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RESOLUCIÓN N° 1908

RESUELVE EL RECURSO DE
RECONSIDERACIÓN PRESENTADO
POR LAS EMPRESAS COLOMBIANA
KIMBERLY COLPAPEL S.A. Y
KIMBERLY CLARK DEL ECUADOR
CONTRA LA RESOLUCIÓN N° 1883
DE LA SECRETARÍA GENERAL

LA SECRETARIA GENERAL DE LA COMUNIDAD ANDINA,

VISTOS: Los artículos 73 y 74 del Acuerdo de Cartagena y el Reglamento de


Procedimientos Administrativos de la Secretaría General adoptado mediante la Decisión
425 y las Resoluciones 1883 y 1903; y,

CONSIDERANDO:
[1]
Que mediante la Resolución N° 1883 de 11 de noviembre de 2016, publicada en la
Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena (GOAC) N° 2871 de 14 de noviembre de 2016, -
Apertura de investigación solicitada por la Superintendencia de Control de Poder de
Mercado del Ecuador, por la supuesta existencia de un acuerdo para fijar precios y
repartir el mercado de papeles suaves, de conformidad con lo previsto en la Decisión 608
de la Comisión de la Comunidad Andina -, se resolvió dar inicio a la investigación
solicitada por la Superintendencia de Control de Poder de Mercado de la República del
Ecuador (SCPM), contra las empresas Colombiana Kimberly Colpapel S.A., Productos
Familia S.A., Productos Familia Sancela del Ecuador S.A., Kimberly Clark del Ecuador
S.A y Kimberly Clark Corporation, por supuestas prácticas restrictivas de la libre
competencia;
[2]
Que mediante escrito recibido en la Secretaría General de la Comunidad Andina
(SGCAN) el 09 de enero de 2017, las empresas Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y
Kimberly Clark del Ecuador SA. interponen Recurso de Reconsideración contra la
Resolución No 1883, “[…] con el fin de solicitar que se revoque la decisión de abrir una
investigación por la presunta violación de la Decisión 608 de 2005 de la CAN, con base
en los artículos 37 – 45 y otros de la Decisión 425 de 1999 […]”.- En lo principal las
recurrentes solicitan: “PRIMERO.- Que se revoque la Resolución No. 1883 y que se
ordene la terminación de la investigación iniciada contra las Compañías por la presunta
violación de la Decisión 608, como consecuencia de la Solicitud presentada por el
Superintendente de Control del Poder de Mercados (sic) de la República de Ecuador (en
adelante SCPM) el 20 de octubre de 2016, bajo el No. 2709 (en adelante, la Solicitud).-
SEGUNDO.- Que se suspenda la efectividad de la Resolución No. 1883 mientras este
recurso es resuelto, dado que la apertura de la investigación contra las Compañías es
nula e inválida de conformidad con el Artículo 12 (c) de la Decisión 425.- TERCERO.-
Que se revoque el Artículo 2 de la Resolución No. 1883 por el cual Kimberly Clark
Corporation es vinculada a la investigación como una “persona relacionada”.-

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CUARTO.- Que se le de tratamiento confidencial al presente recurso, el cual contiene
información relacionada con las comunicaciones de los funcionarios de la Compañías,
así como de las personas naturales vinculadas con ellas anteriormente o en la
actualidad.” (las negrillas son propias del texto citado);
[3]
Que en atención al petitorio cuarto, mediante la comunicación SG/E/SJ/44/2017 de 16 de
enero de 2017, notificada el mismo día, previo al pronunciamiento sobre la admisión a
trámite del recurso de reconsideración y al pedido de suspensión temporal, se denegó la
solicitud de confidencialidad presentada por las empresas Colombiana Kimberly Colpapel
S.A. y Kimberly-Clark del Ecuador S.A. respecto del recurso de reconsideración; dejando
a salvo el derecho de las recurrentes a retirar el mencionado recurso, para lo cual se les
concedió el término de 3 días hábiles, caso contrario se continuaría con el trámite del
recurso de reconsideración con el carácter no confidencial;
[4]
Que mediante el escrito recibido en la SGCAN el 19 de enero de 2017, las recurrentes
manifiestaron que “han decidido No retirar el recurso de reconsideración interpuesto y le
solicitan a la Secretaría General que se continúe con el trámite del mismo según lo
señala en el oficio que se contesta.”(el subrayado es propio del texto que se cita) pero al
mismo tiempo solicitaron que este segundo escrito, que en sustancia remite y reitera la
reconsideración fuera mantenido como confidencial;
[5]
Que mediante la comunicación SG/E/SJ/114/2017 de 24 de enero de 2017, notificada a
las recurrentes el mismo día, la SGCAN declaró improcedentes las peticiones de
confidencialidad allegadas por las recurrentes en su escrito de 19 de enero de 2017; y,
admitió a trámite el recurso de reconsideración presentado por las empresas Colombiana
Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del Ecuador, presentado el 9 de enero de 2017,
por cumplir con los requisitos legales requeridos por la normativa comunitaria, sin
prejuzgar sobre las medidas provisionales solicitadas ni sobre el fondo del asunto. La
Resolución fue notificada a las personas involucradas, a las autoridades nacionales
competentes en materia de competencia que cooperarán con la SGCAN en la
investigación, a los miembros del Comité Andino de Defensa de la Libre Competencia y a
los Países Miembros de la Comunidad Andina (CAN), mediante la comunicación
SG/E/SJ/115/2017 de 24 de enero de 2017;
[6]
Que mediante la Resolución No. 1903 de 7 de febrero de 2017, publicada en la GOAC N°
2921 de 7 de febrero de 2017, - Resuelve solicitud de medida cautelar referida a la
suspensión de los efectos de la Resolución 1883 de la Secretaría General -, en atención
al petitorio segundo del escrito de 9 de enero de 2017, se resolvió: “Artículo Único.-
Desestimar la solicitud de suspensión temporal de la Resolución 1883 presentada por las
empresas Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del Ecuador por las
razones expuestas en la parte considerativa […]” La Resolución No. 1903 fue notificada a
las recurrentes, a las personas involucradas, a las autoridades nacionales competentes
en materia de competencia que cooperarán con la SGCAN en la investigación, a los
miembros del Comité Andino de Defensa de la Libre Competencia y a los Países
Miembros, mediante la comunicación SG/E/SJ/233/2017 de 7 de febrero de 2017;
[7]
Que en lo que respecta a los petitorios primero y tercero, hecho el análisis del indicado
recurso se encuentra lo siguiente:

1. NATURALEZA Y ALCANCES DEL RECURSO DE RECONSIDERACIÓN


[8]
El jurista García de Enterría explica que el recurso de reconsideración procede contra
“los actos que ponen fin a la vía administrativa y se interpone ante y se resuelve por el
propio órgano que dictó aquellos, al que, en definitiva, se pide que reconsidere su
primera decisión.”1 En el mismo sentido, el artículo 37 de la Decisión 425 establece:
1
García de Enterría, Eduardo y Ramón Fernández, Tomás. Curso de Derecho Administrativo. pp. 1483 – 1484.
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Artículo 37.- Los interesados podrán solicitar a la Secretaría General la
reconsideración de cualquier Resolución de ésta, así como de cualquier acto
que ponga fin a un procedimiento, imposibilite su continuación, cause
indefensión o prejuzgue sobre el fondo del asunto debatido. […]
[9]
El profesor Miguel Rojas indica que “[s]e trata de un recurso horizontal por cuanto
corresponde resolverlo a la misma autoridad, y ordinario porque puede fundarse en
cualquier motivo jurídico de discrepancia con la decisión” 2. El mismo autor señala que
“[p]or medio del recurso de reposición o reconsideración el afectado con la decisión
provoca un nuevo estudio de la cuestión decidida, por la misma autoridad que la emitió,
con el fin de que sea revocada o modificada en beneficio de sus intereses.”3
[10]
Agustín Gordillo señala que “[p]ara algunos autores ‘reconsiderar’ es no sólo
‘reexaminar’, sino ‘reexaminar atentamente’” 4 Asimismo, señala que el “Recurso de
reconsideración es el que se presenta ante el mismo órgano que dictó un acto, para que
lo revoque, sustituya o modifique por contrario imperio. […]” 5 Ahora bien, conforme lo
señala Lares Martínez, de manera motivada “la autoridad puede, si desestima las
razones del recurrente, confirmar la medida impugnada.”6

2. ANÁLISIS DEL RECURSO DE RECONSIDERACIÓN


[11]
En el marco señalado, los alegatos presentados por las empresas Colombiana Kimberly
Colpapel S.A. y Kimberly Clark del Ecuador en su recurso de reconsideración se
circunscriben a uno: “Que se revoque la Resolución No. 1883”; consecuencialmente, esto
llevaría a dos resultados solicitados por las recurrentes en su recurso: (i) que se dé
término a la investigación iniciada contra esas compañías y (ii) que se deje fuera de dicha
investigación a Kimberly Clark Corporation. El alegato, a su turno, se descompone en las
cinco líneas argumentales siguientes:

 La Resolución 1883 es nula por falta de jurisdicción de la Secretaría General;


 Se vulnera el principio de Non Bis in Idem;
 La acción ha prescrito;
 No hay pruebas de la supuesta repartición de mercados en la investigación de
Colombia ni en la del Ecuador; y,
 No hay conductas anticompetitivas de Kimberly Clark Corporation.

2.1 La Resolución 1883 es nula por falta de jurisdicción de la SGCAN


[12]
Las recurrentes señalan que “[d]e conformidad con lo dispuesto por el artículo 39 de la
Decisión 425, las partes interesadas tienen el derecho de controvertir las resoluciones
expedidas por la Secretaría si ellas son nulas e inválidas por haber sido expedidas con
falta de jurisdicción”7 (Las negrillas nos pertenecen). A fin de analizar el alegato de las
recurrentes es necesario citar el artículo señalado por estas, así:

2
Rojas Miguel (2017). Lecciones de Derecho Procesal, Tomo 1, Teoría del Proceso. p. 301
3
Rojas Miguel (2017). Lecciones de Derecho Procesal, Tomo 1, Teoría del Proceso. p. 301
4
Gordillo, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo. p. 442.
5
Gordillo, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo. p. 442.
6
Lares, Martinez, Manual de Derecho Administrativo, pág. 627. En el mismo sentido véase Morón, Urbina.
Comentarios a la ley de Procedimiento Administrativo. p. 661
7
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A. p. 7
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Artículo 39.- Al solicitar la reconsideración de actos de la Secretaría General,
los interesados podrán impugnarlos, entre otros, por estar viciados en sus
requisitos de fondo o de forma, e incluso por desviación de poder. Cuando el
recurso verse sobre la existencia de pruebas esenciales para la resolución del
asunto, que no estaban disponibles o que no eran conocidas para la época de
la tramitación del expediente, deberá estar acompañado de tales nuevas
pruebas.
[13]
En el artículo antes citado no se observa a la “falta de jurisdicción” como un vicio que
permita impugnar un acto de la Secretaría General. Ahora bien, respecto a las causales
de nulidad, alegada por las recurrentes en su escrito, el artículo 12 de la Decisión 425
establece:

Artículo 12.- Las Resoluciones y los actos de la Secretaría General serán


nulos de pleno derecho en los siguientes casos:

a) Cuando contravengan el ordenamiento jurídico de la Comunidad


Andina;

b) Cuando su contenido sea de imposible o de ilegal ejecución; y,

c) Cuando hubiesen sido dictados por personas incompetentes


o con prescindencia de normas esenciales del procedimiento.
(Las negrillas nos corresponden)
[14]
En el artículo antes citado tampoco se observa a la “falta de jurisdicción” como una
causal de nulidad. Por lo anterior, a fin de entender el argumento de las recurrentes, se
observa que estas señalan que, según su lectura del artículo 39 de la Decisión 425, se
pueden “controvertir las resoluciones expedidas por la Secretaría si ellas son […]
inválidas.” (Las negrillas nos corresponden). Al respecto, el Tribunal de Justicia de la
Comunidad Andina (TJCA), en su sentencia de 19 de enero de 2017, emitida en el
Proceso 01-AN-2014, ha señalado que entre los presupuestos de invalidez que originan
la nulidad de una resolución de la SGCAN, se encuentra el que sean emitidas por
autoridad incompetente.
[15]
La sentencia antes citada nos permite entender que (tomando en consideración los
párrafos que preceden al alegato de las recurrentes, citados al inicio y los artículos 12 y
39 de la Decisión 425) parecería que las recurrentes quisieran alegar la “falta de
competencia”. En este sentido, se observa que las recurrentes confunden jurisdicción con
competencia, por lo que es necesario precisar su diferencia de manera previa a continuar
con el análisis.
[16]
Existe una diferencia fundamental entre el concepto de jurisdicción y el concepto de
competencia8. Si bien existen diversas acepciones en doctrina, en sentido propio la
jurisdicción es la potestad para decir el derecho (iuris dictio), potestad de administrar
justicia que sólo es reconocible al juez; en tanto que la competencia es un atributo de esa

8
 Según Gordillo, competencia “es el conjunto de funciones que un agente puede legítimamente ejercer; el concepto de
“competencia” da así la medida de las actividades que de acuerdo al ordenamiento jurídico corresponden a cada órgano
administrativo: Es su aptitud legal de obrar y por ello se ha podido decir que incluso formaría parte esencial e integrante
del propio concepto de órgano.” Agustín Gordillo. Tratado de Derecho Administrativo, p. 167.
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jurisdicción. En el sentido chiovendano del término se reconoce al órgano administrativo
competencia9 y sólo al juez, jurisdicción10. En el mismo sentido, Gordillo concluye:

Concluimos así en que la administración no ejerce en ningún caso función


jurisdiccional, y que si sus actos se parecen en alguna hipótesis, por su
contenido a los de aquella función, no tienen, sin embargo, el mismo régimen
jurídico. Representándolo simbólicamente, diríamos entonces que PE ≠ PJ:
Esto es, que la administración no realiza función jurisdiccional. 11 (Las
negrillas nos pertenecen)
[17]
Finalmente, el doctrinario antes citado clasifica a la competencia en: competencia en
razón de la materia, competencia en razón del territorio, competencia en razón del tiempo
y competencia en razón del grado. En lo que se refiere a la competencia de la SGCAN
para investigar conductas anticompetitivas12, esta se encuentra expresamente
establecida en los artículo 93 y 94 del Acuerdo de Cartagena que disponen:

Artículo 93.- Antes del 31 de diciembre de 1971 la Comisión adoptará, a


propuesta de la Secretaría General, las normas indispensables para prevenir o
corregir las prácticas que puedan distorsionar la competencia dentro de la
Subregión, tales como “dumping”, manipulaciones indebidas de los precios,
maniobras destinadas a perturbar el abastecimiento normal de materias
primas y otras de efecto equivalente. En este orden de ideas, la Comisión
contemplará los problemas que puedan derivarse de la aplicación de los
gravámenes y otras restricciones a las exportaciones.

Corresponderá a la Secretaría General velar por la aplicación de dichas


normas en los casos particulares que se denuncien.

Artículo 94.- Los Países Miembros no podrán adoptar medidas correctivas sin
ser autorizados previamente por la Secretaría General. La Comisión
reglamentará los procedimientos para la aplicación de las normas del presente
Capítulo. (Las negrillas nos corresponden)
[18]
Asimismo, cabe citar el artículo 10 de la Decisión 608, en concordancia con el artículo 30
del Acuerdo de Cartagena, en la cual se otorga competencia de investigación a la
Secretaría General:

Artículo 10.- La Secretaría General podrá iniciar investigación de oficio o a


solicitud de las autoridades nacionales competentes en materia de libre
competencia o de los organismos nacionales de integración de los Países
Miembros, o de las personas naturales o jurídicas, de derecho público o
privado, organizaciones de consumidores u otras entidades cuando existan
indicios de que éstos han realizado conductas que pudieran restringir de

9
 El profesor García de Enterría, señala que la competencia es: “la medida de la potestad que corresponde a cada
órgano, siendo siempre una determinación normativa. A través de la norma de competencia se determina en qué medida
la actividad de un órgano ha de ser considerada como actividad del ente administrativo (…). La competencia se
determina, en consecuencia, analíticamente, por las normas (…), siendo irrenunciable su ejercicio por el órgano que la
tenga atribuida como propia (…)”García de Enterría, Eduardo y Ramón Fernández, Tomás, Curso de Derecho
Administrativo, p. 592.
10
Chiovenda Giussepe. Principios de Derecho Procesal Civil. Tomo II. Madrid Ed Reus. 1925. p. 339 y ss y 599 - 607.
11
Agustín Gordillo. Tratado de Derecho Administrativo y obras selectas. Tomo 8. 1 era edición, Fundación de Derecho
Administrativo, Buenos Aires, 2013, pág. 95
12
La competencia de los órganos en derecho público “no se presume y debe estar acordada en forma expresa o
razonablemente implícita por una norma jurídica para que pueda reputársela legalmente existente.” Gordillo, Agustín,
Tratado de Derecho Administrativo, pág 168.
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manera indebida la competencia en el mercado. (Las negrillas nos
pertenecen)
[19]
Como se observa del artículo antes citado, la Secretaría General es competente para
resolver el inicio13 de una investigación, sea de oficio o a solicitud de parte, cuando
existan indicios de conductas que puedan restringir la competencia en el mercado (dentro
del ámbito de aplicación de la Decisión 608). En este sentido, es infundado sostener que
la Resolución 1883, por medio de la cual se resuelve el inicio de la investigación a
solicitud de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado, por existir indicios de
conductas restrictivas a la competencia en el ámbito de aplicación de la Decisión 608,
sería nula por haber sido emitida por una autoridad incompetente.
[20]
Las recurrentes refieren el artículo 5 de la Decisión 608 para sostener la alegada falta de
competencia de la SGCAN. Al respecto es necesario recordar lo señalado en la parte
pertinente de la Resolución 1883, que indicó:
[14]
El artículo 5 de la Decisión 608 se refiere al ámbito de aplicación del
régimen comunitario sobre Libre Competencia. En tal sentido, es una
disposición cuyo contenido, objeto y finalidad se dirige a informar al
administrado en cuáles supuestos debe acudir a la instancia
comunitaria y en cuáles debe acudir a la instancia nacional.
[21]
Con base en lo expresado se concluye que la Secretaría General es competente para
resolver el inicio de esta investigación.
[22]
Se observa además que para sostener que la Resolución 1883 es nula por “falta de
jurisdicción” (supuesta falta de competencia, conforme ha sido explicado), las recurrentes
desarrollan los siguientes puntos:

 Las pruebas incluidas en la solicitud de la SCPM no demuestran un efecto andino


de la presunta conducta anticompetitiva como lo establece el artículo 5 de la
Decisión 608.

 Las pruebas no pueden ser utilizadas válidamente por la Secretaría General


porque tienen carácter auto incriminatorio y fueron entregadas a la SCPM dentro
de un programa de exención del pago de la multa y además se debe respetar la
reserva de dichas pruebas.

 El uso de información reservada de personas naturales es violatoria de derechos


fundamentales y de derechos humanos.

 Los mercados ecuatoriano y colombiano son intrínsecamente diferentes.

 La actividad del cartel identificado por la Superintendencia de Industrias y


Comercio (SIC) en Colombia se refería exclusivamente al mercado colombiano y
no podría haber tenido ningún efecto en otro país.

 Errónea evaluación del Informe Motivado expedido por la SIC con el fin de
demostrar la dimensión andina de la conducta, y confirmación de la evaluación de
la jurisdicción contenida en el Informe Motivado expedido por la SIC

13
Gabino Fraga indica que “la competencia en derecho administrativo tiene una significación idéntica a la capacidad en
derecho privado; es decir, el poder legal de ejecutar determinados actos. Constituye la medida de las facultades que
corresponden a cada uno de los órganos de la Administración.” Gabino Fraga, Derecho Administrativo, pág 269.
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[23]
Respecto a lo enunciado, es necesario evidenciar nuevamente que ninguno de los puntos
se refiere a alguna de las causales de nulidad establecidas en el artículo 12 de la
Decisión 425. No obstante, asumiendo que se alega la nulidad por falta de competencia
(no por falta de jurisdicción como consta en el escrito), tampoco se indica si la Secretaria
General es incompetente en razón de la materia, del territorio, del tiempo y/o del grado,
para emitir el acto impugnado (Resolución 1883). Todo lo contrario, como ya se había
manifestado, la Secretaría General es competente para resolver el inicio de una
investigación en el ámbito de la Decisión 608.
[24]
En conclusión, la “falta de jurisdicción” no es causal de nulidad al amparo de lo
establecido en el artículo 12 de la Decisión 425. En el caso que lo que las recurrentes
querían alegar era la falta de competencia, se observa que ninguno de los alegatos
sostiene la falta de competencia “bien entendida” de la Secretaría General y más bien se
refieren a cuestiones que tienen que dilucidarse en la investigación.
[25]
Por todo lo expuesto, se evidencia que el alegato de las recurrentes es infundado; no
obstante, en gracia de discusión y para mayor abundamiento, se analizará los puntos
sostenidos por las recurrentes, tomando en consideración que de conformidad con lo
establecido en el artículo 40 de la Decisión 425, salvo las cuestiones de incompetencia
de la Secretaría General, corresponde al interesado recurrente “probar los vicios que en
su opinión afectan al acto recurrido”.

2.1.1 Sobre que las pruebas incluidas en la solicitud de la SCPM no


demuestran un efecto andino de la presunta conducta anticompetitiva
como lo establece el artículo 5 de la Decisión 608
[26]
Como ya se había señalado, el artículo 5 de la Decisión 608 se refiere al objeto de esta
Decisión y determina su aplicabilidad por lo que nos remitimos a lo señalado ut supra.
[27]
Se debe resaltar que el artículo 10 de la Decisión 608 faculta a la Secretaría General de
la Comunidad Andina a iniciar investigaciones dentro del ámbito de aplicación de la
Decisión en referencia, cuando existan “indicios” de la existencia de conductas que
pudieran restringir de manera indebida la competencia en el mercado.
[28]
En toda investigación por prácticas contrarias a la libre competencia se verifican dos
momentos: el primero de carácter indiciario, en la fase de apertura de investigación y el
segundo, de verificación, en la fase de investigación. Si a nivel de la fase admisoria no
resulta posible identificar indiciariamente la presencia de conductas anticompetitivas que
sean objeto de la Decisión 60814, la SGCAN deberá rechazar la solicitud. Si
contrariamente, el solicitante aporta elementos de juicio suficientes como para sustentar
la posible existencia de estas, se abrirá la investigación y a las resultas de la misma, la
autoridad comunitaria bien declarará que la conducta es restrictiva de la libre
competencia y determinará la aplicación de las medidas correctivas y/o sancionatorias
correspondientes; o bien, archivará la investigación.
[29]
Sobre el concepto de “indicio” la doctrina ha señalado: “El indicio es un hecho de cual se
infiere otro desconocido. Debe quedar suficientemente claro que el indicio es, por así
decirlo, un hecho especialmente cualificado porque tiene la propiedad de salirse de sí
mismo y mostrar otro”15; en consecuencia basta la demostración de un hecho próximo a
otro para inferir su ocurrencia, de allí la utilidad del indicio como medio de prueba.
14
Sobre el particular, el Tribunal Andino, en el Proceso 204-IP-2013 ha señalado: “El Tribunal advierte claramente que la
Decisión 608 no se aplica a problemas de prácticas restrictivas de la competencia que no tengan incidencia subregional,
es decir, que tengan origen y efecto en un único País Miembro sin tener injerencia en el territorio de uno o más Países
Miembros. Por lo que, en el caso concreto, se debe aplicar la normativa nacional toda vez que el caso en estudio no tiene
efecto en otro País Miembro de la Comunidad Andina.”
15
Parra Jairo (2000) Manual de Derecho Probatorio pp 495
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[30]
Esta lógica procesal se expresa normativamente en la presunción dispuesta por los
artículos 7 y 8 de la Decisión 608 y en el requerimiento indiciario para la apertura de la
investigación señalado en el artículo 10 del mismo cuerpo normativo; es refrendada por el
artículo 14 que indica que la Resolución de inicio de investigación contendrá los bienes o
servicios “presuntamente” afectados (se observa que no se requiere una afectación
demostrada en esta fase del procedimiento). Nótese, en este sentido, que sólo para los
efectos de determinar el cese de la restricción y disponer las medidas correctivas y/o
sancionatorias, el artículo 34 de la misma Decisión requiere que se demuestre la
infracción a los artículos 7 u 8 de la Decisión.
[31]
De la revisión de las consideraciones presentadas por las empresas Colombiana
Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del Ecuador, respecto a que no habría una
conducta anticompetitiva con alcance subregional, se advierte que dichas empresas se
limitan a exponer apreciaciones relativas a su propia interpretación del artículo 5 de la
Decisión 608; por lo que no desvirtúan de manera objetiva los indicios probatorios que
tuvo en cuenta la SGCAN para abrir una investigación, por supuestas prácticas
anticompetitivas conforme lo resuelto en la Resolución 1883.
[32]
Aún así y conforme se señaló en la Resolución 1903, la SGCAN revisó nuevamente toda
la información que determinó tal apertura de la investigación, encontrando que en lo que
respecta al factor geográfico, indicios de una práctica que habrían rebasado la órbita del
territorio nacional colombiano para involucrar a Ecuador e indicios de un eventual efecto
económico transfronterizo, los documentos entregados por la SCPM aportan suficientes
indicios para iniciar una investigación. Los documentos entregados por la SCPM fueron:

a. Copia certificada de la declaración del señor Rafael Hincapié Camader de


fecha 09 de julio de 2014 ante la SCPM de Ecuador.

b. Copia del Acta de Reunión de fecha 17 de noviembre de 2014.

c. Copia del Acta de Reunión de fecha 28 de enero de 2015.

d. Copia certificada de la declaración de Luis Fernando Palacio de fecha 13 de


julio de 2014 ante la SCPM de Ecuador.

e. Copia del Acta de Reunión de fecha 19 de febrero de 2015.

f. CD con el audio de la teleconferencia entre los funcionarios de la SCPM y el


señor Luis Fernando Palacio del 19 de febrero de 2015.

g. Ofrecimiento en prueba del expediente de la SIC N° 14-151027, adjuntando


copia del Informe Motivado de la Delegatura para la Protección de la
Competencia de la SIC de Colombia y se reserva el derecho de aportar mayor
información posteriormente.
[33]
Dicho esto, se aprecia que el alegato referido a que las pruebas no demuestran un efecto
andino, está destinado más bien a impugnar la existencia misma de una conducta
anticompetitiva de efecto subregional. Esto constituye un argumento que alude al fondo
de la cuestión y que sólo puede determinarse a las resultas de la investigación que se
efectúe.
[34]
Se observa que con el presente recurso de reconsideración se pretende que la SGCAN
se abstenga de ejercer sus funciones como autoridad administrativa de la Comunidad
Andina, por lo que los particulares ya sean personas naturales o jurídicas están obligados

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entre otras circunstancias a soportar la investigación administrativa y de encontrarse
responsables, de asumir eventualmente una sanción.
[35]
Al respecto, la doctrina ha establecido las características de la inspección administrativa:

a) Es una potestad administrativa con poder para la administración que proviene de


un mandato legal;
b) Tiene naturaleza individual que no requiere de la voluntad del administrado;
c) Trae consigo, siempre, aunque en diversos grados, la restricción o limitación de
derechos del administrado quien deberá soportarlos en la medida de su
proporcionalidad y porque su finalidad institucional pretende, la satisfacción de un
especial y concreto interés público; y,
d) La administración tiene autonomía para ejercer dichas funciones16”.
[36]
En conclusión, la SGCAN no puede dejar de resolver las cuestiones que se sometan a su
consideración, más aún cuando por mandato del Acuerdo fundacional de la Comunidad
Andina tiene la obligación de velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico andino.
Lo que es más, no puede dejar de investigar cuando se han presentado indicios
suficientes de la existencia de conductas anticompetitivas que son de su competencia.
Por lo señalado, se concluye que lo alegado en este punto es infundado.

2.1.2 Sobre que las pruebas no pueden ser utilizadas válidamente por la
Secretaría General porque tienen carácter auto incriminatorio y fueron
entregadas a la SCPM dentro de un programa de exención del pago de la
multa y además se debe respetar la reserva de dichas pruebas
[37]
Las recurrentes señalan en su escrito:

Es claro que la información y pruebas presentados por KCE a la SCPM de


conformidad con una aplicación al Programa de Exención del Pago de la
Multa son confidenciales tanto por pertenecer a un proceso de investigación
como por su naturaleza auto incriminatoria y solamente pueden ser usadas por
la Autoridad Ecuatoriana dentro del programa de Clemencia establecido en la
legislación de ese país. El uso de estas pruebas por parte de la SCPM para
presentar una Solicitud contra su solicitante de clemencia [sic] constituye una
violación absoluta de los derechos constitucionales de KCE y de otras
personas al debido proceso y a la no auto incriminación, como se
demostrará aquí. Adicionalmente, la CAN debe respetar la confidencialidad
de la información, y el mero uso por parte de la CAN de estas pruebas como
soporte para cualquier decisión también viola ese derecho de KCE y de otras
personas a la no autoincriminación.17(Las negrillas nos corresponden)
[38]
Respecto a la confidencialidad de la información entregada por la SCPM a la SGCAN, se
observa que mediante el Oficio No. SCPM-SG-071-2016 de 10 de noviembre de 2016, la
autoridad de competencia del Ecuador certifica que la documentación anexa a la solicitud
de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado fue
desclasificada con base en lo establecido en el artículo 66 de la Resolución N° SCPM-
DS-081-2015.
[39]
Este entendimiento se ratifica en el Oficio N° SCPM-IG-011-2017-O de la SCPM, de
fecha 14 de febrero de 2017, donde dicha autoridad señala:

16
Tirado José (2011) Reflexiones en torno a la potestad de inspección o fiscalización de la administración pública en
Revista Derecho & Sociedad No. 37 Pontificia Universidad Católica del Perú pp 253-254
17
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 30
Página 9 de 22
“[…] la documentación e información remitida a la Secretaria General de la
CAN fueron recabados por la SCPM dentro de un expediente investigativo
signado con el No. SCPM-IIAPMAPR-EXP-2014-009 […]”18

“[…] la información y documentación que la SCPM remitió a la Secretaria


General de la CAN, fue tomada del expediente investigativo signado con el No.
SCPM-IIAPMAPR-EXP-2014-009 (No de un expediente de delación
compensada o exención de pago de multa), información que fue declarada por
la autoridad administrativa competente como confidencial, posteriormente la
misma autoridad administrativa competente resuelve declarar que la
información y documentación con carácter de reservada (es decir dejó de ser
confidencial), y finalmente el señor Intendente General resolvió desclasificar la
información y documentación, esto es retirar las protecciones de reserva a
dicha información, por ende constituyéndose la misma en información pública.
[…]”19
[40]
De los oficios antes citados se observa que la información señalada por las recurrentes
habría sido desclasificada. Además, se advierte que contrariamente a lo manifestado por
las recurrentes, la documentación e información proporcionada por la SCPM, la cual
sirvió de base indiciaria para que la Secretaría General resuelva el inicio de la
investigación, no fue entregada inicialmente por las recurrentes a la SCPM dentro de un
programa de exención del pago de la multa, sino dentro de un procedimiento de
investigación que se tramitó bajo el expediente SCPM-IIAPMAPR-EXP-2014-009. El
expediente antes referido no dio lugar a ningún procedimiento de delación. Conforme la
SCPM, es de ese expediente que se desclasificó la información entregada a la SGCAN.
[41]
Se deja sentando que la SGCAN no ha tenido a la vista el expediente de delación referido
por las recurrentes, ni le consta su contenido. Sobre esto se observa que conforme al
artículo 40 de la Decisión 425, las recurrentes estaban llamadas a probar que las piezas
entregadas a la SGCAN formaron parte de ese expediente, lo que no hizo. Se anota que
aún sí las piezas desclasificadas y por ende públicas que la SCPM entregó a la SGCAN
hubieran sido presentadas en otro expediente sobre el cual recayera algún tipo de
confidencialidad, el hecho de su desclasificación y subsiguiente divulgación las hace
inelegibles para ser consideradas como confidenciales, en el ámbito comunitario andino.
[42]
Además, respecto a la supuesta autoincriminación, se observa que este es un derecho
humano que permite que el imputado no pueda ser obligado a declarar contra sí mismo ni
a declararse culpable. Sin embargo, no existe autoincriminación en la confesión de
culpabilidad, debido a que ésta fue brindada voluntariamente. De otra parte, dicha
confesión no constituye prueba plena y debe ser evaluada conforme a las reglas de la
sana crítica en el conjunto de los demás medios probatorios aportados.
[43]
En este sentido, se observa que la información entregada a la SGCAN corresponde a
actas de reuniones realizadas entre los representantes y ex empleados de las recurrentes
con funcionarios de la SCPM, a las cuales se anexó las declaraciones de los ex
empleados, destacándose que no constan en ellas las declaraciones formuladas por las
recurrentes, en cabeza propia. En ese orden de ideas, mal harían las recurrentes en
pretender ejercer una procuración impropia de las personas que suscribieron tales
declaraciones, así como mal haría en pretender ahora defender declaraciones que no
consta que hayan realizado. Se sigue de lo señalado que las recurrentes tampoco
podrían alegar una supuesta autoincriminación por confesiones que no les corresponden.

18
Oficio N° SCPM-IG-011-2017-O de la SCPM de fecha 14 de febrero de 2017, p. 5
19
Oficio N° SCPM-IG-011-2017-O de la SCPM de fecha 14 de febrero de 2017, p. 7
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[44]
De lo expuesto, se concluye que los alegatos de las recurrentes son infundados.

2.1.3 Sobre que el uso de información reservada de personas naturales es


violatoria de derechos fundamentales y de derechos humanos
[45]
Las recurrentes señalan que la SCPM al desclasificar la información confidencial, viola
sus derechos fundamentales y los derechos humanos de las personas. Asimismo, la
SCPM habría violado el debido proceso de las personas naturales y jurídicas, así como
los artículos 1.1 y 24 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
[46]
Al respecto, debemos señalar que no corresponde que la SGCAN analice o se pronuncie
sobre los actos de una autoridad nacional. Asimismo, no es responsable por los actos de
esta última.
[47]
La SGCAN es un organismo internacional independiente de sus Países Miembros y no
está sujeta al mandato imperativo de ninguno de éstos, conforme lo señala el artículo 29
del Acuerdo de Cartagena. En tal virtud, la SGCAN se rige exclusivamente por las
normas, principios y fuentes que son propios del derecho comunitario andino.
[48]
Sin perjuicio de lo anterior, se observa que “la protección otorgada por el sistema
interamericano de derechos humanos se limita sólo a las personas naturales, quedando
fuera las personas jurídicas, pues estas, no pueden ser víctimas de una violación de
derechos humanos”, según lo ha indicado la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Banco de Lima Vs Perú.20
[49]
En este sentido, la CIDH ha sostenido que la Convención otorga protección a las
personas físicas o naturales21, excluyendo de su ámbito de aplicación a las personas
jurídicas, por cuanto estas son ficciones jurídicas sin existencia real en el orden material.
Esta interpretación se confirma al verificar el verdadero significado que se le atribuye a la
20
CIDH. Informe N° 10/91(inadmisibilidad), Caso 10.169. Banco de Lima Vs. Perú, 22 de febrero de 1999, considerando 3;
Informe Nº 47/97 (inadmisibilidad), Tabacalera Boquerón S.A. Vs. Paraguay, 16 de octubre de 1997, párrs. 24, 25, 26 y
36; e Informe Nº 39/99 (inadmisibilidad), MEVOPAL S.A. Vs. Argentina, 11 de marzo de 1999, párr. 18.
21
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la opinión consultiva OC-22/16, donde se indaga sobre la titularidad
de derechos de las personas jurídicas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (interpretación y alcance del
artículo 1.2, en relación con los artículos 1.1, 8, 11.2, 13, 16, 21, 24, 25, 29, 30, 44, 46 y 62.3 de la Convención
americana sobre derechos humanos, así como del artículo 8.1.a y b del protocolo de san salvador), explica que:
Ante la consulta de si las personas jurídicas pueden ser consideradas como titulares de los derechos establecidos en la
Convención Americana y, por tanto, podrían acceder de forma directa al sistema interamericano como presuntas
víctimas, la Corte consideró imperativo realizar una interpretación del artículo 1.2 de la Convención. Para ello, hizo uso
de los métodos interpretativos estipulados en la Convención de Viena y analizó: a) el sentido corriente del término y la
buena fe; b) el objeto y fin del tratado; c) el contexto interno del tratado, y d) la interpretación evolutiva.
En relación al sentido corriente del término y la buena fe, la Corte reiteró que el artículo 1.2 de la Convención establece
que los derechos reconocidos en dicho instrumento corresponden a personas, es decir, a seres humanos. Desde el
objeto y fin del tratado, indica que la expresión es “la protección de los derechos fundamentales de los seres humanos”, y
por consiguiente, una interpretación teleológica de la norma coincidiría en que las personas jurídicas están excluidas de
la protección otorgada por la Convención Americana.
Frente al contexto interno del tratado, se explica que el Preámbulo de la Convención Americana, así como las primeras
consideraciones de la Declaración Americana, muestran que estos instrumentos fueron creados con la intención de
centrar la protección y titularidad de los derechos en el ser humano.
Frente al Sistema universal: “La Corte constata que los derechos humanos contenidos en el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (en adelante el “PIDCP”) no son extensivos a las personas jurídicas. La interpretación oficial
de este instrumento establece de manera clara que solamente los individuos pueden someter una denuncia ante el
Comité de Derechos Humanos (en adelante “CDH” o el “Comité de Derechos Humanos”). Al respecto, el CDH ha
establecido que, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 1 del Protocolo Facultativo del PICDP, solamente los
individuos pueden presentar denuncias ante este órgano. Asimismo, la Observación General número 31 del CDH
establece que “[l]os beneficiarios de los derechos reconocidos por el Pacto son los individuos”. Asimismo, en varias
resoluciones, el Comité de Derechos Humanos, ha insistido en que, “independientemente de que pareciera que los
alegatos tengan relación con cuestiones del Pacto”, las personas jurídicas no cuentan con capacidad procesal ante el
órgano. Sumado a esto, el Comité de Derechos Humanos exige que, quien presente la denuncia, sea al mismo tiempo la
víctima de los derechos presuntamente violados.
Página 11 de 22
frase ‘persona es todo ser humano’ con el texto del Preámbulo de la Convención, el cual
reconoce que los derechos esenciales del hombre tienen como fundamento los atributos
de la persona humana y reitera la necesidad de crear condiciones que permitan a cada
persona realizar el ideal del ser humano libre, exento del temor y la miseria.22
[50]
No obstante, en el caso que lo que se quiera alegar es la violación de los derechos
humanos de las personas naturales señaladas en los hechos denunciados por la
Superintendencia de Control del Poder de Mercado, se observa que dentro del
expediente del recurso no se ha otorgado ninguna procuración a las recurrentes ni a su
abogados para representar a alguna de estas personas.
[51]
Por lo demás, en lo que respecta al nivel comunitario, la Secretaría General no observa
que se produzca, en este caso, alguna violación de derechos fundamentales por el acto
de apertura de investigación efectuado mediante la Resolución 1883, por cuanto la
información que allí se cita no divulga ninguna información de carácter personal de las
personas allí referidas.
[52]
En cuanto a la supuesta violación de los derechos fundamentales, se observa que las
recurrentes ni han identificado que derechos se trataría, no han explicado las razones de
tal violación, ni menos aun las han probado. Por lo expuesto, se observa que es
infundado el argumento de las recurrentes.
[53]
Finalmente, cabe citar lo manifestado por la SCPM en su Oficio N° SCPM-IG-011-2017-O
de 14 de febrero de 2017:

“Siendo preciso indicar que este organismo técnico de control tiene la obligación
de velar por el normal desenvolvimiento del mercado, para lo cual la
desclasificación de la información constituye una herramienta jurídica que permite
luchar contra prácticas anticompetitivas y coadyuvar para aclarar si efectivamente
se han cometido actos que van en contra del comercio justo, teniendo en
consideración que la información no versa sobre secretos empresariales, en este
caso, se desclasificó versiones, testimonios, que refieren estrictamente a puntos
de vista particulares respecto de un asunto; por tanto, la desclasificación de las
expresiones dadas en estas declaraciones, no vulneran derecho
constitucional alguno, mucho menos menoscaba a los derechos humanos
de los declarantes; es un mero enfoque de la percepción de un persona
frente a un posible acto que podría ser anticompetitivo, que pueden o no
servir de argumento para el inicio de un procedimiento.

Como corolario es sustancial enfatizar que la SCPM en cumplimiento de sus


deberes como organismo técnico de control, tutelando el bien común, puso en
conocimiento de la Secretaria General de la CAN información y documentación
que le permitan iniciar una investigación tendiente a evitar y suspender prácticas
anticompetitivas que lesionan el equilibrio del mercado, información que
debidamente desclasificada de su reserva y por tanto obtuvo el carácter de
pública; en tal virtud, no se han vulnerado derechos o garantías
constitucionales, sino por el contrario se ha actuado en ejercicio de
protección del bien común colectivo.”23 (Las negrillas nos pertenecen)

22
Cfr. CIDH Informe Nº 39/99, caso MEVOPAL S.A, Argentina, 11 de marzo de 1999, párrafos 2 y 17; CIDH Informe Nº
47/97, caso Tabacalera Boquerón, S.A., Paraguay, 18 de octubre de 1997, párrafos 25 y 35. En el mismo sentido en
CIDH, Informe 10/91, caso Banco de Lima, Perú, 22 de febrero de 1991, párrs.1/3; CIDH, Informe 106/99 Bendeck -
Cohdinsa, Honduras del 27 de septiembre de 1999, párr. 20; CIDH, Informe 103199, caso Bemard Merens y familia,
Argentina, 27 de septiembre de 1999, párr. 3.
23
Oficio N° SCPM-IG-011-2017-O de la SCPM, de fecha 14 de febrero de 2017, p. 12
Página 12 de 22
[54]
De lo expuesto, se concluye que la Resolución recurrida no habría vulnerado derechos
fundamentales y humanos, por tanto, el alegato es infundado.

2.1.4 Los mercados ecuatoriano y colombiano son intrínsecamente diferentes


[55]
Las recurrentes señalan que:

Un requisito esencial para considerar la existencia de un cartel regional es la


similitud de los mercados. Este elemento no está presente en el caso que nos
ocupa. De hecho, las características competitivas de los países son diferentes.
Las compañías enfrentan diferentes competidores, tienen clientes diferentes y
en Colombia hay producción productos [sic] de papel suave proveniente de
diferentes materias primas.

[…]

Una vez dicho lo anterior, en Kimberly hay un empleado que es designado


como líder regional (KCP) (en este caso, Palacio) que supervisa la actividad
en diferentes países […]

Es verdad que Palacio se reunió con su par en Familia con el fin de fijar
precios. Sin embargo, los carteles eran nacionales en alcance y por esa
razón los empleados a cargo del negocio colombiano solamente se reunieron
con sus partes del negocio en Colombia, de Familia, Papeles Nacionales y C y
P.24 (Las negrillas nos pertenecen)
[56]
Como se observa en la cita, las recurrentes alegan que en este caso no existe similitud
entre los mercados de Colombia y Ecuador, lo que a su criterio sería un requisito esencial
para que exista un cartel regional; y, sostienen que los carteles serían nacionales. Así,
refieren que las características de los países son distintas, por cuanto presentan
diferentes competidores y clientes. Finalmente, concluyen que la existencia del referido
cargo no puede ser base para que la Secretaría General decida que existe un cartel
regional.
[57]
Sobre el particular, cabe señalar que las recurrentes se limitan a negar la repartición de
mercado y la existencia de un cartel regional, más no demuestran su alegato, conforme a
lo establecido en el artículo 40 de la Decisión 425. Sin perjuicio de lo anterior, se debe
señalar que no corresponde en el inicio de la investigación determinar si existió o no una
repartición de mercado o si existe o no un cartel regional, ya que como se había
explicado, en esta etapa se requiere únicamente de indicios suficientes. En todo caso, los
argumentos sostenidos por las recurrentes son precisamente la materia de la
investigación que se ha iniciado, por lo que deberán ser sustanciados en dicha
oportunidad.

2.1.5 La actividad del cartel identificado por la SIC en Colombia se refería


exclusivamente al mercado colombiano y no podría haber tenido ningún
efecto en otro país
[58]
Las recurrentes indican en su escrito:

[…] el cartel en Colombia tuvo efectos solamente en el mercado colombiano.


Es imposible llegar a conclusión diferente: los acuerdos cubrieron un paso en
la producción local y la cadena de comercialización de papel suave que
solamente afectó a las ventas locales, ya que los acuerdos se referían a
24
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 49
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precios para distribuidores locales. Por consiguiente, solamente podían afectar
productos vendidos en el mercado doméstico. Los acuerdos colombianos no
podían tener efecto en el mercado ecuatoriano; ¿cómo un cartel que acordaba
precios a distribuidores en Colombia podría afectar el mercado ecuatoriano?25
[59]
Las recurrentes indican que el cartel que existía en Colombia y que fue delatado por CKC
a la SIC, solamente cubría el mercado nacional, dado que los acuerdos buscaban fijar
precios a ciertos canales de distribución local, por consiguiente, el cartel nunca cubrió
producción o exportaciones y nunca se dieron efectos en el comercio regional, por cuanto
solo se afectó a productos vendidos en el mercado local.
[60]
En su escrito manifiestan que los productos exportados son enviados desde el área de
producción a las compañías del grupo en otros países a precios inter-compañía; estos
precios no eran parte del cartel, no existiendo por tanto, pruebas ni hallazgos en alguna
investigación que demuestre lo contrario.
[61]
Sobre el particular, cabe señalar que las recurrentes se limitan a argumentar lo antes
transcrito y no prueban la existencia de un vicio de nulidad en la Resolución 1883,
conforme lo establecido en el artículo 40 de la Decisión 425. No corresponde en el inicio
de la investigación determinar si existió o no un efecto subregional, ya que en esa etapa
se requiere únicamente de indicios suficientes, esto es, la enunciación de los bienes o
servicios “presuntamente afectados”. En todo caso, los argumentos sostenidos por las
recurrentes son precisamente la materia de la investigación que ha iniciado, por lo que se
analizará en dicha oportunidad.

2.1.6 Errónea evaluación del Informe Motivado expedido por la SIC con el fin de
demostrar la dimensión andina de la conducta y confirmación de la
evaluación de la jurisdicción contenida en el Informe Motivado expedido
por la SIC
[62]
Las recurrentes indican:

[…] el Superintendente Delegado encontró que las conductas verificadas en


Colombia no tuvieron efecto en el mercado andino dado que la práctica fue
originada y produjo sus efectos en un mercado único, el mercado colombiano.
También soporta estos argumentos referidos en la GUÍA PRÁCTICA PARA LA
APLICACIÓN DE LA DECISIÓN 608 “NORMAS PARA LA PROTECCIÓN Y
PROMOCIÓN DE LA LIBRE COMPETENCIA EN LA COMUNIDAD ANDINA” y
al Dictamen expedido por la Secretaría (Dictamen No. 01-2007 del 26 de
marzo de 2007 – Caso Flores). Acerca del Dictamen, es importante señalar
que la posición de la Secretaría es que, con el fin de ejercer la jurisdicción
Andina, bajo el Artículo 5 de la Decisión 608, es necesario demostrar que los
efectos reales de una práctica llevada a cabo en el mercado de un Estado
Miembro fueron producidos en el mercado de otro Estado Miembro […] 26 (Las
negrillas son propias del texto)
[63]
Las recurrentes sostienen, además, que no existirían pruebas o referencias para soportar
que un comportamiento anticompetitivo investigado en Colombia esté relacionado con el
comercio internacional entre los Países Miembros de la Comunidad Andina. Agregan que,
a su parecer, el Superintendente Delegado habría encontrado que las conductas
verificadas en Colombia no tuvieron efecto en el mercado andino. Sobre esto último, es
importante dejar sentado que las autoridades nacionales de competencias no pueden
25
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 52
26
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 54
Página 14 de 22
pronunciarse sobre las competencias de la autoridad regional, por no tener atribuciones
para ello; lo contrario vulnera el principio de legalidad.
[64]
La Secretaría General en la Resolución recurrida ha señalado que con base en diversa
información y medios probatorios aportados por la SCPM, entre los que se incluye el
Informe Motivado de la SIC, encontró indicios suficientes para iniciar una investigación
por supuestas prácticas anticompetitivas. Para la apertura de la investigación del
presente caso, no se tuvo en cuenta el expediente de la SIC y en tal sentido, este no fue
valorado ni positiva ni negativamente. Un acto de apertura de investigación consiste en la
verificación de los requisitos de admisibilidad y no en la valoración de un medio
probatorio de manera aislada del paquete de pruebas obrante en el expediente.
[65]
Por lo expuesto, el argumento de las recurrentes es infundado.

2.2 El principio de non bis in idem.


[66]
Las recurrentes señalan que la Resolución N° 1883 de la Secretaría General vulnera el
principio de non bis in idem de dos maneras: i) la Secretaría General ya anteriormente
rechazó el caso y, ii) el caso papel suave ya fue decidido de manera definitiva por la
Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia (SIC).
[67]
Respecto al principio de non bis in idem, el profesor Luiggi V. Santy Cabrera cita:

“Guillermo Cabanellas define al non bis in ídem como un aforismo latino que
significa “no dos veces sobre lo mismo”; por su Parte León Villalba califica el
“non bis in ídem”, o también llamado “ne bis in ídem” como un criterio de
interpretación o solución al constante conflicto entre la idea de seguridad
jurídica y la búsqueda de justicia material, que tiene su expresión en un criterio
de la lógica, de que lo ya cumplido no debe volverse a cumplir. Esta finalidad,
agrega el referido autor, se traduce en un impedimento procesal que negaba
la posibilidad de interponer una nueva acción, y la apertura de un segundo
proceso con un mismo objeto.”27
[68]
En lo que corresponde a la órbita administrativa el principio se predica respecto al hecho
de que no se podrá imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una sanción
administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad de sujeto,
hecho y fundamento. Se observa así que la aplicación de este principio exige la presencia
al caso concreto de tres “identidades”. En primer orden, se debe tratar de la misma
persona (eadem persona); en segundo orden, se debe tratar del mismo hecho (eadem
res), y por último debe tratarse de los mismos fundamentos (eadem causa pretendi).
[69]
Se agrega a los presupuestos procesales indicados en el párrafo anterior, la condición de
que el principio del non bis in idem se predique respecto de una misma jurisdicción
territorial. En este sentido, tal principio no ha alcanzado reconocimiento y vigencia
internacional, de tal suerte que por principio de soberanía, las penas y sanciones
decretadas por un Estado, no afectan la investigación y la eventual aplicación de penas y
sanciones por otro Estado, aún si se trata de los mismos hechos y las mismas personas.
[70]
Mutatis mutandis la independencia que ostenta una organización internacional respecto
de los ordenamientos jurídicos nacionales de sus Países Miembros, máxime cuando ésta
rige sus conductas por un ordenamiento jurídico independiente y supranacional, supone
que las actuaciones realizadas por la autoridad nacional, no afectan las acciones que
lleve adelante la organización internacional.

27
Luiggi V. Santy Cabrera. Los principios del derecho administrativo sancionador: análisis teórico-práctico en el marco
de la administración pública. Actualidad Gubernamental, Nº 81 - Julio 2015.
Página 15 de 22
[71]
De acuerdo con lo expresado, en el caso bajo investigación, no resulta aplicable el
principio del non bis in idem respecto de lo actuado por la SIC y tampoco es procedente
con relación a casos anteriores analizados por Secretaría General. Sobre esto último, se
aprecia que no se presentan las tres identidades antes señaladas.
[72]
Por lo demás, la eventual aplicación del principio del non bis in idem requeriría que a nivel
comunitario haya existido una primera investigación con resultados punitivos o
sancionatorios contra las empresas recurrentes en el ámbito del Derecho Comunitario
Andino y que se produzca otra sanción posterior, contra las mismas empresas, por el
mismo hecho y por los mismos fundamentos, cuestión que no ha ocurrido.
[73]
Acredita lo señalado, lo dispuesto en la Resolución N° 1855 del 1 de junio de 2016,
originada en el expediente N° LC/SJ/001/MR-DP/2016, se observa que la Secretaría
General resolvió lo siguiente:

Declarar inadmisible la solicitud del ciudadano Mauricio Velandia para iniciar


investigación contra las empresas Kimberly Clark, Familia Sancela y CMPC, por
supuestas prácticas anticompetitivas contempladas en los literales a), b) y d) del
artículo 7 de la Decisión 608 por las razones señaladas en la parte considerativa
de esta Resolución.

Se deja a salvo el derecho del solicitante de presentar una nueva solicitud, acorde
con lo establecido en la Decisión 608. (Las negrillas nos corresponden)
[74]
Es importante señalar que la indicada Resolución resolvió la inadmisión de una solicitud.
La inadmisibilidad es un resultado que se presenta cuando el solicitante omite algún
requisito formalmente requerido por la norma y, como consecuencia de ello, no da lugar a
la apertura de la investigación solicitada. Por lo tanto, no existe un pronunciamiento de la
autoridad sobre el fondo y menos aun la imposición de una sanción. De allí que la
Resolución N° 1883 señalara, como cuestión previa lo siguiente:

(…) Esta solicitud que se recibe ahora tiene conexión con la situación tratada en el
expediente LC/SJ/001/MR-DP/2016, pero se observa que la solicitante es una
persona distinta; que se refiere a una supuesta práctica restrictiva de la libre
competencia en relación con el mercado ecuatoriano, extremo que no fue parte del
ámbito de la Resolución antes referida; que son otras las empresas denunciadas
(filiales de Colombia y Ecuador de Kimberly y filiales de Familia en Colombia y en
el Ecuador); y que si bien coincide en cuanto al papel higiénico, la solicitud
presentada por la SCPM abarca los demás tipos de papeles suave o tisú, por lo
que su ámbito material involucra productos distintos.

En virtud de ello, la solicitud recibida constituye una reclamación distinta de la que


motivara el expediente N° LC/SJ/001/MR-DP/2016 conformando así un caso
jurídicamente independiente del que fuera objeto de la Resolución 1855.
[75]
Se debe tener presente además que los principios de eficacia, verdad material y de uso
de los procedimientos y formalidades, determinados en el artículo 5 de la Decisión 425,
facultan a la Secretaría General a que realice una interpretación razonable del
procedimiento con el fin de alcanzar el objetivo de la norma y le reconoce cierta iniciativa
de oficio en la búsqueda de la verdad material del asunto investigado.
[76]
El ejercicio de tales facultades no puede considerarse como arbitraria y contraria al
derecho, toda vez que se encuentra dentro de los límites objetivos de procedimiento de
investigación. Así, refiere la obligación que tiene la SGCAN de resolver los asuntos
sometidos a su consideración, conforme al artículo 3 de la Decisión 425. Se estima de
Página 16 de 22
esta forma que al alegar el principio del non bis in idem, las recurrentes pretenderían
sustraerse de la investigación por una supuesta conducta anticompetitiva.
[77]
En este sentido, ninguna persona puede negarse a ser investigada, pues tienen el deber
de someterse a la autoridad. Las empresas deben saber que sus actuaciones en el
territorio comunitario serán observadas tanto por los organismos nacionales, como por la
SGCAN, en sus respectivos ámbitos de competencia.
[78]
Por lo expuesto, el argumento de las recurrentes es infundado.

2.3 Prescripción de la acción


[79]
En su escrito de reconsideración las recurrentes citan el artículo 43 de la Decisión 608 e
indican que la conducta denunciada ha prescrito, por cuanto “las supuestas conductas
tuvieron lugar como máximo hasta el año 2012, con lo cual la conducta se encuentra
completamente prescrita, ya que evidentemente el término de prescripción solamente se
interrumpe con la decisión definitiva de la Secretaría”28.
[80]
Al respecto es necesario citar el artículo 43 de la Decisión 608 que establece:

Artículo 43.- Las infracciones a la libre competencia previstas en la presente


Decisión prescriben en el plazo de tres (3) años de haberse realizado la
conducta. En el caso de conductas continuadas, los tres años arriba citados,
se empezarán a contar a partir del día siguiente a aquél en que cesó la
conducta. (El subrayado nos pertenece)
[81]
La prescripción no puede confundirse con la falta de competencia, pues precisamente la
autoridad llamada a decidir si existe prescripción o no en este caso, es la que las
recurrentes pretenden tachar por incompetente.
[82]
El doctrinario Mario Castillo Freyre indica que la prescripción “es un medio para liberase
de determinadas obligaciones y, por tanto, afecta derechos de crédito.”29 En ese sentido,
detalla que “son dos pasos los que deben seguirse a efectos de que el fenómeno
prescriptorio sea apreciado por el Derecho. El primero, la invocación oportuna de la
prescripción; el segundo, que haya sido apreciada favorablemente por el tribunal que
conoce de la causa.”30
[83]
Ariano Deho sostiene que la prescripción y la caducidad son fenómenos extintivos que se
diferencian no tanto en lo que extinguen sino “en el modo de operar de tal extinción”. Por
un lado, establece que la caducidad configura la extinción de un derecho y de la acción,
“cual efecto automático del mero transcurso del plazo legal”; por lo que resulta indiferente
la voluntad del “favorecido” y el juez “puede apreciar la circunstancia de oficio, es decir,
sin necesidad de alegación de parte”. Por otro lado, menciona que la prescripción
extingue el derecho más no la acción, además su efecto extintivo se encuentra sujeto a la
“esfera de disponibilidad del sujeto pasivo de la relación jurídica”, en el que el interesado
debe alegarla “no sólo para que el juez se pronuncie, sino para que la extinción opere”31.

28
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 59
29
Castillo Freyre, Mario. ¿Qué es lo que extingue la prescripción? Reflexiones acerca del artículo 1989 del Código Civil
Peruano. pág. 10
30
Castillo Freyre, Mario. ¿Qué es lo que extingue la prescripción? Reflexiones acerca del artículo 1989 del Código Civil
Peruano. pág. 11
31
Cfr. Ariano Deho, Eugenia (2014). Reflexiones sobre la prescripción y la caducidad a los treinta años de vigencia del
Código Civil. En: THEMIS66 – Revista de Derecho. Páginas 329-336.
Página 17 de 22
[84]
Por lo demás, las recurrentes se limitan a contradecir y argumentar este punto, pero no
aportan ningún elemento probatorio que acredite que la conducta objeto de investigación
en efecto ha cesado de manera definitiva en la fecha que ellas indican. Respecto a esto
último, se debe señalar nuevamente la obligación establecida en el artículo 40 de la
Decisión 425.
[85]
Contrario a lo señalado por las recurrentes, la evidencia aportada por la SCPM señala
que, “(…) se tiene evidencia que los actos colusorios se desarrollaron a partir del año
2000 hasta por lo menos el año 2014, año en el cual en señor Luis Fernando Palacio se
desvincula de la compañía Kimberly Clark. (….)” 32. A la fecha, habrían transcurrió dos
años y nueves meses de producida la señalada desvinculación, por lo que la conducta
denunciada no habría prescrito. Por lo demás, se verifica también la existencia de
diversos correos y declaraciones que dan cuenta de la concertación de precios para el
año 2013 inclusive33.
[86]
Por otro lado, contradiciendo su propio dicho, las recurrentes manifiestan que “No hay
prueba alguna de que el presunto cartel continuó luego de noviembre de 2013 (…)” 34 Esta
afirmación por sí misma basta para acreditar el reconocimiento de que a la fecha de
iniciada la investigación, la práctica denunciada, no habría prescrito.
[87]
Por lo expuesto, se considera infundado el argumento de las recurrentes.

2.4 No hay pruebas de la supuesta repartición de mercados en la


investigación de Colombia ni en la del Ecuador
[88]
Las recurrentes señalan que en las investigaciones realizadas en Colombia y Ecuador no
se discutió ni analizó una presunta repartición de mercados, no existiendo por ello
pruebas de repartición de mercados ni geográfica, ni por clientes a nivel local y mucho
menos regional.35 Además, señalan que en su opinión, “debido a las diferencias en las
características de los mercados ecuatoriano y colombiano, es virtualmente imposible
repartirse mercados entre estos países.” 36
[89]
Respecto a lo alegado, se observa que las recurrentes se limitan a exponer su parecer,
pero no cumplen con la obligación establecida en el artículo 40 de la Decisión 425. No
obstante lo anterior, se evidencia que la Resolución N° 1883 no se circunscribe a describir
una conducta referida a una supuesta repartición de mercados; ya que para resolver el
inicio de la investigación se analizó todos los indicios presentados por la SCPM.
[90]
La SCPM señaló que en la investigación realizada por la SIC se determinó la existencia de
un acuerdo materializado en un período de 13 años, consistente en una fijación concertada
de precios que se manifestó de diversas maneras, entre ellas: a) el incremento de precios
de manera porcentual para todos los bienes del mercado relevante; b) la determinación de
precios diferenciados entre competidores por períodos determinados y en intervalos de
participación; c) el establecimiento de precios exactos (entendiéndose fijos) por productos

32
Escrito de solicitud de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. p 17. También se indica
que el señor Luis Fernando Palacio mantuvo su cargo de dirección a nivel regional andino hasta el mes de febrero de
2014.
33
Escrito de solicitud de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. pp. 4, 5 y 7
34
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 61
35
Cfr. Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 61
36
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., pág. 61
Página 18 de 22
similares; d) la fijación de las diferencias de precios entre competidores y/o repartición de
los mercados por segmentación37.
[91]
Asimismo, manifiesta la SCPM que del resultado de la investigación efectuada por la SIC
junto con los elementos recabados por ella, se alerta sobre la coincidencia de hechos,
participantes y circunstancias en conductas anticompetitivas que habrían tenido lugar en
Colombia, con efectos en Ecuador38; por lo que se considera la existencia de una
coordinación de los comportamientos de las empresas denunciadas, teniendo como eje
rector los hechos fácticos decididos y/o dispuestos en Colombia, materializándose en
Ecuador39.
[92]
Por los indicios presentados por la SCPM, en la Resolución recurrida se estableció que la
conducta descrita se corresponde con las formas típicas señaladas en los literales a) y c)
del artículo 7 de la Decisión 608. En todo caso, no corresponde que por vía del recurso de
reconsideración que sobre la Resolución que determina el inicio de la investigación, se
adelante un pronunciamiento sobre defensas que son propias de la investigación de fondo
[93]
Por lo expuesto, el alegato de las recurrentes es infundado.

2.5 No hay conductas anticompetitivas de Kimberly Clark Corporation


[94]
Las recurrentes señalan en su escrito:

La Resolución No. 1883 no demuestra que Kimberly Clark Corporation ejerce control
sobre CKC y KCE, pero este no es el asunto aquí, porque lo que realmente importa
es que la resolución no presenta pruebas de ningún tipo acerca de que Kimberly
Clark Corporation tuvo conocimiento o involucramiento alguno en las presuntas
prácticas anticompetitivas a las que se refiere la investigación. 40
[95]
Respecto a lo sostenido por las recurrentes, la SGCAN observa la doctrina de la “entidad
económica única”, de aplicación general en el Derecho de Competencia, la cual guarda
relación con las definiciones establecidas en el artículo 1 de la Decisión 608. Para un
mayor entendimiento de su aplicación, se citará la jurisprudencia del Derecho Europeo; así
el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea, en el caso AKZO NOVEL contra la
Comisión Europea, señaló:

Según reiterada jurisprudencia, el comportamiento de una filial puede


imputarse a la sociedad matriz, en particular, cuando, aunque tenga
personalidad jurídica separada, esa filial no determina de manera autónoma su
conducta en el mercado sino que aplica, esencialmente, las instrucciones que
le imparte la sociedad matriz (véanse, en este sentido, las sentencias Imperial
Chemical Industries/Comisión, antes citada, apartados 132 y 133;
Geigy/Comisión, antes citada, apartado 44; de 21 de febrero de 1973,
Europemballage y Continental Can/Comisión, 6/72, Rec. p. 215, apartado 15,
así como Stora, apartado 26), teniendo en cuenta concretamente los vínculos
económicos organizativos y jurídicos que unen a esas dos entidades jurídicas
(véanse, por analogía, las citadas sentencias Dansk Rørindustri y
otros/Comisión, apartado 117, así como ETI y otros, apartado 49)

37
Escrito de solicitud de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. p. 2
38
Escrito de solicitud de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. p. 15
39
Escrito de solicitud de investigación de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. p. 17
40
Escrito de solicitud del Recurso de Reconsideración de Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del
Ecuador S.A., p. 62
Página 19 de 22
Es así, en efecto, porque, en tal situación, la sociedad matriz y su filial
forman parte de una misma unidad económica y, por lo tanto, integran una
única empresa, en el sentido de la jurisprudencia mencionada en los
apartados 54 y 55 de la presente sentencia. Por lo tanto, el hecho de que una
sociedad matriz y su filial formen una única empresa en el sentido del artículo
81 CE permite que la Comisión remita una Decisión que imponga multas a la
sociedad matriz, sin que sea necesario establecer la implicación personal de
ésta en la infracción.
En el caso particular de que una sociedad matriz participe en el 100   %
del capital de su filial que ha infringido las normas de Derecho
comunitario en materia de competencia, por una parte, esa sociedad
matriz puede ejercer una influencia determinante en la conducta de su
filial (véase, en este sentido, la sentencia Imperial Chemical
Industries/Comisión, antes citada, apartados 136 y 137), y, por otra, existe la
presunción  iuris tantum  de que dicha sociedad matriz ejerce
efectivamente una influencia decisiva sobre el comportamiento de su
filial (véanse, en este sentido, las citadas sentencias,
AEG-Telefunken/Comisión, antes citada, apartado 50, y Stora, apartado 29).

En estas circunstancias, basta que la Comisión pruebe que la sociedad


matriz de una filial posee la totalidad del capital de ésta para presumir
que aquélla ejerce una influencia decisiva sobre la política comercial de
esa filial. Consecuentemente, la Comisión podrá considerar que la sociedad
matriz es responsable solidariamente del pago de la multa impuesta a su filial,
excepto si tal sociedad matriz, a la que corresponde desvirtuar dicha
presunción, aporta suficientes elementos probatorios para demostrar
que su filial se conduce de manera autónoma en el mercado (véase, en
este sentido, la sentencia Stora, apartado 29).

Como señaló acertadamente el Tribunal de Primera Instancia en el apartado


61 de la sentencia recurrida, si bien es cierto que en los apartados 28 y 29 de
la sentencia Stora, el Tribunal de Justicia evocó otras circunstancias, aparte de
la posesión del 100 % del capital de la filial, como la no negación de la
influencia ejercida por la sociedad matriz en la política comercial de su filial y la
representación común de ambas sociedades durante el procedimiento
administrativo, no es menos cierto que dichas circunstancias únicamente
fueron mencionadas por el Tribunal de Justicia con objeto de exponer el
conjunto de los elementos en que el Tribunal de Primera Instancia había
fundado su razonamiento y no para supeditar la aplicación de la presunción
mencionada en el apartado 60 de la presente sentencia a la aportación de
indicios adicionales relativos al ejercicio efectivo de una influencia de la
sociedad matriz.

De todas las anteriores consideraciones se desprende que el Tribunal de


Primera Instancia no cometió ningún error de Derecho al considerar que
cuando una sociedad matriz participa en el 100   % del capital de su filial,
existe una presunción  iuris tantum  de que esa sociedad matriz ejerce
una influencia decisiva en el comportamiento de su filial.” 41 (El subrayado
nos pertenece).
[96]
Como se observa de la sentencia antes citada, el Tribunal sostuvo la presunción de que la
matriz que tiene un cien por ciento de las acciones de las subsidiarias, está en una
41
Akzo Nobel NV v Comisión Europea, Caso C-97/08, párrafos 58 al 63. Obtenido desde:
http://curia.europa.eu/juris/document/document.jsf;jsessionid=9ea7d0f130d659cb3126c96b4972a74be6f61c9850bb.e34K
axiLc3eQc40LaxqMbN4PahmLe0?
text=&docid=72629&pageIndex=0&doclang=ES&mode=lst&dir=&occ=first&part=1&cid=634711.
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posición de ejercer influencia decisiva sobre la subsidiaria, (presunción que puede ser
debidamente refutada). Asimismo, en el caso Alliance One International v Commission, se
indicó que no es necesario señalar evidencia adicional de que la matriz controla la
subsidiaria, porque basta con la participación accionarial para que opere la presunción.42
[97]
Por otra parte, se debe destacar que no es necesario que la empresa matriz tenga el 100%
de las acciones de la subsidiaria, ya que esta presunción se aplica también cuando una
empresa matriz es propietaria de “casi todas las acciones”.43
[98]
Sobre el particular, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso Aquitaine vs
Commission, ha señalado:

“En el caso de autos, procede observar, por un lado, que la demandante no


niega, como señaló la Comisión en el considerando 386 de la Decisión
impugnada, que en la época de los hechos de que se trata poseía más del
97 % del capital social de Arkema France y, más concretamente, un 97, 55 %,
como se indicó en el considerando 13 de la Decisión impugnada. Por otro
lado, si bien la demandante sostiene que el hecho de que no participen otros
accionistas en el capital social de Arkema France, aparte de ella, no puede
confirmar la presunción de ejercicio de una influencia decisiva, no presenta
ninguna alegación que pueda rebatir la apreciación de la Comisión, que figura
en el considerando 396 de la Decisión impugnada, de que la posesión por
parte de una sociedad matriz de la práctica totalidad del capital social de su
filial es asimilable a la posesión de la totalidad de dicho capital, puesto que, en
principio, «los accionistas minoritarios no gozan en este caso de ningún
derecho especial, aparte de su simple participación en los beneficios de la
filial»”.44
[99]
Finalmente, conforme lo señalado en los párrafos anteriores y lo establecido en el artículo
5 de la Decisión 608, la conducta de las subsidiarias hace que el derecho comunitario sea
aplicable a la empresa matriz, aunque esta no se encuentre presente en el territorio
andino. En la Unión Europea no existe duda respecto a lo anterior, así el doctrinario
Richard Wish señala:

“The EU Courts and the Commission have held that EU law can be applied to a
parent company not present within the EU because of the conduct of its
subsidiaries carried on there”45
[100]
Por lo expuesto, la SGCAN no encuentra error en el razonamiento que determinó la
inclusión en la investigación de la compañía Kimberly Clark Corporation, ya que es
presumible su influencia sobre sus empresas filiales; cuestión que podrá ser desvirtuada
por esta última durante el procedimiento de investigación.

42
Alliance One International v Commission, Caso C-628/10 P. Obtenido desde:
http://curia.europa.eu/juris/document/document_print.jsf?
doclang=ES&text=&pageIndex=0&part=1&mode=lst&docid=125210&occ=first&dir=&cid=483007
43
En el caso Elf Aquitaine vs Commission, la presunción se aplicó a una compañía matriz que poseía el 97.55% de las
acciones.
44
Elf Aquitaine vs Commission, Caso T-299/08, párrafo 56. Obtenido desde:
http://curia.europa.eu/juris/document/document.jsf?
text=&docid=78786&pageIndex=0&doclang=ES&mode=lst&dir=&occ=first&part=1&cid=479392
45
Richard Wish, Competition Law, seventh edition, Oxford University Press, pág. 97. Cita los casos: Case 48/69 ICI v
Commission [1972] ECR 619, [1972] CMLR 557; Case 6/72 Europemballage Corpn and Continental Can Co Inc v
Commission [1973] ECR 215, [1973] CMLR 199; see ch 12 on extraterritoriality generally.
Página 21 de 22
[101]
Por otro lado, tal como se ha señalado antes, se debe tener presente que los principios de
eficacia, verdad material y de uso de los procedimientos y formalidades, determinados en
el artículo 5 de la Decisión 425, facultan a la Secretaría General a que realice una
interpretación razonable del procedimiento con la finalidad de alcanzar los objetivos de la
norma y le reconocen cierta iniciativa de oficio en la búsqueda de la verdad material del
asunto investigado, lo que no puede considerarse como un acto arbitrario y contrario al
derecho.
[102]
Se concluye por todo lo expuesto que la reconsideración presentada es infundada y
consecuente se declara sin lugar la revocatoria de la Resolución 1883 y la desvinculación
de la investigación de la empresa Kimberly Clark Corporation, solicitadas por las
recurrentes.
[103]
Que en función de lo expuesto, y en uso de la atribución prevista en el artículo 44 de la
Decisión 425, Reglamento de Procedimientos Administrativos de la Secretaría General;

RESUELVE:

Artículo 1.- Declarar infundado el recurso de reconsideración presentado por las


empresas Colombiana Kimberly Colpapel S.A. y Kimberly Clark del Ecuador contra la
Resolución 1883 de la Secretaría General, de fecha 11 de noviembre de 2016, publicada
en la Gaceta Oficial N° 2871, por la que se resolvió iniciar la investigación solicitada por la
Superintendencia de Control de Poder de Mercado de la República del Ecuador, contra
las empresas Colombiana Kimberly Colpapel S.A., Productos Familia S.A., Productos
Familia Sancela del Ecuador S.A., Kimberly Clark del Ecuador S.A y Kimberly Clark
Corporation, por supuestas prácticas restrictivas de la libre competencia, por las razones
expuestas en la parte considerativa de esta Resolución.

Comuníquese a las partes involucradas, a las autoridades nacionales


competentes en materia de competencia que cooperarán con la Secretaría General en la
investigación, a los Miembros del Comité Andino de Defensa de la Libre Competencia y a
los Países Miembros la presente Resolución, la cual entrará en vigencia a partir de su
fecha de publicación en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena.

Se señala que contra la presente Resolución no procede un nuevo recurso de


reconsideración.

Dada en la ciudad de Lima, Perú, a los veintidós días del mes de febrero del año
dos mil diecisiete.

Walker San Miguel Rodríguez


Secretario General

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