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EL PÁRRAFO - REGLAS GRAMATICALES

CUALIDADES QUE DEBE REUNIR UNA BUENA REDACCIÓN

CLARIDAD. Es fundamental en cualquier escrito, en consecuencia no se deben emplear tecnicismos,


términos ni vocablos confusos, de manera que lo expresado no dé lugar a dudas, a segundas
interpretaciones. El propósito del que escribe es ser cabalmente entendido por su receptor; para ello
nada mejor que seleccionar las palabras que tengan un sentido exacto de lo que se quiere expresar. La
claridad del lenguaje y el estilo se basa en la selección apropiada de las palabras y la construcción
acertada de las oraciones, de modo tal que el destinatario pueda comprender sin dificultad
el pensamiento del emisor.
CONCISIÓN. Enfocar directamente el asunto. La concisión se obtiene al expresar el mayor número
de ideas con la cantidad adecuada de palabras. No se trata del lenguaje lacónico pues el laconismo
oscurece el sentido por la reducción extrema del número de palabras, atenta contra la claridad, la
precisión y la concisión. Un escrito conciso se sirve solo de los términos necesarios para transmitir el
concepto en forma transparente y completa.
COHERENCIA. Es la relación lógica que debe existir entre los distintos elementos de la oración, y
a su vez entre una oración y otra, entre un párrafo y otro.
SENCILLEZ. Imprime a la redacción un tono de veracidad expresiva que la hace efectiva y atractiva.
Las expresiones ceremoniosas, abultadas, deben quedar fuera de todo escrito; pues la redacción
moderna se distingue por su simplicidad y cortesía.
PRECISIÓN. Escribir las ideas con el número de palabras exactas al pensamiento que se desea
expresar. La precisión se refiere al uso de términos correspondientes de modo exacto al significado
que se desea exponer. Un texto es preciso cuando no se puede omitir una sola palabra sin modificarle
el sentido. Para lograr la precisión, es recomendable usar palabras concretas en vez de abstracciones
(si es posible), evitar las metáforas y suprimir términos vagos como: serie, factor, elementos, aspecto.
ADECUACIÓN. Adaptar todo escrito a la comprensión, al gusto y a las necesidades del lector.
El redactor no debe dirigirse a todos de la misma manera, pues no daría resultados favorables tratar
con igual lenguaje un mismo tema en una carta familiar, en un informe, en un artículo, etc. Para cada
caso debe ser una redacción distinta. Adecuar el lenguaje al destinatario es captar de inmediato su
atención.
ORIGINALIDAD. Expresar las ideas y comunicar los sentimientos con acento o características
propias. Es el sello que revela la personalidad del autor. Aunque no siempre es posible evitar el
formulismo, el redactor puede utilizar lo estandarizado con clara conciencia de su utilidad, pero
actualizándolo para imponerle fuerza expresiva. La originalidad no depende tanto de la novedad del
tema sino del modo nuevo, la manera personal, de enfocar.
CONECTORES LÓGICOS

La asociación lógica de las ideas es imprescindible tanto en el proceso de la redacción como en la


lectura. La comunicación escrita no en un conglomerado de ideas sueltas, sino una integración de
ideas organizadas que expresan un mensaje unitario y coherente. Así mismo, la lectura eficaz de un
texto exige que el lector repare en las palabras-enlace a fin de lograr una mejor comprensión de
contenido textual.

Para relacionar las ideas con sentido lógico es necesario conocer aquellos términos que permitan
enlazar palabras, proposiciones y párrafos. De esta manera será posible establecer una secuencia
lógica necesaria para contrastar, contraponer, aclarar y establecer otras relaciones entre las ideas. Así,
nuestro pensamiento discurrirá de forma coherente, la exposición resultará precisa y se logrará el
propósito de la comunicación.

En nuestro idioma existen palabras denominadas unidades de relación o conectores lógicos, palabras
cuya función es señalar, implícita o explícitamente, los diversos enlaces que se establecen entre las
ideas, debemos utilizar un conector adversativo: “El conocimiento libera al hombre de la
ignorancia, pero la gente pobre no tiene acceso a la educación”. De igual manera si necesitamos
comparar dos ideas, debemos utilizar un conector comparativo: “Creer que un enemigo débil no puede
dañarnos, es como creer que una chispa no puede incendiar un bosque”. Como se observa, la
utilización de los conectores brinda mayor coherencia y fluidez al mensaje transmitido.
Los que más se usan son las conjunciones. A continuación se presentan algunos conectores y su
relación de significado:
Causa y efecto: en concordancia, porque, por consiguiente, por esta razón, de ahí que, puesto que,
por lo tanto.
Adversativa o de ruptura: pero, sin embargo, a pesar de, por el contrario, por más que, por otra
parte, aunque, aunque.
Temporal: después, antes, anteriormente, más tarde, ahora, actualmente, entonces, últimamente,
cuando.
Orden: primero, a continuación, luego, finalmente.
Resumen: por dichas razones, en suma, en conclusión, resumiendo, en síntesis.
Aditivas o Continuativas: también, además, sumando. lo anterior, más aún, ejemplo, al mismo
tiempo.
Énfasis: ciertamente, lo que es más importante, enfatizando, repitamos.
Concesión: en vista de (esos datos), concedido que, por supuesto, aunque.
Comparativas: como, así, de esta forma, de este modo, ambos, al igual que.
Espacial: a través, al frente, a lo largo, alrededor, detrás, por el otro lado, entre, debajo, detrás, en el
centro, afuera.
Condicionales: si, como, cuando, con tal que, siempre que, dado que, ya que, siempre y cuando donde
no.
Conjuntivas: y, sin embargo, a pesar de, no obstante.
Disyuntivas: o, u, ya, bien, sea, que.

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