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Tema 2
Tema 2
EL CONCEPTO DE
SOCIALIZACIÓN. EL CONCEPTO DE ROL Y STATUS: SUS
TIPOS. LOS AGENTES DE SOCIALIZACIÓN.
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evolución del género humano; estos y sólo estos, pueden dar luz sobre el nacimiento y
caída de las naciones, sobre el progreso racial y la degeneración nacional.
B) Más frecuente que la posición anterior es la que, colocándose en sus
antípodas y extremando igualmente sus tesis, sostiene que todo el desarrollo de la
personalidad, viene condicionado por las circunstancias sociales entre las cuales se
efectúa. Según J. Mill, toda la diferencia existente, o que pueda llegar a existir, entre
una clase de hombres y otra, se debe enteramente a la educación.
En esas mismas ideas abunda el sociologicismo. Sus fundadores Durkheim y
Nartop afirmaron que, si bien la naturaleza nos hace individuos, sólo la sociedad nos
hace personas, ya que exclusivamente de la sociedad recibe el individuo todo lo que
constituye su mundo espiritual: lenguaje, sentimientos, cultura, religión, arte, etc.
Llamando educación, de un modo global, a todo ese bagaje con el que la sociedad (de
forma impositiva) equipa a sus nuevos miembros y así los socializa, nos sale la
conocida frase -idéntica en ambos autores- de que el hombre es hombre sólo porque
vive en sociedad y es educado en ella.
La Sociología insiste en que la personalidad así definida no es innata, sino
adquirida o lograda con el tiempo está determinada por el poder condicionante de la
herencia cultural y por los modelos sociales de comportamiento que los grupos crean,
aprueban, defienden y transmiten a la siguiente generación. Así el sociólogo ve la
personalidad como un reflejo de las situaciones sociales en medio de las cuales el
individuo se ha formado y ante las cuales reacciona. El self, la esencia personal (el sí
mismo, el Yo), es un espejo social.
C) Cuando dos soluciones extremas se oponen y excluyen entre sí cabe la
sospecha fundada de que ambas contengan parte de verdad, con lo cual la solución
auténtica sería la que trate de conciliar ambos extremos, adoptando una postura de
término medio que intente explicar el fenómeno a partir de los dos principios
antinómicos propuestos en aquella tesis. Tal ocurre cuando, constatados los
determinantes biológicos de la personalidad por su lado y condicionantes sociales por
otro, concluimos que ambos deben de actuar a la vez, aunque sea en proporciones
diversas. El carácter complejo de los fenómenos vitales nos invita también a esta
solución.
En suma, como dice A.K.C. Ottaway, hay siempre una interacción entre factores
innatos y culturales, y cualquier determinismo total es improbable. La antigua oposición
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entre naturaleza y educación (nature y nurture) es un error, puesto que ambas son
necesarias y están en inevitable interacción.
Es evidente que cultura, que en último término es una palabra latina comenzó
teniendo un sentido atributivo, funcional: cultivo de algo, agricultura, o cultura animi
que para Cicerón es como sinónimo de filosofía. Es decir, en principio la cultura es un
proceso, el paso de inculto a culto a través de un ejercicio más o menos metódico, la
educación (pero al mismo tiempo, educar es sacar algo de dentro de un mismo, algo que
ya estaba allí; desarrollar una capacidad). En todo caso, más adelante, cultura adquiere
carácter sustantivo; desde el Renacimiento ya será sobre todo el resultado de un
proceso más que el proceso mismo, los frutos más que el cultivo.
La clásica definición de cultura dada por Tylor tiempo ha es un tanto vaga, pero
fácil de entender: cultura es, según él, "un complejo que comprende conocimiento,
creencias, arte, moral, leyes, usos y otras capacidades y usanzas adquiridas por el
hombre en cuanto es miembro de una sociedad".
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procede únicamente de su herencia biológica queda, pues, cubierto por el campo de la
cultura.
La cultura tiene los siguientes elementos: los aspectos cognitivos, las creencias,
los valores, las normas, los signos y los modos no normativos de conducta.
a) Toda cultura posee unos elementos cognitivos, es decir, un grado elevado de
conocimientos objetivos sobre la naturaleza y la sociedad. De otro modo la colectividad
no podría sobrevivir: desde los pueblos más primitivos a los más avanzados en
complejidad cultural todos saben enfrentarse con la brega cotidiana, sean las que sean
las creencias mágicas, religiosas, ideológicas y no objetivas.
b) Junto a estos sólidos elementos cognitivos están las creencias, de las cuales
no afirmamos su verdad ni falsedad, pues son empíricamente incomprobables; las
creencias son una fe sobre el cosmos y la vida, y se manifiestan también en acciones y
resultados, sobre todo, la religión. Conviene señalar que existe un grado muy elevado de
superimposición entre lo cognitivo y lo credencial, y que la distinción es puramente
analítica. Así creer es también un modo de conocer la realidad, por muy falsas que sean
las creencias de unos hombres según la opinión de otros hombres. En todo caso, el
conocimiento perfecto no existe: poseemos sólo aproximaciones, más o menos
profundas, a la verdad.
c) Por su parte los valores con que nos acercamos a la realidad y las normas de
conducta que los enmarcan determinan nuestras actitudes. Puede decirse que los valores
son juicios de deseabilidad o aceptabilidad, o de rechazo, que se atribuyen a toda clase
de objetos y hechos. Los valores conllevan actitudes que superponemos a fenómenos
dados, y que deben ser distinguidos cuidadosamente de los fenómenos mismos. Pronto
se comprende que los valores no pueden manifestarse sin normas de conducta que los
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enmarquen y que tienen que ser aceptados por un número mínimo de miembros de la
colectividad, y en muchos casos por todos. La desviación del valor y de la norma
establecida suele implicar una reacción punitiva por parte de la colectividad en cuestión,
aunque muchas sociedades complejas hayan institucionalizado un buen número de
divergencias en un sistema de tolerancias aceptables.
d) Los signos culturales incluyen señales y símbolos. Los primeros indican un
hecho, simplemente, como es el caso de las señales de tránsito. Los símbolos son más
complejos y son parte central del sistema de comunicación que es la cultura. La red
simbólica más importante es el lenguaje; sin él la estructura social se desvanecería. La
sociedad humana es inconcebible sin lenguaje. Para estudiarlo desde el ángulo de mira
de la sociología se ha desarrollado la disciplina de la sociolingüística, que introduce
criterios demográficos, migratorios, ideológicos y políticos en la investigación de los
datos referentes al lenguaje humano.
e) Finalmente, tenemos las formas de conducta no normativas, como son el
estilo peculiar de las gentes de una comunidad nacional (Idiosincrasia).
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antropología, la ciencia política. Cuando nos adentramos en él nos encontramos con uno
de los mejores ejemplos de la unidad e interdependencia íntima de las ciencias sociales.
Aprendizaje e interiorización dan como resultado la adaptación del individuo al grupo y,
por consecuencia, la conformidad y la cohesión e integración social.
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realidades parciales, que contrastan con el mundo base adquirido en la socialización
primaria. Presupone un proceso previo de socialización primaria, pues debe tratar con
un yo formado con anterioridad y con un mundo ya internalizado. Por otro lado
mientras que la socialización primaria no puede efectuarse sin una identificación con
carga emocional, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta
clase de identificación.
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- Sanciones extremas.
- Intensificación de las presiones y apoyo del grupo de iguales.
Otro concepto importante, acuñado por Merton, alude al grupo según el cual el
individuo se socializa. Se trata de la socialización anticipatoria. Es una forma de
socialización que tiene lugar cuando los individuos adoptan como grupo de referencia
un grupo al que no pertenecen, pero aspiran a pertenecer en el futuro, socializándose de
acuerdo con lo que perciben de sus normas antes de haberse incorporado a él. Por tanto,
amplia el concepto conocido ya de antiguo de la determinación grupal de la conducta.
Pues bien, la socialización anticipatoria, al adoptar el individuo los valores de un grupo
al cual no pertenece, puede servir a la doble función de ayudar a su elevación dentro de
ese grupo y de facilitar su adaptación una vez que ha llegado a formar parte de él. El
propio Merton subraya la importancia de la socialización anticipatoria en los procesos
de movilización social y la diversidad de consecuencias que puede suscitar.
Consecuencias que pueden ser diferentes para los individuos que la manifiestan, los
grupos a que pertenecen y la estructura social más amplia. Así para el individuo la
socialización anticipatoria es funcional sólo dentro de una estructura social
relativamente abierta.
En definitiva, lo que aprende en el proceso de socialización es la cultura, es
decir, un complejo conjunto de pautas de comportamiento recurrentes que le permiten
saber a qué atenerse en cada situación, qué debe esperar de los demás, cómo debe
reaccionar en cada caso concreto y qué pueden esperar los demás de él. Los nuevos
miembros de la sociedad aprenden cómo deben actuar, o qué consecuencias pueden
razonablemente derivarse si deciden desviarse de las pautas establecidas por el grupo.
Este aprendizaje es esencial para la pervivencia de la sociedad.
Pero estas normas y pautas de comportamiento que el individuo aprende en el
proceso de socialización no están aisladas y sin conexión entre sí, sino que forman
complejos a los que llamaremos papeles sociales (roles) y que corresponden a las
distintas posiciones (status) que los individuos pueden ocupar en sus relaciones sociales.
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diferentes status en función del contexto en que se relacione o del grupo desde el que se
defina.
b) A cada status le corresponde un repertorio de pautas y normas de
comportamiento que prescriben, a la persona que lo ocupa, cómo deberá actuar en cada
situación y lo que los demás pueden razonablemente esperar que haga en virtud del
lugar que ocupa. Llamamos papel (rol), al conjunto de todas estas pautas de
comportamiento asociadas a cada status. La importancia de los papeles sociales radica,
no sólo en el grado en que regulan la conducta, sino también en el hecho de que
permiten a los hombres predecir los actos de los demás, y determinar, por tanto, sus
propios actos de acuerdo con aquellos. En consecuencia, las relaciones sociales existen
entre los papeles desempeñados por los miembros de una sociedad.
En todo caso, los conceptos de status y rol son dos herramientas fundamentales
en el análisis del comportamiento social que, como vemos, están íntimamente
relacionados entre sí. Se trata de dos caras de una misma moneda. A un status se le
asocia siempre un conjunto de roles y, por su parte, un rol lo es siempre del status del
que deriva. El status se ocupa, los roles se desempeñan. Esta es la razón por la que
algunos sociólogos asocian los status a los aspectos estáticos del sistema social, y los
roles a los aspectos dinámicos. Así, status se relaciona con la estructura de la sociedad,
y roles con la función:
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Entre esa multiplicidad de status, algunos tienen un fundamento biológico. En
todas las culturas, la edad o el sexo determinan alguna de las posiciones que pueden
ocuparse. Pero la mayoría de ellos surgen del proceso mismo de la vida colectiva, de sus
actividades económicas, políticas o religiosas. Una forma común de clasificar los status
consiste en distinguir entre adscritos y adquiridos.
- Un status adscrito deriva de factores sobre los que el individuo carece de
control y, por tanto, es independiente de su voluntad. El status de hijo o el de heredero a
la corona pertenecen a esta clase.
- Por el contrario, el status adquirido depende de acciones positivas y, en
ocasiones, del esfuerzo del propio interesado por alcanzarlo: los status de esposo,
profesor, líder sindical...
En la medida en que la estructura del grupo está formada por el conjunto de
status que lo integran, cada persona ocupa, al menos, tantos status como grupos a los
que pertenece. Sin embargo, existe siempre uno que es el status clave porque identifica
al individuo socialmente y le sitúa en la estructura social. La determinación de cuál sea
ese status principal depende de la forma en que cada sociedad valore las distintas
actividades institucionales. En una sociedad en la que la mayoría de las actividades se
organizan en torno a las relaciones de parentesco, el status familiar ocupa el lugar
preeminente. En la nuestra, en la que se concede una fuerte valoración al éxito
económico, el status dominante suele ser el profesional. La profesión es; generalmente,
el criterio fundamental en la valoración de la personalidad social.
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efectúa la transmisión de conocimientos, valores, etc. Agencias que son múltiples y
pueden, en teoría, reforzar sus efectos, pero también provocar discontinuidades y
problemas generacionales en el proceso de socialización. En concreto la familia, el
grupo de iguales, escuelas, las asociaciones de todo tipo y los medios de comunicación
de masas constituyen las principales agencias de socialización.
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i. El currículum. A través de las asignaturas impuestas, el contenido de los programas y
libros de textos.
ii. Junto al anterior, el conjunto de actos que constituyen los ritos de la escuela suponen
igualmente un importante instrumento de socialización. La escuela será el primer
ámbito donde los individuos experimentará la competitividad, la necesidad de
productividad y rendimiento, ritmos horarios y secuencias fijos e impuestos.
iii. El propio profesor. Constituye un modelo de autoridad, apoyado en conocimientos
específicos, y son quienes en definitiva transmiten unos valores determinados. No en
vano todos los sistemas políticos procuran controlar cuidadosamente la selección de
individuos que van a desempeñar este papel.
* Los medios de comunicación de masas.
Proporcionan informaciones juicios sobre acontecimientos, ofrecen modelos de
comportamiento y, además, sus contenidos repercuten en un volumen de población
superior al de cualquier otra agencia. Hasta tal punto son importantes en el proceso de
socialización que pueden distinguirse dos épocas, antes y después de la aparición y
difusión de estos medios, principalmente la televisión.
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otros que contribuyen también, aunque sin tenerlo como finalidad propia, a socializar a
sus miembros. (En 1909 Charles H. Cooley elaboró el concepto de grupo primario.
Según Cooley el grupo primario se caracteriza por el reducido número de miembros que
lo integran, lo que permite unas relaciones cara a cara face to face entre todos sus
miembros. En el grupo primario todos los miembros se conocen personalmente y
mantiene relaciones directa, este hecho, unido a un clima afectivo generalmente intenso,
hacen posible la expresión libre, relativamente, y espontánea de las personalidades de
sus miembros. Los grupos secundarios se oponen a estas características).
BIBLIOGRAFÍA
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