena de televisión, quien la
nominó por el mejor documental del año.
Salió a la calle y caminó unas cuadras sumida en sus
pensamientos antes de abordar un taxi y pedir que la
llevaran al evento. A su llegada fue recibida con aplausos y
elogios, sintiendo un inmenso pesar. Era claro que le
costaba trabajo sonreír.
El evento comenzó y Jennifer rememoró la experiencia
que viviera mientras filmara las crueles e inhumanas
imágenes de su cortometraje, sintiéndose envuelta en el
ambiente de fuego y polvo que dejaran las granadas al
destruir todo a su paso. Escuchó el taladrante ruido de los
disparos, recordando a cada una de las personas que
intentaba huir de la muerte, y que en su desesperada carrera
no se detenían ante los terribles lamentos de los heridos. Y
ella estaba ahí, sin poder hacer nada para detener tal
destrucción y muerte.
El momento culminante de su trabajo se presentó cuando,
como testigo mudo, su cámara siguió a una niña, que con
fuerza sujetaba con sus brazos un pequeño bulto; su carrera
mostraba la desesperación por ponerse a salvo, cuando
© Luis Herrera Herrera
Posada Almayer 11
sorpresivamente fue interceptada por un soldado con quien
forcejeó por el bulto, mientras la pequeña se aferra con
mayor fuerza a él. El soldado cansado de no obtener su
objetivo, apuntó su arma a la cabeza de la pequeña, quien
no se inmuta.
En ese momento, con una mirada suplicante la niña miró a
Jennifer, justo antes de que el soldado descargara su odio
sobre la pequeña. Ya muerta, él toma el pequeño bulto, lo
abrió y sacó un trozo de pan que tiró con disgusto, mientras
el cuerpo de la pequeña quedaba inerte sobre un charco de
sangre.
Los aplausos llenaron la sala, anunciando para Jennifer el
primer lugar en cortometraje. Por fin había alcanzado su
meta. Sin embargo, en lugar de sentir la alegría y
satisfacción de los triunfadores, un tremendo dolor la
invadió y lloró con la angustia y el remordimiento de estar
viva.
*Maribel Arreola Rivas
Lugar de origen y residencia: Morelia, Michoacán, México.
Presidenta en Michoacán de la Academia Nacional e
Internacional de Poesía de la SMGE.
Publicaciones: De sueños, amor y deseo (1999); Entre el
silencio y el olvido (2006); El diablo entra a mi habitación
(2009); Fugitiva (2010); Mariposas en la aurora (2011); Morir
amando (2014) y Ritual de la carne en llamas (2018), en versión
bilingüe (ingles/español), Autora y voz del CD de poesía erótica
Indulto (2017). Participación en 41 Antologías de poesía y
narrativa (5 de ellas en lenguas originarias) y en diversos
eventos nacionales e internacionales presenciales y virtuales.
 22

Fantasías, ideales y dudas Te arrullas...

(Endecasílabos sin sinalefa) Alexandra de la Rosa Zapata
Luis Antonio Aranda Gallegos Te arrullas, preciosa,
sentada en la orilla
(Scri Escribano) las olas sujetan tus pies
se enredan.
En mis sueños todo resulta bello,
a lado mío, sobre seda blanca, Aquel marinero
tú, sin secretos; sin misterios, franca; anduvo volteando sábanas de sal
yo, mimando tu bruñido cabello. para deleitarte
y tú, sonriente, amaste la vida.
En fantasía, preso de tu cuello,
enalteciendo montes y barranca; Las palmeras fueron tu abanico,
amándonos, plenos, en Salamanca, solitaria,
idealizando cada resuello. escuchaste el rugido del aire
cerraste los ojos.
Dudo que fogosas quimeras vengan,
tan memorables como la presente, Allá en la costa
y que las pasiones nuestras trasciendan. el mar te llama
el mar te abraza
Ilusión, espejismo de la mente; caminan, atraídos hacia el ocaso.
ensueños que los errores enmiendan,
dimensión desafiando lo congruente. Regresaste al mar,
cuando Dios te saludó
*Luis Antonio Aranda Gallegos (Scri Escribano) nuestras almas se encuentran
Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, el 11 de noviembre en la punta de este atardecer.
de 1968, en medio de una atmósfera social agitada, pero también
un período fúlgido, en el que se consolidó el albedrío y la *Egresada de la Licenciatura en Comunicación por la
igualdad. Hijo de Margarita Gallegos Lozoya y Antonio Aranda Universidad Loyola del Pacífico. Inició en el mundo de la
Ramírez. Entre las antologías en las que ha participado se fotografía con los talleres académicos de su universidad. De
encuentran “Vientos de paz”, “Recorrido poético mexiquense” junio 2017 a abril 2018, realizando su servicio social, colaboró
y “Fraternidad poética”. Es miembro, desde 2018, de la con la Secretaría de Cultura del Estado de Guerrero, capturando
Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Sociedad momentos de decenas de actividades culturales realizadas por
Mexicana de Geografía y Estadística. dicha institución. De julio 2018 a febrero 2020, colaboró con el
medio digital ADN Cultura en la cobertura de diferentes
actividades culturales en el estado de Guerrero.

Pastel atardecer © Alexandra de la Rosa

Posada Almayer 11
 23

Dolores de poetas Hay ausencias

Liz Cano
Letra que sangra, un tintero muere Hay bares sin fiestas
Alma que se quiebra, Hay amaneceres sin sol
Frágil como cristal. Hay pieles sin alma
Hay espacio y pertenencia
Llorar poesías Hay ausencia y soledad
Miserias en agonía Hay silencios con tiempo
Melancolías no comprendidas. Hay amores como tu
Depresiones... Hay amores como yo.

Sueños frustrados Hay amantes solitarios

Escrituras sin sentido. Que llenan vacíos en bares
Que amanecen sin sol
Lector que digiere dolor Que pertenecen al silencio de las ausencias.
Poetas que vomitan palabras,
Frases que asquean,
Como la vida misma.

Llora poeta,
Llora entre letras,
Desgárrate, desvístete
Danos deliciosos poemas,
Que duelan.

Ser poesía que sangra.

Me construyo, me quiebro.

Ser pluma que escribe

Tintero agonizante
Soledad, presente, ausente.

Nostalgia de vivir
Un alma atormentada
Enferma de verdad
Envenenada de sistema.

Suicidarse en la tinta
Escribir,
Otra vez,
Otra maldita vez.
*Lizeth Jazmín Cano Gerardo
Poeta michoacana, egresada de la facultad de Filosofía y tesista
de la misma (UMSNH). Es una apasionada del arte, la lectura y
escritura, por lo que escribe desde las reflexiones que les surgen
acerca de tales temas, sin limitarse a ellos, asimismo es una
autora melancólica cuyas letras duelen. Ha participado en
eventos como Mujeres en la literatura (2018), El corredor
literario (2018) y en los Jueves literarios de La Pulke. Es parte
del colectivo “Los poetas oscuros”. También ha participado en
proyectos enfocados al teatro representado y escrito. Es autora
de La vida y la muerte, publicado en Boletín Filos, y de Orgasmo,
en Metonimia.
Posada Almayer 11
 24
Rosangel Miranda
En constante formación, busca con su entrega, encontrar
una vía de expresión y comunicación. Rosa Mira, nos
comparte:
“Comencé mis estudios en la Escuela Elemental de Música
“Paulita Concepción”, en Ciudad de la Habana, Cuba.
Cursando mi tercer año de carrera, estuve en el Primer
Festival de Oboe que se hizo en Cuba. Después de 5 años
de estar en esa escuela formándome, hice mi pase de nivel,
estudiando 4 años más en el Conservatorio Amadeo Roldán
el Nivel Medio de enseñanza.
Recibí clases de oboístas como Elisabeth Wieland, del trío
Tre Colori, de Alemania, en el marco de la Fiesta de los
Clarinetes, en 2015, y de Kevin Tiboche, oboísta mexicano.
También fui escogida para pertenecer a la Orquesta
Sinfónica del Conservatorio, actuando en lugares como el
Teatro Nacional de Cuba, y en actividades como el Festival
Pedagogía 2014.
Posada Almayer 11
Al graduarme con honores de esta escuela, pasé 2 años de
Servicio Social en la Banda Municipal de Habana del Este,
donde vivo.
Al tercer año, después de 2 de preparación, pude cursar
estudios superiores en el ISA (Instituto Superior de
Música), donde curso el segundo año de carrera
actualmente.
Las agrupaciones en las que he tocado han sido la Orquesta
de Cámara del ISA y la Orquesta del Lyceum Mozartiano.
He recibido clases de Wilhem Wielgus, oboísta principal
de la Orquesta Sinfónica de Washington, ya jubilado, de
Gonzalo Mejía y de Sergio Alberto,oboístas venezolanos
radicados en Ausburgo, Alemania, y mis profesores
actuales son Pedro García y la oboísta Lauren, de la
Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba”.
Pueden disfrutar de su trabajo musical en:
https://youtu.be/ipmK4tnnZhw
De izquierda a derecha: con el director español Ángel Gil,
cuando se montó en el Oratorio San Felipe Neri la "Sonata del
Sur"; con el pianista Christian Douglas en su segundo concierto
en La Habana, aprovechando el aniversario de la emisora
CMBF, y junto a la soprano Charlotta Huldt.
 25

Poesía
Gaba Romualdo
Pata de perro Quiero ser perra, aprender solo así,
quizá, a amar al hombre,
Todos los hombres somos iguales, quiero vernos desde unos ojos de bestia,
los perros también. comprender por fin,
Reniego por ser del hombre, quizá,
entraña de hombre, qué ve en nosotros nuestro amigo,
el perro.
razón de hombre,
ojo de hombre.
Por eso, que me trague la tierra y me escupa en perra
Renuncio, quiero ser perra,
amanecer ladrando,
acicalándome las patas con la lengua. Credo

Creo en el poder de la alegría cuando se contagia por la boca

Quiero sinrazón de perra, y nos rompe las cuerdas a carcajadas.
libertad, Creo en la rabia de la gente buena, porque les nace de algún rincón
desvergüenza, que no sé su nombre y atraviesa todas sus capas,
andar por ahí pasando de largo, espíritu, alma y carne.
peinada por el aire, Creo en la fidelidad de los perros,
improvisando siempre, en la honestidad de los niños y en la indiscreción de los ebrios,
meando banquetas, creo en las ballenas y las monarcas,
dejando mi mierda en la iglesia, en el cauce del río, en la salinidad del mar.
cagarme en la puerta
de todos los sistemas. Yo creo en los ciclos de la luna,
en la puntualidad de la vida y de la muerte,
en los besos de unos labios que han permanecido velando sueños,
Quiero ser perra, creo en la lluvia que moja mi rostro,
creo en el crepúsculo que ilumina mis ojos.
la impotencia para escribir versos,
dominguear a diario, Creo en la intuición y en mi nariz
sin un peso, advirtiéndome la cercanía de un cerro de mentiras,
creo en el hambre que transforma,
en un patio, en las miradas que desmienten bocas,
en una acera cualquiera creo en los vellos erizados,
en el ritmo cardiaco, en las pupilas dilatadas,
dejar esta humanidad que apesta.
creo en la energía de un roce de manos,
en la física y la química.
Quiero ser perra,
Yo creo en los que callan más de lo que hablan,
callejera, en quien espera paciente con sus dedos sobre la llaga,
precisa, lejos de otros besos y de la piedra
sin suspicacia. esperando a que la herida por sí sola seque.
Sed de perra, beber los charcos.
Quiero el hambre que no siempre tengo, Creo
ser parte del mundo a la manera del cielo, Casi en nada.
pertenecer afuera, circular como el viento, Casi en nadie.
ser mía, que nadie me reclame. Desde que por poco se me suicida la Fe.

Posada Almayer 11
 26

Donde el árbol genealógico se detiene

I
No es más molesta una piedra en el zapato
que una astilla alojada bajo el cuero de la mano.

No es lo mismo una piedra

que la ínfima parte de un trozo de madera.

II
Las piedras dentro del zapato, son moscas
insistentes acechando un cadáver y después
a un plato de comida fuera de la vista. Un movimiento y se van.
Son como el aire del ventilador alterando el orden,
perturbando las hojas de una novela,
pero nunca igual a un nudillo de la mano
grávido de una esquirla de palmera.
Y que las contracciones de la dermis
por hacerle salir y que ese dolor punzante de empujarlo
y acomodarte la cosa con los dedos hasta que solita empieza
a emerger. Y luego mirarla con asombro. Y al final el alivio,
y un ardor en la hondonada que te quedó.

III
Cómo parir, lo aprendí del desafortunado parto de mi madre,
que no tuvo idea de lo que sucedería ese día, a ella, la médico,
solo la citó un miércoles veintisiete, y llegó asumiendo que sería
como una extracción de muela o que la cigüeña llegaría conmigo
colgando de su pico, hasta que se vio sobre una camilla,
con las piernas abiertas y a mi padre llorando porque creía que
nos íbamos a morir.

Los niños de antes no escuchaban las conversaciones de los adultos,

los adultos de antes, dejaban que los futuros mayores aprendieran solos.
Los simultáneos a mis padres, a nosotros tampoco nos enseñaron,
solo que mis simultáneos y yo, tuvimos los comerciales de después de
las diez pe eme, la internet, las clases sobre sexualidad y anticonceptivos.
Tuvimos más la calle, donde aprendimos clasificación ce y de en la televisión;
ruda, alcaravea, misiprostol.

Hacerla de comadrona, ayudando a mi cuero a parir una astilla,

también lo aprendí del parto de mi hermana. Sé de memoria su parto.
Igual que el de mi madre. Su criatura venía oblicua. Una enfermera
subió a un banco y de una y un tronido le acomodó al hijo de su erotismo
y entrañas. Para que fácilmente pudiera inundarse de luz la sala.

Parir también me lo enseñó mi regla, desde los trece. Una mañana

en la que grité hacia mis adentros. En silencio. Porque tenía un lamparón
escarlata y renegrido en mis bragas, y un banco de pirañas mordiéndome
por dentro. Para luego confesarle a mi madre. En silencio. En un papelito.
Me vino la regla.

Ella me enseñó así. A guardar algunos silencios.

Porque Ella aprendió así, por eso no la culpo.

Posada Almayer 11
 27

IV
Así sin querer queriendo, aprendí a parir.
Aprender se lo debía a mi madre.
Aunque siempre le seguiré debiendo.
Hubiera querido saber cómo nacer. Para deberle menos.
Lo digo por sus llagas. Mi madre. Cristo con útero,
bañado en sangre sobre una camilla solo para escucharme
llorar por no se cuántos años

Mamá tengo hambre, tengo frío, me duele, me han lastimado.

Ella por amor, por perpetuar la sangre.

No es lo mismo una piedra en el zapato,
que una astilla en la mano,
y desembarazarse de una astilla encajada en la mano,
de un mequetrefe, o con mención honorífica de la escuela,
no es lo mismo que parir un grupo perfecto de células
que después te llamarán mamá.

No es lo mismo deberle a mi madre,

a que alguien me deba por haberle engendrado.
Aunque esta deuda es equivalente.

Aprendí a bien desembarazarme,

de astillas, broncas, vicios y malos amores,
para que pueda despreocuparse por mí,
pero sin sembrar más deudas,
para que se convenza de que si decidí estar sola
es porque así estoy bien acompañada,
aunque haya un niño de diferencia,
entre que alguien o nadie pueda llamarme madre.

*Gaba Romualdo (Gabriela Romualdo Ramirez) ́ . Acapulco,

Gro; 1985. Fotógrafa, Escritora, empleada en el sector privado.
Reside en Tecpan de Galeana, Gro. Sus textos han sido
publicados en las revistas culturales Caracol Azul, Mitote,
Kaleido Revista Literaria y en la revista Intropia, durante parte
del año 2017 y todo el año 2018. Autora de "Cartas a Victoria".
Es fundadora y Directora de Periódico Poético, revista literaria
que inició actividades en Febrero de 2020.

Posada Almayer 11
 28

Bajo un Paraíso
Guadalupe Genaro Guerrero
Don Amador salía a caminar por las tardes, todos los días;
las vueltas al parque eran recomendadas por su doctor. 4
Después de caminar, reposaba varios minutos en una
banca. Tanto fue así, que a varios metros de él siempre
—Abrí más los ojos al ver que llegaban dos ancianos
había parejas bajo el árbol, unos sentados o recargados en
fuertes, casi de setenta años; él se apoyaba con su bastón
la banca, unas parejas eran un poco altas, otras de baja
para sentarse sobre la tierra, se retiraba su sombrero de
estatura, delgados, gorditos, así como morenos o blancos, a
vuelo ancho quedando su cabeza descubierta. Eso ayudaba
ellos no le importa eso, mucho menos la edad.
a recargarse al inmenso arbusto. Tenía poquito pelo blanco,
Don Amador comenzó a organizar en su mente varios
su gran barba blanca representaba de los años treinta, lo
cortos de películas de esas que anunciaban a ganar un
hacía un caballero elegante, en sus ojos reflejaban un brillo
premio. Las parejas: los protagonistas. El lugar era perfecto
de felicidad; ella cubría su cabecita con un pañuelo rojo, de
para una reconciliación con el flash del corazón o iniciarían
sus oídos se balanceaban unas arracadas y en su pecho un
un romance donde no quedaba espacio… en ocasiones.
medallón en forma de corazón, quizás ahí llevaría sus fotos
Alegre, sonrió y pensó:
de jóvenes o sus nombres grabados. Despacio sacaba de la
—Comenzaré a correr la cinta con ellos.
canasta un mantel de cuadros grandes y alegres colores, lo
arrojaba al suelo, él lo tomaba para tenderlo sobre el pasto,
1 después se sentaba en una orilla y comenzaba a sacar los
cubiertos y la vianda con una deliciosa comida, y
finalmente, sacaba una botella para paladear una copa de
Ellos que son unos bebes de diez años, de la escuela se
vino; al terminar de disfrutar su canasta, los dos unieron sus
desviaron hasta llegar aquí, les digo bebés porque intentan
manos para quedar recargados sobre el poderoso árbol. Se
conocer el amor, y como es costumbre, graban sus nombres
quedaron mirando más allá del vallado. El pasado y el
en el grosor del árbol o en la banca, indicando que
momento los mantenía vivos.
regresarán para estrenar sus labios besables; mientras,
— ¡Caray! es un sueño… ella está con Dios —dijo
iniciarán con un baile torpe de pies izquierdos.
tristemente—. Enseguida, retomó nuevamente sus
pensamientos.
2
Pero existía algo muy importante que todos ignoraban y
nunca lo notaron.
—Días atrás un carro se detuvo en la acera, él bajaba para
El gran árbol siempre les aplaudía con sus hojas, al ritmo
abrir la puerta, enseguida se notaba la chispa de felicidad.
del viento; hacia todo lo posible para tenerlos bajo sus alas
Eso indica que están celebrando su aniversario. Él
protegiéndolos del sol. A cada uno siempre les traía su
susurraba coqueto su amor al oído. Reafirmaba que en su
mejor orquesta el canario, el ruiseñor, ellos, ellos
parcela estaba el mejor viñedo.
acariciaban sus almas con sus cantares. En ocasiones el
pelo de la mujer era adornado por una mariposa de
primoroso color, mientras otras volaban a su alrededor. Por
3 instante sus labios eran movimientos de grandes olas. La
tarde iba decayendo entre carcajadas cortadas y las flores
se movían sin cesar, más, se enamoraban al exhalar su
—Como es costumbre, las hojas de los árboles caen y duele
aroma; el árbol y la banca, guardarían todos los secretos
ver. Duele porque ya no regresan. Cada uno llegaba por
bajo la alfombra verde de sus pies. Un lugar llamado bajo
diferente calleja, y uno de ellos para dar la noticia del adiós
un paraíso… los enamorados.
y perdón por el tiempo. Eso era una llovizna helada, una
herida a los sentimientos. No habiendo solución aceptaban
el adiós y daban pasos hacia adelante. Era mejor una
*Guadalupe Genaro Guerrero González
libertad que vivir entre las llamas de celos.
Nacido al sur de Tamaulipas, México (Tierra de
Janambres). Escritor Independiente, autor de “La
Entrevista: Una Conexión Con Los Desafíos Personales”,
2017; de la novela “Ojos de Cielo”, 2018. Ha publicado
cuento en las revistas de literatura y arte Monolito y
Posada Almayer (2020).

Posada Almayer 11
 29
e7
Memorias de lodo y arácnidos durante la Pandemia
Yesenia Pimentel Vázquez
Un alacrán azul recorría la pantorrilla de Gerardo, la piquete. Después solo quedaba el área entumecida por días
escasez de pelo y lo sombreado de su color moreno lo y la sensación de tener cabellos en la garganta cada vez que
hacían brillar; su cola enroscada parecía de un azul marino tragaba.
como el del mar de la playa de La Ropa a principios de En aparente olvido, de pronto su infancia y la casa de tierra
octubre. donde creció volvieron de golpe, así con el aguijonazo
Por algún extraño instinto, Gerardo decidió dormir tarde, llego el recuerdo: una tormenta a principios de los años
debía revisar trabajos que estuvo recibiendo durante el día ochenta, él era un niño muy pequeño aún, la lluvia ya tenía
del grupo de alumnos de Preparatoria. Trabajar en línea no dos días, sin luz eléctrica y en esa segunda noche en medio
terminaba de convencerle. Prefería tener a los muchachos de lo más intenso de la tormenta, un alacrán amarillo lo picó
de frente cuando trataban de tomarle el pelo. Hacerlos en un pie. Nadie durmió esa noche, su madre lo tuvo en
interesarse en Literatura era todo un reto, cuando las redes brazos tratando de mantenerlo despierto. Sus hermanas con
sociales eran telas tejidas por arañas expertas en atrapar miedo a que el veneno del alacrán llegara al corazón del
cerebros, pero era un reto que le gustaba. pequeño las tenía en suspenso. Su padre no estaba en casa.
Había que hablarles de héroes y heroínas como Rosario La lluvia seguía y a la luz de los candiles de petróleo
Castellanos, García Lorca, Sor Juana, Revueltas, Nellie pudieron ver como una de las paredes de la casa de pronto
Campobello, Rulfo, para librarlos de morir atrapados. Ya empezaba a derrumbarse. Quedaron en solo tres paredes,
los podía imaginar pegados de las computadoras, tabletas y sentían la brisa del agua llegar hasta sus cuerpos
celulares copiando los trabajos sin entender. acurrucados todos a su madre.
En fin, que no le gustaba imaginar todo eso, quería verlos a Amaneció, el niño había superado el veneno, la lluvia paró
la cara y hacerlos recitar algún poema, representar una y la imagen de la pared desmoronándose en lodo quedaría
obra, desmenuzar un libro. Solo así, viéndoles la expresión grabada para toda la vida en los tres hermanos.
en los ojos y escuchando sus palabras podría decidir la
calificación. Pero la pandemia se estaba prolongando más Pajoso*: estiércol de burros, caballos y todos los equinos.
de la cuenta, y las vacunas parecían una ilusión a la oferta
del mejor postor. Septiembre de 2020/ Luna creciente en Sagitario
Tan inmerso estaba que no movía las pantorrillas bajo la Yesenia Pimentel Vazquez
mesa, solo los dedos de las manos subían y bajaban las
flechas del teclado. De pronto sintió un cosquilleo ligero y
vio la ventana abierta, los mosquitos seguramente habían
estado teniendo un festín con sus pies. Por instinto sacudió
las piernas y fue entonces que sintió la brasa en contacto
con su piel.
De niño muchas veces lo picaron escorpiones, amarillos y
negros, chicos y grandes. El dolor siempre era el mismo,
intenso y lento. Un fuego que recorría un camino largo,
desde el lugar del piquete hasta llegar al corazón. Su mamá
le decía que entre más lejos del corazón fuera el piquete,
más oportunidad había de salvar a la persona. Pues el fuego
va quemando despacio y puede tomar horas en llegar hasta
arriba.
Los remedios caseros abundaban, pero los efectivos eran
siempre los mismos: Té de chaya con guaco, Pajoso* de
burro impregnado de alcohol directo en el piquete y no
dormir, muy importante no dormir. Podías dormir y no
despertar jamás. Ese miedo lo invadía cuando los ataques *Yesenia Pimentel Vazquez
ocurrían en la noche, pues era muy difícil permanecer Le gusta la escritura libre, esta estampa es una de las que forman
despierto. A veces dormitaba y soñaba que estaba en el una colección que intenta convertirse en una historia larga. Ha
cielo. Pero los remedios siempre funcionaron y así como la participado en Talleres de literatura y aporto algunas historias
brasa ardiente había logrado subir a veces hasta el hombro, para el libro Voces sin Fronteras de la Editorial Canadiense
así tal cual se regresaba, lento y doloroso hasta el lugar del Alondras.
Posada Almayer 11
 30
La extinción de los dinosaurios
Pedro Rivera-Benito
Diego llegó a su edificio. Como todos los días, subió de dos
en dos las escaleras, algunas veces intentaba subirlas de
tres, pero, a pesar de medir 1.75, sus piernas largas no
tenían la suficiente elasticidad.
En el trayecto se encontró a dos de sus amigos sentados en
el pasillo.
—¡Qué onda, bro! ¿Ya listo?... no vaya a caer el meteorito
antes de tiempo — le dijo uno de ellos mientras chocaban
sus puños.
—No, bro. Como algo y subo con la banda.
—Antes de que suene la alarma del fin del mundo.
—¡Ya'stás!
Caminó unos metros más y entró a su casa. Vivía en un
tercer nivel de cinco. Su departamento era el ocho de los
quince que estaban en ese piso, justo en medio del edificio.
Abrió la puerta. Su schanuzer salpimentado lo esperaba
impaciente. Mientras lo acariciaba, dejó su mochila en el
piso y se acostó boca arriba en la sala con Lucka en su
estómago. Checó su teléfono, leyó el mensaje de su papá
avisándole que no llegaría a comer. Hizo una mueca de
desagrado mientras tiraba suavemente de las orejas de su
mascota.
—No sé quién de los dos lleva más vida de perro — le dijo a
Luca.
Fue a su cuarto, se quitó su uniforme del bachillerato
Posada Almayer 11
quedándose solamente en bóxer. A pesar de que caminaba
jorobándose, tenía mucho éxito con las chicas. La suma de
su cuerpo escuálido, su piel morena clara, sus labios
delgados, y esa sonrisa que parecía que nunca desaparecía,
aunado con su fijación por los cosplays y su buen humor,
hacía que nunca estuviera solo.
Cuando se enteró de que caería un meteorito, les propuso a
sus amigos del edificio disfrazarse de dinosaurios para
recibirlo.
Del closet sacó el disfraz que había comprado por internet
y se lo puso. Su cuerpo era perfecto para usar el traje de
Spiderman, pero como T-Rex le faltaba demasiado. Se
sentía como una lagartija gigante, como un brontosaurio
sin gracia. Le reconfortaba saber que todos habían
comprado en la misma tienda, así que se verían iguales,
excepto Nacho: él sí estaba gordo y tenía cara de T-Rex.
Se vio en el espejo e hizo gestos de dinosaurios. Sonó el
teléfono. Era su padre.
—Bueno… Sí, aquí estoy… Sí, ya comí… Voy a ir un rato
a la azotea con la banda. Hoy cae el meteorito y nos vamos
a extinguir de nuevo… No sé… Sí, yo te aviso… ¿Vas a
llegar tarde?... Ok… Sí, yo también.
Se sentó en el piso, se recargó en la cama y le habló por
teléfono a su hermano.
—¡Qué onda, menso! ¿Cómo estás?... Sí, hoy cae el
meteorito, me hubiera gustado que estuvieras acá. ¡Hasta
 31
le compré un disfraz a Lucka!… Te mando fotos… No sé
cuándo vaya, no tengo ganas de ir, o sea, sí, solo por verte,
pero no tengo ganas de ir. Dile a tu mamá que te deje
venir… No es mi mamá. Ya te dije que, así como ella
decidió dejarme, yo decidí quedarme sin madre. No quiso
llevarse a Lucka a pesar de que ella me lo había regalado y
yo no quería dejarlo… ¡No, menso, tú no!, tú siempre serás
mi hermanito, bueno, ya ni tan hermanito, ya te han de estar
saliendo pelos, jajaja… Te extraño, menso… Te mando
fotos… ¡Ya'stás!
Botó el teléfono en la cama y suspiró.
“Ojalá el meteorito caiga en su cabeza y la aplaste”, pensó
Diego, a sabiendas de que eso era imposible.
Sacó el disfraz de Lucka y se lo puso. El perro
pacientemente se echó boca arriba, de alguna forma sabía
que le tocaba paseo.
—Raios, ¿por dónde vas a orinar? —hablaba con el
perro—, pues ni pedo, cuando venga el meteorito no vamos
a tener tiempo ni de correr. ¡No mames!, ¿y si te cae en la
cabeza a ti?... ¡oh, no!, ¡pobre Lucka, su cuerpo quedará
esparcido por todo el fraccionamiento, y Diego va a tener
que juntar sus partes para reconstruirlo y te convertirás en
Luckenstein! —dijo mientras lo abrazaba y lo oprimía
contra su pecho—. No es cierto Lucka, no te vas a morir,
bueno sí, pero nos vamos a morir todos al mismo tiempo.
Lo soltó y el perro se revolcó en la cama en señal de que no
aguantaba el disfraz mientras trataba de meterse debajo de
las almohadas.
Le llegó un mensaje, era Monse. Lo leyó, pero no le
contestó. Las palomitas grises no lo delatarían, además de
que nunca mostraba su hora de conexión.
“Si mando un mensaje y me dejan en visto, me siento de la
chingada. Pero si salen las palomitas grises me quedaré con
la idea de que no leyó mi mensaje, aunque no sé si es peor
quedarse con la duda”, pensaba ahogándose en su propia
filosofía.
Hizo a un lado a Lucka y se acostó en la cama. Pensaba en
Monse, en sus senos desapercibidos. Jamás se debería de
enterar que fantaseaba con ella, que todas las noches, antes
de dormir, se desnudaba y se tocaba pensando en ella. Pero
eso solo era al principio. Antes de estar completamente
erecto ya estaba pensando en Lucía, su vecina de 19 años
con la que a veces compartía el transporte público a la
escuela y con la que platicaba largas horas sentados en las
escaleras del edificio.
—Cuando cumplas 16, te voy a dar un gran regalo —le dijo
en voz baja mientras su nariz le rozaba el oído y su pelo le
electrizaba el cuello.
Y a partir de entonces, todas las noches y mañanas, se
disfrutaba pensando en ella. Eran los únicos senos que
había tenido en sus manos, en sus labios, y aunque solo fue
Posada Almayer 11
una vez y sin llegar a más, podía recordar a la perfección su
olor, su textura, la suavidad del pezón. Podía recordarse en
medio de esas montañas.
—Vas a tener muy buena técnica —dijo ella entre risas,
pero solo dejó que se deleitará con sus labios y sus senos—.
Si algún día suena la alarma del fin del mundo, pasaremos a
la siguiente fase —le prometió.
Bajó a Lucka, cerró los ojos y se acomodó en su cama
individual. Nunca se había tocado con un disfraz de
dinosaurio, le dio risa. Con el de Spiderman fue más
sencillo, ¿pero con el de T-Rex? Además, sus garras eran
tan pequeñas que ni siquiera se podían tocar, lo bueno que
no era su caso, y sus grandes manos empezaron a hurgar
debajo del disfraz.
Era como un ritual: ponerse cómodo, pensar en Monse y
luego en Lucía, aunque al final terminaba pensando en un
compañero de su clase de natación, cuando lo veía en las
regaderas, y sin saber por qué, también fantaseaba con él.
En el frenesí, llegaba a confundir las imágenes de Lucía y
su amigo, por eso, le dedicaba tiempo a cada uno. Cuando
ocupaba su mano derecha pensaba en ella, en lo real, en lo
que había sentido. Cuando ocupaba la izquierda, pensaba
en lo que pudiera pasar con él. El tiempo para cada uno lo
determinaba su cansancio y excitación y no le importaba en
quien estaba pensando cuando explotaba.
"¡T-Rex estar contento!", pensaba.
"¡T-Rex ser amo y señor!". Se disfrutaba.
"¡T-Rex querer copular!, ¡T-Rex querer conocer
brontosaurio de cuello largo!, ¡T-Rex dominar mundo!, ¡T-
Rex explotar!"
Sus músculos se contrajeron, arqueó la espalda, sus ojos se
quedaron fijos en el techo y lanzó un suspiro ahogado.
“¡Raios, ya manché las escamas!”, pensó mientras se
carcajeaba.
Suspiró con más calma, se limpió con el mismo traje y vio
su teléfono.
—Vámonos Lucka, no quiero estar solo cuando caiga el
meteorito.
Se lavó las manos, se acomodó el disfraz y le puso la
cadena a Lucka. Cuando abrió la puerta, Lucía estaba
afuera, recargada en el barandal.
—En cualquier momento va a sonar la alarma del fin del
mundo —dijo mientras jugaba con su cabello.
Llevaba una sudadera verde que le recordó el color de los
dinosaurios. Los pezones se le marcaban a través de la tela
y supo que no llevaba nada abajo. Era cuestión de bajar el
cierre y y esas montañas serían suyas otra vez.
—Mi papá no está —dijo Diego mientras pasaba saliva por
la garganta.
 32
Soltó la cadena y Lucka salió del departamento.
—¡Raios!, se va a perder —dijo preocupado, pero Lucía ya
había entrado y cerrado la puerta.
Lo tomó de la mano, lo llevó al sillón, se subió sobre Diego
y lo empezó a besar. Frotaba sus pechos contra su cuerpo,
Diego entendió que era momento de bajar el cierre y los
pechos salieron como si tuvieran un resorte.
—Hoy andas un poco tímido —dijo Lucía, y se olvidó de
los labios para centrarse en la parte baja del cuerpo.
Diego estaba pasmado, a pesar de que lo estaban
estimulando, su cuerpo no reaccionaba. Cerró los ojos,
pensó en Monse y en su amigo de natación. Era más fácil
cuando lo hacía a solas.
“¡T-Rex querer coger!, ¡T-Rex no querer ser virgen!, ¡T-
Rex, querer conocer cuello de brontosaurio!”, pensaba
mientras cerraba los ojos, apretaba los labios y estiraba sus
piernas, pero su dinosaurio no respondía.
—Alguien tuvo actividad hace poco —sentenció Lucía con
una sonrisa cuando vio manchado el disfraz—. ¿Cuántas
veces lo haces? —preguntó riéndose coquetamente.
Posada Almayer 11
—En las mañanas… y en las noches… y hace un rato
—dijo ahogando las últimas palabras.
—¿Piensas en mí cuando lo haces? —preguntó mientras lo
seguía frotando sin obtener respuesta.
—No… Sí —contestó Diego y sintió como su cara se ponía
caliente.
—Me gustas, yo también pienso en ti antes de dormir.
Era inútil, por más que evocaba las imágenes de siempre,
no conseguía que su cuerpo reaccionara.
—¿Entonces, hoy no habrá dinosauritos? —preguntó un
poco desilusionada
—Creo que se acaban de extinguir.
*Pedro Rivera-Benito
Nació en San Agustín Etla, Oaxaca, en la generación del 76.
Comenzó a escribir en el grupo de Malicia Literaria en el cual,
junto con sus compañeros, sacaron una antología del mismo
nombre.
Actualmente colabora con el Colectivo Cuenteros con quienes se
presentó en la FILO en el 2019 presentando una colección de
once librillos artesanales. También ha publicado algunos
cuentos en el periódico Noticias de la ciudad de Oaxaca. En sus
ratos libres le gusta promover la lectura y escritura con niños y
adolescentes.
Amante de los perros y de los ríos.
 33

De caducidades
Luisa Albarrán
Palabras del día Un par de veces

Corre el fuego Arrastré mis piezas

por los poros de mi carne. hasta que perdí los ojos.

La noche es brasa, hollín, Apagué el incendio,

catástrofe que se anuncia cambié de número de celular,
con el aullido del perro. cerré las redes sociales.

La ciudad huele carne muerta. Busqué otra manera de ser cualquiera,

de caminar amarga por la ciudad.
Nada se quema.
Ahogué lo que sentía.
Camino por la cloaca del autoengaño
me duelen los pies Quise regresar a ti un par de veces.
y las palabras que siempre dijo. Lo juro.

No hay nadie. Pero llegó él.

El silencio reposa
en el encantamiento
de la penumbra.

No vendrá.

La alevosía devora mi fe
tritura mi sangre.
La cumbre del mañana agoniza
con el silbato del tren de las tres.

Busco mi sombra
en el reflejo del espejo.
La mente abre laberintos
y el aullido del perro arrancan
las palabras del día.

Posada Almayer 11
 34
El deseo tiene fecha de caducidad
Hace tiempo que vengo renunciando a la desnudez de la
carne; a sentir mariposas en el estómago. No tengo
necesidad, ni necedad, de alimentar esperanzas. Pero,
Artemio, dime tú: --¿Cómo se le ocurrió? ¿Quién le dio
valor para pedirme ante el gremio ser su novia?
Pensé que era un chiste, una broma del día de los inocentes.
Pero cuando vi que era cierto; salí corriendo. Nunca pensé
que sería capaz de esperarme a la salida con sus inocentes
pretensiones. No sé de dónde sacó la idea de ayudarme con
la bolsa y de paso con los gastos de la casa y la educación de
la niña.
–¿A quién se le ocurre? ¿A quién? –. No quise decirte nada.
Eso pasó hace tiempo; fue un evento que tuvo relevancia en
mí. Renuncié al trabajo.
–¡Te juro! – Jamás le sostuve la mano de más ni le sonreí,
ninguna señal le dio mi cuerpo. –¡Estoy segura!
En ese tiempo no andaba en busca de peligro ni que el calor
de algún hombre se instalará en mi cama y menos el de
Artemio.
Bien sabes que no soy de las mujeres que les gusta
enredarse ni dar esperanzas donde no hay nada.
Ya no tengo edad para jugar a la muchacha enamorada, ni
Posada Almayer 11
andar en la Alameda de manita. Tampoco estaba dispuesta
a que él se entretuviera en ser el papá de mi niña.
Quizá no exista nada que pueda resucitarme.
-–¿Tengo cuerpo? ¿Vivo? ¿Coqueteo?
Perdí la fe en los enamoramientos. No tengo los pies en la
tierra, me da lo mismo viajar en un audi o en la línea verde
del metro.
–¡Sí! Traigo una viudez prematura, adquirida hace tiempo.
Luisa Albarrán
Toluca, Estado de México. Poeta en vías de subdesarrollo.
Fundadora del colectivo “La Esquina del Cronopio”
(2007), ex editora de la sección artístico cultural “Somos
Artistas Nice” en el Sol de Toluca (2007). Tiene
publicaciones en la revista de Literatura y humanidades
Molino de Letras (Texcoco, Estado de México); en Extática
Muestra de Poesía Femenina de la Editorial Salto Mortal
(Guadalajara, México) y en Semilla Luna revista literaria
del Estado de México. Colaboradora de la página
electrónica Quórum con la columna “Aquelarre Boreal”.
Ha publicado en la Comuna Girondo “Para enamorar a
un hombre cualquiera” y “Demonio Azul”. Actualmente
colabora semanalmente el Poder Edomex con la columna
“Aquelarre”.
Posada Almayer
Zihuatanejo, Guerrero
Diplomado de Creación Literaria
Taller de Creación Literaria Babel