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Pensares

Quehaceres
Revista de Políticas de la Filosofía

Número 7, julio-diciembre 2018


Número 7, julio-diciembre 2018

Pensares
Quehaceres
Revista de Políticas de la Filosofía

Director General
Horacio Cerutti-Guldberg

Comité Editorial
Ramiro Gogna, Sandra Escutia Díaz, Gustavo Ogarrio, Laura Vargas Mendoza,
Víctor García Salas, Yasser Viliulfo Martínez, Valeria de Pina, César Popoca,
Hugo Rodas Morales, David Gómez Arredondo, Miguel Hernández

Ediciones Eón
Director: Rubén Leyva Montiel
Editora: Cecilia V. Richards

Apoyo Editorial
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Ordoñez, Cecilia Pérez Medina, Jesús Serna Moreno, Silvia Soriano.

Consejo Consultivo
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Belausteguigoitia, unam; Berenice Carrera Testa, unam; Fernando Carrera Testa, unam; Manuel
Corral, unam; Arturo Chavolla, UdeG; Gustavo Escobar, unam; Miguel Ángel Esquivel, unam;
Rubén García Clarck, uacm; Francesca Gargallo, uacm; Carlos Guevara, cna; Alberto Híjar,
inba; Mario Magallón Anaya, unam; Ricardo Melgar, inah; Dejan Mihailovic, itesm; Norma
Mogrovejo Aquise, uacm; Rodrigo Páez, unam; Francisco Piñón, uam-Iztapalapa; Áxel Ramírez,
unam; María del Rayo Ramírez Fierro, uacm; Arturo Rico Bovio, uach; Miguel Romero Griego,
unam; María del Carmen Rovira, unam; Roberto Sánchez Benítez, umsnh; Stefano Santasilia,
uaslp; Manuel Velásquez, uaem; Óscar Wingartz, uaq.

Comité Internacional
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Argen- tina; Carmen Bohórquez, Venezuela; Gustavo R. Cruz, Argentina; Christos Evangeliou,
EUA; Alberto Filippi, Italia; Alfredo Gómez Müller, Francia; Eugene Gogol, EUA; Pablo
Guadarrama, Cuba; Joaquín Hernández Alvarado, Ecuador; Heinz Krumpel, Alemania; Franz
Hinkelammert, Costa Rica; Günther Maihold, Alemania; Diego Jaramillo Salgado, Colombia;
Francisco José Martín, Italia; Tzvi Medin, Israel; Francisco Miró Quesada, Perú; Edgar Montiel,
Francia; José Luis Mora, España; John Murungi, EUA; Damián Pachón Soto, Colombia; Jussi
Pakkasvirta, Finlandia; Carlos Paladines, Ecuador; Grace Prada, Costa Rica; Pedro Ribas, España;
José Rafael Rosero Morales, Colombia; Mario Sáenz, EUA; Héctor Samour, El Salvador; Antolín
Sánchez Cuervo, España; Manuel I. Santos, Argentina; Gregor Sauerwald, Uruguay; Ofelia
Schutte, EUA; Alejandro Serrano Caldera, Nicaragua; Luis Tapia, Bolivia; Teivo Teivanen, Perú;
Enrique Ubieta, Cuba; Urania Ungo, Panamá; Camilo Valqui Cachi, Perú; Patrice Vermeren,
Francia; Elina Vuola, Finlandia.

Pensares y Quehaceres. Revista de políticas de la filosofía, año 4, número 7, julio-diciembre 2018,


es una publicación semestral, Av. México-Coyoacán núm. 421, Col. Xoco, Deleg. Benito Juárez,
México, D.F., C.P. 03330, Tels.: 5604-1201 / 5688-9112, administracion@edicioneseon.com.mx,
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Editorial.

Se autoriza la reproducción de los materiales únicamente con el permiso de la dirección. Los textos
aquí publicados son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Número 7, julio-diciembre 2018
Pensares
Quehaceres
Índice

Editorial................................................. 5 Repensar la filosofía política


en América Latina
dossier
Aproximaciones a los populismos Presentación...................................... 121
en América Latina Paola Gramaglia

La corporalidad: dimensión crítica


y emancipadora de la humanidad
Populismo................................................ 9 en la filosofía política de Nuestra
Horacio Cerutti Guldberg América ............................................. 125
Estela Fernández Nadal
Actualidad y heterogeneidad de
los populismos. Tres asedios y una Muerte y democracia....................... 139
paradoja sobre el peronismo.............. 21 Carlos Javier Asselborn
Gustavo Ogarrio
Entrevista a Ricardo Forster....... 157
Retórica y populismo. Los aportes Alejandro Auat
de Ernesto Laclau a la teoría
política.................................................. 37
Memoria Escrita
Natalia Elizabeth Talavera Baby

La idea de pueblo de Juan Domingo El humanismo renacentista


Perón...................................................... 53 florentino hacia
el continente americano................ 181
Misael Rojas
Víctor García Salas
Populismo, neoliberalismo y
democracia............................................ 67 Perón: entre la sangre
y el tiempo.......................................... 184
Alejandro Auat
Ramiro Gogna
Fundar un mito: un acercamiento
al peronismo según Alain Rouquié... 79 Populismo. El veto del pueblo....... 187
Jacqueline Calderón Hinojosa, Erick Israel Sepúlveda Murillo
Edivaldo González Ramírez,
Ana Matías Rendón y Ulises
Valderrama Abad Un Estado norteamericano,
México................................................ 190
La trágica batalla de los dioses Hugo Rodas Morales
en Costa Rica....................................... 93
Jaime Delgado Rojas Colaboran en este número............... 197

Revista de Políticas de la Filosofía


Editorial

S eguimos adelante con nuestra revista mediante un intenso trabajo que incorpora
múltiples aportes y refuerza la labor en equipo. Este número toma como eje la
cuestión del populismo. Noción cargada de confusiones y de acentos ideológicos
muchas veces maquillados. Lo importante es que se aborda la cuestión intentando
no sólo aclarar el uso del término, lo cual ya significa un paso adelante, sino esclarecer
fenómenos históricos como parte de la historia en la que nos desenvolvemos. Aunque
hay un énfasis en la experiencia argentina del peronismo, no se ciñen a esto todos los
trabajos. Incluso la experiencia reciente de Costa Rica forma parte de estos exámenes.
Los desafíos para la democracia –deseando poder hablar de democracia en serio
y plena– aparecen también una y otra vez en estas reflexiones, como parte del cuerpo
social. La dimensión política del filosofar sigue siendo núcleo de nuestras reflexiones
desde distintas partes de Nuestra América. Un pensamiento situado, en suma, que
no puede desconectarse del espacio-tiempo en que se ejerce y experimenta. Además,
un pensamiento que quiere proponer alternativas viables a partir de la recuperación
de la historia de la que venimos.
También hay reseñas de textos cercanamente relacionados con las temáticas de
este número. Pensares y Quehaceres procura, de manera responsable y comprometida,
aportar en la búsqueda de sentido y alternativas a las coyunturas en que nos encon-
tramos y seguiremos insistiendo en esa labor tan apreciada.

Horacio CeruttiGuldberg
Ciudad Universitaria, Ciudad de México, 26 de junio de 2018.

Número 7, julio-diciembre 2018


Muerte y democracia

Carlos Javier Asselborn

Resumen

No hay deseo de democracia sin trastocar la ideología de la muerte que atraviesa las socie-
dades contemporáneas. Entendemos a la democracia más como orden conflictivo (Lechner)
que como orden armónico impuesto por lógicas instrumentales. Lógicas que reprimen la
conflictividad-politicidad del “nosotros” (constitución de sujetos políticos y potenciación de
procesos de subjetivación política) recurriendo a automatismos institucionales (Estado, merca-
do, república, derecho) que separan la palabra del plexo social y la privatizan. Esa democracia
vaciada se reproduce cotidianamente por medio de la ideología que afirma la muerte como
dadora de vida. Para esta interpretación, que prima en las democracias realmente existentes,
toda afirmación de la vida atenta contra la democracia. Las “democracias serias y maduras”
no pueden ni deberían contener tanta demanda de vida: más derechos, más igualdad, más
libertad, más posibilidades de interpelar las lógicas institucionales. El pensamiento crítico
latinoamericano ha dado muestras de esta sospecha que puede rastrearse en las reflexiones de
Franz Hinkelammert y León Rozitchner. Asimismo, daremos cuenta de los aportes de dos
pensadores europeos de posguerra que lanzaron sospechas similares.

Palabras claves: ideología de la muerte, democracia, Franz Hinkelammert, León Rozitchner.

Abstract

There is no desire for democracy without upsetting the ideology of death that crosses con-
temporary societies. We understand democracy more as a conflicting order (Lechner) than
as a harmonious order imposed by instrumental logic. Logics that repress the conflictivity-
politicity of “we” (constitution of political subjects and empowerment of processes of political
subjectivation) resorting to institutional automatisms (state, market, republic, law) that separate
the word from the social plexus and privatize it. That emptied democracy is reproduced daily
through the ideology that affirms death as the giver of life. For this interpretation, which prevails
Número 7, julio-diciembre 2018
140 Repensar la filosofía política en América Latina

in the really existing democracies, every affirmation of life threatens democracy. “Serious and
mature democracies” can not and should not contain so much demand for life: more rights,
more equality, more freedom, more possibilities to challenge institutional logics. Latin Ame-
rican critical thinking has shown this suspicion that can be traced in the reflections of Franz
Hinkelammert and Leon Rozitchner. Likewise, we will give an account of the contributions
of a couple of postwar European thinkers who raised similar suspicions.

Keywords: ideology of death; democracy; Franz Hinkelammert; Leon Rozitchner.

Le juro que si se ensaña, muerte,


con mi corazón
el día que me caliente
entro a perseguirla yo
José Carbajal
El Sabalero:
La Muerte (fragmento)

Acerca de la muerte este formato, la vida democrática de


que da vida en las una sociedad queda en manos del fun-
democracias formales cionamiento de las instituciones como
únicas mediadoras en el tratamiento de
¿Q ué sentimientos producen las
democracias existentes y sobre
la conflictividad social. Según este tipo de
democracia, el orden social sólo puede ser
qué sentimientos éstas se afirman? El protegido e impuesto por las instituciones
presente ensayo propone pensar algunas que representan los poderes del Estado
de las complejas relaciones entre demo- en los que, en la mayoría de los casos,
cracia y subjetividad social. Nos pregun- la racionalidad de su funcionamiento
tamos qué formas de la sensibilidad social responde a la aplicación de ingenierías
sostienen y reproducen las democracias sociales llevadas a cabo por expertos (por
formales; es decir, cómo se constituyen ejemplo: políticos, economistas, comuni-
subjetividades sociales capaces o no de cadores, o incluso salvando las distancias,
interpelar formatos institucionales y los militantes de partidos políticos). Tal
órdenes sociales que cercenan derechos ordenamiento “democrático” reduce la
y oportunidades en nombre de la demo- participación social y política al voto y a
cracia. Entendemos la democracia formal la legitimación del mercado mediante la
como un modo de organización social y producción y el consumo. La democrati-
política, asentado en una particular ma- zación queda así comprimida en esas dos
nera de comprender el orden, garantizado prácticas sociales.
por un “régimen de gobierno”, elegido Teniendo en cuenta lo anterior, sospe-
en elecciones libres. Bajo el imperio de chamos que en las actuales democracias

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 141

formales latinoamericanas prevalece un dadora vida. En otras palabras, la justi-


tipo de racionalidad instrumental que ficación del sufrimiento humano (“todo
obtura y hasta anula procesos democrati- cuesta en la vida”), del gozo sentido ante
zadores, esto es: ampliación de derechos, la desaparición y destrucción del otro
mayor distribución del ingreso, políticas (“el que mata tiene que morir” o “algo
sociales para sectores vulnerables, cier- habrá hecho”), el placer amaestrado ante
to control estatal sobre el mercado y las estéticas del consumo en tanto éticas
posibilidades reales de organización de la explotación y la impunidad (por
y fortalecimiento de viejos y nuevos ejemplo, las políticas del consumo como
actores políticos y sujetos críticos con expresión de un plan de borramiento
capacidad de interpelación. Sin embargo, de la desocupación, de la flexibilización de
también en los procesos democratiza- leyes laborales y de la explotación en
dores presentes en dichas democracias sus diversas formas), la conformidad
formales se atisban rasgos de una ra- con la administración de la muerte por
cionalidad que afirma la vida humana parte de las instituciones, especialmente
y la vida de la naturaleza presente en del Estado, donde el ajuste económico,
diversos actores sociales y políticos que sexual y racial y la represión ínsita en las
ponen en cuestión tanto procesos de instituciones como garantes de la con-
dominación de género, étnico-raciales y vivencia armónica son expresiones por
clasistas, así como modos de producción demás recurrentes. En un nivel subjetivo
que socavan las posibilidades reales de más profundo se expresa en discursos sa-
sobrevivencia. Esta compleja tensión se crificialistas sostenedores del sentido de la
despliega y dirime también en la sub- vida reducido, ya sea al progreso infinito o
jetividad social y condiciona el mismo a la mera sobrevivencia, dependiendo esto
proceso de constitución subjetiva de los de la ubicación en las jerarquías sociales.
ciudadanos, atravesados por creencias, La ecuación afectiva es simple pero eficaz:
valores y sentimientos instaurados y/o a mayor renuncia, mayor merecimiento
reforzados por las lógicas del mercado de la vida. En tales constructos afectivo-
capitalista globalizado. ideológicos la justificación de la muerte
Pensamos que en la vida social de las como condición inexcusable para la vida
actuales democracias existe una predis- comprime la democracia a mera forma-
posición afectiva a una ingeniería social lidad instrumental, cercena derechos,
que sacraliza los valores del progreso, la concibe la existencia individual como
competencia, el mérito, la eficiencia y empresa y coloniza deseos. “Realismo”
el liderazgo. Tal estructura afectiva, en es el nombre que recibe esta ideología,
gran parte de América Latina al menos, anudada en la vida cotidiana con carne y
no puede entenderse si se excluye de su sentimientos.
análisis a los procesos políticos y estéticos Suponemos que imaginar y producir
de blanqueamiento y patriarcalización horizontes alternativos y emancipatorios,
de las relaciones sociales. La creencia tanto para los nuevos y viejos sujetos
que nutre esta suerte de religiosidad es como para las democracias existentes,
la promesa y justificación de la muerte como exige historizar e interpelar a la ideolo-
142 Repensar la filosofía política en América Latina

gía de la muerte que debilita la potencia para vivir hay que morir; esto es: ajustar,
política de la afirmación de la vida. achicar, controlar, auditar, perseguir,
Afirmación que se expresa en diversas acusar y condenar a los que pretenden
y plurales demandas colectivas y en los “más de la cuenta” y perdonar a aquellos
amagues emancipatorios de algunas que persiguieron, torturaron, mataron y
políticas implementadas en el ciclo de robaron en nombre de la muerte que da
estados progresistas latinoamericanos. vida; en nombre del imperio de la ley. A
Para los sistemas de dominación todo todo ello se llama democracia o “vivir en
intento colectivo de afirmación de la democracia”: sistema de organización
vida es violencia. En tales formas de or- social asentado en la administración de
ganización social sólo es posible afirmar la muerte como forma de sobrevivencia
la vida de modo individual. Esa vida sin conformista. Por esta razón, creemos que
lazos sociales activados por deseos de las democracias se vuelven funcionales
emancipación y reproducida, sea ya en el a la dominación cuando quedan redu-
consumo o en las múltiples fugas de la cidas a sus instituciones productoras de
realidad, es expresión de la vida negada, necrologías.1 La democracia formalista
explotada, manipulada y abreviada. Tal sería entonces un modo de legitimación
horizonte de sentido expresa y repro- de espacios y tiempos de celebración de
duce de modo eficaz la idea de que no la muerte que da vida.
hay vida sin muerte y que no hay gozo El pensamiento crítico latinoamerica-
individual sin renunciar a la potencia no ha dado muestras de interés en torno
colectiva del deseo inconformista. La a este problema. Esto es, la persistente
auditoría de derechos conquistados, la reflexión sobre las maneras en cómo las
reducción del llamado “gasto social”, sensibilidades e ideologías de sistemas
los intentos de bajar la imputabilidad a de dominación son incorporadas por
menores de edad, el ajuste económico los dominados, incluso en nombre de la
en sus diversas formas, la judicialización democracia. En medio de tanto discurso
de la representación política, la estética moralizador y demonizador de toda
que enfatiza la idea de que se puede ser interpelación popular crítica, recupera-
feliz “con poco”, la compasión esgrimida remos algunas reflexiones de referentes
sólo ante el dolor individual y el rechazo de esta larga tradición, entre ellos los de
visceral a toda forma de organización Franz Hinkelammert y León Rozitchner
de los sectores vulnerables que interpele que pensaron, de modo diverso, dicho
las instituciones y la ley, sostenedoras problema desde el contexto latinoameri-
de relaciones injustas, son expresiones cano. Previo a ello, daremos cuenta de los
patentes de esta afectividad manifiesta en aportes de un par de pensadores europeos
la vida cotidiana de amplios sectores de la
sociedad Argentina. Es el resurgimiento
de una sensibilidad social que siente que 1
Para una perspectiva histórica, centrada en aná-
la afirmación de la vida es una amenaza lisis e interpretación de casos cf. Kessler, Gabriel;
a la vida misma. En definitiva, se trata Gayol Sandra (Editores), Muerte, política y sociedad,
de una sensibilidad que sostiene que Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Edhasa, 2015.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 143

de posguerra que lanzaron sospechas si- racterística esencial de la misma. De éstas


milares para explicar las consecuencias de se desprenderían dos morales, al parecer
los brotes totalitarios y fascistas del siglo antagónicas: a) la aceptación de la muerte
pasado y el alto grado de adhesión social como algo inevitable, llegando incluso a
a ese modo de constreñir la vida social. la represión de la misma idea de muerte
Proponemos esta reflexión dado que y b) lo que el autor llama “glorificación
consideramos que en las actuales de- idealista de la muerte” como aquello “que
mocracias gobernadas por la lógica del da “significado” a la vida, o la condición
mercado, el “hombre-es-un-ser-para-la- previa para la “verdadera”.3
muerte”. Porque no se desea democracia; Si la muerte se considera un aconte-
se desea mercado, tabernáculo donde cimiento esencialmente externo, aunque
todo placer alcanza su cénit corporal. Y biológicamente interno, de la existencia
el funcionamiento del mercado se lubri- humana, la afirmación de la vida tiende
ca con la afirmación de la muerte como a ser una afirmación final y, por decirlo
restauradora de la vida y cifra de su me- así, incondicional: la vida sólo es y puede
recimiento.2 Las democracias realmente ser redimida por la vida. Pero si la muerte
existentes son entonces deseo aplacado aparece como un hecho tanto esencial
con el gozo necrofílico. Allí vibra una como biológico, tanto ontológico como
religiosidad popular devenida suicidio empírico, la vida queda trascendida inclu-
colectivo o sacrificio adormecedor del so aunque la trascendencia no asuma una
deseo de vivir. forma religiosa. La existencia empírica
del hombre, su vida material y contin-
La muerte: ideología gente, se define entonces en términos
y pasión contra la vida de –y es redimida por– algo diferente
de ella misma: se dice que vive en dos
La ideología de la muerte dimensiones fundamentales diferentes
e incluso en conflicto, y su “verdadera”
En un texto de 1959, Herbert Marcuse existencia implica una serie de sacrificios
señalaba que en la historia occidental del en su existencia empírica que culmina con
pensamiento aparecían dos interpretacio- el sacrificio supremo: la muerte.4
nes fundamentales en torno al significado Para Marcuse, la filosofía occidental
de la muerte: i) como hecho natural que realiza una extraña y paradójica transfor-
pone fin a la vida orgánica del ser humano mación: hace de un hecho biológico una
y ii) como “telos” de la vida humana y ca- distinción ontológica. La interpretación
marcusiana no niega que la muerte sea
parte constitutiva de la existencia humana
2
Se trata del uso político que Occidente ha hecho
de la muerte. Para profundizar en la construcción
médica de la muerte y su aprobación social, cfr. 3
Marcuse Herbert, “La ideología de la muerte”, en
Illich Iván, “La muerte escamoteada” en Némesis Ensayos sobre política y cultura, Barcelona, Planeta
Médica, Obras Reunidas I, México, Fondo de Cul- De Agostini, 1986, p. 151.
tura Económica, 2005, pp. 676-704. 4
Ibid., pp. 151-152. Las cursivas son del original.
144 Repensar la filosofía política en América Latina

sino que advierte que la ontologización del orden político en tanto sistema de
de ésta no es más que una inversión represión corporal. Pero hay más en
ideológica. Esta “inversión ontológica”: tales argumentos. Marcuse supone que
una sociedad en donde sea posible hacer
Se manifiesta en la tendencia a aceptar de la vida humana una vida feliz traería
la muerte no solamente como un hecho, un debilitamiento de las justificaciones
sino como una necesidad, y como una ontológicas y morales de la muerte. La
necesidad que debe ser conquistada no vida ya no sería un medio para vivir, sino
destruyéndola, sino aceptándola. En otras un fin en sí mismo (y no la muerte). La
palabras, la filosofía ha dado por supuesto muerte significaría más un límite técnico
que la muerte pertenecía a la esencia de la “cuya superación se convertiría en el ob-
vida humana, a su realización existencial. jetivo reconocido del esfuerzo individual
Además, la aceptación comprendida de y social. La muerte, en creciente medida,
la muerte ha sido considerada como una participaría de la libertad, y los individuos
prerrogativa del hombre, como la razón tendrían el poder de decidir sus propias
misma de su libertad.5 muertes”.8 Y continúa:

De modo que el ser de la vida es dado ¿Puede oponerse otra cosa que argumentos
por la muerte. Entonces, la historia de la irracionales a este razonamiento? Sola-
filosofía occidental es la historia de este mente una: una vida con esta actitud
masoquismo y sadismo que se desprende hacia la muerte sería incompatible con las
de dicha inversión: al enaltecer la propia instituciones y los valores de civilización
muerte también se exalta la muerte de establecidos. Conduciría o bien a un
los demás.6 Allí tenemos la filosofía de la suicidio en masa (puesto que para una
muerte, patentizada en la figura de Sócra- gran parte de la humanidad la vida es
tes construida por el discurso platónico. todavía una carga tal que probablemente
Esa misma filosofía llega incluso a calar el terror de la muerte es un factor
hondo en las reflexiones de Heidegger.7 importante en su mantenimiento), o bien
La felicidad supondrá la autonegación y a la disolución de toda ley y de todo orden
represión del deseo, del placer, de la vida (puesto que la temerosa aceptación de la
corporal, e inversamente, la afirmación muerte se ha convertido en un elemento
intrínseco de la moralidad pública y
privada). El razonamiento puede ser
inconmovible, pero entonces la idea
5
Ibid., p. 154.
tradicional de la muerte es un concepto
6
Ibid., p. 155
sociopolítico que convierte unos sórdidos
7
Ibid., p. 156. Afirma Marcuse que en Heidegger
aparece “la última y más apropiada exhortación hechos empíricos en una ideología.9
ideológica a la muerte, lanzada en el momento
mismo en que se preparaba la base política para la
mortífera realidad correspondiente: las cámaras de
gas y los campos de concentración de Auschwitz, 8
Ibid., p. 160.
Buchenwald, Dachau y Bergen Belsen”. 9
Idem.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 145

Restarle peso ontológico a la muerte res de cohesión en la organización de la


puede conducir a extender los límites sociedad. El hecho natural de la muerte
de la vida y conquistar mayor libertad se convierte en una institución social”.13
ante la muerte. De modo que el acento Ejemplos históricos del funciona-
no está puesto en la muerte como límite miento de esta metafísica de la finitud no
metafísico, sino en la afirmación de la vida faltan. Marcuse señala algunos, entre ellos
en tanto lucha por la libertad: el orgullo de las madres que perdieron a
sus hijos en la guerra dado que se sacri-
La civilización establecida no funciona sin ficaron en el altar de la “nación”. Todo
un grado considerable de falta de libertad, y ello expresa una especie de impotencia
la muerte, la causa última de toda angustia, que se “racionaliza” como obligación
sostiene la falta de libertad. El hombre no moral, virtud y honor.14 Para progresar
es libre en la medida en que la muerte hay que “morir” y deben morir muchos
no se ha vuelto realmente en algo “suyo”, seres humanos.15 En nuestros contextos
esto es, en la medida en que no ha sido latinoamericanos sobran ejemplos de
sometida a su autonomía. La realización esta impotencia devenida moralización
de semejante autonomía solamente es y deseo de muerte “biologizado”:
concebible si la muerte deja de aparecer
como la “negación de la negación”, como […]el impulso biológico que actúa en el
una redención de la vida.10 deseo de muerte puede no ser tan bioló-
gico. La necesidad de sacrificar la vida del
Para Marcuse, la función ideológica de individuo de modo que pueda continuar
la muerte se inicia como tal cuando la la vida del “conjunto” puede haber sido
doctrina cristiana de la libertad e igualdad “alimentada” por fuerzas históricas. Aquí
del hombre se combina con las institu- el “conjunto” no es la especie natural, la
ciones que reproducen la injusticia y la humanidad: se trata más bien de la to-
negación de la libertad. Si Cristo murió talidad de instituciones y relaciones que
voluntariamente en la cruz, ¿por qué han creado los hombres a lo largo de su
protestar contra la muerte?11 De modo historia.16
que la ideología de la muerte legitima la
prevalencia de la renuncia y el sacrificio. De ello se desprende que la protesta
Se trata de la imposición de un “ascetismo de quienes no tienen poder termina
intramundano” que llega incluso a deshis- sometiéndose al señor de la muerte (las
torizar el “instinto de muerte”:12 “Tanto
el temor a la muerte cuanto su represión
en la aceptación de la muerte como una 13
Ibid., p. 165.
necesidad sancionada entran como facto- 14
Ibid., pp. 168-169.
15
“A través de la muerte en el campo del honor, en
las minas y en los caminos reales, por la enfermedad
10
Ibid., p. 168. y la miseria no dominadas, por obra del Estado y
11
Ibid., p. 161. de sus órganos, la civilización progresa”, ibid., 169).
12
Ibid., pp. 164-165. 16
Idem.
146 Repensar la filosofía política en América Latina

instituciones, “la polis, el Estado”, etc.) e Por eso decimos que son subjetividades
incluso perdonan a quienes los matan. In- antidemocráticas. Tal preocupación
terpretando a Nietzsche Marcuse afirma: contiene también la pregunta por las
condiciones históricas de posibilidad
Semejante perdón puede congraciar al de subjetividades sociales con deseos de
poder supremo y asegurar su amor, pero libertad y, por lo mismo, predispuestas
también consagra la debilidad. La idea corporalmente a abrir y sostener procesos
de Nietzsche de la genealogía de la mo- de desfetichización de sistemas de orga-
ral se aplica también a la actitud moral nización social, entre ellos, las actuales
hacia la muerte. Los esclavos se rebelan democracias formales latinoamericanas.
–y triunfan– no liberándose a sí mismos, El significado de la muerte humana
sino proclamando que su debilidad es la aparece aquí como campo de batalla en
corona de la humanidad. Y la impotencia donde se enfrentan estas condiciones
de la protesta perpetúa el poder temido históricas de posibilidad. Existiría una
y odiado.17 pasión por la muerte que anula procesos
de emancipación constituyendo socieda-
La sociedad necrófila des necrófilas.
Teniendo en cuenta estos recaudos,
La recurrencia al psicoanálisis ha sido recuperamos un escrito del psicoanalista
una de las características de la historia Erich Fromm, titulado “Amor a la muerte
occidental del pensamiento crítico. Sin y amor a la vida”, cuya primera versión
embargo, como todo instrumental teó- es de 1964 y forma parte de El corazón
rico, su uso no escapa a la ambigüedad del hombre (1985). No discutiremos su
teórica y a las contradicciones políticas. crítica a Freud ni las críticas que se han
De todos modos, la apropiación crítica hecho a la teoría del propio Fromm en
del psicoanálisis se ha esforzado por des- torno a su “humanismo dialéctico”. Nos
ligarse de la interpretación burguesa que importa quedarnos con su caracterización
lo ha subordinado a terapia individual y del individuo necrófilo, que van de las más
explicaciones ahistóricas de los instintos simples a las más complejas:
humanos.
No somos psicoanalistas ni nos movi- El individuo necrófilo siente atracción
liza un interés en alcanzar la interpreta- por lo muerto y empieza a vivir “preci-
ción inmaculada de dicha teoría. Nuestra samente cuando hablan de la muerte”;18
preocupación se detiene en la pregunta ama la fuerza y el uso de la fuerza es un
por las condiciones históricas que hacen modo de vida;19 “Para él no hay más que
posible subjetividades poco deseosas de
la igualdad, obedientes a la dominación
y gozosas con aquel autoritarismo que 18
Fromm, Erich, El corazón del hombre. Su potencia
reprime lo que amenaza a su seguridad. para el bien y para el mal, (primera edición en inglés:
1964), México, FCE, Colección Popular, novena
edición, 1985, p. 29.
17
Ibid., p. 170. 19
Ibid., p. 30.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 147

dos “sexos”: el poderoso y el impotente; Ante esta tendencia necrofílica opone


los matadores y los muertos. Está ena- la biofilia valiéndose de las perspecti-
morado de los matadores y desprecia a vas spinozianas, cuya ética se funda en
los que son muertos”;20 ama lo que no la atracción por la vida y la alegría. En la
crece, lo mecánico: “La persona necrófila proposición 67 de la parte cuarta de su
es movida por el deseo de convertir lo Ética, Spinoza afirma: “El hombre libre
orgánico en inorgánico, de mirar la vida en nada piensa menos que en la muerte;
mecánicamente, como si todas las perso- y su sabiduría no es una meditación sobre
nas vivientes fuesen cosas”;21 su forma de la muerte sino una meditación sobre la
relación es la posesión: “Ama el control, vida”.26 Estas tendencias se entrecruzan
y en el acto de controlar mata la vida”; la en la subjetividad individual y hay varia-
ley y orden son sus ídolos;22 se orienta ciones tanto en los grados de conciencia
hacia el pasado y odia y teme al futuro que se logra respecto a éstas como en la
dado la incertidumbre e inseguridad que intensidad con que se manifiestan. De
éste impone. La vida es insegura y volverla allí que el despliegue de tales tendencias
segura significa matarla.23 depende de las condiciones históricas que
las posibilitan:
Llama la atención que Fromm incluso
encuentra características faciales y ges- […]el amor a la vida se desarrollará más
tuales propias de los necrófilos: “Al indi- en una sociedad en que haya: seguridad en
viduo muy necrófilo se le puede reconocer el sentido de que no están amenazadas las
con frecuencia por su aspecto y sus gestos. condiciones materiales básicas para una
Es frío, tiene una piel que parece muerta y vida digna; justicia en el sentido de que
con frecuencia su cara tiene una expresión nadie puede ser un fin para los propósitos
como si estuviera oliendo un mal olor. de otro; y libertad en el sentido de que
(Esta expresión podía verse claramente en todo individuo tiene la posibilidad de ser
la cara de Hitler.) Es ordenado, obsesivo, un miembro activo y responsable de la
pedante”.24 Para Fromm, la necrofilia es sociedad. Este último punto es de parti-
la orientación hacia la vida más morbosa; cular importancia. Hasta una sociedad en
es “la verdadera perversión: aunque se que existen seguridad y justicia puede no
está vivo, no es la vida sino la muerte lo ser conducente al amor a la vida si no se
que se ama, no el crecimiento, sino la estimula la actividad creadora del in-
destrucción”.25 dividuo. No basta que los hombres no
sean esclavos; si las condiciones sociales
fomentan la existencia de autómatas, el

20
Idem.
21
Ibid., p. 31.
22
Idem. 26
Cf. De Espinosa, Baruch, Ética demostrada
23
Ibid., p. 32. según el orden geométrico. Introducción, traducción
24
Idem. y notas de Vidal Peña, Madrid, Ediciones Orbis
25
Ibid., p. 35. Hyspamérica, 1980, pp. 235-236.
148 Repensar la filosofía política en América Latina

resultado no será amor a la vida, sino amor del siglo pasado. A pesar de la distancia
a la muerte.27 geopolítica y temporal que nos sepa-
ra, sospechamos que estas intuiciones
Con lenguaje de época, Fromm se conservan algo de capacidad explicativa
pregunta si existe una relación entre la para comprender procesos sociopolíticos
tendencia necrofílica y el “espíritu de contemporáneos. Para Wilhelm Reich el
la sociedad industrial contemporánea”.28 miedo está vinculado con una determi-
Y responde: “El homo mechanicus se inte- nada economía sexual en tanto proceso
resa cada vez más en la manipulación de vital productivo por excelencia. Porque la
máquinas que en tomar parte en la vida y dictadura autoritaria no es privativa de los
responder a ella. En consecuencia, se hace estados totalitarios, sino que es
indiferente a la vida, se siente fascinado
por lo mecánico y al fin atraído por la una tendencia humana general que nace
muerte y la destrucción total”.29 de la supresión de la función vital y cons-
Que destaquemos estas reflexiones tituye, en todas las naciones, la base de la
tiene por objetivo justificar nuestra psicología de las masas para aceptar e ins-
pregunta por la relación entre las demo- taurar dictaduras. Sus elementos básicos
cracias formales existentes y la ideología son la mistificación del proceso de la vida;
de la muerte que da vida. ¿Cuánto de la desvalidez material y social existentes; el
este sentimiento necrófilo, expresión miedo a la responsabilidad de plasmar la
de un miedo aterrador a la vida, persiste propia vida; y, en consecuencia, el ansia de
en aquel “hombre de la calle”, habitante seguridad ilusoria y de autoridad, pasiva o
de nuestras sociedades? ¿Cuánta necro- activa. El auténtico anhelo de democratizar
filia anida en el seno de las familias, en la vida social tan antiguo como el mundo,
las escuelas, en las instituciones estatales se basa en la autodeterminación, en una
y privadas, en las organizaciones y movi- socialidad y moralidad naturales, en la
mientos sociales y políticos? ¿No tendrá alegría en el trabajo y la felicidad terrenal
todo ello algo que ver con el sostenimien- en el amor.30
to de las democracias en tanto formas de
aceptación de la dominación? La relación entre autoritarismo, supre-
Otro referente de la Escuela de sión del deseo de democracia y represión
Frankfurt señalará que ese miedo será de la sexualidad será uno de los tó-
condición de posibilidad para la aparición picos de estudio de esta corriente de
y aceptación de dictadores. Como se sabe, pensamiento. Más allá de las críticas
lo decía en el contexto de la irrupción y teóricas y epistemológicas que ha recibido
despliegue de los totalitarismos fascistas rescatamos el interés por explicar las

30
Reich, Wilhelm, La función del orgasmo. El descu-
27
Ibid., p. 43. brimiento del orgón. Problemas económico-sexuales de
28
Ibid., p. 46. la energía biológica, Buenos Aires, Editorial Paidós,
29
Ibid., p. 49. Cursivas del original. 1977, pp. 19-20. Cursivas del original.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 149

formas de la subjetividad social que cacia de los sistemas de dominación y la


adhiere a prácticas antidemocráticas a ineficacia de las izquierdas para producir
partir de actitudes hostiles hacia “lo que alternativas. El sujeto, considerado como
está vivo” dentro de uno mismo.31 núcleo de verdad histórica, es el lugar más
profundo desde el cual resistir, rebelarse
La instrumentalización o, por el contrario, las más de las veces, al
del instinto de muerte creer y querer rebelarse no hace más que
y su administración conformarse, adecuarse y reproducir los
en las instituciones parámetros de la dominación.
Y así como Hinkelammert intenta
Desconfiemos del sentimiento de nues- liberar a la teología de su interpretación
tra mismidad: es una determinación institucionalista y devolverle su impronta
ideológica.32 mítico-crítica, Rozitchner intenta liberar
El asesinato fundante es consecuencia de al psicoanálisis y devolverle potencialidad
la cultura, no el origen.33 revolucionaria:

La instrumentalización Hasta que la teoría psicoanalítica no vuel-


del instinto de muerte en los sistemas va a encontrar el fundamento de la libera-
de dominación: León Rozitchner ción individual en la recuperación de un
poder colectivo, que sólo la organización
Freud y los límites del individualismo para la lucha torna eficaz, en la medida
burgués, texto del filósofo argentino en que no vuelva a encontrar como fun-
León Rozitchner, expresa, entre otras damento de toda “cura” la necesidad –no
cuestiones, el intento de liberar al psi- aleatoria– de dirigir esa violencia que el
coanálisis freudiano de su interpretación normal y el enfermo ejercen contra sí
burguesa que lo transforma, jugando con mismos ahora contra el sistema represor,
las palabras, en arma contra la revolución. hasta que esa necesidad no aparezca como
Insistiendo en la pregunta por el sujeto una necesidad inscrita en la esencia y en
y contra el althusserianismo campeante, el fundamento del “aparato psíquico”,
buscará respuestas al porqué de la efi- ese aparato será, cada uno, una máquina
infernal montada por el enemigo en lo
más propio.34
31
Cfr. ibid., 16-17. Cfr. también Reich, Wilhelm, ¿Por qué los dominados no se rebelan?
Psicología de masas del fascismo, Madrid, Editorial
¿Qué ocurre en la subjetividad para que
Ayuso, 1972.
desde sus profundidades se consientan
32
Rozitchner, León, Freud y los límites del indivi-
dualismo burgués (Primera edición 1972), Buenos
sistemas de organización social injustos?,
Aires, Biblioteca Nacional, 2013, p. 134.
33
Hinkelammert, Franz, La maldición que pesa sobre
la ley. Las raíces del pensamiento crítico en Pablo de
Tarso, segunda edición ampliada, San José de Costa 34
Rozitchner, León, op. cit., p.29. Cursivas del
Rica, Arlekin, 2013, p. 328. original.
150 Repensar la filosofía política en América Latina

se pregunta. Y a lo largo de ese extenso Y esta agresión desvirtuada es aprove-


estudio tratará de señalar, haciendo uso chada por la cultura contradictoria del
de Freud, que existe una violencia, un sistema capitalista y se prolonga en las
instinto de muerte en la conformación instituciones: ciencia, religión, arte, amor,
psíquica que se determina históricamen- trabajo productivo:
te, al cual el sistema represor lo emplaza
contra el propio sujeto anulando su Todas estas formas están habitadas por
impulso positivo hacia la vida.35 Nace la muerte que, contenida frente al obs-
así el sentimiento de culpa que es el más táculo, trabaja en nosotros disolviendo
eficaz sistema de sujeción subjetiva ya que y separando nuestro poder del poder
paraliza la agresión al servicio de la vida:36 colectivo que lo enfrente. No sabemos
“La cultura represiva, que acrecienta la cómo ejercer la violencia, cómo ponerla
individuación, es al mismo tiempo un al servicio de la vida, cómo despertarla y
proceso que borra el sentido cultural de la unirla no solamente al amor genital, sino
muerte y de la agresión en el acentuamiento prolongarla en el Eros, que va más allá:
de la muerte personal e individual ”.37 en la presencia del hermano o del padre
De este modo la agresión y la violen- que está presente, aunque oculto en todo
cia devienen irracionales e individuales; otro dominado.39
pierden su carácter colectivo y racional.
Por ello es necesario recuperarlas colecti- Se trata entonces de recuperar el deseo,
vamente como “potencia ligada a la vida”: mitigado por el sentimiento de culpabi-
lidad que constituye la conciencia moral:
el instinto de muerte no puede ser leído “La conciencia moral es la racionalidad de
sino en función de la estructura en la cual la ley como ley absoluta. El sentimiento de
adquiere sentido: en función de cómo los culpabilidad es el fundamento sentido de
obstáculos para la cultura lo convierten mi deseo como infracción”.40 Sentimiento
en destructivo y no integrativo. Desde el y razón se abrazan, en tanto derrotados,
punto de vista personal, actuando como porque en el sentimiento de culpa la ley
“principal representante” psíquico, está ya se valida en el plano de la razón.41 La
desvirtuado: sólo saca su eficacia de vencer interiorización de la ley significa también
al que se le opone en el mantenimiento interiorización del castigo42 es decir, in-
de su mera vida individual”.38 teriorización del padre, extendido en las
instituciones. De modo que la conciencia
moral es fruto de la renuncia al deseo.43
Hay una apropiación del deseo, de la
35
Volnovich, Juan Carlos, “Acerca de Freud y los lí-
mites del individualismo burgués”, en AAVV, León
Rozitchner: contra la servidumbre voluntaria. Jorna-
das en la Biblioteca Nacional, Ciudad Autónoma de 39
Ibid., 260.
Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2015, p. 170. 40
Ibid., 272.
36
Cfr. Rozitchner, León, op. cit., pp. 254; 261 y ss. 41
Idem.
37
Ibid., 256. Cursivas del original. 42
Ibid., p. 274.
38
Ibid., pp. 258-259. 43
Ibid., p. 279.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 151

agresividad, de la capacidad de rebelión y democracia puede haber con tamaña


dicha apropiación por parte del sistema es sujeción afectiva? ¿Qué democracia con
posible por la producción del sentimiento potencia emancipatoria es posible si sub-
de culpa. Así, “el ejercicio del impulso de jetivamente la capacidad de rebelión, de
muerte se ve desviado de su orientación agresión afirmativa de la vida y de resis-
hacia la vida y los obstáculos del mundo tencia fue cooptada, anestesiada y puesta
exterior para volcarse como muerte me- en contra de nosotros mismos? Y además,
recida contra el sujeto mismo: por haber ¿en qué situaciones históricas concretas
osado desear”.44 la democracia se erige en represión de los
Contra las tesis economicistas de deseos de emancipación?48
cierto marxismo, la lectura de Rozitchner
enfatiza la necesidad de apropiación del La administración de la muerte
deseo, de la agresividad, del instinto de en las instituciones:
muerte en tanto afirmación de la vida, es Franz Hinkelammert
decir, capacidad de reacción colectiva que
es imposible sin desmantelar los límites Partiendo de la afirmación de que el ser
del individuo narcisista: “Tanto más el humano es un ser infinito atravesado de
sistema nos domina, tanto más nos frustra finitud, Franz Hinkelammert lleva a cabo
y nos condena a la sumisión, tanto más, una reflexión en torno a la relación entre
dice Freud, se incrementa no la reacción finitud (muerte) e instituciones en tanto
sino la culpa. Es como si Freud nos dijera: posibilidades empíricas de trascender
¿hasta cuándo se van a tragar la agresión dicho límite.49 La muerte no es sólo
individualmente?”45
Los psicoanalistas se quedan ana-
las posibilidades de emancipación y las mitologías
lizando al padre de la horda primitiva,
que estas formas inauguran. Cfr. Hinkelammert,
pero se olvidan o esconden la horda pri- Franz, Hacia una crítica de la razón mítica. El labe-
mitiva.46 La cura, al quedar presa dentro rinto de la modernidad. Materiales para la discusión,
del marco de la “sagrada familia”, es una San José de Costa Rica, Arlekín, 2007; Rozitchner,
cura individual, sin sociedad, sin afuera, León, Escritos psicoanalíticos: matar al padre, matar
sin acción política. al hijo, matar a la madre, prólogo de Diego Andrés
Ante estas reflexiones, las cuales he- Sztulwark; Cristián Sucksdorf, Ciudad Autónoma
mos recuperado de modo asistemático y de Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2015.
que ameritan mayor profundización,47
48
Pensemos en las crisis de los gobiernos progre-
nos preguntamos: ¿qué sentimiento de sistas sudamericanos: las críticas y oposiciones que
recibieron de los sectores políticos más conservado-
res y reaccionarios fue la denuncia de autoritarismo
44
Ibid., p. 283. y la amenaza a las instituciones de la república. En
45
Ibid., p. 315. definitiva, estos gobiernos, con ciertos rasgos eman-
46
Ibid., p. 317. cipatorios, eran un peligro para “la democracia”.
47
Lo haremos en una futura investigación cuyo 49
Hinkelammert, Franz, La maldición que pesa sobre
objetivo es realizar una lectura comparativa entre la ley. Las raíces del pensamiento crítico en Pablo de
León Rozitchner y Franz Hinkelammert en torno Tarso, segunda edición ampliada, San José de Costa
a la concepción del sujeto, sus formas de sujeción, Rica, Arlekin, 2013, p. 323.
152 Repensar la filosofía política en América Latina

límite, sino también limitación a la cual tener conciencia de éstos y ese mismo co-
hay que enfrentar afirmando la vida. La nocimiento da cuenta que dichos límites
conciencia de la infinitud se muestra en son a priori a nuestra experiencia.52 Esta
la capacidad de trascender los límites en la experiencia del límite revela el carácter
conciencia. Se piensa la vida sin el límite infinito del ser humano:
mayor. Se piensa la vida sin la muerte.
Estela Fernández lo explicita con claridad Un ser finito no puede saber que es fi-
cuando, leyendo a Hinkelammert, afirma: nito, no puede experimentar su finitud.
El animal es un ser finito, pero no puede
Para desplegar las potencialidades in- tomar conciencia de eso. Solamente un ser
herentes a su condición, el ser humano infinito, atravesado por la finitud, puede
debe producir un mundo abstracto, de experimentar su finitud y tener conciencia
instituciones, leyes y conocimientos, que de ella. Se vive ahora ausencias, que están
trascienden el mundo de la experiencia presentes en los propios límites. Con eso
fragmentaria de cada individuo y permi- aparece la ausencia de otros mundos y con
ten pensar y actuar en términos de univer- eso el deseo. Hasta el deseo trasciende
salidad, esto es, abarcar una generalidad límites.53
de situaciones muy por encima de las
pocas y concretas efectivamente vividas, Lo constitutivo de lo humano es trascen-
de las cuales se puede tener experiencia y der los límites. En nuestro caso a esto lo
observación directa. Ese mundo abstracto llamamos deseo, aunque Hinkelammert
es lo que le permite desarrollar la sociedad no profundice en dicha categoría. A dife-
y la cultura.50 rencia del animal, que se adapta biológi-
camente, el ser humano trasciende límites
El mundo abstracto está compuesto por concibiendo “otros mundos”: “Frente al
las construcciones teóricas y las institu- invierno no espera hasta que surja otra
ciones. Mediaciones en las que, abstra- especie con protección natural del frío.
yendo las limitaciones de la vida real, se La imaginación de otros mundos abre
construyen regularidades que posibilitan posibilidades en este mundo. Por lo tanto,
cierto orden social.51 se viste e inventa el fuego”.54 Y la ética,
Al describir al ser humano como para el autor, tiene que ver con aquella
un ser infinito atravesado de finitud, capacidad para enfrentar los límites, entre
Hinkelammert da cuenta del trabajo los cuales puede encontrarse el otro ser
de la conciencia cuando experimenta el humano. De allí que esta capacidad exija
límite. Se conocen los límites luego de la mediatización de las instituciones que
posibilitan desarrollar la vida al mismo
50
Fernández Nadal, Estela, “El ser humano: tiempo que la amenazan. De modo que
infinitud atravesada por la finitud. La dimensión la administración de la muerte presente
vida-muerte en el pensamiento de Franz Hinke-
lammert”, en Revista Pelícano Vol. 2, sección “El 52
Cfr. Hinkelammert, Franz, op. cit., p. 323.
vuelo del Pelícano”, Córdoba, 2016, p. 25. 53
Ibid., p. 324.
51
Ibid., p. 26. 54
Ibid., p. 327.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 153

en las instituciones es una especie de El fetichismo de las instituciones llega al


resguardo de la vida que, al totalizarse, punto de menguar la capacidad humana
se vuelve amenaza de muerte. La institu- de interpelación. La administración de la
ción, nacida como respuesta instrumental muerte se vuelve entonces subjetividad.
al deseo de trascender los límites que Es también un sentimiento que anima las
impiden reproducir la vida humana y de acciones y reacciones de los actores que
la naturaleza, se fetichiza. Al invertirse, habitan y transitan en las instituciones.
quebranta la misma vida humana. Estela La afirmación de la vida, orientada por
Fernández Nadal explica con fina pers- la racionalidad vida-muerte, cede ante la
picacia la teoría hinkelammertiana de las administración de la muerte presa en
instituciones como administradoras de la la racionalidad instrumental medio-fin.
muerte cuando asevera: Hinkelammert parece advertir que para
afirmar y reproducir la vida es necesario
La tendencia a trascender la finitud a no abstraer la muerte, ni los límites in-
partir del desarrollo de la racionalidad evitables a los que está sometida. Esta no
instrumental por la vía de la creación de abstracción es condición de posibilidad
un mundo institucional abstracto es inhe- para desarrollar la reproducción de la
rente al ser humano, tanto como lo es la vida. Aunque ello no es justificativo para
tendencia de ese mundo a independizarse reprimir el deseo de afirmación de la
y volverse contra la vida (de la que ha he- vida. Si ello sucediera, estaríamos otra vez
cho abstracción). El mundo real empírico frente a la ideología de la muerte como
está sujeto a las leyes de la necesidad: dadora de vida.
somos seres corporales, cuyas necesidades Ahora bien, entre las instituciones,
exigen satisfacción. El mundo abstracto producidas por esa capacidad humana
institucional (“cuasi-empírico” lo llama de trascender los límites, se encuentra la
Hinkelammert) está sujeto a las leyes de democracia en tanto institución orien-
la inevitabilidad: surge sin que podamos tada a organizar la convivencia social.
evitarlo, como efecto no intencional de Se piensa a la democracia como modo
la acción humana. Como responde a una de organización social y política que per-
lógica puramente abstracta, subordina mite garantizar la igualdad y la libertad de
a la vida y a las necesidades humanas, y los ciudadanos. No obstante, como todo
tiende por su propia inercia a negarlas constructo institucional, al adquirir vida
y reprimirlas. Su inevitabilidad significa propia, es decir, al funcionar automática
que no puede abolirse; su tendencia a y autónomamente de las necesidades
aplastar la vida significa que debe ser humanas que le dieron origen, se trans-
permanentemente interpelado y subor- forma en represión de las libertades y
dinado a las necesidades humanas, a la reproducción de desigualdades. De allí
corporalidad humana y natural, sometida que para el autor la democracia es posible
y olvidada en la raíz misma de la institu- cuando en la vida social se abren posibili-
cionalidad.55 dades para interpelar el fetichismo de las
instituciones, fundamentalmente el feti-
55
Fernández Nadal, Estela, op. cit., p. 30. chismo del mercado. Para nosotros este
154 Repensar la filosofía política en América Latina

fetichismo está además encastrado en la sometidas a una racionalidad suicida.56


sensibilidad, tanto de los actores políticos No se trata de una determinada sus-
alternativos como la del “hombre de la tancia particular y acabada. Se trata de
calle”. El mercado es la institución que ha estados de la sensibilidad y la conciencia.
logrado permear la vida cotidiana de los Momentos de la vida cotidiana en los
seres humanos al subyugar toda relación cuales hasta el mismo individuo crítico,
humana a la lógica de la propiedad. Para lúcido y alternativo y hasta aquel mismo
Hinkelammert, su sacralización legitima sujeto militante entrega su conciencia y
el poder para hacer morir y para dejar su sensibilidad a la lógica de los sistemas
morir. Porque en su nombre se justifican de dominación. “El hombre de la calle” es
profundas desigualdades, execrables expresión de un modo de comprender las
injusticias y sanguinarios asesinatos. relaciones sociales y de situarse en ellas.
Cuando el mercado es ley suprema la Comprensión que se asienta en criterios
democracia es farsa. Por eso se compren- jerarquizadores de lo social y por esto
de su crítica a la lógica del mercado en mismo, discriminatorios y reproducto-
tanto institución rectora que atraviesa a res de la explotación, la desigualdad y
las demás instituciones. Que el sujeto, la violencia institucional como garantía
en tanto capacidad humana de interpe- de la paz social. Al parecer, sus “ganas”
lación, ponga en cuestión la totalización están intervenidas por la sensibilidad y
del mercado al reclamar el derecho de la ideología de la “muerte que da vida”.
su intervención sistemática, es expresión Volvemos a preguntar entonces: ¿En
concreta de democracia como modo de qué deseo se afirman nuestras democra-
reproducir la vida humana y reproducción cias formales? ¿Y qué deseos despiertan?
de la naturaleza. Porque hay en ellas algo que comprime la
subjetividad social a su pasión necrófila.
¿Qué democracia podrá Porque la vida cotidiana es sentida, las
despertarnos las ganas? más de las veces, desde una subjetividad
amante de la muerte como portadora
La muerte no tiene manos/ La vida se de vida. Subjetividad seducida más por
las quitó /Pero le dejó la boca /Y le dice: la represión a las demandas populares
“ven mi amor” que por las ganas de profundizarlas.
( José Carbajal El Sabalero: La Muerte Porque democracia y muerte parece ser
fragmento) el vínculo que predomina en la sensibi-

El “hombre de la calle”, ese “hombre


común” que sobresale en las democracias 56
Tomamos esta imagen de los análisis de Franz
formales contemporáneas, es también un Hinkelammert sobre la racionalidad de lo irra-
estado de conciencia y de sensibilidad cionalizado.

Carlos Javier Asselborn


Muerte y democracia 155

lidad social que nutre el ordenamiento los “anormales sexuales”, los discapaci-
y legitimación de las relaciones sociales tados, los viejos, los niños, la naturaleza.
contemporáneas. Porque lo vemos en Son ellos siempre motivo para la violencia
la vida cotidiana del hombre de la calle institucional y la risa necrófila. Historiar
para quien no hay tiempo ni lugar para y visibiliar esa violencia y esa risa podrá,
imaginar experiencias de democracia que tal vez, aportar a un proceso de emanci-
afirmen la vida; ni tiempo ni lugar para pación donde la democracia comience a
producir aquella alegría capaz de socavar ser un modo de organizar las relaciones
intensidades afectivas racistas, patriar- sociales atravesadas por el deseo colectivo
calistas y clasistas o para experimentar de afirmación de la vida. “Democracia”
corporalmente el gozo creativo y la de- puede ser hoy otro nombre con el cual
mocrática satisfacción de las necesidades. expresar los deseos de emancipación.
Hay un sentimiento, una interioridad, por Rozitchner lo dirá a su manera:
la cual la democracia viene anudada con
los vestigios de la muerte. Interioridad Creo que tenés que ir abriendo la posibi-
que es preciso desarticular para producir lidad de que la gente pueda meterse sin
otra subjetividad social, menos aterrada, sentirse que va a morir, sin sentirse ame-
menos necrófila, menos sacrificialista nazada de muerte. Que el acto político
y menos meritocrática. Porque no hay no implica necesariamente la muerte o el
ampliación de la democracia con cuerpos sacrificio de la vida. Hasta que no abras
cuyas ganas gozan con la destrucción de un campo donde la gente pueda comenzar
otros seres humanos y con la destrucción a sentir que el campo de la política es un
de la naturaleza. campo de vida, de protección y no de
Entonces, hacer política emancipato- sacrificio, creo que no puede hacerse algo
ria, y por ello mismo democratizadora, es importante.57
también decidir recuperar colectivamente
las ganas de disputar el deseo, el tiempo, el La crisis de las democracias latinoameri-
espacio y la alegría en los propios deseos, canas con sensibilidad social es el triunfo
tiempos, espacios y alegrías ordinarias de la política entendida como muerte y
y extraordinarias. Tanto en las institu- sacrificio, es el triunfo de la ideología de
ciones sedimentadas como en aquellas la muerte que da vida. ¿No habrán esta-
praxis (grupos, organizaciones, colectivos, do esas democracias también asentadas
movimientos, partidos políticos) que en la ideología que aquí criticamos? Si
interpelan institucionalidades opresivas así fuera, que la experiencia histórica
y violentas. Es decir, praxis que ponen
en tela de juicio el instinto de muerte 57
Rozitchner, León, Escritos políticos, prólogo de
instrumentalizado institucionalmente. Diego Andrés Sztulwark; Cristián Sucksdorf,
Porque el deseo de muerte se reproduce Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Biblioteca
institucional y afectivamente en la violen- Nacional, 2015, pp. 122-123. Cfr. Rozitchner,
cia hacia a los pobres, los explotados, las León, La cosa y la cruz. Cristianismo y capitalismo
mujeres, los originarios, los inmigrantes (En torno a las Confesiones de San Agustín), Buenos
de países vecinos o de países “exóticos”, Aires, Losada, 2001, pp. 409-421.
156 Repensar la filosofía política en América Latina

sirva como constelación para pensar las Kessler, Gabriel y Gayol Sandra (Editores),
diversas y plurales praxis, ahora a partir Muerte, política y sociedad, Ciudad Autó-
del sentimiento activado por el deseo noma de Buenos Aires, Edhasa, 2015.
afirmativo de la vida. Marcuse, Herbert, Ensayos sobre política y
cultura, Barcelona, Editorial Planeta De
Bibliografía Agostini, 1986.
Reich, Wilhelm, Psicología de masas del fascis-
mo, Madrid, Editorial Ayuso, 1972.
De Espinosa, Barcuh, Ética demostrada según
Reich, Wilhelm, La función del orgasmo.
el orden geométrico. Introducción, tra-
El descubrimiento del orgón. Problemas
ducción y notas de Vidal Peña, Madrid,
económico-sexuales de la energía biológica,
Ediciones Orbis Hyspamérica, 1980.
Buenos Aires, Editorial Paidós, 1977.
Fernández Nadal, Estela, “El ser humano: Rozitchner, León, La cosa y la cruz. Cristianis-
infinitud atravesada por la finitud. La mo y capitalismo (En torno a las Confesiones
dimensión vida-muerte en el pensamiento de San Agustín), Buenos Aires, Losada,
de Franz Hinkelammert”, en Revista 2001.
Pelícano Vol. 2, sección “El vuelo del Pe- Rozitchner, León, Freud y los límites del indivi-
lícano”, Córdoba, 2016, pp. 22-32. dualismo burgués (Primera edición 1972),
Fromm, Erich, El corazón del hombre. Su Buenos Aires, Biblioteca Nacional, 2013.
potencia para el bien y para el mal, México, Rozitchner, León, Escritos políticos, prólogo
Fondo de Cultura Económica, colección de Diego Andrés Sztulwark; Cristián
popular, (Primera edición en inglés: 1964), Sucksdorf, Buenos Aires, Biblioteca
novena edición, 1985. Nacional, 2015.
Hinkelammert, Franz, Hacia una crítica de la Rozitchner, León, Escritos psicoanalíticos: ma-
razón mítica. El laberinto de la modernidad. tar al padre, matar al hijo, matar a la madre,
Materiales para la discusión, San José de prólogo de Diego Andrés Sztulwark;
Costa Rica, Arlekín, 2007. Cristián Sucksdorf, Buenos Aires, Biblio-
teca Nacional, 2015.
Hinkelammert, Franz, La maldición que pesa
Volnovich, Juan Carlos, “Acerca de Freud y
sobre la ley. Las raíces del pensamiento crítico
los límites del individualismo burgués”, en
en Pablo de Tarso, segunda edición amplia-
AAVV: León Rozitchner: contra la servi-
da, San José de Costa Rica, Arlekín, 2013.
dumbre voluntaria. Jornadas en la Biblioteca
Illich Iván, Obras Reunidas I, Revisión de Va- Nacional, Ciudad Autónoma de Buenos
lentina Borremans y Javier Sicilia, México, Aires, Biblioteca Nacional, 2015, pp.
Fondo de Cultura Económica, 2005. 169-174.

Carlos Javier Asselborn


tudios de Doctorado en Fi-
Colaboran en este número losofía. Desde el 2014 es
miembro adherente del Cír-
culo Psicoanalítico Mexicano
y del Instituto “Armando
Suárez”. Ha participado en
Alejandro Auat y Licenciado en Filosofía. foros nacionales e interna-
Argentino. Licenciado en Docente e investigador en cionales desde diversas líneas
Filosofía por la Universi- la Universidad Católica de de investigación como lo son:
dad Nacional de Tucumán Córdoba, Unidad Asociada el pensamiento del filósofo
(1986). Doctor en Filosofía al CONICET. Director Jean-Paul Sartre, problemas
por la Universidad Católica del proyecto “Legitimidad en torno a la alteridad, filoso-
de Santa Fe (2000). Es Pro- y normatividad: entre la fía de la cultura, así como en
fesor Titular por concurso de construcción del orden y la clínica y teoría psicoanalítica.
Filosofía Política, a cargo de utopía de la emancipación.
Pensamiento de Oriente y Aproximaciones teóricas Horacio Cerutti Guldberg.
Filosofía Medieval en la Li- desde el pensamiento críti- Argentino-mexicano. Doctor
cenciatura en Filosofía en la co latinoamericano”. Sus en Filosofía por la Univer-
UNSE. Es Profesor Titular últimas publicaciones son sidad de Cuenca, Ecuador.
en Ética y en Filosofía Social “Cuando la democracia Investigador del CIALC y
y Política en las carreras de legitima pasiones anti- profesor de la UNAM. Doc-
Ciencias Políticas, Abogacía democráticas”, en Franz tor Honoris Causa, Universi-
y Psicología en la UCSE. Hinkelammert (editor); dad “Ricardo Palma”, Lima,
Ha dictado varios cursos La religión neoliberal del Perú, 2006. Doctor Honoris
de post-grado en Maestrías mercado y los derechos huma- Causa, Universidad de Var-
y Doctorados de diversas nos, San José, Costa Rica: sovia, Polonia, 2010. Algunos
universidades (UNSE, UNT, Editorial Arlekín. Cuando de sus libros son: Democra-
UNER, UCSF). Dirige ac- el sujeto político se cansa y cia e Integración en Nuestra
tualmente un proyecto de el hombre común goza, Re- América (Mendoza, 2008);
investigación CICyT-UNSE vista Cuadernos America- Filosofías para la liberación
sobre “Condiciones de la de- nos, Nueva Época, CIALC ¿liberación del filosofar? (Ar-
mocracia: gobierno y acción / Universidad Nacional gentina, 2008); Filosofando y
política en torno a derechos Autónoma de México con el mazo dando (Madrid,
humanos, tierra y seguridad (UNAM), Año XXX, Vol. 1, 2009); Utopía es compromiso
en Santiago del Estero”. Es nº 155, enero-marzo 2016. y tarea responsable (Ensayos de
autor de los siguientes libros: Correo electrónico: <cas- utopía V) (Monterrey, N.L.,
Hacia una f ilosofía política selborn@yahoo.com.ar>. 2010). Es director de Pen-
situada (Buenos Aires, 2011), sares y Quehaceres. Revista de
Soberanía y comunicación Políticas de la Filosofía.
Jacqueline Calderón Hino-
(Santa Fe, 2005), entre otros. Jaime Delgado Rojas. Nació
josa. Mexicana. Licenciada y
Carlos Javier Asselborn Maestra en Filosofía por la en Heredia, Costa Rica. Doc-
Doctor en Estudios So- UNAM, lugar donde en tor en Filosofía, Posgrado
ciales de América Latina la actualidad cursa sus es- Regional Centroamericano

Número 7, julio-diciembre 2018


198 Colaboran en este número

en Filosofía, Universidad Víctor García Salas. Mexi- pánicas y Maestro en Letras


de Costa Rica. Maestro en cano. Licenciado en Filosofía (Letras Latinoamericanas)
Ciencias Sociales, con énfasis y en Letra italianas, con por la UNAM. Actualmente
en Ciencia Política, Facultad especialidad en traducción. estudia el Doctorado en
Latinoamericana de Cien- Maestro en Filosofía por Estudios Latinoamericanos.
cias Sociales (FLACSO), parte de la UNAM. En 2013 Forma parte del Seminario
México, 1984. Docencia fue residente del Centro de Narrativa Latinoameri-
en el Doctorado en Cien- Internacional de Traducción cana Contemporánea (SE-
cias de la Administración, Literaria de Banff, Canadá. NALC) adscrito al Instituto
Universidad Estatal a Dis- En el 2015 ganó el Premio de Investigaciones Filológi-
tancia; en el Doctorado en de traducción del Gobierno cas de la UNAM.
Estudios Latinoamericanos, italiano por la traducción
Paola Gramaglia. Argen-
énfasis Pensamiento Lati- de la novela Dies irae, de
tina. Es Profesora adjunta
noamericano, Universidad Antonio De Petro (editorial
dedicación exclusiva de la
Nacional, Costa Rica; en el Garabatos). Residente de
cátedra de Filosofía Argen-
Posgrado Centroamericano investigación en la Universitá
tina y Latinoamericana en
en Filosofía, Universidad de degli studi di Udine (2017),
la Escuela de Filosofía de la
Costa Rica; en la Maestría Profesor de Filosofía en el
Universidad Nacional de
en Derecho Comunitario y ICTE (Instituto Científico,
Córdoba. Dirige el proyecto
Derechos Humanos, Univer- Técnico y Educativo) y de
“Re-pensar el sujeto político
sidad de Costa Rica. la UNAM (FES Acatlán).
desde las heterogeneidades
Correo electrónico: <victor-
latinoamericanas”. Obtuvo el
garciasalas@msn.com>.
Estela Fernández Nadal. doctorado en filosofía por la
Argentina, Profesora y Facultad de Filosofía y Hu-
Doctora en Filosofía por la Ramiro Gogna. Argentino. manidades de la Universidad
Universidad Nacional de Licenciado en Filosofía por Nacional de Córdoba. Fue
Cuyo. Se desempeña como la Universidad Nacional docente Titular en Pensa-
Docente titular ordinaria de Córdoba, Maestro en miento Argentino y Lati-
de la Facultad de Ciencias Estudios Latinoamericanos noamericano de la Carrera
Políticas y Sociales de esa por la UNAM y Doctor- de Filosofía en la Facultad de
universidad y como Investi- ante en Filosofía, UNAM- Filosofía y Humanidades
gadora Principal del Consejo CONACYT, México. Re- de la Universidad Católica de
Nacional de Investigacio- aliza trabajos de extensión de Córdoba. Es autora del libro
nes Científicas y Técnicas extensión universitaria y es La democracia radicalizada y
(CONICET), en Mendoza, integrante del comité edito- lo político en Ernesto Laclau
Argentina. Es especialista rial de la revista Intersticios (2008).
en Filosofía Política Latino- (Argentina).
Ana Matías Rendón. Mexi-
americana. Es autora de nu-
Edivaldo Gonzále Ramírez. cana. Licenciada en Filo-
merosos artículos publicados
Mexicano. Licenciado en sofía (UNAM), Maestra en
en revistas de su especialidad
Lengua y Literaturas His- Estudios Latinoamericanos
y de varios libros.
Colaboran en este número 199

(UNAM) y Especialista en vestigador del Centro de In- lisis por la Universidad de


Literatura Mexicana del vestigaciones sobre América Buenos Aires, Argentina.
Siglo XX (UAM). Últimas Latina y el Caribe (CIALC- Profesora de la materia de
publicaciones: Matsa’a. Una UNAM) y autor del expuesto Filosofía del Lenguaje en
historia mixe (Kumay, 2018), y en el simposio internacional la Facultad de Filosofía
el artículo “Lenguaje, cuerpo “Para una nueva historia de y Letras de la unam. Se
y amor en la poesía indígena América Latina: un debate desempeña en el área de
latinoamericana”, en Filoso- abierto”, del Centro de Es- filosofía de la cultura. Es
fía latinoamericana: ¿Nuevos tudios Latinoamericanos- autora de varios artículos
rumbos del filosofar? (UdeG, Universidad Nacional de San en revistas especializadas y
2018). Directora de la Re- Martín, realizado en la sede de ha coordinado, junto con el
vista Sinfín, vicepresidenta la UNSAM en Buenos Aires, Dr. Armando Villegas, dos
de la Asociación “Pluralidad el 26 y 27 de agosto del 2016. libros titulados: Figuras del
Indígena, A.C.” y profesora discurso. Exclusión, filosofía y
Misael Rojas Mejía . Mexi-
adjunta del Colegio de Filo- política (2016) y Figuras del
cano. Tesista en la Maestría
sofía (FFyL-UNAM). discurso II. Temas contempo-
en Filosofía en la línea po-
ráneos de política y exclusión
Gustavo Ogarrio. Mexica- lítica, UNAM. Cuenta con
(2017).
no. Cursó la licenciatura, la una estancia de investigación
maestría y el doctorado en en la Universidad Complu-
Estudios Latinoamericanos tense de Madrid, Madrid, la Ulises Valderrama Abad.
en la UNAM. Profesor de licenciatura en Filosofía por Mexicano. Estudió las li-
literatura latinoamericana la Universidad Autónoma cenciaturas en Informática
en el Colegio de Estudios Metropolitana Unidad Izta- y en Lengua y Literaturas
Latinoamericanos (CELA / palapa y con estudios avan- Hispánicas, además de la
FFyL / UNAM) y de historia zados en Ciencia Política por Maestría en Letras (Lati-
de América Latina en el Insti- la misma universidad. Asi- noamericanas) en la Univer-
tuto Mora. Es autor de La mi- mismo, tiene varios análisis sidad Nacional Autónoma
rada de los estropeados (FCE), políticos, no necesariamente de México; institución en
Breve historia de la transición académicos, publicados en la cual actualmente cursa
y el olvido (CIALC, UNAM diversas revistas. el Doctorado en Estudios
/ EÓN), Bajo la misma noche. Latinoamericanos. Es miem-
Erick Israel Sepúlveda Mu-
Ensayos políticos sobre litera- bro fundador del Seminario
rillo. Mexicano. UNAM.
tura latinoamericana (FFyL, Permanente de Investigación
Es Licenciado en Filoso-
UNAM), entre otros libros. sobre Revistas de América
fía (UABC), maestrante en
Latina (ESPIRAL). Sus
Filosofía (UNAM). correo
Hugo Rodas Morales. Po- principales líneas de inves-
electronico: <ericksep91@
litólogo boliviano (UMSA) tigación giran en torno a la
gmail.com>.
diplomado en Estudios An- novela del exilio argentino en
dinos (FLACSO-Programa Natalia Elizabeth Talavera México, literatura policiaca
Bolivia) y posgraduado en Baby. Mexicana. Licenciada latinoamericana y revistas
Estudios Latinoamericanos en Psicología por la UAE- de dictadura y pos-dictadura
(PPELA-UNAM). Es in- Mor. Maestra en Psicoaná- argentina.

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