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DBT es una terapia conductual. Propone que los consultantes deben adquirir nuevas
habilidades y que deben poder utilizarlas en todos los contextos relevantes. El proceso
de adquisición de habilidades supone orientar a los consultantes hacia la habilidad,
modelar la habilidad, pedir al consultante que realice la habilidad, brindar indicaciones
detalladas, dar feedback y reforzar las sucesivas aproximaciones. Una vez que el
consultante tiene la habilidad en su repertorio conductual queremos que las generalice,
es decir que sea capaz de utilizarlas en los diferentes contextos donde sea necesario.
Este es el principal sentido del coaching telefónico, estar presentes en el momento que
el consultante lo necesita (la crisis) para que pueda aplicar las habilidades y no realice la
conducta problema. En DBT es el terapeuta individual aquel que se encarga de realizar
el coaching telefónico. Es el que conoce más al paciente y el que ayudo a construir un
plan de crisis especifico para ese paciente en particular.
“El principio más importante es que el paciente no debe requerir estar suicida para
obtener tiempo extra y atención de su terapeuta principal” (Linehan, 1993).
Se les pide explícitamente a los consultantes que llamen antes de cometer la conducta
problema. En términos de Marsha Linehan una vez que realizaron la conducta problema
ya resolvieron el problema y no hay mucho que el terapeuta pueda hacer. El consultante
debe entender que el llamado telefónico es para practicar nuevas conductas que sean
diferentes a la conducta problema y debe ser instruido sobre los riesgos que supone que
el terapeuta aumente su atención y calidez una vez que el consultante ya realizo la
conducta problema. El terapeuta debe explicar en detalle las razones de la regla de las
24 horas.
- Hola, T, no lo soporto mas, nos peleamos con Pablo y se fue de vuelta de casa,
estoy desesperada, no creo poder soportarlo… No quería que te sintieras mal…
- Hola C. Qué bueno que llamaste. Entiendo que estas realmente mal ¿Dónde
estás?
- Estoy sentada en el balcón… De verdad, no lo soporto…
- Sé que cuando Pablo se va, te morís de miedo y aparece ese pensamiento “No
los soporto”… Sé que es difícil… Necesito que bajes del balcón para que
podamos hablar…
- No vale la pena, todo me sale mal, soy un desastre…
- Sé que estas mal, que debes sentirte desesperada, cuando estas muerta de miedo
empezás a decirte cosas espantosas, a enojarte con vos misma, pero preciso que
bajes del balcón para que podamos seguir hablando… Quiero que respires
profundo… Asíestá bien… Fíjate si el miedo baja apenas un poco…
Escúchame… Quiero que me escuches… Yo sé que es difícil, pero quiero que te
bajes del balcón, no quiero que por impulso termines saltando mientras
hablamos, necesito que te bajes del balcón ahora mismo… Después vemos que
vas a hacer pero no puedo hablar con vos si estas sentada en el balcón…
-Me alegro que hayas bajado. Así podemos hablar mejor. Podes cerrar la ventana por un
rato y alejarte unos metros.
-Sé que es muy difícil. Pero quiero entender ¿Te sirvió respirar? Aunque sea un poco…
No tiene que ser mucho… Quizás podes intentarlo de nuevo… por un segundo volver al
momento presente, no pensar en todo lo que va a pasar y que temes tanto. Traer la
atención a la respiración. Respirar…
-Esta todo mal, me pelee con Pablo, estoy mal con mi mama, en el trabajo están por
echarme, no puedo más…
-Entiendo que estas abrumada… Tu cabeza parece amontonar una cosa sobre otra, se
que estas preocupada por todas esas cosas, pero intenta practicar “una cosa por vez”,
que es lo que disparo esta crisis, no todos los problemas juntos… Si amontonas todos
los problemas se vuelve intolerable… ¿Qué fue lo que paso?
-Es que le mire el celular a Pablo y le encontré otro mensaje de la compañera de oficina.
Eran las diez de la noche. Es una desubicada ¿Cómo va a escribirle a las diez de la
noche?. Le dije que era lo que quería esa conchuda…
-C, quiero entender realmente lo que paso, pero creo que te ayude contarme toda la
historia con lujo de detalles, ya podremos hacer eso el lunes cuando nos veamos,
necesito saber lo más importante, realmente entender, pero no que por contármelo te
pongas cada vez peor.
-Me dijo que estaba podrida de mis crisis de celos, que no me aguantaba más,
discutimos y se termino yendo. Ya le había dicho que no se fuera cuando nos peleamos.
El sabe lo mal que me hace que se vaya. No le importo nada. No le importa cómo me
siento.
-Cuando pensás eso debe ser muy doloroso. Es cierto que a veces los dos actúan
impulsivamente y parecen no cuidarse.
-Entiendo que estar muerta de miedo de que Pablo no vuelva. Y sé que cuando estas
muerta de miedo de perderlo comenzás a ponerte muy agresiva con vos misma, te decís
cosas espantosas… Tener miedo es algo realmente doloroso, sobre todo cuando
tenemos miedo de perder a alguien muy importante… Podemos concentrarnos en el
miedo…
-No lo soporto… Esta vez no va a volver más…
-No lo sabemos, ese es el problema, que no sabes si va a volver y por eso te morís de
miedo…Dejame ver si entendí bien, te peleaste con Pablo por un mensaje en el teléfono,
el se fue de casa y ahora estas muy asustada y desesperanzada… ¿Me pierdo algo
importante?
- Muy bien, Pablo te grito que no te quería ver más y eso es difícil para vos…
-No le importo, el sabe que no tiene que irse, yo le dije que habíamos hablado con vos,
y que habíamos pensado que quizás el podía irse a otro cuarto cuando no quería discutir
mas, pero que no se fuera, que eso me hacia mal. Pero a le no le importa. No le importa.
Se fue igual.
-Necesito que me escuches. Sé que te duele un montón que élno te haya cuidado
quedándose en casa. Es realmente difícil cuando le pedimos a alguien algo y sentimos
que no nos escucha. Quizás tengamos que encontrar alguna manera de decirlo de otra
forma. O aceptar que el carece de las habilidades para poder tolerar una discusión sin
irse de casa. No lo tengo muy claro. Pero sé que para vos es profundamente doloroso,
pero temo que estés escalando la expresión emocional porque no te sentís entendida en
algo muy importante, todos hacemos eso, pero no quiero que llegues a hacerte daño para
mostrarle lo mal poco que te entiende. Tenemos que encontrar otras maneras para que te
escuche. Matarte no parece la mejor manera de establecer un diálogo constructivo.
-Se fue, y no va a volver, le hubieras visto la cara, como me dijo que no me quería ver
más… Me odiaba… Soy tan tarada, tan tarada, siempre arruino todo…
-Usar hielos…
- Hagamos eso.
Linehan realizo algunos cambios con respecto a las estrategias de tolerancia al malestar.
En el manual de habilidades de 1993 el modulo de habilidades de tolerancia al malestar
incluía una parte de estrategias de aceptación que incluía aceptación radical, y otra de
cambio, que incluía estrategias para sobrevivir a las crisis, de distracción, mejorar el
momento y calmarse con los cinco sentidos. En el nuevo manual (2015) cambio las
estrategias para sobrevivir a las crisis al módulo de regulación emocional y lo llamo
habilidades para manejar emociones extremas que incluyen: Cambia la química de tu
cuerpo, distráete de los eventos emocionales, cálmate y mejora el momento. En el
manual original la indicación era utilizar estrategias de tolerancia al malestar cuando
uno temía hacer algo durante una crisis que hiciera que las cosas aun empeoraran más.
En el nuevo manual Linehan indica que el consultante debe resolver el problema si
puede hacerlo y si no puede resolverlo debe sobrevivir al a crisis. Se instruye al
consúltate a utilizar estrategias de manejo de emociones extremas una vez que supero el
punto de quiebre de las habilidades. Ambos criterios pueden utilizarse, el consultante
teme hacer algo que empeore aun más la situación? Es buena idea hacer habilidades de
tolerancia al malestar. El consultante paso su nivel de quiebre de las habilidades? ¿No?
Quizás sea buena idea observar la emoción y hacer resolución de problemas ¿Si? ¿No
podemos esperar que se comporte de manera efectiva con ese nivel de activación? Es
buena idea utilizar habilidades de regulación emocional.
“El foco del llamado debe ser el aplicar habilidades, no en analizar el problema
completo, analizar la respuesta del paciente al problema o proveer catarsis… … Conn
problemas relativamente fáciles de resolver el foco debe ponerse en las habilidades para
resolver el problema. Con problemas más intransigentes o complejos el foco debe poner
en responder de una manera en que el paciente sea capaz de llegar a la siguiente sesión
sin involucrarse en una conducta maladaptativa (Linehan, 1995).
Llegado a este punto es importante que el terapeuta entienda que su función, al menos al
principio, es mucho más que indicarle al consultante que utilice una habilidad.
Indicar vs. Dar instrucción detallada. El llamado telefónico no es solo para que el
terapeuta indique que se realice una habilidad sino para que brinde indicaciones
detalladas de cómo realizar una habilidad, promueve su utilización, y chequee que es
aquello que interfiere con que el consultante utilice la habilidad. El terapeuta debe
evitar, al menos al principio, una interacción que se reduzca a decir, por ejemplo:
Quiero que utilices los hielos. La interacción debe parecerse más a lo siguiente: Quiero
que te levantes y vayas a buscar los hielos. No sabemos si va a funcionar hasta que no lo
intentes. Tu cabeza siempre dice que las cosas no van a funcionar y entonces ni siquiera
las intentas. No podemos saberlo hasta que no lo hagas. ¿Te estás levantando? Muy
bien, ahora quiero que vayas a la cocina, yo voy a estar todo el tiempo con vos, quiero
que agarres los hielos y pongas toda tu atención en los hielos, tu cabeza va a seguir una
y otra vez trayendo el problema, es totalmente normal, pero yo quiero que observes
como tu cabeza se va a tus pensamientos, Pablo se fue, respires, y vuelvas a traer la
atención a la sensación en las manos. Quiero que te mojes la cara, la nuca y que
contengas la respiración. Queremos activar el reflejo del buzo. Si me estás hablando no
estás conteniendo la respiración. Quiero que vuelvas a poner la atención en los hielos.
Que te mojes los pómulos y la nuca, y contengas lo mas que puedas la respiración,
como si te estuvieras zambullendo en una pileta helada. Tu cabeza va a traer una y otra
vez el problema. Pero quiero que observes eso y lo dejes irse. Quiero que vuelvas a
poner tu atención en los hielos. En las sensaciones que los hielos producen en tu cara y
en tus manos. Lo estás haciendo bien. Los hielos no son para que te sientas bien, sino
para que atravieses la crisis sin hacer cosas que empeoren aún más tu vida.
Las indicaciones deben ser precisas y debe reforzarse todo avance en la dirección
indicada. Muchas veces será necesario utilizar una cantidad importante de estrategias de
cambio intercaladas con las instrucciones de la habilidad principal. Una vez que el
consultante haya aprendido la habilidad, y el tratamiento haya avanzado, el terapeuta
puede retirarse y pedir la habilidad directamente. Entonces si puede decirle al
consultante: quiero que pruebes utilizar los hielos y me llames una vez que hayas
terminado para que juntos evaluemos como te fue.
-Mejor.
-Un uno.
-Bien, parece tolerable. No hay mucho que puedas hacer ahora para resolver el
problema con Pablo. La mejor idea es que te vayas a dormir. Pero los dos sabemos que
las emociones son como olas, puede volver a subir ¿Qué vas a hacer si la emoción
vuelve a subir, y volves a sentirte suicida?
-No lo se.
-Si no funciona quizás sea buena idea que vuelvas a llamarme. Pero primero quiero que
intentes hacer los hielos sola all the way. Si no funcionan yo estoy aquí para ayudarte a
encontrar otra habilidad para atravesar la noche ¿Crees que podes hacerlo?
-Si.
Reparar la relación
Las funciones del coaching telefónico son entonces atravesar las crisis, aprender a pedir
ayuda y resolver problemas. Hay una cuarta función que es reparar la relación. La
terapia con consultantes con desregulación emocional puede difícil, el consultante
puede enojarse, tener desesperanza, tener temor y avergonzarse. El terapeuta puede
equivocarse, ser poco sensible o directamente hacer algo mal. Es importante que al
comienzo del tratamiento el terapeuta haga coping ahead con estas dificultades y
acuerde cual va a ser la conducta del consultante y del terapeuta cuando esto suceda. El
llamado telefónico es entonces también una forma de reparar los problemas de relación
que sabemos de antemano que van a suceder.
“Las habilidades son tontas”. Muchos consultantes se niegan a intentar practicar una
habilidad cuando están en una crisis diciendo que le parecen tontas. Es buena idea que
el terapeuta valide esta idea, las habilidades parecen tontas para manejar situaciones tan
dolorosas. Es entendible que de alguna manera resulten invalidantes para el consultante,
parecen demasiado sencillas para manejar aquello que le ha arruinado la vida
sistemáticamente. Pero luego de validar el terapeuta debe insistir con que el consultante
se involucre en la práctica de la habilidad: Algunas serán tontas y otras no lo serán, y
pueden servirte, pero no podemos saberlo cual es cual hasta que no las hagas, y las
hagas a fondo. Si entonces no funcionan voy a ser el primero en decirte que dejemos esa
habilidad de lado y busquemos otra nueva.
El terapeuta explica en las primeras sesiones las funciones del coaching telefónico y le
pide al consultante que lo llame antes de tener la conducta problema. Hay dos tipos de
consultantes en DBT: aquellos que llaman mucho, para cosas que no son aquellas que se
pautaron, y aquellos que no llaman cuando deberían hacerlo. Para resolver este
problema el terapeuta debería hacer DBT, es decir evaluar que es aquello que hace que
el consultante llame más de lo que debería o que hace que el consultante no llame
cuando debería hacerlo.Podrán entonces utilizar las estrategias de cambio para trabajar
sobre aquello que parece controlar la conducta. Entre todas ellas el moldeamiento y el
manejo de contingencias parecen ser de vital importancia. El consultante que no llama
debe ser modelado para hacerlo, el terapeuta debe hacer aproximaciones sucesivas a la
conducta de llamarlo durante una crisis, puede comenzar pidiéndole que llame apenas
salga de la sesión en la sala de espera, para luego pedirle que lo llame a la noche, tenga
no tenga el impulso de tener una conducta problema. Para luego pedirle que lo llame
cuando note que el impulso de tener una conducta problema aumenta. Si el consultante
llama demasiado, por ejemplo en horarios nocturnos por problemas administrativos, el
terapeuta debe primero preguntarse si su propia conducta no reforzó esta conducta en el
pasado. Si es así debe hablar con el consultante abiertamente sobre la función de los
llamados telefónicos, las consecuencias sobre el mismos de la conducta
(autodevelación) y sobre cómo va a comportarse la próxima vez que el consultante
llame para realizar una pregunta administrativa durante la noche: voy a decirte algo
como esto “Esto es una pregunta administrativa, y habíamos quedado en que este no era
el horario para hacer este tipo de consulta. Podes llamarme mañana”, y luego voy a
cortar.
La función de la familia
Copingahead:
Hay una cantidad de cosas que el terapeuta debe anticipar y hablar con el consultante
por adelantado. Deben haber acordado como se va a comportar cada uno de ellos bajo
determinadas circunstancias.
Plan de crisis
El terapeuta no inventa las intervenciones en medio de la crisis. Hay muchas cosas que
pueden suceder durante la crisis que no pueden anticiparse y por eso el terapeuta debe
estar listo para utilizar todas las habilidades de DBT durante el llamado telefónico, pero
hay otras que si puede anticipar por haber realizado diferentes análisis en cadena
durante la sesión individual. Durante las primeras sesiones el terapeuta debe crear un
plan de crisis con el consultante, en ese momento es posible que el consultante todavía
no haya aprendido ninguna habilidad en el grupo de habilidades, y quizás aquellas que
sean mas útiles le sean enseñadas en unos meses. El terapeuta no puede darse el lujo de
esperar ese tiempo. Es importante que sea el quien enseñe, modele y refuerce
habilidades de cambiar la química de tu cuerpo, distraerse, calmarse y mejorar el
momento durante las primeras sesiones y arme un plan de crisis especifico con el
consultante. Los diferentes análisis en cadena servirán para que el terapeuta vaya
refinando y mejorando este plan de crisis. Si el consultante tiene crisis de noche y vive
en un barrio inseguro, no es buena idea de que la lista incluya el salir a la calle. Si el
consultante estalla durante las clases con sus profesores el terapeuta y el consultante
deberán encontrar algunahabilidad que el consultante pueda realizar dentro del aula. Es
buena idea que el consultante tenga una lista de las habilidades que deberá practicar la
próxima vez que una crisis se presente. La secuencia del llamado telefónico puede
muchas veces reducirse a validar el malestar y orientar al cliente a esa lista. Existe una
tensión entre el plan de crisis y el tratar las emociones específicas y las conductas que
interfieren con que el plan de crisis se implemente durante el llamado. El coaching
telefónico no debe convertirse en una sesión individual telefónica, sino que debe estar
más orientada a la aplicación de habilidades y a la utilización del plan de crisis.
Aunque el terapeuta debe estar listo para trabajar con las conductas que interfieren con
la terapia en vivo y en directo durante un llamado telefónico tampoco puede quedarse
infinitamente hablando por teléfono con un consultante que se niega a involucrarse en
hacer habilidades. Esto no haría más que reforzar la idea de que el llamado telefónico no
es para hacer habilidades y terminaría por extinguir la conducta terapéutica, y llevaría al
fracaso del tratamiento. Es buena idea adelantarse y discutir con el consultante que es lo
que el terapeuta debería hacer bajo esa circunstancia. Si no se logra que el consultante
se involucre en las habilidades el terapeuta puede acordar con el que colgara el teléfono
y se comunicara inmediatamente con los padres o con la pareja del consultante para que
se aseguren que no corra riesgo (sin aumentar su calidez).
Algo parecido pasa cuando el consultante cuelga el teléfono durante una crisis. El
consultante y la familia deberían saber por adelantado que no es buena idea que el
terapeuta termine llamando repetidas veces al consultante luego de que este cortó el
teléfono en medio de una crisis. Acordar que el terapeuta llamara a un familiar o a la
ambulancia bajo estas circunstancias suele ser una buena idea.
Fruzzetti, Alan. The High-Conflict Couple: A Dialectical Behavior Therapy Guide to
Finding Peace, Intimacy, and Validation. New Harbinger Publications; 1 edition
(December 3, 2006)
Linehan, Marsha. DBT® Skills Training Manual, Second Edition. The Guilford Press.
2014.
Barkley Russell A. Defiant Children: A Clinician's Manual for Assessment and Parent
Training, 2nd Edition. TheGuilfordPress 1997.