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mextcano moderno
introducción y notas de
JosÉ Lurs ManrÍNsz
letras mexicanas
ta I I
I
última hora, a más tardar escrito en los meses tl'' PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
octubre y noviembre de 1590, siempre y cuando l"
censura áe Dávila Padilla haya sido cosa rápida, pu'-''' [Toluca, Méx., 11 de febrero de 1922)
si tuvo el manuscrito consigo mas de un mes obviir
mente no constaba en el texfo que examinó y aprobu' Pablo González. Casanova se dio a conocer con dos ex-
Todo esto da a entender que Juan de Cárdenas cr':r celent es inv e s t i ga ci on e s hi s t ó ric o -fil o s ó fic a s s ur gid a s
un autor repentista, atento siempre a consign:rr noticils de los seminarios de El Colegio de México: El misoneÍsmo
maravillosás, casi simultáneamente a su producción, y la modernidad cristiana en el siglo xvttt, sobre las
1o que da a su libro ese carácter periodístico más pnr primeras penetraciones de la filosofía moderna en
pio para ser leído, como él mismo dice, "por curioso'' Nueva España, y Una utopía de América, que estudia
iománcistas" y no "por hombres científicos y letrados" las curiosas preclicciones de Juan Nepomuceno Adonto
(Prólogo al lector). No hay por tanto lugar a extrañezrr a mediados del siglo xrx.
si en él interín de su aprobación por Dávila Padillir Cuando concluyó sus investigaciones académicas, se
(1590) y su autorizaclón para que-lo sacara a Iuz entregó de lleno a las cuestiones sociales vivas, sobre las
en 159i, haya podido "ingerir" no sólo notas circutrs que ha escrito ensayos en los que el rigor y una sofrenada
tanciales, como la que hemos transcrito, sino capíttt pasiótt son sus ntejores dones. Es un sociólogo, antes
los enteros y desde Iuego ése que le reprocha tantrr que intpasible o de estricto espíritu científico, intcresa-
Dávila Padilia sobre el quebranto del ayuno por oblrr do especialmente en formular, acerca de nuestra socie-
del chocolate. dad ntoderna, diagnósticos qLte ayuden de alguna nta-
"Yo compuse este libro siendo de edad de veintistii' ner(t a su desarrollo.
años, y poi mi poco posible y muchos trabaios, no ltr Pablo González Casanova inició stts estudios en la
puede"imprimif hastá los veintiocho" (página 237). Asi Universidad Nacional. En El Colegio de México participó
pues, si lo publicó en 1591, en I589 ya lo tenía-"compues en seminarios de filosofía y sociología y asistió, final-
to". No tenemos razón alguna para dudar de esta asc mente, a la Sorbona, donde obtuvo el doctorado en his-
veración, pero, ¿en qué estado de "composición" ltr loria. Fue director de la Escuela de Ciencias Políticas y
tenía haciá 1589? Inaudablemente le añadió la notl Sociales v de 1970 a 1972 rector de la Universidad
sobre las flotas, los nortes y la "boca del invierno" e ¡r N acional' AtLtónotna de México.
1590, y en 159i el artículo teológico sobre el uso del
chocolate. ENs¿vos: El misoneísmo y la modernidad cristiana en el si-
glo xvrrr, 1,948.-Una utopíct de América, 1953.--§átira
Historia Mexicana,64, abrii-junio de 1967, vol. xvI, núm. 4 anónima del siglo xvut, 1953 (en colaboración con José
Miranda).-La técnica social, 1958.-Las ideolo gías norte-
anteric anas s obre inv ersiones extranj eras, 19 61.-La demo -
cracia en México, 1965.-Itts categorías del desanollo econó-
mico y la investigación en ciencias sociales, 1967 ,---Sociología
de la explotación, 1969, 1970.-Imperialismo y liberación,
1978.- El Estado y los partidos políticos en México, 1982.-
El poder al pueblo, 1986.
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LA PROPAGANDA O LA NUEVA RETÓRICA" la ironía y con ingeniosa desconfianza, pero que es un
Irccho más y más evidente, conforme se le mira y se le
EN uNe NovELA sTNGULAR, Historia de la grandela y dc, ,t cstudia.
dencia de César Birottealt, comerciante perfumista, Bal'tr, Hace un siglo el objeto de la publicidad consistía en
nos habla de una tienda de novedades que por vez pr r informar al cliente sobre las virtudes de la mercancía.
mera presentó al público de París todas "esas sedu, l.a información que se le daba, dolosa o de buena fe,
ciones comerciales", todas esas ilusiones y efectos tl,' tenía como objeto principal que el cliente escogiera la
óptica que, llevados a un grado sumo de perfecciórr, mercancía más de su gusto, aquella que él iba a pen-
hicieron de los escaparates "verdaderos poemas mat(' sar satisfaría de la mejor manera posible sus necesi-
riales". Ahí mismo nos habla de lo que él llama urrrr dades. Hoy la publicidad tiene como objeto y método
"inmensa revolución", un asalto a la opinión públicrr primordial el deformar los reflejos del cliente, el crear
los anuncios pagados en los periódicos, cuyo éxito frr,' én é1, como dice el eminente semántico Hayakawa,
desbordante. En ese tiempo, hace ya más de un siglo, Lr reacciones automáticas: "Nada sería más útil a un pu-
publicidad era llamada, quizás injustamente, charlatrr blicista que obligarnos a pedir automática-
nismo. Las cosas han cambiado mucho. Hoy el muncl,, mente una-afirma-
coca-cola cada vez que entremos en una
está inundado de poemas materiales, los periódicos fuente de sodas, o a pedir automáticamente un
son en su mayoría "empresas comerciales destinad¿rs alka-séltzer cada vez que nos sintamos mal..." Y esto
a hacer dinero por la venta de anuncios" y un profesor cl,' ¿qué quiere decir, si no que mientras hace un siglo el
la Universidad de Nueva York, George Burton Hotchkiss, cliente escogÍa las mercancías, hoy las mercancías
desde 1924 escribe que la publicidad es un arte qu(' intentan y hasta logran escoger al cliente? Sí, hoy las
puede estar a la altura de la poesía, de la novela y del mercancías se nos anuncian y se nos ofrecen por medio
drama. A nadie se le ocurriría llamar a los publicistas de la publicidad, y doblegan nuestro subconsciente
charlatanes. A nadie se le ocurriría decir que el condi cuandb menos Io esperamos: al detenernos el agente
mento diario de la vida vitrinas, los cartelones, de tránsito, al descuidar a la noüa en el cine, al escuchar
-lasdesplegados, los anuncios
los letreros luminosos, los la radio mientras juegan los niños. Nos husmean, nos
de radio, cine y televisión- es un atentado a Ia opinión acechan, nos siguen, nos muestran sus venales prefe-
pública. Y sin embargo hoy, con más razones que en rencias, nos escogen sin más reparo que nuestro dine-
tiempos de Balzac, se podría estar de acuerdo con é1, ro. Todo un arte que ha utilizado los adelantos de la
porque a más del desarrollo técnico, de la producción in psicología social, que preconiza un estil,o conciso, vívi-
cesante de máquinas y aparatos que entonces no exis do, Ilamativo y el empleo constante de frases y figuras
tían, y de la cantidad cada vez mayor de casas de ptr- emocionales se ha constituido en una verdadera retó-
blicidad y escuelas de publicistas, ha ocurrido un¿r rica, en la retórica de los "mercaderes que pueden
metamorfosis formidable en este fenómeno social, me- escribir", de los "salesmen who can write", como se
tamorfosis que probablemente ustedes miren con cier- les ha llamado en Norteamérica a los publicistas.
Y este hecho, de la mayor importancia, nos ocuparía
" Conferencia sustentada el 21 de octubre de 1954 en el la noche entera, como uno de los grandes problemas
ciclo sobre "Los grandes temas de nuestro tiempo" organiza- de nuestro tiempo, si la tragedia internacional y na-
do por la Universidad Nacional Autónoma de México. cional en que se hallan las mercancías desde hace ya
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que le daba
varios lustros no hubiera derivado en otro fenómeno leianos: es la nueva retórica,- en el sentido deter-
que afecta todavÍa más la conciencia entera del hom- Aiistóteles, como "arte de observar' en un..caso
de persuasión"' Y es como
bre contemporáneo. Es lugar común entre los estudio- ;;;á;,1;;;;áios necesarios
la retóriia de nuestro tiempo'
sos del ciclo económico decir que, al finalizar la fase nueva retórica, como
del auge, se inician las guerras^entre los grandes paí- ..Á"-""-.s a intentar su análisis'
ses productores con el ób¡eto de extendeilos necása-
en la for-
rios mercados, y que con el receso y la depresión coin_ "Aouel arte de Ia prosa discursiva' literaria inter-
sobre todo político'
ciden la mayor intervención del Esiado, ei descontento #;;:o1,;"-á"tti""ltil pueblo
v
y por eso mismo ora-
e incluso las revoluciones. Keynesianos v marxistas *"di^-I",."'"riáui. y el
reconocen estos hechos despüés de habér realizado ü;*;;;ü;r,i"iu, i"í"iniáia tambien. entre la teoría
prolijos y cuidadosos estudioi. Cuando la demanda de v la práctica -de
--de quien toma e[ t";;;;;;ptt"áu-derivada a I a acc ión
:mercancías disminuye, la publicidad aumenta en in_ #:r'il;; ;i',!i il;"áiáiai'''""t" es la retórica"'
tensidad e imp_ortancia, y cuando la publicidad no l"jiin';;;;iáirá t"ri'io¿a-'^esto su defi-
basta para que las mercancías encuentrtn a sus clien- :.::; """liJ ráiii*áÑá"tiáiico Aifonso
encierra
Reves'
varios elementos
tes, aquéllas se vuelven cadavez más agresivas, más },::,H dá';jJ..i.i, arte' es decir' tiene
exigentes, verdaderamente tiránicas. Se integran deci- considerables: 1'La ittá¡tu es un tiene un
didamente a la vida política de las naciones,-a sus dis- ;;;;;;"it¿tito v formal; 2" LatetÓrica
generales' que
cusiones parlamentarias, a sus planes y proyectos de ffi;;irtt;;, q.ri"r. tí"tiip'opone
""
términos
convencer con el em-
intervención estaral. La publicidad pásá dé su edad es arte suasona, qt'"-i" ad hoc; 3"
de oro, de su estado de náturaleza, a una edad en que oleo de una técnica IóLicá y psicológica
á políticos, o los
forma parte de toda yna Weltanschauung d,e public'is- Úi",l,,]i ü [,0¡.á lo. ,íuio.""i"tidos
tas, de toda una publicidad de ideas po[iric"., mora- ilirffi ;;;q:':*liil;,',li:;'H:",X'"f; fi ;;*'i3;
les, religiosas y lilosólicas. Esta publióidad integral es
comúnmente llamada propaganda. Kymball yo-ung Ia 3 lü:;i:,tñ: r * "'t
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