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ACEPTACIÓN Y COMPROMISO

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un conjunto de técnicas y procesos de


intervención psicológica cuyos objetivos principales son aceptar las emociones, los
pensamientos y los sucesos que se experimentan y comprometerse con los propios valores.

La ACT defiende una nueva visión de la psicopatología en la que muchos trastornos se


entienden como una consecuencia derivada del deseo inconsciente de no sentir dolor.

La ACT es un tratamiento orientado a los valores de cada persona, defiende el malestar como
algo normal y pretende poner de manifiesto la paradoja del comportamiento: cuanto más se
intenta evitar, mayor sufrimiento se obtiene

Afirma que lo que produce sufrimiento es la resistencia al malestar y que el objetivo debe ser
tolerar el malestar, para así generar flexibilidad en la regulación del comportamiento y
encaminar la vida de la persona hacia las metas que considera valiosas.

La terapia de aceptación y compromiso se basada en el planteamiento de que cuanto más


esfuerzo se dedica a solucionar o apartar algo que molesta, más presente se vuelve. ¿Cómo
funciona la terapia de aceptación y compromiso? Los siguientes principios explican la terapia
de aceptación y compromiso:

La terapia de aceptación y compromiso se basada en el planteamiento de que cuanto más


esfuerzo se dedica a solucionar o apartar algo que molesta, más presente se vuelve. ¿Cómo
funciona la terapia de aceptación y compromiso? Los siguientes principios explican la terapia
de aceptación y compromiso:

 La condición humana: tanto la experiencia del placer como la del sufrimiento forman
parte del ser humano. Es tan inevitable disfrutar, como también tener sensaciones
desagradables.
 Lo que guía la conducta: la conducta puede estar guiada por lo más básico, la
búsqueda del placer, o por ideales o valores como la honestidad y el respeto.
 La no evitación experiencial: contra la tendencia a huir del dolor y eliminar el malestar
con todos los recursos posibles, nace la no evitación exeriencial, argumentando que
cuando se intentan impedir o esquivar los pensamientos y emociones que resultan
desagradables, lo que se consigue es que aumenten. La evitación experiencial es
pattrón de funcionamiento inflexieble y limitante y es uno de los componentes de los
trastornos afectivos, de ansiedad, de adicciones, de la conducta alimentaria, del
control de impulsos, psicóticos y en el afrontamiento de enfermedades.
 Fusión cognitiva: consiste en el error de tomar como cierto aquello que se piensa sin
que lo sea.

El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es que la vida tenga un mayor


significado. Ya que los problema seguirán estando allí y se seguirán experimentando
pensamientos negativos y emociones desagradables, sin embargo, las acciones estarán
alineadas con los valores y poseerá mayor sentido. La terapia de aceptación y compromiso
pretende ayudar a las personas a vivir una vida plena, que no libre de experiencias
desagradables, mediante la dotación de significado

Terapia de aceptación y compromiso: qué es, técnicas y ejercicios


Por Anna Badia, Psicóloga y editora. Actualizado: 3 noviembre 2021

Terapia de aceptación y compromiso: qué es, técnicas y ejercicios

Los humanos tenemos ideas, recuerdos, sentimientos y reaccionamos ante ellos. Les damos un
valor, un significado y una conexión. Según Dra. Carmen Luciano, investigadora y autora, la
terapia de aceptación y compromiso permite entender la conducta del ser humano y tiene por
objetivo que las personas aprendan a interaccionar con ellas mismas y que construyan la vida
que quieren vivir haciendo más presentes aquellas cosas importantes para ellas mismas.

La terapia de aceptación y compromiso consigue aumentar la resiliencia y el significado de la


vida. En este artículo de Psicología-Online, conoceremos en profundidad la terapia de
aceptación y compromiso, sus antecedentes, principios, componentes, técnicas y ejercicios.

También te puede interesar: Terapia cognitivo-conductual: qué es y qué técnicas utiliza

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un conjunto de técnicas y procesos de


intervención psicológica cuyos objetivos principales son aceptar las emociones, los
pensamientos y los sucesos que se experimentan y comprometerse con los propios valores.

¿Qué es la ACT? La terapia de aceptación y compromiso es la más completa de las terapias de


tercera generación. Se encuentra enmarcada en una posición filosófica funcional y tiene sus
bases en una nueva teoría del lenguaje y la cognición. La ACT defiende una nueva visión de la
psicopatología en la que muchos trastornos se entienden como una consecuencia derivada del
deseo inconciente de no sentir dolor.

La ACT es un tratamiento orientado a los valores de cada perosna, defiende el malestar como
algo normal y pretende poner de manifiesto la paradoja del comportamiento: cuanto más se
intenta evitar, mayor sufrimiento se obtiene. Afirma que lo que produce sufrimiento es la
resistencia al malestar y que el objetivo debe ser tolerar el malestar, para así generar
flexibilidad en la regulación del comportamiento y encaminar la vida de la persona hacia las
metas que considera valiosas.

Antecedentes de la terapia de aceptación y compromiso

La terapia de aceptación y compromiso está incluida en un tipo de terapias llamadas Terapias


de Tercera Generación. Según Steven C. Hayes, encontramos tres generaciones de terapias con
evidencia científica:
Primera generación: la terapia de conducta clásica. Fueron útiles, pero se reveló la necesitad
de atender la parte cognitiva.

Segunda generación: la terapia cognitivo-conductual. Estas van dirigidas al cambio de


pensamientos y emociones como para el cambio en las acciones. Han sido ampliamente
estudiadas y aplicadas y su eficacia está probada.

Tercera generación: la terapia dialéctica, la psicoterapia analítica funcional y la terapia de


aceptación y compromiso, entre otras. ¿Qué son terapias contextuales o de tercera
generación? Las terapias de tercera generación están orientadas a la responsabilidad de
elección de la persona y no sus síntomas. Se centran en alterar el contexto que hace que los
síntomas resulten problemáticos. Por ello, también se llaman terapias contextuales.

Principios de la terapia de aceptación y compromiso

La terapia de aceptación y compromiso postula que las terapias anteriores proponen técnicas
para solucionar síntomas que en ocasiones son naturales, en tanto que son humanos.

La terapia de aceptación y compromiso se basada en el planteamiento de que cuanto más


esfuerzo se dedica a solucionar o apartar algo que molesta, más presente se vuelve. ¿Cómo
funciona la terapia de aceptación y compromiso? Los siguientes principios explican la terapia
de aceptación y compromiso:

La condición humana: tanto la experiencia del placer como la del sufrimiento forman parte del
ser humano. Es tan inevitable disfrutar, como también tener sensaciones desagradables.

Lo que guía la conducta: la conducta puede estar guiada por lo más básico, la búsqueda del
placer, o por ideales o valores como la honestidad y el respeto.

La no evitación experiencial: contra la tendencia a huir del dolor y eliminar el malestar con
todos los recursos posibles, nace la no evitación exeriencial, argumentando que cuando se
intentan impedir o esquivar los pensamientos y emociones que resultan desagradables, lo que
se consigue es que aumenten. La evitación experiencial es pattrón de funcionamiento
inflexieble y limitante y es uno de los componentes de los trastornos afectivos, de ansiedad, de
adicciones, de la conducta alimentaria, del control de impulsos, psicóticos y en el
afrontamiento de enfermedades.

Fusión cognitiva: consiste en el error de tomar como cierto aquello que se piensa sin que lo
sea.

El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es que la vida tenga un mayor


significado. Ya que los problema seguirán estando allí y se seguirán experimentando
pensamientos negativos y emociones desagradables, sin embargo, las acciones estarán
alineadas con los valores y poseerá mayor sentido. La terapia de aceptación y compromiso
pretende ayudar a las personas a vivir una vida plena, que no libre de experiencias
desagradables, mediante la dotación de significado.
Terapia de aceptación y compromiso: qué es, técnicas y ejercicios - Principios de la terapia de
aceptación y compromiso

Componentes de la terapia de aceptación y compromiso

La terapia de aceptación y compromiso está formada por los siguientes componentes. Los 6
componentes que forman la ACT son:

1. Conciencia plena: estar presente aquí y ahora, prestando atención al momento actual.
2. Defusión cognitiva: la defusión cognitiva o defusión del pensamiento consiste en la
separación entre los acontecimientos internos y la identidad. La persona no es sus
pensamientos ni sus emociones, estos son productos de la mente. Se trata de observar
las propias sensaciones, los pensamientos y emociones como pasajeros en la mente.
3. Aceptación: la aceptación es el abandono de la actitud de lucha. Dejar de luchar contra
las sensaciones desagradables, permitir que ocurran y observarlas con curiosidad.
4. Yo contextual: no identificarse con los pensamientos, ya que estos son
acontecimientos que ocurren en la mente y el yo puede percibirlos y observarlos. Se
puede contemplar lo que ocurre en la mente y quién observa es realmente el Yo.
5. Valores: los valores son aquello que es realmente importante para cada persona. Es
importante identificarlos y tenerlos presente para que guíen la conducta.
6. Acción: llevar a acabo acciones alineadas con los valores. Los actos que deben estar
alineados con los objetivos basados en los valores.

Aceptación y normalización del malestar


Actualmente, el funcionamiento de la sociedad no tiene lugar para el malestar y
el dolor, asociando el bienestar con el placer inmediado y vinculando el dolor
con algo anormal.
¿Cómo trabajar la aceptación en terapia? La aceptación consiste en dejar de
luchar contra las sensaciones desagradables, permitir que ocurran y
observarlas con curiosidad. La tolerancia al malestarse se trabaja estando
dispuesto a experimentar sin resistir los pensamientos y emociones.

como el refrán, si uno no quiere dos no pelean. Si eliges no pelearte con lo que tu mente te
ofrece, no hay lucha en la que te veas envuelto, si te ves luchando, sólo tienes que tirar las
armas

Por otro lado, la Aceptación como estrategia de cambio, consiste en no evitar, controlar o
cambiar los elementos que forman parte de ese evento psicológico doloroso.

El enfoque no está en modificar los contenidos de los pensamientos y corregirlos sino en


cambiar nuestra relación con ellos.

“aceptación” en Terapia de Aceptación y Compromiso se basa en el hecho de que, como regla


general, el intentar librarse del dolor solo consigue amplificarlo, nos enreda más en él y lo
convierte en algo traumático. Y, mientras tanto, nuestra vida se queda arrinconada. La
alternativa que vamos a enseñarte en este libro resulta un poco peliaguda de decir en voz alta
porque, de momento, es casi seguro que no lo vas a entender bien; pero lo cierto es que la
alternativa a eliminar el dolor consiste en aceptarlo.

dolor psíquico hace daño, por definición. Pero no se limita a eso. Muchas veces el dolor te
aparta de vivir la clase de vida que querrías vivir.

se está convirtiendo en tu principal foco de atención ya que llega a interferir en todas tus
demás actividades.  en qué cambiaría tu vida si el pánico desapareciera. Imagina

Este libro no trata de solucionar tus problemas al modo tradicional sino, más bien, a través de
un cambio en el sentido de tu vida, de manera que tu vivir se centre más en aquellas cosas que
valoras. De esta manera, además, el incremento innecesario del dolor se detiene. Cuando esto
ocurre, los temas vitales con los que has estado debatiendo, empiezan a perder fuerza. Tu vida
comienza a abrirse y se hace más amplia, más flexible y significativa.

Responsabilidad y “Respons-habilidad” En segundo lugar, desarrolla la “respons-habilidad” de


aceptar. Existe una pequeña pero muy importante diferencia entre aceptar
“responsablemente” y aceptar “respons-hábilmente”. Aceptar una responsabilidad, a menudo,
conlleva la implicación de culpa. Culpar es lo que hacemos cuando intentamos motivar a la
gente para que cambie de comportamiento o que haga las cosas de un modo adecuado. Pero
¿aceptar la idea de que “soy un fracaso” puede, realmente, motivar a alguien a cambiar?

Smith, S. y Hayes, S. C. (2014). Sal de tu mente, entra en tu vida: la nueva Terapia de


Aceptación y Compromiso. Bilbao, Editorial Desclée de Brouwer. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/ugr/113706?page=68.

“Si no estás dispuesto a, lo tendrás”

podrías estar dispuesto a soportar vivencias internas de carácter negativo si eso significara que
tales vivencias negativas pudieran empezar a disminuir o, incluso, llegar a desaparecer.

“Hmmm. Entonces, si no estoy dispuesto a estar ansioso, estaré ansioso. Supongo que eso
quiere decir que si estuviera más dispuesto a estar ansioso, podría llegar a no estar ansioso.
Odio estar ansioso, así que creo que puedo intentarlo. Voy a tratar de estar más dispuesto a
soportar mi ansiedad para no estar tan ansioso”... Actuando de esta forma, la trampa del
pensamiento se cierra de golpe atrapándote dentro porque si tú estás dispuesto a estar
ansioso solo para conseguir sentirte menos ansioso, entonces no estás realmente dispuesto a
sentirte ansioso y, así, ¡incluso llegarás a estar más ansioso!
resultan paradójicas pero la paradoja parece ser cierta. Esas frases demuestran el viaje en
carrusel en el que nos enredamos cuando tratamos de obligar a la mente a hacer algo que no
quiere hacer. Si la única razón para permitirte experimentar hoy ansiedad es la esperanza de
que el hecho de experimentarla hoy te va a librar de tener que sentirla en el futuro, entonces
no va a funcionar. Porque aquí, lo que significa tu “estar dispuesto”, realmente, es que tú no
quieres sentir ansiedad y que vas a intentar hacer toda clase de piruetas mentales para no
sentirla. Pero eso no es lo mismo que “estar dispuesto” a experimentar tu ansiedad.

“aceptar” entendemos algo que se parece más a “tomarlo completamente, en el momento


que se da, sin defendernos”.  no “tolerar o resignarse”

modo, “aceptación” y “disposición” se pueden entender como la respuesta a la pregunta:


“¿Me vas a tomar tal como soy?”.

Lo sigue ahora es una descripción de lo que significa realmente “tomarme tal como soy”.

responder activamente a los sentimientos, sintiéndolos; literalmente, lo mismo que si quisieras


explorar y sentir la textura de un jersey de cachemir. Significan responder activamente a tus
pensamientos, pensándolos; lo mismo que podrías leer una poesía para captar el flujo de sus
palabras o que un actor podría ensayar un párrafo para percibir la intención del autor de la
obra. “Estar dispuesto” y “aceptar” significa responder activamente a los recuerdos,
recordándolos; de la misma forma que acompañarías a un amigo a ver una película que tú ya
hubieras visto anteriormente. Significa responder activamente a las sensaciones corporales,
sintiéndolas; de la misma manera que llevarías puesto un maillot bien ajustado por la mañana,
sintiéndolo por todo el cuerpo.

Disposición y aceptación significan adoptar una postura gentil, cariñosa, hacia ti mismo, tu
historia y tus programaciones de modo que te resulte más fácil ser consciente de tus propias
vivencias, del mismo modo que sujetarías un objeto frágil en las manos mientras lo contemplas
de cerca y desapasionadamente.

objetivo de “estar dispuesto a” no es llegar a sentirse mejor. El objetivo es abrirse a la


vitalidad del momento y moverse con mayor eficacia hacia aquello que uno valora. Dicho de
otro modo, el objetivo de “estar dispuesto a” es experimentar los sentimientos que surjan de
una manera más integral; incluso –o, especialmente– los malos sentimientos, de manera que
puedas llegar a vivir tu vida más plenamente. En esencia, en vez de intentar sentirte mejor,
“estar dispuesto” implica aprender a sentir mejor.

Así pues, ¿por qué es tan importante la actitud de “estar dispuesto”?

Léete las declaraciones siguientes y mira si a ti también te parecen verdaderas:

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque cuando estoy luchando contra mis vivencias dolorosas la
lucha parece que las hace aún más dolorosas.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque cuando me aparto del dolor que encuentro en la
búsqueda de lo que más valoro, también me estoy apartando de la riqueza de la vida y de
todas las acciones valiosas que me aporta.
¿Por qué “estar dispuesto”? Porque cuando intento cerrarme a las partes dolorosas de mi
pasado, también me cierro a las cosas útiles que he aprendido de mi pasado.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque experimento una pérdida de vitalidad cuando no estoy
dispuesto.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque mi experiencia me dice que “no estar dispuesto” no
funciona.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque sentir dolor es un proceso humano normal y sería
inhumano y desconsiderado querer aplicarme parámetros distintos.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque “vivir mi propia experiencia”, es decir, vivir en el
momento, parece más gratificante potencialmente que “vivir en mi mente”.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque sé muy bien cómo funciona mi dolor cuando “no estoy
dispuesto” y ya estoy harto de eso. Es el momento de cambiar todo el plan, no solo los
movimientos que hago siguiendo una estrategia de control y evitación.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque ya he sufrido bastante.

Ahora, te toca. Escribe tres o cuatro respuestas tuyas que te surjan de la mente. Si notas
alguna resistencia, simplemente adviértela y, con cariño, permítete sentir esa resistencia;
luego, vuelve al ejercicio, acompañado de esa sensación de resistencia.

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque _________________________

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque _________________________

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque _________________________

¿Por qué “estar dispuesto”? Porque _________________________

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