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Gelman “La lucha por el control del estado: administración y elites coloniales en

Hispanoamérica”. 
Distintos aspectos de las Reformas implementadas por Carlos III de Borbón con el fin
de modernizar el Estado imperial español. Profundizaremos en las reformas
administrativas implementadas con el objetivo de desplazar a las élites locales que
habían acumulado poder durante el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, para
dar fin a la corrupción que los españoles veían en América, y al mismo tiempo
aumentar la recaudación fiscal.
La lucha por el control del estado. 
Administración y elites coloniales en hispanoamérica.
Desde mediados del XVIII, sobre todo durante el reinado de Carlos IIi (1759/ 1788) y la
presencia en el consejo de indias de Jose de Galvez la corona lleva adelante grandes
reformas politico/ adm. Estas que habían empezado antes dentro de la propia
península ibérica con la llegada de los borbones al trono de España a inicios del siglo,
solo se empiezan a aplicar tímidamente durante el reinado de Fernando VI (1746
/1759) una vez que el final del asiento inglés de esclavos en 1748 y el tratado de
límites con Portugal en 1750 despejan el horizonte de conflictos europeos inmediatos. 
Estas reformas eran en parte, condición previa de reformas más amplias, que
buscaban consolidar los límites y la seguridad del imperio, promover el crecimiento
económico español y asegurar a la Corona un volumen creciente de ingresos fiscales,
para permitirle recuperar su rango en el mundo.  A fin de reorganizar la economía,
cobrar mejor y más impuestos, defender el territorio, terminar con el contrabando y
disciplinar a la población de las colonias, era menester primero realizar una profunda
reforma político/ adm en América, fortalecer el aparato estatal, instalar en el mismo a
funcionarios honrados y fieles, terminar con la corrupción generalizada y con la
influencia de las elites locales en la administración.  La estructura del poder y las
definiciones políticas en América no eran sólo el resultado de la voluntad de la corona
y sus ministros metropolitanos, sino de la combinación de la misma con los factores de
poder de las colonias, los propios funcionarios y sobre todo, las poderosas elites
locales.
Las estructuras del poder antes de la ofensiva borbónica. 
Brading> en cada pcia del imperio, la adm había llegado a estar en manos de un
pequeño aparato de poder colonial, compuesto por la elite criolla (letrados, grandes
propietarios y eclesiásticos), unos pocos funcionarios de la península con muchos
años de servicio y los grandes mercaderes dedicados a la importación. Prevalecía la
venta de cargos en todos los niveles de la administración. 
En las audiencias, la mayor instancia judicial en américa entre 1687 se empiezan a
vender los cargos y en 1750 se nombran 138 criollos y 157 peninsulares, gran parte de
estos últimos estando ligados a las elites locales (por matrimonio, compadrazgo,
transacciones económicas, etc), con lo cual la influencia de estos sectores era
ampliamente mayoritaria. Algo parecido pasa en el resto del aparato estatal. Dejando
de lado a los cabildos, la instancia  más baja del poder en las ciudades, eran una
virtual representación de las elites urbanas, encontramos una situación similar en el
caso de los corregidores de indios o alcaldes mayores. Estos funcionarios impuestos
por la Corona para limitar el poder de los encomenderos, organizar la explotación de la
poblacion indigena en beneficio de los colonos españoles y de la corona  (aunque
también se suponia para defenderlos frente a las excesivas pretensiones de los
primeros), se convierten en una pieza clave del sist colonial. Muy pronto las elites
trataron de influir sobre estos para acceder más fácil a la mano de obra indigena y
para convertirla en un mercado cautivo, donde colocar mercancías, en cantidades y
condiciones que el corregidor podía imponer por su posición de fuerza. esta aspiración
se ve favorecida porque desde 1678 se empiezan a vender oficialmente estos cargos,
con lo cual los más adinerados tendrán la posibilidad de adquirirlos directamente. 
Esta amplia influencia directa e indirecta de las élites sobre el poder se va a manifestar
de manera evidente en el desarrollo a gran escala de actividades, no siempre legales,
amparadas por el Estado y que favorecian a estos sectores. En el caso de los repartos
de mercancías que imponen los corregidores a los indígenas, adquieren tal magnitud
que la corona se vera forzada a legalizarlos en 1754 para tratar de limitarlos y a la vez
obtener algún provecho de ellos. 
Otro fenómeno que se desarrolla a gran escala es el contrabando, la principal forma
de comercio exterior americano. de estas y otras razones, deriva que la corona
perdiera progresivamente el control directo de la situación colonial y que se redujera
también la recaudación fiscal, recaudación que por otra parte se delegaba cada vez
más en particulares, a quienes se arrendaba el derecho a percibir los impuestos a
cambio del pago de sumas fijas. Toda esta situación ha llevado a plantear que el grado
de control de las elites locales sobre el aparato del estado, la generalización de la
corrupción y el no respeto a la legislación real, permiten hablar de la existencia en los
hechos de una primera independencia americana en el siglo XVII y primera mitad del
XVIII. 
Otros estudios a diferencia de lo anterior, señalan que durante el reinado de los
Austrias y en el primer periodo borbónico, el estado no es concebido como una
institución fuertemente centralizada y excluyente de los factores de poder local, sino
como un sistema de una gran flexibilidad, que buscaba constantemente un delicado
punto de equilibrio entre los intereses de las autoridades metropolitanas y los factores
de poder local, sobre todo las elites, pero también los demás sectores, inclusive los
burócratas coloniales, con sus propios intereses. Esto se reconocía de partida y no era
contradictorio con la lealtad al rey. Estos burócratas a su vez, no formaban una
estructura vertical de poder, sino que aparecían todos vinculados directamente al
monarca y con poderes imprecisos, que permitian gran flexibilidad, ambivalencia y
negociación a todos los niveles. 
El origendel poder del monarca era divino, pero por lo mismo tenia limites, ya que
debia gobernar con amor y proteccion hacia sus subditos y debia conseguir cierto
consenso, lo cual admitia la negociacion con los subordinados. En la relacion primaba
la lealtad sobre el cumplimiento estricto de las ordenes reales. “se acata pero no se
cumple”. En este sentido la corrupcion se puede entender no como una aberracion del
sistema o un conjunto de excesos, sino como uno de los medios privilegiados del
sistema para permitir esta busqueda de equilibrio entre intereses a veces
contradictorios, salvando a la vez la autoridad del monarca. La corrupcion era una
verdera valvula de escape a las contradicciones del sistema, e incluso algunos
piensan que este solo funcionaba gracias a ella. 
De la misma manera parece natural la participación de las elites locales en las
estructuras del poder colonial. Estas, definidas como los sectores que concentran en
mayor grado el poder, la riqueza y los honores en las ciudades hispanoamericanas, no
tienen por lo mismo un solo rasgo que las caracterice, sino que reunen un vasto
conglomerado de actividades y atributos. La riqueza y por ende el comercio, era una
condición sine qua non, para acceder a la elite, pero esta se consolidaba con el poder
y el honor, a la vez que con una diversificación económica, que permitía, conservar, la
riqueza obtenida generalmente a través de la riesgosa actividad comercial. La
estrecha relacion entre las elites y el aparato del estado colonial parece haber sido una
regla en la realidad americana hasta llegando a crear en los hist la dificultad de poder
separarlos. 
Las modalidades de acceso a la adm y al poder por estas eran multiples, y si bien la
venta de cargos favorecio enormemente este proceso, seria un errror considerarla
como su causa y forma excluyente. De hecho, ademas de ocupar la adm, por compra
o por designacion, estas accedian al poder, sobre todo mediante la incorporacion de
los funcionarios a su mundo. Casando a sus hijas con los burocratas mas altos o
ubicados en lugares estratégicos para sus negocios, estableciendo relaciones de
compradazgo, lazos economicos diversos, promoviendo la corrupcion en todos los
niveles, las elites conseguían en general integrar a los funcionarios en su ámbito. 
Esta integracion elites estado no cuestionaba la dominacion colonial, en tanto que los
intereses de la metropoli eran coincidentes con los de las elites, y se necesitaban
mutuamente. La corona carecía de un aparato de facto capaz de mantener la
disciplina de las colonias en contra de la voluntad de estas y las elites necesitaban la
legitimidad que les brindaba el poder real y todo su aparato filosofico-religioso. Por otra
parte, los intereses divergentes de los sectores americanos, aun dentro de las mismas
elites, facilitaban la labor de la corona como mediadora indispensable, una de cuyas
armas mas eficaces fue el uso de la justicia.
Lo que las reformas van a intentar es un cambio radical en el sistema de dominacion
colonial y en la participacion que en este va a dejar para las elites locales y los
burocratas. 
DIAGNOSTICO Y CURA: El diagnostico era, corrupcion generalizada y el control de
las elites locales sobre el aparato administrativo donde estaban implicados desde los
funcionarios mas inferiores y locales hasta las instancias mas altas y generales del
poder. Las elites se disputaban constantemente el control del estado en provecho
propio, desconociendo las normas emanadas de la Corona, desarrollando el
contrabando, evadiendo impuestos siendo el raiz del problema la practica de la venta
de los puestos de administracion y habia permitido a los sectores mas poderosos de
america instalarse a lo largo y ancho de toda la estructura del poder. De la misma
manera se habian inutilizado los mecanismos de control de la burocracia 
Solución que van a proponer suprimir la venta de los cargos que era el origen de todos
los excesos, crear un aparato estatal fuerte, con funcionarios que tuvieran salarios
adecuados para impedir su participación en act ilegales, que fueran honrados, de
carrera y con un sistema de ascensos por buen desempeño. Había que alejar a las
elites locales de la adm y aislar de su influencia a funcionarios. Solo de esta manera
se podrían aplicar las medidas orientadas a incrementar la recaudación fiscal, a fin de
promover el crecimiento económico y garantizar la defensa del imperio. era necesario
disponer de un verdadero estado burocratico, con funcionarios fieles que cumplieran
sin titubeos las medidas ordenadas. Los nuevos funcionarios van a proponer que se
realicen visitas generales a toda america, que se eliminen el poder de las elites locales
y la riqueza de la iglesia, que se implanten las intendencias y se construya un aparato
adm fiel y eficaz. en realidad estas prop no eran nuevas, pero a partir de mediados del
s XVIII existe un consenso generalizado en los ambitos de poder metropolitanos sobre
la necesidad y oportunidad de llevarlas a cabo. 
Las reformas borbonicas: ofensiva, resistencias y resultados contradictorios. 
El ensayo de las reformas fue en la isla de Cuba, considerada pieza clave del sistema
defensivo del Imperio, donde se organizo una fuerte guarnicion militar regular y se
instalo, en 1763 el primer intendente de America. Pero el gran impulso reformador fue
con el envio de visitadores generales a America, como Jose de Galvez, asignado al
virreinato de Nueva España. 
Medidas trascendentes como la organización de una fuerza militar en las colonias o la
expulsión de los jesuitas en 1767 son también la de creación de nuevos virreinatos -
en 1739 ya se había creado el de Nueva granada, que abarcaba la región norte del
antiguo virreinato del Perú y en 1776 se desgaja también de este último, el virreinato
del Rio de la plata, que incluía todo el territorio desde la actual Bolivia hacia el sur, con
capital en bs as-, el establecimiento de nuevas capitanías generales- chile y
venezuela- nuevas audiencias -buenos aires, cuzco y caracas- y finalmente la
instalación de intendencias en casi todo el territorio, suprimiendo los corregidores y
alcaldes mayores, uno de los sectores mas corruptos del sistema. Estos intendentes
tendrian poderes muy amplios en sus territorios, muy bien seleccionados y gozarián de
salarios elevados para evitar cualquier posible corrupción. Se establece un servicio
regular de correo 1764 que permita una fluida comunicación entre las diversas
instancias de poder y con la metrópoli, se crean las superintendencias de real
hacienda para desplazar a los virreyes del control financiero de las colonias, se
incrementa notablemente la burocracia fiscal asalariada, que recupera además el
cobro de impuestos que antes se arrendaba a particulares, se establecen nuevos
monopolios reales, etc. 
A primera vista los resultados son impresionantes. estos no se realizan todos
simultáneamente, ni con la misma intensidad, como en el caso de las intendencias,
que se instalan primero masivamente en el río de la plata (1782), dos años más tarde
en el Peru y dos después en Nueva España y que no se aplicarán a Nueva granada y
Quito. Esto tiene que  ver con las resistencias en cada lugar. Al igual que el comercio
libre que habiendo sido decretado en 1778 no se pondrá en vigor hasta varios años
más tarde en el virreinato de Nueva España, sede de la más poderosa élite comercial
del imperio.
Las reformas adm buscan y a primera vista parecen conseguir es crear un aparato
estatal más fuerte y sobre todo en manos de burócratas peninsulares, de carrera,
alejando a las elites locales del poder y combatiendo la corrupción. En las nuevas
instituciones y alli donde el aparato estatal previo a las reformas era casi inexistente
fue posible instalar de un plumazo toda una cohorte de hombres nuevos, acordes al
ideal reformador, donde había ya fuertes aparatos adm previos se trató más o menos
rápidamente de ir reemplazando a los viejos funcionarios por otros nuevos,
suprimiendo la venta de los cargos, nombrando burócratas peninsulares de confianza
de la Corona y quitándoles atribuciones a los cargos que eran más difíciles de
controlar como los virreyes. 

Si antes de las reformas todas las instancias de la adm estaban controladas por
funcionarios criollos, miembros de las elites locales, o por funcionarios peninsulares
con muy estrechos vinculos con aquellos, en la seg mitad del XVIII, empiezan a
predominar claramente los hombres nuevos peninsulares, funcionarios asalariados, y
de carrera. Esto sucede tanto en las audiencias como en las intendencias que
reemplazan a los corregidores y alcaldes mayores, así como en las nuevas
instituciones fiscales y los monopolios del Estado. Algunos lo señalan como la
reconquista de América. 
El análisis de sus causas era limitado y por ende las soluciones propuestas buscarán
atacar los problemas evidentes, sin tener en cuenta fenómenos estructurales de la soc
colonial, ni las resistencias que generarian los intentos reformadores. 
Las reformas borbónicas, por un lado, significan cambios importantes en la concepción
de la monarquía y el Estado en España y América. El poder real deja de aparecer
como esencialmente de origen divino y paternalista, para asociarse más directamente
a los resultados materiales y económicos que consiguiera para sus reinos. La Corona
se hacía más terrenal y susceptible de ser juzgada por los resultados obtenidos. Para
conseguir los objetivos materiales que se proponía, era necesario transformar la
estructura del estado, convirtiéndolo en una institución centralizada, con estructura
jerárquica, cuyos funcionarios, ateniéndose a normas estrictas, aplicasen las medidas
ordenadas para promover el crecimiento económico, recaudar más impuestos, etc.
Este nuevo sistema desconocía la necesidad de lograr el consenso político con los
súbditos y destruía la flexibilidad del sistema anterior, desconocían de esta manera la
“constitución no escrita”, por lo que no preveían las resistencias que iban a generar.
Tenían que ver con la larga tradición de negociación y participación de las elites
locales en el poder y por otra con elementos estructurales de la economía y la
sociedad coloniales, que la legislación difícilmente podía cambiar como con lo de los
repartos que continuaron con mator o menor intensidad segun los casos.
Soluciones para ciertos problemas que inciden sobre causas aparentes pero que no
contempla los problemas de fondo y no proporciona los medios necesarios para esas
soluciones, por ejemplo suprimen la venta de cargos nombrando a nuevos
peninsulares pero no van a lograr erradicar totalmente la corrupción, ni la influencia de
las elites.
Esto se debió en parte a que no suministraron los medios para promover la fidelidad y
honradez de los nuevos, garantizandoles medios de vida adecuados a su categoría y
función. Los salarios que cobraban distaban en general de satisfacer sus necesidades,
debían seguir pagando altas fianzas para poder ejercer el cargo,etc. Incluso algunos
funcionarios importantes no cobraban salario directo, sino un porcentaje de lo
recaudado entre la población indigena, con lo cual se mantuvieron propensos a
continuar las practicas de los funcionarios que venían a reemplazar. 
La ecuación criollos= corrupción, peninsulares= honradez fue errónea, y los medios de
las elites para influir sobre el aparato del estado no pasaban únicamente por colocar a
sus miembros en este, de hecho, el medio mas imp parece haber sido la incorporación
de los funcionarios a la elite a través del matrimonio, lazos económicos, etc que la elite
va a conseguir en muchos casos mantener una fuerte influencia en el Estado y aun
superior al periodo pre-borbónico. 
Con el tiempo el impulso de las reformas va a ir decayendo y va a lograr que se
cometan una serie de incoherencias, que a su vez van a ir minando los logros iniciales
de las reformas. En mexico parecen haber provocado una revolución en el gobierno,
desplazando a las elites locales del poder, generando inicalmente resistencias
violentas y mas sutiles luego que van a ir minando poco a poco el impulso de las
reformas, hasta provocar su fracaso final. la supresión de los repartos de mercancia
llego incluso a ser revocada por el virrey Branciforte.  De américa central se carece de
estudios, pero si de Guatemala, el contro comercial por excelencia de ese ambito,
donde las reformas no parecen haber producido grandes cambios. En Cuba las
primeras tuvieron éxito y fueron recibidas con cierto beneplácito de las elites locales.
En caracas algo similar a cuba, mientras que en nueva granada y quito las reformas
provocan cambios importantes y encuentran fuertes resistencias que van a frenar los
impulsos reformadores.
En Perú es más complejo, las elites se resisten pero parecen asumir una actitud más
ambigua y finalmente logran ir debilitando los aspectos irritantes de las reformas. Chile
si bien formalmente se constituye un Estado burocrático con funcionarios peninsulares,
el éxito político de las reformas parece haber sido nulo, habiendo logrado la elite
incorporar a los mismo. No existe resistencia aparente. Hay que tener en cuenta que
hubo variaciones en el interior de los mismos. 
Lo que distingue a las regiones americanas en cuanto a los resultados de las reformas
es su carácter central o no en el esquema de poder previo de las reformas. México y
Lima las dos grandes capitales de los únicos virreinatos pre borbónicos con élites muy
poderosas y acostumbradas a gob en amplios territorios las verán como una amenaza
potente y real, ya que cercenan sus jurisdicciones políticas y ponen en tela de juicio
sus monopolios. Las regiones antes marginales ahora realzadas en la nueva división
político-económica (Caracas, buenos aires, Chile, etc) tenían poco que perder y
mucho que ganar con la creación de nuevos cargos adm, oportunidades económicas
vinculadas al desarrollo del aparato estatal-militar, etc. 
Un segundo factor que módulo el impacto fue la coyuntura económica de cada región
y el grado en que las reformas económicas afectaron a sus elites habiendo una clara
dif entre lima y méxico, ya que el territorio controlado por lima venía arrastrando una
larga crisis y con las reformas pareció recuperarse, mientras que méxico conoció una
fuerte expansión bastante antes de las reformas y estas contribuyeron a iniciar un ciclo
de signo inverso. Cuba, caracas o bs as con economías de exportación en
crecimiento, acogieron bien las nuevas posibilidades comerciales. 
El tercer elemento es el carácter de las elites y de las sociedades en que se asientan.
Las elites de las grandes capitales y centros comerciales se dedican primordialmente
al comercio, pero tienen a su vez intereses diversificados. En estos núcleos urbanos
hay una fuerte integración entre criollos y peninsulares, con una movilidad social
importante; alli las elites parecen haber ido incorporándose a los nuevos funcionarios.
En ciudades como méxico, lima o bs as, resulta casi irrelevante medir el mayor o
menor acceso de las elites al estado, por la mayor o menor presencia de criollos o
peninsulares, ya que aqui existian desde hace tiempo mecanismos que permitian una
aceitada integración de los comerciantes y burócratas peninsulares en las filas de las
elites criollas. 
Las elites eran diferentes. en pequeños pueblos tendían a ser grupos más cerrados,
fuertemente apegados a la tierra y a la explotación directa de la mano de obra y eran
menos permeables al acceso de forasteros y mucho más duraderas en el tiempo. Es
posible que la liberalización del sist comercial en el periodo borbónico y la llegada de
innumerables pequeños y medianos comerciantes peninsulares en la seg mitad del
XVIII haya generado una serie de conflictos, que se hayan expresado de manera
evidente como enfrentamientos entre criollos y peninsulares. Aquí seguramente tenga
algún sentido el cambio de criollos a peninsulares, en el Estado y en otras instancias y
sea aquí donde la formación de una incipiente conciencia criolla adquiera alguna
relevancia.

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