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Contenido

Introducción.............................................................................................................................................................1
Desarrollo.................................................................................................................................................................2
¿Qué es la desnutrición?......................................................................................................................................2
¿Qué factores influyen en la desnutrición?..........................................................................................................2
¿Por qué es considerada la desnutrición infantil como uno de los peores males que puede sufrir una sociedad?
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Desnutrición en la Argentina................................................................................................................................4
La pobreza y San Francisco de Asís.......................................................................................................................6
Conclusión................................................................................................................................................................8
Bibliografía...............................................................................................................................................................9

Introducción
La desnutrición infantil es un tema que nos preocupa y nos impulsa a profundizar su
conocimiento para poder pensar propuestas que puedan combatirla definitivamente.
En este informe abordaremos el tema de la “desnutrición infantil”, sus causas y el impacto que la
misma produce en el desarrollo de los niños. Luego, estableceremos las consecuencias que la misma
genera en un país y en su potencial de desarrollo. Para finalizar, plantearemos la relación entre este tema
y el legado de “San Francisco de Asís”.

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Desarrollo
¿Qué es la desnutrición?

La desnutrición es una enfermedad. Es el resultado del


consumo insuficiente de alimentos y de la aparición repetida de
enfermedades infecciosas. En otras palabras, la desnutrición es
el resultado físico del hambre.

Es una enfermedad devastadora de dimensiones


epidémicas, que padecen 52 millones de niños y niñas menores
de cinco años y que causa la muerte de 3,1 millones al año en
todo el mundo.

¿Qué factores influyen en la desnutrición?


Existen diversos factores que conducen a la desnutrición infantil, entre ellos: los sociales,
económicos y políticos como la pobreza, la desigualdad y una escasa educación de las madres, también
familias de bajos recursos económicos, que no pueden ofrecer una alimentación balanceada y rica en
nutrientes necesarios para el desarrollo normal de los niños y niñas; igualmente la falta de acceso a los
alimentos, la falta de atención sanitaria, la utilización de sistemas de agua y saneamiento insalubres y las
prácticas deficientes de cuidado y alimentación. Cuando se modifica el equilibrio de estos factores y se
ve alterada la nutrición, se interrumpe el crecimiento y desarrollo del niño, dando lugar a la desnutrición
infantil.

¿Por qué es considerada la desnutrición infantil como uno de los peores males que puede sufrir
una sociedad?
“Un niño desnutrido, malnutrido o poco estimulado tiene el cerebro en peligro. El desarrollo
del cerebro, que se produce desde la gestación en el útero de la madre hasta pasados los 20 años,
afronta durante ese tiempo diferentes períodos sensibles en los cuales genera nuevas conexiones. Su
evolución óptima requiere los nutrientes adecuados, pero también un ambiente estimulante desde el
punto de vista cognitivo y emocional, en el que exista una interacción productiva con un entorno que

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contribuya con su desarrollo. Cuando un niño crece en la pobreza o en la indigencia, la maduración de
su cerebro puede sufrir un impacto negativo.”(Facundo Manes)

La infancia es considerada como una etapa trascendental en el proceso evolutivo del hombre,
caracterizada por dos fenómenos: crecimiento y desarrollo, para lo cual es fundamental una adecuada
nutrición.

Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la infancia son los más lamentados
por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro del niño, en el que se
producirán alteraciones metabólicas y estructurales irreversibles.
El cerebro es el órgano que más rápidamente crece: en los primeros meses lo hace a un ritmo de
2 mg por minuto. Pesa 350 g cuando nace el ser humano y llega a los 900 g en 14 meses. Este peso
equivale al 80% del peso del cerebro del adulto. Cuando hay desnutrición infantil no sólo se detiene el
crecimiento cerebral, sino que, además, hay una atrofia del cerebro y el espacio es ocupado por líquido
cefalorraquídeo.
Asimismo, la suerte del sistema nervioso central está determinada en los primeros años de vida,

más exactamente en los primeros 18 meses. Si durante este tiempo no recibe una adecuada ingesta de
nutrientes, el niño se transformará en un débil mental y en el futuro poco podrá hacerse para revertir esta
situación.

Este daño no sólo afecta al individuo sino a la sociedad entera, ya que la principal riqueza de un
país reside en su capital humano, y si éste se encuentra dañado, se diluye la posibilidad de crecer en un
futuro cercano.

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Por esto reiteramos que sólo en los dos primeros años de vida se puede actuar sobre la
desnutrición con grandes probabilidades de éxito. Luego de este período, la recuperación del niño se
torna más difícil, casi imposible.

La extensión de la pobreza no sólo tiene consecuencias inmediatas, sino que condiciona


seriamente el desarrollo futuro de los chicos que la sufren y de la sociedad.

Los niños que se desnutren en sus primeros años están expuestos a mayores riesgos de muerte
durante la infancia, y de morbilidad y desnutrición durante todo el ciclo vital. La desnutrición limita su
potencial de desarrollo físico e intelectual a la vez que restringe su capacidad de aprender y trabajar en la
adultez.

La desnutrición tiene un impacto negativo en corto, mediano y largo plazo, ya que los niños son
el futuro inmediato. La pobreza nunca podrá ser erradicada si no se trata de raíz el tema del hambre y la
desnutrición infantil.

Desnutrición en la Argentina
Tres de cada diez niños argentinos viven bajo el nivel de indigencia: no reciben las calorías
necesarias para realizar “movimientos moderados”. La situación descripta es mucho más grave en las
provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Salta, en las que los chicos menores de 15 años que viven
bajo el nivel de indigencia son más del 40 por ciento. Ese es el caso de un niño chaqueño de 12 años que
suele dormirse del hambre en las veredas del pueblo de San Bernardo: no regresa a su casa porque,
según cuenta, si lo hace sin haber conseguido pan para sus diez hermanos, sus padres lo golpean. Es el
caso de la niña, hija de una familia igualmente numerosa que a los tres años pesa varios kilos bajo el
peso normal, y como consecuencia de la desnutrición que padece, no camina: se arrastra. Tampoco
habla. Son más de dos millones setecientos mil niños los que integran esa enorme franja de carencia
extrema. “De no recibir ayuda externa, su supervivencia biológica elemental está comprometida.

No es sólo la pobreza la que ha arrasado el país, llegando a sumergir en la miseria a la mitad de


la población. Los hogares pobres son aquellos que sus ingresos son insuficientes para adquirir la canasta
básica de alimentos más algunos gastos del hogar, transporte y vestimenta. Los hogares en situación de
“indigencia” son los que no ganan ni siquiera para pagar una canasta básica de alimentos “necesarios
para satisfacer los requerimientos mínimos de los miembros del hogar, que le suministren las calorías

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necesarias para realizar los movimientos moderados”, según el concepto de la OMS. Queda claro
entonces, que teniendo en cuenta que el 27,7 por ciento de los niños menores de 15 años integra el
universo de indigencia, el hambre arrasa.

Si uno de cada tres chicos no come lo mínimo para poder vivir – según los especialistas llegan a
comer cada tres días- los pobres suman en total el 58,1 por ciento de los diez millones de chicos que hay
en el país. De ellos, casi seis millones (5.727.806) son pobres. Y de estos casi tres millones (2.734.071)
sobreviven bajo la línea de indigencia.

La Organización Mundial de la Salud en un reciente informe de su Programa de Nutrición


explica que el retraso en el crecimiento de los niños afectados por la indigencia, y la “mal nutrición
proteico-energética”- es simplemente una manifestación más de un síndrome de afectación general del
desarrollo físico y mental. El retardo en el crecimiento se produce en los primeros tres años de vida y
permanece la vida entera. “Estos niños tienen afectado su desarrollo cognoscitivo, con trastornos del
lenguaje y del desarrollo motor, de la coordinación, bajo rendimiento escolar”, sostiene la OMS.

Los más afectados por el hambre terminan padeciendo lo que los especialistas llaman el
“marasmo”, un cuadro caracterizado por “la pérdida de grasa subcutánea, intensa atrofia muscular y de
otros órganos. Tienen la cara triste y arrugada, como la de una persona mayor”.

El 27 por ciento de niños indigentes resulta de promediar los índices de las provincias más ricas
y las más pobres, las del norte y las del sur. En la Patagonia, por ejemplo, el 14 por ciento de los niños
no llegan a recibir la alimentación diaria mínima. En Santa Cruz la cifra del horror baja al 7,1. En Tierra
del Fuego al 7,5. En la ciudad de Buenos Aires, padecen la indigencia el 8,1 por ciento de los pibes.
Pero en el otro extremo las provincias más pobres sufren el impacto del quiebre económico hasta límites
nunca antes registrados en el país. Así el 45,7 por ciento de los chicos del Chaco, el 44,9 de los
correntinos, el 40,4 de los salteños, el 39,1 de los entrerrianos están privados de un crecimiento normal.
El récord en toda la Argentina se lo lleva la ciudad de Concordia donde el 53 por ciento de los menores
de 15 años viven sin las calorías mínimas.

Consecuencias de la desnutrición. Toda la vida afectada.

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“Un chico que no está bien alimentado no sólo está impedido de enfrentar su educación en
condiciones normales, sino que tiene afectada cualquier actividad vinculada con la vida. Si debe estar
pendiente de si tendrá comida o no, el efecto sobre su subjetividad es desastroso”, expresó Raúl Ageno,
psicólogo especializado en niños. La consecuencia inmediata de esa inseguridad es bien palpable: una
angustia permanente que les impide concentrarse en sus actividades escolares y condiciona el desarrollo
de su vida cotidiana.

La carencia genera “una angustia permanente”, provocada por la incertidumbre. “No saber qué
va a pasar al día siguiente, si va a tener algo para comer o no, puede dar lugar a la violencia, lo vemos en
la sociedad, aunque la relación no es directa. Puede dar lugar a cualquier tipo de actividad para encontrar
ese sustento, hasta el robo en los adultos”, opinó Ageno, quien alertó: ”Cuando el límite entre la muerte
y la vida ha desaparecido, qué importa morir de hambre o delinquiendo”.

La pobreza y San Francisco de Asís


Pongamos la mirada en la figura del Patriarca de Asís, Caballero, monje penitente, amador de
Cristo y Su Iglesia. Una figura irresistible que conserva atractivo y enseñanzas aún con el correr de los
siglos. Mas aún, para nuestra realidad conjugada de confusión y relativismo, impregnada de
superficialidad, San Francisco con su alegría espiritual, su configuración con la Cruz de Cristo, su
espíritu orante y penitente, su prédica del Evangelio simple y clara, su enseñanza de paz desde la fe se
hace necesaria. Este hombre el cual venia de una familia con mucho dinero, pero que con el tiempo se
dio cuenta que había gente que lo necesitaba más que él y por ello comenzó a ayudar y llego al punto de
quitarle dinero a su padre para darle a los más necesitados. Lo hacía debido a la Fe que tenía y nunca le
importaron los castigos que recibió por parte de su padre y de otras autoridades.

Nunca separar pobreza de caridad-humildad. Es por amor a Cristo, para seguirle, pertenecerle,
para estrechar ardientemente toda la vida con Él, que se es pobre.

Para San Francisco la identificación de pobreza y humildad es tan fuerte que es imposible, ni
siquiera una vez encontrar una línea separatoria.

San Francisco tuvo que luchar hasta el final de su vida con


la tentación de la vanidad. Fue la ardiente caridad que lo lanzó a
luchar como buen caballero sostenido por la gracia para vencer

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esta tendencia y lograr una mayor unión con Jesús. De la pobreza interior, iluminada y enriquecida por
la vida de la fe, brota la obediencia a la Iglesia y sus Documentos. En la historia del franciscanismo este
principio fue sostenido por los incontables santos y santas de los distintos tiempos y lugares.

Conclusión
Frente a un mundo como el nuestro, que ha optado por dar las espaldas a Cristo y Su Enseñanza,
adhiriendo al materialismo aún en las expresiones más bajas y degradantes, la Santa Pobreza es un
verdadero desafío.

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Por eso creemos que la actualidad exige personas con la entrega de San Francisco, que puedan
poner al prójimo y a sus necesidades por delante de las suyas, que la entrega sea verdadera y no sólo de
palabras y promesas. Esta problemática que abordamos exige Compromiso y Acción como la del santo
de Asís. Diseñar políticas sociales integrales que permitan combatir realmente esta enfermedad
devastadora debe ser una prioridad, para el futuro de nuestro país, que es en realidad el futuro de miles
de niños y niñas, es la oportunidad, que no se les debe robar, de vivir en condiciones de equidad.

Esto implica desterrar un pensamiento narcisista de la sociedad, la cual siendo un poco más
solidaria podría ayudar al prójimo y de esta manera mejorar las condiciones de vida de muchas personas
que necesitan ayuda.

“La convicción de que todos los niños tienen el mismo derecho a crecer saludables y fuertes, a
gozar de una buena educación y a ser útiles a la sociedad en la que viven, constituye un pilar
fundamental de todos los acuerdos internacionales cuya finalidad es reconocer y proteger los derechos
de la infancia.” Estado mundial de la infancia 2016 UNICEF.

Bibliografía
http://pscdesnutricioninfantil.blogspot.com.ar/2012/10/la-desnutricion-como-problema-
social.html

http://www.lanacion.com.ar/431727-la-desnutricion-tiene-efectos-dramaticos-en-los-ninos

https://desnutricioninfantilweb.wordpress.com/factores/

8
https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/factores-desnutricion-infantil/

www.unicef.org/spanish/publications/files/UNICEF_SOWC_2016_Spanish.pdf

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