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Voz en mi interior

“Nadie es tan inocente como se cree”

Mi nombre es Fernanda López, se podría decir que tenía una vida perfecta, como
creían mis vecinos y amigos, llena de amor completa pero con falta de un padre
quien reprendiera a una niña tan “mal educada” como yo, pero ellos no entendían
que a mí nunca me habían dicho la causa de la muerte de mi padre y eso me
mantenía intrigada.

¡Claro que a la edad de 16 años a toda niña le intrigaría, o no!

En este momento me encuentro en…-shhh, cállate, no ves que nos pueden llevar
otra vez a ese lugar-me dijo ella, en un tubo grande de una especie de construcción,
eso si no diré en qué dirección ni nada por el estilo. Les contare la historia de cómo
termine huyendo de mi casa…

-quien anda ahí- oímos la voz de un guardia de seguridad

-corre, sal ya de este lugar- me dijo ella

-pero si salgo me atraparan- afirme yo

-que salgas te dije- dijo con voz autoritaria

Bueno, ahora en este momento me encuentro caminando por las calles de la oscura
noche, pero ahora si les contare la historia de porque decidí irme de la casa a la que
todos llamaban “perfecta”.

Yo nunca conocí a mi padre, con mi madre a menudo teníamos peleas siempre eran
porque ella nunca me entendía mi forma de pensar ni de actuar, que era una típica
actitud de una niña de mi edad, mi hermano no era que me tratara bien, pero aquí
la persona que más importa y de la que más les voy a hablar es de mi madre y sus
extrañas actitudes. Cada vez que me acercaba a mi madre a preguntarle sobre mi
padre, cosa que era muy normal, ella siempre me evadía el tema, decía que tenía
que ir al trabajo días como un sábado, esa era obviamente una escusa para evadir
esa pregunta, desde que empecé a tener una mentalidad diferente a la de una niña
que toda su vida eran dulces y unicornios de colores, empecé a sospechar
levemente de mi madre, pero mi madre quien no le haría daño a una mosca, nadie
sabía que podía esconder una persona como estas, ¡casos se han visto!

El día 20 de abril del año 2010, mi madre se fue a llevar a mi hermano al psicólogo,
cosa que no les había contado era que mi hermano sufría ataques depresivos, al
salir ellos yo me quedaba sola en la casa con la señora del servicio, mi madre nunca
me dejaba entrar a su cuarto desde que tengo uso de conciencia, así que esta era la
oportunidad perfecta para ver qué era lo que tanto impedía que viera, cuando entre
era un cuarto como cualquier otro, tenía una cama, un tocador, todo lo normal,
pero lo raro ya comenzaba cuando comenzaba a buscar dentro y mas dentro, ella
por alguna extraña razón tenía fotos de unos hombres con sus direcciones, pero
algo me horrorizo y fue encentran un arma dentro de sus medias, al ver eso Salí tan
rápido como pude y me puse a pensar porque mi madre tenía un artefacto como
estos en nuestra casa, ¿seria para defenderse de alguna amenaza?.

Espere a la próxima terapia de mi hermano para poder salir de la casa y poder


encontrar alguno de estos hombres, y lo logre, uno de estos era delgado, alto, algo
parecido a mi padre, le pregunte por linda López y me respondió nerviosamente
que no la conocía, por el estilo eran los demás hombres que fui a visitar, pensé, será
que mi madre les habrá hecho o amenazado con el arma que se encontraba
envuelta en sus medias, volví a la casa y la señora del servicio me dijo que mi madre
y hermano se encontraban en un trancón, así que aproveche y seguí mirando el
cuarto de mi madre y encontré una carta…-¡ya no cuentes mas, sabrán que fue lo
que hiciste!-me dijo aquella mujercita que me acompañaba desde el momento que
cambio mi vida.
Buscando entre todas las cosas de mi mama, encontré un papel manchado de un
liquido rojo llevaba tanto tiempo en ese papel que no lograba identificar si era tinta
o sangre, al abrirla encontré un contenido que me pasaría un frio por todo el
cuerpo. La carta decía:

Para cuando leas esto Fernanda yo ya estaré muy vieja y ya no me importara lo que
pienses de mi, la relación entre tu padre y yo era la peor, yo le era infiel con un montón
de gente y sabes no me importaba jajajaja, pero al el descubrirlo me puso un montón de
acusaciones que no me gustaron para nada, así que contacte a uno de esos amigos
especiales y le pedí que me prestara su arma para poder acabar con la vida de tu padre,
tienes que entender que era necesario jajajaja sabes no me importa si me entiende o no al
fin y al cabo no eres nada importante para mí al igual que tu padre, eres igual a el, me
generas asco jajajaja. Linda López

En ese momento escuche una voz, pensé que era de mi madre pero no era la de ella
era la mujercita metida siempre en mi cabeza que me decía que tenía que vengar a
mi padre, acabando con la vida de mi madre, no sabría si era capaz, pero al mi
madre llagar cogí rápidamente la carta escrita y el arma, en la duda si sería capaz
de acabar con la vida de mi madre, fui a la entrada a recibir a mi hermano y a mi
madre, a mi hermano le pedí que se fuera a dar una vuelta por el parque con la
señora del servicio, mientras decidí hacerle caso a esa voz que en este momento era
mi única compañía, le mostré la carta a mi madre y ella asustada o bueno ya no
sabía si ese sentimiento era real así que le grite e insulte todo lo que más pude,
apunte con el arma hacia ella y…-alto no mas quieres que nos encuentren- dispare
simplemente dispare –jajajajaja- no me intereso, dispare una y otra vez, tenía que
asegurarme de que no respirara – ¡si ves lo que causas otra vez lo gritaste y vienen
por nosotras para llevarnos a ese lugar frio, blanco, y blando!- no me interesa, se lo
merecía, se lo merecía ella misma lo dijo en esa carta –jajajajajajajajajaja-.
Elaborado por: Laura Linares

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