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PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

Magistrada ponente

SP3250-2019
Radicación n°. 51745
(Aprobado Acta n°204)

Bogotá D.C., catorce (14) de agosto de dos mil


diecinueve (2019)

VISTOS

Juzga la Corte en sede de casación, la sentencia


proferida el 18 de septiembre de 2017 por una Sala Penal
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva (Huila),
leída en audiencia del 26 siguiente, por cuyo medio revocó
el fallo absolutorio dictado en primera instancia por el
Juzgado 4 Penal del Circuito de la misma ciudad y en su
lugar condenó a FARID TOLEDO como autor del delito de
fraude procesal, como más adelante se detallará.
Casación n.° 51745
Farid Toledo

HECHOS IMPUTADOS

De acuerdo con la acusación presentada por la


Fiscalía, el 21 de julio de 2009 FARID TOLEDO radicó
solicitud de otorgamiento de escritura pública, que fue
asignada a la Notaría 4ª del Círculo de Neiva, para lo cual
allegó documentos que declaraban su condición de
poseedor regular del lote n.°1 ubicado en la calle 4 # 18-145
del municipio de Rivera (Huila), entre ellos, declaraciones
extraprocesales rendidas por Jesús David Rivera y Víctor
Augusto Torrejano, en las que manifestaron, bajo la
gravedad del juramento, que el compareciente ha sido la
única persona que ha ejercido ‘actos de señor y dueño’ en el
predio, afirmaciones falaces con las que se protocolizó su
condición de poseedor regular en la escritura pública 1412
de 2009, cuyo contenido, por tanto, no corresponde a la
realidad.

ACTUACIÓN RELEVANTE

Por estos hechos, el 8 de marzo de 2013 la Fiscalía


formuló imputación en contra de FARID TOLEDO,
atribuyéndole la comisión del delito de fraude procesal,
conforme al artículo 453 del Código Penal. Cargo que no fue
aceptado por el imputado.

Presentado el respectivo escrito de acusación (14 de


mayo de 2013), la audiencia se llevó a cabo el 29 de julio
del mismo año ante el Juzgado 4 Penal del Circuito de Neiva

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

(Huila), en la que la fiscalía mantuvo la situación fáctica y


jurídica descritas en la formulación de imputación.

El 11 de marzo de 2014 se realizó la audiencia


preparatoria y el juicio oral tuvo lugar los días 19 de agosto
de ese año, 25 y 26 de junio de 2015 y 7 de marzo de 2016.

Al cierre de la etapa probatoria, la fiscalía solicitó en


su alegato conclusivo el proferimiento de sentencia
condenatoria en contra de FARID TOLEDO, por considerar
que las pruebas practicadas confirmaron su teoría del caso.
Por su parte, el defensor solicitó absolución, mientras que
la apoderada de la víctima coadyuvó la petición del ente
acusador.

En audiencia realizada el 20 de abril del mismo año


(2016), el juzgado anunció el sentido absolutorio del fallo,
procediendo con su lectura. Contra esta decisión la
denunciante interpuso el recurso de apelación, desatado
por el Tribunal Superior de Neiva en pronunciamiento del
18 de septiembre de 2017, leído el 26 de septiembre
siguiente, en el que revocó el proveído impugnado, para en
su lugar, condenar a FARID TOLEDO a la pena principal de
ochenta y un (81) meses de prisión y multa de trescientos
(300) smmlv, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el término de sesenta y cinco (65)
meses, como autor del punible de fraude procesal descrito
en el artículo 453 del C.P. Adicionalmente, ordenó la
cancelación de la anotación n.° 6 de la matrícula
inmobiliaria n.° 200-162690, mediante la cual se inscribió

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

la declaratoria de posesión regular. Le concedió al


procesado la prisión domiciliaria como sustitutiva de la
prisión intramural.

Contra esta decisión el defensor de FARID TOLEDO


interpuso el recurso extraordinario de casación y allegó la
respectiva demanda, que fue admitida mediante auto del 5
de febrero de 2018. La audiencia de sustentación
correspondiente se llevó a cabo el 25 de junio siguiente.

LA DEMANDA DE CASACIÓN

Con base en la causal de casación establecida en el


numeral 1º del artículo 181 de la Ley 906 de 2004, que
trata de la violación directa de la ley, el recurrente señala
que el tribunal aplicó indebidamente el artículo 453 del
Código Penal (fraude procesal) y desconoció los artículos 9,
10 y 11 de la misma normatividad.

Desarrolla el cargo fundado en dos ejes, el primero,


referido al bien jurídico tutelado con el tipo penal de fraude
procesal, respecto del cual admite que es pluriofensivo; no
obstante, discurre sobre la interpretación que califica de
errada, puesto que, afirma que la ausencia de afectación del
bien jurídico principal -la eficaz y recta impartición de
justicia-, no habilita la protección de bienes subsidiarios,
siendo, por tanto, atípica la conducta punible.

El segundo argumento, dirigido a cuestionar la


indebida aplicación del artículo 453 del Código Penal, se

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

contrae a la atipicidad de la conducta cuando el supuesto


fraude se predica sobre un procedimiento administrativo,
puesto que, aduce el censor, la ley penal solo tipifica como
delito el error en el que se hace incurrir a un servidor
público en medio de un proceso judicial o administrativo de
carácter dispositivo o decisorio, es decir, en cumplimiento
de funciones de jurisdicción.

Como en este evento, prosigue, se atribuye a FARID


TOLEDO hacer incurrir en error a un notario, con el fin de
obtener un “acto administrativo” que no tiene carácter
judicial, y que, además, «no adjudica, reconoce o decide con
fuerza vinculante» derechos «de los cuales es titular
determinada persona», no se estructura el delito de fraude
procesal por cuya comisión fue acusado el procesado.

El segundo cargo lo encauza por la causal 3ª del


artículo 181 de la Ley 906 de 2004, alegando el manifiesto
desconocimiento de las reglas de producción y apreciación
de las pruebas en las que se fundó la sentencia, ante la
tergiversación del contenido de las declaraciones extrajuicio
y testimonios en juicio rendidos por Víctor Augusto Vargas
Torrejano y Jesús David Sierra.

La deformidad de los testimonios resulta de su


manifestación en la que admitieron desconocer el
significado de la expresión ‘ánimo de señor y dueño’ que
utilizaron en las declaraciones extrajuicio, pues, dice, a
pesar de que desconocen el concepto técnico, las
subsiguientes respuestas determinan que sus declaraciones

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

no fueron producto de la manipulación y mentira que les


implantó FARID TOLEDO, sino de las circunstancias por
ellos percibidas, que en palabras diferentes ratifican que si
conocían a FARID TOLEDO como el ‘propietario’ del lote n.°
1, por ser la persona que los contrató para hacer trabajos
de adecuación en el inmueble y quien les pagó por la
ejecución de dichas labores.

Ante la estructuración de los errores mencionados,


solicita a la Sala casar la sentencia recurrida, para, en su
lugar, absolver a FARID TOLEDO del delito de fraude
procesal.

AUDIENCIA DE SUSTENTACIÓN

1. Intervención del demandante

Ratifica los términos de la demanda, insistiendo en que


el juzgador Ad quem incurrió en errores que deben corregirse
a través de la casación.

Sobre el primer cargo, reiteró la aplicación indebida del


artículo 453 del C.P., pues el tribunal otorgó al bien jurídico
de la recta y eficaz administración de justicia, un alcance
que no tiene, ya que los hechos -de la sentencia, agrega la
Corte-, versan sobre la presunta inducción en error que
realizó FARID TOLEDO sobre un funcionario de notariado y
registro, para lograr la inscripción en el folio de matrícula
inmobiliaria, de la posesión regular sobre un predio ubicado

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Casación n.° 51745
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en el municipio de Rivera (Huila), descripción fáctica que


excluye la afectación a dicho bien jurídico.

Como sustento de este primer argumento, señala que


la jurisprudencia de esta Sala de la Corte Suprema de
Justicia, ha sostenido que si bien es cierto algunos tipos
penales son pluriofensivos, ello no significa que el bien
protegido principalmente pueda ser desplazado por los
subsidiarios, lo que equivale a afirmar que el bien de la
administración pública no puede suplir a la recta
administración de justicia (rad. 43716 de 2014).

Asimismo, afirma, el punible de fraude procesal se


estructura en asuntos judiciales o administrativos con
connotaciones judiciales, mientras que la conducta juzgada
se relaciona con la actividad del registrador de
instrumentos públicos, la cual no es jurisdiccional por
carecer de alcance decisorio.

Frente al cargo segundo, planteado por la vía de la


violación indirecta de la ley, por error de hecho consistente
en falso juicio de identidad por la tergiversación de los
testimonios de Jesús David Rivera y Víctor Augusto
Torrejano, señala que el Tribunal deformó sus dichos al
concluir que estos admitieron desconocer el significado de
la expresión ‘señor y dueño’, dejando de lado que
ciertamente conocen a FARID TOLEDO, saben de su
actividad económica y lo identifican como ‘el dueño’ del lote
ubicado en Rivera (Huila), por el que se les preguntó.

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

De acuerdo con lo anterior, solicita casar el fallo


recurrido, para en su lugar dejar vigente el proferido por la
primera instancia, mediante el cual absolvió a FARID
TOLEDO del cargo por el cual fue acusado.

2. Los no recurrentes

2.1. El Fiscal 5° Delegado ante la Corte Suprema


de Justicia

Considera que los cargos propuestos carecen de


fundamentación tanto en los argumentos, como en las
pretensiones.

El primero, porque la Corte Suprema de Justicia, en


proveído del 7 de abril de 2010, proferido dentro del
radicado 30148, concluyó que el tipo penal de fraude
procesal recae sobre cualquier servidor público que sea
inducido en error con el fin de obtener sentencia, resolución
o acto administrativo contrario a la ley; luego, se equivoca el
censor cuando afirma que la conducta punible está dirigida
únicamente a proteger a quienes ejercen funciones
jurisdiccionales.

Cita, en soporte de su argumentación, decisiones de


esta Corporación (radicados, 31759, 31848 y 43716) que se
ocuparon de examinar el tema de la inscripción en el folio de
matrícula inmobiliaria por parte del registrador de
instrumentos públicos, arribando a la conclusión que el
acto de inscripción y las anotaciones en el folio de matrícula

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Casación n.° 51745
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inmobiliaria, constituyen un acto administrativo expedido


en el ejercicio de la función pública, razón por la cual, se
configura el delito descrito en el artículo 453 del C.P.

De otra parte, prosigue el Fiscal, si lo que pretende el


recurrente es que se modifique este criterio jurisprudencial
en torno al alcance del bien jurídico protegido por el fraude
procesal, la solución no es la propuesta por el demandante
en el sentido de que la conducta es atípica, sino que
procede el reproche por el delito de obtención de documento
público falso, como lo dispuso la Corte en el proceso
radicado con el número 42019, por tratarse de una
conducta que respeta el núcleo fáctico de la acusación y
contiene una punibilidad menor a la del fraude procesal.

En relación con el segundo cargo, ninguna


incorrección se advierte en la valoración que hizo el
Tribunal de los testimonios de Jesús David Rivera y Víctor
Augusto Torrejano, por cuanto es cierto que los declarantes
reconocieron no saber el significado de la frase ‘señor y
dueño’, manifestación a partir de la cual se deduce que si
fueron manipulados por FARID TOLEDO para que dijeran
algo que no les consta y de esa manera obtener la
inscripción de la posesión requerida.

Con todo, considera el Delegado que el demandante


omitió considerar que el fallo no se basó exclusivamente en
estos dos testimonios, sino que en el juicio fueron
escuchados Deyanira, Cecilia Polanía, Teresa Correa, Carlos
Alberto Delgado, Carmen Polanía, actuaciones ante la

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policía, certificados de libertad, la misma declaración del


procesado y las valoraciones que se hicieron con base en la
experiencia, pruebas ignoradas por el recurrente.

En consecuencia, solicita a la Corte desestimar los


cargos y en el evento de considerar que no se estructuró el
delito de fraude procesal, casar oficiosamente para
condenar al acusado por el delito de obtención de
documento público falso.

2.2. El representante de la víctima

Tras resumir los cargos planteados por el demandante,


se circunscribió a la alegada violación indirecta de la ley por
error de hecho, concluyendo que no hubo errores en la
apreciación de los testimonios de Víctor Augusto Vargas
Torrejano y Jesús David Rivera, razón por la cual, solicita
no casar el fallo.

2.3. La delegada del Ministerio Público

Solicita casar el fallo impugnado, por encontrar que


los cargos postulados efectivamente estructuran errores
trascendentales que deben ser corregidos por la vía
casacional.

Frente al cargo primero, cita una decisión de esta


Corporación (radicado 45589), según la cual, los notarios
no son funcionarios públicos, luego, considera que el delito

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Casación n.° 51745
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de fraude procesal no se estructura por ausencia de este


ingrediente normativo.

En cuanto al segundo cargo, se muestra de acuerdo


con la demanda, en cuanto que el tribunal tergiversó el
contenido de lo declarado por Víctor Augusto Vargas
Torrejano y Jesús David Rivera, pues si bien afirmaron que
desconocían el significado de la expresión “ánimo de señor y
dueño”, más adelante aclararon que FARID TOLEDO es la
única persona a la que conocen como dueño, por ser quien
los contrató para la realización de unas obras en el lote,
aunque no le preguntaron si él era el propietario.

Solicita casar el fallo impugnado.

CONSIDERACIONES

El debate planteado gira en punto del establecimiento


de los hechos imputados y su adecuación típica.

1. Reglas procesales aplicables al caso

Sobre la noción de hechos jurídicamente relevantes y


su trascendencia en el proceso penal ha dicho la Corte que:

En el ámbito penal, la relevancia jurídica de un hecho depende


de su correspondencia con los presupuestos fácticos de la
consecuencia prevista en la norma (CSJSP, 08 Marzo 2017, Rad.
44599, entre otras). Al respecto, la Sala ha reiterado lo siguiente:
(i) para este ejercicio es indispensable la correcta interpretación
de la norma penal, lo que se traduce en la determinación de los

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Casación n.° 51745
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presupuestos fácticos previstos por el legislador para la


procedencia de una determinada consecuencia jurídica; (ii) el
fiscal debe verificar que la hipótesis de la imputación o la
acusación abarque todos los aspectos previstos en el respectivo
precepto; y (iii) debe establecerse la diferencia entre hechos
jurídicamente relevantes, hechos indicadores y medios de
prueba, bajo el entendido de que la imputación y la acusación
concierne a los primeros, sin perjuicio de la obligación de
relacionar las evidencias y demás información recopilada por la
Fiscalía durante la fase de investigación –entendida en sentido
amplio-, lo que debe hacerse en el respectivo acápite del escrito
de acusación (ídem). Al respecto, en la referida sentencia la Sala
dejó sentado lo siguiente:

“El concepto de hecho jurídicamente relevante

Este concepto fue incluido en varias normas de la Ley 906 de


2004. Puntualmente, los artículos 288 y 337, que regulan el
contenido de la imputación y de la acusación, respectivamente,
disponen que en ambos escenarios de la actuación penal la
Fiscalía debe hacer “una relación clara y sucinta de los hechos
jurídicamente relevantes”.

La relevancia jurídica del hecho está supeditada a su


correspondencia con la norma penal. En tal sentido, el artículo
250 de la Constitución Política establece que la Fiscalía está
facultada para investigar los hechos que tengan las
características de un delito; y el artículo 287 de la Ley 906 de
2004 precisa que la imputación es procedente cuando “de los
elementos materiales probatorios, evidencia física o de la
información legalmente obtenida, se pueda inferir
razonablemente que el imputado es autor o partícipe del delito
que se investiga”1.

1
Negrillas fuera del texto original.

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Casación n.° 51745
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En el mismo sentido, el artículo 337 precisa que la acusación es


procedente “cuando de los elementos materiales probatorios,
evidencia física o información legalmente obtenida, se pueda
afirmar, con probabilidad de verdad, que la conducta delictiva
existió y que el imputado es su autor o partícipe” 2.

Como es obvio, la relevancia jurídica del hecho debe analizarse


a partir del modelo de conducta descrito por el legislador en los
distintos tipos penales, sin perjuicio del análisis que debe
hacerse de la antijuridicidad y la culpabilidad.

También es claro que la determinación de los hechos definidos


en abstracto por el legislador, como presupuesto de una
determinada consecuencia jurídica, está supeditada a la
adecuada interpretación de la norma penal, para lo que el
analista debe utilizar, entre otras herramientas, los criterios de
interpretación normativa, la doctrina, la jurisprudencia, etcétera.

Así, por ejemplo, si se avizora una hipótesis de coautoría, en los


términos del artículo 29, inciso segundo, del Código Penal, se
debe consultar el desarrollo doctrinario y jurisprudencial de esta
figura, en orden a poder diferenciarla de la complicidad, del
favorecimiento, etcétera.

Por ahora debe quedar claro que los hechos jurídicamente


relevantes son los que corresponden al presupuesto fáctico
previsto por el legislador en las respectivas normas penales…”

(CSJ SP2042-2019. 20 jun. Radicado 51007)

En el mismo sentido, la Corte ha señalado la


diferencia entre hechos jurídicamente relevantes, hechos
indicadores y medios de prueba:

2
Negrillas fuera del texto original

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

…De hecho, es común ver acusaciones en las que se trascriben


las denuncias, los informes ejecutivos presentados por los
investigadores, entre otros.

También suele suceder que en el acápite de “hechos


jurídicamente relevantes” sólo se relacionen “hechos
indicadores”, o se haga una relación deshilvanada de estos y
del contenido de los medios de prueba.

Estas prácticas inadecuadas generan un impacto negativo para


la administración de justicia, según se indicará más adelante.

Así, por ejemplo, en un caso de homicidio cometido con arma de


fuego, uno de los hechos jurídicamente relevantes puede
consistir en que el acusado fue quien le disparó a la víctima.

Es posible que en la estructuración de la hipótesis, la Fiscalía


infiera ese hecho de datos o hechos indicadores como los
siguientes: (i) el procesado salió corriendo del lugar de los
hechos segundos después de producidos los disparos letales; (ii)
había tenido un enfrentamiento físico con la víctima el día
anterior; (iii) dos días después del homicidio le fue hallada en su
poder el arma con que se produjo la muerte; etcétera.

Hipotéticamente, los datos o hechos indicadores podrían


probarse de la siguiente manera: (i) María lo observó cuando
salió corriendo del lugar de los hechos luego de ocurridos los
disparos; (ii) Pedro fue testigo del enfrentamiento físico que
tuvieron el procesado y la víctima; (iii) al policía judicial le consta
que dos días después de ocurrido el homicidio, al procesado le
fue hallada un arma de fuego; (iv) un perito en balística
dictaminó que el arma de fuego incautada fue la utilizada para
producir los disparos letales; etcétera3.
3
“En idéntico sentido, Módulo de Evaluación del Caso. Reglas básicas para el manejo
estratégico de Casos Penales. Fiscalía General de la Nación (documento preliminar de
trabajo).”

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

Al estructurar la hipótesis, la Fiscalía debe especificar los hechos


jurídicamente relevantes (en este caso, entre ellos, que el
procesado fue quien le disparó a la víctima). Si en lugar de ello
se limita a enunciar los datos o hechos indicadores a partir de
los cuales puede inferirse el hecho jurídicamente relevante, la
imputación y/o la acusación es inadecuada.

Es como si la Fiscalía le dijera al procesado: “lo acuso de que


salió corriendo del lugar de los hechos, tuvo un enfrentamiento
físico con la víctima en tal fecha, y le fue incautada el arma
utilizada para causarle la muerte”.

Sí, como suele suceder, en la imputación y/o la acusación la


Fiscalía se limita a exponer los medios de prueba del hecho
jurídicamente relevante, o los medios de prueba de los datos o
hechos indicadores a partir de los cuales puede inferirse el
hecho jurídicamente relevante, equivale a que hiciera el siguiente
planteamiento: “lo acuso de que María asegura haberlo visto
salir corriendo del lugar de los hechos, y de que un policía
judicial dice que le encontró un arma, etcétera”.

Lo anterior no implica que los datos o “hechos indicadores”


carezcan de importancia. Lo que se quiere resaltar es la
responsabilidad que tiene la Fiscalía General de la Nación de
precisar cuáles son los hechos que pueden subsumirse en el
respectivo modelo normativo, lo que implica definir las
circunstancias de tiempo y lugar, la conducta (acción u omisión)
que se le endilga al procesado; los elementos estructurales del
tipo penal, etcétera.

Tampoco debe entenderse que las evidencias y, en general, la


información que sirve de respaldo a la hipótesis de la Fiscalía
sean irrelevantes. Lo que resulta inadmisible es que se

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

confundan los hechos jurídicamente relevantes con la


información que sirve de sustento a la respectiva hipótesis. Esta
diferenciación, que es obvia, se observa con claridad en el

artículo 337 de la Ley 906 de 2004… (CSJ SP, 8 mar. 2017,

Rad. 44599, entre muchas otras).

Frente a este tema, debe agregarse que la mezcla de


los contenidos probatorios con los hechos jurídicamente
relevantes objeto de acusación no solo conspira contra la
claridad y brevedad de que trata el artículo 337 del Código
de Procedimiento Penal, sino que, además, puede dar lugar
a que el juez acceda prematuramente a dicha información,
sin que se agote el debido proceso probatorio, como lo
sostuvo esta Corporación en la sentencia SP5660-2018. 11
dic. Radicación n° 52311.

Ahora, en razón al carácter progresivo de la actuación


penal, una vez fijados en la imputación los hechos
jurídicamente relevantes, algunas de las circunstancias de
la premisa fáctica pueden ser modificadas en la audiencia
de acusación. Así lo precisó esta Corporación al estudiar el
alcance de las normas que regulan esta materia, aunque
puntualizó que lo deseable es que los cargos comunicados
en la imputación sufran el menor número posible de
variaciones, de cara a materializar las garantías
constitucionales del sujeto pasivo de la acción penal, que
tiene derecho a conocer, con la mayor brevedad posible, los
hechos por los cuales será investigado (CSJ SP2042-2019.
5 jun. Radicación n° 51007).

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Casación n.° 51745
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En tal sentido, consideró la Corte 4 que algunas de las


circunstancias que pueden dar lugar a cambios en la
premisa fáctica de la imputación son: (i) «las precisiones
acerca de las condiciones de tiempo, modo y lugar que
rodearon los hechos, sin que ello implique la subsunción de
los mismos en un tipo penal más gravoso, o la inclusión de
circunstancias genéricas o específicas de mayor punibilidad»;
(ii) «la supresión de hechos que habían sido incluidos en la
imputación, si ello resulta favorable al procesado… por
ejemplo, si se eliminan circunstancias genéricas o específicas
de agravación; se suprimen aspectos fácticos y, por ello, hay
lugar a subsumir la conducta en un tipo penal menos grave,
siempre y cuando ello no implique indefensión; o se dan por
probados los presupuestos fácticos de circunstancias
genéricas o específicas de menor punibilidad, que no habían
sido consideradas; etcétera,» y (iii) cuando «después de la
imputación se establecen aspectos fácticos que puedan
adecuarse a circunstancias genéricas o específicas de mayor
punibilidad, o den lugar a un delito consumado en lugar de
la tentativa imputada inicialmente».

Por el contrario, «cuando el fiscal considere procedente


incluir los referentes fácticos de nuevos delitos, introducir
cambios factuales que den lugar a un delito más grave o
modifiquen el núcleo de la imputación», deberá acudirse a la
adición de la imputación, agotando los trámites procesales
pertinentes para ello.

4
Ídem.

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2. Precedentes jurisprudenciales sobre los delitos


de fraude procesal y obtención de documento público
falso

La Sala tiene decantado que el delito de fraude


procesal tutela de manera amplia, la administración pública,
en cuanto el sujeto activo definido en el tipo penal es todo
servidor público, sin verse limitado a un funcionario
judicial. Adicionalmente, al incluir el legislador como uno
de los ingredientes normativos el acto administrativo, se
ratifica que sobre las actuaciones gubernativas puede
recaer un fraude procesal. Así lo precisó la Sala:

Según el art. 453 del C.P., incurre en fraude procesal quien, por
cualquier medio fraudulento, induzca en error a un servidor
público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley, la Sala ha venido sosteniendo que el fraude
procesal, pese a ser un delito contra la eficaz y recta impartición
de justicia, no sólo puede cometerse cuando el servidor público
es engañado para que adopte una determinación en ejercicio de
funciones judiciales, sino que, en general, dicha conducta punible
también puede tener ocurrencia en el marco de cualquier
actuación que dé origen a un acto administrativo. En suma, los
argumentos para sostener tal posición consisten en que: i) la
mencionada conducta punible es pluriofensiva y uno de los
intereses de tutela es, de manera amplia, la administración
pública; ii) el sujeto activo corresponde, por definición legal, a
todo servidor público, sin verse limitado a un funcionario judicial
y iii) la inclusión del ingrediente normativo acto administrativo
ratifica que sobre las actuaciones gubernativas puede recaer un
fraude procesal (cfr., principalmente, CSJ SP 7 abr. 2010, rad.

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Casación n.° 51745
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30.184; AP5402-2014, rad. 43.716 y SP1272-2018, rad. 48.589).

(CSJ SP1677-2019, 8 may. Rad. 49312).

En tales términos, la conducta punible cobija o


protege tanto los trámites gubernamentales como
judiciales, en la medida que los medios fraudulentos
mediante los cuales se induce en error no están dirigidos
en particular al juez, a las autoridades o particulares que
ejercen funciones jurisdiccionales, sino en general al
servidor público del cual se quiere obtener mediante engaño
una resolución o acto administrativo contrario a la ley.

Ese enfoque jurisprudencial, basado en una


comprensión amplia del objeto de tutela jurídico penal,
determinada a partir de la voluntad legislativa de proteger
todos los ámbitos decisorios en los que se materializa la
función pública, en tanto concreción del Estado de derecho,
sin limitar la protección a escenarios jurisdiccionales, se ha
mantenido por esta Corporación que en el mismo proveído
reiteró:

…Es el ingrediente normativo acto administrativo, sobre el que


puede recaer la inducción en error del funcionario mediante
medios fraudulentos, a fin de que emita una decisión contraria a
la ley, el que obliga a comprender que la preservación del
principio de legalidad no ha de limitarse a escenarios donde un
servidor con funciones jurisdiccionales resuelve un conflicto, sino
que tal interés abarca, igualmente, el ámbito decisorio
administrativo.

El bien jurídico correcto funcionamiento de la administración


pública tiene diversas facetas de protección penal, según el

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Casación n.° 51745
Farid Toledo

concreto interés a preservar (art. 209 de la Constitución). Por ello,


es dable hablar de distintas modalidades o direcciones de
ataque al bien jurídico (conductas atentatorias del principio de
legalidad, delitos contra el principio de eficacia, comportamientos
contra los principios de imparcialidad y objetivad o protección del

patrimonio público). (CSJ SP1677-2019, 8 may. Radicado

49312).

Bajo estas premisas, el desconocimiento de la máxima


de legalidad afecta la función pública, tanto en la faceta de
administrar justicia como en el ámbito administrativo-
gubernativo en estricto sentido, bien sea poniendo en
efectivo peligro la concreción de la legalidad en las
decisiones o lesionándola con la producción de una
determinación contraria a la ley, debido a la inducción en
error de la que es objeto el funcionario decisor (ídem).

En el mismo precedente ahondó la Sala en torno a la


descripción normativa del artículo 453 del Código Penal
colombiano:

[S]i bien podría sostenerse de lege ferenda que la punición del


fraude procesal habría de limitarse a escenarios de decisión
estrictamente judicial, determinados a partir de los factores
personales o funcionales de competencia procesal juris-diccional,
no es menos cierto que el art. 453 del C.P. previó un ámbito de
aplicación más amplio. Entonces, de lege lata, en el
ordenamiento penal colombiano, a diferencia de otras
regulaciones que sí distinguen y limitan los escenarios de
comisión de ese delito a procesos judiciales civiles, penales o
administrativos -v.gr. art. 347 del Código Penal brasilero o 374
del Código Penal italiano-, el legislador no restringió la
punibilidad de la conducta a que la decisión concernida se emita

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Casación n.° 51745
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en escenarios netamente judiciales, como lo propone el censor


haciendo abstracción de la posición mayoritaria de la Sala 5.

Ahora bien, en el fraude procesal, el sujeto activo se propone


obtener una sentencia, resolución o acto administrativo contrario
a la ley. Esto quiere decir que si el fundamento material de
punición estriba en el quebrantamiento del principio de legalidad
-que ha de gobernar toda actuación estatal- es inadmisible la
postura propuesta por el demandante al reclamar la protección
de dicha máxima únicamente en escenarios judiciales, dejando
por fuera ámbitos administrativos en los cuales, pese a que no
se dice el derecho en el marco de una controversia jurisdiccional,
sí se declaran o generan efectos jurídicos que, igualmente, han
de fundarse en la legalidad. Ese es el referente fundamental
para determinar la compatibilidad de las relaciones jurídicas,
tanto de derecho público como de derecho privado, con el
ordenamiento jurídico.

De otro lado, en punto de la obtención de escrituras


públicas a través de medios fraudulentos, reiteró la Corte
en el citado proveído6, que dicha conducta no constituye
fraude procesal sino que se enmarca en la descripción
típica del artículo 288 del Código Penal:

Desde la perspectiva de definición del objeto material de los tipos


de falsedad documental, determinada a partir de la condición de
su creador, recientemente, la jurisprudencia (CSJ SP18096-2017,
rad. 42.019) clarificó que, de acuerdo con el art. 20 del C.P. y la
sent. C-1508 de 2000, cuando los notarios actúan en ejercicio de
la función fedante otorgada por el ordenamiento jurídico, son
autoridades que ejercen funciones públicas, por lo cual deben ser
5
“ La antedicha posición mayoritaria no ha sido acogida por el magistrado Eugenio Fernández
Carlier, quien desde el AP5402-2014, ha venido salvando su voto en el sentido de negar la
connotación de fraude procesal a los actos fraudulentos aptos para inducir en error a servidores
encargados de efectuar inscripción de actos jurídicos tanto en el registro de instrumentos públicos
sobre bienes inmuebles, como en el registro mercantil a cargo de las cámaras de comercio.”
6
CSJ SP1677-2019, 8 may. 2019, radicado 49312.

21
Casación n.° 51745
Farid Toledo

considerados servidores públicos. De ahí que, entre otras


consecuencias, las escrituras ante ellos otorgadas, sometidas al
debido procedimiento de protocolo, constituyen documentos
públicos.

Bajo esa comprensión, la Corte clarificó que, si bien en una


escritura pública las declaraciones de voluntad pueden provenir
de particulares, tal aspecto no determina la naturaleza privada
del documento. Ello, en la medida en que éste, al ser producido
con intervención del notario en ejercicio de la función fedante
conferida por la ley, se torna en un documento público.

En ese entendido, la inducción en error al funcionario que crea el


documento -notario-, por parte del particular, encuentra
adecuación típica en el delito de obtención de documento público
falso (art. 288 C.P.). Un ejemplo característico de esta conducta
punible se da cuando los particulares comparecen ante el notario
público para hacer manifestaciones de voluntad revestidas de
aseveraciones contrarias a la realidad, logrando con ello que la
escritura -documento público- consigne una falsedad ideológica,
esto es, incorpore enunciados fácticos contrarios a la realidad
fenomenológica.

En sustento de tal posición, en la SP18096-2017 la Sala puso de


presente:

“El delito de obtención de documento público falso…prevé la


posibilidad de sancionar con pena privativa de la libertad a
cualquier persona que mediante artificios o engaños induzca en
error a un servidor público, para que éste, en ejercicio de sus
funciones, le extienda o expida un documento público con
potencialidad de acreditar la existencia de un hecho o de una
relación jurídica que no corresponden a la verdad.

22
Casación n.° 51745
Farid Toledo

De la redacción normativa surge nítido que el autor del


comportamiento es…el particular que engaña al servidor público
para que éste extienda un documento materialmente auténtico,
pero ideológicamente falso en todo o en algunos de sus
contenidos con repercusiones en el tráfico jurídico. Lo censurable
social y jurídicamente es el actuar del particular que se sirve del
servidor público para que, en ejercicio de sus funciones
normativamente asignadas, documente con potencialidad
probatoria, acontecimientos o manifestaciones carentes de
verdad, con el fin de crear, modificar o extinguir un hecho, un
derecho o una situación jurídica, capaces de afectar las
relaciones sociales o jurídicas con terceros.

[…]
Ahora bien, conforme ha sido puesto de resalto por la
jurisprudencia tanto de la Corte Constitucional como de esta
Corporación, para efectos de la aplicación de la ley penal
colombiana resulta indiscutible la condición de servidor público
que el notario ostenta.

[…]
Siendo ello así, y si el art. 20 del C.P. establece que para todos
los efectos de la ley penal también se consideran servidores
públicos «los particulares que ejerzan funciones públicas en
forma permanente o transitoria», no cabe duda que los notarios
pueden ser pasibles de engaño para efectos de la
realización del delito de obtención de documento público
falso, de que trata el artículo 288 de la Ley 599 de 2000,
conforme asimismo ha sido declarado por la jurisprudencia de
esta Corte.7

En el referido pronunciamiento, la Corte precisó que si bien el


Notario en ejercicio de sus funciones al suscribir una escritura

7
CSJ SP nov. 27 de 2013, rad. 36.380

23
Casación n.° 51745
Farid Toledo

pública no puede dar fe sino del acto que se surte ante ente él,
no así de las manifestaciones de los declarantes, toda vez que
ello escapa a su conocimiento, para efectos de la realización
típica del delito de obtención de documento público falso
no es la actuación del notario la que importa verificar
sino la de los particulares que ante él concurren para
documentar sus manifestaciones de voluntad.

Al efecto, la Corte trajo a colación la postura de la jurisprudencia


sobre dicho particular8, pues, como allí se indicó, «una es, por
tanto, la declaración que los interesados hacen al interior del
documento, sobre cuya veracidad el notario no certifica, y otra la
declaración que hace el notario sobre la realización en su
presencia del acto respectivo. Mientras el interesado suscribe el
documento en señal de asentimiento de sus propias
declaraciones y de las declaraciones del notario, quien lo
autoriza, el notario solo da fe de la celebración del acto. A esto se
reduce su función certificadora. De suerte que, aun cuando el
documento es uno solo, estructuralmente se halla integrado de
dos actos, de naturaleza y contenido distintos, claramente
identificables»9.

Ahora bien…si al tenor de las previsiones del artículo 251 del


Código de Procedimiento Civil, documento público es el otorgado
por funcionario en ejercicio de su cargo o con su intervención, de
suerte que si es otorgado por un notario y ha sido incorporado en
el respectivo protocolo se denomina escritura pública, no cabe
duda que la escritura pública cuando ha sido incorporada
en el respetivo protocolo, es un documento público cuyo
alcance probatorio aparece determinado por el artículo
264 ejusdem, en tanto hace fe de su otorgamiento, de su fecha
y de las declaraciones que en ellos haga el funcionario que la
autoriza, mientras que «las declaraciones que hagan los

8
CSJ SP 16.678 de 14 de febrero de 2000.
9
Sentencia de julio 27 de 2006, rad. 23.872.

24
Casación n.° 51745
Farid Toledo

interesados en escritura pública, tendrán entre éstos y sus


causahabientes el alcance probatorio señalado en el artículo 258,
respecto de terceros se apreciarán conforme a las reglas de la
sana crítica”.

Tratándose de la obtención fraudulenta de una


escritura pública, es importante recordar que la naturaleza
de la actividad notarial ha sido definida por la Corte
Constitucional10 como «una función testimonial11 de
autoridad, que implica la guarda de la fe pública, teniendo
en cuenta que el notario, en virtud del servicio que presta,
debe otorgar autenticidad a las declaraciones que son
emitidas ante él, y en consecuencia, dar plena fe de los
hechos que ha podido percibir en el ejercicio de tales
competencias»12.

Entonces, el producto de la función fedante que ejerce


el notario es un documento público diferente a una
sentencia, resolución o acto administrativo, en tanto que no
decide nada, sino que se limita a certificar la realización del
acto con base en las declaraciones presentadas por los
otorgantes.

Así lo precisó esta Corporación al estudiar la


naturaleza y características de la escritura pública:

…[E]s un documento complejo, simbiótico, que se compone


de dos partes, una que contiene las declaraciones de los
interesados, y otra que contiene las declaraciones del
10
Sentencia C-399 de 1999.
11
Ver Gaceta Constitucional No 28. Marzo 27 de 1991. Notarios de Fe pública.
12
Art. 1° de la ley 29 de 1973.

25
Casación n.° 51745
Farid Toledo

notario. El notario es el autor del documento, y los


otorgantes los autores del negocio jurídico. Los dos
conforman la unidad estructural conocida como escritura
pública. De los interesados provienen las declaraciones
relacionadas con el negocio, y del notario las vinculadas con
la realización del acto (fecha, identificación y asistencia de
los sujetos, declaraciones de su voluntad, etc.). De allí que
se la defina como una unidad estructural. (CSJ SP 14
feb.2000, radicado 16678, reiterada en la CSJ SP 27 nov.
2013. Radicado 36380)

Una es, por tanto, la declaración que los interesados hacen


al interior del documento, sobre cuya veracidad el notario no
certifica, y otra la declaración que hace el notario sobre la
realización en su presencia del acto respectivo. Mientras el
interesado suscribe el documento en señal de asentimiento
de sus propias declaraciones y de las declaraciones del
notario, quien lo autoriza, el notario solo da fe de la
celebración del acto. A esto se reduce su función
certificadora. De suerte que, aun cuando el documento es
uno solo, estructuralmente se halla integrado de dos actos,
de naturaleza y contenido distintos, claramente
identificables. (CSJ SP 27 jul. 2006, rad. 23872.)

Por tal razón, cuando un particular induce en error a


un notario público para que éste, en ejercicio de sus
funciones, extienda y protocolice una escritura
ideológicamente falsa, incurre en el delito de obtención de
documento público falso descrito en el artículo 288 del
Código Penal, más no el de fraude procesal porque la
descripción normativa del artículo 453 ídem requiere que el

26
Casación n.° 51745
Farid Toledo

servidor público expida, bajo inducción en error, (i)


sentencia, (ii) resolución o (iii) acto administrativo.

3. El caso debatido

En el cargo primero se denuncia la violación directa de


la ley sustancial, por aplicación indebida del artículo 453
del Código Penal, pues según el demandante la acción
desplegada por FARID TOLEDO no condujo a la emisión de
una sentencia, resolución o acto administrativo con
trascendencia judicial, razón por la cual si el bien jurídico
primario –recta y eficaz impartición de justicia- no fue
lesionado, se descontextualiza la descripción típica del
fraude procesal, toda vez que la claridad del texto normativo
no involucra la obtención, mediante fraude, de un “acto
administrativo”.

Aunque de entrada se advierte que el argumento


central del censor desconoce la reiterada jurisprudencia que
frente a la configuración del delito de fraude procesal para
la obtención de actos administrativos ha emitido esta Corte,
como se reseñó en el numeral 2º de estas consideraciones,
la Sala encuentra necesario destacar que a la alegación de
la violación directa de la ley sustancial, subyace un
problema jurídico que trasciende a las garantías
fundamentales del procesado, pues al asumir el juicio de
adecuación típica sobre los hechos que se declararon

27
Casación n.° 51745
Farid Toledo

probados en la sentencia, se descubre que no coinciden con


los imputados y acusados por la Fiscalía.

En efecto, los hechos jurídicamente relevantes


determinados por la fiscalía en la audiencia de imputación,
reiterados en la formulación de acusación, se
circunscribieron a lo siguiente:

…El señor FARID TOLEDO presentó ante la superintendencia de


Notariado y Registro, el 21 de julio de 2009, solicitud de
otorgamiento de escritura pública de declaración de
poseedor regular del inmueble identificado como lote 1,
distinguido con la nomenclatura Clle. 4 No. 18-145 de Rivera, con
fundamento en la Ley 1183 de 2008, anexando el recibo de pago
de impuesto correspondiente a los años 2004 a 2008, certificado
de tradición del inmueble matriculado bajo el folio No. 200-
162690 según el cual la propietaria del bien es la señora
CECILIA POLANÍA DE DELGADO, declaraciones juramentadas
extraprocesales de los señores JESÚS DAVID RIVERA y
VÍCTOR AUGUSTO TORREJANO, sobre el ejercicio público,
pacífico y continuo que tiene sobre el inmueble, y el certificado de
la Secretaría de Planeación del municipio de Rivera, donde
consta que el predio no se encuentra situado en zona de alto
riesgo; aclarando que escuchados en entrevistas los señores
JESÚS DAVID RIVERA y VÍCTOR AUGUSTO TORREJANO, han
sostenido que no saben qué es una posesión pacífica y pública,
que los trabajos realizados al señor FARID TOLEDO han sido en
el lote de su propiedad donde actualmente queda un lavadero de
carros, y que la declaración que rindieron fue por solicitud del
señor TOLEDO.

Esta petición de declaración de la posesión regular, sobre


el bien de propiedad de la denunciante, correspondió por
reparto a la Notaría Cuarta de Neiva, en donde la señora

28
Casación n.° 51745
Farid Toledo

Notaria procedió, inducida en error por estos medios


fraudulentos, según la documentación anexada por el
peticionario FARID TOLEDO, a otorgarle la Escritura
Pública No. 1412 del 02 de septiembre de 2009, afectando
así los intereses de la señora CECILIA POLANÍA DE
DELGADO.13

Aunque a continuación de la formulación de esa base


fáctica, erradamente la fiscal seccional se extendió en la
enunciación de una serie de pruebas y hechos indicadores
que, en su análisis, sustentaban los cargos imputados,
debe decirse que esa indebida entremezcla de argumentos
no varió, finalmente, la premisa fáctica reseñada.

La claridad de la delimitación de los hechos


jurídicamente relevantes se reiteró con toda precisión en la
audiencia de juicio, cuando, de un lado, al exponer su
teoría del caso, dijo la Fiscal:

…El acusado se valió de medios fraudulentos para inducir en


error a un servidor público, en este caso la Señora Notaria
Cuarta del Círculo de Neiva, para obtener un acto administrativo
o decisión contraria a la ley o a derecho, y esos medios
fraudulentos no son otros que allegar a la petición
correspondiente declaraciones juradas extra proceso rendidas
por los señores Jesús David Rivera y Víctor Augusto Vargas
Torrejano…

Para concluir en el alegato final, que:

13
Folio 4 del escrito de acusación, verbalizado en su integridad en la
correspondiente audiencia -29 de julio de 2013. Escúchese a partir del récord
11:30 a 16:33.

29
Casación n.° 51745
Farid Toledo

…Es un fraude procesal atribuible al señor FARID TOLEDO el


hecho de haber llevado ante notaría a los señores Jesús David
Rivera y Víctor Augusto Vargas Torrejano, a hacer una
declaración juramentada sobre unos hechos respecto de los
cuales no les constaba que eso fuera así…

En el fallo de primer grado, al delimitar los hechos, el


juzgador siguió la presentación de la Fiscalía,
entremezclando medios de prueba y hechos indicadores,
pero al concretar la premisa fáctica de la conducta que se
iba a juzgar, subrayó, para destacar, los actos constitutivos
del fraude procesal, que señaló así:

…su propósito criminal (el del procesado FARID TOLEDO) como el


de obtener la inscripción de la posesión regular mediante
escritura pública y registro de la misma, de manera
fraudulenta porque presentando prueba de testigos falaces
engañó a la Notaria Cuarta del Círculo de Neiva para este
propósito, configurándose así la conducta delictiva denunciada,
pues omitió decir la verdad sobre la real tradición del inmueble a
pesar de tener conocimiento que ella era la propietaria… 14

(Negrillas fuera del texto original).

Aunque en esa primera enunciación se hizo mención


al acto de inscripción de la escritura pública, en las
consideraciones del fallo, al evaluar la conducta objeto de
juzgamiento, concluyó que el delito de fraude procesal no se
configuraba cuando la inducción en error se realiza ante un
notario público:

14
Ver folio 2 del fallo de primera instancia. El subrayado se encuentra en la
providencia que transcribe la Sala.

30
Casación n.° 51745
Farid Toledo

La fiscalía expresa que el acusado FARID TOLEDO incurrió en


fraude procesal, al valerse de los ciudadanos JESÚS DAVID
RIVERA y VÍCTOR AUGUSTO VARGAS TORREJANO, a hacer una
declaración juramentada sobre unos hechos respecto de los
cuales no les constaba, determinándolos a rendir una
declaración que no corresponde a la realidad, de lo que a ellos
les consta y que como se observa a través de las otras pruebas.
Indica el ente acusador que el 4 de septiembre de 2008 ante la
Notaría Cuarta de Neiva, comparece el ciudadano…

Significa lo anterior que cuando el notario adelanta por petición


de las partes un trámite como fue en el presente caso la
resección (sic) de dos declaraciones extrajuicio… no ejercía
funciones jurisdiccionales. Su labor tampoco revistió naturaleza
administrativa, pues, como se dijo, no ostenta la condición de
autoridad en esa materia.»15

Agregó el fallador a quo, que lo declarado por la


notaria cuarta, Deyanira Ortíz Cuenca, robustece la tesis de
la ausencia de engaño a esta servidora, pues su actuación
se concretó a protocolizar los documentos presentados por
FARID TOLEDO en el trámite previsto en la Ley 883 de
2008, sin que la funcionaria tuviera a su cargo la
verificación de la sinceridad de lo declarado extraproceso
por Víctor Augusto Vargas Torrejano y Jesús David Rivera.

Así, concluyó entonces que no se configuró el delito de


fraude procesal, motivo por el cual entró a absolver al
procesado FARID TOLEDO.

15
Folios 23 y ss del fallo de primera instancia.

31
Casación n.° 51745
Farid Toledo

Por su parte, en la sentencia de segunda instancia,


que revocó la absolución para condenar al procesado como
autor de fraude procesal, en el acápite destinado a la
descripción de los hechos se hace una relación que coincide
con los imputados por la Fiscalía, según los cuales:

[El] señor FARID TOLEDO presentó ante la Superintendencia de


Notariado y Registro, el 21 de julio de 2009, solicitud de
otorgamiento de escritura pública de declaración de poseedor
regular del inmueble identificado como lote 1, distinguido con
nomenclatura…, con fundamento en la Ley 1183 de 2008,
anexando el recibo de pago de impuesto…, declaraciones
juramentadas extraprocesales de los señores JESÚS DAVID
RIVERA Y VÍCTOR AUGUSTO TORREJANO, [pero estos en el
juicio oral] han sostenido que no saben qué es una posesión
pacífica y pública…

No obstante, a continuación, el fallo hace consistir el


problema jurídico a resolver en «la configuración del delito
de fraude procesal, frente a la obtención de la
inscripción en la matrícula inmobiliaria N° 200-
162690 de la Escritura Pública 1412 de 2009, que se
protocolizó en la Notaría Cuarta de esta localidad, que
contenía las declaraciones extrajuicio allí recepcionadas de
los señores Víctor Augusto Vargas Torrejano y Jesús David
Rivera.»

Partiendo de ese supuesto fáctico, el tribunal fundó la


condena, atribuyendo a FARID TOLEDO responsabilidad
por la conducta referida a la inscripción en el folio de
matrícula inmobiliaria de la escritura pública 1412, al cual

32
Casación n.° 51745
Farid Toledo

agregó, el de la obtención de la escritura pública en la


Notaría Cuarta, a pesar de que se trataba de actos
autónomos y el primero de ellos no había sido incluido en la
base fáctica de la imputación. Así lo expuso el tribunal:

Es claro y es posible incurrir en fraude procesal aquel que acude


ante la oficina de Registro de Instrumentos Públicos y obtiene
acto administrativo de inscripción contrario a derecho, que es la
circunstancia que alega el recurrente, ya que Farid Toledo realizó
el trámite administrativo de inscripción de la escritura
protocolaria que declaraba la posesión regular con base en el
artículo 1° de la Ley 1183 de 2008 y, obtuvo la anotación N° 6,
en el certificado de tradición matrícula inmobiliaria 200-162690,
Escritura Pública en la que protocolizaba dos declaraciones
extrajuicio espureas (sic) en su contenido, vulnerando así el bien
jurídico tutelado de la eficaz y recta impartición de justicia. 16

De manera que el fallador colegiado condenó a FARID


TOLEDO como autor del delito de fraude procesal
estructurado en dos acciones: (i) la obtención fraudulenta
de la escritura pública 1412 de 2009, ante la Notaría
Cuarta de Neiva, hecho ocurrido el 21 de julio de 2009; (ii)
el trámite administrativo de inscripción de la escritura en el
folio de matrícula inmobiliaria No.200-162690, acto
ejecutado el día 15 de octubre de 2009.

De esa realidad, se concluye lo siguiente:

El núcleo fáctico de la imputación se contrae al trámite


realizado por FARID TOLEDO ante la Notaría Cuarta del

16
Folio 7 del fallo recurrido.

33
Casación n.° 51745
Farid Toledo

Circulo de Neiva, donde determinó a la servidora pública


para obtener la escritura a través de la cual protocolizó su
declaración de poseedor regular de un predio colindante a
uno suyo, de propiedad de Cecilia Polanía de Delgado, para
lo cual presentó declaraciones extraproceso rendidas ante
la misma notaria por Víctor Augusto Vargas Torrejano y
Jesús David Rivera, con manifestaciones que no
corresponden a la verdad.

Si estos fueron los hechos jurídicamente relevantes,


que determinaron el tema de prueba en el juicio y de los
cuales se defendió el procesado, es claro que el tribunal no
podía agregar una situación factual no imputada, a saber,
la inscripción de la escritura pública ante la oficina de
notariado y registro, ejecutada el 15 de octubre de 2009,
pues, se reitera, cada acto configura una conducta
claramente escindible, cuyo análisis típico ha tenido en la
jurisprudencialmente un tratamiento distinto, a la luz de
los precedentes arriba citados.

Frente a la conducta delimitada en la acusación, el


tribunal no asumió su análisis autónomo en orden a
establecer su adecuación típica, pues refiriéndose in
extenso a la ya decantada postura acerca de que el delito de
fraude procesal se materializa tanto en actuación judicial
como administrativa17, omitió examinar el hecho concreto,
circunscrito a la solicitud efectuada por el procesado para
que un notario, en cumplimiento de su función fedante,

17
CSJ SP, 21 abr. 2010, radicado 31848.

34
Casación n.° 51745
Farid Toledo

elevara a escritura pública ‘la declaración de calidad de


poseedor regular de un bien’.

Ahora, es claro que esa conducta, consistente en la


obtención fraudulenta de la escritura pública 1412 de
2009, de la Notaría 4ª de Neiva, a través de la cual se
protocolizaron declaraciones con contenido falaz, conforme
los precedentes destacados se adecua al delito de obtención
de documento público falso, descrito en el artículo 288 del
Código Penal, pero no al de fraude procesal, como se
determinó en la acusación.

El error, como bien lo propuso el delegado de la


Fiscalía en la audiencia de sustentación del recurso de
casación, se soluciona a través de la variación de la
calificación jurídica para adecuar los hechos imputados al
delito que realmente se configura, en respeto al principio de
estricta legalidad, pues se cumplen las condiciones que
permiten esta solución, por cuanto la modificación se
orienta hacia un delito de menor entidad; no se afectan los
derechos de los sujetos intervinientes, y la tipicidad
novedosa respeta el núcleo fáctico de la acusación,
presupuesto último inamovible de la legalidad de la
sentencia.

A ello procederá la Corte, pero el cambio deja en


evidencia que la acción penal prescribió antes de dictarse la
sentencia de segunda instancia, por cuanto el delito de
obtención de documento público falso, descrito en el
artículo 288 del Código Penal, establece una pena de

35
Casación n.° 51745
Farid Toledo

prisión cuyo máximo es de ciento ocho (108) meses, término


que se interrumpe con la formulación de imputación y
vuelve a contar por la mitad18, sin que pueda ser inferior de
tres (art. 292 Ley 906 de 2004), ni superar los diez años 19,
lapso máximo que se cumplió el 8 de septiembre de 2017.

En efecto, la audiencia de formulación de imputación


se llevó a cabo el 8 de marzo de 2013, fecha a partir de la
cual se interrumpió el término inicial de prescripción,
volviendo a contar por la mitad de la pena máxima, que
corresponde a cincuenta y cuatro meses (54) o cuatro años
y medio, periodo que feneció el 8 de septiembre de 2017,
cuando aún no se había emitido el fallo de segunda
instancia que fue aprobado en Sala del 18 del mismo mes y
año.

Por consiguiente, la Sala casará la sentencia de


segunda instancia, para variar la adecuación típica de
fraude procesal a obtención de documento público falso.
Como consecuencia de esa variación, declarará la
consiguiente extinción de la acción penal por prescripción
de la misma, en razón de los hechos que fueron imputados
a FARID TOLEDO, valga recordar, la obtención mediante
engaño de la escritura pública 1412 de 2009 en la Notaría
4ª del círculo notarial de Neiva.

18
En los delitos enjuiciados por el trámite de la Ley 906 de 2004, la prescripción se
interrumpe con la formulación de la imputación (artículo 6 de la Ley 890 de 2004).
19
Acerca de este plazo de la prescripción cuando opera con posterioridad a la
formulación de imputación, ha de tenerse en cuenta los desarrollos
jurisprudenciales en eventos en los que la conducta punible es cometida por un
servidor público en ejercicio de sus funciones o con ocasión de las mismas. Cfr. CSJ
AP 21 oct. 2013, rad. 39611, entre otras.

36
Casación n.° 51745
Farid Toledo

Deriva de lo anterior, la cancelación de cualquier


anotación o medida personal que figure en contra de FARID
TOLEDO en razón de este proceso. Con tal fin, a través de
la Secretaría de esta Sala, comuníquese al juzgado que
previo al archivo de la actuación deberá cancelarlas.

3. Otras determinaciones

Como quiera que el hecho consistente en la inscripción


de la escritura pública en el certificado de tradición del
inmueble identificado con matrícula 200-162690, no fue
imputado y por tanto tampoco objeto de debate en el juicio,
la Sala compulsará copias con destino a la Fiscalía General
de la Nación, Seccional Huila, para que se investigue, a la
mayor brevedad posible, la conducta de FARID TOLEDO
relacionada con este acto ejecutado ante un funcionario de
la oficina de Instrumentos Públicos del Huila.

Vale la pena precisar que esta determinación no


implica la transgresión del principio non bis in idem, porque
frente a esos hechos, pese a que fueron mencionados en la
sentencia del tribunal, no ha habido debate en juicio, por
ausencia del necesario acto de la imputación y consecuente
acusación.

Conforme con lo anterior, se mantendrá la orden del


tribunal de cancelación del registro de la escritura pública
1412 de 2009, toda vez que se trata de una medida

37
Casación n.° 51745
Farid Toledo

asociada a la posible configuración del delito de fraude


procesal por el cual se están ordenando las copias.

Por sustracción de materia, la Corte no examinará el


cargo relacionado con la violación indirecta de la ley, a
través de errores de hecho surgidos en la valoración de las
pruebas.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal


de la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

PRIMERO. CASAR oficiosamente el fallo de segunda


instancia a efectos de declarar que los hechos atribuidos en
la acusación a FARID TOLEDO, corresponden al delito de
obtención de documento público falso y no al de fraude
procesal.

SEGUNDO. DECLARAR prescrita la acción penal


respecto del delito de obtención de documento público falso.
En consecuencia, extíngase la misma.

TERCERO. ORDENAR que por conducto del juez de


primera instancia se cancele todo requerimiento personal
que el mencionado ciudadano tenga por razón exclusiva de
este proceso penal.

38
Casación n.° 51745
Farid Toledo

CUARTO. COMPÚLSENSE copias de esta decisión a la


Fiscalía General de la Nación, Seccional Neiva, para los
efectos mencionados en la parte motiva de este proveído, e
infórmesele de la vigencia de la orden de cancelación de la
inscripción en la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos de Neiva, de la escritura pública 1412 de 2009.

QUINTO. Contra esta decisión no proceden recursos.

Notifíquese y cúmplase.

EYDER PATIÑO CABRERA

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER


(impedido)

39
Casación n.° 51745
Farid Toledo

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

JAIME HUMBERTO MORENO ACERO

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

40
Casación n.° 51745
Farid Toledo

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