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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE HUMANIDADES
EXTENSION CATARINA

CARRERA: PROFESORADO DE ENSEÑANZA MEDIA EN ADMINISTRACIÓN


EDUCATIVA

CURSO: E120.11 Administración Educativa II

CATEDRATICA:

Licda. Irida Elizet Bautista Orózco

NOMBRE: YAJAIRA YACALI CHILEL LÓPEZ


Introducción

La Reforma Educativa fue la primera que impulsó el actual Presidente de la


República con el propósito de hacer de la enseñanza la fuerza transformadora del
país. A casi más de un año de haberse puesto en marcha, se han logrado
importantes avances. Uno de los más trascendentales fue el referente a la
creación de un nuevo marco normativo. La modificación de nuestra Carta Magna,
con la que se hizo explícita la obligación del Estado de ofrecer una instrucción
sustentada en los principios de calidad y equidad, fue el primer más significativo
paso. El siguiente fue adecuar la legislación secundaria. En esta línea, el Poder
Legislativo aprobó la modificación de diversos artículos de la Ley General de
Educación, así como la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Supervisor educativo

La supervisión escolar es una de las funciones más importantes de la educación,


se trata de evaluar y orientar de forma sistemática el trabajo y el desempeño del
maestro. La misma debe realizarse de manera organizada y efectiva, el propósito
de esta debe ir encaminado al mejoramiento de las actividades que realiza el
docente.

El supervisor escolar debe ser una persona capacitada, organizada e imparcial.


Este debe brindar una asesoría a los maestros efectiva, nunca debe existir una
fiscalización o presión al docente, ni mezclar situaciones personales al momento
de la supervisión. Para poder realizar una supervisión de manera eficiente la
persona que realiza esta actividad debe haber desarrollado la capacidad y
competencias en este campo.

Según el autor Nérici 1975 La supervisión apunta al mejoramiento del proceso


enseñanza-aprendizaje, para lo cual tiene que tomar en cuenta toda la estructura
teórica, material y humana de la escuela. La supervisión de la educación, o mejor
dicho, la supervisión en educación, debería ser una, integral y consecuente. Pero
en la práctica se realizan dos tipos de supervisión, una administrativa y otra
docente La supervisión escolar puede sintetizarse como asistencia a las
actividades docentes, de manera de darles coordinación, unidad y continuidad,
para que la escuela alcance con mayor eficiencia sus objetivos.

La supervisión escolar es el pulmón del sistema educativo y esta responsabilidad


recae sobre el supervisor lo que indica que los mismos deben estar capacitados
de forma permanente para un mayor desempeño de sus funciones.

Al momento de realizarse la supervisión debe hacerse de forma planificada, no


debe haber improvisación ya que para poder exigir, el supervisor debe predicar
con el ejemplo, se debe utilizar una metodología efectiva, clara y precisa.

La supervisión debe estar dirigida al logro del mejoramiento del proceso educativo,
la misma tiene que ser crítica y flexible, en esta debe existir la verificación,
innovación, mediación, información y evaluación para su mejor desarrollo. La
supervisión es uno de los procesos más importantes que realiza el sistema
educativo ya que gracias a este se visualiza de forma directa el trabajo realizado
por los docentes, se puede verificar el proceso de enseñanza-aprendizaje, al
mismo tiempo que se realiza un plan estratégicos para el mejoramiento de este
proceso.

Propósito del puesto:

Acompañar, asesorar y vigilar de manera permanente y oportuna a los colectivos


docentes, en los aspectos técnico-pedagógicos, administrativos y de gestión
escolar para promover acciones que permitan mejorar el logro educativo de los
alumnos en su zona escolar y de esta manera garantizar el óptimo funcionamiento
de los centros escolares y cumplimiento de la normalidad mínima.

Funciones general:

1. Verificar y asegurar la prestación del servicio educativo en condiciones de


equidad, calidad y normalidad mínima.

2. Informar e instruir a la escuela sobre las normas e indicaciones provenientes de


las autoridades educativas locales y nacionales.

3. Plantear a las autoridades educativas locales las necesidades y requerimientos


de las escuelas a su cargo.
4. Establecer una comunicación asertiva y constante con los directivos de forma
institucional, centrada en el logro de su misión: el aprendizaje de calidad en
condiciones de equidad e inclusión.

5. Promover, impulsar y fortalecer la formación de ambientes educativos seguros y


favorables para el aprendizaje y la convivencia sana entre el personal a su cargo y
la comunidad escolar.

6. Fomentar el trabajo colaborativo en los directivos, a efecto de fortalecer el


trabajo académico, la comunicación y el funcionamiento integral de las escuelas
de su zona.

7. Estimular la comunicación entre los directores, los propios maestros y la


comunidad educativa.

8. Promover el desarrollo profesional de docentes y directivos, en función de las


necesidades de las escuelas de su zona escolar.

Manual para la Supervisión Escolar

9. Fortalecer las áreas de oportunidad en la escuela y en la zona de forma


colaborativa.

10. Acompañar a los colectivos docentes en aquellos asuntos técnico-pedagógicos


y profesionales en los que requieran apoyo.

11. Gestionar y vincular apoyos externos, con instituciones, organismos y


dependencias que puedan ofrecer la asistencia y asesoría que requieran los
colectivos docentes.

12. Integrar el Consejo Técnico de Zona y asegurar la construcción de la Ruta de

Mejora de cada escuela de su zona, con base en los lineamientos del Consejo

Técnico Escolar.

13. Promover e implementar el uso adecuado e innovador de los materiales


educativos, así como de las tecnologías de la información y la comunicación con
los que se disponga.

14. Atender la inclusión y la diversidad en sus centros educativos, a través de la


gestión y asesoría especializada a la comunidad escolar.

15. Promover la vinculación entre las escuelas y la comunidad de la zona a su


cargo, mediante la constitución y operación del Consejo Escolar de Participación
Social.
16. Asistir a las reuniones convocadas por la Autoridad Educativa Local y
Municipal.

17. Apoyar en el desarrollo e implementación de los programas, estrategias o


actividades que le indique la autoridad educativa local para la mejora del logro
educativo.

18. Realizar y operar el plan anual de trabajo de la supervisión a su cargo.

¿Qué hace un Director de Centro Educativo?

Dentro de los Centros Educativos, el director o gerente es el encargado de


planificar e impulsar aquellas medidas que busquen la mejoría para toda la
comunidad escolar, es decir, padres y madres, alumnos y profesores. Esta
persona debe planear las cuestiones administrativas, la contratación de personal,
el control del inventario (inmuebles y equipamientos), la autorización de gastos,
etc. De la misma forma, también es la persona encargada de organizar el
cronograma de actividades al inicio del nuevo año escolar y evaluar los diferentes
programas de actividades extraescolares que pretenden llevarse a cabo, siendo
responsable último de las decisiones que se van a tomar y velando por la correcta
ejecución de las mismas. Su objetivo es el cumplimiento del Proyecto Educativo y
el Proyecto Curricular del Centro, por lo tanto debe trabajar en colaboración con el
personal docente para su cumplimiento.

Además de un buen administrador, el director debe ser un líder educativo,


motivando constantemente a los profesores para así construir una buena
atmosfera de trabajo. Como cabeza visible del centro educativo también es la
persona que establece relaciones con los diferentes organismos públicos como el
Ministerio de Educación, y realiza informes periódicos donde da cuenta de los
resultados obtenidos por los estudiantes del centro.

Salario

Actualmente un alto porcentaje de los directores que ejercen en centros públicos


son docentes del propio centro, bien elegidos de forma interna entre candidatos
voluntarios o por el Ministerio de forma obligatoria, para trabajar también durante
un tiempo como Directores. Por lo que perciben un sueldo que tiene como base el
dinero que reciben como docentes de Educación Primaria, Secundaria o
Bachillerato más un plus por su trabajo como director, que suele estar entre los
200 y los 400 euros mensuales (alrededor de unos 6.000 euros al año).

Este complemento se calcula teniendo en cuenta varios factores como el número


de alumnos y etapas del centro, y también el lugar donde ejerce, porque
dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que esté su salario puede variar
hasta en un 22%.

Teniendo en cuenta todos estos factores, la banda salarial de un director de centro


público se situaría, en sus inicios, entre 35.000 y 50.000 euros anuales.

En el caso de centros concertados y privados, el sueldo que perciben los


Directores suele partir de los 30.000 euros anuales (según convenio de
enseñanzas concertadas), pero puede elevarse hasta los 60.000 euros anuales,
dependiendo del prestigio y número de alumnos del centro, comunidad autónoma,
etc.

Salidas profesionales

Director General o Subdirector de un Centro Educativo público, privado o


concertado.

Jefe de Estudios.

Secretario de Centro Educativo.

Director de recursos humanos de un Centro Educativo.

Coordinador de área, etapa o ciclo educativo.

Director de comunicación de una institución educativa.

Emprendedor educativo.

Consultor educativo.

Gestor de calidad educativa.

Líder de equipos docentes.


LA FORMACIÓN

Con la llegada de la LOMCE los requisitos para acceder a esta profesión han
cambiado. El director de centro accede a través de oposiciones en las que es
necesaria una formación específica: el certificado acreditativo tras haber cursado
la formación impartida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Además,
debe presentar un proyecto de dirección que incluya, entre otros, “los objetivos, las
líneas de actuación y la evaluación del mismo”. El aspirante a director debe tener
al menos cinco años de trayectoria como profesor funcionario de carrera en el
centro en el que se solicite el puesto, que luego evaluará la administración
educativa, que también tomará la decisión final de la elección. Se renovará su
nombramiento cuando hayan finalizado los cuatro años en el puesto y tenga una
evaluación positiva del trabajo que ha desarrollado.

En el caso de los centros privados y concertados, cada uno de ellos decide


libremente cómo organizar sus órganos directivos y la forma de elegirlos.

Las personas que optan por ejercer esta actividad suelen ser graduados o
licenciados (por lo general en Ciencias de la Educación, Educación Infantil,
Educación Primaria, Pedagogía, Psicología, Psicopedagogía…), que han
superado el curso de formación de la función directiva que imparte el Ministerio de
Educación. Para conseguir una formación más específica, también se puede optar
por cursar uno de los diferentes Máster en Dirección y Gestión de Centros
Educativos que ofrecen varias universidades en nuestro país, dirigidos a formar a
los docentes y otros profesionales que quieran concurrir a este puesto. Las
materias que se ofrecen en estos postgrados suelen centrarse en el liderazgo
educativo, la gestión de recursos (tanto humanos como materiales) de los centros
educativos, la legislación propia del sector, la innovación y la comunicación, ya
sea interna o externa.

La función del director de escuela, es de suma importancia para la vida escolar,


porque al director le corresponde organizar el funcionamiento del centro educativo
para lograr los objetivos institucionales y cumplir con las políticas educativas, así
también, articular la organización de los docentes, estudiantes y padres de familia,
la planificación anual de actividades, la gestión de los recursos humanos,
materiales y financieros, el seguimiento, monitoreo y supervisión de las
actividades curriculares y extracurriculares, la evaluación de los aprendizajes y las
relaciones con la comunidad de base, entre otros.
La figura del director es importante porque por virtud de ley es la máxima
autoridad en la escuela y le corresponde la representación oficial, es el
responsable directo del funcionamiento del centro educativo (artículo 37º literal f) y
artículo 42º literal b) de la Ley de Educación Nacional).

El Decreto número 12-91 (LEN) preceptúa en su artículo 37º literal a) Que es una
obligación de los directores “Tener conocimiento y pleno dominio del proceso
administrativo, de los aspectos técnico-pedagógicos y de la legislación educativa
vigente relacionada con su cargo”. Esto nos compele a exigir a los directores
escolares el conocimiento y aplicación de principios, modelos y teorías de las
ciencias administrativas, de la epistemología pedagógica, así como del
conocimiento, interpretación y aplicación de la legislación educativa vigente.

En nuestro sistema tenemos una debilidad que se ha convertido en amenaza y


está relacionada a lo preceptuado en el Decreto Legislativo 1485 “Estatuto
provisional de los trabajadores del Estado. Capítulo de la Dignificación y
Catalogación del Magisterio Nacional”, en su artículo 12º se regula que para ser
directora del nivel preprimario se debe ser maestra de preprimaria y contar con
cuatro años de experiencia, por lo tanto estar catalogada en la Clase “B”, de igual
manera para el nivel primario, ser maestra (o) de primaria y contar con cuatro años
de experiencia, catalogado en la Clase “B”, por eso el nombramiento se identifica
como director, profesor, titulado. No existe otro requerimiento.

En la práctica la selección del director o directora se realiza de forma empírica


debido a que no está regulado dicho procedimiento, el cual puede hacerse de la
siguiente forma: 1) por sorteo; 2) por elección del claustro de docentes; 3) por
designación del Supervisor Educativo, Director Departamental, Alcalde, Diputado o
Gobernador. En cualquiera de las formas a elegir no se garantiza la idoneidad de
la persona que ejercerá el cargo de director, por lo que en la mayoría de
direcciones escolares prevalece la discrecionalidad y la mala práctica pedagógica
y administrativa.

Si pretendemos mejorar la calidad de la educación debemos de poner en práctica


la meritocracia para la selección de los directores escolares, y proponer
modificaciones al estatuto docente. Un ejemplo seria plantear lo siguiente: 1) para
ser directora de preprimaria y director (a) de primaria se deberá estar catalogado
en la clase “D” equivalente a 12 años de experiencia; 2) acreditar como mínimo,
pregrado universitario con la especialidad en “Administración Educativa” o
“Dirección de Centros Escolares”; 3) si la persona acredita el grado de
Licenciatura en Administración Educativa, gozará de una bonificación especial; 4)
se emitirá nombramiento específico de director (a); 5) se someterá a oposición.
Será el Ministerio de Educación quien convocará a las Universidades, Sindicatos
Magisteriales, Centros de Investigación y el acompañamiento del Consejo
Nacional de Educación para el diálogo y consenso sobre la propuesta técnica de
mejoramiento de la calidad de los directores escolares, para luego enviarla a la
Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología del Organismo Legislativo.

Es necesaria la dignificación socioeconómica del magisterio nacional pero así


también es necesario el compromiso en reconocer la meritocracia como estrategia
para el mejoramiento continuo de la calidad de la educación.

1. Agilidad en la toma de decisiones

El director no puede demorar las decisiones sobre la escuela, pero debe encontrar
el equilibrio entre la rapidez y la elección de la más adecuada, consumiendo los
menores recursos posibles. En esa búsqueda es primordial la capacidad
de priorizar, distinguiendo entre lo importante y lo urgente.

2. Versatilidad para adaptarse a distintos entornos

El director tiene que saber adaptarse al contexto en que se encuentre y conocer la


realidad social. Cada centro es un ecosistema único con sus peculiaridades, no
hay dos escuelas iguales.

3. Receptividad para ser aconsejado, asesorado y criticado

Como señala Alfonso López Pulido, “se necesita una visión poliédrica para atisbar
todos los puntos de vista”. El directivo busca lograr la excelencia y hacer sus
tareas correctamente, pero puede equivocarse y tiene que estar preparado para
recibir las críticas: no solo las justas, también las injustas.

4. Fomento de un liderazgo compartido

Es importante un liderazgo con un reparto formal de las tareas y la creación


de grupos de trabajo. La participación del profesorado en la planificación y
desarrollo curricular es imprescindible. Debatir y valorar con ellos sobre
la didáctica, si se deben poner en marcha distintas metodologías, el uso
de nuevas tecnologías o el manejo de sistemas de evaluación diversos. Todo lo
que implique un avance para lograr las metas de aprendizaje de los alumnos.

5. Impulso del crecimiento del profesorado

Un crecimiento personal y profesional de los docentes es beneficioso para todos.


Los centros educativos necesitan contar con un profesorado actualizado en
innovaciones e investigaciones testadas con estándares de excelencia. Es
necesario que haya un trabajo colaborativo y una reflexión sobre los sistemas de
enseñanza-aprendizaje que puedan implementarse en la institución.

6. Estar abierto a la innovación

El directivo debe estar convencido de la necesidad de la innovación curricular y


ser capaz de potenciarla poniendo los recursos que sean precisos para lograrla.

7. Creación de un buen clima escolar

Un buen director de escuela debe asentarse en el respeto, la colaboración y la


valoración de la diversidad. Una buena convivencia es imprescindible para
posibilitar los procesos educativos, desarrollando las relaciones entre el centro y
su entorno y apoyando a los alumnos y sus familias en el logro de sus intereses
educativos. Destrezas como la empatía, saber escuchar o comunicar son
esenciales.

8. Capacidad de negociación y participación

Debe promover la participación de la comunidad educativa en la que todos los


miembros deben ser responsables y copartícipes en la gestión del centro. Como
en todo proceso suele haber opiniones encontradas y criterios diversos, por lo que
debe llegarse a un consenso que aúne las posturas y evite los enfrentamientos,
subraya Alfonso López Pulido.
9. Eficiencia en la gestión

No solo en las cuestiones académicas o de gestión de personas, también debe


ocuparse del uso óptimo de las infraestructuras y equipamientos para no
malgastar los recursos.

10. Visión de conjunto

Como en cualquier ámbito, no solo en la educación, esta cualidad es


indispensable para gestionar el bien común de la totalidad de la comunidad
educativa y no de sectores particulares.

Estas cualidades son la base para que un director de centros educativos pueda


lograr un liderazgo eficaz que le permita abordar los retos a los que se enfrenta en
su día a día. Como destaca el director académico del Máster en Liderazgo y
Dirección de Centros Educativos, “los cambios son constantes, la solución que un
día es válida puede que ya no lo sea el día siguiente; situaciones, en apariencia,
similares, son más diferentes cuando se las examina de cerca”.

Los retos a los que se enfrenta

El rigor debe estar muy presente en la labor del director. Afronta, por ejemplo, las
nuevas formas de acoso entre alumnos, que se multiplican con el ciberacoso. Para
Alfonso López Pulido es fundamental la intervención del director en estos casos,
para el esclarecimiento de los hechos, la identificación de los autores y el
seguimiento exhaustivo de los procedimientos establecidos. Debe hacerlo con la
máxima solidez y mayor rigor para evitar que, por defectos de forma, se invaliden
estas actuaciones. Por todo ello, es necesario un dominio de la legislación y
normativa educativas.

 
Conclusión

E finalizado esta investigación sobre los temas supervisor educativo y director


educativo ya que es la Importancia, funciones y relaciones con otros elementos

La supervisión, implica la dirección e inspección de labores realizados por otros.


Su función es garantizar que se cumplan los propósitos y requisitos de los planos
de manera fiel y con la consideración de las especificaciones.

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