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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Derecho y Criminología


Alumno: Luis Mauricio Zertuche Loredo.
Matrícula: 1888064.
Aula: 111.
Grupo: 041.
Nombre del Curso: Derecho Civil: Contratos.
Nombre del Catedrático: Lic. Jeffrey Villanueva.
Evidencia 3: Análisis de las características de los contratos.
Fecha de Entrega: Lunes 17 de Febrero de 2020.

Ciudad Universitaria, San Nicolás de los Garza, N.L. a 17 de Febrero de 2020.

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Índice

Introducción…………………………………………………………............................3

Desarrollo………………………………………………………………………………4-9

Conclusión………………………………………………………………………………9

Bibliografía………………………………………………………………………………9

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Introducción:

En esta evidencia 3, desarrollaremos un análisis de las características de los


contratos. Se analizará el concepto, características y ejemplos, de contratos:}

 Unilateral
 Oneroso
 Instantáneo
 Bilateral
 Gratuito
 De tracto sucesivo
 Plurilateral
 Conmutativo
 Reales
 Formales
 Aleatorios
 Consensuales
 Principales
 Accesorios
 Innominados
 Nominados
 Intuito Personal

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Desarrollo:

Contratos Unilaterales: Un contrato unilateral es un acuerdo de voluntades


que engendra solo obligaciones para una parte. Si el contrato fuese unilateral
no habría posibilidad de plantear el problema, porque esta cuestión supone
que, siendo las obligaciones recíprocas, una parte no cumple entregando la
cosa, por un caso de fuerza mayor y en atención a esto la otra parte debe
cumplir, ya que no es imputable el incumplimiento del deudor. El ejemplo más
clásico es el contrato de donación, en el que una persona se obliga a entregar
a otra la propiedad de un bien o derecho sin recibir nada en contraprestación.

Contratos Bilaterales: Es cuando ambas partes contraen obligaciones, siendo


dichas obligaciones interdependientes entre las partes. Por ejemplo, el contrato
de la compraventa, donde el vendedor tiene, entre otras obligaciones, hacer la
entrega de la cosa vendida y el comprador tiene, entre otras obligaciones, la de
pagar el precio de la cosa comprada.

Contratos Plurilaterales: Son contratos plurilaterales aquellos en los que


pueden intervenir más de dos partes y que presentan una estructura
asociativa.

Sus principales características son:

1. Existencia posible de una pluralidad de partes.

2. Que esa pluralidad es eventual, no necesaria.

3. Que presentan una estructura asociativa.

La pluralidad de partes eventuales no resulta suficiente para configurar al


contrato plurilateral, es preciso que a la pluralidad estructural se añada la
unidad funcional, consistente en que las prestaciones de todas las partes

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vayan dirigidas a un fin común que se concluye de describiéndolo como un fin
asociativo.

Contratos Conmutativos: Es aquel contrato en el cual las prestaciones que


se deben las partes son ciertas desde el momento que se celebra el acto
jurídico, un ejemplo muy claro es el contrato de compraventa de una casa. Se
sostiene que estos contratos resultan más justos para los contratantes. Dicha
justicia se fundaría en el intercambio (conmutación) directo de algo sobre la
base de la igualdad de aquello intercambiado en razón de este tipo de
acuerdos.

Contratos Aleatorios: Son aquéllos que surgen cuando la prestación depende


de un acontecimiento futuro e incierto y al momento de contratar, no se saben
las ganancias o pérdidas hasta el momento que se realice este acontecimiento
futuro. Ejemplos son el contrato de compraventa de cosecha llamado de
«esperanza», apuestas, juegos, etc.

Contratos Accesorios: Son también llamados «de garantía», porque


generalmente se constituyen para garantizar el cumplimiento de una obligación
que se reputa principal, y de esta forma de garantía puede ser personal, como
la fianza, en que una persona se obliga a pagar por el deudor, si éste no lo
hace; o real, como el de hipoteca, el de prenda, en que se constituye un
derecho real sobre un bien enajenable, para garantizar el cumplimiento de una
obligación y su preferencia en el pago.

Contratos Nominados: Los contratos nominados hacen referencia a todos los


contratos que aparecen en el Código Civil con su correspondiente nombre que
les denomina. Existen varios tipos de contratos de este tipo, como pueden ser

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los contratos de compraventa, los contratos de donación, los contratos de
arrendamiento o los contratos de depósito.

Contratos Innominados: Son los que están delimitados por su fundamento de


no estar incluidos en el Código Civil. Además, este tipo de contrato se
caracteriza por su atipicidad, al no poseer elementos que lo regulan para su
creación. En cambio, su forma no debe alejarse de los diversos puntos que
determinan su existencia, así como la consideración de que estos contratos
sean válidos a todos los efectos.

Algunos ejemplos en los que aparecen estos contratos innominados que


influyen en el sistema son los pactos comerciales que se acuerdan entre las
partes o la existencia jurídica, entre otros.

En definitiva, las diferencias entre los contratos nominados y los


innominados radican en su aparición o no en el Código Civil, pero en
esencia tienen fundamentos similares que se aplicarán sobre diferentes
materias.

Contratos Onerosos: Son aquéllos que existen beneficios y gravámenes


recíprocos, en éste hay un sacrificio equivalente que realizan las partes; por
ejemplo, la compraventa, porque el vendedor recibe el provecho del precio y a
la vez entrega la cosa, y viceversa, el comprador recibe el provecho de recibir
la cosa y el gravamen de pagar.

Contratos Gratuitos: Son los que sólo tienen por objeto la utilidad de una de
las dos partes, sufriendo la otra el gravamen. Es gratuito, por tanto, aquel
contrato en el que el provecho es para una sola de las partes, como por
ejemplo el comodato.

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Contratos Reales: Son aquéllos contratos que cuya perfección se necesita la
entrega de la cosa que constituye su objeto. Se trata de una categoría de
contratos, más que de una especie de contrato en particular. Contratos como el
mutuo, el depósito o la prenda son especies de contratos reales, en que la
entrega no es el resultado del cumplimiento del contrato, sino que es el
presupuesto de su propia existencia, es el requisito de su perfección, el hito
que inicia la eficacia del mismo.

Si bien el contrato real supone el consentimiento de las partes contratantes,


como en todo contrato, aquí, además, se requiere la entrega del objeto con
carácter de requisito esencial. La doctrina tradicionalmente considera ejemplos
de contratos reales el mutuo o préstamo simple, el comodato o préstamo de
uso, el depósito y la prenda.

Contratos Consensuales: Son contratos consensuales aquellos que quedan


perfeccionados o concluidos con todos sus efectos desde que las partes se
ponen de acuerdo, aún antes de ser entregada la cosa, materia del contrato. Si
en el caso de la compraventa, por ejemplo, típico contrato consensual la cosa
se pierde sin culpa del vendedor, luego de celebrarse el contrato, pero aún sin
haber entregado la cosa, sin estar en mora, como las cosas perecen para su
dueño, el comprador que ya pagó el precio no puede pedir su devolución pues
ya la cosa era suya aun cuando no se la hubieran entregado.

Contrato Intuitu Personae: Es el contrato que se celebra teniendo en cuenta


la calidad, profesión, oficio o arte del otro contratante. Tiene especial
importancia en las obligaciones contractuales de hacer, las cuales podrán ser
ejecutadas por persona distinta del obligado, salvo que la persona del deudor
hubiere sido elegida por alguna de aquellas condiciones. La locución latina
significa: «en función de la persona» o «respecto a la persona» o «en atención
a la persona», atendiendo a las cualidades de la persona, elegirlo por sus

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características especialmente utilizada para calificar una relación existente
entre dos o más personas, o una determinada circunstancia, que no puede ser
transportada o transferida a terceras personas (pues depende específicamente
de la o las personas involucradas). Intuitu personae hace referencia a aquellos
actos o contratos en que la identidad o determinadas características
personales de una parte (o de ambas) son factor determinante de su
celebración. Así ocurre, con los contratos de trabajo, con las sociedades
colectivas, con la constitución de usufructo, las donaciones, o los derechos de
uso y habitación.

Contratos Instantáneos: Son aquéllos que se cumplen en el mismo momento


en que se celebran, es decir, su cumplimiento se lleva a cabo en un solo acto.
Un ejemplo sería un contrato de venta.

Contratos de Tracto Sucesivo: Son aquéllos contratos en los que el


cumplimiento de las prestaciones se realiza en un periodo determinado, y que,
por deseo de las partes se puede extender para satisfacer sus necesidades
primordiales y estos términos pueden ser:

 Ejecución continuada: Ejecución única, pero sin interrupción.


 Ejecución periódica: Varias prestaciones que se ejecutan en fechas
establecidas.
 Ejecución intermitente: Se da cuando lo solicita la otra parte.

Contratos Formales: Es el contrato cuya existencia o validez aparece


condicionada por el ordenamiento a la utilización de una forma, que por ello se
califica de manera sustancial o solemne. Un ejemplo, sería la donación de
bienes inmuebles.

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Contratos Principales: El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo
sin necesidad de otra convención. El contrato principal, por tanto, es el que
tiene una vida propia e independiente, como la compraventa, la sociedad, el
arrendamiento, etc.

Conclusión: Después de esta productiva evidencia, concluimos que resulta de


gran importancia para los estudiosos de las ciencias jurídicas el conocer de
manera completa y profunda todo lo relativo a los contratos, ya que ellos
constituyen la base de toda una gama de actuaciones jurídicas que se
presentan en la práctica y en el quehacer jurídico del abogado, porque los
tribunales civiles están repletos de decisiones fundamentadas ya en la teoría
de las obligaciones, cumplimiento de contrato, ejecución de contratos, violación
de contratos, nulidades de actos de ventas, radiaciones de hipotecas, etc.

Bibliografía:

 Ricardo Treviño García. (2015). Aspectos Generales de los Contratos.


En los contratos civiles y sus generalidades. México D.F.: Mc Graw
Hill.
 Aguilar Carbajal, Leopoldo, Contratos civiles, Hagtman, México, 1964.
 Borja Soriano, Francisco, Contratos, cap. XXI., 3ª. Ed., Asociación
Nacional del Notariado, A.C., México, 1982.

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