07) Bravo H., R. (2009). "Certificados de capital de desarrollo" en Reporte Legal.

México: Barrera
Siqueiros Torres Landa, pp. 1-6.
Octubre
2009 65

Certificados de Capital de Desarrollo.

Reformas a la instancia de inconformidad

dentro de los procedimientos de Contratación
Pública.

La Propiedad de la Tierra en México

y su interrelación con el Desarrollo Urbano.

Nuevas obligaciones electorales aplicables a

los concesionarios de radio y televisión restrin-
gida y generadores de programación.
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

Certificados de Capital de Desarrollo 1

I. Introducción 1
A. ¿Qué son los CKDES? 3
B. ¿Cómo se emiten los CKDES comúnmente? 3
C. ¿Cuál es el marco regulatorio de los CKDES? 4
D. ¿Quién puede comprar CKDES? 4
E. Derechos especiales de sus tenedores 5
F. ¿Qué clases de CKDES existen? 5
II. Conclusiones 6

Reformas a la instancia de inconformidad dentro de los procedimientos de

Contratación Pública 7
I. Procedencia 8
II. Substanciación de la inconformidad 9
III. Resolución 9
IV. Comentarios finales 10

La Propiedad de la Tierra en México y su interrelación con el Desarrollo Urbano 11

I. Propiedad de la Tierra 11
II. Desarrollo Urbano 14
III. Conclusión 15

Nuevas obligaciones electorales aplicables a los concesionarios de radio y televisión

restringida y generadores de programación 16
I. Obligaciones Electorales Aplicables a los Concesionarios de Radio
y Televisión Restringida y a personas que generan la programación 17
(i) Obligaciones de contrataciones de publicidad y espacios de televisión 17
(ii) Obligaciones de contenidos de programación 18
(iii) Otras obligaciones 20
II. Posibles Infracciones y Medios de Impugnación 20
III. Comentarios Finales 21

2
Octubre 2009 Número 65
Certificados de Capital
de Desarrollo
I. Introducción
Durante décadas y diversas administraciones,
el gobierno mexicano ha buscado mecanismos
que fomenten la inversión privada en proyec-
tos de infraestructura y empresas nuevas o en
etapas tempranas de desarrollo. Algunos ejem-
plos de estos esfuerzos incluyen la creación
de una forma especial de fondos de capital
privado denominados SINCAs (Sociedades
de Inversión de Capitales) en 1985, la creación
de fideicomisos transparentes para efectos
fiscales denominados FICAPs (Fideicomisos
de Inversión de Capital Privado) en 2005 (im-
plementado en 2006) y más recientemente la
creación en 2005 de un vehículo de inversión
denominado SAPI (Sociedad Anónima Pro-
motora de Inversión) que puede moldearse
para satisfacer los acuerdos de votación y go-
bierno corporativo comunes en transacciones
de inversión de capital privado (implementado
en 2006). Durante el 2009, las autoridades fi-
nancieras mexicanas diseñaron una estrategia
para promover la inversión en infraestructura
y capital privado basándose en la creación de
un instrumento de financiamiento estructu-
1
Ramón Bravo Herrera • Federico De Noriega Olea
rado denominado Certificado de Capital de
Desarrollo (“CKDE” o, en plural “CKDES”).
Irónicamente, esta estrategia se da en el con-
texto de una de las peores crisis económicas de
las últimas décadas que, en gran medida, fue
causada por el abuso de instrumentos estruc-
turados.
El 22 de julio de 2009, la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público modificó las Disposiciones
de Carácter General Aplicables a las Emisoras
de Valores y a otros Participantes del Mercado
de Valores para fijar las reglas para la emisión
de CKDES. La Bolsa Mexicana de Valores, de
manera consecuente, modificó el Reglamento
Interior de la Bolsa Mexicana de Valores. A lo
largo de las siguientes páginas describiremos
brevemente qué son estos nuevos instrumentos
denominados CKDES; cómo se emiten regu-
larmente; cuál es su marco regulatorio; algunos
de los derechos especiales que le confieren a sus
titulares; quién puede comprarlos y finalmente
las diferentes clases en las que pueden emitirse.
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
A. ¿Qué son los CKDES?
El Reglamento Interior de la Bolsa Mexicana de
Valores define los CKDES como: “Los títulos
fiduciarios a plazo determinado o determinable
emitidos por fideicomisos con rendimientos
variables e inciertos y, parcial o totalmente vin-
culados a activos subyacentes fideicomitidos,
cuyo propósito sea la inversión que permita
el desarrollo de actividades o la realización de
proyectos de sociedades o bien, la adquisición
de títulos representativos de capital social de so-
ciedades”. (Artículo 1.003.00).
Las Disposiciones de Carácter General Apli-
cables a las Emisoras de Valores y a otros Par-
ticipantes del Mercado de Valores disponen que
los CKDES son títulos fiduciarios que otorgan
a sus titulares “el derecho de participar en una
parte de los frutos o rendimientos; de los bienes
o derechos, o de la venta de los bienes o derechos
que formen parte del patrimonio fideicomitido,
hasta el valor residual de los mismos, con el ob-
jeto de destinarlos a la inversión que permita
el desarrollo de actividades o la realización de
proyectos de una o varias sociedades, o bien, la
adquisición de títulos representativos de capital
social” (Artículo 7, fracción II, inciso c). De es-
tas definiciones se desprenden las siguientes tres
características fundamentales de los CKDES:
1. son valores que emite un fideicomiso como
vehículo de objeto específico que, al momento
de la emisión, pueden no tener respaldo alguno;
2. su repago y tasa de retorno es variable e incier-
ta; y 3. los recursos de su emisión se utilizan para
financiar proyectos de largo plazo o sociedades.
La primera característica se relaciona con la
clase de valor a la que pertenecen los CKDES.
La legislación mexicana ha utilizado desde
hace varios años un instrumento denominado
“certificado de participación”, que es muy simi-
lar al CKDE pero que no se ha utilizado en años
recientes. El uso más conocido de estos certifica-
dos fueron los “PETROBONOS” que fueron
certificados vinculados a la producción y venta de
petróleo utilizados por el gobierno federal a finales
de la década de los 70s y principios de los 80s.
Los CKDES son títulos fiduciarios que, has-
ta cierto punto, se asemejan a los certificados
bursátiles fiduciarios. Los certificados bursátiles
fiduciarios no son nuevos en la legislación y usos
mexicanos. Están regulados por la Ley del Mer-
cado de Valores y han sido el instrumento estruc-
turado más utilizado por los emisores mexicanos,
generalmente en emisiones de valores respaldados
por activos. Los certificados bursátiles fiduciarios,
hasta esta fecha, han sido entendidos como instru-
mentos de deuda emitidos por fideicomisos que
actúan como vehículos de objeto específico que
son propietarios de activos generadores de flujos
de efectivo o que replican los pagos de activos
generadores de flujos de efectivo (i.e., fideicomisos
sintéticos). Sin embargo, la emisión de certificados
bursátiles fiduciarios estaba, hasta antes de la exis-
tencia de los CKDES, sujeta a calificación credi-
ticia y a la oferta de una tasa de interés y repago
garantizado con los activos del fideicomiso. El fi-
deicomiso ha sido el vehículo más utilizado para
bursatilizaciones por dos razones principalmente:
(a) el patrimonio del fideicomiso es distinto y está
ajeno al concurso mercantil de la empresa (sujeto
a la anulación de actos en fraude de acreedores de
conformidad con la Ley de Concursos Mercan-
tiles); y (b) si el fideicomiso no lleva a cabo activi-
dades empresariales, no se considerará como un
contribuyente independiente para efectos fiscales
(i.e., el fideicomiso es transparente para efectos
fiscales).
2

La segunda característica fundamental que es-
tablece la definición es la categoría del valor. Es
un valor que tiene una fecha de vencimiento y
rendimientos variables e inciertos. La definición
debió haber sido más clara e indicar que no sólo
los rendimientos de los certificados son variables e
inciertos sino que también su capital. No existe un
compromiso para pagar un determinado monto
de capital o intereses derivado de los CKDES.
Los pagos están vinculados con los rendimientos
o ingresos de una sociedad o proyecto y solamente
se detonan si la sociedad o proyecto es exitoso. En
otras palabras, aun en los casos en que el patrimo-
nio del fideicomiso tenga activos adicionales con
los cuales pueda repagar la inversión original en
los CKDES, si dichos activos no son el producto
de los activos subyacentes (i.e., bienes o activos de
una sociedad o proyecto particular), el emisor no
repagará cantidad alguna a los inversionistas y no
está obligado a hacerlo. Luego, no obstante que a
diferencia de las acciones ordinarias, los CKDES
tienen una fecha de vencimiento, los CKDES es-
tán más cerca de ser un instrumento de capital
que un instrumento de deuda (como original-
mente eran los cerificados bursátiles fiduciarios)
y representan riesgos más altos para los inver-
sionistas. Otra forma de entender los CKDES es
como deuda sin recurso o con recursos limitados
en la que el repago sólo puede demandarse en
contra de los rendimientos de los activos subya-
centes y pero no en contra de cualquier otro ac-
tivo del fideicomiso (v.gr. los recursos obtenidos
de la colocación de los CKDES pueden seguir
formando parte del patrimonio del fideicomiso
pero los inversionistas no pueden cobrarse con
los mismos). Una de las características más im-
portantes de no clasificar los CKDES como
instrumentos de deuda es que no están sujetos
a calificación crediticia por alguna institución
calificadora de valores.
Reporte
Legal
La tercera característica inmersa en la definición
se relaciona con el uso de los recursos de la co-
locación de los CKDES. Los recursos netos
deben utilizarse para desarrollar actividades o
proyectos de una o más sociedades o para adquirir
instrumentos de capital de una o más sociedades.
Esta tercera característica clarifica la intención
que motivó la creación de estos instrumentos
estructurados. El gobierno mexicano pretende
fomentar proyectos de largo plazo (incluyendo
proyectos de infraestructura) y sociedades de
reciente creación o en etapas medias de cre-
cimiento que no tendrían de otra forma acceso
al mercado de capitales por la falta de historial
crediticio o su tamaño relativamente pequeño.
Los CKDES están destinados primordialmente a
financiar infraestructura u otros proyectos de largo
plazo o de capital privado (i.e., los fondos de capital
privado pueden levantar fondos mediante la emisión,
mediante un fideicomiso, de CKDES).
B. ¿Cómo se emiten los CKDES
comúnmente?
Aunque cada transacción puede tener diferentes
estructuras, participantes y complejidades, la co-
locación de CKDES generalmente supone los
siguientes pasos:
1. Las sociedades o proyectos que requieren fi-
nanciamiento, actuando como fideicomitentes,
constituyen un fideicomiso. Los fideicomitentes
se obligan a transferir al fideicomiso los dere-
chos de recibir flujos de efectivo vinculados con
cierta actividad industrial o comercial, o la ex-
plotación de un proyecto financiado con los re-
cursos de la colocación de los CKDES cuando
la colocación sea una realidad (v.gr. cuentas por
3
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
cobrar) o instrumentos de capital emitidos por
una sociedad o sociedades que pertenezcan en
ese momento a los fideicomitentes o que éstos
adquieran posteriormente.
2. Como contraprestación por la transferencia
de dichos activos, el fideicomiso se compro-
mete a pagar a los fideicomitentes los recursos
netos de la colocación de los CKDES que el fi-
deicomiso emitirá y que serán repagados con los
flujos que el fideicomiso eventualmente reciba.
Los recursos netos de la colocación pueden
liberarse en uno o más desembolsos, depen-
diendo del negocio o plan de inversión de los
fideicomitentes (v.gr. si los fideicomitentes pla-
nean invertir en el capital de sociedades de re-
ciente creación, los recursos netos probable-
mente se liberarán cuando la inversión en una
sociedad en particular haya sido aprobada).
3. Los tenedores de CKDES, como fideicomisa-
rios del fideicomiso, reciben flujos de conformi-
dad con las disposiciones del fideicomiso como
repago de su inversión.
La oferta pública de CKDES, como cualquier
otra oferta pública, requiere autorización de
la Comisión Nacional Bancaria y de Valores,
así como inscripción del valor en el Registro
Nacional de Valores y listado en la Bolsa Mexi-
cana de Valores.
C. ¿Cuál es el marco
regulatorio de los CKDES?
Los CKDES están regulados por:
1. La Ley del Mercado de Valores, en la me-
dida en que dicha ley regula los certificados
bursátiles fiduciarios, la oferta pública de va-
lores y su registro;
2. Las disposiciones especificas sobre CKDES
en las Disposiciones de Carácter General Apli-
cables a las Emisoras de Valores y a otros Partici-
pantes del Mercado de Valores publicadas por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público el 19 de
marzo de 2003, según fueron modificadas para
incluir a los CKDES el 22 de julio de 2009;
3. El Reglamento Interior de la Bolsa Mexicana
de Valores;
4. La Circular 15-19 emitida el 9 de julio de
2007 por la Comisión Nacional del Sistema
de Ahorro para el Retiro, según fue modifi-
cada recientemente por la Circular 15-24 de
la misma Comisión emitida el 6 de noviembre
de 2009, la cual describe las características que
los CKDES deben cumplir para que las admi-
nistradoras de fondos de ahorro para el retiro
(“AFORES”), a través de las sociedades de in-
versión especializadas en fondos para el retiro
(“SIEFORES”), puedan adquirir CKDES y las
reglas que establecen los límites de inversión
que cada clase de SIEFORE puede realizar
en CKDES así como la diversificación de sus
portafolios de inversión. Una de las característi-
cas más relevantes que los CKDES deben tener
para que puedan ser objeto de inversión de SIE-
FORES es que sus recursos deben utilizarse para
actividades o proyectos que se lleven a cabo en
territorio mexicano.
D. ¿Quién puede comprar CKDES?
Los CKDES pueden ofrecerse y venderse a
cualesquier inversionistas; no se requiere que
sean inversionistas institucionales o calificados. Sin
embargo, por sus características y por el hecho
de que los CKDES primordialmente financian
proyectos de largo plazo, los CKDES general-
4

mente están dirigidos a fondos de pensiones y
otros inversionistas institucionales. Cabe men-
cionar que el Reglamento Interior de la Bolsa
Mexicana de Valores establece, entre otros
requisitos, que los CKDES deben colocarse
entre al menos 20 inversionistas.
E. Derechos especiales de sus tenedores
Debido a que los CKDES se asemejan a instru-
mentos de capital, el órgano regulador procuró
otorgarle a sus tenedores los mismos derechos
de minorías que se le otorgan a los accionistas
de una sociedad anónima bursátil. Los derechos
de minoría incluyen, entre otros, los siguientes:
1. La asamblea de tenedores deberá aprobar
las inversiones o adquisiciones por un monto
equivalente al 20% o más del patrimonio del
fideicomiso;
2. El comité técnico del fideicomiso (el órgano de
administración del fideicomiso) estará integrado
por un máximo de 21 miembros de los cuales al
menos 25% deberán ser independientes;
3. El comité técnico tendrá ciertas facultades
indelegables, tales como aprobar las políticas de
inversión, aprobar operaciones con partes rela-
cionadas, aprobar inversiones por más de 5% del
patrimonio del fideicomiso y aprobar los térmi-
nos y condiciones del contrato de administración
con el administrador del fideicomiso, en su caso;
4. Los tenedores de 10% de los CKDES en circu-
lación pueden solicitarle al representante común
que convoque una asamblea de tenedores;
5. Los tenedores de más de 20% de los CKDES
en circulación tendrán el derecho a oponerse ju-
dicialmente a las resoluciones de la asamblea de
tenedores; y
Reporte
Legal
6. Los tenedores de 10% o más de los CKDES
en circulación tienen el derecho a designar un
miembro del comité técnico.
Los derechos de minoría establecidos en los puntos
1. y 3. anteriores no serán aplicables cuando los re-
cursos netos de la colocación estén destinados a in-
vertir en acciones o en los frutos y rendimientos de
las acciones de una sola sociedad cuyas acciones es-
tén inscritas en el Registro Nacional de Valores. No
obstante lo anterior, los tenedores de estas emisio-
nes tienen el derecho de designar un consejero de la
sociedad inscrita en el Registro Nacional de Valores
por cada 10% de capital social (o cantidad equiva-
lente) que esté afectado en el fideicomiso.
F. ¿Qué clases de CKDES existen?
De conformidad con el Reglamento Interior
de la Bolsa Mexicana de Valores, existen dos
clases de CKDES. Los CKDES clase “A” son
aquéllos cuyos recursos se invierten en acciones
o adquisición de derechos sobre flujos de diver-
sas sociedades y los clase “B” son aquéllos cuyos
recursos se invierten en el capital o flujos de una
sola sociedad. Los CKDES clase “A” están más
relacionados con el financiamiento de fondos de
capital privado que invierten en más de una so-
ciedad en tanto que los CKDES clase “B” están
relacionados con el financiamiento de proyectos
o sociedades específicas. Los fideicomitentes de
los CKDES clase “B” deben listar sus acciones
en la Bolsa Mexicana de Valores pero la oferta
de dichas acciones está sujeta a las autorizacio-
nes correspondientes, que son independientes
de las autorizaciones aplicables a los CKDES.
5
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

II. Conclusiones
Los CKDES son valores emitidos por fidei-
comisos que actúan como vehículos de objeto
específico y cuyos activos subyacentes proyec-
tos de largo plazo o acciones o los frutos o
rendimientos de dichos proyectos o acciones.
Son instrumentos de alto riesgo porque su
repago depende del éxito de la empresa o
proyecto y los tenedores no tienen acción
en contra del patrimonio del fideicomiso
sino exclusivamente en contra de los flujos
generados por los activos subyacentes. De
hecho, el emisor no se obliga a pagar algún
monto por concepto de capital o intereses.
Luego, aunque los CKDES pueden ofrecerse
a cualquier inversionista, se prevé que sean
adquiridos primordialmente por fondos de
pensiones o grandes inversionistas institucio-
nales. Los CKDES están más cerca de ser un
instrumento de capital que un instrumento
de deuda y no están sujetos a calificación por
una calificadora de valores. Dada su similitud
con instrumentos de capital, los CKDES le
otorgan a sus titulares ciertos derechos de mi-
noría que en cierta medida se asemejan a los
derechos otorgados a los accionistas de una
sociedad anónima bursátil cuyas acciones co-
tizan en bolsa. Los recursos netos de la colo-
cación de los CKDES deben utilizarse para
financiar proyectos o sociedades que cumplan
con ciertos criterios de elegibilidad. Por tanto,
los CKDES están destinados a promover el
financiamiento de infraestructura y fondos de
capital privado en México. Aunque no es el
mejor momento para crear un instrumento
estructurado, se tienen esperanzas de que los
CKDES auxilien al crecimiento de la industria
de capital privado en México que hasta ahora
está subdesarrollada.

6
Octubre 2009 Número 65
Reformas a la instancia de
inconformidad dentro
de los procedimientos de Contratación Pública.
Paola López Jiménez • Agustín Gutiérrez Ruiz de Chávez
El pasado 28 de mayo de 2009 fue publicado en
el Diario Oficial de la Federación el Decreto que
reforma, adiciona y deroga diversas disposicio-
nes de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos
y Servicios del Sector Público (“LAASSP”), así
como de la Ley de Obras Públicas y Servicios
Relacionados con las Mismas (“LOPSRM”), las
cuales entraron en vigor a partir del día 28 de
junio de 2009.
Dentro de las reformas y adiciones mencionadas,
resulta relevante hacer mención sobre el tema de
las inconformidades, medio de defensa a través
del cual el proveedor o contratista puede impug-
nar la actuación de la autoridad Convocante en
diversas etapas del procedimiento derivado de
irregularidades en las que se hubiesen incurrido
y que afecten a los participantes.
Antes de la reforma aludida, la inconformidad
podía presentarse por las personas físicas o mo-
7
rales que hubiesen participado en una licitación
o invitación a cuando menos tres personas que
acreditaran un interés jurídico, es decir, que el
acto irregular combatido les propiciara un per-
juicio en la esfera jurídica de sus intereses como
participantes, y podía ser interpuesto ya sea en
contra del la convocatoria y bases de licitación,
las juntas de aclaraciones, el acto de present-
ación y apertura de proposiciones, el acta de
fallo, así contra actos u omisiones por parte de
la Convocante que impidieran la firma del con-
trato respectivo.
La premisa del procedimiento de inconformidad
como se encontraba concebido hasta la entrada
en vigor de las reformas aludidas, era el de facili-
tar a los proveedores o contratistas un medio de
solución de controversias expedito, resuelto por
un Órgano independiente, pero ubicado en la
sede de la entidad Convocante, que velaría por
la legalidad en los procedimientos de licitación,
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
así como el debido actuar de las autoridades a
efecto de evitar un perjuicio tanto a los particu-
lares como a la propia entidad.
No obstante, en últimas fechas el número de in-
conformidades interpuestas en contra de actos
propios de licitaciones públicas se incrementó de
manera considerable; ya sea por procedimien-
tos que debidamente fueron promovidos
contra evidentes ilegalidades en el procedimiento
respectivo, así como algunas interpuestas a efecto
de entorpecer y frenar los procedimientos de
contratación ya sea por descontento de los par-
ticipantes o por simple competencia entre ellos.
Justificadas o no, las inconformidades generaban
un retraso en los proyectos de infraestructura y
servicios planeados por el Estado.
Lo anterior, dio como resultado que se idearan
nuevas reglas procesales a través de las cuales los
Órganos Internos de Control pudiesen ser más
eficaces en la substanciación del procedimiento
de inconformidad mediante el acotamiento de
los plazos, la eliminación de supuestos de proce-
dencia, así como la inclusión de nuevas medidas
tendientes a regular de manera más completa
éste procedimiento administrativo.
I. Procedencia
Como punto de partida, tenemos los supuestos
de procedencia para las inconformidades; como
se señalo anteriormente, en las disposiciones en
vigor antes de la reforma, la inconformidad se
debía interponer dentro de los 10 días siguientes
al acto que le causara perjuicio al inconforme
(junta de aclaraciones, acto de presentación y
apertura de proposiciones, acta de fallo, etc.).
Con las reformas, la procedencia de la instancia en
cuestión se reducen los momentos en que puede
interponerse la inconformidad, así como el plazo
que se tiene para hacerlo de diez a seis días.
Así, las inconformidades en contra de la convo-
catoria o las juntas de aclaraciones deberán pre-
sentarse dentro del plazo establecido, contado a
partir de la emisión del acta de la última junta de
aclaraciones, y siempre y cuando el inconforme
haya presentado carta de interés en participar en
el procedimiento respectivo.
Por otro lado, las inconformidades en contra del
acto de presentación y apertura de propuestas, así
como el propio fallo de la licitación, deberán pro-
moverse dentro del mismo término, contado a
partir de la expedición del acta de fallo respectiva.
En estos casos, el inconforme debe haber pre-
sentado propuesta técnica y económica a efecto
de que pueda ser analizada su inconformidad.
No obstante que los momentos y términos para
interponer inconformidad fueron acotados, con
la reforma se establecen dos supuestos adiciona-
les de procedencia: i) en contra de la invitación
para participar a cuando menos tres personas; y
, ii) en contra de la cancelación de la licitación,
solamente por parte de los participantes que
presentaron propuesta.
Así mismo, con las reformas se aclara que en
caso de que la propuesta sea presentada de
manera conjunta, la inconformidad deberá ser
promovida por todos los participantes que inte-
graron la propuesta.
8

II. Substanciación de la inconformidad
Como se señaló anteriormente, las reformas alu-
didas buscan en mayor medida el evitar impug-
naciones injustificadas que causen un retraso en
la realización de proyectos del Estado mediante
la suspensión del procedimiento respectivo de
contratación derivado de la substanciación de la
inconformidad, así como la regulación de un
procedimiento expedito.
De esta manera, el procedimiento de inconfor-
midad fue regulado de una manera mas completa
dentro de las Leyes respectivas, a efecto de evi-
tar la remisión para su substanciación a la Ley
Federal del Procedimiento Administrativo,
regulando ahora cuestiones básicas como lo
son: requisitos mínimos del escrito de inconfor-
midad, suspensión, prevenciones, notificaciones,
improcedencia, sobreseimiento, plazos y formas.
Resulta relevante el hecho de que con las refor-
mas aludidas se establece que la suspensión de
un procedimiento de contratación deberá ser so-
licitada expresamente por el inconforme (no de
oficio como anteriormente sucedía); así como
la exigencia de otorgar una garantía que no de-
berá ser menor al diez ni mayor al treinta por
ciento del monto de la propuesta económica del
inconforme. Cuando no sea posible determinar
dicho monto, no podrá exceder del presupuesto
autorizado para la contratación.
Es importante señalar que aún cuando la medi-
da cautelar sea concedida, ésta puede quedar sin
efectos si el particular nombrado como tercero
perjudicado otorga una contra-garantía.
Lo anterior resulta de gran relevancia ya que
ahora los interesados al interponer inconformi-
dad en contra de actos propios de la licitación
deberán entregar garantía suficiente a efecto
de obtener la suspensión del procedimiento de
Reporte
Legal
contratación, lo cual implicará en los particulares
un mayor análisis respecto de la viabilidad y justifi-
cación de interponer el medio de defensa aludido.
De igual manera, los plazos y formas de substan-
ciación ahora se encuentran bien definidos en
las leyes correspondientes; una vez recibido el
escrito de inconformidad, el Órgano Interno de
Control deberá solicitar los informes previo y
circunstanciado a la entidad Convocante, la cual
tendrá obligación de rendirlos dentro de los 2 y
6 días siguientes, respectivamente.
El tercero interesado tendrá también 6 días
para presentar sus manifestaciones y aportar las
pruebas que considere pertinentes.
Así mismo, se introduce al procedimiento la
figura de la ampliación de la inconformidad,
derecho tanto del inconforme como del tercero
interesado que se genera cuando derivado del
informe de la Convocante surgen cuestiones no
conocidas, lo cual da lugar a que pueda hacer
argumentos adicionales al respecto.
Conforme al nuevo procedimiento, una vez que
las pruebas ofrecidas han sido debidamente de-
sahogadas, se les otorgarán 3 días a las partes a
efecto de que presenten sus alegatos, para pos-
teriormente dictar la resolución correspondiente
en un término de 15 días hábiles.
III. Resolución
La resolución que se dicte en el procedimiento
de inconformidad deberá contener los requisitos
básicos que toda resolución administrativa debe
contener, es decir, estar debidamente fundada y
motivada, debe ser congruente y exhaustiva y debe
señalar puntualmente los efectos que pretende,
dictando las directrices básicas para la reposición
del fallo correspondiente cuando así proceda.
9
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
Una cuestión importante es que se limita al Ór-
gano Interno de Control respectivo, a pronun-
ciarse únicamente respecto de los argumentos
planteados en el escrito de inconformidad sin
poder analizar de oficio irregularidades adicio-
nales que hubiese detectado, como anterior-
mente sucedía en la práctica.
Otra inclusión de gran relevancia resulta el
hecho de que el Órgano Interno de Control
podrá determinar que la inconformidad se pro-
movió con el propósito de retrasar o entorpecer
la contratación. Supuesto que dará lugar a una
sanción al inconforme, que consistirá en una
multa, tomándose en cuenta la conducta del lici-
tante implicado, en anteriores procedimientos de
contratación o de inconformidad.
Una novedosa inclusión al procedimiento de
inconformidad es el incidente de reposición
de fallo, a través del cual el inconforme y ter-
cero interesado, dentro de los tres días hábiles
posteriores a que tengan conocimiento del
cumplimiento que haya dado la convocante a
la resolución, o bien que haya transcurrido el
plazo legal para tal efecto y no se haya acatado,
podrán hacer del conocimiento del Órgano
Interno de Control, la repetición, defectos,
excesos u omisiones en que haya incurrido la
Convocante, a efecto de que se analicen dichas
irregularidades, sin la necesidad de interponer
una nueva inconformidad.
Finalmente, se establece que las resoluciones
que queden firmes deberán ser publicadas en la
página de Compranet.
IV. Comentarios finales
Las reformas efectuadas a la instancia de la
inconformidad prevista tanto en la LAASSP,
como en la LOPSRM, si bien cumplen en parte
su objetivo de evitar el retrasar los proyectos
10
y contratación del Estado, también presentan
problemas respecto en cuanto a su sustanciación
derivado de las nuevas inclusiones por lo que
respecta a su substanciación.
El legislador ha previsto esta instancia ahora
como un procedimiento formalmente judicial,
con etapas, términos, e incluso incidentes defini-
dos en Ley. Esto, si bien otorga mayor seguridad
jurídica a los licitantes, también pudiera represen-
tar una complejidad adicional para los Órganos
Internos de Control que podría traducirse en re-
trasos en la emisión de resoluciones, ya que aún y
cuando los plazos para las diferentes etapas han
sido reducidos, las formalidades y demás cuestio-
nes incidentales incluidas en la reforma pudieran
hacer que se desvirtúe la naturaleza expedita de
dicho procedimiento, logrando un efecto con-
trario al buscado.
No obstante, la inclusión de la garantía forzosa,
así como la posibilidad de que el inconforme
sea sancionado en caso de que se estime que la
instancia fue promovida a fin de retrasar el pro-
cedimiento de contratación, resultan herramien-
tas útiles para fortalecer un medio de defensa que
se encontraba desgastado por el uso constante de
los licitantes, y evitar de esta manera retrasos
innecesarios en la contratación.
Por lo anterior, con las nuevas reformas resul-
tará de gran importancia analizar debidamente
el caso concreto a efecto de determinar si la in-
terposición del medio de defensa en cuestión
resulta la vía mas adecuada para defender los
intereses de los participantes, ya sea por cues-
tiones de tiempo, el otorgamiento de la garantía
respectiva, y más importante si efectivamente
existen elementos para impugnar el acto respec-
tivo a efecto de evitar sanciones innecesarias.
Octubre 2009 Número 65

La Propiedad de la Tierra en
México y su interrelación con el Desarrollo Urbano

Gad Javier Valencia Aguirre

I. Propiedad de la Tierra sivo universal, por virtud de una relación que

En el derecho romano, la propiedad se en-
tendía como la manera más completa de gozar
de los beneficios de una cosa. Estos beneficios
comprendían:
• ius utendi, la facultad de servirse de la cosa
conforme a su naturaleza;
• ius fruendi, que otorgaba el derecho a percibir el
producto de la misma;
• ius abutendi, que confería incluso el poder de distri-
buirla y, por último,
• ius vindicandi, que permitía su reclamo de otros de-
tentadores o poseedores.
Rafael Rojina Villegas, menciona que la propie-
dad es el poder jurídico que una persona ejerce
en forma directa e inmediata sobre una cosa
para aprovecharla totalmente en sentido jurídi-
co, siendo oponible este poder a un sujeto pa-
1
En éste artículo, Jorge Madrazo, en su libro “Propiedad Privada”, señala que el articulo 27, construye un régimen triangular
de propiedad, integrado por la propiedad privada, la propiedad pública y la propiedad social.
se origina entre el titular y dicho sujeto y, por
su parte, Guillermo F. Margadant considera
que la propiedad es el derecho de obtener de
un objeto toda la satisfacción que éste pueda
proporcionar. Este derecho puede estar limita-
do por el interés público y por otros derechos
privados que desmiembren la propiedad (hipo-
tecas, servidumbres, etcétera).
Por su parte el Código Civil para el Distrito
Federal, en su artículo 830 establece que “El
propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella
con las limitaciones y modalidades que fijen las leyes”.
Siendo así, que el régimen de propiedad de
nuestro país se basa conforme a lo estableci-
do en el primer párrafo del artículo 27 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos1, el cual prevé que “la propiedad de
las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites
del territorio nacional, corresponde originariamente a

11
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
la nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de trans-
mitir el dominio de ellas a los particulares”, consti-
tuyendo así la propiedad privada, sin embargo
debemos tener siempre en cuenta que además
del Código Civil que aplique a cada estado de
la República y en el Distrito Federal, existen
en cada estado numerosas leyes, reglamentos y
programas de desarrollo urbano en los cuales
se determinan modalidades o limitaciones a la
propiedad privada.
En México debemos tener en cuenta que la propie-
dad de la tierra se divide en tres grandes segmentos:
1. Propiedad Privada.- Por propiedad privada
debemos entender a aquélla a que se refiere
el Código Civil para el Distrito Federal en su
artículo 830 anteriormente señalado. Aunque,
como nos dice Antonio Azuela de la Cueva2,
“más que una definición, el artículo citado
ofrece un principio general que sirve apenas
como marco de referencia”.
De esta manera, se considera que existen dos tipos
de limitaciones a la Propiedad Privada:
1. La expropiación por causa de utilidad pública y,
2. Las modalidades que dicte el interés público.
Dentro de la primera limitación, podemos encon-
trar que el segundo párrafo del artículo 27 constitu-
cional señala que “Las expropiaciones sólo podrán hacerse
por causa de utilidad pública y mediante indemnización”,
siendo que en éste mismo artículo, en su fracción
sexta, se establece que las leyes de la Federación y
de los estados, en sus respectivas jurisdicciones, de-
terminarán los casos en que sea de utilidad pública
la ocupación de la propiedad privada.
2
En su libro “La evolución del derecho urbanístico mexicano en los últimos diez años”.
12
Por lo que se refiere a la segunda limitación, el
párrafo tercero del artículo 27, considera que “La
nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la
propiedad privada las modalidades que dicte el interés pú-
blico...”, razón por la cual la Ley General de Asenta-
mientos Humanos (“LGAH”) trata, en el articulo
27 de su capítulo quinto, “DE LAS REGULA-
CIONES A LA PROPIEDAD EN LOS CEN-
TROS DE POBLACIÓN”, que para cumplir con
los fines señalados en el párrafo tercero del artí-
culo 27 constitucional en materia de fundación,
conservación, mejoramiento y crecimiento de
los centros de población, el ejercicio del derecho
de propiedad, posesión o cualquier otro deriva-
do de la tenencia de bienes inmuebles ubicados
en dichos centros, se sujetará a las provisiones,
reservas, usos y destinos que determinen las au-
toridades competentes, en los planes o programas
de desarrollo urbano aplicables.
Lo anterior aunado a que el artículo 28 de la
LGAH ordena que cualquiera que sea el régi-
men jurídico de las áreas y predios de un centro
de población, estarán sujetos a las disposiciones
que en materia de ordenación urbana dicten las
autoridades conforme a esta Ley y demás dis-
posiciones jurídicas aplicables.
Asimismo, de acuerdo con el artículo 37 de la
LGAH, en el caso de inmuebles comprendidos
en las zonas designadas como reservas y destinos
en los planes o programas de desarrollo urbano
correspondientes, sus propietarios o poseedores
sólo podrán utilizarlos de manera que no pre-
senten obstáculo al aprovechamiento señalado.
Si en un plazo de cinco años a partir de la entrada
en vigor del plan o programa de desarrollo urba-
no respectivo, las zonas o predios no se utilizaren

conforme al destino previsto, ese destino quedará
sin efectos y el inmueble se podrá utilizar en usos
compatibles con los marcados para la zona de
que se trate, en el entendido que dicho cambio no
es automático sino que se requiere de la solicitud
para realizar la modificación al plan o programa
correspondiente.
2. Propiedad Pública.- El Estado goza, al igual
que los particulares, de derechos de propiedad
cuyas características le son otorgadas en atención a
la naturaleza del titular, de la relación entre el titular
y el bien y del bien en sí mismo.
Según la define Manuel González Oropeza3, la
propiedad pública es el derecho real ejercido
por entidades públicas con personalidad ju-
rídica sobre bienes de dominio público, y las
características que distinguen a la propiedad
pública de la propiedad privada según el autor
antes citado, son que los bienes de propiedad
pública están fuera del comercio, es decir, son
inalienables, imprescriptibles, inembargables y
los particulares no pueden deducir estas accio-
nes reivindicatorias.
El patrimonio nacional, se compone de bienes de
dominio público, que están regulados por la Ley
General de Bienes Nacionales (“LGBN”), en el
entendido que el bien que sea objeto de propiedad
pública, sólo será aquél bien considerado por la
LGBN como de dominio público, en sus artículos
3 y 7, cuya conservación sea de interés nacional.
De manera general, así se presenta a nivel federal,
aunque el régimen de propiedad publica es seme-
jante tanto a nivel estatal como a nivel municipal,
3
En el diccionario Jurídico Mexicano, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México.
13
Reporte
Legal
con sus respectivas disposiciones legislativas que
en cada estado rija.
3. Propiedad social.- Actualmente en México,
la propiedad social, que comprende a la propie-
dad ejidal y la propiedad comunal, representan
el 80% de la superficie utilizable para desarrollos
inmobiliarios o turísticos en México, por dicha
razón éste tipo de propiedad ha tomado una
gran relevancia en el mercado inmobiliario, ya
que al tratarse de un sistema jurídico especial,
con características completamente diferentes
a las del sistema “común”, la especialización
en la materia hace la diferencia entre que un
proyecto sea viable o no.
En este tipo de propiedad, debe tomarse en
cuenta que, debido a la existencia de un sistema
agrario a través del cual, en su momento, el go-
bierno federal dotó de tierras a determinadas
personas con fines productivos, con lo cual se
conformaron los denominados “ejidos”, den-
tro de los cuales se encuentran tierras que en
principio serían inalienables, imprescriptibles
e inembargables, algunas superficies llamadas
“parcelas” que conforman el ejido, a través de
un procedimiento establecido en la legislación
correspondiente, pueden llegar a pasar a ser
bienes de derecho privado, a efecto de que di-
chas superficies puedan adquirirse, siempre y
cuando se haya llevado a cabo correctamente el
procedimiento para la adopción de su dominio
pleno y consecuente ingreso al derecho privado.
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS
II. Desarrollo Urbano
Debido a que en la última década, la expansión de
nuestras ciudades en propiedades sociales (tierras
ejidales), la falta de previsión de los procesos de
desarrollo urbano en los municipios y los esta-
dos, así como la intensidad de construcción de
vivienda popular y social, han permitido, que los
regímenes de propiedad social, privada y pública
continuamente se trasladen, originándose de esta
manera tenencias de tierra irregulares.
4
Para Antonio Azuela de la Cueva , la tenencia
irregular del suelo es aquella situación en la que
los habitantes de un territorio ejercen la posesión
pero no la propiedad (u otro título jurídico) sobre
los predios que ocupan. En nuestras grandes ciu-
dades y estados, la regularización de la tenencia
de la tierra se ha convertido en una importante
herramienta política-urbanística, de tal manera
que existen dependencias administrativas per-
manentes, para dar solución a estos temas.
El éxito de estas dependencias, en sus distintos
niveles, radica en distinguir las dos formas de
creación de una colonia popular; la primera, en
terrenos de propiedad civil, creada en muchos
casos por “fraccionadores clandestinos” y per-
sonas físicas que subdividen sus predios sin
contar con la infraestructura básica y necesaria
para la creación de éste tipo de colonias; y la
segunda, la invasión que se llega a presentar
en cualquiera de los tres segmentos de propie-
dades, obligando en cualquiera de los casos a
las autoridades, ya sea municipales o estatales,
a proporcionar los servicios básicos que estas
colonias necesitan.
14
La LGAH, en su artículo 38 se refiere a que el
aprovechamiento de áreas y predios ejidales o
comunales comprendidos dentro de los límites
de los centros de población o que formen
parte de las zonas de urbanización ejidal y de
las tierras del asentamiento humano en ejidos
y comunidades, se sujetará a lo dispuesto en
la LGAH, en la Ley Agraria, en la legislación
estatal de desarrollo urbano, y en los planes o
programas de desarrollo urbano aplicables.
Conforme al artículo 39 de la LGAH, para regu-
larizar la tenencia de predios en los que se hayan
constituido asentamientos humanos irregulares,
así como para constituir, ampliar y delimitar
la zona de urbanización ejidal y su reserva de
crecimiento, la asamblea ejidal o de comuneros
respectiva deberá ajustarse a las disposiciones
jurídicas locales de desarrollo urbano y a la zoni-
ficación contenida en los planes o programas
aplicables en la materia. Para tal efecto, se re-
quiere la autorización del municipio donde se
encuentre ubicado el ejido o comunidad.
Por lo anterior, la regularización de la tenencia de
la tierra para su incorporación al desarrollo urbano
debiera entenderse como una acción de mejora-
miento urbano conforme al plan o programa de
desarrollo urbano aplicable, y no solo una herra-
mienta para quienes ocupen un predio, sean o no
propietarios de otro inmueble.
 Reporte
Legal
III. Conclusión

Como hemos visto, existen distintos regímenes

de propiedad de la tierra en México, por lo que
hay diferentes reglas para cada uno de ellos, lo
cual hace necesario verificar los antecedentes de
propiedad del inmueble sobre el cual pretende
desarrollarse un proyecto inmobiliario, además
de verificar que el mismo se encuentre libre de
gravámenes, al corriente en el pago de contri-
buciones fiscales y servicios, así como que no
sea objeto de afectaciones o limitaciones de do-
minio o posesión. Asimismo, es recomendable
verificar con antelación a la adquisición de un
inmueble: (i) el uso de suelo del mismo (incluyendo
densidades y giros permitidos), (ii) las factibili-
dades de servicios públicos y privados, (iii) la
existencia de vialidades y accesos, (iv) los per-
misos, licencias y autorizaciones que se requieren
para la construcción y desarrollo del proyecto, y
(v) la necesidad de llevar a cabo algún estudio de
impacto vial e incluso ambiental que por el tipo
de proyecto puede requerirse. Es importante
mencionar, que la materia de desarrollo urbano es
local, y por lo tanto la revisión debe realizarse en el
Estado y Municipio correspondiente.

A efecto de verificar lo anterior, siempre es

nuestra recomendación como despacho, el lle-
var a cabo una auditoria del título de propiedad
del inmueble sobre el cual pretende realizarse
el proyecto, mediante la cual se conozcan todos
los antecedentes de propiedad, y por lo menos
los rubros legales, técnicos y de mercado que
correspondan al proyecto inmobiliario.

15
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

Octubre 2009 Número 65

Nuevas obligaciones electorales

aplicables a los concesionarios de radio y tele-
visión restringida y generadores de programación

Héctor Hermosillo Machuca

Hace aproximadamente un año y medio se re-
formó el marco jurídico electoral de nuestro país
con miras al proceso electoral que vivimos du-
rante el año 2009. Estas modificaciones impac-
taron, además de los partidos y actores políticos,
a la industria de la radio y la televisión a través de
sus concesionarios, al establecer nuevas obliga-
ciones que ahora deben ser observadas tanto por
los concesionarios de señales de radio y televisión
abiertas1, y en determinada medida, también por
los concesionarios de señales restringidas.
A pesar que las obligaciones de los concesionarios
de señales abiertas son mucho más evidentes que
en el caso de las obligaciones de concesionarios de
señales restringidas, en el pasado proceso electoral
se iniciaron varios procedimientos sancionadores
por parte del Instituto Federal Electoral (“IFE”)
en contra de diversos concesionarios de señales
restringidas y de personas morales que generaban
la programación, por diversos incumplimientos
a la normatividad electoral2. No obstante, ese
proceso evidenció una falta uniformidad de
criterios en las autoridades sobre la interpre-
tación de la nueva legislación, lo que generó
que buscaran, en la mayoría de los casos y con
el fin de establecer precedentes y sanciones
ejemplares, castigar a todas aquéllas personas
que tuvieran participación en aquellas conductas
presuntamente violatorias de las disposiciones

1
Estas obligaciones consisten básicamente en el otorgamiento de cuarenta y ocho minutos diarios de tiempo de programación, distri-
buidos en dos y hasta tres minutos por cada hora de transmisión en cada estación de radio y canal de televisión durante los procesos
electorales, de acuerdo con las pautas que se especifican en la Constitución Política, el Código Federal de Instituciones y Procedimien-
tos Electorales y el Reglamento de Acceso a Radio y Televisión en Materia Electoral. Estas obligaciones no resultan aplicables a los
concesionarios de radio y televisión restringida en virtud de que ellos no transmiten señales de radiodifusión que sean recibidas por la
población de manera directa y gratuita, tal y como se define en el artículo 2 de la Ley Federal de Radio y Televisión.

2
Véase por ejemplo, la resolución del Consejo General del IFE de fecha 2 de septiembre de 2009 dentro del procedimiento espe-
cial sancionador identificado con el número de expediente SCG/PE/IEDF/CG/317/2009 y su acumulado SCG/PE/IEDF/
CG/318/2009 iniciado en contra de las empresas Cablevisión, S.A. de C.V., Corporación de Radio y Televisión del Norte de
México, S.A. de C.V., Corporación Novavisión, S. de R.L. de C.V. e ESPN México, S.A. de C.V. en el caso “Ana Guevara”.

16

electorales –incluyendo como señalamos, em-
presas de la industria de la radio y la televisión
que sin ser concesionarias, generan la pro-
gramación que se difunde a través de éstas-.
En nuestra opinión, aún existe incertidumbre en
la industria respecto a qué acciones y conduc-
tas podrían ser sancionadas a la luz del nuevo
marco jurídico electoral. Precisamente esa incer-
tidumbre nos impulsa a revisar la legislación y
los criterios jurisprudenciales para identificar
claramente aquellas obligaciones que les re-
sultan aplicables a los concesionarios de ra-
dio y televisión restringida, con el fin que és-
tas obligaciones sean observadas por parte de
los miembros de la industria, máxime que en el
presente año habrá procesos electorales locales,
en el cual estarán disputándose 10 gubernatu-
ras, 451 diputaciones locales y 1481 presidencias
municipales en 13 estados de la república.
I. Obligaciones Electorales Aplicables
a los Concesionarios de Radio y Tele-
visión Restringida y a personas que
generan la programación
Por su naturaleza, las obligaciones que deben
ser observadas por los concesionarios las clasifi-
caremos en los siguientes grupos: (i) Obligacio-
nes de contrataciones de publicidad y espacios
de televisión; (ii) Obligaciones de contenidos de
programación; y (iii) Otras obligaciones.
1. Obligaciones de contrataciones de
publicidad y espacios de televisión
Las obligaciones en materia de contrataciones
de publicidad tienen el principal sustento en
el artículo 41 de la Constitución, y consisten
en tres prohibiciones:
17
Reporte
Legal
(i) No contratar ni permitir la adquisición
de tiempo de televisión en cualquier mo-
dalidad a ningún partido político (directa-
mente ni a través de terceras personas).
(ii) No permitir la contratación de propa-
ganda en radio y televisión que sea dirigida
a influir en las preferencias electorales de
los ciudadanos, ni a favor o en contra de
partidos políticos o candidatos a cargos de
elección popular.
(iii) La prohibición de transmitir en territorio
nacional este tipo de mensajes si estos hu-
bieran sido contratados en el extranjero.
La primera las prohibiciones implica que los con-
cesionarios de radio y televisión restringidas de-
ben evitar en cualquier momento la contratación
-que incluye celebración de convenios, acuerdos
verbales o escritos, de carácter oneroso o gra-
tuito, con o sin contraprestación económica o
en especie o cualquier otro similar- de cualquier
espacio publicitario o de programación en cu-
alquier modalidad, a cualquier partido político
o terceras personas que pudieran tener algún
tipo de vínculo con algún partido político de-
terminado, incluyendo aspirantes, precandida-
tos y candidatos a cargos de elección popular.
Cabe señalar que en esta primera prohibición,
la conducta sancionable es “la contratación”
de tiempo de televisión por parte de los sujetos
señalados, sin importar si el espacio contratado
tiene o no contenido electoral o político.
La segunda conducta sancionable no se re-
fiere únicamente contratación de manera ob-
jetiva –como lo es el primer supuesto-, sino
a que la propaganda que se contrate se dirija
a “influir en las preferencias del electorado”.
Esta conducta contiene un elemento sub-
jetivo cuya valoración será realizada por las
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

autoridades correspondientes, quienes deter- 2. Obligaciones de contenidos de pro-

minarán si el contenido de la programación es gramación
susceptible de influir o no en las preferencias
electorales3. Las obligaciones de contenidos de programación
se encuentran relacionados con dos conceptos:
La última prohibición es un supuesto especial el de propaganda electoral y el de propaganda
de las dos conductas anteriores, en tanto que política, en virtud de que es el IFE la única auto-
prohíbe la transmisión de los programas o ridad que puede asignar y administrar a los par-
mensajes en caso que hubieran sido contrata- tidos políticos los tiempos que sean elaborados
dos en el extranjero. (Recordemos que atendi- como propaganda política y electoral.
endo al principio de territorialidad de la ley, la
autoridad no podría prohibir la contratación Pero ¿qué debemos entender por propaganda
en el extranjero, por lo que acertadamente im- política? ¿y qué por propaganda electoral?
pide la transmisión de estos mensajes en el
territorio nacional). Aunque no constituyen una respuesta defini-
tiva, lo que la legislación y tribunales entien-
Las anteriores prohibiciones no distinguen den como propaganda puede ayudar en gran
si éstas deben ser observadas únicamente en medida a entender mejor estos conceptos:
tiempo de procesos electorales, por lo que
al no existir tal distinción, podemos afirmar
que estas prohibiciones resultan aplicables
en todo momento sin importar si durante
la contratación, elaboración o difusión del
programa se encuentra un proceso electoral
federal o local en desarrollo. Indudablemente,
las prohibiciones cobrarán mayor relevancia
y trascendencia en los periodos electorales, y
por tanto las conductas serían sancionables
con penas mayores en estas etapas, aunado
al hecho que las autoridades electorales y los
partidos políticos generan un mayor escruti-
nio en la revisión de los contenidos de pro-
gramación en estos periodos.

3
En última instancia, corresponderá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (“TRIFE”) hacer la valoración cor-
respondiente. Sobre dicha valoración, se ha señalado por parte de Magistrados del TRIFE que la fijación concreta de la litis y una
prudente y eficaz instrumentación probatoria son aspectos medulares para una decisión y apreciación acertada, y el ejercicio de la
jurisdicción, sin sujetarse necesariamente la literalidad de la norma habrá de encontrar la moderación adecuada para determinar
objetivamente qué acciones están dirigidas a fomentar una intención de voto y cuáles otras se desenvuelven en la cotidianidad
de la sociedad.
Cfr. CARRASCO DAZA, Constancio. “Control de la propaganda político-electoral en radio y televisión. La necesidad de un
enfoque objetivo”. México: Revista Contexto Electoral. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Número 2, Año 1,

18
 Reporte
Legal

Propaganda Electoral Propaganda Política

El conjunto de escritos, publicaciones, imá-
genes, grabaciones, proyecciones y expresiones
Código Federal de
que durante la campaña electoral producen y
Instituciones y Pro-
difunden los partidos políticos, los candidatos (No se define)
cedimientos Electo-
registrados y sus simpatizantes, con el propósi-
rales (COFIPE)
to de presentar ante la ciudadanía las candida-
turas registrada.
El conjunto de escritos, publicaciones, imá-
genes, grabaciones, proyecciones y expresiones
que durante la campaña electoral producen y
difunden los partidos políticos, los candidatos
registrados y sus simpatizantes, con el propósito
de presentar ante la ciudadanía las candidaturas
registradas. Asimismo, que la misma contenga
las expresiones “voto”, “vota”, “votar”, “sufra-
gio”, “sufragar”, “comicios”, “elección”, “ele-
gir”, “proceso electoral” y cualquier otra similar
vinculada con las distintas etapas del proceso Constituye el género de los me-
electoral. También se referirá a la difusión de dios a través de los cuales los
mensajes tendientes a la obtención del voto a partidos, ciudadanos y organiza-
favor de algún servidor público, de algún ter- ciones difunden su ideología,
Reglamento de Que- cero o de algún partido político, aspirante, pre- programas y acciones con el fin
jas del IFE (Art. 7 candidato o candidato. Finalmente, que con- de influir en los ciudadanos para
fracciones VI y VII) tenga cualquier otro mensaje similar destinado que adopten determinadas con-
a influir en las preferencias electorales de los ductas sobre temas de interés
ciudadanos, a favor o en contra de aspirantes, social, y que no se encuentran
precandidatos, candidatos o partidos políticos. necesariamente vinculadas a un
proceso electoral federal.
Cabe mencionar que también se define el con-
cepto de propaganda de precampaña como “el
conjunto de escritos, publicaciones, imágenes,
grabaciones, proyecciones y expresiones que
durante el periodo establecido por este Código
y el que señale la convocatoria respectiva difun-
den los precandidatos a candidaturas a cargos
de elección popular con el propósito de dar a
conocer sus propuestas”.

19
 BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

Todo acto de difusión que se realice en el marco

de una campaña comicial, con independencia
de que se desenvuelva en el ámbito de la ac-
tividad comercial, publicitaria o de promoción
empresarial; cuando en su difusión se muestre
objetivamente que se efectúa también con la
TRIFE intención de presentar una candidatura ante la
(No lo ha definido)
(Tesis XXX/2008) ciudadanía, por incluir signos, emblemas y ex-
presiones que identifican a un candidato con
un determinado partido político o coalición,
aun cuando tales elementos se introduzcan en
el mensaje de manera marginal o circunstancial,
puesto que, lo trascendente, es que con ello se
promociona una candidatura.”

Actividades, documentos y materiales con men-

Tesauro político
sajes dirigidos a los electores para persuadirlos (No se define)
electoral del IFE
en favor o en contra de candidatos.

3. Otras obligaciones Durante su tramitación, el IFE puede ordenar la

Las prohibiciones adicionales que deben ser
observadas por parte de los concesionarios
de televisión restringida consisten en que: (i)
Durante los procesos electorales no puede
difundirse la propaganda del Estado, que en
su caso haya sido contratada; y (ii) Los conce-
sionarios deben abstenerse de entregar al IFE
la información que les sea requerida forma
incompleta o con datos falsos, o fuera de los
plazos que señale el requerimiento que en su
caso se emita.
II. Posibles Infracciones
y Medios de Impugnación
De acuerdo con la legislación aplicable, las vio-
laciones a las disposiciones electorales pueden
generar el inicio de un Procedimiento Especial
Sancionador en atención a quejas promovidas
por los partidos políticos o cualquier ciudadano.
imposición de medidas cautelares tales como la
suspensión de la transmisión de promocionales
de radio y televisión y ordenar el retiro de pro-
paganda que estime contraria a la Ley.
Las sanciones por infracciones a la legislación
electoral pueden consistir en (i) Amonestación
Pública -la cual es difundida a través del Diario
Oficial de la Federación-; (ii) Multa de hasta cien
mil días de salario mínimo general vigente para
el Distrito Federal; (iii) En caso de infracciones
graves (como la venta de tiempo de transmisión
a partidos o candidatos y la difusión de propa-
ganda política o electoral ordenada por perso-
nas distintas al IFE) y cuando además sean rei-
teradas, con la suspensión de la transmisión del
tiempo comercializable correspondiente a una 1
y hasta 36 horas, en cuyo espacio el tiempo será
ocupado por la transmisión de un mensaje en el
que se informe al público de la sanción.

20
 Reporte
Legal
III. Comentarios Finales

A manera de resumen, podemos señalar que

las principales obligaciones que deben obser-
varse por parte de los concesionarios y genera-
dores de programación consisten en evitar: (i)
la contratación de tiempo de programación y
publicidad a los partidos políticos y candidatos;
y (ii) la elaboración de reportajes, entrevistas,
programa o similares que pudieran constituir
propaganda electoral o política.

Con respecto a la publicidad vendida, aunque

el contenido sería responsabilidad por prin-
cipio, de aquellas y empresas personas que la
elaboran, en un procedimiento sancionatorio
podría llamarse cualquier persona que tuviera
participación en el proceso de contratación e
inclusión de la publicidad, por lo que sería re-
comendable que las empresas de la industria se
aseguren de que el contenido de la publicidad que
será incluida como parte de la programación no
contraviene las disposiciones electorales. Esto
pudiera hacerse por ejemplo, a través de una
cláusula en los contratos de publicidad que
se suscriban con los posibles adquirentes, en
donde se les haga responsables de cualquier
infracción que pudieran cometer en materia
electoral. Con respecto a la programación, de-
berán cuidarse aspectos como la objetividad,
imparcialidad, debida contextualización del
tema, forma y periodo de transmisión, y por
supuesto, la gratuidad del reportaje, entrevis-
tas, programa o cualquier otro similar.

21
BARRERA, SIQUEIR OS Y TORRES L ANDA, S.C. ABOGADOS

Estamos como siempre a sus órdenes para

cualquier aclaración en relación con lo
expuesto en este Boletín y tengan la seguridad
que pondremos todo nuestro empeño y
profesionalismo respecto a cualquier asunto que
nos quieran encomendar.

BARRERA, SIQUEIROS Y TORRES

LANDA, S.C. ABOGADOS

Paseo de los Tamarindos 150-PB

Col. Bosques de las Lomas
México, D.F. 05120
Tel. 50 91 00 00

Ramón Bravo Herrera

rbh@bstl.com.mx
Paola López Jiménez
plj@bstl.com.mx
Federico De Noriega Olea
fno@bstl.com.mx
Gad Javier Valencia Aguirre
gva@bstl.com.mx
Agustín Gutiérrez Ruiz de Chávez
agr@bstl.com.mx
Héctor Hermosillo Machuca
hhm@bstl.com.mx

22
La publicación de esta edición estuvo a cargo
de Art&maña Consultores S.C. Ribera #44,
Col. Ampliación los Alpes, 01710 México,
D.F. Tel: +52 (55) 5660.6022

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