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FERNANDO CENTENO GÜELL

Premio Nacional de Cultura, Magón

1989

Nació en San José el 2 de diciembre de 1907 y falleció el 15 de setiembre de 1993. Hijo de Carlos
Centeno Ramírez y Emilia Güell.

Promotor de la cultura; poeta, escritor y pedagogo. Cofundador de la primera escuela de educación


especial en 1940, que en la actualidad lleva su nombre: Instituto de Educación Especial Fernando
Centeno Güell.

Recibió el galardón gracias a su aporte en el ámbito literario y académico en las áreas de la psicología, el
teatro y la pedagogía. Su labor como promotor de la educación especial, lo ha reconocido como una
figura relevante en la historia educativa costarricense.

Dentro de su obra literaria más significativa se destacan: Fábula del Bosque. Signo y mensaje (1974) y El
hacedor de sueños (1960).
Cronología

En 1930 se trasladó a España donde cursa sus estudios superiores en Pedagogía Especializada en la
Universidad Central de Madrid y en el Instituto Español de Educación.

Recibió una beca de los Estados Unidos por sus estudios de métodos de enseñanza especiales para
ciegos.

En 1940, junto con las educadoras Flora Vourrillón, Dinorah Sancho Margarita Dobles y Anita Trejos,
creó el primer centro de enseñanza especial, que en aquellos años eran excluidos del sistema educativo.
Pasó a ser entidad de interés nacional y se convirtió en una opción educativa pública para los niños y
niñas con alguna discapacidad.

Durante la década de los años cuarenta trabajó en Centroamérica fundando centros de enseñanza
especial en Nicaragua (1945), Guatemala (1946), Panamá (1946), Honduras (1950) y El Salvador (1950)

De 1962 a 1963 fue director en la primera facultad de educación especial en la Universidad de Costa
Rica. El cual fue el primer plan de capacitación de maestros en educación especial, ofrecido en la
Facultad de Educación.

En 1984 recibió la Mención de Honor del Premio Interamericano de Educación Andrés Bello, Honor al
Mérito otorgado por el Ministerio de Educación de Costa Rica.

En 1986 recibió la Orden de Isabel la Católica de España En 1987 ingresó a la Academia Costarricense de
la Lengua (silla J)

En 1990 recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Costa Rica.

En el 2007 la Asamblea Legislativa de Costa Rica presenta el proyecto de declaratoria de Benemérito de


la Patria a Fernando Centeno Güell.

En el 2007 Correos de Costa Rica S.A. lanzó la primera emisión postal bajo el nombre de Centeno Güell;
así como una colección de sobres donde destaca la Casa de Enseñanza Especial de Guadalupe.
Obra

Lirios y cardos, (1926).

Carne y espíritu, (1928).

Signo y mensaje, (1950).

Evocación de Xande, (1950).

Rapsodia de Aglaé, (1950).

El ángel y las imágenes, (1953).

Ensayos poemáticos, (1961).

Poesía y pensamiento, (1989).

El tiempo en el reloj de agua, (1992).

Fábula del Bosque, (1974).

Intima Búsqueda, (1975).

El ángel y las imágenes, (sin fecha).

https://youtu.be/l4kJcOHFM5c

https://www.dircultura.go.cr/premios-nacionales/cultura/1989/fernando-centeno-guell#:~:text=Naci
%C3%B3%20en%20San%20Jos%C3%A9%20el,%3B%20poeta%2C%20escritor%20y%20pedagogo.
Honor a Fernando Centeno Güell

13 diciembre, 2017 by Periodico Gente

Sarah Sánchez C. redaccion@periodicogente.co.cr

Develan busto en honor a un distinguido educador fundador de un centro educativo para la enseñanza
especial

En un solemne acto se develó el busto, en homenaje al distinguido educador Fernando Centeno Güell;
destacado por su visión de crear un centro de enseñanza especial, en su honor lleva su nombre, desde
hace 77 años.

La actividad se realizó en el patio de la escuela en presencia de la alcaldesa, Ana Lucía Madrigal, la


presidenta del Concejo, Irene Campos, la directora del centro educativo, estudiantes y personal
administrativo.

El Centro de Educación Especial Fernando Centeno Güell es una escuela que cubre las necesidades
educativas especiales de los niños y los jóvenes, dándoles el derecho de aprender e integrándolos a la
sociedad.

En 1940 se creó el primer centro de enseñanza especial, gracias a la visión de Fernando Centeno Güell,
quien decidió fundar una escuela para incorporar a niños con alguna discapacidad a la educación, que en
aquellos años eran excluidos del sistema educativo. Pasó a ser entidad de interés nacional y contó con
apoyo político; por decreto se convirtió en una opción educativa pública gratuita para los niños con
alguna discapacidad.

Actualmente se atienden alumnos con discapacidad visual, sordera y retardo mental, y se cuenta con
una población de 400 estudiantes.

La alcaldesa, Ana Lucía Madrigal, resaltó el merecido homenaje a un ilustre educador como fue
Fernando Centeno Güel, declarado por su gran obra, hijo predilecto del cantón, bajo cuya sensibilidad y
preocupación por los pequeños con alguna discapacidad tuvo la entrega y el amor de crear tan noble
institución, que hoy, 77 años después, más de 400 menores se benefician de sus programas.
Madrigal, destacó la importancia de continuar trabajando en los programas que beneficien a esos niños
y jóvenes e integrarlos a la sociedad. ‘‘Gracias don Fernando por dejar este legado legado a nuestra
niñez’’, dijo.

http://educadorescr.blogspot.com/2011/06/breve-biografia-fernando-centeno-guell.html

Centeno Güell, Fernando

Fernando Centeno Güell nació en San José en 1907. Fue becado por España, estudió pedagogía
especializada en la Universidad Central de Madrid y en el Instituto Español de Educación, se graduó en
1936. De 1937 a 1939 ocupó el cargo de profesor en el Instituto Municipal de Deficientes de Barcelona,
y representó el cargo, ad honórem de canciller en los consulados de Costa Rica, en Madrid y Barcelona.
En 1936, emigró hacia Francia, donde completó estudios sobre la enseñanza de los niños con
deficiencias mentales.

Regresó a Costa Rica en 1939 e inició la atención de los niños discapacitados y años más tarde su paso
por la enseñanza especial ha sido reconocido en la institución que lleva su nombre, el Instituto de
Educación Especial Fernando Centeno Güell.

Incursionó en otras áreas como el ser miembro permanente del Comité Ejecutivo de la Comisión
Costarricense de Cooperación con la UNESCO, representante del Instituto de Cultura Hispánica, el 4 de
marzo de 1987 fue nombrado Miembro de Número de la Academia Costarricense de la Lengua y, en ese
mismo año, también fue nombrado correspondiente hispanoamericano, en Costa Rica, de la Real
Academia Española.

Su trabajo ha sido galardonado y reconocido en muchos campos del quehacer nacional e internacional:
Mención de Honor del Premio Interamericano de Educación Andrés Bello, Honor al Mérito otorgado por
el Ministerio de Educación de Costa Rica, el 30 de octubre de 1984, Premio Magón, 1989, Encomienda
de la Orden de Isabel la Católica otorgada, en 1986 en Madrid, por su Majestad el Rey Juan Carlos de
Borbón y Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Costa Rica, en diciembre de 1990.

Aunque su dinámica participación fue más conocida en el campo educativo, este no fue el aporte
exclusivo de Centeno Güell. También se le reconoce por su labor literaria, en la que sobresalen las
siguientes obras: Fábula del Bosque Signo y Mensaje, y El hacedor de sueños. Como escritor, editó sus
primeros poemas a los 17 años, pues empezó a escribir a los 12. A partir de entonces, editoriales de
Costa Rica, México y España han acogido su vasta cosecha literaria. Además, destacan sus escritos en
prosa, especialmente en el área de la psicología, el teatro y la pedagogía.

https://www.editorialcostarica.com/escritor/1049
La histórica y emblemática “casona” de la escuela de enseñanza especial Fernando Centeno Güell,
ubicada en el centro del cantón de Guadalupe, se está hundiendo, agoniza lentamente, y posiblemente
cuando se le quiera revivir ya será muy tarde.

El edificio, que albergó el primer centro de enseñanza especial del país desde 1947 y hasta la década de
los años 80 tiene serios problemas en su estructura que son urgentes de intervenir, sin embargo, por
diversas razones la ayuda no la ha recibido y no la recibirá con premura.

La llamada casona albergó 6 aulas para la atención de los niños y hasta tenía un consultorio médico y las
oficinas administrativas.

Hoy, el inmueble resiente el paso de los años, pero más allá de eso, su imagen
muestra el deterioro y el abandono que ha sufrido por parte de las autoridades.
Una declaratoria de Patrimonio Histórico Arquitectónico que se firmó el 5 de agosto de 1991 pretendía
mantener con vida al edificio, pues con este reconocimiento se prohíbe su demolición y faculta a sus
propietarios a que “su eventual restauración se hará bajo la supervisión y dirección” del Centro de
Patrimonio Histórico Arquitectónico.
Sin embargo, al día de hoy se necesitan más de ¢700 millones para iniciar los trabajos de restauración y
las autoridades de la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del MEP reconocen
que no cuentan con esa plata.

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