Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cap 1
Cap 1
1. Introducción
Tristeza o Depresión
Tú, yo, y todas las personas, y todos los días, sufrimos desengaños, decepciones o
malas noticias que hacen que nuestro estado de ánimo se vea afectado. Podemos
poner el ejemplo de una persona que ha suspendido una oposición, y es la segunda vez
que se presenta. Es muy normal que esta persona se ponga triste ante su fracaso, pero
lo más probable es que siga comiendo y durmiendo bien, o que su capacidad de
concentración no se vea afectada. También es normal que este estado de tristeza dure
durante un tiempo determinado (unos días, o unas semanas, pero que no se extienda
más en el tiempo). Cuando pasa algo negativo es normal que estemos tristes pero eso
no quiere decir que estemos deprimidos. Podríamos caer en depresión dependiendo
de cómo interpretáramos la situación, o como reaccionáramos ante ella. Si la persona
cae en depresión, sí que dejará de comer, no podrá concentrarse, y todo esto en un
período de tiempo muy largo, de muchas semanas y meses, incluso años. Además, en
el caso del ejemplo de suspender la oposición, empezará a pensar que es un fracaso
como estudiante por haber suspendido la oposición, y perderá totalmente las ganas de
seguir intentándolo. Probablemente, esta forma de pensar y esta forma de sentir, que
ha acabado por ser grave, le estará afectando claramente en todos los aspectos de su
vida; habrá dejado de salir con los amigos y de hacer cosas que antes sí que hacía. Ahí
sí que podemos hablar de una depresión, cuando la vida entera está afectada y
durante mucho tiempo a causa de un acontecimiento concreto. Si la tristeza no
provoca todo esto, no podemos decir que hay una depresión.
Según los estudios, sabemos que un 10% de la población general sufre de Depresión
Mayor, o la sufrirá en algún momento de su vida. Es un trastorno psicológico
frecuente, el más frecuente de todos, y predomina en las mujeres. Normalmente, la
depresión aparece entre los 35 y los 45 años, y a partir de los 60, aunque esto no
quiere decir que no pueda aparecer en otros momentos de la vida de una persona.
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se
desprende de la información subjetiva (por ejemplo, se siente triste, vacío, sin
esperanza) o de la observación por parte de otras personas (por ejemplo, se le
ve lloroso). Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser
irritable.
2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la
información subjetiva o de la observación).
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (por ejemplo,
modificación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución o
aumento del apetito casi todos los días. Nota: en los niños, considerar el
fracaso para el aumento de peso esperado.
4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de
otros; no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de
enlentecimiento).
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
7. Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser
delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por
estar enfermo).
Nota: Las respuestas a una pérdida significativa (p. ej., duelo, ruina económica,
pérdidas debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o discapacidad grave)
pueden incluir el sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la pérdida,
insomnio, pérdida del apetito y pérdida de peso que figuran en el Criterio A, y pueden
simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas pueden ser comprensibles o
considerarse apropiados a la pérdida, también se debería pensar atentamente en la
presencia de un episodio de depresión mayor además de la respuesta normal a una
pérdida significativa. Esta decisión requiere inevitablemente el criterio clínico basado
en la historia del individuo y en las normas culturales para la expresión del malestar en
el contexto de la pérdida.
Nota: Esta exclusión no se aplica si todos los episodios de tipo maníaco o hipomaníaco
son inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de otra
afección médica.
Curso sobre el Tratamiento de la Depresión Mayor
7
Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS
Hay una serie de teorías que intentan explicar el porqué de llegar a una Depresión
Mayor. Una de ellas, es la teoría biológica. En los años 80 se produjo una gran cantidad
de investigaciones sobre la biología de la Depresión. La teoría básica es que la
disminución de la cantidad de neurotransmisores era el factor principal que provocaba
la depresión aunque es una teoría que no se ha sostenido en el tiempo, ya que la
deficiencia de un neurotransmisor no podía provocar tantos síntomas. De ahí se pasó a
pensar que hay miles de interacciones entre muchos tipos de neurotransmisores, con
lo que apareció la teoría de que era necesario un equilibrio entre ellos para sentirse
bien y para que no hubiera Depresión, es decir, apareció el modelo del equilibrio. Estas
teorías biológicas han sido descartadas, a pesar de que aún hay profesionales que
creen firmemente en ellas.
Hoy en día tenemos pruebas empíricas suficientes como para afirmar que para que se
produzca una Depresión tiene que haberse dado en la vida de la persona un cambio
desagradable importante, o sea, una pérdida de reforzadores. Cuando hablamos de
una pérdida, nos referimos a muchas cosas. Puede ser la pérdida de un ser querido,
sufrir una enfermedad (pérdida de la salud), pérdida de una filosofía de vida o de una
forma de pensar (decepciones, frustraciones), pérdida de un trabajo, de una parte del
cuerpo, de una mascota, de una casa, de una rutina, perder la salud mental a causa de
otro problema psicológico que lleve también a la depresión, entre otras muchas cosas.
Como te decía anteriormente, todo aquel que sufra una pérdida de este tipo se va a
sentir mal, va a sentir mucha tristeza. El hecho de que esa tristeza se convierta
finalmente en Depresión dependerá de la forma que tenga la persona de afrontar la
situación, de cómo la interprete, del apoyo social que tenga, y en definitiva, de los
recursos personales y sociales que posea. Si estos recursos no existen o no se utilizan
correctamente, la persona comenzará a sentir esos cambios cognitivos, físicos y
emocionales de los que estamos hablando. Todos estos fuertes cambios a nivel físico y
mental pueden crear, realmente, una disminución de Neurotransmisores,
fortaleciendo entonces la Depresión. Este es el cambio que se produce en el Sistema
Nervioso Central. Digamos que la situación acaecida y la interpretación de la misma es
Caso 1
Depresión Mayor
Ana es una mujer de 40 años de edad, ama de casa. Acude a la consulta aquejada de
tristeza, soledad e irritabilidad. Se siente fracasada como persona, como ser humano.
Además, se siente muy desanimada y cansada, no tiene ganas de vivir. Se siente así
desde hace 4 meses, cuando su marido la abandonó a ella y a su hijo de 7 años. Dice
que la relación ya llevaba meses siendo un poco extraña, ya que discutían más de lo
normal por “tonterías”. Notaba que su marido y ella estaban bastante distanciados
pero no se esperaba que su marido le pidiera el divorcio y se fuera de casa. Según él,
ya no sentía lo mismo por ella, lo sentía mucho pero no podía mantener una situación
así. A ella le vino por sorpresa, pero reaccionó ante él de forma madura. Su
matrimonio duró 13 años. Se siente muy triste y con ganas de llorar la gran parte del
día; no le apetece salir de casa ni hacer nada. Realiza las tareas de casa y se ocupa de
su hijo lo justo y necesario. Ha dejado de disfrutar de las cosas que le gustaban antes y
ha dejado de frecuentar su grupo de amigas. Nos cuenta que desde que su marido la
dejó, ha dejado de hacer muchas cosas que hacía cuando estaban los 3 juntos en casa,
como por ejemplo ir a comer los domingos a casa de sus suegros, llevar al niño al
parque, ir los jueves al cine dejando a Álex (su hijo) con una niñera, o ir a cenar con
los amigos de Juan (su marido) los sábados por la noche. Todas esas actividades las
hacía junto con su marido, con lo cual se han producido muchas pérdidas; no sólo la de
su marido en sí, sino también la de muchas cadenas conductuales y hábitos que ya
estaban instaurados en la vida de María. Además de dejar de hacer las cosas que hacía
Curso sobre el Tratamiento de la Depresión Mayor
9
Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS
En el siguiente documento te voy a explicar, paso a paso, cómo puede ser desarrollado
el tratamiento de la Depresión Mayor. Voy a describir, sesión por sesión, las técnicas
que puedes utilizar tú, como terapeuta, para ayudar a una persona deprimida. Me voy
a centrar en la terapia cognitivo-comportamental ya que ha sido comprobado
científicamente que es la que mejores resultados presenta a lo largo del tratamiento.
Esto puede variar en cada uno de los pacientes, por supuesto, pero en general está
más que probado que esta terapia provoca cambios importantes y positivos en los
pacientes, cosa que otras terapias no consiguen o lo consiguen en menor medida.
Cada uno de los pasos que te voy a presentar aquí no tienen por qué ser presentados
siempre del mismo orden. Dependiendo del problema predominante en el paciente las
puedes cambiar de posición. Por ejemplo, si te encuentras con un paciente deprimido
que, a pesar de su depresión, continúa llevando a cabo sus tareas diarias y algunos de
sus hobbies, sería más apropiado comenzar aplicándole la terapia cognitiva que la
terapia comportamental y de actividades agradables. Todo esto lo irás viendo a lo
largo de las siguientes páginas.
Caso 2
Depresión Mayor
Ejercicio número 1
Explica con tus palabras cuál es la diferencia entre sentirse triste y desarrollar una Depresión
Mayor.
¿Cuál es el principal factor que hace que se desarrolle una Depresión Mayor?