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NADIE SE ENTERE”
Mario Andrés Mantilla, Paula Julieth Duque,
Ángela Juliana Estrada
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SEGUNDA EDICIÓN 2016
ESTUDIANTES GRADO NOVENO B°
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Abrí los ojos y respiré con agitación, el despertador
anunciaba que tenía que levantarme. Quise
romperlo de un puñetazo, pero no contaba con
aquella fuerza descomunal.
Parpadeé somnolienta, y vi a mi alrededor, todo
era diferente, mi cuarto, mi casa, la nueva escuela.
¡Patético!
Recordé sin mucha importancia mi antiguo hogar,
con sus puertas de madera, y sus paredes de color
blanco, las tardes divertidas que pasé encerrada
con mis amigas, y más que todo, él.
Pero por desgracia mis padres han sido
transferidos a Colorado y me han obligado a
acompañarlos en un viaje sin vuelta atrás, no tenía
nada en contra de irme, excepto el hecho de
abandonar a las personas que consideraba mis
amigos, quienes antes de irme, me ilusionaron con
una promesa falsa “nunca te olvidaremos”
Primer día de escuela, en un lugar totalmente
diferente al que consideraba mi hogar, la lejanía de
Filadelfia, me era difícil de aceptar, olvidar
absolutamente todo lo vivido… que a los 16 años,
no resultaba muy interesante.
El grito de mi madre llegó desde la sala hasta mis
oídos, con fastidio, fruncí el ceño y destapé mi
delgado cuerpo de adolescente, también me da
fastidio eso, plana pero con buenos
sentimientos…creo.
Me levanté de la cama y caminé hasta el baño, sin
apartar el pensamiento de que era el primer día de
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instituto, nuevos pupitres, nuevos maestros,
nuevos compañeros, y un nuevo rinconcito para
sentarse a leer.
Sabía que recordar me hacía mal, ¡Lo sabía!, pero
me seguía esmerando en traer el pasado al
presente. Reviví con nostalgia el día de la
mudanza.
Estaba con la cara pegada al vidrio del taxi, el
conductor volteaba a verme de vez en cuando con
desagrado, mi madre me daba pequeños pellizcos
pero yo no me inmutaba, salivaba y mocoseaba la
ventana, mientras mis ojos miraban todo lo que se
movía, como un depredador.
De tanto pensar en cómo sería mi nueva casa, me
dormí, cuando mi papá me despertó para ayudar a
bajar las maletas, estaba ansiosa, corrí por las
valijas y cuando ¡Wow! era enorme, llena de vida,
con una terraza inmensa, era la casa de mi
sueños, bueno... Por desgracia no era la casa que
mis padres compraron, Era la de al lado, un poco
más pequeña, llena de pavimento en su entrada,
tenía solo un maldito segundo piso. Al menos tenía
cocina, claro, no era tan grande como creí pero la
había, comúnmente en mi antigua casa estaba
acostumbrada a una cocina que medía casi el
triple de lo que ahora es mi recamara.
Podía escoger mi habitación, eso era lo más
emocionante y decidí ir a caminar para ver de un
mejor ángulo la casa, y las habitaciones, una tenía
una ventana enorme, otra no tenía ventanas y la
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última era súper calurosa, hasta que en medio del
pasillo me topé con un cordón que caía del techo,
al tirar de este me cayó una escalera encima, pero
tuve tanta agilidad que pude esquivarla, el punto
es que ahí arriba había ventanas, gran espacio,
mucha ventilación y buena recepción de internet,
así que decidí quedarme ahí, claro que tenía polvo,
arañas, ratas Etc... Pero era lo más cercano a mi
cuarto que encontraría en esa pocilga. Así que me
di a la tarea de limpiar de arriba a abajo mi nueva
“habitación” fue una lucha mortal por 3 días, hasta
que pude limpiar todo el polvo, sacar a las arañas
con solo una mordedura, espantar a las ratas
consiguiendo un nuevo gato, y robar la contraseña
del Wi-Fi del vecino. Por primera vez en todo el
maldito viaje me sentía como en casa.
Claro no era una mansión con internet de alta
velocidad ni cocina llena de comida, pero aquel
rincón de la casa al que podía llamar mío, me
hacía sentir mejor.
Un nuevo y estruendoso grito entró a mis delicados
oídos, mi madre…de nuevo, llamándome para que
me apurara.
-¡Anabel!-gritó-Más te vale apresurarte, porque si
tienes que llegar en pijama al primer día de clases,
¡yo misma me encargo de hacerte pasar
vergüenza!-
-Ya voy mamá-giré los ojos y vi mi rostro en el
espejo, ¡Horrible!, grandes ojeras, cabello
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desordenado…y pecho plano, de nuevo, ¿Qué
nunca va a crecer?
Me desnudé y entré a la ducha, el agua me hizo
erizarme por completo, el contacto del líquido frío
contra mi espalda hizo que cada vello de mi cuerpo
de levantase, temblé levemente y mordí mi labio,
debí encender la calefacción.
Estregué mi cuerpo y me enjuagué, salí de la
ducha y vi el uniforme como si estuviera frente a
un enemigo que esta por ganar la guerra, la falda a
cuadros, la camiseta tipo polo y el chaleco, frunzo
el ceño por tercera vez esta mañana, creo que me
espera un día fantástico.
Seco mi cuerpo y tomo resignada aquel odioso
uniforme de niña tonta, me visto, dejo mi cabello
suelto y aplico algo de brillo labial.
Bajé las escaleras de dos en dos dando pequeños
saltos, hasta que la imagen de la rubia de 35 años
aparece frente a mí, tiene una falda tubo negra y
una blusa blanca. Su ceño fruncido es peor que el
mío.
-Hasta que te resignaste. Vas 5 minutos tarde-giré
los ojos.
-Limítate a llevarme al instituto-su ceño fruncido es
aún mayor-lo siento-
-Apresúrate, Anabel-asiento y camino a su lado,
con la estorbosa falda molestándome al caminar.
Subí al automóvil tirando mi mochila al lado, mi
madre arrancó.
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-¿Y papá?-pregunté.
-¿Bryan?-asentí con expresión obvia.
-¿Acaso tengo otro padre?- mi madre frunce el
ceño.
-No, no-gira los ojos-él salió temprano hoy, tal vez
no vuelva para la cena-
-Ya veo-saqué de la mochila unos audífonos y los
conecté a mi móvil, antes de que se acabara la
primera canción, ya habíamos llegado al
imponente edificio con rejas, más parecido a una
cárcel que a una preparatoria.
-Adiós, Ana-sonrió débilmente, no quiero que me
dejen sola en este lugar donde puedo ser presa
fácil de los populares.
-Adiós, Mamá-le lancé un beso-te amo-
Caminé lentamente por el campus, grande, como
el patio de una cárcel, con canchas de soccer y
baloncesto, estaba completamente perdida, me
acerque a una chica rubia que tenía la falda
excesivamente corta, que estaba con dos chicas
igualmente vestidas.
-Disculpe-dije tartamudeando, me acerqué
lentamente, la rubia volteó y puso las manos en
sus caderas, no me digan que esta es la típica
chica que se volverá la antagonista de mi vida.
-¿Tu quién te crees para hablarme?-pregunta. Y si,
la antagonista de mi vida ¡Genial!
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-Solo quiero saber dónde queda la secretaria-
respondí con voz temblorosa.
-Mira, cerebro de chorlito, si ves por allá, en las
paredes hay flechas que indican-me toma por los
hombros y me gira-allí dice secretaria, ¿ves?,
aprende a leer-se voltea y ríe con sus amigas.
Solté un bufido y caminé por donde indicaban las
flechas pintadas de verde en la pared blanca,
hasta llegar a una oficina que parecía la recepción
de una cárcel, pienso todo el tiempo en cárceles,
soy rara, lo sé.
Pedí mi horario y salí de la oficina a paso lento,
con la vista fija en el papel que contenía mis
clases, hasta que me choqué repentinamente con
alguien.
-Lo siento-dije con una voz penosa y tímida
mientras recogía mi horario-estaba distraída-pero
el chico volteó y me quedé pasmada, ¡era bastante
feo!, con granos en el rostro moreno y sonrisa con
frenos.
-No te preocupes-respondió sonriendo, y sus
frenos se hacen aún más presentes, creí que sería
el típico momentos de las películas en que
conocería el amor de mi vida, o el de la
secundaria, pero no, me encuentro con una piña
con frenos, la vida no es como la pintan en mis
novelas, No, no.
Me di vuelta y caminé lentamente hasta perder de
vista a la piña con frenos, y vi una máquina
expendedora. ¡Aleluya!, no tengo dinero.
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-Demonios-mascullé y me dirigí a mi primera clase.
Algebra II, ¡mi día mejora y mejora!
Mis pasos lentos y pesados me guiaron hasta el
aula, aburrida aula, terrible aula, el maestro con
gafas circulares y calva me esperaba con sus ojos
de águila.
Cuando denoto a la entidad que nombre como las
que se creen populares o algo así, el punto de
denominarlas así es que se creen algo por ser
“lindas”, al aparecer se reían de mí, puesto que me
señalaban y miraban intentando aparentar que no
las veo. Pero por lo visto su falta de cerebro, no les
permite saber lo obvio que se ven, en fin seguí
leyendo mi manga cuando la líder de su rebelión
de caras bonitas y cerebro flácido que por cierto ya
había se me acerca y me dice:
-No creas que por ser la nueva te voy a tratar bien,
se lo que eres, una rata de alcantarilla que cree
que será alguien en la vida-la ignore y seguí
mirando hacia el frente con una mirada fría.
-Que pasa, ¿tienes miedo chica nueva?-Sigo
ignorándola no rebajaré mi nivel peleando contra
una chica cuya falda ha sido más manoseada que
la fruta de la cafetería.
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hablar el uno con el otro, al ser la chica nueva es
normal sentirse sola, así que me conformo con oír
sus comentarios para así saber qué es lo que las
chicas normales de mi edad hacen…
En pánico…
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esa basura puede vivir sus vidas totalmente
comunes”.
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mismas chicas que estaban desbordando de la
emoción por una foto, andaban con dos chicos.
-Claro amor.
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mis amigos y antiguamente acosador, siempre me
pedía que implantáramos una relación más yo me
negaba, comenzamos a charlar.
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comentarios hacen que me comience a fijar en mi
imagen y me hace sentir mal, digo no soy fea…
creo.
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encontrarlas en una caja que decía “¡No abrir!” las
tomé y las llevé al cuarto de mis padres.
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seria y secante, sabía que no debía seguir esos
tips.
Subí a mi habitación y me quite el look, comencé a
preguntarme ¿Hice mal al empezar con mi
apariencia? Debería empezar por lo básico y
concentrarme en poder establecer una
conversación. Fui al cuarto de mis papas, mi padre
estaba leyendo un libro entre y dije:
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-Anabel si quieres dinero solo dímelo.
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-Lo siento. Cálmate… Querías algo de mí,
¿Cierto? ¿Qué es?-Dijo con cara de preocupación.
-Habla conmigo.
-¿Por qué?
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-Ese no es el punto aquí ¿Entonces? ¿Hablarás
conmigo? Decídete ya, o me suicidaré-el chantaje
perfecto.
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excepto con la antipática tipa esa, se ha acabado
la jornada de clases estoy sentada en el pasillo y
veo pasar a los estudiantes hablando de que van a
hacer en la tarde y me siento más sola que nunca,
no he hablado con Mike desde ese día, supongo
que el ya no necesita a alguien como yo en su
vida.
Voy caminando por el pasillo pensando en qué
hacer con el resto del día, podría navegar por la
red y jugar algunos videojuegos… mientras pienso
en que voy a hacer veo a los mismos chicos de la
foto:
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podía evitar temblar, gire mi cabeza 90° a la
derecha y dije:
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una desviación de camino a casa desde que entre
al instituto… así que me decidí y fui, comencé a
caminar por el centro, me gustaría ir por todas
partes como las chicas de preparatoria, pero para
mí jugar de esa manera puede ser muy difícil, tal
vez debería ver un tutorial en internet primero.
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de comidas rápida… ¿Una estudiante puede ir sola
a un restaurante cierto?... cuando menos me di
cuenta ya estaba ordenando, la persona que
administraba la caja era una mujer un tanto alegre
quien me recibió con una sonrisa.
-U-Una Hamburguesa.
-¿Disculpe?
-N-No, nada.
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de comer, venir sola aquí no es malo, Claro, sería
más divertido con amigos o un chico, ¡Pero esto es
solo el comienzo!... por un momento creí que podía
descansar y ser feliz con mi soledad cuando de la
nada aparece una voz que reconozco…
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-¿Sola en este lugar? Pobre chica-Esas escaleras
son la única salida de aquí… y si me quedo aquí
alguno de ellos me notara cuando vayan al baño…
¡El baño!... parece que mi única salida de esta
situación es hacer algo que creía nunca volver a
hacer, hora de usar mi “¿Look?”, será la única
forma de que no me reconozcan, por suerte tengo
los listones en mi bolso, solo necesito hacer algo
con mi cara… hare lo que en internet consideraban
“cara de pato” consiste en apretar las mejillas para
que tus labios parezcan un pico de pato, es
horrible pero es mi única salvación. Al salir del
baño:
-¿En serio?
-¡Seguro!
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-Oye ¿Qué te pasa?
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-N-No, no la vi bien.
-¿H-Hola?
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-¿Ah, Anabel? Ha sido un buen tiempo.
-Si… claro.
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Al llegar a mi salón me sentía mal, no debí haber
hecho algo que no suelo hacer… de la nada llegó
el profesor:
-No
-No.
-Si
-¡La hice!
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cambiar de lugar con la mascota de la clase ¡Y
puedo fanfarronear acerca de esto frente a Stacy!
Así que lo hice, saque mi almuerzo y comencé a
comer… luego de un largo y aburrido periodo de
tiempo terminó la clase de matemáticas y comenzó
la de inglés cuando comienzo a escuchar algunos
comentarios…
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ánimo…Duchas…Chicos entrando al cuarto…
Tranquila todavía falta un año, mientras me
distraigo escucho dos chicas caminando al salón
de arte:
-Retratos en parejas.
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Al día siguiente al ir al colegio en mi asiento
escuchaba la conversación de unos chicos, eran
los mismos del karaoke:
-¿En serio?
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-Mi nombre es Ana, me gustan los deportes y odio
las matemáticas.
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no creo poder decirle a Stacy que me toman como
el payaso de la clase.
Por suerte el receso llegó y comencé a comer,
cuando el profesor de arte me llama a mí y a otro
muchacho al aula de profesores, al llegar él nos
dice:
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pero con mis recuerdos logre dibujar algo un tanto
similar a él, él había dejado su dibujo en la mesa,
al verlo me sorprendí, era como verse en un
espejo, era todo un artista, cuando el profesor de
arte me pidió los dibujos le pregunté:
-Ah, claro.
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qué le diría a Stacy no coloque la alarma, supongo
que no importa, digo que hora podría ser…
porque… maldita sea… ¡Porque!... son las 1:49
p.m. maldito despertador cuando tienes que
despertarme no lo haces, como esperan que me
arregle en 11 minutos, Salí corriendo a la ducha,
no importaba el agua fría debía estar lista, no
perdería una oportunidad como esta.
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era harapiento… no podía creerlo, pero mientras
me quedaba admirándola no sabía que ella estaba
parada esperando mi respuesta- así que
reaccioné:
-Ho-Hola, ¿Stacy?
-sigues siendo igual de rara en la secundaria no
has cambiado ni un poco, ven vamos a
divertirnos.- me dice ella riendo.
-Oh… en nada.
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creo que se reirá digo, una chica como ella debe
tener miles de cosas que contar, pero alguien
como yo… la cosa más riesgosa que he hecho es
comerme los dulces de mi papá-
-Es… Que…
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bien? Mientras olía su cabello ella ordenaba algo
de beber…
-N-No.
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-Oye Anabel, ¿Aún lees libros cursis y esas cosas?
-¿En serio?
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como sus ojos se llenaban un tanto de lágrimas, no
era mi intención hacerla llorar, ni hacerla sentir
mal, no sabía que hacer o que decir… pero
recordé el dibujo -Uh, a si… Este es un…
-Desearía que las cosas se hubieran quedado
como estaban en la secundaria…
-O-Oye Stacy…
-¿Uh?
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-Qué suerte, me gustaría poder haber ido al
instituto contigo. Entonces estoy segura de que…
-¿Stacy?
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Ella se fue caminando con el atardecer… sentía
calor en mi pecho y tristeza, ahí iba la única
persona que realmente era mi amiga además de
mamá, no quería dejarla ir sin decir la verdad,
aunque tuviera que gritarla…
-¡Espera!
-¿Uh?
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Al llegar Bryan y Katherin estaban afuera y no me
recibieron con una sonrisa.
-¿Quieres charlar?
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Me acosté en mi cama y vi el calendario, mañana
comenzara febrero, quien diría que he sobrevivido
un mes en este lugar, deberían darme un premio a
la chica superviviente, aunque no hay mejor
premio que el dormir sin que me moleste nadie.
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hubiera dicho eso cuando entre yo a este maldito
salón… pero ya es algo tarde en fin veremos a los
niños mimados caras lindas entrar aquí, dudo
mucho que uno de ellos llegue a ser mi “amigo”…
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de darle una mordida cuando veo a Max… él
también tenía una hamburguesa y también me
estaba mirando… me quede paralizada…
comencé a comer mi hamburguesa y Salí
corriendo de allí… que es lo que me pasa, porque
ese chico me mira tanto… ¡Ash! ¡Al demonio con
ese chico!, pero… no ha dicho nada desde que
llegó y su hermana tampoco… no lo entiendo, ese
chico tiene a todas las busconas de este colegio
en su espalda, porque se fijaría en mi… tal vez
solo quiera hacerme una broma o algo así…
ningún chico así se ha de fijar en mí. La campana
sonó debía volver al salón, mas no quería hacerlo,
porque tenían que llegar hoy… definitivamente
este febrero será desastroso.
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entiendo, ellos solo llegaron y ya son el centro de
atención de todos, mientras que yo me he
esforzado un mes por destacar y nada ha
funcionado… cuando escucho…
-A-Ah…C-Claro.
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antes a personas hablar del amor pero no sabía
que doliera tanto ¿Qué está pasando?... cuando
miré todos estaban sentados en sus sillas, ya
habían formados los grupos… ¿En qué grupo
quedé yo?...
-¿Uh? ¿S-Si?
-Me gusta tu nombre-dijo sonriendo, su sonrisa son
como perlas que relucen en esos jodidos ojos
verdes-¿Cuándo nos reunimos en tu casa para
hacer el trabajo?-¡Queee! ¿En mi casa? ¿Con
ellos? ¡¿Qué clase de proposición es esta?! Tengo
miedo y comienzo a temblar…
-E-El… Sab-Sabado…
-¿Uh? Eh claro…
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hago ¡qué hago! Uf Haber calmémonos, sé que su
hermana va a ir, así que no será una situación
romántica, sé que vamos a hacer un trabajo no a
charlar sobre el amor, así que es poco probable
que intente algún movimiento… que alivio creo,
¡Agh! No sé qué me pasa hoy, porque sigo
mostrándome nerviosa cerca de él es solo un chico
más de los muchos que hay en este salón digo…
estoy perdiendo la cabeza.
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…Demasiado tarde, Ahora mi única opción es
sobrevivir a esta clase, estaré bien, solo necesito
que no me vean por los próximos 50 minutos
¡sencillo! Debo ocultar mi presencia ahí viene el
profesor…
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-Entonces pídele a tu compañero de al lado que
comparta contigo.-No sí, porque no me pides que
me case con el de una vez.
-O-Oh…C-Claro.
-¡N-No!
-E-Está bien.
-Si… gracias.
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malnacidos en este colegio que robarían una
sombrilla así estén lloviendo perros y gatos, esas
personas viven su vida sin remordimientos y
disfrutan de sus años adolescentes al máximo…
Son la escoria de este planeta, y aun así, pueden
encontrar una cita ¡No se les ocurriría ni de la más
mínima idea que quedaría atrapada en la lluvia de
camino a casa! ¡Estoy tan furiosa! ¡Quiero
matarlos! ¡Les daré una muerte lenta y dolorosa!
¡Quisiera matar a todo capullo que robe un
paraguas!... oh aquí esta…
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No… no no, porque a mí, tenían que ser los
hermanos maravilla, Mandy y Max llegaron al
mismo quiosco que yo, que debía hacer…
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¡No puedo ni respirar! ¿¡Por qué estoy sudando
tanto!? ¿Será por él? Digo… porque comienzo a
sudar, porque me pongo nerviosa y no sé qué
hacer cerca de él, que debo hacer… este silencio
incomodo está haciendo que sude… Eso es
-¿Qué?
-¿Ah?
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-Anabel, ¿Ya te vas? Todavía está lloviendo
bastante fuerte.-Dijo Mandy.
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Max… pero también estaba triste… se fueron y me
dejaron sola, pero la lluvia siempre será mi amiga,
me senté en el banco y me recosté… no sabía qué
hacer ni pensar sobre Max, supongo que tengo
miedo de que el sienta eso por mí, o de que yo
sienta eso por él, no lo sé sigo confusa respecto el
tema del amor, ¿Qué debería hacer? ¿Por qué me
hago tantas preguntas respecto a él? Ah,
sinceramente esas estupideces del amor no creo
que sea lo mío, si tan solo nunca lo hubiera
conocido…
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-¿Dónde tú quisieras estar?
-Si… Espera…
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donde el temor y la desesperación acechan en
todas partes, persiguiéndote hasta atraparte y
destruirte, si así es, hablo del día de san Valentín.
En el instituto todos tienen una rara tradición de
hacer tarjetas y dar obsequios en este día a todas
las personas que consideren importantes para sí
mismos, obviamente yo lleve regalos para mí.
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-¿Qué haces aquí?-Preguntó con cara de
preocupación, mi mano comenzaba a sudar,
estaba muy nerviosa.
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fondo de mi oscuro y tétrico corazón era
¿Realmente le importo tanto a él?
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del salón dejándome con miles de páginas
rasgadas en el piso, ahora que le dije a Max.
-Pero… no entiendo
-Gracias.
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con mi nuevo libro, me puse a leerlo durante las
demás clases, el libro era de lo mejor y de un
momento para otro las clases terminaron.
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-Espera Max ¿le dijiste Ana? Ya tan rápido usan
apodos, que tiernos.
-Pasen.
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Maldita Mandy ese iba a ser nuestro primer beso…
¿Qué diablos digo? Estúpido Mike, ¿Por qué se
cae en todos lados? Y ¿Por qué me abraza como
si no quisiera dejarme ir?... Maldita sea, a veces
me odio a mí misma.
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Estamos en gimnasia, la entrenadora acaba de
llegar
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Yo no estaba hablando con ellas, más creo que
escogería el tercer camino.
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-Tú lo pediste rata de alcantarilla, has ganado una
enemiga sumamente poderosa, más vale que
tiembles ante mi poder-creí que intentaría leer un
libro para niños de primaria así que si… me asusté
mucho.
-Gra-Gracias.
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-Por nada linda.
-¡Eso es cierto!
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llevar puesto un top?, y toda mis bragas son de las
que mi mamá compra en el supermercado en
paquetes de dos por 50 dólares, seguro tengo
puestas las bragas más tontas de toda la clase.
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Voy caminando a la salida, la jornada de clases se
terminó, es momento de llamar a Stacy…
-¿Hola? ¿Stacy?
-¡¿Anabel!?
-Por nada.
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Estoy caminando por el centro comercial,
buscando lugares donde vendan ropa para mujer,
mientras camino veo mi reflejo en el cristal de cada
uno de los locales, Supongo que me veo un poco
tonta con éste maldito uniforme, ¿Debería cortar la
falda?... ¡N-No la falda! Estaría rebajándome al
mismo nivel que Megan, Ya sé, Quizás me vería
mejor con el cuello arriba… cuando veo pasar a
una estudiante de otro colegio… usaba falda corta
y unas medias más arriba de la rodilla se veía tan
linda, supongo que las medias hasta arriba están
de moda en estos días.
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compraré, no soporto que una chica plana como yo
deba ver tantas amuebladas en un solo lugar.
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darle un beso en la frente y Salí de la habitación,
me despedí de Mandy y le entregué sus tareas.
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-Si quieren les consigo una habitación-Murmuro
Mandy con una sonrisa en su rostro.
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por un largo momento… Cuando veo mi “pañuelo”
era mi braga… Max tenía la boca abierta y se
sonrojo, noto que lo estaba viendo y tapo su cara
con su examen, también me sonroje y comencé a
temblar.
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papá estaba en la mesa y me senté a comer fue un
desayuno rápido puesto que iba tarde a clases,
llegué y bajé comencé a caminar y grité Adiós
mamá y le lancé un beso… ¡Oh rayos!, ¡se supone
que sería alguien sin expresión hoy!...
Relajémonos, puse una cara seria y comencé a
caminar. Mientras camino repito en mi mente “soy
una chica linda, silenciosa, genial y plana”.
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Sin contar la parte inexpresiva, puedo ser un
personaje silencioso perfecto sin tener que actuar,
pero los personajes silenciosos sólo funcionan
porque alguien intenta asociarse con ellos, es
natural para alguien que está solo ser silencioso y
no hay nada de especial en eso… oh demonios
ahora no malditas lagrimas… si sigo pensando en
eso, ya no seré inexpresiva por mucho más
tiempo, debo poder contenerme.
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-¿Un capuchino? ¿Qué tamaño desea?-Supongo
que señalar el menú seria mal educado ¿verdad?-
¿Señorita?-Rayos que tamaño debo pedir solo
dice letras, S, C y G que debo escoger, supongo
que S es pequeño, pero G que es me estoy
poniendo nerviosa que es G…
-Gigante.
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esta se me resbalo y eche mucho, al verlo mi
cappuccino tenia encima una larga capa de miel de
la que salían burbujas, me senté y lo tenía entre
mis manos, ¿Debía tomarlo? Supongo que debía
hacerlo costo 30 dólares, así que incline mi cabeza
y tome un sorbo y no lo pude pasar, solo un oso
podría tomar esto ¡al demonio este lugar! Tomé mi
mochila y el cappuccino y cuando iba a bajarme el
banco se cayó conmigo encima, cuando me veo
estaba en el piso con el cappuccino a un lado, el
sujeto de la caja se acercó para ayudarme.
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los personajes inexpresivos solo son efectivos
cuando un chico que intentan asociarse con ellos.
Escucho a los chicos karaoke hablando de nuevo.
-Sí, se ve bien.
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únicos amigos ¡Necesito ser una chica con muchas
expresiones y una linda sonrisa!
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nombre y ella tiene una sonrisa como la del gato
de Alicia en el País de las maravillas.
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-Señoritas…
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nunca voy a poder ser una chica social o
simplemente normal.
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-¿ah no? Entonces porque lo ha dicho señor
Thompson- Le dice la señorita Campbell seria.
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-¿Qué? Si no hay nada que quieras, entonces-
saque una lata de soda para mi papá, a él le
encanta la soda
-Yo paso.
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La jornada de clases se me hizo eterna pero pude
salir en una pieza del instituto, corrí al centro y
encontré una cabina de fotos, tomando mi valor
entre… había un televisor adentro como si fuera un
simulador…
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Llegué a casa y tomando mis fotos recortándolas
una por una las pegue en el cuarto de mis padres,
unas las puse en sus libros, otras en la pared
formando un corazón y una la puse en su
almohada, se lo merece por no acceder a tomarse
una foto conmigo.
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Si mejoro mis habilidades para conversar en ese
trabajo, pero todos saben que los jefes de
negocios siempre hacen juntas en su oficina con
las demás empresarias y no para charlar
precisamente de negocios, si me uno a un
ambiente como ese, probablemente el estrés me
haga quedar muda, anciana y plana por siempre,
pero si sale bien ¿Sería una estudiante de honor
uno de estos días, y luego de la escuela una
adorable mariposa en la noche o algo? ¿Pero
cómo me hago una?...
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-Oye tu que dices las relaciones son acerca de
cuanto puedes amar a alguien conocer a alguien a
quien puedas amar así es algo que solo el destino
puede traer, solo dejas que el sauce del río te lleve
todos los días, el punto es conocer a la persona a
la que amará es lo que hace que una mujer brille,
¿verdad?
-Buenos días…Oh
-¿Qué?
-No realmente.
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Al entrar al salón en la pizarra estaba escrito en
grande “vacaciones de verano comienzan en: 5
Días” todo el mundo estaba hablando de eso, al
parecer haciendo planes para salir y eso, no me
interesaba en lo absoluto así que Salí al baño, en
lo que camino a la puerta, escucho a los chicos
karaoke.
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acabara, mi primer semestre como estudiante de
este instituto y no tengo a nadie con quien ir a ver
los fuegos artificiales ¿Está bien para mí ser así?,
me veo la cara en el espejo y grito ¿¡Maravillosa?!
¡Creo que me he vuelto más linda! Mis ojeras
desaparecieron, es un avance progresivo para mí.
De pronto entran dos chicas al baño y me aterré,
corrí a uno de los retretes y cerré la puerta
¡Maldición! ¡Dejen de maquillarse en el instituto!,
saqué un espejo de bolsillo y quede observándome
¡Aun así me he vuelto más bonita! ¡¿Pero por
qué?!
-Aparentemente
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puse nerviosa no por el hecho que dijera “Sexo”
sino porque… entonces es cierto me volví más
bonita porque… porque… ¡¿Me gusta Max?! Debe
ser cierto desde que lo vi mis hormonas femeninas
salieron a la luz y me puse más bonita, cada
abrazo, cada beso, cada momento junto a él.
-Hola Max.
-¿En serio?
-Adiós.
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bonita sino que posiblemente Max y yo seamos
novios… creo. Nada puede salirme mal.
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chicos! ¡Sabía que Max era como los demás, un
maldito que solo busca presas fáciles!, ¿Por qué?
Cuando creo que al fin algo bueno me pasa en la
vida siempre debe pasar algo, supongo que debía
irme a casa, no quería saber anda sobre Max,
Mandy o Amanda, solo quería fingir que nunca
conocí a Max y que nunca me enamore y abrí mis
sentimientos ante él y sobre todo aceptar que
alguien como yo no puede estar con un chico
guapo y apuesto como Max.
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en esta rosa marchita era solo cuestión de tiempo
para que me dejara.
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-Hola Anabel, podemos hablar.
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Creí que olvidar a Max sería algo sencillo pero
además de eliminarlo de mi mente debo eliminarlo
de mi corazón, supongo que debería intentar salir y
divertirme para eliminarlo de mi sistema, pero… Ya
hace mucho tiempo que no salgo, supongo que he
vuelto a ser como antes, la que no sabe hablar
bien y la que es tímida, pero creo que salir a la luz
del sol me hará bien.
-De inmediato.
-Gra-Gracias.
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tienda entro él, era un chico lindo, tenía ojos azules
y cabello amarillo también tenía rastros de orejeras
en su cara, el lugar estaba lleno y tuve que
sentarme en una mesa de dos asientos, todas las
mesas para uno estaban ocupadas, el chico había
pedido lo mismo que yo y se acercó a mi
-Es-Esta bien.
-¿Qué te pasa?
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-Lo sé también me pasó lo mismo.
-¿En serio?
-Anabel.
101
Subimos a todo tipo de juegos y comimos todo tipo
de comida chatarra y por un pequeño instante
olvide a Max me sentía libre, estamos comiendo un
helado, ya es de noche y hemos subido a todos los
juegos del lugar.
-¿Qué pasa?
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Ambos nos sonrojamos y nos quedamos mirando
el uno al otro.
103
Las vacaciones de verano pasaron en tan solo un
parpadeo, supongo que al estar encerrada en tu
cuarto odiando a los hombres no es la mejor forma
de pasarla, los días pasaron bajo la oscuridad, mis
padres cada día se preocupan más por mí, ya no
como, ya no hablo, sigo siendo plana, es como si
todo volviera a ser como antes de conocer a Max,
estaba feliz por ello pero de un modo u otro lo
extrañaba, ya acabaron mis días de descanso y
bese a un chico que al igual que Max era apuesto
y también se veía afectado por el amor… No sé
qué debo hacer, ¿volver a hablar con Max?
¿Intentar algo nuevo con Jorge? La verdad mi vida
cada vez se llena más y más de tristeza y
desesperación, supongo que pronto llegara el final
de mis días.
104
Bajé y mis padres estaban hablando sobre mí, al
verlos me senté y comenzamos a charlar.
105
Entre a aquel patético e insignificante edificio, todo
el mundo se veía feliz con sus vacaciones mas no
solo serían si pasaran todos los días llorando por
un infeliz.
106
Al salón llegó Max, vio a Amanda tirada en el piso
y corrió a ayudarla, cuando la ayudo a pararse
estos dos se besaron, tomé asiento y fingí no ver
eso.
107
-Claro, que Max sea un maldito, no significa que tú
también lo seas.
-¿Gracias?... creo.
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Abro los ojos, toda luz me caía sobre mi rostro, me
levante. Mientras bajada las escaleras escuchaba
una discusión de mi madre y padre ya con el
tiempo me acostumbro que hay tiempos de
felicidad en ellos y de un momento a otro a pleitos
por una estupidez, no entiendo por qué las parejas
tienen discusiones tan simples o será que para
estar bien ellos deben haber discusiones, si ese
fuera el caso Max y yo seguiríamos juntos, pero
sinceramente no me importa.
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-¿Quieres salir conmigo hoy?
-Desde luego.
Al abrirla decía
“Sé que estas enojada conmigo, también sé que
has de odiarme mucho más aun eres la dueña de
mi corazón, no importa con quien este, no importa
si estés a mi lado o no, puesto que cada vez que
escuche al viento el me susurrara pasiblemente tu
nombre” Max Freeman.
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Quién lo diría, él también me extraña… supongo
que este septiembre no será del todo un fracaso.
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-¿Entonces? ¿Si iras?
-Lo entiendo.
113
llamadas de él, supongo que para él y Claudia todo
salió bien, espero que ese sea el caso de Max y
yo.
114
algo en mi vida, les agregué chispas de chocolate
y las metí al horno, estaba feliz, primera vez que la
vida no me castiga.
115
Max bajó y se vio sorprendido de verme ahí, me
pare y quise ser yo quien diera el primer paso, los
dos comenzamos a caminar y nos dimos un
abrazo, lagrimas salieron de mis malditos ojos
llorones, mi bolsa de galletas estaba en el sofá.
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aburrido silencio en esa sala. Supongo que
ninguno quería iniciar una conversación.
-¿Qué te pasa?
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recuerdo… Temo porque tome una solución fácil a
este problema y no será bonita.
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-Hola Anabel, lindo disfraz.
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alguien toma mi mando por mis espaldas y me
voltea de cuerpo, reconocí su traje, era Max.
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-Entonces ¿terminaste con ella?
-¿Qué pasa?
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-¿Por qué? ¿Por qué eres tan lindo conmigo? Digo
solo mírame, soy una chica tan fuera de lo normal
y plana, ¿qué vez en mí que ni yo puedo ver?
-Gracias.
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iluminó mi vida pude superar esos momentos tan
difíciles.
-¿Qué paso?
-¿Qué?
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quitármelo, pero ellos eran mucho para mí, me
hicieron sentir especial, amada y querida, me
hicieron sentir alguien en la vida.
Hermanos Freeman
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Dólares en la cara del señor, era una gran propina
mas no importaba, corrí como nunca, comencé a
buscar a Max por todos lados, cuando veo están
pasando por el detector de metales, era ahora o
nunca, corrí como nunca antes creo que bajé 5
kilos, grité con todas mis fuerzas.
-¡MAX!
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-Bueno Anabel, debemos irnos- Mandy me dio un
abrazo- perdón si soy un tanto seca, pero no me
gustan las despedidas- se fue corriendo.
-Yo a ti igual.
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Me siento tan inútil, no sé qué hacer. Mi celular
comenzó a vibrar, era un mensaje de Max.
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Han pasado dos años desde esa tarde, recibía
constantes cartas de Max y Mandy semanalmente,
luego mensualmente, y luego solo dejaron de
llegar, supongo que encontraron una nueva
“Anabel” en su vida, ya ingrese en la universidad y
ya puedo encajar en la sociedad. Más aún sigo
intrigada respecto que paso con Max y Mandy…
Hasta que un día, alguien toco la puerta y dijo “El
correo” fui a abrir y no lo creía… Era Max.
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