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UNIVERSIDAD DE MARGARITA

Alma Mater del Caribe

Decanato de Estudios Generales

Cátedra: Liderazgo social y político

T:01

LÍDER:

NACE O SE HACE

Profesor: Juan Carmona

El Valle del Espíritu Santo, 03 de febrero del 2021

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El liderazgo es un concepto que los individuos ponen en práctica en su vida personal y
profesional. Para poner en práctica este concepto de manera eficaz y provechosa, las personas
deben comprender el significado y la importancia del liderazgo. El objetivo principal de los
líderes es proporcionar conocimientos, apoyo y asistencia a sus subordinados para que realicen
sus tareas de forma ordenada y reglamentada y alcancen las metas y objetivos deseados. Cuando
los líderes desempeñan sus funciones o trabajan con otras personas, tienen que inculcar los rasgos
de moralidad y ética y conducir a la buena voluntad y el bienestar. Además, los líderes deben ser
conscientes de las medidas y los enfoques para hacer frente a los cambios y garantizar que
resulten eficaces y útiles para los miembros y la organización en su conjunto. Por lo tanto, se
puede afirmar que las personas que ocupan puestos de liderazgo deben adquirir una comprensión
eficaz de este concepto antes de desempeñar sus funciones. Las principales áreas que se destacan
en este trabajo de investigación son: el proceso de formación de un líder, sus funciones, y
concluir si los lideres nacen o se hacen.

Los líderes no se crean en las aulas. Por supuesto, las nuevas ideas, pensamientos y teorías
pueden ser útiles, pero no si se emiten y se tragan enteras, como suele suceder en un ambiente
escolar. Algunos creen que los verdaderos líderes nacen así: son individuos naturalmente
carismáticos, influyentes e inspiradores que están destinados a dejar huella. Pero aunque algunas
personas estén predispuestas naturalmente al liderazgo, al igual que lo están al atletismo o a la
música, creemos que es absolutamente posible cultivar las características y habilidades necesarias
para llamarse líder. Como dijo el legendario entrenador de fútbol americano Vince Lombardi:
"Los líderes no nacen, se hacen. Y se hacen como cualquier otra cosa, mediante el trabajo duro".

Los verdaderos líderes tienen la capacidad de desarrollar una gran visión -que inspire y motive
a su equipo- y convertirla en realidad. Esto requiere no solo pasión por la visión, sino la claridad
para comunicarla y la inteligencia y experiencia necesarias para ejecutarla. Los buenos líderes
saben cómo movilizar a las personas que les rodean hacia el mismo objetivo general. Un
verdadero líder tiene la confianza necesaria para estar solo, el valor para tomar decisiones
difíciles y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. La única constante -en el
trabajo y en la vida- es el cambio, y un buen líder sabe cómo sortear esa inevitabilidad. El cambio
no debe verse como un obstáculo, sino como una oportunidad para ser inventivo, adaptable y
decisivo ante la incertidumbre. También es la oportunidad perfecta para demostrar a los demás

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que pueden confiar en el líder para tomar grandes decisiones. Los líderes saben que el cambio
puede ser estresante, por lo que uno de los primeros pasos en el aprendizaje de esta habilidad es
superar la sensación de pánico que puede surgir durante una situación de cambio, o al menos
sentirse más cómodo con esa sensación.

Como líderes de un equipo, asumen la responsabilidad no sólo de ellos mismos y de su


trabajo, sino también del trabajo, la actitud y los logros de los demás. No se trata de una hazaña
menor; están dando un paso adelante para asegurarse de que no sólo mostrarán a su equipo dónde
ir y qué hacer, sino que también les animarán, responderán a sus preguntas, harán un seguimiento
del progreso y les proporcionarán motivación. ¿Por qué? Porque su éxito es su éxito y su fracaso
también es el suyo. El liderazgo y el aprendizaje son indispensables el uno para el otro. El deseo
constante de aprender y crecer es una característica personal y profesional importante, tanto si se
quiere ser líder como si no. Los líderes son curiosos, tienen la mente abierta y se interesan por su
crecimiento: ¡los mejores siempre trabajan para ser mejores!

Las investigaciones de los psicólogos han demostrado que, en general, los líderes "se hacen".
La mejor estimación que ofrece la investigación es que el liderazgo nace en un tercio y se hace en
dos tercios. La capacidad de liderar, motivar y dirigir eficazmente a un grupo de personas -ya sea
en los negocios, el deporte o la política- requiere un conjunto muy complejo de habilidades,
adquiridas en su mayor parte a través de la experiencia, el autodesarrollo y el acceso a la
formación posterior. Los líderes eficaces se hacen, no nacen. Aprenden del ensayo y el error, así
como de la experiencia.

Es un hecho conocido que los líderes se desarrollan cuando se les pone en situaciones
abrumadoras, leen y aprenden, practican y buscan instrucción. También es cierto que algunas
personas de gran talento que son perezosas y carecen de pasión, a menudo conocidas como las
que tienen los rasgos naturales de un líder, suelen quedarse atrás. El hecho es que los que se
desarrollan a sí mismos son los que emergen para convertirse en verdaderos líderes, y los que no
lo hacen se quedan atrás. Así que, ya sea un líder nato o uno creado artificialmente, el desarrollo
es el factor constante que determina el éxito.

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