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TAREA ACADEMICA DE DERECHOS REALES - BIENES Y COSAS

Andrade Gómez, Manuel Augusto - U20311697


Cornejo Nazario, Karla Nicole - U20302280
Tanta Quispe, Rocío Mariela - U20220398

1. INTRODUCCIÓN

2. CONCEPTO DE BIEN Y COSA

En términos jurídicos, los conceptos de bien y cosa aún no están bien expresados y
definidos. Es así que, en el plano de los derechos reales, muchos de los operadores
jurídicos no llegan a su comprensión total, lo que conlleva a la deformación de conceptos
que deben tenerse claros. No obstante, existen autores que plantean diferencias
importantes sobre estos dos conceptos, lo cual será materia de análisis.

En primer lugar, el concepto de bien se ha relacionado con los negocios y el comercio


durante mucho tiempo y se dice que es el más amplio, dado que comprende los bienes
corporales y los inmateriales. El autor Solís M. (2013) quién cita a Gonzales Barrón (2009)
señala que existen dos criterios de diferenciación, el primero da referencia a que el bien son
todas las entidades corporales e incorporales, es decir, el bien es el género y la cosa es la
especie. El segundo criterio es cuando la cosa llega a ser apropiable, se individualiza y tiene
utilidad económica, lo que implica que se convierte en un bien (pp. 166- 167).

En este contexto, el concepto de bien podría caer en dos supuestos: el primero es en el que
el bien es un género y la cosa es la especie; el segundo supuesto es en el que la cosa
puede convertirse en bien si es apropiable, individual y tiene utilidad económica. Cabe
resaltar, que los bienes dentro de una amplia idea de lo que son las cosas, procurarán a la
persona una ventaja propia y exclusiva que caen bajo su propiedad. Por esta razón, es que
en su mayoría se opta que la cosa sea el objeto del derecho real, al margen de que, en el
siglo XIX en Perú, tanto en la legislación como en la doctrina, hablar de “cosa” fuera
totalmente normal.

En segundo lugar, el concepto de cosa proviene de la concepción romana “res”, que


históricamente es percibida en distintos códigos europeos del siglo XIX en el que se
menciona que sea útil. El autor Ghirardi (2008) menciona que el término cosa se ha
internalizado en el lenguaje cotidiano casi omni comprensiva, al punto de decir de forma
redundante y gráfica que la “cosa” es cualquier “cosa” aún si se pretende hablar en sentido
jurídico y escribir sobre derecho (p.124).

En este sentido, para el derecho existen cosas que lo son por naturaleza y cuyo carácter
deriva de un imperativo legal. Estas cosas pueden ser, por ejemplo, objetos materiales de
valor económico apropiados a fin de satisfacer necesidades, ya que están al alcance del
hombre y de ella se puede extraer utilidad, es decir, el valor económico. No obstante, dada
su cotidianidad, la utilidad de las cosas es tanto para objetos materiales como para
derechos. Asimismo, desde un sentido jurídico se torna importante, por ejemplo, en lo que
es la propiedad, dado que el poder absoluto de la persona se consagra en ella; facultades
como el goce y la disposición. Es así que, en términos generales, en todo derecho real el
sujeto es titular del derecho que ejercita actos de dominio sobre la cosa que le brinda,
utilidad.

En síntesis, el concepto de bien gira en torno a que puede ser I) el género, dejando a la
cosa como la especie; y II) la cosa puede convertirse en bien si es apropiable, individual y
tiene utilidad económica. Además, procurará a la persona una ventaja propia y exclusiva
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que cae bajo su propiedad. Por otro lado, el concepto de cosa deriva de un imperativo legal
y pueden ser los objetos materiales de valor económico que satisfacen necesidades. Por
ejemplo, en el derecho real es muy común utilizar el término cosa para referirse al objeto del
derecho real y a la relación del sujeto titular del derecho real con los actos de dominio que la
cosa le brinda

3. DEFINICIÓN NORMATIVA

El Código Civil peruano, en la sección segunda, título I, arts. 885° y 886° se regulan los
bienes. En el Código Civil los bienes son el objeto de los derechos reales, es así que un
bien es toda entidad material o inmaterial. En el Derecho romano las cosas se dividían en
muebles e inmuebles. Los muebles eran las cosas que se podían desplazar y los
inmuebles, las cosas que tenían un lugar fijo.

El artículo 885° menciona a los bienes inmuebles: 1. El suelo, el subsuelo y el sobresuelo.


2. El mar, los lagos, los ríos, los manantiales, las corrientes de agua y las aguas vivas o
estanciales. 3. Las minas, canteras y depósitos de hidrocarburos. 4. Las naves y
embarcaciones. 5. Los diques y muelles. 6. Derogado. 7. Las concesiones para explotar
servicios públicos. 8. Las concesiones mineras obtenidas por particulares. 9. Derogado. 10.
Los derechos sobre inmuebles inscribibles en el registro. 11. Los demás bienes a los que la
ley les confiere tal calidad.

Son bienes incorporales, creaciones intelectuales, por lo que la distinción entre muebles e
inmuebles no tiene fundamento alguno respecto de ellos. Una segunda incoherencia. En
realidad, la clasificación de bienes del Código Civil de 1936, recogida luego por el Código
Civil de 1984, se hizo en parte sobre la base de un criterio económico: las garantías. Por
eso se puede decir que la clasificación no atiende a la naturaleza de los bienes (movilidad o
no), sino a un criterio legal. Es la ley la que determina qué bienes son muebles y qué bienes
son inmuebles.

Eso evidencia que el criterio para la clasificación carece de utilidad. Y las clasificaciones
tienen sentido cuando la inclusión a una u otra categoría aporta alguna utilidad o determina
una consecuencia jurídica. La clasificación de bienes muebles e inmuebles es, como ya se
dijo, la de mayor importancia y tiene enorme trascendencia. El régimen jurídico de los
derechos reales es distinto según se trate de un bien mueble o de un inmueble.

Por otro lado, el artículo 886° menciona que los bienes muebles son: 1. Los vehículos
terrestres de cualquier clase. 2. Las fuerzas naturales susceptibles de apropiación. 3. Las
construcciones en terreno ajeno, hechas para un fin temporal. 4. Los materiales de
construcción o procedentes de una demolición si no están unidos al suelo. 5. Los títulos
valores de cualquier clase o los instrumentos donde conste la adquisición de créditos o de
derechos personales. 6. Los derechos patrimoniales de autor, derechos de patente,
nombres comerciales, marcas y otros derechos de propiedad intelectual. 7. Las rentas o
pensiones de cualquier clase. 8. Las acciones o participaciones que cada socio tenga en
sociedades o asociaciones, aunque a éstas pertenezcan bienes inmuebles. 9. Los demás
bienes que puedan llevarse de un lugar a otro. 10. Los demás bienes no comprendidos en
el artículo 885.

El derecho patrimonial otorga al titular de la obra la facultad para explotarla


económicamente. El bien mueble se refiere a los derechos patrimoniales de autor.

FALTAN CITAS

4. CARACTERÍSTICAS

Los bienes reúnen las siguientes características


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a) El bien es diferente al sujeto. La noción de bien se contrapone a la de persona, como


sujeto de relaciones jurídicas. Las personas o su fuerza de trabajo (distinta a su resultado)
no son bienes. Esta distinción que en la actualidad parece obvia, no lo era tanto. Por el
contrario, en la Antigüedad las personas eran cosas. Es el caso de los esclavos en el
Derecho romano, que eran susceptibles de apropiación y que brindaban utilidad, en el
sentido económico del término. 7

b) El bien es un concepto que tiene relevancia jurídica. Lo que es indiferente al


ordenamiento legal no es bien. La relevancia jurídica, es decir, el interés, la impone la ley.
Cosa alude a entidad considerada objetivamente en sí misma. Bien, en cambio, se refiere al
interés, a la ventaja o utilidad que otorga a una persona. Por tanto, su consideración es
subjetiva. Cosa es la entidad objetiva sobre la cual se ejerce el derecho subjetivo, mientras
que bien es también el contenido del derecho subjetivo, lo cual explica que pueda existir
una pluralidad de derechos subjetivos que pueden ejercerse respecto de una misma cosa.
Así, sobre un mismo inmueble (cosa) pueden constituirse varias hipotecas o servidumbres
(bienes diversos, o sea, diversas utilidades para la misma cosa).

c) El bien proporciona utilidad. Los bienes deben ser útiles a los hombres en sus relaciones
sociales. La utilidad puede ser de diversa índole, como material o moral. Para que los
bienes sean útiles, deben ser susceptibles de apropiación. La luz solar, por ejemplo, no es
jurídicamente un bien porque no puede ser apropiada. Si bien la luz solar es necesaria y útil,
su regulación legal no brindaría utilidad alguna a los hombres en sus relaciones sociales. La
posibilidad de apropiación está determinada por la naturaleza del objeto o por el mercado.
Por su naturaleza, las estrellas no pueden ser apropiadas por el hombre. El aire
atmosférico, en cambio, sí puede ser objeto de apropiación, pero su abundancia hace que
no exista interés económico en su aislamiento y posterior comercialización. Tampoco es un
bien entonces.

d) Los bienes son susceptibles de apropiación, independientemente de que dicha


apropiación sea actual. Su apropiación depende en gran medida no solo de la naturaleza
misma de la entidad, sino del nivel de tecnología imperante. En la actualidad la energía
eléctrica, la magnética y la calorífica son bienes en la medida en que son apropiables.

e) El tráfico de los bienes debe ser lícito. El tráfico debe estar permitido por el ordenamiento
legal. Hay objetos cuyo tráfico está prohibido legalmente, que están fuera del comercio.
Para que podamos hablar de bienes fuera del comercio, cualquier acto jurídico respecto del
bien debe ser ineficaz. Una persona, por ejemplo, no puede ser objeto de tráfico. Cualquier
acto jurídico respecto de ella no produciría efecto. En cambio, la comercialización de
estupefacientes no implica necesariamente la ineficacia del acto (sin duda que origina una
sanción penal). Por licitud del tráfico se refiere a lo primero. El mercado se encarga por lo
general de determinar qué objetos están fuera del comercio. Sin embargo, la ilicitud del
tráfico puede estar dada por razones morales, religiosas o de otra índole. Es el caso de los
órganos del cuerpo humano, respecto de los cuales existe sin duda un mercado, pero su
comercialización está prohibida por ley. En este sentido, el artículo 22 del Decreto Supremo
N° 01488 SA señala que el cadáver es un objeto especial en cuanto carece de significado
económico patrimonial y, por ser diferente a todos los demás objetos, no cabe incluirlo en
ninguna de las clasificaciones de bienes. Es decir, los cadáveres no son bienes. Debe
tenerse en cuenta, sin embargo, que en la legislación comparada algunas partes renovables
y separables del cuerpo, como los cabellos o uñas, tienen la calidad de bienes.

f) Los bienes pueden ser futuros. Los bienes pueden no tener existencia presente. De
hecho, el Código Civil permite la compraventa de bienes futuros (artículo 1532). g) Los
bienes tienen valor económico. Los bienes, como objeto de los derechos reales, deben ser
susceptibles de satisfacer un interés económico. Los derechos de la personalidad, como el
derecho al honor o al nombre, son entidades jurídicas que no son capaces de constituir
objeto de relaciones jurídicas de valoración económica.
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5. CLASIFICACION DE BIENES

Entendiendo la diferencia entre cosa y bien, nuestro ordenamiento jurídico hace alusión al
termino de bien, teniendo como principales clasificaciones las siguientes:

5.1. Corporales e incorporales:


Haciendo referencia a líneas anteriores, la presente clasificación proviene del Derecho
Romano, siendo que los vienes corporales son los que tienen una existencia tangible, es
decir, ocupan una parte del espacio y pueden ser percibidos por los sentidos como por
ejemplo una casa o un carro; en cambio los bienes incorporales son los bienes intangibles,
carentes de existencia corporal tales como los derechos (el usufructo, el crédito). Si bien
nuestro Código Civil no clasifica los bienes en corporales e incorporales, existen diversos
artículos que recogen el criterio de la materialidad: 884, 2088, 2089, 2090 y 2091. (Código
Civil Comentado, 2020, Tomo V, p.28)

5.2. Bienes consumibles y no consumibles


Por un lado, los bienes consumibles son todos los bienes que se agotan con el primer uso.
El concepto de consumo se divide en dos clases: físico-material o jurídico. En sentido físico-
material, el bien se destruye o desaparece con el primer uso (Ejm: bebida cuando se
consume). En sentido jurídico, el bien sale del patrimonio del titular con el primer uso, a
modo de ejemplo: cuando se dispone del dinero, el bien físicamente subsiste, sin embargo,
desaparece para quien lo consume. Por otro lado, los bienes no consumibles son los que
subsisten al primer uso y que con el pasar del tiempo y el tipo de uso que se le da al bien se
desgastan como, por ejemplo: bicicleta, auto, etc. El Código Civil tampoco recoge la
clasificación de los bienes consumibles y no consumibles, pero varias de sus disposiciones
se refieren al criterio de la consumibilidad. Ejemplo de ello son los artículos 999, 1026,
1223, 1396, 1648, 1728 y 1729. (Código Civil Comentado, 2020, Tomo V, p.29)

5.3. Fungibles y no fungibles


Los bienes fungibles son aquellos que pueden ser sustituidos por otros a propósito del
cumplimiento de la obligación. Estos bienes son iguales en su valor, peso o medida. Son
equivalentes unos a otros, y por eso pueden ser reemplazados a la hora del pago. Es
entonces que la fungibilidad de los bienes obtiene relevancia cuando estamos frente al
cumplimiento de una obligación. Los bienes no fungibles son los que no pueden
reemplazarse por otros al momento del cumplimiento de la obligación puesto que son
bienes que poseen particularidades. Sera posible la sustitución del bien no fungible cuando
exista un acuerdo de las partes mediante dación en pago o novación, la entrega de un bien
distinto supondría el incumplimiento. Si bien el Código Civil no clasifica los bienes en
fungibles y no fungibles, empero, el criterio de la fungibilidad está reflejado en los siguientes
artículos 1256, 1288, 1508 y 1923. (Código Civil Comentado, 2020, Tomo V, p.29)

5.4. Bienes muebles e inmuebles


El origen de la presente clasificación estaba referida a los bienes corporales o cosas, la cual
se remonta al Derecho Romano en donde las cosas se dividían en dos categorías: los
muebles y los inmuebles. Los bienes muebles son las cosas que pueden ser desplazadas
de un lugar a otro, es decir, bienes móviles; y los bienes inmuebles son aquellos que son
inmóviles, que tienen una situación fija, arraigada. Cabe destacar que la clasificación de
bienes muebles e inmuebles ha sufrido ciertas modificaciones dentro de nuestro
ordenamiento jurídica de las cuales nos referiremos a continuación. El Primer código Civil
(1852) se apegó al criterio de movilidad de las cosas, esta dividió a las cosas en corporales
e incorporales, en donde existía la posibilidad que las cosas corporales pudieren ser
muebles o inmuebles.

Posteriormente, el Código de 1936 deja a un lado el termino de “cosas” y se refiere a


“bienes” clasificándolos en muebles e inmuebles, sin embargo, y a diferencia del anterior
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cuerpo normativo, deja de lado el criterio de la movilidad e incluyó dentro de la lista de los
bienes inmuebles a las naves, aeronaves y ferrocarriles. La misma postura recoge el actual
Código Civil, quien dentro de su artículo 885 coloca a las naves y embarcaciones como
bienes inmuebles y en el artículo siguiente a los bienes muebles. Sin embargo, cabe
precisar que se dieron ciertas modificaciones como consecuencia de la Ley de Garantía
Mobiliaria (ley 28677) en el año 2006, debido a que en su sexta disposición final señalaba la
derogación de los incisos 4, 6, 9 del articula 885 ya que lo que se buscaba con la
mencionada ley, actualmente derogada, era que recayeran garantías mobiliarias sobre las
naves, aeronaves y embarcaciones (consideradas como bienes muebles) y no por la
hipoteca. Posteriormente, el Decreto legislativo Nº1400 en el año 2018, retorna a la
clasificación de bienes inmuebles siendo el principal sustento que los bienes deben tener el
tratamiento que mejor corresponda siguiendo un criterio legal, es decir, será la ley y no la
naturaleza del bien quien determine que bienes son muebles y quienes no.

6. BIENES PRINCIPALES

Guillermo Cabanellas (2020), citado por Silva, señala que los bienes principales son los de
mayor importancia, extensión o estima en la relación material o incorporal entre varios
bienes, los cuales pueden existir por sí y para si (Código Civil Comentado, Tomo V, p.38)
Ello quiere decir entonces que, los bienes principales tienen una existencia independiente,
pueden ser objeto de derecho singular.

7. PARTES INTEGRANTES Y ACCESORIAS

En primer lugar, “Es parte integrante lo que no puede ser separado sin destruir, deteriorar o
alterar el bien. Las partes integrantes no pueden ser objeto de derechos singulares”.
(Código Civil, Art.887, 1984). Se entiende por parte integrante a aquella parte que se ha
integrado al bien principal, formando parte de él, por lo que, en el supuesto de llegar a
separarlo, el bien se deterioraría, alteraría o destruiría. En la misma línea, haciendo alusión
al mencionado artículo Avendaño (2019) menciona que no es posible que las partes
integrantes pertenezcan a un titular distinto que el bien principal ya que cualquier acto
jurídico debe de comprender tanto el bien principal como sus partes integrantes, se
concluye entonces que las partes integrantes no son autónomos pues se deben al bien
principal, son indesligables entre sí. (Derechos Reales p.27). En segundo lugar, y teniendo
en cuenta el artículo 888 del Código Civil, los bienes accesorios son bienes distintos al bien
original, dicho en otras palabras, mantienen su individualidad y por lo tanto pueden ser
objeto de derechos singulares. Asimismo, es necesario precisar que, si bien la ley general
según doctrina es que “lo accesorio sigue la suerte del bien principal” encontrándose de
manera permanente afectados o destinados a la finalidad económica u ornamental sobre
este, la excepción a la regla será cuando la ley o un contrato permita su diferenciación o
separación. (Código Civil, Art.889, 1984).

8. ANALISIS DE LA RESOLUCION DEL TRIBUNAL ADMNISTRATIVO DE LOS


REGISTROS PUBLICOS - RESOLUCION N° 1882-2021-SUNARP-TR

La siguiente apelación del caso corresponde a la constitución de una garantía mobiliaria


sobre un bien mueble (vehículo de placa A6T963) presentada a favor de Explore Machine
S.A.C. cuyo título fue observado por el registrador al haberse invocado el Decreto
Legislativo N° 1400 pactando, además, de la ejecución judicial y la forma extrajudicial, la
adjudicación al acreedor conforme a los artículos 48, 49, 51 y 58 del cuerpo normativo antes
mencionado afirmando que serían los mismos establecidos en la Ley N° 28677. Sin
embargo, la norma invocada a la fecha aún no se encuentra vigente. Por lo tanto, se solicita
la presentación del instrumento adecuado aplicando los artículos pertinentes de la ley
vigente N° 28677.
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Para entrar en contexto se tiene que, antes de la entrada en vigencia de la ley de garantías
mobiliarias en 2006, cambio por completo el orden de las garantías sobre bienes muebles,
que se encontraban dispersas entre el código civil y en la legislación dispersa bajo el
nombre de prendas especiales o prendas sin desplazamiento, es así que la ley N° 28677
derogó las normas que regulaban las garantías mobiliarias existentes, tales como la prenda
civil, minera, agrícola, global y flotante, de acciones, etc. Formando una sola la garantía
mobiliaria que a la fecha es regulada por dicho cuerpo normativo.

Sabiendo esto en el presente caso se da la figura de la Vacatio Legis, que no es otra cosa
sino “el lapso de tiempo que debe existir entre la publicación de una norma legal y su
entrada en vigor, ello con el objeto de que la ley pueda ser conocida suficientemente, antes
de que adquiera fuerza obligatoria” (Montoya, O. 1996, p. 479). Sin embargo, como se sabe
dentro del cuerpo normativo puede existir una condición suspensoria que supedita la
entrada en vigor de la norma que puede ser una fecha expresa o bases complementarias
que se requieran para el perfecto funcionamiento del instrumento legal, es decir, una
condición que a partir de su cumplimiento permitirá la entrada en vigor dicho cuerpo
normativo al día siguiente.

Teniendo en cuenta lo expuesto en el párrafo anterior debemos de recalcar que sobre el


caso en particular se debe mencionar el articulo III de Título Preliminar del Código Civil que
hace referencia a la teoría de aplicación inmediata de la norma, en virtual de la cual, cada
hecho jurídico debe ser normado por el instrumento legal vigente al momento de ocurrido el
hecho, situación o relación jurídica. Asimismo, nuestra carta magna a tenor dice: Artículo
109.- “La ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo
disposición contraria de la misma ley que posterga su vigencia en todo o en parte”,
justamente, el D.L N° 1400 establece en su octava disposición complementaria final que la
norma tomara vigencia al día hábil siguiente del funcionamiento de la base de datos del
sistema informativo de garantías mobiliarias, por tal motivo esta aún no se encuentra
vigente.

Por último, el recurrente realizo una afirmación inexacta dado que refería los artículos 48,
49, 51 y 58 son los mismos establecidos en la Ley N° 28677, lo cual no es correcto, pues, a
pesar de que la institución de la ejecución extrajudicial se conserva en la normativa
aprobada por el DL N° 1400, su regulación no es la misma. En tal sentido y teniendo en
cuenta el orden de ideas analizadas no puede ser materia de inscripción en razón de que el
instrumento legal invocado no está vigente.

En merito al análisis del caso y los artículos detallados respecto de bienes muebles
comprendidos dentro de las normas materia de controversia se realizará un cuadro
comparativo de dichos cuerpos normativos.

Ley N° 28677 (vigente) D.L N° 1400 (no vigente)

Consolido en un solo cuerpo normativo El decreto Legislativo mantiene las


las garantías sobre bienes muebles que garantías mobiliarias, pero adiciona la
estaban dispersos dentro del código civil publicidad electrónica (aviso electrónico)
bajo el nombre de prendas civiles y en la como una de las modalidades a través
legislación dispersa bajo el nombre de de las cuales se logra la oponibilidad de
prendas especiales o prendas sin la garantía mobiliaria.
desplazamiento.

Establece el retorno de las naves y Retorna a las naves y aeronaves a la


aeronaves dentro de la categoría bien categoría de bien Inmueble.
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mueble

48, 49, 51 y 58 mantienen la institución


de la ejecución extrajudicial pero la
regulación normativa es distinta a la
establecida en los artículos 47 y 53 de la
Ley N° 28677

En síntesis, nuestro régimen paso de un sistema de prenda a uno de garantía mobiliaria con
la ley N° 28766 del 2006, en base de un criterio que se encontraba dirigido a reducir la labor
del registrador para que a partir una calificación reducida este publicite la inscripción
además de unificar las leyes dispersas en un solo cuerpo normativo. Las intenciones del DL
N° 1400 pretende reducir al mínimo la calificación si es que existe algún resquicio de
calificación, pero la implicancia que tiene es que cuando se otorgue una garantía mobiliaria
la calificación va a ser nula y lo que va a establecer es una publicidad directa de estas
garantías. Sin embargo, aún hay que esperar que SUNARP establezca las bases del SIGM
para que entre en vigor la norma.

9. CONCLUSIONES

10. BIBLIOGRAFÍA

Avendaño A. Francisco y Avendaño A. Jorge (2019) Derechos Reales. Pontificia


Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial.

Código Civil comentado (2020). Tomo V. Derechos Reales. Gaceta Jurídica. Recuperado
de: https://www.untumbes.edu.pe//vcs/biblioteca/document/varioslibros/C%C3%B3digo
%20civil%20comentado.%20T%20V%20Derechos%20Reales.pdf

Ghirardi, J. C. (2008). Concepto de cosa. Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias


Sociales de la Universidad Católica de Córdoba, 1, 123-146. Recuperado de:
http://revistas.bibdigital.uccor.edu.ar/index.php/RFD/article/view/1183

Solís Córdova, M. (2013). Cosa y bien: diferencias conceptuales. Lumen, (9), 165-170.
Recuperado de: https://revistas.unife.edu.pe/index.php/lumen/article/view/518

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Varsi Rospigliosi, E. (2019). Las características del derecho de propiedad. Recuperado de:
https://repositorio.ulima.edu.pe/handle/20.500.12724/7987

Montoya, O. (1996) “Vacatio Legis”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.


Tomo IV, diciembre de 1996, p. 479. Recuperado de. https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/
tesis/199994

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Públicos. 27 de setiembre de 2021. Recuperado de. https://www.sunarp.gob.pe/busqueda
/index.asp

Código Civil. Decreto Legislativo N.º 295, 14 de noviembre de 1984 (Perú) Recuperado de.
https://andrescusi.files.wordpress.com/2020/01/codigo-civil-2020.pdf
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