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A voces contamos

Alumnos Universidad Autónoma de Querétaro. Unidad Amazcala. Verano 2016.


Ilustraciones:
Frida Nailea Farías Vega
Isabel Itziri Chávez Márquez
Jorge Adrián Leyva Muñoz
América Roselyn González Arévalo
Citlali González Mancilla
Octavio Favela Sánchez

Portada:Emmanuel Rojas Díaz

Alumnos de la
Preparatoria General Lázaro Cárdenas
ubicada en Las Guacamayas,
municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Ilustraciones basadas en poemas de William Blake.
Asignatura Literatura Universal: Jesús Baldovinos Romero
Invierno 2017

Talleristas Creación Literaria


Universidad Autonoma de Querétaro Unidad Amazcala:
Trinidad Jiménez Chino y Jesús Baldovinos Romero
Promotor Cultural Maurick Illich
Verano 2016
PRESENTACIÓN
En la actualidad, embarcarse en la travesía de la Creación Literaria, trae consigo muchas aristas. Sin duda, la palabra
escrita es un navío que atraviesa los océanos de la imaginación y el pensamiento, buscando llegar a buen puerto,
tratando de encontrar un lector, el cual, decida unirse a la tripulación de este barco y emprenda el hermoso viaje
denominado lectura.
“A voces contamos” es un trabajo de Creación Literaria en donde los alumnos del Campus Amazcala, de la
Universidad Autónoma de Querétaro, nos llevan en un periplo de historias y desarrollan su capacidad literaria,
poniendo en práctica diferentes técnicas como son: La experimentación en la creación de Diálogos y personajes. De
igual manera, incursionan en la narrativa, rescatando algo tan importante como lo es la tradición oral, transmitida de
generación en generación y con el método más antiguo, a saber: De boca en boca. Finalmente, incursionan en la
escritura de historias de terror, permitiéndonos conocer y entrar en lo más profundo de sus Pesadillas. Los textos,
además de su paisaje propio de imágenes, aparecen ilustrados mágicamente con pinturas elaborados por los alumnos
de la Preparatoria General Lázaro Cárdenas de las Guacamayas, los cuales echan a volar también nuestra imaginación.
Este trabajo de Creación Literaria denominado “A voces contamos”, es el resultado final del esfuerzo y trabajo en
colectivo de los alumnos asistentes al Taller de Creación Literaria, así como de los profesores Jesús Baldovinos
Romero y Trinidad Jiménez Chino, quienes, en el verano del año 2016, trabajaron en impartir dicho taller dentro de las
instalaciones del Campus Amazcala, de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Sin más preámbulos, dejamos a usted amigo lector, se embarque con nosotros y disfrute el interminable y maravilloso
viaje de la lectura.

¡Buen viaje!

Maurick Ilich
Día Logos
El cazado
Saúl Novoa Ruíz
- ¿Casados? Pero si yo soy muy joven para
En el tiempo de caza, los animales del bosque hacían casarme… bla, bla, bla, bla, bla, bla…
guardia. En este bosque, el “Bosque de los Por tardar mucho en buscar explicaciones, cazaron al
helechos”, vivía una tortuga que tenía años zorrillo Bernad. La tortuga Ingrid solo se metió en su
sobreviviendo sin construir ninguna guarida. caparazón y se enterró, y como todo año, siguió con
También, recientemente, se acababa de mudar un vida.
zorrillo. Al ser su primer año, no sabía porque todo
mundo construía trincheras y guaridas. Al preguntar,
nadie le contestaba, solo se volvían a esconder.
El zorrillo lBernad encontró a una tortuga, vieja y
lenta, llamada Ingrid. Corrió a saludarla:
-Disculpe mi joven dama podría usted darme un
minuto de su hermosa atención
-Aaaaaaaah… ¿Quién? ¿Yo?
-Sí usted, o ¿acaso ve a alguien más hermosa y joven
por aquí?
-Sí, claro, pues dígame pues, pa que es bueno una -
dijo, mostrando su caries-.
-Tengo una duda: ¿Porque todo mundo se esconde de
mí? ¿Acaso no les gusta mi fragancia?
-No. Mire joven, lo que pasa por aquí, es que los
cazadores están cerca por la temporada de los
cazados.
Casi, casi…
Manuel Alejandro Rodríguez Molina

Un día soleado iba volando un pajarito, Sergio.


Provenía de la Ciudad de México. Estaba perdido y
no sabía qué hacer. Entonces encontró una pajarita
nativa del lugar. Sergio le saludó muy respetuoso y a
su vez le preguntó su nombre.
-Carolina, le respondió la pajarita.
-Mucho gusto Carolina, soy Sergio. ¿Sabes de algún
lugar donde me pueda quedar?
-¡Sí! Puedes quedarte en mi casa. Eres bienvenido.
Ya en casa de Carolina, Sergio le empezó a contar de
donde venía, por qué razón llegó a este lugar. Las
preguntas y respuestas eran cada vez más
personales: gustos musicales, gustos de comida, etc.
Hasta que llegaron a las de si tenía pareja. Sergio se
sonrojó y dijo que no y la otra que si ¿Pensaba
quedarse mucho tiempo? Sí, tenía muchos planes
por hacer. Poco a poco se dieron cuenta que tenían
muchas cosas en común y empezaron a percibir un
sentimiento raro y mutuo. Se enamoraron, se
casaron, tuvieron tres polluelos y vivieron felices,
bueno casi felices pues tenían que pagar luz, agua y
la colegiatura de los polluelos.
De pesadilla
Caída libre
Morel Luna Morales

Juan Luis cerró los ojos. En ese momento se


encaminó por un sendero iluminado a media luz,
estrecho, no se veía nada. Su respiración disminuyó,
sentía calor, el sendero comenzó a enrojecer. Se abrió
un boquete en el suelo. Juan Luis comenzó a caer
sintiendo el vértigo en su estómago. Cientos de
metros, kilómetros enteros, acelerando
progresivamente, casi descarnando su rostro, hasta
que por fin topó con la suave superficie de su cama.
Habían pasado cincuenta y ocho segundos.
Despertó.

¿Game over?
Rosario Villegas

Rosario dormía en su recámara, cuando escuchó dentro de la casa balazos y gritos. Corrió lo más rápido que pudo al
closet para mantenerse a salvo pero, se encontró con serpientes saliendo por la pared. Corrió a buscar a su mamá y las
víboras iba tras de ella. Un poco después se “despertó” pero no era así, seguía en el sueño. Ahora Rosario se hacía
pequeña, mucho más pequeña de lo normal. La perseguían pelotas con las caras de víboras. Rosario se dio cuenta que
estaba dentro de un juego.
¡Qué viaje!
Alejandro Rojas
Una noche Alejandra tenía una cita. Andaba muy lejos de su casa, así que subió a un autobús para llegar pronto a su cita.
Se le hizo muy raro que, al subir al autobús, el que manejaba abrió la puerta de atrás y no la de adelante. Subió y vio que
toda la gente iba aterrada y al bajar, bajaban muy rápido. Todavía sin entender, llegó a su destino y empezó a cerrarse el
cielo. Tocó el timbre para que el autobús parara. No lo hizo. Volvió para ver al conductor pero no había nada. Sintió que
la empujaban y bajó del autobús. Sin piernas, se las habían cortado.

No le tientes la cola al diablo…


Eyiceth Valentina

María caminaba por el lugar obscuro que


acostumbraba para llegar a su escuela. Siempre
temerosa de que le pasara algo, un día se encuentra a
dos hombres de caras enfermas.
Apresurada piensa que le van a robar:
-Llévense todo lo que quieran.
-No venimos por tu dinero-le responden.
En ese momento ella despierta, piensa que tiene que
enfrentar sus miedos y regresa al sueño. Sin
embargo, los hombres la tienen atada. Comienzan a
recorrer su cuerpo violentamente.
María despierta agitada. No piensa dormir más.
Ultimo intento
Ana Laura Paulín Ibarra

Laura mira que al final de una curva muy cerrada hay un auto volcado. Escurre sangre. Ve dentro y es ella que está
pidiendo ayuda. Nadie se detiene a ayudarla. Hace un último intento por gritar. También a ella todo se le oscurece.
De boca en boca

Bautizo
María Guadalupe Gracia González

Cada vez que nace un bebé, no debe tardar mucho tiempo en bautizarse y comer sal, porque en el tiempo que tardes, una
bruja tratará de dormirte y de robar a ese bebé para llevárselo y comérselo.
Las cosas con las que te puedes dar cuenta de que está acechando son que los animales como perros y gatos estarán muy
alterados, y que, aunque estés bien descasado tendrás sueño. Como ahorita.
El Chan
Amazcala era un lugar abundante en agua, hay un
lugar que era conocido como la alberca (actualmente
el kínder). De este lugar era de donde emanaba agua.
La abundancia de agua se debía a un ser llamado “El
Chan”. Algunos dicen que “El Chan” era como una
serpiente de muchos colores*.
Cuentan que un día, habitantes de la comunidad volviera, decidieron llevar mariachi al lugar donde
vecina de Atongo, pidieron que les prestaran “El vivía (La Hacienda). Después del tiempo que le
Chan”; el pueblo de Amazcala accedió, “El Chan” llevaban mariachi a la alberca, volvió a brotar el agua
fue llevado con música, con la promesa de que lo del manantial y las personas felices por el regreso,
devolverían, pero eso nunca pasó. celebraron juntos. “El Chan” contento por ver la
El agua que emanaba en Amazcala poco a poco fue convivencia del pueblo, hizo brotar aún más agua.
disminuyendo hasta secarse, y con ello las grandes
huertas, los altos árboles. Hasta que finalmente todo Ana María Arteaga Resendiz, replica lo contado por
se secó. su abuela Lucía Rodríguez.
Rosario Villegas Bárcenas.
Otra versión afirma que: Brenda Rangel Ferruzca, replica lo contado por su
Las personas que iban por agua del manantial, abuelo Rufino Ferruzca Carpintero.
comenzaron a pelear. El Chan se entristeció y Manuel Alejandro Rodríguez Molina, replica lo
decidió irse a otro lugar. Cuando las personas se contado por su abuela Sofía Cabrera Uribe.
dieron cuenta que el manantial se estaba secando por
la ida del Chan, se arrepintieron por haber sido *NE Otros dicen que es un gusano de colores, otro que un
egoístas. Para pedir disculpas y hacer que “El Chan” lagarto.
Nahual El Nahual
Ana Mayte Villegas González Paola Ramírez Uribe (contado por Antonio Ramírez)

En mi comunidad, Atongo, existe la historia de un En el pueblo de Coyotillos, en las noches -no todas las
nahual. noches- sale un anciano que se convierte en distintos
Cuentan que hace algún tiempo llegaron unas animales, pero más en un perro grande ¡grandísimo!
personas que venían de visita de Estados Unidos, Si te ve, igual te conviertes en un nahual. Ya lleva
llegaron a la casa de sus familiares en mi comunidad muchos años viviendo y no ha muerto. O
alrededor de las tres de la mañana y comenzaron a simplemente lo veías y no te pasaba nada.
descargar sus camionetas, cuando de pronto vieron
un animal enorme y muy extraño, volando sobre esa
casa. Uno de los hombres que portaba un arma le
disparó y el animal se alejó herido.
Al día siguiente ellos seguían asustados, pero
siguieron el curso normal de su vida. Organizaron
una fiesta por su visita y, además, porque era Año
Nuevo. Cuando se encontraban celebrando, se
acercó un señor de avanzada edad que es habitante de
esa comunidad, usando un bordón y herido de una
pierna, les dijo con voz burlona: Les faltó puntería. Y
se fue muy tranquilo
Caballero
Alexandra Servín Olvera, contado por su papá,
Adrián.

En mi comunidad un relato muy común que me


conto mi papá, es el de una persona que actualmente
vive en mi comunidad…
Mi papá me conto, que era
Un chico como de 20 años que se llamaba Miguel
tenía una novia en la comunidad de Atongo (a un
lado de mi comunidad San Miguel Amazcala). Para
ir a verla tenía que atravesar un cerro y un río,
completamente deshabitado esos lugares. Pasaba
comúnmente por el río. Desde antes en ese río decían
que espantaban mucho o que salía como un charro en
un caballo, que él lo llegó a ver algunas veces…
Dicen que un día cuando ese joven iba en camino a
ver a su novia, le salió el diablo y “se le metió”.
Desde entonces sale por la madrugada, corretea a las
personas, y cuando pasa por las calles los perros le
ladran y grita súper feo, emite sonidos muy raros.
Otros dicen que simplemente se volvió loco.
El ahijado de la muerte
Dulce Maria León Pineda
Contado por su abuela Basilia Lugo, de Amazcala.

Existió en una localidad una pareja que eran pobres,


tan pobres que no tenían nada qué comer. Un día la
pareja se enteró de que serían papás y se llenaron de
felicidad.
El día del nacimiento del niño fue inolvidable. Al
buscar quién apadrinaría a su bebé, se encontraron
con una dama que se veía muy elegante pero, en
realidad, les dijo, era la Muerte. Quería ser madrina
de su hijo puesto que tenía un trabajo qué cumplir.
Los padres del bebé aceptaron y así pasó el tiempo
hasta que el niño creció y se hizo todo un hombre.
Entonces su madrina, la Muerte, lo visitó y le dijo:
Acepté ser tu madrina porque ha llegado el momento
de que me ayudes. Hacerte curandero. Tendrás que
curar a la gente. Solo en los que no me veas en su
cabecera, porque si me ves ahí, no tendrá salvación.
Tiempo después llegó a su casa una joven muy
hermosa, pero enferma; para su suerte, la Muerte, su
madrina, se encontraba en la cabecera. Era señal de
que no debía salvarla. El joven de cualquier manera
la salva, desobedeciendo a su madrina. La Muerte le
quitó la vida a él y a ella.
La peña azul
Nancy Hernández Fonseca
Contado por Emilia María, una historia de la sierra.

Rosalío trabajaba en una mina, se enamoró de una


joven que les llevaba de comer. Con el tiempo se
volvieron amigos, novios y después… Pero, la
abuela falleció y esperaron un año de luto para vivir
juntos. De esa unión nació un niño.
Un día que Rosalío regresó de trabajar, preguntó por
el niño. María no le contestó de ningún modo, así que
salió de su casa y se dirigió a la cantina donde se
metió una borrachera de varios días.
Dos amigos le explican que su esposa es una ranita,
un nahual, y que había sido ella la que se comió a su
hijo. Lo llevaron con un chamán para que le
explicara todo. En efecto, le confirmó la historia de
los amigos, le dijo además que saliera en la
madrugada, y donde cayera la pluma, ahí se
encontrarían los restos de su hijo.
Rosalío se armó de valor y en la madrugada salió a la
Peña para buscar los restos de su hijo. De esta forma
fue que encontró los restos de su hijo. Un búho lo
empezó a perseguir y al llegar al campo sagrado,
Rosalío mató al búho. Poco después se dio cuenta de
que el búho era su esposa.
¿Y qué hacer?
María Fernanda Reyes Olguín
Contado por su bisabuelo Antonio Olguín.

En un pueblo llamado San Rafael, hace muchos


años, después de la Revolución Mexicana, se carecía
mucho de dinero. A las familias apenas les alcanzaba
el dinero para sobrevivir al día.
En el pueblo había un grupo de personas a las que les
apodaban “Los del Cerro”, porque cada noche ellos
robaban a las familias y se llevaban sus bienes a una
cueva en el cerro.
Para evitar que ellos robaran sus cosas, las personas
hacían una especie de hoyo en el piso y ahí ponían su
dinero, sus cobijas; en ocasiones, cuando mataban
algún animal y dejaban reposando la carne para el
siguiente día, por la noche bajaban esas personas y se
la llevaban toda. Se les tenía miedo a esas personas.
Aparte de llevarse el dinero, a veces se llevaban a las
muchachas más bonitas del pueblo.
Tiempo después todo el pueblo se dio cuenta de que
eran habitantes del pueblo. Intentaron encontrarlas
para hacer justicia, pero nunca descubrieron quiénes Hace poco tiempo un señor muy anciano, dijo que él
eran realmente. Las pertenencias que les robaron fue uno de los integrantes de aquel grupo malvado.
nunca fueron recuperadas. Pero, ¿qué se podía hacer ya?
Hacerse pato
Gerardo Ledesma Polo
Contado por su abuela Juana Polo del Estado de
México.

Estaba un pato que nada, nada, nada y nada y ya no te


cuento nada.

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