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El ciclo consta de dos partes principales, las cuales ubicamos dividiendo por
la mitad el círculo, en forma horizontal. La parte superior es la parte o fase pasiva
que tiene que ver con el organismo en contacto consigo mismo, a trevés de
sensaciones corporales y pensamientos; y la parte inferior es la fase activa,
cuando el organismo hace contacto con el medio ambiente, en busca de satisfacer
su necesidad, hasta que la concluye.
La parte pasiva se divide, a su vez, en dos partes: la zona interna, es la
parte interna del organismo, de la piel hacia dentro, es el área del sentir, es donde
la persona hace contacto con el cuerpo, con sus sensaciones, con los sentidos; la
segunda parte es la zona intermedia o de la fantasía, es el área del pensar, en la
cual se encuentran los procesos mentales, fantasías, recuerdos, ideas,
visualizaciones y todo lo que implique el pensamiento.
La parte activa también se divide en dos: la zona externa, que es el área del
actuar, de entrar en acción, de contactar con el exterior, se da entre el organismo
y el medio ambiente; y la segunda zona es el continuo de conciencia, en esta zona
se hace una integración de las tres zonas anteriores (interna, intermedia y
externa), e implica que se ha dado un contacto del organismo humano con su
medio ambiente, asimilando lo que necesitaba y alienando lo que no le sirve, es
aquí donde se cierra la gestalt.
Las fases o etapas de este ciclo son ocho, estas resultan de la división en
dos de cada una de las cuatro zonas (interna, intermedia, externa y continuo de
conciencia). Cada fase es un paso del flujo de la energía hacia la satisfacción de
la necesidad, para completar una gestalt. Si se logra el objetivo de cada etapa, es
posible pasar a la siguiente, en un funcionamiento sano.
1. Reposo.- Da inicio a la zona interna, es el punto de equilibrio, donde nacen las
necesidades del organismo, ya sean fisiológicas o psicológicas. Al ser el punto de
inicio, es donde se encuentran todas las posibilidades para la creación de una
nueva gestalt.
2. Sensación.- Se manifiesta una sensación física, aunque aún no se identifica
cuál es la necesidad. Es la segunda parte de la zona interna y la determina.
3. Formación de la figura.- Se da en la zona de la fantasía. En esta fase se
identifica claramente la figura de la necesidad. La sensación ahora tiene un
referente y el organismo lo identifica como una necesidad propia que requiere
satisfacer.
4. Movilización de la energía.- Aún en la zona de la fantasía, en esta fase el
organismo conjunta la energía que requiere para moverse hacia su satisfactor y lo
hace analizando las diferentes opciones que se le presentan.
5. Acción.- La energía se mueve hacia la acción en la zona externa, contacta con
el exterior, con el medio, donde busca su satisfactor.
6. Pre-contacto.- El organismo identifica su satisfactor y dirige el flujo de energía
hacia el camino directo a él.
7. Contacto.- En la zona integrativa, en el continuo de conciencia, donde el
organismo hace contacto con su satisfactor y siente placer al experimentar la
satisfacción de la necesidad.
8. Post-contacto.- El flujo de energía cumplió su ciclo y se cierra la gestalt. Se
encamina hacia un estado fértil, de reposo y equilibrio creativo.