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EL ASCENSOR

EL ASCENSOR

Necesito escapar... ellos ya vienen... y tan solo pensar que todo empezó con un
simple juego…
Aún me acuerdo como si fuese ayer, el día que empezó este infierno…
...
Al terminar la escuela, me encontraba volviendo a casa, con la libreta de
calificaciones (todo desaprobado como siempre).
Al entrar a mi casa no dije nada, no quería ver a nadie y menos a la odiosa de mi
hermana Alice, yo estaba muy enojada y de seguro ella no lo entendería.
Simplemente soy la oveja negra de la familia, mis padres y mi hermana siempre
han sido perfectos a la vista de todos, y yo nunca he podido encajar en ello.
Pasaron las horas y se hizo de noche, la comida estaba lista. Cuando ya todos nos
encontrábamos sentados, Alice, como de costumbre… me presumió su libreta, ya
que ella también la tenía, lleno de dieces por supuesto...
- Hey Rose, ¿Sabías que soy la presidenta del consejo estudiantil? Soy la
mejor. No tengas envidia de tu hermana mayor, tus celos no te van a llevar
a ningún lado… jajaja...
- ¿A encerio? Creo no haberte preguntado srta. Presidenta del Consejo
Estudiantil… Y no te hagas problema que tu vida no me interesa... - dije
enojada.
- Ay mami…. Dile algo, me está maltratando - dijo con su voz chillona.
- ¡Rosemary! ¡Ya deja a tu hermana en paz! No es su culpa que tú seas así…
- ¿Así cómo? ¿A qué te refieres?
- ¡Como una chica malcriada, desobediente y rebelde! No traes nada bueno
a casa… Siempre traes problemas… Que desaprobaste 5 materias… Que te
peleaste con una porrista del equipo… Y siempre andas con esas ropas y
ese carácter...
Alice la interrumpió, solo para seguir atacando…
- Lo que mamá quiere decir es que siempre nos avergüenzas frente a todos.
- dijo cínicamente.
- Necesitas cambiar Mary... por el bien de la familia... ¿O no es así cielo? - Le
preguntó mi madre a mi padre.
Él no dijo nada y solo asintió con la cabeza.
- ¿¡En serio estás de acuerdo con ellas?! - Dije exaltada.
No lo podía creer, no solo me había peleado con mis amigas, con los profesores,
y ahora estaba discutiendo con mi familia… Ese día el mundo se puso en mi
contra…
- ¡Mary aceptalo! Tu madre tiene razón… Si fueras un poco más como Alice
todo sería mejor...
- ¡Déjenme en paz, y dejen de decirme Mary! ¡¡Los odio!!
Salí corriendo del departamento, y entré apresurada al ascensor del edificio. Ni
siquiera había comido. No me importó nada, solo quería irme lejos de todos.
Deseaba encontrar un lugar donde nadie pudiera molestarme…
En ese momento apreté el botón que cerraba el ascensor. Me miré en el espejo.
Allí estaba yo con mi pelo rojo y mi ropa supuestamente rara, sabiendo que no
iba a cambiar nada de mí. Respire hondo, hasta que pude estabilizarme. Me
quedé ahí por unos minutos escuchando un poco de rock. En las compuertas
pude ver unos números que estaban escritos, junto a una leyenda
acompañándolos...
24621051
Te esperan del otro lado…
Usa el ascensor
Alguien pidió el ascensor en el primer piso. Al llegar las compuertas se abrieron y
no había nadie detrás, probablemente se cansaron de esperar y subieron por las
escaleras, supuse.
El aburrimiento se apoderó de mí y simplemente empecé a tocar los botones en
el orden que los números indicaban. Fui al segundo piso, no pasó nada. Lo
mismo pasó con el cuarto y el sexto. Luego fui el segundo, otra vez… En aquel
momento ingresó una mujer con una caperuza negra, y de aspecto sombrío...
Me preguntó algo en un tono relativamente bajo, por lo que no llegué a escuchar,
pero de igual forma no le respondí, no tenía ganas y tampoco estaba de humor,
solo me limité a ignorarla.
Seguí apretando los botones, aunque se volvió incómodo hacerlo al lado de ella,
era como comportarme como una niña.
Cuando apreté el último botón, fui directo al décimo piso, algo que me confundió
bastante, ya que no lo había presionado. Las puertas se abrieron y pude ver una
luz que surgía de los grandes ventanales que se encontraban entre los
departamentos. Solo podía preguntarme a mí misma…
“¿Cuánto tiempo estuve en el ascensor? ¿Ya se hizo de día?”
Me acerqué un poco para ver a través de ellos. Dí unos pasos afuera, cuando de
repente... se cerraron bruscamente las compuertas, dejándome sin la posibilidad
de volver a entrar.
Al asomarme para ver, pude notar que no estaba el sol… Solo una luz cegadora
que provenía desde el horizonte... La gente que normalmente transitaba las
calles tampoco… ni siquiera los perros callejeros que rodaban en la manzana…
No había nada… Como si todo lo vivo hubiese desaparecido...
En ese momento me asusté. Pedí el ascensor muchas veces, pero no respondía.
No me quedó otra opción que subir por las escaleras para intentar volver a mi
departamento.
Cuando llegué al séptimo piso, allí estaba la puerta de mi hogar, junto a las de
mis vecinos, pero cuando la abrí todo se encontraba desordenado, como si un
animal monstruoso hubiera irrumpido en este lugar.
Escuché un ruido escalofriante, que provenía del pasillo. Me acerqué
rápidamente a la puerta para cerrarla, pero no tenía pestillo y tampoco llave,
solo pude atrancarla con el sillón del living. Me quedé encerrada por 4 días
seguidos. En poco tiempo se acabó la comida, y además ya no soportaba la
soledad y el aburrimiento, y no tuve opción. Tenía que salir.
Me costó un poco sacar todos los obstáculos que se encontraban en la entrada,
pero conseguí lo que quería. Una vez afuera del edificio, todo parecía diferente…
igual de tétrico, pero aún más oscuro que antes, lo único extraño es que sentía
era que algo o alguien me observaba, y eso me perturbaba. Fui a los
supermercados, pero las góndolas estaban medias vacías, como si las hubieran
saqueado, no lo podía creer, hace días que no veía a nadie, y con solo pensar que
otra persona estuviera viva o diera señales de ello, me reconfortaba.
Comí lo que había en las latas de conservas, nunca me gustaron, pero era lo que
podía comer.
Seguí caminando por algunas horas, hasta que encontré una tienda de armas (Es
New York, EE.UU.) y aproveché para sacar un revólver, pero solo tenía 1 bala, aún
podía recordar el gruñido, sabía que no estoy sola…
Seguí recorriendo el lugar, buscando algo más que me sea útil, pero no hallé
nada, más que polvo, cajas vacías, mugre, y demás cosas sin importancia.
Al querer salir, algo me detuvo, ví por el ventanal a una monstruosidad pasar, era
de gran tamaño y totalmente deforme, tenía varios brazos y piernas, como si
varias personas estuvieran fusionadas en un mismo cuerpo, y para agravar aún
más mi estrés que se había producido en segundos, su cabeza estaba partida al
medio, y como si algo saliera del interior, como los hongos de los árboles…
Simplemente era algo espeluznante…
Quise salir por la puerta trasera, pero se encontraba con candados y cadenas,
que no permitían el paso. La única salida disponible era por la cual había
entrado, en donde se encontraba el lurid (el espeluznante, el nombre que decidí
colocarle)...
Cuando me asomé para ver una vez más hacia la calle, esa cosa ya no estaba.
“Podría estar volviendome loca… Estaré imaginando cosas….”
Salí unos pasos para corroborar que no hubiera nadie. Entonces me tranquilicé,
para luego volver a recorrer las calles.
De repente unos recuerdos inundaron mi mente, los deliciosos dulces de la
confitería, The Willy Wonka's candy shop, la mejor de la zona, fue fundada por
unos vecinos cercanos al edificio de mi departamento.
Estaba decidida a ir, a probar al menos por última vez esos sabores únicos.
Conduciendo por el camino habitual, escuché pasos, muchos pasos, y mi
esperanza de hallar otra persona humana, me envolvió en felicidad. Corrí hasta
el sitio, de donde provenían los sonidos, pero volví frenéticamente sobre mis
pasos al verlo otra vez... más bien decir... ¡al VERLOS!. Eran un grupo de lurids,
iguales al que había visto antes, solo que ahora agrupados como en hordas, que
parecían comportarse de manera violenta y errática. Entré en el primer edificio
que me lo permitió. Subí por las escaleras lo más rápido que pude, para después
entrar en una de las habitaciones, al parecer era un hotel que estaba a pocos
pasos para estar en ruinas. Igual que en el departamento cerré la puerta, pero
esta vez, la puerta tenía una traba, y aproveché para usarla, aunque supuse que
no era suficiente para detenerlos, tenía con mucho miedo. Segundos más tarde,
se escucharon grandes golpes que agrietaban poco a poco la puerta, tan fuerte
fueron, que unos de los brazos de los lurids asomaba por las grietas que se
habían realizado. El hotel contaba con un balcón a ambos lados de la edificación,
el norte y el sur, por el norte pude ver la horda de lurids entrando en el edificio,
y al sur se encontraba el patio del hotel, pero la caída… no era nada fácil desde
aquella altura, no sabía si saldría con vida…

Solo puedo frotar mi amuleto, que siempre me acompaña en mi cuello, necesito
valentía, y más que nada en este momento.

Ahora, ya preparada con mi revólver, tengo que actuar... no tengo otra opción...
The Lurid
EL ASCENSOR
La historia que te hará temblar de miedo...

Base/Lugar:
NY Brooklyn 2021
NY Brooklyn 2021 (desolado)

Protagonista: Rosemary

Es una chica de 16 años. Es pelirroja. Le gusta el rock y odia a la gente muy chillona.
Tiene una hermana mayor, llamada Alice, aunque no se hablan porque se odian. Su
hermana es estudiosa, hermosa, perfecta a ojos de sus padres, y Rosemary es todo lo
contrario, no le gusta hacer lo que le dicen, y se guía siempre por sus pensamientos.
Siempre lleva consigo un amuleto. Su ropa es suelta, simple y mayormente de colores
neutros como el blanco, negro y gris.

Personajes:
Rosemary (la protagonista de la historia)
Alice (la hermana de Rosemary)
Los padres (los padres de Rosemary e Alice)

Tiempo:
(Pasado) - (Presente)
09/03/2021

Narrador:
Protagonista (1ra persona)

Acciones:
Situación inicial (se encuentra en una realidad alternativa en la que es perseguida por
unos asesinos, recordando su vida pasada)
Situación problemática (Se pasa a la otra realidad, tiene que escapar, y no puede)
Solución del problema (muere)

Aclaraciones:
“Pensamientos”
- Diálogos
(Aclaraciones)
… Pasa el tiempo ...

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