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INTRODUCCIÓN

Hoy en día durante la etapa escolar de los adolescentes en las instituciones


educativas, han surgido muchas situaciones, siendo estas personales o
contextuales, que de alguna manera pueden afectar su proceso de formación, el
cual es de vital importancia en todas las etapas escolares, aunque especialmente
en el nivel secundario, debido que el periodo de la adolescencia, que marca una
fase fundamental en la vida de una persona, dando un paso a la edad adulta, en
dicha etapa se originan los cambios significativos, tanto físicos como psicológicos
que forjaran la personalidad adulta del estudiante (Usán y Salavera, 2018).

Sin embargo, ante la situación emergida por la pandemia, se dio el cierro de los
centros educativos como medida preventiva, con el fin de contrarrestar lo
propagación del Covid19. En medio de la pandemia, mucho de los estudiantes ha
presentado problemas psicológicos, como estrés académico, ansiedad,
desmotivación, etc., además de experimentar un sin fin de emociones, miedo,
temor, angustia, etc., muchos de los efectos emocionales que el confinamiento
trajo consigo, perjudico al estudiante.

En el campo educativo se considera a la inteligencia emocional, como un papel


protagónico al desempeño académico como elemento determinante para el
alcance de un mejoramiento continuo y en ese orden de ideas surge la
inteligencia emocional como una herramienta para mejorar la motivación en el
contexto escolar, la cual al desarrollarse se relaciona estrechamente con una
serie de habilidades como son la percepción, la valoración, expresión de las
emociones, la comprensión de emociones y la regulación de las emociones;
convirtiéndose en pilar del ámbito educativo. Refiere que la motivación es aquella
palanca que mueve toda conducta, siendo este un factor primordial para provocar
cambios, ya sea en el nivel escolar o de manera general. Sin embargo, a pesar de
las discrepancias existentes la mayoría de los especialistas coinciden en definir la
motivación como un conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y
persistencia de la conducta (Beltrán, 1993a; Bueno, 1995; McClelland, 1989, etc.).
Si nos trasladamos al contexto escolar y consideramos el carácter intencional de
la conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones,
expectativas y representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea
a realizar, y de las metas que pretende alcanzar constituyen factores de primer
orden que guían y dirigen la conducta del estudiante en el ámbito académico.
Pero para realizar un estudio completo e integrador de la motivación, no sólo
debemos tener en cuenta estas variables personales e internas sino también
aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los
estudiantes, que les están influyendo y con los que interactúan.

En la actualidad, los términos de motivación e inteligencia emocional son


empleados indistintamente en el ámbito educativo. Se considera la inteligencia
emocional como una manera de interactuar con todo aquello que rodea al
individuo quien tiene muy en cuenta la motivación (Goleman, 2012), la cual lleva a
considerar las emociones como un aspecto integral de la motivación en la medida
en que esta desencadena la conducta orientada a un fin (Usán, Salavera, Merino,
& Jarie, 2018). En consecuencia, tal y como apunta Anaya (2012), los sistemas
motivacionales y de inteligencia emocional interactúan y se sostienen
mutuamente al servicio de las metas perseguidas, en detrimento de
posicionamientos interdependientes (Sanz, Menéndez, Rivero, & Conde, 2009).
De este modo, las emociones suponen un papel importante en la adaptación de
los estudiantes en su centro escolar en cuanto al manejo emocional de todas
aquellas variables contextuales y personales que se producen a lo largo del curso
académico y que pueden determinar cuestiones tan importantes como el
bienestar personal, la motivación escolar o el rendimiento académico, entre otros.

Un estudio realizado denoto la incidencia que puede llegar a tener la motivación


escolar y la inteligencia emocional en el proceso socioeducativo de los
estudiantes en los centros educativos. Estas, unidas a otras situaciones
personales y contextuales, forman un compendio de variables psicológicas que
afectan al devenir del alumno en su escolaridad, condicionando, de este modo, su
rendimiento y adherencia hacia la propia institución educativa y a alcanzar un
óptimo desarrollo en la vida personal y académica de los estudiantes
https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/importancia-del-desarrollo-emocional-
estudiantes

https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/32001/2021jaimevela1.pdf?
sequence=9

http://reme.uji.es/articulos/pa0001/texto.html

https://www.redalyc.org/journal/1332/133258487007/html/

https://digibuo.uniovi.es/dspace/bitstream/handle/10651/49002/
TFG_DavidTeranSierra.pdf?sequence=6&isAllowed=y

https://repositorio.cuc.edu.co/bitstream/handle/11323/8268/Inteligencia
%20emocional%20y%20su%20relaci%C3%B3n%20con%20el%20desempe
%C3%B1o%20acad%C3%A9mico%20en%20matem%C3%A1ticas%20de%20los
%20estudiantes%20de%20educaci%C3%B3n%20media%20en%20tiempos
%20de%20COVID%2019.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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