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MEDIOS DE PRUEBA.

I. Son medios legales de prueba, los documentos, la confesión, las declaraciones de


testigos, la inspección judicial, la reconstrucción de hechos, el peritaje, las
presunciones y la prueba por informe.
II. Igualmente se consideran medios legales de prueba los documentos y firmas digitales
y los documentos generados mediante correo electrónico, en las condiciones previstas
en la Ley.
III. Las partes pueden valerse de cualquier otro medio de prueba no prohibido
expresamente por la Ley, y que consideren conducentes a la demostración de sus
pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán aplicando por analogía las
disposiciones relativas a los medios de prueba semejantes contemplados en el
presente Código, y en su defecto en la forma que disponga la autoridad judicial.

 
LA PRUEBA EL DERECHO CIVIL

GONZALO CASTELLANOS TRIGO

LA PRUEBA EN EL NUEVO CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL 2014

Verdad material de los hechos

En el proceso civil se discuten hechos controvertidos que deben ser probados o desvirtuados por
las partes involucradas en el proceso; sin embargo, el juez en relación a los hechos alegados por
las partes, averiguará la verdad material, valiéndose de los medios de prueba producidos en base a
un análisis integral y completo, con el objeto de dictar sentencia que satisfaga los intereses de las
partes y de la administración de justicia[1].

Por imperio del principio de verdad material la autoridad judicial deberá verificar plenamente los
hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar las medidas probatorias
necesarias autorizadas por la Ley, aun cuando no hayan sido propuestas por las partes.

“La verdad material en su aplicación concreta supone la buena fe de la Administración en todo el


desarrollo del procedimiento. La búsqueda de la verdad material, de la realidad y sus
circunstancias, con independencia de cómo han sido alegadas y en su caso probadas por las
partes, supone que se deseche la prevalencia de criterios que acepten como verdadero algo que
no lo es o que nieguen la veracidad de lo que sí lo es. Ello porque con independencia de lo que
hayan aportado, la Administración siempre debe buscar la verdad sustancial como mecanismo
para satisfacer el interés público”
A través de las pruebas arrimadas a un expediente civil, el funcionario forma su convicción acerca
de los acontecimientos que se someten a su investigación y la prueba impacta en su conciencia,
generando ello distintos estados de conocimiento, cuya proyección puede darle la firme
convicción de haber descubierto la verdad o que, ese conocimiento coincide con la verdad[3].

Las reglas vinculadas a la carga de la prueba deben ser apreciadas de acuerdo a la índole y
características del asunto que se somete a la decisión del órgano jurisdiccional, principio que está
relacionado con la necesidad de dar primacía (por sobre la interpretación de las normas
procesales) a la verdad jurídica objetiva, de modo que su esclarecimiento no se vea afectado por
un excesivo rigor formal. Los jueces no pueden prescindir de los medios a su alcance para
determinar dicho principio "y evitar que el proceso se convierta en una sucesión de ritos
caprichosos, pues de ser ello así, la sentencia no constituiría la aplicación de la ley a los hechos de
la causa sino la frustración ritual de la aplicación del derecho.

Otra variante del principio de la verdad material del proceso, es el principio razonable de la
prueba por parte del juzgador.

De la independencia e imparcialidad de un juez deriva la fuerza de la sentencia, que desde luego


tiene que ser fundada y constituir una derivación razonada del derecho vigente con aplicación a
las circunstancias comprobadas de la causa, para ello, un juez debe estar libre de compromisos
con el resultado al que arribe, así se llega a dictar igualmente una sentencia libre y debidamente
motivada.

La prueba en el proceso civil

Las normas materiales establecen consecuencias jurídicas partiendo de supuestos hechos que
contemplan de modo abstracto y general; que sin embargo necesitan de prueba para tener
validez y reconocimiento judicial.

Al respecto el profesor Barona indica: “Cuando por ejemplo en el contrato de compraventa dice
que el comprador está obligado a pagar el precio de la cosa comprada, está estableciendo un
supuesto de hecho y una consecuencia jurídica; la aplicación de ésta por un tribunal o juzgado y en
un proceso concreto exige que en el mismo haya probado un hecho que pueda integrarse en el
supuesto de la norma[4]”; por lo tanto, en toda pretensión jurídica se debe probar el hecho para
que se reconozca el derecho reclamado en la demanda.

En todo proceso es importante la prueba, porque se puede tener razón, pero, si no se demuestra,
no se alcanzará procesalmente un resultado favorable y justo en la causa judicial

Prueba y convicción judicial


La prueba judicial constituye el conjunto de reglas que regulan la admisión, producción y
valoración de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juzgador la convicción
sobre hechos que interesan al proceso judicial.

Finalidad de la prueba en el proceso civil

La actividad probatoria incumbe primordialmente a las partes principales que intervienen en el


proceso judicial; sobre ellas pesan diversas cargas procesales cuyo incumplimiento las expone al
riesgo de no lograr la demostración de los hechos afirmados en sus alegaciones; por consiguiente,
puede ser que pierdan el proceso no por no tener derecho sino por no demostrar sus hechos.

Con la prueba se permite a las partes tener la oportunidad de poder demostrar los hechos que
sirven como fundamento de sus pretensiones jurídicas o desvirtuar de la contraparte.

De allí que corresponda destacar como finalidad de la actividad probatoria, el logro de la llamada
verdad real o material, como indica Palacio[5], aunque, desde luego, sea éste el objeto ideal a
alcanzar en todo proceso y no resulte compatible con el adecuado servicio de la justicia la renuncia
consciente a ese tipo de verdad.

Necesidad de la prueba

No queda dudas que las afirmaciones de hecho (no de derecho) efectuadas por una parte que
fueren relevantes, notables o controvertidas, deben ser probadas en el proceso.

Como sostiene De Santo, “existe una estrecha relación entre las nociones de "prueba" y "objeto de
la prueba". Es una verdad elemental que la prueba no puede concebirse sin el objeto materia de
ella; ambas nociones tienen, por consiguiente, la misma amplitud. La conclusión entonces resulta
obvia: jurídicamente no puede limitarse el objeto de la prueba, en un sentido general o abstracto,
a los hechos controvertidos; por el contrario, es necesario extenderla a todo lo que por sí mismo
es susceptible de comprobación.

Consecuentemente, desde un punto de vista estrictamente procesal, por objeto de la prueba


procesal en general debe entenderse todo aquello que es factible de comprobación ante el órgano
jurisdiccional (para efectos procesales en general, no de cada proceso en particular).

Palacio[6] indica que en cada proceso, como regla de carácter general, el objeto de la prueba se
halla constituido por los hechos invocados en las alegaciones y el mismo entiende por hecho todos
aquellos sucesos o acontecimientos externos o internos susceptibles de percepción o deducción,
por consiguiente, pueden ser objeto de prueba tanto los hechos del mundo exterior (provengan
de la naturaleza o de la acción del hombre), cuanto los estados de la vida anímica humana (la
intención, la voluntad, determinado conocimiento, la conformidad tácita, etc.) y el mismo autor
añade por otra parte que resulta indiferente la determinación temporal del hecho. De allí que no
sólo puedan probarse hechos pasados y presentes, sino también hechos futuros, como sería el
caso de determinar los ingresos que podría percibir una persona durante el probable resto de su
vida. Por último, señala Palacio, que la prueba puede versar tanto sobre la existencia como sobre
la inexistencia de un hecho (hecho negativo).

Concepto de carga de la prueba

El juez al momento de dictar sentencia puede encontrar que la actividad probatoria desarrollada
por una o ambas partes le depara la convicción sobre la existencia de los hechos controvertidos
(supuesto en el cual resulta indiferente determinar en cuál de las partes recaía, en concreto, la
carga de la prueba), como señala De Santo. Pero también puede ocurrir que uno o más de esos
hechos no hayan sido probados o lo hayan sido probados insuficientemente[12].

El juez, ante la ausencia de un resultado probatorio cierto, no puede, sin embargo, abstenerse de
emitir un pronunciamiento, debiendo declarar probada o improbada la pretensión jurídica, pues
está vedada la posibilidad de obviar tal decisión sobre la base de la incertidumbre que arroje la
falta o la insuficiencia de prueba, porque el juez tiene la obligación legal de fallar siempre[13].

Por esta razón, el juez necesita contar con ciertas reglas que le permitan determinar cuál de las
partes ha de soportar las consecuencias adversas que provoca la incertidumbre sobre los hechos
controvertidos.

Como señala Micheli, “en el derecho contemporáneo la regla de la carga de la prueba se ha


venido transformando en regla de juicio, conservando el juez el deber de pronunciarse en todo
caso, aun en situación de duda”.[14]

La carga de la prueba por una parte constituye una regla para el juez, en cuanto le indica cómo
debe decidir cuando no halle la prueba de los hechos sobre los cuales debe basar la sentencia,
permitiéndole pronunciarse sobre el fondo de la cuestión.

Por otra parte, la carga de la prueba configura una regla de conducta para las partes, porque
indirectamente les señala cuáles son los hechos que a cada una le interesa probar (cuando no haya
prueba traída de oficio o aportada por la parte contraria).
La carga de la prueba es, entonces, “una noción procesal que contiene la regla de juicio por medio
de la cual se le indica al juez cómo debe fallar cuando no encuentre en el proceso pruebas que le
den certeza sobre los hechos que deben fundamentar su decisión, e indirectamente establece a
cuál de las partes le interesa la prueba de tales hechos, para evitarse las consecuencias
desfavorables”.

Hechos presumidos por la ley

No necesitan prueba los hechos sobre los cuales recae una presunción legal establecida, por
supuesto por la propia ley.

Como señala el maestro uruguayo Couture “Una presunción legal es una proposición normativa
acerca de la verdad de un hecho. Si admite prueba en contrario se dice que es relativa; si no
admite prueba en contrario se denomina absoluta, empero ni las presunciones legales ni las
judiciales son medios de prueba”.[24]

Admita o no prueba en contrario, si un hecho goza de presunción legal, está exento de prueba; tal
es, justamente, el objeto de las presunciones legales.

Indica Palacio que a “toda persona a quien favorece una presunción legal, se halla dispensada de
probar el hecho sobre el cual dicha presunción recae”.

Producción de la prueba

En el proceso judicial debe existir orden y seguridad para que el mismo sea bien tramitado y las
partes sepan de antemano las reglas de juego y el deber de cumplirlas; caso contrario, podrían
verse perjudicadas al no realizar ciertas actuaciones procesales en los plazos que fija la ley, ya que
en el proceso civil rige el principio de preclusión.

En la etapa probatoria; es decir, en la etapa oral del proceso civil y especialmente en las
audiencias, las partes tienen la oportunidad de hacer producir sus pruebas para probar los hechos
que fueron propuestos oportunamente en el proceso; empero, esto debe realizarse dentro del
período fijado por el órgano judicial, ya que el juez se encuentra autorizado para rechazar la
prueba que no cumpla este recaudado legal, con excepción de la prueba documental
preconstituida y la comprendida en el Art. 112 del Código de Procedimiento Civil (2013),
consistente en documentos posteriores a la demanda o anteriores desconocidos.

La prueba se produce en audiencias


La regla de oro que debe primar en este nuevo procedimiento civil (2013) es que toda la prueba
debe producirse en audiencias públicas, en mérito al principio de oralidad, concentración,
inmediación y otros que rigen a este nuevo código.

Las pruebas propuestas y admitidas serán producidas en audiencia, conforme a lo dispuesto para
cada proceso en particular, salvo disposición contraria. Por ejemplo, en el proceso de
conocimiento oral en la audiencia preliminar y complementaria se recibe la prueba y en los otros
procesos normalmente en una única audiencia[26].

Al respecto el nuevo procedimiento (2013) dispone: Las pruebas serán producidas en audiencia,
conforme a lo dispuesto para cada proceso en particular, salvo disposición contraria (Art. 138)

Prueba fuera de la jurisdicción del juez, pero dentro del Estado Plurinacional

Esta norma acuerda al juez la opción de trasladarse personalmente al lugar del acto probatorio o
de encomendar su realización a un órgano judicial que tenga su sede en ese lugar y a falta de ellas,
a una administrativa, librándole, a tal fin, el correspondiente exhorto u órdenes instruidas,
dependiendo si la autoridad encomendada es de igual o menor jerarquía, respectivamente.

Rechazo de la prueba inconducente

El juzgador es el director del proceso judicial; por lo tanto, tiene varias atribuciones para llevar
adelante y a feliz término el proceso; por eso, tiene facultades para rechazar prueba
manifiestamente inconducente o impertinente para probar o desvirtuar los hechos que se
discuten en el proceso.

Como sostiene Devis Echandía para formar parte “del thema probandum en un proceso, el hecho
debe ser pertinente o influyente (si es totalmente ajeno al presupuesto fáctico del proceso, es
obvio que no puede formar parte del tema de prueba, porque no existirá necesidad alguna de
probarlo) y su prueba debe ser posible y no debe estar prohibida (sí la ley prohíbe su prueba por
razones morales y orden público o de protección a la familia, no puede admitirse ni practicarse
ninguna)”.[32]

Puede ser que en el proceso existan hechos controvertidos, pero que no tengan que ver con el
objeto de discusión del proceso; el hecho a probar debe ser pertinente o influyente con el objeto
principal del proceso.

Fijados los hechos a probar en el proceso, el juzgador rechazará de oficio o a petición de parte, el
diligenciamiento de las pruebas manifiestamente inconducentes, impertinentes o prohibidas por
la regla de derecho. En este caso el juez debe explicar con absoluta claridad los motivos del
rechazo.

Hechos inconducentes, impertinentes o, irrelevantes o imposibles

La conducencia o relevancia del hecho y su posibilidad de existencia son requisitos para que pueda
ser objeto concreto de prueba, y, con mayor razón, para ser tema de ésta; por consiguiente, estos
hechos se encuentran excluidos del tema probatorio; por lo que el juez debe rechazar toda la
prueba relacionada a esos hechos.

Si el hecho no puede influir en la decisión, su prueba es claramente innecesaria, hipótesis en la


cual el juez, por razones de economía procesal y siempre que la inconducencia sea absoluta o
manifiesta, debe rechazarla (De Santo[33]).

La imposibilidad del hecho debe aparecer como algo notorio y ser aquél indudablemente absurdo,
de acuerdo con el concepto de expertos y no por los conocimientos personales del juez, a menos
que pertenezcan a las reglas comunes de experiencia.

Rechazo de prueba prohibida por ley

El juzgador rechazará de oficio o a petición de parte, el diligenciamiento de las pruebas prohibidas


por la regla de derecho. En este caso el juez debe explicar con absoluta claridad los motivos del
rechazo para que su resolución no resulte arbitraria.

Nuestra constitución (2009) al respecto tiene la siguiente disposición legal: “I. Ninguna persona
será sometida a intervención quirúrgica, examen médico o de laboratorio sin su consentimiento o
el de terceros legalmente autorizados, salvo peligro inminente de su vida. Ninguna persona será
sometida a experimentos científicos sin su consentimiento”[34]; norma jurídica que
supuestamente prohíbe la obligación de someterse a exámenes médicos si el mismo no presta su
consentimiento; por lo tanto, el padre no puede ser obligado judicialmente a someterse al examen
del ADN, pero esto constituye una presunción en contra del que se niega a someterse a una
prueba científica[35].

Pruebas producidas en otro proceso


Por primera vez se regula la prueba trasladada o prueba producida en otro juicio o proceso; razón
por la cual, deja de ser un problema en la tramitación del proceso, porque como no existía dicha
norma, se ha producido jurisprudencia contradictoria sobre el tema.

Ahora las pruebas legalmente producidas en un proceso tendrán la misma validez y eficacia en
otro seguido entre las mismas partes, siempre que en el primero se hubieren producido por una
de las partes contra la otra; por lo tanto, la validez depende del control de la prueba por parte de
ambos sujetos procesos.

Al respecto el nuevo procedimiento (2013) dispone: Las pruebas legalmente producidas en un


proceso tendrán la misma validez y eficacia en otro seguido entre las mismas partes, siempre que
en el primero se hubieren producido por una de las partes contra la otra (Art. 143).

Este criterio del contradictorio en la recepción de la prueba. Nos conduce a afirmar que no es
válida la probanza evacuada en otro proceso distinto al que se quiere hacer valer; sin embargo, si
la prueba fue producida en otro proceso seguido entre las mismas partes tendrán la misma validez
y eficacia probatoria que producida en el mismo proceso; sin embargo, debe ser ratificada en la
audiencia de prueba que se llame al respecto.

Medios legales de prueba

Como tenemos comentado, esta norma sólo menciona a título indicativo los medios legales de
prueba sin establecer si cada uno de ellos es un verdadero medio de prueba. Además, el progreso
de los medios técnicos y científicos permiten colaborar con el proceso a través de nuevos
elementos de prueba que, por su precisión y eficacia, consiguen determinar con cierta seguridad
los resultados que alcanzan[37].

Son medios legales de prueba o legales los siguientes:

· Los documentos.

- La confesión judicial.

· La inspección judicial.

· El peritaje.

· La testificación.

· Reconstrucción de los hechos.

· Las presunciones.

· Informes.
Apreciación de la prueba en sentencia

El momento culminante que tiene el juzgador es el momento de dictar sentencia, en la cual debe
apreciar básicamente la prueba producida en el debate judicial; sin embargo, tiene únicamente la
obligación de apreciar la prueba vital y desechar la innecesaria o inconducente.

De acuerdo con la norma en estudio, en primer lugar, se exige una exposición del hecho, por lo
que el juez debe remitirse a los hechos invocados por las partes, confrontándolos con la prueba
que se haya producido, apreciar el valor de éstas y aplicar, finalmente, la norma o normas jurídicas
mediante las cuales considera que debe resolver el pleito. El juez no está obligado, sin embargo, a
hacerse cargo de todas las pruebas producidas ni a analizar todas las cuestiones propuestas por las
partes, pudiendo desechar aquéllas que considerare innecesarias o inconducentes; sin embargo,
debe explicar a las partes el porqué de decisión.

La prueba judicial constituye el conjunto de reglas que regulan la admisión, producción y


valoración de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juzgador la convicción
sobre hechos que interesan al proceso judicial.

El juez al momento de pronunciar la resolución correspondiente tendrá la obligación de considerar


todas y cada una de las pruebas producidas en el debate judicial, individualizando cuales le
ayudaron a formar convicción y cuales fueron desestimadas, fundamentando su criterio; es decir,
debe señalar que hechos se encuentran probados y cuáles no y fundamentalmente con que medio
probatorio arribo a dicha conclusión.

Este punto será analizado con mayor amplitud al momento de analizar la sentencia y auto de vista.

INTRODUCCION:

En el presente ensayo desglosaremos los tipos de medio de prueba en materia civil, según la
estructura del Código Procesal Civil (Ley 439), haciendo comparaciones con el Código de
Procedimiento Civil, normativa adjetiva que a la fecha fue abrogada.

Según la Ley 439 la prueba es sustentado en el principio de verdad material deber del juzgador
tener la certeza de la realidad de los hechos (Art. 134), en la cual se le otorga mayores facultades
de investigación al

Juez director de una Litis.


Ahora necesariamente es importante señalar que existen dos

LOS MEDIOS DE PRUEBA:

Definición de Prueba.-

Etimológicamente el vocablo “prueba” es una derivación del latín “probe”, que significa
rectamente, honradamente

Si bien existen varias definiciones de prueba, para Couture “es un medio de verificación de las
proposiciones que los litigantes formulan en juicio. La Corte Suprema ha dicho que es el
establecimiento de un hecho del cual depende la pretensión o contra-pretensión hecha valer por
los medios y en la forma establecida en la ley”[1].

Según el criterio de Francesco Carnelutti en el lenguaje común “prueba” se utiliza como


comprobación de la verdad de una afirmación, y no debe confundirse con el procedimiento
empleado para la verificación de la proposición”.[2] Por su parte Jeremías Bentham considera que
la prueba es un hecho supuestamente verdadero que sirve de fundamento para demostrar la
existencia o inexistencia de otro hecho.

Acepciones de la palabra prueba.

La palabra prueba tiene tres acepciones en el campo del Derecho:

a) Alude a la demostración de la verdad de un hecho, de su existencia o inexistencia. Es el


establecimiento, por los medios legales, de la exactitud de un hecho que sirve de fundamento a un
derecho que se reclama.

b) Se refiere a los medios de prueba, o sea, los medios de convicción, considerados en si mismos.

c) Se habla de la prueba para referirse al hecho mismo de su producción, a la circunstancia de


hacerla valer ante los tribunales. En este sentido, por ejemplo, se dice que la prueba incumbe al
actor o al demandado.[3]

El Objeto de la prueba.-
Según Juan Andrés Orrego Acuña, se debe probarse son los hechos, no el Derecho. Deben
acreditarse los hechos jurídicos en general y los actos jurídicos en particular.

Así mismo Jorge O. Mostajo Barrios manifiesta “En principio son objeto de prueba los hechos, y no
el derecho, invocados por las partes, que sean controvertidos, esto es, no admitidos por la
contraparte. Es decir que en el proceso son objeto de prueba los hechos porque el derecho se
presume conocido, según unos, en especial por el juez que es el sujeto de la prueba a quien se
refiere”.[4]

Por su parte Gonzalo Castellanos Trigo indica “El objeto de la prueba son los hechos
controvertidos (se entiende por hecho controvertido aquel sobre el que no existe conformidad
entre las partes, es decir, lo afirmado por una parte y desconocido o negado por la otra, o sea
cuando constituye el contenido de una afirmación unilateral), excluyendo por lo tanto, aquellos en
que hay conformidad (acuerdo) entre las partes, estaríamos confundiendo el concepto de “objeto”
con el de “necesidad o tema” de la prueba, como sostiene Chiovenda, Lessona y Micheli.”[5]

El Código Procesal Civil vigente “Ley 439” para la tramitación de causas civiles, no hace referencia
alguna sobre el objeto de la prueba, solo hace mención a la carga de la prueba entre otros
extremos, menos da un definición cabal de lo que es la prueba, al igual que su antecesor el Código
de Procedimiento Civil.

Tipos o Clases de Medios Probatorios.-

Con relación a este punto el Código Procesal Civil Boliviano incorpora incorpora dentro la ley
adjetiva Civil, la prueba por informe (art. 204 C.P.C.), así como la reconstrucción de los hechos (art.
189 C.P.C.), figura legal rescatada del ordenamiento jurídico Penal, prevista en la Ley Nº 1970
“Código de Procedimiento Penal”, y entre los medios legales conocidos esta la prueba testifical,
documental, inspección judicial, el peritaje, presunción y la reina de las pruebas que es la
confesión provocada.

La Prueba Documental:

Inicialmente debemos precisar que se entiende por documento, al respecto Castellanos Trigo dice
que “Es toda representación objetiva de un pensamiento la que puede ser material o literal. Son
documentos literales las tarjetas, las marcas, los signos, contraseñas, los documentos literales son
las escrituras destinadas a constatar una relación jurídica.”[6]
Es menester aclarar que en otras legislaciones se la conoce como medios instrumentales, la
prueba instrumental, como su nombre lo indica, es aquella que se produce por medio de
instrumentos, que a su vez es sinónimo de documento, lo que más propiamente conocemos como
documento público y privado.

El Código de Procedimiento Civil Chileno refiere que el Instrumento “Como todo escrito en que se
consigna un hecho.[7]

Al respecto la Ley 439 no da una definición concreta relativa a lo que son los documentos menos
un concepto cabal de documento, al igual que el Código de Procedimiento Civil, como otras
legislaciones, consecuentemente en el art. 148 (Ley 439) hace una distinción de lo que es la
prueba documental de carácter público y privado refiriéndose taxativamente:

El documento público es el otorgado por un funcionario autorizado en ejercicio de su cargo, la


escritura pública y demás documentos otorgados por el notario de fe pública.

El documento Privado tendrá valor de autenticidad cuando sea reconocido por autoridad judicial,

De lo anotado se tiene que la norma referida no da un concepto de que es el documento privado


solo hace referencia a su autenticidad al momento dehacer valer los mismos ante los estrados
judiciales, criterio asumido por el Código de Procedimiento Civil art. 399.

Al respecto Gonzalo Castellanos Trigo nos un concepto más fácil de comprender y dice que los
documentos públicos son los otorgados por un funcionario público o depositario de la fe pública
dentro de los límites de su competencia y de acuerdo con las formalidades de la ley, asi mismo
indica que los documentos públicos tienen valor probatorio por si mismos y sin necesidad de que
medie su reconocimiento por la parte a quien se oponen.[8]

El Código Civil señala que “Documento público o autentico es el extendido con las solemnidades
legales por un funcionario autorizado para darle fe pública” (Art. 1287).

Alsina por su parte al referirse a los documentos privados indica que son instrumentos producidos
por las partes sin intervención de funcionarios públicos, pueden ser otorgados por ellas
conjuntamente (contratos) o individualmente (correspondencia comercial, cartas.
Consecuentemente debemos señalar que el documento y/o instrumento público es todo aquel
documento emitido por un servidor público autorizado por imperio de la ley con las solemnidades
legales que correspondiere. En cambio el instrumento privado es todo escrito que da constancia
de un hecho y que ha sido otorgado sin formalidad o solemnidad alguna entre las personas o
partes sin la intervención de un servidor público.

La Prueba Testifical:

Alsina considera que la palabra testigo deriva de estado, que significa referir, narrar. Mientras que
para otros viene de testibus, que equivale a dar fe de la veracidad de un hecho. Devis Echandia
esgrime “En principio puede decirse que los testigos generalmente no son sujetos del litigio que en
el proceso se ventila, porque de lo contrario, o son partes del mismo o están impedidos para
testimoniar, por un interés manifiesto en la decisión que allí debe adoptarse”.[9]

Según Juan Andrés Orrego Acuña, los testigos, aquellos que sin ser partes en el proceso, declaran
sobre hechos de que tienen conocimiento. Son terceros ajenos al acto o hecho jurídico debatido,
que pueden afirmar la existencia de un hecho jurídico, porque estuvieron presentes en el acto de
su realización testigos presenciales, o porque tuvieron conocimiento del mismo testigos de oídas.

Consiste en la declaración que hacen personas extrañas al juicio, las cuales reúnen las condiciones
exigidas por la ley, y que deponen en la forma que ella establece acerca de los hechos
substanciales y pertinentes controvertidos por las partes.

La Confesión Provocada:

El Código Civil Italiano la define como “La declaración que hace una parte de la verdad de los
hechos que le son desfavorables y son favorables a la otra parte”.

Es el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad de un hecho que produce
consecuencias jurídicas en su contra.[10]

Casarino señala es aquel medio probatorio consistente en el reconocimiento que una persona
hace de la verdad de un hecho, susceptible de producir consecuencias jurídicas en su contra.
Castellanos Trigo indica que la confesión es una declaración de parte, considerada está en un
aspecto formal procesal, es decir, como sujeto de la relación procesal (Demandante, demandado o
tercero interviniente). Empero debemos dejar claro que no siempre las declaraciones de parte
implican una confesión[11].

Ahora el Código Procesal Civil, hace referencia a la existencia de dos tipos de confesión (art. 157),
la confesión judicial y la extrajudicial:

Confesión Judicial: Es aquella que se presta dentro del juicio en el cual se la invoca. Es así que la
confesión reviste el carácter de judicial cuando se presta durante el curso de un proceso judicial y
con arreglo a las formalidades establecidas en la ley procesal.[12] Al respecto el art. 157 – II (Ley
439); Es confesión judicial provocada la que una parte absolviere en virtud de petición expresa y
conforme a interrogatorio de la otra parte, o dispuesta de oficio por la autoridad judicial, bajo
juramento o promesa de decir la verdad y demás formalidades establecidas por Ley. Por su parte
el art. 1321 Código Civil manifiesta la confesión Judicial “La confesión que presta en juicio una
persona capaz de disponer el derecho al que los hechos confesados se refieren, sobre un hecho
personal del confesante o cumplido por su apoderado con poder especial, hace plena fe contra
quien la ha prestado, a menos que sea relativa a hechos diferentes o contrarias a la ley”. Al
respecto el Código de Procedimiento Civil, art. 404 – I (Cuerpo legal abrogado) indica que la
confesión judicial “Sera confesión judicial provocada la que una parte hiciera en virtud de la
petición expresa y conforme a interrogatorio de la otra parte o dispuesta por el juez, con
juramento y las formalidades establecidas por ley”.

Confesión Extrajudicial: Es aquella que se presta fuera de juicio, o dentro de juicio, pero ante
tribunal diverso de aquel que conoce del pleito y en el cual se la invoca como medio probatorio.

Por lógica la confesión que no se presta en el proceso; es decir, la que se presta fuera del juicio,
reviste el carácter extrajudicial. Pero la misma debe ser invocada en el proceso por cualquiera de
las partes como un hecho que debe ser a su vez objeto de prueba.[13] La ley 439 en su Art. 157 –
IV refiere; La confesión extrajudicial es la que tiene lugar fuera del proceso. Cuando sea formulada
por la parte o por quien legalmente la represente, surtirá el mismo efecto que la judicial en los
casos en que fuere admisible la prueba de testigos. La confesión extrajudicial de la parte a un
tercero tendrá el valor de presunción simple.

De lo glosado precedentemente se deduce que tanto el Código Procesal Civil y el Código de


Procedimiento Civil a la fecha abrogada, no reviste un cambio sustancial en cuanto a esta figura
legal, con la salvedad de lo previsto en el art. 158 del Código Procesal Civil que señala “La
confesión necesariamente se absolverá de manera personal, salvo que la Ley expresamente
disponga lo contrario”, así como la distinción de personas del derecho público y privado art. 159
del cuerpo legal referido precedentemente.

La inspección Judicial y Reconstrucción de los Hechos:


La doctrina suele definir la inspección personal del tribunal como “el examen que éste hace por sí
mismo de hechos o circunstancias materiales controvertidos en el pleito, a objeto de adquirir la
convicción acerca de su verdad o inexactitud.

La Inspección Judicial, consiste en examinar el estado de las personas, lugares, rastros y otros
efectos que fueran de utilidad para la averiguación del hecho o la individualización de sus
partícipes. La inspección debe practicarse a la brevedad posible para que no desaparezca las
huellas del delito. Esta diligencia es ordenada por el Juez o dispuesta por el Fiscal durante la
investigación preparatoria.

La diligencia de Inspección Judicial permite la percepción inmediata del lugar donde ocurrió el
delito, de la persona o de las cosas, o situaciones de hecho que constituyen objeto de prueba en
un proceso, con la finalidad de adquirir un mayor conocimiento de tales aspectos lo cual abonará
favorablemente en el esclarecimiento del hecho investigado.

Según Juan Andrés Orrego Acuña, la denomina inspección personal del Tribunal, consiste en la
visita que el juez de la causa realiza a la cosa que se litiga o al lugar donde ocurrieron u ocurren los
hechos, a fin de cerciorarse personalmente del estado de las cosas o de la efectividad de los
hechos que se alegan.

Ello tiene lugar en los casos en que la ley lo ordena, como sucede con las querellas posesorias, y
además en los casos en que el tribunal lo decreta, si lo estima necesario[14].

El Código Civil la denomina Inspección Judicial (Art. 1334)

En cambio Reconstrucción de los Hechos.-

Es el medio de prueba cuya finalidad es reproducir o reconstruir de manera artificial el delito o


parte del mismo, por ello es que se realiza en forma dinámica en base a las versiones que han
aportado los imputados, agraviados y testigos.[15]

El propósito de la diligencia de Reconstrucción está en determinar si el hecho se llevó a cabo y en


qué forma se habría realizado.
La Presunción:

La palabra presunción etimológicamente significa el suponer un hecho como cierto sin que este
probado o sin que nos conste, siguiendo a Davis Hechandia “La presunción es un juicio lógico del
legislador o el juez, en virtud del cual se considera como cierto o probable un hecho con
fundamento en las máximas generales de la experiencia, que le indican cual es el modo normal
como suceden las cosas y los hechos[16].

La presunción es el resultado de una operación lógica, mediante la cual, partiendo de un hecho


conocido, se llega a aceptar como existente otro desconocido o incierto[17].

En cuanto a este medio la prueba no hay mayores cambios tanto en la Ley 439, como en el Código
de Procedimiento Civil.

El Peritaje:

Devis Echandia puntualiza que el peritaje “Es una actividad procesal, desarrollada en virtud de
encargo judicial, por personas distintas de las partes del proceso, especialmente calificadas por sus
conocimientos técnicos, artísticos o científicos, mediante la cual se suministra al juez argumentos
o razones para la formación de su convencimiento respecto a ciertos hechos cuya percepción o
entendimiento escapa a las aptitudes del común de las gentes”, Palacio Define a la prueba pericial
como aquella que es aportada por terceros que a raíz de un encargo judicial y fundados en los
conocimientos científicos, artísticos o prácticos que poseen, comunica al juez las comprobaciones,
opiniones o deducciones extraídas de los hechos sometidos a su dictamen.[18]

El perito es una persona con conocimientos técnicos especiales, acerca de los hechos que se
discuten, designado por el juez o las partes para que informe al tribunal sobre tales hechos. Su
informe se llama peritaje.

En consecuencia, el informe de peritos consiste en la presentación al juicio de un dictamen u


opinión sobre hechos controvertidos en él, para cuya adecuada apreciación se requie-ren
conocimientos especiales de alguna ciencia o arte.

La persona que evacúa este dictamen recibe el nombre de perito. De ahí que se defina al perito
como toda persona que tiene conocimientos especiales sobre una materia determinada y apta, en
consecuencia, para dar su opinión autorizada sobre un hecho o circunstancia contenido en el
dominio de su competencia.

Prueba por Informe:

Es tipo de prueba es una nueva innovación en el ordenamiento Jurídico interno del Estado
Plurinacional de Bolivia, en cuanto se refiere en materia Civil, la misma es sancionada en el art.
204 del Código Procesal Civil, tiene una semejanza con la prueba testifical.

Este medio de prueba según Paula Galvez Mairyn Rojas “Prácticamente llamamos prueba de
informes, a aquélla en la que las partes solicitan que una dependencia pública, empresa del sector
privado, servidor público o persona física, rindan al tribunal información determinada relativa a los
hechos en debate en un procedimiento judicial.

Según Lino Enrique Palacio la prueba de informes puede caracterizarse:

a) como un medio de aportar al proceso datos concretos acerca de actos o hechos resultantes de
la documentación, archivos o registros contables de terceros o de las partes, siempre que tales
datos no provengan necesariamente del conocimiento personal de aquéllos.

b) Esta clase de prueba presenta rasgos que la distinguen suficientemente de los restantes medios
probatorios. En primer lugar no entraña una especie de prueba documental, porque ésta requiere
la aportación directa de documento al proceso (sea en forma espontánea o a raíz de una orden de
exhibición), al paso que el informante se limita a transmitir al órgano judicial, tras la orden
pertinente, el conocimiento que le proporcionan las constancias documentales que se encuentran
en su poder. El informante, en segundo lugar, se asemeja al testigo porque tanto el informe como
el testimonio se refieren a hechos pasados; pero se diferencian en cuanto: 1) El informante puede
ser (y generalmente lo es) una persona jurídica, mientras que el testigo debe ser necesariamente
una persona física; 2) El informante, a diferencia del testigo, puede adquirir conocimiento de los
hechos de que se trate en el momento mismo de expedir el informe; 3) Mientras que el testigo
declara sobre percepciones o deducciones de carácter personal, el informante debe atenerse a las
constancias de la documentación que posee. Y en tanto, finalmente, la expedición de un informe
no requiere conocimientos técnicos especiales, el informante tampoco puede asimilarse a un
perito.

https://www.fcjs.unl.edu.ar/dpc/teoria-general-de-la-prueba-derecho-probatorio/

El Derecho Probatorio ha sufrido una renovada atención de los teóricos del Derecho Procesal a la
luz de la insuficiencia de resultados del proceso civil en general en el mundo contemporáneo. De
tal forma, se ha actualizado la visión de la tradicional relación entre prueba y verdad, se discute
actualmente cuál es la función de la prueba en el proceso civil (fundamentalmente en relación al
papel del juez) y, los sistemas de apreciación de la prueba producida. El procedimiento probatorio
también se torna complicado y los distintos medios de prueba en particular son objeto de
permanentes discusiones en la praxis judicial.

De tal forma, este capítulo esencial en la Teoría General del Derecho Procesal se torna de
indispensable atención en la Carrera, no solo desde su renovado contenido teórico sino,
fundamentalmente, atendiendo a sus virtualidades prácticas ineludibles.

En síntesis, en esta Sección los objetivos perseguidos son los de actualizar y profundizar (al nivel de
una carrera de “Postgrado”) los conocimientos recibidos por los profesionales en sus cursos de
“grado” y, en especial, marcarles las nuevas tendencias de la Ciencia del Derecho Procesal
respecto de éstas instituciones fundamentales.

Obviamente, el análisis científico, legislativo, doctrinario y jurisprudencial respectivo les brindará


habilidades inmediatamente aplicables en sus labores profesionales diarias (sea como abogados
litigantes o como jueces, funcionarios o empleados judiciales).

También se promoverá la discusión académica de estos temas fundamentales en el Derecho


Procesal moderno.

https://almaabogados.com/la-prueba-concepto-objeto-y-medios-de-prueba

https://www.paradaabogados.com/es/libro-primero/t%C3%ADtulo-iv-actividad-procesal/cap
%C3%ADtulo-quinto-prueba/secci%C3%B3n-i-principios-generales/175-art%C3%ADculo-144-
medios-de-prueba-%20#:~:text=Son%20medios%20legales%20de%20prueba,y%20la%20prueba
%20por%20informe.

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