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Preparación y Administración segura de medicamentos en 10 pasos.

1. MEDICAMENTO correcto
A la hora de preparar la medicación y también antes de su administración tenemos la obligación de leer
detenidamente la etiqueta o el envase del medicamento, y si tenemos a algún compañero que nos
confirme que está todo OK mucho mejor (el famoso doble check).

Debido a que muchos medicamentos expresan el contenido de principio activo de diferentes formas (%,
mg/mL, mg/5mL, etc.) es recomendable que nos aseguremos de que la dosis a preparar (en miligramos)
sea la prescrita, y que ésta sea adecuada

Importante: No te fíes por la apariencia de la ampolla ni por la forma del propio medicamento
2. Reconstitución y dilución

Reconstituye y diluye el medicamento correctamente, asegúrate que no esté caducado (ni el

medicamento ni el suero con el que lo vayas a diluir) y comprueba la estabilidad del compuesto

resultante.
3. Indicación y dosis
Revisa que la indicación terapéutica y la dosis del medicamento para esa indicación sea la apropiada.
Nuestros conocimientos y experiencia con el manejo de medicamentos pueden ayudarnos a detectar
errores y servir así de filtro humano de seguridad dentro del circuito del medicamento.
En ocasiones, las prisas, inexperiencia con un determinado fármaco o la sobrecarga de trabajo pueden
hacer que encontremos discrepancias en las prescripciones médicas, por lo que debemos actuar de
forma proactiva y ser una “tercera barrera anti-errores” antes de administrar el medicamento. Si algo no
te cuadra… pregunta y asegúrate.

4. Vía de administración correcta


Existen numerosos ejemplos de medicamentos que por equivocación se han administrado por una vía
incorrecta (intravenosa en lugar de oral, intratecal en vez de intravenosa.
Para evitar esto debemos no confiarnos y comprobar siempre que la vía de administración pautada sea
la correcta. En caso de duda, pregunta al médico).
5. Hora correcta
Debemos tener muy en cuenta el horario de administración, por lo que es recomendable establecer un
horario concreto para administrar las dosis de nuestros pacientes. En algunas ocasiones es muy
importante cumplir estrictamente con los horarios establecidos para mantener los niveles plasmáticos
del medicamento en rango terapéutico. 
Sobre todo, presta especial atención a los antimicrobianos y a la inmediatez de la primera dosis (ojo
también con los inmunosupresores).
6. PACIENTE correcto
Asegúrate que al paciente al que le vas a administrar la medicación es el correcto. A pesar de que este
punto resulta más que obvio, es importante destacar que en muchas ocasiones pueden producirse
errores debido a la alta carga asistencial que tenemos, o simplemente pacientes que pueden parecerse
en el tratamiento, nombre, apellidos, etc.

 Recomendación: Revisa siempre el nombre y apellidos del paciente. Si está dormido, pregunta al
acompañante, y si está inconsciente (o no tiene la capacidad de responder) y no hay acompañante
observa la pulsera identificativa.
7. Información al paciente
Informa al paciente  cómo tiene que tomarse la medicación y para qué sirve.  En el caso que sea por
vía oral oirás la típica frase de “¿Antes o después de la comida?”. Eso y la regularidad del ritmo intestinal
es de las cosas que más agobia a los pacientes de edad avanzada.
Educación sanitaria al paciente sobre toda la medicación que toma, para que así entienda todo lo
relacionado con su medicación.
 La potencial detección de errores por parte del paciente, actuándo de último filtro cuando
conoce su medicación.
Tan importante es este punto, que en algunos estudios la omisión de información a los pacientes se
contabilizan como errores de medicación. 
8. Velocidad de administración
No vale lo de “se lo pongo a ojo”, “se lo meto en bolo que tengo prisa” o “cálculo que vaya rapidito y así
acabo antes de repartir la medicación”. Cada medicamento se debe pasar en un tiempo establecido y lo
debemos cumplir estrictamente. Trata de calcularlo mediante bombas de infusión o contando las  gotas
por minuto que deben caer
 
9. Registro
Registra correctamente la administración del medicamento en la Historia Clínica. Cuidado no te
equivoques y lo registres en la del vecino (es más fácil de lo que parece equivocarse en este sentido, ya
que aprovechamos cuando tenemos un hueco para registrar todo lo que hemos hecho. Recuerda,  lo que
no se registra, no existe. 
10. Seguimiento de la respuesta
Chequea que la respuesta a la medicación administrada sea la esperada (de lo que habremos informado
al paciente y acompañante). En caso que no sea así, actúa lo más rápido posible. El ir por delante en una
situación de estas nos va a facilitar mucho las cosas.
Ejemplo sencillo: Monitorizar la temperatura corporal tras la administración de Paracetamol por fiebre
(ver si baja la temperatura) y si no avisar al médico.
 
Y ya para acabar, recuerda que el evitar los errores en la administración de la medicación está en manos
de todos y que debemos trabajar en equipo. Trata de implementar algún cambio en la forma de trabajar
para evitar estos errores. Una buena medida sería imprimir esta infografía que hemos realizado y
pegarla en el lugar donde prepares la medicación.

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