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Consideraciones sobre los Derechos Humanos 1

Naturaleza y fundamento de los Derechos Humanos

Naturaleza de los Derechos Humanos

Distintas teorías dentro de la filosofía han respondido de manera diversa a la


pregunta de “qué son los Derechos Humanos”. En términos generales se pueden clasificar
estas teorías en dos: a) las institucionalistas (o positivistas) y b) las pre-institucionalistas.

a) Las primeras sostienen que la existencia de los Derechos Humanos depende de


que se los haya establecido por ley. Desde esta perspectiva los Derechos
Humanos constituyen un hecho social contingente dependiente de su
positivización en un orden jurídico determinado, por lo que no pueden
presuponerse en todo código moral2. Según esta mirada, las personas solo
detentan estos derechos si se hayan contemplados expresamente en normas
jurídicas positivas.

b) En cambio, las teorías pre-institucionalistas sostienen que dicen que los


Derechos Humanos existen independientemente de su reconocimiento estatal.
El contenido de estos Derechos Humanos no depende de su promulgación
estatal. Según esta visión, estos derechos se constituyen como pretensiones o
principios valorados por todos los sistemas normativos (jurídicos y morales)3.
Así, el Estado al establecer en su sistema jurídico alguno de estos Derechos
Humanos está reconociendo algo que existe con anterioridad. Es decir, reconoce
determinado bien (o meta que se considera valiosa) pero cuya existencia es
anterior e independiente de dicho acto estatal.

El debate en torno a cuál es la concepción adecuada permanece abierto. Sin


embargo, la propuesta positivista de identificar los derechos con los derechos legales no
se acomoda a la experiencia histórica. Esta mirada no puede dar cuenta de que por siglos

1
Este artículo fue preparado para los alumnos de IECA, basado en el trabajo final de adscripción escrito
por Alejandro Berrotarán, bajo la supervisión y dirección del Profesor Daniel Barrionuevo y con aportes
de la Profesora Adriana Raffaeli.
2
Spector, H. (2015). Derechos Humanos. En Enciclopedia de filosofía y teoría del derecho. Instituto de
Investigaciones Jurídicas. p. 1546.
3
Laporta en Spector, H. (2015). Derechos Humanos. En Enciclopedia de filosofía y teoría del derecho.
Instituto de Investigaciones Jurídicas. pp. 1546-47.
los derechos fueron concebidos como entidades en el marco del “derecho natural”4
independientemente de su reconocimiento institucional mediante normas positivas que
recién se produjo a fines del siglo XVIII5. A su vez, en el ámbito de las normas
internacionales y la jurisprudencia nacional e internacional más relevante sobre la
materia, la caracterización empleada de los Derechos Humanos es incompatible con la
tesis institucionalista porque reconoce a estos derechos como inherentes a toda persona
humana.

A la luz de estas consideraciones, en el presente trabajo utilizaremos la perspectiva


pre-institucionalista.

Fundamento de los Derechos Humanos

Si bien existen diferentes fundamentaciones de los Derechos Humanos, e incluso


hay quienes consideran que estos no se hayan justificados6, en casi todas las declaraciones
contemporáneas el fundamento último de esta noción se halla en el valor de la dignidad
humana7. Así lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su
artículo 1 cuando dice:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,


dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros”8.

La dignidad humana ha sido objeto de diversas definiciones. Según Dworkin9, la


dignidad como valor último tiene dos perspectivas, una ética (referida al plano individual)
y una moral (que refiere a como tratar a los demás). Desde el punto de vista ético, la
dignidad presenta dos dimensiones una referida al autorespeto, es decir que el individuo
considere valiosa su realización personal, y otra ligada a la autenticidad, en donde el

4
Con la expresión “Derecho Natural” hacemos referencia a “un conjunto de normas y principios jurídicos
de pretendida validez universal y eterna”, es decir con validez en todo lugar y desde siempre y para siempre.
Destacamos que cuando hablamos de positivizar una norma estamos diciendo que se incorpora al “Derecho
Positivo”, es decir al “conjunto de normas (y también principios) puestos por el hombre con un determinado
tiempo y espacio de validez”.
5
Ibídem. (p. 1547)
6
MacIntyre, A (1981) After Virtue: A Study in Moral Theory, Notre Dame, IN, University of Notre Dame
Press.
7
Atienza, M. (2021). El fundamento de los Derechos Humanos: ¿dignidad o autonomía?. Revista Cubana
de Derecho, 9-35.
8
En términos prácticamente iguales se pronuncia La Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre cuando manifiesta en su preámbulo que: “Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad
y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmente
los unos con los otros”.
9
Dworkin, R (2011). Justice for hedgehogs, Harvard University Press.
individuo tiene la responsabilidad de identificar su concepción del bien y otorgarle una
narrativa que él mismo apruebe. Desde el punto de vista moral, el autorespeto y la
autenticidad se proyectan hacia los demás “y dan lugar a lo que podríamos llamar el
principio de igualdad de trato (tratar a todos con la misma consideración) y de autonomía
(respetar las responsabilidades éticas de cada individuo)”10.

Clasificación de los Derechos Humanos

Existen diversas clasificaciones de Derechos Humanos.

Una de ellas distingue a los Derechos Humanos según su contenido, así diferencia
entre: a) “derechos civiles y políticos”, b) “derechos económicos, sociales y culturales”,
y c) “derechos colectivos o solidarios”.

a) Los derechos civiles y políticos protegen principalmente a los


principios de libertad y autonomía individual. Entre las protecciones incluidas
en esta categoría se encuentran el derecho a la vida, a votar y ser elegido para
cargos políticos, a la libertad de transito, a la libre expresión, a la libertad de
cultos, etc. Algunos de estos derechos se reconocen en el artículo 14 de la
Constitución Nacional Argentina, como el derecho de todos ciudadano de
“publicar sus ideas por la prensa sin censura previa” (libertad de expresión) y
el de “profesar libremente su culto” (libertad de culto o religiosa).

b) Los derechos económicos, sociales y culturales también contienen


protecciones individuales pero estas son establecidas en función de la relación
del individuo con la sociedad. Así, protegen a la persona “por la actividad que
desempeña (trabajador, empresario, científico, etc.) o porque requiere una
protección especial (está desempleado, es anciano, es menor, está enfermo,
etc.)”11. En esta categoría se encuentran el derecho al trabajo digno, a la
seguridad social, a la educación, a la salud, etc. Algunos de los derechos
laborales que forman parte de este grupo están reconocidos en el artículo 14 bis
de la Constitución Nacional que reconoce en su primer párrafo “condiciones
dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados;
retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual

10
Atienza, M. (2021). El fundamento de los Derechos Humanos: ¿dignidad o autonomía?. Revista Cubana
de Derecho, 26.
11
Piñero, M. T. (2011) Introducción al Estado y a la vida democrática. En Introducción a los Estudios de
la Carrera de abogacía tomo 3. Pp. 13-44
tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la
producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido
arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y
democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.

c) Los derechos colectivos o a la solidaridad presentan, a la vez, una


dimensión individual y otra grupal. Entre esos derechos se hallan el derecho a
la paz, al medio ambiente sano, a la independencia económica y política, los
derechos de las minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas, los
derechos de los pueblos originarios, entre otros. Por ejemplo, forma parte de
este grupo el derecho reconocido en el artículo 41 de la Constitución Nacional
que dice que “todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.

Otra clasificación que la doctrina ha empleado distingue entre tres generaciones de


derechos12 a partir del momento de su reconocimiento.

a) Los derechos de primera generación son aquellos positivizados


desde fines del siglo XVIII a comienzos del siglo XIX y comprenden esta
categoría las libertades civiles y políticas clásicas. En relación con el devenir
histórico del Estado argentino, el reconocimiento de estos derechos a nivel
nacional se relaciona con la sanción de la Constitución Nacional de 1853 que
implica un avance hacia el modelo de Estado de Derecho Liberal.

b) Por su parte, los derechos de segunda generación son aquellos


reconocidos por los Estados de Bienestar desde fines del siglo XIX hasta
mediados del siglo XX e incluye a los derechos económicos, sociales y
culturales. Entre los derechos que forman parte de este conjunto se encuentran
los derechos de los trabajadores, como el de gozar de vacaciones pagas, el
derecho al descanso y a condiciones dignas de trabajo, que se reconocen en la
Constitución Nacional a partir de las reformas de 1949 y 1957.

12
Algunos autores consideran además que existen derechos de cuarta y quinta generación (entre los que se
encuentran derechos vinculados a las nuevas tecnologías y al acceso a la información).
c) Por último, los de tercera generación son los derechos colectivos
reconocidos a partir de la segunda mitad del siglo XX. En la historia
institucional argentina la reforma constitucional de 1994 constituye un
antecedente histórico relevante de reconocimiento de estos derechos.

La clasificación de derechos en generaciones ha sido objeto de diferentes críticas.


Por un lado, se le ha criticado que en ocasiones esta clasificación ha sido utilizada como
una forma de dividir y jerarquizar derechos13. En este sentido, como veremos más
adelante, es importante resaltar que los Derechos Humanos no presentan un orden
jerárquico interno sino que, por su carácter indisoluble e interdependiente, deben ser
considerados como un todo a ser garantizado14. A su vez, se puede objetar que esta
clasificación adolece de cierto eurocentrismo ya que describe el proceso histórico de
reconocimiento de derechos en Europa y lo universaliza. En este sentido, se ha destacado
que en otros países y regiones del mundo no se ha seguido el orden secuencial de
generaciones descripto15.

El Estado ante los Derechos Humanos

Para el Estado los Derechos Humanos son por una parte límites a su poder y, por
otra, exigencias que debe satisfacer. Desde esta perspectiva, los Derechos Humanos son
un conjunto de obligaciones de los Estados “para crear condiciones para que toda la
población goce de una vida digna”16. Estas obligaciones se pueden clasificar en tres tipos
de acciones: a) respetar, b) proteger y c) cumplir17.

a) La obligación de respetar hace referencia a que el Estado debe


abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos por parte tanto de los
individuos como de los grupos. En este sentido, esta es una obligación negativa
o de no hacer. Por ejemplo, con respecto al respeto al derecho a la libertad de
expresión, el Estado tiene prohibido ejercer censura previa.

13
Fundación Juan Vives Suriá (2010). Derechos Humanos. Historia y conceptos básicos. Pp. 95-96
14
En este sentido Pizzorusso establece que esta clasificación “presenta un carácter lo suficientemente
preciso para poder ser utilizada como una noción jurídica, ni en el plano legislativo, ni en el de la inter-
prestación sistemática; sea en el ámbito doctrinal, jurisprudencial o cualquier otro”. Pizzorusso, A. (2001).
Las" generaciones" de derechos. Anuario iberoamericano de justicia constitucional, (5), 306-307.
15
Crisafulli, L. (2021) Derechos Humanos. Historia y conceptos básicos. En Introducción a los Estudios
de la Carrera de abogacía tomo 2. P. 95
16
Instituto Interamericano de Derechos Humanos (2008). Campaña educativa sobre Derechos Humanos de
las personas afrodescendientes Elementos básicos de Derechos Humanos: guía introductoria.
17
Para el abordaje de estas obligaciones se utilizará el artículo de Luciano Pezzano (2014). Las obligaciones
de los Estados en el sistema universal de protección de los Derechos Humanos. Anuario español de derecho
internacional vol. 30. Pp. 303-346.
b) Mientras que la obligación de respetar implica una abstención por
parte del Estado de realizar ciertas acciones, el deber de proteger implica la
realización de acciones por parte del Estado para evitar abusos de agentes no
estatales, agentes estatales extranjeros o agentes estatales que actúen al margen
de sus funciones públicas. Este deber implica tanto la realización tanto de
acciones preventivas encaminadas a evitar atentados contra derechos
fundamentales, como acciones encaminadas a reparar las vulneraciones
realizadas. En su faceta preventiva, cada Estado tiene el deber de promulgar
leyes que protejan los Derechos Humanos y adoptar medidas para disminuir la
probabilidad de que los individuos vean menoscabados sus derechos
fundamentales. Con respecto a la reparación, el Estado tiene la obligación de
garantizar el acceso a recursos jurídicos imparciales en caso de sospecha de
violaciones de derechos para que se proceda a la investigación, persecución y
sanción de los responsables de las vulneraciones acaecidas.
c) Por último, la obligación de cumplir está compuesta por múltiples
actividades: las de facilitar, hacer efectivos y promover los Derechos Humanos.
La obligación de facilitar implica adoptar medidas positivas que permitan y
ayuden a los individuos y comunidades a ejercer sus derechos. La idea de hacer
efectivos estos derechos hace referencia al deber de satisfacer los derechos de
las personas que no puedan hacerlo por sí mismas. Por último, la idea de
promover refiere a la realización de medidas de educación y toma de conciencia
sobre los derechos y su ejercicio para toda la población.

¿Qué ocurre cuando el Estado falla en realizar alguno de los deberes mencionados?
En ese caso diremos que se ha producido una violación a un derecho humano. En este
sentido, una particularidad que presentan los Derechos Humanos frente a otros derechos,
es que el Estado es el principal obligado en respetarlos y hacerlos respetar.

Un ejemplo de reconocimiento estatal de un derecho humano18

Veamos a modo de ejemplo como trascurrió la incorporación de un derecho de las


personas a partir de su reconocimiento como derecho humano en el orden internacional.

18
Ejemplo tomado de: Raffaeli, Stein, Fornagueira, Krede, Viartola Duran y Palma (2021) Revista de la
Facultad de Derecho. Vol. XII • Nº 2 • NUEVA SERIE II
En particular, analizaremos las etapas de reconocimiento de los derechos de las
personas con discapacidad.

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad


(CDPD) fue aprobada en diciembre de 2006 por la Asamblea General de Naciones
Unidas. Argentina como Estado parte ratifica la Convención y la incorpora como ley
nacional en el 2008. En el año 2014 se incorpora como tratado de derechos humano de
raigambre constitucional.

La CDPD, reconoce que todas las personas con discapacidad (incluyendo la mental
e intelectual (artículo 1°)) sin distinción, tienen derecho al reconocimiento de su
personalidad jurídica (artículo 12.1) y capacidad jurídica en igualdad de condiciones con
las demás personas en todos los aspectos de la vida (artículo 12.2). En este sentido, a fin
de garantizar el pleno ejercicio de la capacidad jurídica por parte de las personas con
discapacidad, prevé que los Estados adoptarán las medidas pertinentes para proporcionar
acceso a las personas con discapacidad al apoyo que puedan necesitar en el ejercicio de
su capacidad jurídica (artículo 12.3).

A partir agosto de 2015, con la sanción del Código Civil y Comercial de la Nación
(CCC), la perspectiva de tratamiento de las personas en situación de discapacidad ha
girado, desde un modelo rehabilitador del código derogado, a un modelo social de la
discapacidad, adecuándose a los parámetros de la Convención. Durante muchas décadas
con el paradigma anterior, se concebía a la discapacidad como un problema que
pertenecía exclusivamente a la persona con algún padecimiento. Era una anormalidad del
sujeto, una deficiencia que socialmente era mirada con una connotación negativa. En el
camino hacia el nuevo modelo, el punto de partida fue la incorporación de los tratados de
Derechos Humanos con jerarquía constitucional. Este camino continuó con la
constitucionalización de nuestro derecho privado plasmada en el CCC, donde son
reconocidos estos Derechos Humanos específicamente por el artículo 1° que establece:
“Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten
aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de Derechos Humanos
en los que la República sea parte”. Este reconocimiento de los Derechos Humanos de las
personas en situación discapacidad implica respetar a la persona en su dignidad y
autonomía personal. Así, se parte de la idea de que las personas en situación de
discapacidad son sujetos de derecho que deben involucrarse activamente en la vida social
y se reivindica su autoestima, la igualdad y la no discriminación como toda persona con
capacidad plena. De esta manera, el CCC armoniza el bloque de constitucionalidad con
el derecho interno argentino.

Características de los Derechos Humanos

Existen una serie de características que identifican a los Derechos Humanos y los
diferencian del resto de los derechos de acuerdo a lo establecido en múltiples Tratados y
Declaraciones internacionales19. Entre estas características se encuentran: la
universalidad, la indisolubilidad, indivisibilidad e interdependencia, la irrenunciabilidad,
inalienabilidad e imprescriptibilidad, la progresividad y la su rasgo jerárquico.

Los Derechos Humanos son universales

La primera característica de los Derechos Humanos hace referencia a su carácter


universal. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en su
artículo 2 dice al respecto que:

“todas las personas son iguales ante la Ley y tienen los derechos y deberes
consagrados en esta declaración”.

Este rasgo de universalidad se basa en la dignidad de toda persona


independientemente de su color de piel, sexo, religión, nacionalidad, idioma, orientación
sexual, origen étnico o social, género u otra condición distintiva. De acuerdo a esta
característica, “no pueden invocarse diferencias culturales, sociales, políticas ni de ningún
otra índole como excusa para su desconocimiento, violación o aplicación parcial”20.

De acuerdo al carácter universal de los Derechos Humanos, estos se alzan como


límites a la tolerancia entre sociedades21. Por ejemplo, en algunas culturas africanas existe
la práctica social de mutilar el clítoris femenino. Si consideramos que todas las personas

19
Una de los principales fuentes internacionales al respecto es la Declaración de Viena de 1993 que
establece en su artículo 1: “Todos los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes
y están relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los Derechos Humanos en forma
global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso. Debe tenerse
en cuenta la importancia de las particularidades nacionales y regionales, así como de los diversos
patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero los Estados tienen el deber, sean cuales fueren sus
sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales”.
20
Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural Glosario de términos y conceptos de Derechos
Humanos. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. P. 3. Disponible en:
www.argentina.gob.ar/sites/default/files/glosario_ddhh.pdf
21
Red de seguridad humana (2003). Comprendiendo los Derechos Humanos. manual sobre educación de
los Derechos Humanos. P. 22.
tienen derecho a la integridad física y a disfrutar su sexualidad de manera plena, este tipo
de práctica debe ser condenada como violatoria a un derecho fundamental.

Es un hecho que en numerosas ocasiones en la historia mundial reciente la defensa


y promoción de los Derechos Humanos han servido como excusa para justificar
invasiones e intervenciones militares basadas en intereses políticos. En este sentido
Peces-Barba Martínez destaca “que la universalidad de los derechos ha sido utilizada
muchas veces para justificar la intervención de las potencias hegemónicas, y ha estado
presente en el lenguaje y en los razonamientos de imperialismo y del colonialismo”22. Sin
embargo, es necesario resaltar que criticar a determinada práctica o sociedad porque
vulnera un derecho humano no implica que se justifique una intervención directa en ese
Estado. En este sentido, el respeto a la soberanía nacional, el derecho a la paz y la
tolerancia son valores importantes que limitan las potestades de injerencia extranjera.

Los derechos son inalienables e imprescriptibles

El rasgo inalienable de un derecho significa que una persona no tiene la potestad de


renunciar a las protecciones contempladas en el derecho en cuestión. Laporta comenta al
respecto que al “igual que todos tienen la obligación de respetar el derecho de cada uno
o carecen de la facultad de alterar ese derecho, el propio titular está obligado a respetar
sus propios derechos o está inmunizado normativamente frente a sí mismo”23 y luego dice
que “en tanto en cuanto son «inalienables», se le adscriben al individuo al margen de su
consentimiento, o contra él, y se le inmuniza moralmente incluso frente a su propia
voluntad”24. Esto implica, por ejemplo, que aunque una persona de manera libre decida
perder ciertos derechos (como la libertad de expresión, de tránsito, etc.) y someterse a la
voluntad de otra (por ejemplo, como esclava) no tiene la potestad de hacerlo.

El carácter imprescriptible refiere a que el paso del tiempo no implica una pérdida
de los derechos. Según el principio de prescripción, luego de transcurrida determinada
cantidad de tiempo se produce una perdida de interés de la sociedad sobre determinados
hechos por lo que el Estado pierde la potestad de investigar, perseguir y castigar a los
culpables de determinados delitos. Si bien este es un principio general en materia de
derecho penal, este no se aplica cuando el delito en cuestión implicó una vulneración de
Derechos Humanos. Cuando este tipo de vulneración acaece, no importa el tiempo que

22
Peces-Barba Martínez (1994). La universalidad de los Derechos Humanos.
23
Laporta San Miguel, F. J. (1987). Sobre el concepto de Derechos Humanos. DOXA. P. 43.
24
Ibídem. P. 44.
haya pasado desde la comisión del delito, el Estado tiene la obligación de tomar las
medidas necesarias para que se haga justicia por los delitos cometidos.

La jurisprudencia argentina da muestras de la aplicación del principio de


imprescriptibilidad de las vulneraciones a los Derechos Humanos25. Un fallo
paradigmático en este sentido es “Arancibia Clavel”26 en donde la Corte Suprema de
Justicia de la Nación resolvió que la participación de un agente gubernamental en una
asociación ilícita durante los años 1974 y 1978 para cometer delitos de lesa humanidad,
constituía un delito imprescriptible. En este sentido, estableció que, sin importar la fecha
en que se cometieron los delitos contra los Derechos Humanos, el Estado tiene el deber
de investigarlos y castigarlos.

Los Derechos Humanos son indisolubles, indivisibles e interdependientes

Al hacer mención a las clasificaciones de los Derechos Humanos se indicó que la


existencia de estas clasificaciones no implica que se puedan pensar a los derechos como
compartimientos separados. Al contrario, se afirma que uno de los rasgos de los Derechos
Humanos es que forman un todo indisoluble, es decir que no se pueden considerar en
forma aislada o dividida.

Íntimamente vinculado al carácter indisoluble de los derechos está su


indivisibilidad. Este rasgo refiere a que no existen jerarquías entre los Derechos Humanos
preestablecidas entre los Derechos Humanos.

Finalmente, el rasgo de interdependencia implica que el conjunto de Derechos


Humanos se encuentra interconectado de forma tal que las vulneraciones que se efectúan
a un derecho ocasionan repercusiones en otros. Así la satisfacción de unos derechos es
condición para la plena realización de los otros y, como contrapartida, “la violación o
desconocimiento de alguno de ellos implica poner en riesgo el ejercicio de otros
derechos”27. Por ejemplo, si el derecho a la vivienda digna se vulnera posiblemente esto
afecte otros derechos como el derecho a la salud o a la educación. A su vez, si el derecho

25
Un abordaje más desarrollado sobre violaciones a Derechos Humanos en la última dictadura argentina y
el principio de imprescriptibilidad está presente en Berrotarán, A. (2015) “El Sistema Interamericano de
protección de Derechos Humanos y el abordaje de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la
última dictadura argentina” Nuestra Joven Revista Jurídica.
26
C.S.J.N., “Arancibia Clavel, Enrique Lautaro” Fallos: 327: 3312 (2004)
27
Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural Glosario de términos y conceptos de Derechos
Humanos. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. P. 3. Disponible en:
www.argentina.gob.ar/sites/default/files/glosario_ddhh.pdf
a la educación no se garantiza, posiblemente esto repercuta en la realización del derecho
a la participación política.

Los Derechos Humanos presentan una realización progresiva

El carácter progresivo de los Derechos Humanos tiene dos dimensiones, una


histórica y otra valorativa. La dimensión histórica hace referencia a que el reconocimiento
de estas protecciones es un proceso abierto en donde el catálogo de derechos se ha
expandido a lo largo del tiempo. Por lo tanto, los Derechos Humanos y su reconocimiento
se ven atravesados transversalmente por “la historia de la institucionalización de los
Derechos Humanos”, también llamada la historia de su positivización. En este sentido, es
necesario reconocer que la expansión en el reconocimiento y realización de los derechos
ha sido principalmente producto de conflictos y disputas entre grupos sociales y pueblos.

Una muestra de la dimensión histórica de estos derechos en el plano internacional


es el establecimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948
producto de los hechos y conflictos acaecidos en la Segunda Guerra Mundial. Esta
expansión histórica en la nómina de derechos se ha visto plasmada en pactos y tratados
internacionales firmados por diferentes Estados del mundo.

Además el principio de progresividad ha sido entendido como una exigencia


normativa, es decir, como un imperativo que debe ser seguido por los Estados. Este rasgo
refiere a que una vez que un derecho humano ha sido reconocido, éste no puede luego
eliminarse del plexo normativo. Es decir, el proceso de reconocimiento de Derechos
Humanos debe ser siempre expansivo no siendo posible la reducción del número de
derechos reconocidos. A su vez, este principio requiere que se tomen las medidas
pertinentes para hacer a los Derechos Humanos efectivos de la manera más plena posible.

Carácter jerárquico de los Derechos Humanos

El carácter jerárquico de los Derechos Humanos hace referencia a que la


satisfacción de otros intereses o de derechos de menor jerarquía no justifica la limitación
de los Derechos Humanos. Cuando un derecho humano se enfrenta a un interés colectivo
el carácter jerárquico del derecho nos lleva a que este sea protegido y el interés sea
sacrificado. Justamente, tal y como lo define Dworkin, los derechos son cartas de triunfo
contra este tipo de intereses colectivos28. Por ejemplo, puede existir un conflicto entre el

28
Dworkin, R. (1984). Los derechos en serio. Barcelona, Editorial Ariel. Pp. 146-208.
interés de lograr mayores inversiones y aumentar la productividad nacional y la
prohibición del trabajo infantil. Sin embargo, al ser el interés superior del niño parte de
un derecho humano, los intereses económicos que como sociedad podamos tener no
permiten justificar la explotación laboral infantil.

A partir del carácter jerárquico de los derechos algunos autores entienden que los
Derechos Humanos son absolutos, es decir que nunca pueden ser limitados. Sin embargo,
una limitación justificada a un derecho humano puede establecerse para satisfacer otro
derecho humano. Por ejemplo, el derecho a la libre circulación puede entrar en conflicto
con el derecho a la protesta cuando se produce una manifestación que bloquee el transito.
En estas situaciones de conflicto de derechos, lo que necesitamos establecer es cuál es el
reclamo de mayor valor que debe ser protegido por el Estado29. Para ver qué es aquello
que más valoramos, se debe realizar una deliberación en la que se ponderen los derechos
en juego para determinar cuál debe ser protegido en el caso concreto y cuál debe ser
dejado de lado.

29
Berrotarán et al. (2020) Consideraciones sobre el castigo penal a carreros por actos de maltrato animal.
Anuario XVIII del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales UNC/CONICET. P. 505.

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