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CONCEPCIONES VALORATIVAS.
Modelo de Evaluación de Michael Scriven, reconocido como uno de los fundadores de la
disciplina de Evaluación, ya que la considera una ciencia de valoración necesaria porque permite
a la sociedad estar informada de la calidad de productos, programas o personal, y saber si
satisfacen las necesidades sociales. Es decir, Scriven plantea la evaluación como un proceso
sistemático que persigue emitir un juicio de valor fundamentado objetivamente, lo cual hace
alusión al carácter continuo y permanente del acto evaluador, a la necesidad de basarse en un
procedimiento que garantice su objetividad, todo ello con el propósito de generar juicios de
valor respeto a algún evento o hecho educativo, por consiguiente expresa que la evaluación está
centrada en el logro de metas previamente trazadas, debe llevar a la toma de decisiones. Su
preocupación principal es conocer la verdad, donde el papel del evaluador es traer a la luz la
realidad acerca de la calidad de un programa dentro de un enfoque cuali-cuantitativo. Entre sus
vitales aportes está la evaluación libre de metas y la evaluación centrada en
los consumidores. Destaca la necesidad de depurar el proceso de síntesis que se lleva a cabo
en la evaluación de programas sociales.
En otras palabras, formula que la evaluación sumativa, tiene por objetivo establecer balances
fiables de los resultados obtenidos al final de un proceso de enseñanza y aprendizaje. Hace
énfasis, en la recogida de información y en la elaboración de instrumentos que posibiliten
medidas fiables de los conocimientos a evaluar. Por consiguiente plantea instrumentos y técnicas
esenciales como, las listas de control, los test diagnósticos, las entrevistas, la elaboración de
informes entre otros. Así mismo, la evaluación debe ser Formativa, puesto que su objetivo
consiste en perfeccionar y enriquecer los resultados de la acción educativa. Por otra parte, debe
ser Continua, porque se da permanentemente a través de todo el proceso educativo y no
necesariamente en períodos fijos y predeterminados. Flexible, porque los criterios,
procedimientos e instrumentos de evaluación y el momento de su aplicación pueden variar de
acuerdo a las diferencias que se presenten en un determinado espacio y tiempo educativo y
recurrente, ya que reincide a través de la retroalimentación sobre el desarrollo del proceso,
perfeccionándolo de acuerdo a los resultados que se van alcanzando.
En el mismo orden de ideas, el modelo de Scriven, también se conoce como modelo sin
referencia o metas, en otras palabras, lo importante no es evaluar el logro de los objetivos sino
emitir juicios de valor, la esencia de este método es juzgar los méritos relativos de bienes y
servicios alternativos, en el ámbito educativo hace referencia a la inversión que se realiza en el
sector, el grado de satisfacción de necesidades de los educandos, y la respuesta que el sistema
pueda dar a las demandas de su contexto social.
En conclusión, los aportes propuestos en el modelo evaluativo desarrollado por Scriven invitan a
un proceso de evaluación de los programas educativos en función de las necesidades de las
personas y las sociedades a quienes ellos van dirigidos.
M. Scriven considera la evaluación como un proceso continuo y didáctico,
una metodología sistemática y objetiva del valor o el mérito de algún
objeto, estableciendo así, la necesidad en la consideración de las metas a
alcanzar y la valoración de esta acorde a la prioridad del individuo
Aportes de Scriven a la disciplina
Estableció un sistema de evaluación orientado al consumidor
Scriven mediante el diseño de su sistema de evaluación, brindó orientación para valorar las
necesidades de los usuarios ya que son ellos la principal y primera fuente de intervención y el más
valioso e importante objeto de atención
A partir de su modelo de evaluación “sin metas – orientada al consumidor” Scriven incluyó el uso
de nuevos términos al momento de evaluar, dentro de estos términos se pueden nombrar:
evaluación formativa y evaluación sumativa, metas, necesidades, alternativas valorativas
Tal vez una de sus mayores contribuciones a la evaluación, se le atribuye a la creación de su lista
de indicadores conformada por un sinnúmero de etapas (18), descripción, cliente, antecedentes,
contexto, recursos, función, sistema de distribución, consumidor, posibilidades y valores, normas,
proceso, resultados, posibilidad de generalización, costes, comparaciones, significado,
recomendaciones, informe y metaevaluación.
De esta manera, Scriven asevera que son los usuarios o estudiantes uno de los principales
elementos que pueden aportar a la evaluación de criterios valorativos, ya sea de los programas, de
los profesores o de un servicio, pues desde una óptica objetiva están en la capacidad de formular
juicios de valor para evaluar la completitud de un servicio
Desde su modelo de evaluación, Scriven, dio a conocer la manera de realizar dos tipos de
evaluación: una primera evaluación conocida como formativa, la cual puede contribuir al
perfeccionamiento de un programa en desarrollo,
Procesos utilizados por los docentes con la finalidad de adaptar el proceso didáctico a los
progresos y necesidades de aprendizaje
un segundo tipo de evaluación conocida como sumativa, la cual permite comprobar la eficacia de
los resultados de un programa o servicio,
Tiene lugar al final del proceso didáctico, determina si los objetivos fueron alcanzados
ventajas
Flexibilidad de la evaluación
Procesos de retroalimentación
Procesos de auto-evaluación
Deventajas
No es una metodología concreta puesto que no está soportado por criterios de base para el
juzgamiento de un programa.
No se determina si el programa es bueno o malo porque solo se consideran las necesidades del
educando
Es importante también tener presente que según Scriven, las evaluaciones se exponen a sesgos,
por tanto, estos también deben ser valorados y explicitarlos en los distintos procesos
evaluativos, todo esto para minimizar los sesgos que pueden afectar las exposiciones
valorativas. Así, la persona evaluadora debe ser explícita y poder establecer prevenciones
contra sesgos no confirmados. de esta forma, debe comprobar la evidencia desde una postura
crítica.
No debe dejarse por fuera la Evaluación libre de metas que dicho autor establece, ya que las
metas no deben ser utilizadas como criterio de evaluación porque no siempre cumplen con las
necesidades de las poblaciones beneficiarias, si no que se establecen para mejorar la gerencia
del personal que ejecuta el proyecto. Esto porque la persona evaluadora debe considerar
globalmente todos los posibles efectos de los programas que pueden sesgar la percepción de sus
resultados. (Evaluador libre de metas).