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Curso: 2º de primaria
Preguntas Respuestas
Presentación
- Tengo que hacer un trabajo, ¿me ayudas? - ¡Sí, qué guay! ¿Qué tengo que hacer?
- Vamos a hacer un juego con plastilina. - ¡Bien, me encanta la plastilina! (sonríe contento)
- Mira, aquí tengo dos trozos de plastilina, uno rojo y otro - Sí claro, los acabas de abrir papi.
de él y se los doy)
- Vale, pues vamos a hacer dos bolitas, una de cada color, y (Hace las dos bolas y pregunta:) - ¿Está bien así?
- A ver…yo creo que sí que están iguales. – Espera, esta no está del todo redonda (sigue redondeándola
- Muy bien. Bueno, ahora imagina que nos las vamos a - Sí porque son iguales.
Salchicha
- Vale (cojo mi bola y la hago en forma de salchicha) - Comemos lo mismo los dos.
- ¿Por qué? si la salchicha es más larga que la bolita. (Se pone el dedo en la barbilla pensando y duda un instante)
- ¡Es verdad! Pero…no no, la mía es más ancha, comemos los dos
- ¿Estás seguro?¿Por qué has dudado entonces cuando - (Sonríe) - No sé… porque es más larga y parece que hay más, pero
Torta
- Ahora te toca a ti, coge tu bolita, hazla en forma de - Vale (Se pone a moldearla con la palma de la mano).
- Bueno, bueno, yo la veo un poco “churro” (sonrío y bro- - Ya lo sé (Ríe de forma inocente).
- Bien, ahora que tú tienes la torta y yo una bolita ¿quién - Los dos iguales.
- Pero tu torta es más grande. - Sí, pero tu bolita es más alta y más gorda.
- ¿Entonces volvemos a comer los dos lo mismo igual que - Sí, lo mismo.
Antes?
- Vale, pues vuelve a hacer la bolita. (Vuelve a moldearla hasta dejarla en f orma de bola) - Ya papi.
Trocitos
- Muy bien Dani. Ahora que volvemos a tener los dos las - Vale, yo quiero ayudarte, ¿puedo?
- Claro que sí. - ¡Bien! (le doy un trozo y se pone a partirlo en otros más pequeños
- Bueno, después de hacerlo en trozos, ¿comeré yo en - No, volveremos a comer lo mismo los dos.
- ¿Y eso por qué si yo tengo muchos trozos más que tú? - Pero eso no importa, tus trozos son mucho más pequeños que el
mío.
comeremos lo mismo, ¿y sabes explicarme el porqué? - Pues por lo mismo que te dije antes, porque no le hemos puesto ni
quitado nada desde que las abrimos, solo las cambiamos de forma.
- Muy bien Dani, pues ya hemos terminado, lo has hecho - Oh que pronto, ¿ya no tengo que hacer nada más?
de maravilla.
El análisis de los datos recogidos en esta entrevista indica que el sujeto se encuentra en el nivel de conservación de la sustancia,
ya que con cada deformación de la masa de la plastilina sigue pensando que hay la misma cantidad aunque se modifique su forma.
Ha habido un pequeño espacio de tiempo en la primera deformación, en el que ha dudado cuando se le ha indicado que la
salchicha era más larga, pero rápidamente ha rectificado argumentando que en ningún momento se ha cambiado la cantidad de
plastilina que había desde un principio. Esto se debe a que él es consciente en todo momento, excepto ese pequeño “lapsus” , de
la relación entre masa y cantidad, por tanto, tiene asimilado el concepto de identidad. Se ha recurrido en varias ocasiones a la
reversibilidad (volviendo a convertir la plastilina en bolita). Esto quiere decir que hay la misma cantidad porque se puede volver a
hacer la bola e independientemente de la forma, que tenga la misma masa. Además queda patente que ha asimilado el concepto
de conservación y el de compensación, ya que él se reafirma en su postura cuando se le intenta convencer de que hay más porque
es más larga (en la deformación de la salchicha), alegando que su bola es más alta y gruesa. Por lo tanto no se deja llevar por la
distorsión perceptiva y defiende que hay la misma cantidad de materia a pesar de las transformaciones.
VALORACIÓN
Esta práctica me ha parecido muy interesante y de gran utilidad ya que me aporta contenido importante en esta materia y
facilita el estudio de estos conceptos cuando llegue el examen. Este trabajo me ha ayudado a entender mejor la forma de pensar y
de actuar del niño, dado que, a pesar de su relativa edad temprana, ha adquirido ciertos conceptos y conocimientos siendo capaz
de razonar en varias ocasiones cuando se modificaba la plastilina y no dejarse llevar por la distorsión perceptiva.
Una duda o “temor” que me ha surgido mientras realizaba la entrevista ha sido que, cuando se realizase la deformación de la
plastilina, al sugerir al niño tras su respuesta, que en el trozo modificado había más de ésta, eso diera lugar a su confusión y
despiste en lugar de tener el propósito deseado, que no era otro que el de que argumentase su respuesta para comprobar así su
forma de razonar. He solventado esta incógnita amenizando un poco la entrevista y poniendo especial hincapié en la nitidez de
mis sugerencias de forma que, fuesen claras y concisas. El niño, aunque ha tenido una pequeña duda, en ningún momento mis
insinuaciones lo han liado ni distraído de su tarea, solo lo ha hecho reflexionar y pensar, afirmando lo dicho, que está en el nivel de
conservación.
Bibliografía
• Delval, J.; Kohen, R.; Sánchez Queija, I.; Herranz Ybarra, P.; Delgado Egido, B. y García Madruga, J.A. (2014). Lecturas de
Psicología del Desarrollo I . Lectura 6: Las operaciones intelectuales. Madrid: UNED.
• García Madruga, J. A. y Delval, J. (Eds.) (2010). Psicología del Desarrollo I. Capítulo 8: El desarrollo intelectual durante la infancia.
Las operaciones concretas. Madrid: UNED.