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1.

Introducción

El derecho colectivo del trabajo estudia las relaciones laborales desde la


óptica del ejercicio del derecho a la libertad sindical. Así, se fundamenta
en un objeto de estudio pragmático de la unión de trabajadores y el
conflicto que lleva.

Como sabemos, el origen del derecho laboral comienza con el esfuerzo


de los trabajadores de unirse para enfrentar escenarios en contra de la
dignidad del trabajo. Así, la legislación del trabajo fue reconociendo la
realidad social y sindical.

 Lea también: ¿Cómo se lleva acabo una negociación colectiva?


El derecho del trabajo no se agota con la consideración única de la
relación individual del trabajo, puesto que también comprende la
regulación de las organizaciones, de trabajadores o empleadores, que
tengan por finalidad defender los intereses profesionales que ellas
representan, sus conflictos, sean internos y externos, la forma de
solución, e incluso la intervención que cabe al Estado en ellos.

2. Concepto del derecho colectivo

Es común definir al derecho colectivo como el aspecto complementario


del derecho laboral individual (o en contraposición), el cual estudia los
principios fundamentales de la unión de los trabajadores, así como su
regulación y producto jurídico (convenio colectivo).

A diferencia de los intereses individuales de un trabajador, en el caso del


derecho colectivo se estudian los intereses del colectivo, los cuales se
expresan mediante instituciones propias; además, estos derechos
colectivos se encuentran regulados por un sistema de normas propio.

La academia coincide en determinar que el derecho del trabajo no se


agota con la consideración única del derecho individual del trabajo,
porque también comprende la regulación de las organizaciones, de
trabajadores o empleadores, que tengan por finalidad defender los
intereses profesionales que ellas representan, sus con flictos, sean
internos o externos, la forma de solución, e incluso la intervención que
cabe al Estado en ellos.

2.1 Diferencias con el derecho individual

Para detallar diferencias conceptuales, a continuación compartismos las


principales distinciones:

Por los sujetos: El objeto del derecho laboral individual es la relación


trabajador-empleador; sin embargo, para el derecho colectivo se analiza
como sujeto al grupo de trabajadores que actúa como representante de
una comuidad definida de intereses[1].

Respecto al contenido: En las relaciones colectivas se tiene como centro


de la discusión al convenio colectivo, el cual se celebra como una fuente
de obligaciones y derechos.

En el conflicto: El derecho colectivo se concretiza en la defensa de


derechos laborales en representación. Además, de velar por el
cumplimiento de la autonomía sindical y otros derechos.

Por su finalidad: Al tener como contenido al convenio colectivo, su


finalidad es de reconocimiento de derechos (aspecto normativo) y mejora
de condiciones laborales.

 Lea también: Jurisprudencia relevante sobre negociación colectiva

3. Autonomía colectiva

Según el jurista Villavicencio la autonomía colectiva es: «[e]lenco de


facultades de que disponen las organizaciones de trabajadores y
empresarios, para regular conjuntamente sus intereses»[2].

Esta visión de trípode de la autonomía colectiva se entronca


armónicamente con el viejo planteamiento latinoamericano de la
trianguladidad del derecho colectivo de trabajo (sindicación, negociación
colectiva y huelga) y que en la actualidad viene subsumido en el concepto
de libertad sindical

4. Sindicación, negociación colectiva y huelga

Con base en lo que hemos descrito anteriormente, el derecho


colectivo estudia instituciones que se conforman durante el marco del
ejercicio de la libertad sindical. En ese sentido, se analizará este derecho
repecto de su titularidad individual y colectiva.

Analizaremos este derecho en base a lo que el jurista Villavicencio


explica sobre la libertad sindical, la cual «[…] consiste -desde la
perspectiva individual- en la posibilidad del  trabajador
de constituir y afiliarse a un sindicato; mientras que -desde la perspectiva
colectiva- se trata del derecho de las organizaciones sindicales a elaborar
sus estatutos, desarrollar ampliamente sus actividades y a afiliarse a
otras de grado superior»[3].

Nuestra Constitución reconoce en el artículo 28 que este derecho está


conformado por el respeto al ejercicio de la sindicalización, negociación
colectiva y huelga.

4.1 Derecho de sindicación

La Constitución reconoce el derecho de sindicación. Sobre esto, la


doctrina suele explicar la faceta individual como el respeto a la
constitución de organizaciones que represente sus intereses, además,
que los trabajadores puedan afiliarse a sindicatos sin injerencia del
empleador (o incluso de otros trabajadores).
A razón de las fases de la libertad de sindicación, se considera a la
libertad sindical individual positiva y negativa. La primera, supone la
garantía de poder realizar cualquier tipo de actividad sindical; por otro
lado, la segunda, versa respecto a «decidir no afiliarse» y «retirarse
libremente» de las organizaciones colectivas, no obstante, garantizando
que no se cometan perjuicios por la toma de esta decisión.
Estas facetas del derecho a la sindicación, como lo expresa la doctrina,
por un lado, suponen el ejercicio del derecho. Así, en el caso de la libertad
sindical positiva, el trabajador considera participar en la organización y
constitución. No obstante, la llamada libertad sindical negativa, tal como
lo explica Villavicencio, trata «la tutela del derecho de los trabajadores de
mantenerse Indiferentes (no Incorporándose o desligándose) frente al
hecho sindical, sin que ello les pueda afectar negativamente en cualquier
terreno»[4].
Otro derecho dentro del derecho a la sindicación es la libertad sindical
colectiva o autonomia sindical, el cual consiste en el derecho de los
sindicatos de autorganizarse y actuar libremente en defensa de los
intereses de los trabajadores [5].
El ejercicio de este derecho recae, como su nombre lo dice, en el
colectivo de trabajadores organizados. Principalmente, en la oportunidad
del sindicato de organizarse autónomamente, esto es, en su gestión
interna como en las actividades que realizarán con miras a sus fines
representativos.
Al respecto, la sentencia recaída en el Expediente 3311-2005-PA/TC, el
Tribunal Constitucional determinó lo siguiente:
debe precisarse que la libertad sindical en su dimensión plural también
protege la autonomía sindical, esto es, la posibilidad de que el sindicato
pueda funcionar libremente sin injerencias o actos externos que lo
afecten. Protege, asimismo, las actividades sindicales que desarrollan los
sindicatos y sus afiliados de manera colectiva, así como la de los
dirigentes sindicales para que puedan desempeñar sus funciones y
cumplir con el mandato para el que fueron elegidos. 
Esta precisión corresponde a la autonomía de las organizaciones de
trabajadores. Continúa el Tribunal precisando lo siguiente:
Sin esta protección no sería posible el ejercicio de una serie de derechos
y libertades tales como el derecho de reunión sindical, el derecho a la
protección de los representantes sindicales para su actuación sindical, la
defensa de los intereses de los trabajadores sindicalizados y la
representación de sus afiliados en procedimientos administrativos y
judiciales.
Por estas precisiones, se explica la debida protección al ejercicio de este
derecho. Las garantías que debe corresponder a los trabajadores
organizados.

4.2 Negociación colectiva

La negociación colectiva puede conceptualizarse como el «cauce a


través del cual las organizaciones sindicales y los empleadores tratan
sobre las materias que competen a las relaciones laborales con miras a
la celebración de un convenio colectivo»[6].

El ejercicio del derecho a la negociación supone la realización del


convenio colectivo. Este acuerdo entre partes se donduce por el
reconocimiento de que los trabajadores pueden negociar.

Por otro lado, la doctrina suele referirse a la negociación colectiva como


un proceso de toma de decisiones, las cuales se encuentran
parametradas con un conjunto de reglas pactadas que regulen las
condiciones reales y de procedimiento. Por tanto, la negociación
colectiva no se aplica solamente a la negociación de convenios
colectivos formales, sino también a otros aspectos de las relaciones
colectivas entre las partes[7].

4.3 Huelga

La huelga es un derecho que nace del concepto de autotutela, la cual


consiste en la acción de los propios trabajadores tendiente a la
protección de sus derechos e intereses, sea para garantizar el
cumplimiento de las normas vigentes, sea para obtener un progreso en el
nivel de protección actual[8].

Para comprender este derecho, se suele explicar en la doctrina que la


huelga es una «herramienta», esto es, un derecho colectivo adherido a la
necesidad de que se respeten otros derechos, por ejemplo, la autotutela
laboral y la libertad sindical.

Entre las finalidades de la huelga, tal como lo señala el Comité de


Libertad sindical de la Organización Internacional del Trabajo:

3. Ha vinculado el ejercicio de derecho de huelga a la finalidad de


promoción y defensa de los intereses económicos y sociales de los
trabajadores (criterio este que excluye del ámbito de protección
internacional en el seno de la OIT las huelgas puramente políticas aunque
no aporta de manera directa elementos de pronunciamiento sobre la
huelga de solidaridad, cuestión esta que será examinada más adelante
pero que no puede ser objeto de una prohibición absoluta).

4. Ha considerado que el correcto ejercicio del derecho de huelga no


debe acarrear sanciones perjudiciales de ningún tipo, que implicarían
actos de discriminación antisindical.

En ese sentido, la huelga es un medio de autotutela garantizado por el


Estado y reconocido por organizaciones internacionales. Forma parte de
este espectro de 3 facetas de la libertad sindical.

4.3.1 Huelga en el ordenamiento peruano

En la Constitución Política de 1993 se garantiza y reconoce el derecho de


huelga. En el marco de su reconocimiento, se puede precisar que es
permitido su ejercicio a todas las categorías de trabajadores
dependientes, sean estos del régimen de la actividad privada o del
régimen de la actividad pública[9].

Tal como establece el jurista Cortés, nuestra actual Constitución no


adopta un modelo normativo de huelga. Por lo que se ha derivado al
legislador la responsabilidad de establecer qué modelo normativo aplicar
a este derecho.

Las limitaciones a están reconocidas por la misma carta magna, la cual


menciona el ejercicio de este derecho en armonía con el interés social.

5. Conclusiones

Es común definir al derecho colectivo como el aspecto complementario


del derecho laboral individual (o en contraposición), el cual estudia los
principios fundamentales de la unión de los trabajadores, así como su
regulación y producto jurídico (convenio colectivo).

A diferencia de los intereses individuales de un trabajador, en el caso del


derecho colectivo se estudian los intereses del colectivo, los cuales se
expresan mediante instituciones propias.

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