DRA.

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Brigitte Wezel, nacida 1943

Diseñadora libre y decoradora
Secretaria bilingüe
Directora de publicidad
Therapista ocupacional
Pintora y escritora de mandalas
Saalmannstr. 32, 13403 Berlin
030-4131189 o 039887-61300
brigittetiamat@web.de

Dra. María Angélica Carrillo

1905 - 1981
Inició el bachillerato femenino en el Ecuador.
Fue rectora del primer gimnasio femenino en el país.
Creó y dirigió un colegio femenino privado.
Dedicó toda su vida a la educación de ninas y jóvenes mujeres.
Fue la primera mujer que incurrió en la política ecuatoriana.
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DRA MARÍA ANGÉLICA CARILLO

La Doctora nació el 12 de octubre del 1905 en la ciudad de Píllaro en la provincia
Tungurahua en medio de los Andes. Era hija única. Su padre, el hacendado Santiago
Carillo murió muy temprano y ella se crió con su madre. El hermano de la madre, un
sacerdote, fue quien fomentó y financió su educación.

La primaria la cursó desde el año 1911 al año 1916 en el Colegio de los Sagrados
Corazones en Quito, la capital del Ecuador. Posteriormente recibió clases privadas durante
2 años. Luego ingresa a estudiar (entre 1918 y 1923), en el Instituto Normal de Senoritas
Manuela Cañizares y se gradúa obteniendo el título de Preceptora Normalista.

En este tiempo existían 2 colegios estatales en Quito, uno para mujeres y otro para
varones. Para las mujeres no había la posibilidad de hacer el bachillerato. La gente blanca
y la de poder económico enviaba a sus hijos a colegios privados, como sucede hasta la
actualidad.

Después de graduarse, trabajaba como Profesora de primaria en la Escuela de niñas en la

Provincia de Esmeraldas, en la costa del Ecuador. Más tarde trabajaría como maestra en
la Escuela Superior Mercedes González y en el Colegio 24 de Mayo. Mantenía un contacto
muy estrecho con las profesoras y los profesores del Colegio Alemán de Quito, trabajaba
intensivamente con ellos. Muchos reconocieron sus cualidades y capacidades, hasta que
en 1929 recibió una beca de la Institución Alexander von Humboldt Berlin y del gobierno
del Ecuador para estudiar en Berlin.

En 1929 partió para Alemania e inició sus estudios; era la primera y única mujer del
continente sudamericano en la Universidad (Friedrich Wilhelms Universität hoy Humboldt-
Universität Berlin) y estudió las materias de pedagogía, filosofía y filología inglesa y
española. Fue alumna de Edward Spranger y 1934 obtuvo el título de doctora en Filosofía
y Pedagogía. Su examen oral lo aprobó con Cum Laude. El título de su tesis de grado fue
“La reforma de la educación superior femenina del año 1908 y sus efectos” (“Die Reform
des höheren Mädchenschulwesens vom Jahre 1908 und ihre Auswirkungen“). Una
traducción fue publicada en el 1934 en “La Educación“.
(Informaciones sobre ésta tesis se puede conseguir de B.Wezel.)

En el 1934 regresó a su patria después de haber terminado sus estudios. En el mismo año
el presidente de la República fundó el Colegio “24 de Mayo” como gimnasio femenino y
nominó a la Doctora como rectora.

El Colegio 24 de Mayo existió ya desde el 1930 como Colegio de niñas. En el 1933 existía
allí un Jardín de Infantes, Enseñanza Primaria y un Curso Especial con un total de 345
alumnas (24 de Mayo de 1822 es la fecha de la victoria del General Sucre sobre el
gobierno español, en una batalla ocurrida en las laderas del volcán Pichincha. La
proclamación de la independencia había ya sucedido el 10 de agosto de 1809 en el
conocido «primer grito de la independencia», día en el que comenzaron los movimientos
libertarios en contra del gobierno de España.)

En 1967, cuando yo trabajaba en el colegio 24 de Mayo, habían aproximadamente 1500

alumnas, con 65 a 75 alumnas por curso. En el año 2006 son más que 5000 alumnas. La
cantidad de alumnas por curso se ha reducido a 50 o 54. Dada la enorme cantidad de
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alumnas, la institución se ha dividido en dos secciones, una matutina (de cuarto a

sexto curso) y una vespertina (de primero a tercer curso).

Colegio „24 de Mayo“ 2006

La transformación del Instituto de Educación Femenina hasta convertirse en el

primer Gimnasio Educacional Femenino le dió la posibilidad de aplicar
directamente los conocimientos aprendidos en Alemania. Ella introdujo en el
plantel el bachillerato de humanidades y comercio con las secciones de
Secretariado y Contabilidad. Realizó muchas reformas, por ejemplo, introdujo el
sistema de clases en jormada única desde las 7 y media de la mañana hasta las 2
de la tarde. Utilizaba los métodos más modernos y apoyaba intensivamente la
creatividad y la formación integral de las mujeres. Las estudiantes tenían una
formación científica, cultural y recibian además clases de formación en arte,
encuadernación, manualidades femeninas (costura, juguetería, cocina, nutrición,
etc), actividades deportivas (equitación, natación, deportes varios), danza (baile,
ballet clásico y baile español,
coreografía), y barras polícromas
(ejemplo tomado de la cultura
China).

Prendedor de las alumnas del

Colegio “24 de Mayo”
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Sus reformas en los métodos pedagógicos con el tiempo se aplicaron en todo el país.
En el transcurrir de los años continuaba realizando nuevas reformas pedagógicas,
introducía novedades técnicas, realizaba actividades de estudios pedagógicos para el
profesorado, organizaba congresos nacionales e internacionales.

Ella viajaba con frecuencia a Alemania, Francia y España, participaba en congresos

internacionales. En la Revista del Colegio “Experimental 24 de mayo” de 1981,
creado por ella como un informe de la vida de la institución, consta una referencia
sobre la doctora, que dice: “Convivió y comprendió el tipo de vida germánico, un
pueblo caracterizado por la disciplina, el orden y la organización, pero también lleno
de espiritualidad, de idealismo y romanticismo.”

La UNESCO designa al Colegio “24 de Mayo” como integrante de la red de escuelas

asociadas al Proyecto de Educación para Cooperación Internacional. Y para que la
actividad de este proyecto sea factible, en el 1954 el Ministerio de Educación declara
al plantel como « Experimental ». Desde entonces toma el nombre de Colegio
Experimental “24 de Mayo” Asociado a la UNESCO. La Doctora dirigió el colegio
durante 37 años (del 1934 hasta el 1971). .

En el 1958 fundó junto con su esposo, Humberto Mata

Martinez, que también fue profesor y un intelectual muy
importante en su país, una institución privada, el Colegio de
América. También aquí se aplicaban los nuevos métodos de
enseñanza y los sistemas pedagógicos más modernos.

Después de la muerte de su esposo (1965 o 1966, el

matrimonio era sin hijos) fundó la institución “Mata Martinez-
Carillo”, para que el colegio pueda subsistir después de su
muerte. Esta institución lleva hoy el nombre de “Unidad
Educativa de América, Maria A.Carillo de Mata Martinez” y lo administra un gremio de
profesores.
La casa de la Doctora en
el terreno del colegio 1980

En el 1969, la nombraron
como Subsecretaria de
Educación, convirtiéndose
en la primera mujer en el
gobierno ecuatoriano.
La Doctora falleció a la
edad de 76 años, en el
mes de noviembre de 1981, luego de haber dedicado
toda su vida a la recuperación de los derechos y la
dignidad de la mujer a través de una educación
visionaria que integraba elementos científicos y de Colegio de América 1980
cultura, de formación espiritual y de rescate de los
valores de la femenidad.
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Corta presentación de mi persona

Mi nombre es Brigitte Wezel. Soy berlinesa, me crié y viví el mayor tiempo de
mi vida en esta ciudad.
Tengo 5 diferentes profesiones, los últimos 20 años de mi vida profesional he
trabajado como terapista ocupacional en una clinica psiquiátrica.
Desde hace 8 años (desde 2000) estoy pensionada y desde 7 años vivo en
un pequeño pueblo en la Uckermark (una región en el nordoeste de Alemania)
y guardo todavia un cuarto en Berlin. Trabajo en mi jardin, pinto y escribo
mandalas.
Tengo una hija de 42 años y una nieta de 19 años.

Mi relación con la Doctora

y su significado en la historia de mi vida
Mi deseo de joven era estudiar arquitectura de interiores. Estudié un período de un
año de prácticas aprendiendo carpintería y un año como decoradora y tapicería,
terminé con el título de decoradora de interiores. Después estudié en la
"Meisterschule für das Kunsthandwerk Berlin", hoy Universidad de Bellas Artes.

Cuando tenia 19 años conocí a mi esposo, el era ecuatoriano y estudiaba

arquitectura.

Ganarme la vida y estudiar era una exigencia muy fuerte y no era muy capaz de
afrontarlo. A los 21 años me casé y poco después supe que mi madre estaba
enferma con cáncer y que le quedaban pocos meses de vida. Fuimos a vivir con ella
y la acompañé cuidándola hasta su muerte. Me había embarazado, mi hija nació en
el año 1966. Cuando ella tenía 5 meses nos trasladamos al Ecuador, ambos sin
haber terminado los estudios en la universidad.

El viaje en barco atravesando el océano fue maravilloso. En el Ecuador nos esperaba

la familia de mi esposo y una cultura completamente diferente. En la casa teníamos
un cuarto para nosotros, nuestras maletas se acumulaban en los garajes de las
hermanas. Habia empleados para todo y eso me llevó a ser completamente pasiva;
cada día, venian familiares y vecinos para conocer a la alemana. Mis conocimientos
del castellano eran limitados, solo podía mantener una conversación muy simple,
mezclaba el español con el italiano.

Mi marido consiguió un trabajo por entermedio de su hermano y como yo quería vivir

en mi propia casa, debí buscar trabajo para mi; así se decidió poner un
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anuncio en el periódico : “Decoradora alemana ofrece sus servicios”. Entre las

personas interesadas estuvo la Doctora María Angélica Carillo, rectora del Colegio
“24 de Mayo”. Con ella podía hablar en alemán y así presentarme a mi misma. En el
« 24 de Mayo » se celebraban cada año dos fiestas, una por fiestas patronales el 24
de mayo y la segunda a principios de diciembre, con una feria – exposición de los
trabajos de las estudiantes para las navidades. Esta exposición navideña tenía que
ser decorada por mi.

Yo venía de la moda berlinesa que se llamaba “Laterna Mágica” y en una semana

creaba arreglos con papel cresponado, masilla con engrudo y cartón, con la ayuda de
un carpintero y las estudiantes de los cursos del bachillerato, que jamás habían
tenido un martillo o un clavo en sus manos. Yo recibía mi salario que era muy bueno,
daba clases de dos horas por dos días a la semana de una materia electiva: “Libres
aplicaciones en tela". El trabajo me gustaba mucho, era un placer.

Entretanto teniamos un apartamento solo para nosotros y yo era muy feliz de poder
salir dos veces a la semana, tener nuevos contactos además de la familia. Durante
las clases aprendía más el español. Cada 14 días la Doctora me invitaba al té, ella
queria practicar el alemán y así llegamos a conocernos mejor. Para mi, ella era una
persona de tinte maternal que entendia mi manera de pensar y actuar. Mi presencia
le hacía rememorar sus años de estudios en Berlin, donde la dueña de casa, una
mujer mayor, le ayudaba y apoyaba en todo; así ella me protejía ahora a mi. Las dos
podiamos conversar abiertamente.

En el verano del año siguiente se terminó el proyecto de trabajo de mi marido y no

encontraba un nuevo trabajo por falta de un diploma. El era un artista y diseñaba
casas hermosas para diversas personas, pero no podia firmar y entonces recibía
como pago un Parker de oro o un whisky viejo, pero de esto no podiamos vivir. Mi hija
mientras tanto tenía un año y yo estaba nuevamente embarazada.

Decidí buscarme un nuevo trabajo. Le informé a la Doctora que no podía seguir

dando clases y le expuse mis razones; ella me preguntó si me sentía capaz de dictar
la cátedra de “Decoración de interiores”. Naturalmente respondí que si y elaboré un
plan para enseñanza teórica y práctica para segundo y tercer curso que fué aceptado
por ella. Además de las clases me tocaría presentar junto con las alumnas una
exposición el día 24 de mayo y decorar la exposición navideña.
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Alumnas cosiendo alfombras y cortinas 1968

El plan fue presentado al Ministerio de Educación, pero se perdió en el último cajón

del escritorio del ministro. Él era el marido de mi cuñada y no tenía la menor intención
de protejer a una pariente y además encontraba imposible emplear a una joven
alemana a tiempo completo, pues se necesitaba por lo menos 20 años de experiencia
profesional. Pero la Doctora insistió hasta que se dió él por vencido y se encargó del
caso. Mi plan fue revisado por el ministerio quien hizo diversas objeciones. Tenía que
corregirlo completamente hasta que finalmente fue acceptado como modelo para los
dos años de enseñanza.

Mientras tanto era octubre y yo estaba en estado de embarazo muy avanzado. Me

dieron un espacio en la terraza del colegio donde el carpintero tenia su taller; era mi
tarea renovar y decorar con las alumnas dos salas hasta el diá 24 de mayo. Mi
obligación era trabajar solamente con grupos de 15 alumnas. Para seleccionar las 15
más aptas de cada curso desarollé diversas pruebas.

Para mi era muy lógico que 5 semanas antes del parto ya no hiría a trabaja. Pero
esta idea no era aceptada por las autoridades.
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En el Ecuador las mujeres trabajan hasta los días próximos al parto, también en el
presente, y en esa época solo se contaba con reposo de dos semanas después del
parto. En la actualidad se goza de un reposo de ocho semanas y después las
mujeres tienen el derecho de horas libres para dar de lactar a sus niños.

La Doctora permitió que mi marido pueda ir al colegio y realizar las pruebas a las
alumnas, que yo después calificaba en la casa. Mi hija nació a fines de noviembre y
el 7 de enero volví a trabajar. Trabajaba a
tiempo completo, 34 horas de clase por
semana. Tiempo completo significaba
también que ganaba 3500 Sucres al mes, en
este tiempo casi 700 marcos, un sueldo muy
alto. Mi amiga que empezó a trabajar en el
mismo año escolar (en este tiempo no nos
conocíamos todavía) trabajó un año sin
sueldo, como reemplazo, para así tener la
posibilidad de encontrar un puesto de
profesora en este colegio. Ella después
recibió en su primer año de trabajo y con 27
horas de clase semanales, un salario de
1500 Sucres.
Alumnas trabajando 1968

La Doctora me apoyaba continuamente con consejos e indicaciones.Me acompañaba

Un cuarto terminado 1968
con su bus Volkswagen y chófer
para comprar cualquier material
necesario. Nuestros encuentros
para tomar juntas el té seguían.
Las alumnas aprendieron además
de la materia teórica, las prácticas
cómo trabajar en metal (ventanas)
y tratar la madera (muebles),
coser y decorar cortinas, el
diseñar y anudar alfombras, hacer
sobrecamas y forros, colorear
telas, etc. Es decir aprendieron la
práctica de decorar un ambiente
con métodos simples y poco costosos.

La exposición estubo terminada el día justo y fue un éxito, al igual que la decoración
de la exposición navideña. Con un tiempo de 6 meses y con 6 grupos de alumnas
podíamos hacer muchas cosas. Para decir la verdad no me acuerdo como logré todo
esto en aquella época. Pero creo que el hecho de que la doctora confiaba en mi,
pudo activar y desarrollar fuerzas y capacidades que no conocía de mi personalidad.
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Tres años más tarde mi marido regresó a Berlin

para reiniciar sus estudiois de arquitectura. Yo
me quedé con mis dos hijas en Quito, estabamos
bién. Pero 4 semanas después de su partida mi
hija pequeña tubo un accidente mortal. Me dieron
4 semanas de permiso extraordinario y yo volé a
Berlin para llevar esta noticia a mi marido. Y resultó
que no podia llevar a mi hija mayor porqué no tenia
una nacionalidad, ni documentos. Alemana no era
porqué su padre era extranjero y ecuatoriana
tampoco porqué nació en el exterior. A mi regreso
acudí, durante algunos meses, cada semana al
ministerio para legalizar los documentos de mi hija.

Fue la Doctora quien me apoyó, junto con mi familia,

moralmente y con consejo. Con este apoyo llegué a
conseguir los documentos hasta otoño, salí con mi
hija del país y viajé definitivamente a Berlin para
unirme con mi marido. En el jardin con la Doctora 1978

La Doctora en este tiempo era Subsecretaria de Educación y laboraba en el

Ministerio. El profesorado de todo el país
declaró una huelga contra el gobierno y el
Ministerio de Educación. El Colegio “24
de Mayo” sufrió una división en dos
grupos, en pro y en contra de la Doctora;
una parte del profesorado tomó parte
activa en la huelga. En eso la Doctora
renunció a su puesto como rectora del
colegio. Tanto el ministro como ella
dimitieron de sus puestos en el ministerio.
En lo sucesivo ella se dedicó por
completo a la dirección de su colegio
privado.
Nuestra casita 1978

La nueva dirección del Colegio “24 de Mayo" me comunicó del cese de mi empleo
como profesora protegida por la Doctora y cancelaron la materia de “Decoración de
Interiores”. Llegamos a un acuerdo y terminé el año escolar regularmente.

La Doctora y yo manteníamos el contacto por cartas; ella visitaba cada año Alemania
y Berlin, y entonces pasabamos algunos días juntas. Entretanto yo me había
divorciado. Cuando mi hija tenia 12 años viajamos al Ecuador para que conozca el
país de su padre y la Doctora nos recibió como hija y nieta.
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Ella gustaba de las fiestas navideñas alemanas. Después de nuestro primer viaje, ya
de regreso en Ecuador, pasamos juntas las siguientes tres Navidades festejando a la
manera alemana; fueron también las últimas tres Navidades de su vida. Ella tenía
una finca en el campo, dentro, un jardín tropical lindísimo rodeaba una pequeña casa
que ella restauró para las dos.

Durante nuestra segunda visita a Quito, mi cuñado

se puso en contacto con ella y le pidió su
intervención para reestablecer una relación
adecuada entre yo y mi familia política.Mi hija tiene
que agradecer a la Doctora que pudo vivir un año
con su tío en Quito y así tener la oportunidad de
conocer de cerca a su familia paterna, el país, la
gente, la mentalidad y el idioma. Cuando cumplió
los 20 años, ella volvió al Ecuador, vivió y trabajó
allí algunos años, se casó y tuvo una hija.

La Doctora para mi era mi mentora, mi madre

intelectual, mi patrocinadiora y amiga maternal. Me
siento profundamente unida y en deuda con ella.

Retrato pintado de la Doctora, pintor y fecha desconocida, probablemente de los años 40

COMO ME HICE MADRINA

En la primavera del 2005 visité una exposición sobre proyectos femeninos berlineses.
Con una artista creamos un laberinto y era una experiencia impresionante para mí el
caminarlo. Escuché además el discurso sobre el laberinto en memoria a las mujeres
(FRAUEN-GEDENK-LABYRINTH) de Dagmar von Garnier y en ese momento supe
que debía construir una piedra de memoria para la Doctora en este laberinto. En mi
mente se produjo un diálogo interno muy intenso y me fuí a mi casa llena de ideas.

Primero me puse en contacto con las personas en el Ecuador con las cuales había
mantenido un contacto en todos estos años. Quería saber cómo puedo encontrar
información sobre la vida de la Doctora y su trabajo; y también como podría conseguir
los 1000 Euros con los cuales se financia la piedra. Pensaba en los tés de las damas
de alta sociedad que donan sus ganancias para objetivos sociales, pero luego supe
que hoy las donaciones son solo para niños de la calle.

Pero una amiga tubo la buena idea de que si cada alumna del Colegio “24 de Mayo”
donara 50 centavos, se podría reunir la suma necesaria. La madre de otra amiga
había trabajado muy cercanamente a la Doctora, ella seguramente podría contarme
bastante de su vida, pero ella ya tenia más de 90 años y sabía que una comunicación
por teléfono seria seguramente difícil.
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Crecía en mi la decisión de viajar otra vez

al Ecuador, después de 17 años, ya no
como esposa, madre o abuela, sino
simplemente para rendir culto a una
persona excepcional. Mi amiga y anterior
colega me ofrecía su ayuda; mi cuñada me
ofreció vivir con ella el tiempo que yo
necesite. Y así, viajé a Quito en el verano
del 2006.

Alumnas al kiosco 2006

Este viaje fue para mi un revivir del

pasado con todas sus facetas.
Encontré muchas personas de la
familia grande, y fueron gratos
encuentros. Visité algunas veces el
Colegio “24 de Mayo", mi amiga
trabajaba todavía allí y también allí
encontré personas conocidas,
compañeras de mi tiempo.

Un aula de arte 2006

Las colegas de antaño, entretanto, seguían reuniéndose cada día en la hora del
recreo y algunas veces lo pasaba con ellas, relataban viejas historias de esos
tiempos pasados, algunas también sobre mi.

Con mi amiga nos encargamos de traducir los folletos informativos referentes al

laberinto de memoria y creamos una carpeta de información con textos y fotos del
laberinto, que debíamos entregar a las autoridades del Colegio “24 de Mayo”, a las
representantes de las alumnas y de los padres de familia. Pero eran los últimos días
de escuela, antes de las vacaciones de verano y no alcanzamos a realizarlo. Mi
amiga se ocupó de todo el proyecto y estubo encargada de esto todo el año
siguiente. Ella tropezó con
actitudes de aceptación y
entusiasmo, negación y
desconfianza.

Una parte del colegio 2006

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Los representantes de los padres de familia querian tener documentos oficiales;

Dagmar von Garnier con su talento especial escribió este texto que no resultó muy
fácil de traducir por lo que requerimos de una traductora. Vivíamos una etapa en que
se confundían la actividad y la excitación pero finalmente tuvimos éxito, pues los
representantes de los padres de familia autorizaron la donación del dinero para el
financiamiento de la piedra.

Visité también el “Colegio de América”, anteriormente privado y ahora la fundación de

la Doctora y repartí mis carpetas. En el terreno del colegio se encontraba todavia la
residencia de la Doctora. Fue muy emocionante para mi recordar que en esta casa
hemos pasado tantas horas juntas. Vinieron a mi mente muchos recuerdos.

En su casa pretendieron crear una vivienda para las llamadas “huerfanas de trabajo”,
alumnas cuyos padres van al exterior para trabajar y ganar dinero, y que deben dejar
a sus hijas donde parientes o simplemente con vecinos, quedando las niñas
expuestas a la explotación, el abuso y el descuido. Al final, no sé si este proyecto
llegó a realizarse.

Tube éxito también en el “Colegio de América”; un día antes de mi viaje de regreso

debí acudir a recoger un cheque de $500. Cambiar este cheque fue realmente una
aventura, ningún banco tenia billetes de alto valor y yo no queria viajar con un
paquete de billetes de $5.

Y así, mi tocó enfrentar parte de mi pasado, aquello que hasta el último me había
complicado la vida y lastimado, lo que me había irritado o molestado, pero también
con todo aquello que me había entusiasmado y que me había hecho sentir bién, todo
eso que me hizo querer a este país y a su gente. Y todo esto recorrido en 7 semanas!

El viaje y el escribir esta

historia me han ayudado
mucho a recorrer mi vida
pasada, mirada ahora
desde un punto de vista
completamente diferente.
Sin el laberinto no hubiera
realizado este viaje.

Vista fuera de un aula 2006