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PDF Papel Literario 2021, Octubre 10
PDF Papel Literario 2021, Octubre 10
L
a obra pictórica de Graziano
Gasparini ha sido poco difun-
fotógrafo, escritor, investigador, galerista, curador de arte, viajero, suelta en grandes planos (paredes) de
diferentes dimensiones y colores lla-
dida y menos conocida. El Dic- docente y más, Graziano Gasparini (1924-2019) fue pintor. mativos. Esta propuesta formal resul-
cionario Biográfico de las Ar- ta bastante clara para los especialis-
tes Visuales en Venezuela dedica unas En el 2009 la Universidad Central de Venezuela le concedió el tas al comparar la familiaridad entre
buenas tres páginas a resaltarlo como
arquitecto, fotógrafo, historiador, in- Doctorado Honoris Causa la fotografía y la pintura del arquitec-
to. Pero no solo esto influye en una to-
vestigador, escritor y restaurador de ma de posición formal y conceptual.
la arquitectura colonial venezolana, Se debe tomar en cuenta el contexto
es aquí donde se centra el conoci- de la producción artística de la Vene-
miento y reconocimiento público na- zuela de la época. Es la abstracción
cional de la obra de este polifacético geométrica la que lograba imponer-
italiano nacido en Gorizia, y quien to- se como tendencia fuerte. Gasparini,
ma a Venezuela como su querida pa- interesado en un sistema constructi-
tria adoptiva desde finales de 1948. Su vo ideal, tiende hacia una geometría
faceta como pintor es enunciada solo abstracta: realiza obras que siguen el
en las exposiciones que realiza en Ve- patrón geométrico de sucesión de lí-
necia y Venezuela. 1948 es un perío- neas dispuestas en bloques sobre el
do prolífico en la vida de Gasparini. espacio casi en ritmos cinéticos. Ha-
Se gradúa de arquitecto, finaliza sus cia finales de los años noventa com-
estudios de pintura en la Academia plejiza su propuesta, pero siempre a
de Bellas Artes de Venecia, y realiza partir del “paisaje en solitario” de la
dos importantes exposiciones de sus casa colonial venezolana, mediatiza-
pinturas/paisajes. Mientras crece su do por su formación de arquitecto.
interés por la historia de la arquitec-
tura, la actividad pictórica va apare- Una visión poética
jada con la de fotógrafo. Por un azar Es indudable que Gasparini fue un
del destino, le toca continuar su vida poeta visual guiado por un conoci-
en Venezuela, para la época país de miento profundo de la historia del
oportunidades que le ofrece posibili- arte de su presente. Comienza inte-
dades de desarrollar sus talentos. Se resado en el surrealismo, en su pri-
interesa por la arquitectura civil y re- mera exposición en Caracas, la críti-
ligiosa del período colonial y por las ca de arte atisba rasgos cubistas en lo
expresiones y monumentos del arte escueto del dibujo, sin duda un acer-
prehispánico. camiento al constructivismo. En 1959,
La actividad de pintor-expositor de el crítico de arte Perán Erminy escri-
Gasparini comienza temprano y en be que la pintura de Gasparini se ca-
prestigiosos espacios culturales del racteriza por una economía de me-
país. Obtiene premios en casi todos dios manifiesta en la simplificación
los salones oficiales, y no oficiales, de líneas, formas y colores. Luego,
donde envía su pintura. En 1953, ex- con el tema de los “muros”, el artis-
pone tres óleos en el XIV Salón Ofi- ta declara que intencionalmente han
cial, le es concedido el Premio Jo- sido hechos con un fuerte realismo
sé Loreto Arismendi por la pintura mágico, y más complicado aún, que
“Paisaje”; en1954, en el Museo de Be- se torna superrealismo o surrealis-
llas Artes, abre una muestra con el GRAZIANO GASPARINI / PAOLO GASPARINI mo metafísico (¿De Chirico?), que
sencillito título Graziano. Sobre las pretende destacar lo estático, la sole-
obras expuestas, el crítico de arte dad, el silencio. Luego en otra expo-
Juan Röhl escribe: “Graziano tiene El pintor en Venecia y Venezuela siempre presente cubismo de Picasso sición menciona el sentido oculto de
honda raigambre en el cubismo (
) su Cuando Gasparini estudia en la Es- y Braque. Entre estos pintores italia- los “muros”, aclarando que son “pa-
dibujo escueto, sintético, valorador cuela de Bellas Artes de Venecia, es nos, le parece fascinante y afín Gior- ra la vida, el trabajo y hasta para la
de masas, logra inesperada profundi- evidente que siente la influencia de gio de Chirico (1888-1978), con sus muerte”, continuando en tono poéti-
dad y volumen”; en 1956 participa en las vanguardias europeas de la época, paisajes urbanos de inquietantes y co que “son humanidad, sensibilidad,
el XVII Salón oficial con dos óleos, ob- como el surrealismo practicado por misteriosas atmósferas. En los paisa- necesidad”. Le interesa la no decora-
tiene el Premio Federico Brandt por artistas franceses y el español Salva- jes urbanos de Gasparini, igualmen- ción de estas construcciones, la sen-
la pintura “Castilla”, y su obra se ex- dor Dalí. No pudo escapar al torbe- Gasparini (...) te misteriosos e intrigantes afincados cillez, y los elementos sensibles co-
llino creador patentizado en la Eu- en los contrastes cerrados entre pla-
pone en el pabellón de Venezuela en
la XXVIII Bienal de Venecia, ganan- ropa de los años cuarenta, teniendo tiende hacia nos de luz y sombra, a veces con al-
mo los muros blancos que llaman su
atención. Mirando con detenimiento
do el premio de adquisición de la Ga-
lería Internacional de Arte Moderno
más cercanos los nuevos movimien-
tos plásticos que sus conciudadanos
una geometría guna figura antropomorfa, se percibe
la influencia de elementos futuristas
y la inserción de la pintura e Gaspa-
rini en la historia del arte y sus in-
de Venecia. Para 1958 continúan los
premios, esta vez obtiene el Arísti-
pintores ofrecían: aparte del surrea-
lismo, la pintura metafísica y el fu-
abstracta y metafísicos, presentes, por ejem-
plo, en la obra de Carlos Carrá (1881-
fluencias, él mismo habla de soledad,
de asombro, de muerte, de misterio,
des Rojas en el XIX Salón Oficial con turismo, todos influenciados por el 1966) y Giacomo Balla (1871-1958), notándose qué rasgos de misticismo
la pintura “Paisaje”. En 1959 la Sala siempre delineados, pero sin defini- se asoman cuando analiza su pin-
Mendoza de Caracas le organiza una ciones exactas. La nobleza sencilla de tura sin mencionar sus valores for-
exposición personal, con texto del la línea y los planos proyectados en el males, pero sí aquellos relacionados
crítico Perán Erminy en el catálogo. espacio, podrían considerarse deriva- con las sensaciones y las emociones
A partir de esta fecha, luego de una ciones del cubismo al estilo de Gino del hombre. En los muros de esas ca-
pausa que dedica a múltiples tareas Severini (1883-1966), líder del movi- sas, en sus tapias, en el paisaje que
como funcionario, docente e investi- miento futurista. Y no podía faltar el los arropa, hay silencio, hay llantos,
gador y “viajero explorador” de los surrealismo, presente en la obra de hay soledad, las figuras humanas y
rincones coloniales del país, re-inicia Gasparini de 1948. Cuando expone animales no son más que sombras so-
sus exposiciones en 1970, 1971 y 1982, por primera vez en Venezuela, Juan bre una atmosfera de limpios y cris-
en la Galería Acquavella en Caracas, Röhl la ubica en el cubismo sintético talinos aires. Definitivamente la pin-
siempre con el título Graziano Gas- por lo escueto del dibujo, desde ya se tura de Gasparini está arraigada en
parini. Otra pausa lo alcanza hasta el percibe una vía hacia lo constructi- sus pasiones y querencias, él la hace
año 2000, nuevamente en la Galería vo. A pesar de estas influencias ne- partícipe de su vida, es el paisaje de
Acquavella expone paisajes de Para- cesarias e inevitables, la pintura de lo visto, lo sentido y percibido, de su
guaná caracterizados por los colores Gasparini se sostiene por la pureza hacienda en Paraguaná. Le importa
del trópico, el azul intenso de Para- de la línea y la forma geométrica, de- la simbología encerrada en ella y sus
guaná y los amarillos curazoleños, sarrollando una geometría expresiva relaciones con la realidad que la ins-
esta vez a la composición construc- con referencias subliminales hacia la piró, recordemos la famosa frase de
tiva del paisaje, incorpora elemen- naturaleza. Alexander Rodchenko (1981-1956): “el
tos figurativos en sombras como el En Venezuela, Gasparini continua- arte que no participa de la vida se ar-
animal reposando sobre el plano de rá su actividad pictórica, hasta cierto chivará en el museo arqueológico de
tierra. ROSAMUNDA EN EL ROSAL / GRAZIANO GASPARINI punto con un paisaje impactado por antigüedades”.
Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
Graziano Gasparini:
La cámara como medio de transcripción objetiva
en edificaciones civiles viven los habitantes del continente bajo los qui-
cios de estructuras modernas en las megalópolis
su metodología es afín a la del escritor.
En las mismas fechas, Carlos Herrera (1940-
lo moderno, dos corrientes antagónicas que de-
finen la modernidad venezolana. Sin embargo,
y militares construidas y sus extrarradios, sino que también la mapea
en las obras de Villanueva y en Panorama de la
1955) registra topográficamente al territorio con
fotografías aéreas para la Cartografía Nacional.
no solo privilegia la regularidad y el orden de
los motivos pintados en las fachadas, también
en la época colonial y arquitectura moderna en América Latina (1977), Los intelectuales capitalinos buscaban consoli- muestra la imperfección, el desgate, la ruina, la
junto al investigador Damián Bayón. dar un imaginario nacional a través de fotos. Este costra, la rugosidad, “las texturas primitivas” de
centra su atención en Gasparini se detiene en arquitectura eclesiásti- se construía con secuelas de los relatos de viaje- los muros, lo que establece un vínculo con el ar-
el tipo de materiales – ca, en restos del pasado prehispánico, en edifica-
ciones civiles y militares construidas en la época
ros publicados en El Cojo Ilustrado (1892-1915),
las costumbres y tradiciones registradas por Car-
te informalista. El fotolibro se acompaña de fra-
ses poéticas de Guillermo Meneses. La combina-
especialmente en el colonial y centra su atención en el tipo de mate-
riales –especialmente en el barro–, los métodos,
los Cruz-Diez a partir de la década de 1940 y por
Alfredo Armas Alfonzo o Miguel Acosta Saignes
ción genera figuras visuales y un hilo narrativo.
Palabra e imagen funcionan a modo de vectores
barro–, los métodos, técnicas de construcción y la distribución del es- en la siguiente. Alfredo Boulton había mapeado polinizadores que configuran significados. Entre
pacio en viviendas populares o multifamiliares visualmente al oeste de Venezuela en Imágenes las imágenes evocadoras del texto y la represen-
técnicas de construcción y de todo el territorio nacional. Emplea la cámara de occidente de Venezuela (1940), Los llanos de tación de “lo real” en las fotografías se establece
la distribución del espacio como medio de transcripción objetiva; duplica la
realidad apoyándose en la cualidad indicial del
Páez (1950), Tierra venezolana (1953) y estruc-
turaba la narración histórica “sobre la gente y
la tensión narrativa, un juego entre contrarios,
construyendo relaciones dialécticas, generando
en viviendas populares o medio.
Mediante la fotografía, el autor realiza estudios
el paisaje” de la isla de Margarita para La Mar-
garita (1952), en un momento en que se comen-
discursos coautorales.
multifamiliares de todo el comparativos entre diferentes estilos o técnicas zaba a construir un “ideario” nacional bajo la Territorialización de objetiva a emocional
de construcción. Por ejemplo, en Arquitectura po- dictadura de Pérez Jiménez. Gasparini afianzó
territorio nacional” pular de Venezuela (1986) realizado con la antro- y divulgó las ideas de Boulton mediante sus pu-
En 1969 se publica Color natural una reflexión
sobre el color escrita por el dramaturgo Isaac
póloga Luise Margolies, pivota en torno al tras- blicaciones y sus clases en la Facultad de Arqui- Chocrón con fotografías de Graziano Gaspari-
SAGRARIO BERTI vase del uso del adobe de la provincia de Segovia tectura, lo cual tuvo una influencia directa entre ni y diseño de John Lange. Aquí la prosa del es-
E
a muros y arcos en Quíbor o Bobare y la relación estudiantes quienes luego a su vez hicieron fo- critor es modulada por las fuentes tipográficas
l eje que guía la práctica fotográfica de de la teja andaluza con la “teja criolla” de las ca- tolibros. Pueblos de Venezuela (1984) y Caracas. usadas por Lange, mientras que el vocabulario
Graziano Gasparini es el registro de ar- sas de Falcón. En este libro, la fotografía arqui- Una quimera urbana (1985) de Ramón Paolini o de la coloración del Caribe es comunicado por
quitectura, pero su obra no es solo regis- tectónica no es una mera representación visual Caracas (1988) de Gorka Dorronsoro son algunos el fotógrafo en fragmentos de ventanas, puertas
tro. Su forma de documentar, atada a la de lo construido, sino que sirve para comunicar ejemplos de ello. o tuberías industriales. Gasparini pone el color
circulación de publicaciones lo ha hecho ocupar efectivamente la idea de comunidad que compar- Ya en democracia, para celebrar la caída de saturado y unifica realidades disímiles para re-
un lugar predominante en el imaginario visual ten ambos autores. Asimismo, emplea la fotogra- la dictadura y la esperanza de cambio, publica producir la metáfora estridente del trópico. Al-
del país. fía para registrar el antes y después de una res- con Mariano Picón Salas Promesa de Venezuela gunas imágenes abstractas son parte de trazados
Gasparini llega a Venezuela en 1948, una eta- tauración o las transformaciones dinámicas de la (1964). Un libro ilustrado con fotos en blanco y cromáticos que oscilan entre lo objetivo y expre-
pa que marca el comienzo de la “modernización” capital. Esta intención de ficha y hecho factual, negro y en color de diferentes regiones del país. sivo. Los primeros planos hacen referencia a la
del país, expresada en políticas de alfabetización, de fuente iconográfica, la encontramos en Cara- Inicia con imágenes de fragmentos precolombi- Nueva objetividad de la segunda década del XX
la construcción de infraestructura vial, la imple- cas a través de su arquitectura (1969), publicado nos, petroglifos y vestigios de la arquitectura co- y a la estridente arte Pop en letreros y anuncios
mentación de servicios sanitarios y la edificación con Juan Pedro Posani. lonial venezolana, y luego pasa a la arquitectura pintados en fachadas de casas. Gasparini utili-
de museos. Caracas deja de ser “la ciudad de los moderna y de las industrias petrolera, minera y za la película a color como recurso expresivo y
techos rojos” para transformarse en una urbe ar- Tiempo de alianzas automotriz, pertenecientes a los archivos de la reproduce la misma paleta de sus obras pictóri-
ticulada por grandes avenidas, autopistas, urba- El momento de llegada de Gasparini a Venezue- Shell, Creole y CVG, y a los fotógrafos Márquez cas. En el prólogo, escrito por Hans Neumann,
nizaciones y el éxodo campesino origina la proli- la es oportuno para lo que sería su trabajo docu- y De Steinheil. El texto de Picón Salas, reflexiona se anuncia la estrategia de fotolibro: “Graziano
feración de viviendas informales en la periferia mental, una suerte de taxonomía arquitectónica, sobre la promesa y deber del Estado de promover Gasparini impresionó hermosamente negativos
de esa urbe en construcción. A partir de la caída por diversos motivos. Dos años antes, Juan Lisca- la civilización tecnológica como desafío histórico. sin el menor apremio. Isaac Chocrón no tuvo que
de la dictadura de Pérez Jiménez se suma a la no funda el Servicio de Investigaciones Folklóri- Otro libro realizado con narradores es Muros seguir la menor sugerencia para preparar su ad-
euforia del “movimiento de la modernidad” en cas Nacionales. En esta transición entre el final de Venezuela (1967). Allí capta fachadas y es- mirable texto. John Lange diseñó la presentación
la reconstrucción civilista-cultural acompañan- del gomecismo y la “modernización” del país, el tructuras de muros de distintos lugares, fijando con total autonomía. Y al final, los tres felizmen-
do de figuras como Juan Liscano y Mariano Pi- proyecto de Liscano estuvo enfocado en recopi- composiciones geométricas en color y en blanco te comprobaron la unidad de la obra”. Hay sim-
cón Salas y a la “integración de las artes” junto a lar, documentar, inventariar y clasificar –en me- y negro con rasgos estilísticos que coinciden, no biosis entre la secuencia fotográfica, el diseño y
Carlos Raúl Villanueva, Alfredo Boulton, Miguel dios sonoros, fílmicos, fotográficos y en diarios solo con el vocabulario visual utilizado por los el texto, como debe haber en cualquier obra de
Arroyo, Juan Pedro Posani, Alejandro Otero, en- de viajes– el territorio nacional de acuerdo a los puristas de la fotografía –Edward Weston y Ansel este género.
tre otros. También promueve el arte moderno modos de vida de sus habitantes. Liscano busca- Adams– de la década de 1940, sino también con Gasparini crea un discurso fluctuante entre ar-
desde la Galería de Arte Contemporáneo unido te, cultura y geografía; clasifica y ordena con cri-
a Moisés Benacerraf, Kathy de Phelps, Marcel terios histórico-estilísticos y funcionales identida-
Roche y otros. des arquitecturales en Venezuela y sus dinámicas
En estos tres ejes de acción, Gasparini utiliza la mediante la fotografía. Quizás por la necesidad de
fotografía para hilar discursos y como un medio adaptación del inmigrante de formar parte y ha-
para la divulgación y la formación de otros en cer suyo el territorio, Gasparini enlaza la fotogra-
sus ideas en dos ámbitos principales: las aulas y fía documental “objetiva” a lo emocional. Concep-
las publicaciones. En la Universidad Central de tualiza y da representación a las regiones del país
Venezuela proyecta diapositivas en clase, foros y al crear un inmenso universo visual de acuerdo a
conferencias, imágenes de su rica colección de los elementos constructivos de cada una. Las foto-
10.000 fotos y en medios impresos, hizo más de grafías otorgan identidad estableciendo una espe-
cuarenta publicaciones, siendo las más conoci- cial categorización basada en el reconocimiento
das: Arquitectura colonial en Venezuela (1959), Los del investigador de la domesticación de materia-
retablos del período colonial (1971), América, ba- les vegetales y minerales: el barro, la trama de
rroco y Arquitectura (1972), Formación Urbana de cañas y horcones, la piedra de los zócalos y mu-
Venezuela (1991), Escuchar al monumento y Vene- ros de bahareque. Con ello otorga una simbología
zuela en blanco y negro (2009). física, concreta, a una arquitectura sincrética e
híbrida. Crea un extraordinario inventario sobre
Ejercicios de repatriación los métodos de construcción en el campo venezo-
Gasparini se conectó con Venezuela desde su lano antes de la estandarización de modelos de vi-
arribo: “me interesó inmediatamente el país des- vienda rural, y genera “un mundo que ni él ni los
de el punto de vista de mi gran pasión, que siem- que lo habitaban sabían que existía”, como acota
pre fue la historia de la arquitectura”. En 1949 va MUROS DE VENEZUELA / GUILLERMO MENESES, GRAZIANO GASPARINI Enrique Larrañaga.
EL NACIONAL DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
Papel Literario 3
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dados. Hay que preservarlos para la noamericano ha asumido frente a una
esulta difícil verter, en pocas memoria. responsabilidad cultural, en creciente
líneas, las innumerables ense- Voy a ejemplificar esto –ampliando decaimiento e inquietante desinterés
ñanzas que obtuve de Grazia- el ejemplo de Graziano– con la pirá- colectivo.
no Gasparini. Lo enriquece- mide del Louvre. El proyecto que el No podemos desconocer que varios
dor que fueron las numerosas charlas arquitecto Ieoh Ming Pei ideó para el de los principios rectores que guiaron
que sostuvimos. Fue un hombre claro “Nuevo gran Louvre”. El conjunto del el quehacer conservacionista a lo lar-
en su pensamiento y sus posturas. Y la palacio barroco francés –que ha sido go del siglo anterior han experimenta-
lucidez la tuvo hasta su último aliento. remodelado por siglos– no era algo ex- do cambios considerables en estos úl-
Admiré su valentía y determinación traordinario. Lo que tenía de especial timos tiempos. Cambios de gustos, de
para decir las cosas. Pocos se han de- era el espacio central de los edificios, la apreciaciones, de valoración, tanto pa-
tenido en su valía como crítico de arte. historia que contenía y las colecciones ra la significación de los monumentos
Hay posturas que insisten en que no se de arte que atesora. Ahí se iniciaron en la vida actual, como para las nue-
debe señalar lo malo, lo erróneo o las los primeros salones de arte. Y se en- IGLESIA DE EL HATILLO RECIÉN REMODELADA / GRAZIANO GASPARINI vas situaciones surgidas y las nuevas
distorsiones. Gasparini –y, por supues- cuentran muchas de las mejores joyas propuestas concebidas. Algunas váli-
to, esta cronista–, no las compartía- del arte del mundo. Primeramente, Pei das y otras rechazables y, sin embar-
ria. El mundo la aceptó de inmediato. nacimiento tardío, construido por la
mos. La razón es muy sencilla. La dis- visitó los lugares, una y otra vez. En go, necesarias para demostrar lo lógi-
Por ello la insistencia de Graziano dinastía Antonelli. Sobre los “porta-
cusión de las ideas proviene de Grecia. las diferentes horas del día y la noche. co y lo irracional de tan imprevisible
en que lo que priva es la sensibilidad. les polilobulados” (el termino se debe
Sócrates y Aristóteles caminaban con En las distintas estaciones. Caminaba condición humana frente a un mismo
“Escuchar y entender el monumento” a Carlos Raúl Villanueva), ocurre un
sus discípulos para discernir y platicar por los alrededores. Se compenetró problema. Hoy tenemos la necesidad
significa vivir con los ciudadanos y sus asunto singular en nuestra arquitec-
sus diferencias. Ahí nace la dialéctica. con el lugar. Analizó el funcionamien- de reconocernos mutuamente. No solo
hábitos para asimilar sus necesidades tura colonial. Estos constituyen el ele-
También las nuevas ideas y el pensa- to del museo. Pei interviene el espacio España con América, sino con Fran-
y que el edificio restaurado se vuelva mento de mayor libertad creativa, en
miento superior. Porque nada que no con un elemento geométrico básico: cia, Inglaterra, Holanda o Portugal.
parte activa de la ciudad. Hay que “ca- las iglesias.
se coteje podrá servir para dar pasos una pirámide hecha del vidrio más Con todos ellos teníamos intercambio
sarse” con la gente para que las inter- Gasparini lo destaca como algo úni-
adelante. Posteriormente, en el Rena- transparente. Facetado –como la talla comercial y esos asuntos dejan su hue-
venciones formen parte de sus vidas. co en nuestra arquitectura tanto en
cimiento –ese corto espacio de tiempo del diamante más fino–, que lo hacen lla en la cultura. Es tarea por hacer.
Los edificios no deben ser mausoleos, las casas como en las iglesias –quizás
que dio a la luz innumerables genios–, ver como la joya más preciada para al-
deben ser entes vivos porque la ar- porque fue el único elemento en que
obligaba a la confrontación. Porque bergar la colección más deseada de ar- Graziano frustrado
quitectura nunca muere, ni siquiera la Iglesia permitía libertad creativa al
los artistas sabían que tendrían sobre te. Y la pirámide también señala que Para 1967, con motivo del terremoto,
cuando es demolida. Quedan los pla- sacerdote-constructor–, que debía ce-
ellos una mirada feroz, atenta a cual- el acceso es una alegoría a los templos se había derrumbado la pequeña Igle-
nos, quedan las imágenes, queda la ñirse a normas y cánones eclesiásti-
quier error. Eso no significa que no se funerarios egipcios –a los cuales se les sia de El Hatillo. No quedó casi nada.
memoria. Por eso no hay arquitectura cos para la edificación de un templo.
respete las ideas no compartidas. Por accede por la base. Pero además es un Milagrosamente se salvó el bello cru-
olvidada. Lo que hay es arquitectura En las ciudades de San Carlos, Guana-
el contrario, deben discutirse, en un símbolo universal. Las pirámides es- cifijo del siglo XVIII. Como todo lo do-
abandonada. re y Turmero, Gasparini contabilizó 23
plano de respeto y comunicación. tán en África y en América. El vidrio cumentaba, tenía imágenes previas.
de esos bellos portales. Hoy no queda
viene de Oriente, pero se perfeccio- La reconstruye en 1968, con los pla-
Graziano observador ninguno, al igual que demolieron el
Graziano crítico na en Occidente. El arquitecto es chi- nos originales, que localiza en Espa-
En su último libro –aún sin publicar–, Colegio Chávez y la casa del Conde de
Gasparini fue duro en sus críticas con no-americano y sus constructores eu- ña. Al levantar el mosaico hidráulico,
que me concedió el honor de prologar, Llaguno. Al llegar de París, Villanueva
lo que consideró restauraciones in- ropeos –como las edificaciones que le encuentra el piso original y lo rescata.
señaló las características inéditas de la los observa. Este tenía familia en el Es-
apropiadas, con artistas mediocres, rodean–, y permite entrar la luz de la Como la Iglesia era muy sobria, decide
arquitectura colonial venezolana. tado Cojedes y le hace la observación
con arquitecturas impropias. A la vez sabiduría, de la cultura, del arte. Es el valorizar el crucifijo con un hermoso
Allí indica que la mayoría de las igle- a Gasparini –preocupado por esas su-
disfrutaba mucho de las buenas expo- triunfo del genio. Todo el que la mira retablo, realizado en hojilla de oro. Esa
sias venezolanas tienen techos mu- cesivas demoliciones. Por ello coloca
siciones, las edificaciones bien logra- sabe que es el Louvre, París, Francia. restauración, junto con la Catedral de
déjares, de pares y nudillos. Y hay uno en el frontis principal del Bloque
das y las intervenciones exitosas. Ante Aquí no hay reglas, solo arte e histo- Trujillo, gana el Premio Domus como
algunas, como la Iglesia de Píritu, la 1 del Silencio y le sugiere a Graziano
lo errático, era un delator implacable. las mejores restauraciones, a nivel
Capilla San Pedro o la Catedral de Ca- que reproduzca el pórtico del Colegio
No tuvo contemplaciones. Pero no era mundial, de ese año. Lamentablemen-
racas, que poseen unos artesonados de Chávez en la Sociedad Bolivariana de
su enemigo, simplemente señalaba el te la entonces primera dama le pareció
referencia árabe, de una riqueza ex- Caracas –ante el inminente derribo de
error. muy “pobre” la austera Catedral, y le
cepcional. De la misma manera, que la casa Vegas. Previamente Gasparini
Con él supe que saber es comprender encomendó a unos ebanistas colom-
las columnas panzudas –deformación había documentado con fotos y medi-
cómo la cosa más pequeña está vincu- bianos “enriquecer” la iglesia tapando
de los balaustres barrocos italianos, das la casona y es el único documen-
lada a un todo. Que lo que está muerto el hermoso altar, realizado en un solo
o destruido como edificación está vivo Su frase, 'escuchar nos llegan, por las islas holandesas
del Caribe. También identifica en las
to que poseemos de su existencia. En
ese caso, el entonces presidente Mar- bloque de granito, por el escultor Do-
como enseñanza. Y que la verdad no
es lo que se demuestra sino lo que se al monumento', casas de hacienda y la casa colonial ur-
bana un modelo óptimo de adaptación
cos Pérez Jiménez desatendió la carta
que le enviaron los arquitectos venezo-
menico Casasanta, y colocando en la
Iglesia unos bancos muy recargados.
simplifica. Que detestaba las notas ile-
gibles. Ambos concordábamos en que era un grito" al clima. Nos señala que en el Castillo
de Araya poseemos un fortín del re-
lanos pidiéndole que no las demoliera
e hiciera una isla –en el desarrollo de
La Iglesia de El Hatillo no corrió mejor
suerte. El retablo fue pintado por una
escribir con sencillez no significa que “señora muy creyente” que se ofreció
la Avenida Urdaneta–, preservándolas.
se carezca de profundidad. para mejorarlo. Los pisos fueron ta-
Privó el criterio del dictador.
Ese hecho hoy se señala como “fal- piados nuevamente. Las paredes re-
Graziano docente cubiertas a medias por un machihem-
so histórico” pero se olvida que, pa-
Nunca perdió su pasión por la docen- brado. El Viacrucis, en hierro forjado,
ra el momento, no existían reglas ni
cia. Sus clases eran un paseo visual desapareció y se colocaron unas imá-
normas para ello y solo se pensó en
por lo que prodigaba. Las acompaña- genes que parecieran pintadas por la
preservar la memoria. Se desdeña-
ba de numerosas imágenes suyas, de dama que “restauró” el Ecce homo de
ba nuestra arquitectura colonial –se
arquitectura precolombina y colonial. Borja. Hoy solo queda el Cristo. Esto
la miraba precaria comparada con la
Escribía guías de estudio. Ese deseo nos lleva a la conclusión de que hay
de los Virreinatos de México y Perú.
de enseñar nunca lo perdió. Aproxi- carencias, no solo en el respeto al mo-
Quizás por ello poco quedó. Pocos sa-
mársele era una eterna clase. Y na- numento, sino en la necesidad de edu-
ben que, para el siglo XVIII, Caracas
da disfrutaba más que se le hicieran car a los usuarios y a la Iglesia para
era llamada “la ciudad de los monas-
preguntas sobre sus experiencias. Y que entienda que tiene en sus manos
terios”. Las sucesivas catástrofes físi-
las razones de porqué había acometi- la preservación, cuido y respeto al
cas (terremotos), así como las políticas
do una restauración, de una manera monumento.
de cada gobernante, desdeñaron esas
u otra. Sorprende como un solo hombre pu-
hermosas edificaciones. No queda ni
Su frase “escuchar el monumento” do acometer tantas y variadas cosas a
el recuerdo.
era un grito a las nuevas generaciones la vez: arquitecto, restaurador, pintor,
Otro asunto singular se refleja en los
de restauradores. Consideraba que no docente, fotógrafo, crítico de arte, es-
balcones mudéjares que se localizan
bastan los grados y posgrados, sino te- critor y editor de tantos libros y revis-
en La Guaira y Puerto Cabello. Una
ner sensibilidad, conocer la historia y tas, conferencista en foros y congresos,
herencia que viene desde los árabes y
reflexionar sobre lo que había que dar- galerista, curador de arte, viajero in-
que pasó por las Islas Canarias. Única-
le a ese monumento. No creía en las cansable e investigador acucioso. Co-
mente superado por las existentes en
normas ni en las ordenanzas, porque mo la arquitectura, su pensamiento
Lima y Cartagena.
cada edificación representa un desa- nunca morirá pues quedan su lega-
De oriente, admiraba las iglesias de
fío diferente. Tenía la experiencia de do escrito. Finalmente aprendí que lo
Píritu y Clarines. De occidente, defen-
que, con el paso del tiempo, cambian más importante es desechar las male-
día que el rescate de la fachada origi-
los criterios de acometerlas. De la mis- dicencias y hacerse preguntas auténti-
nal, austera y sobria, de la Catedral de
ma manera, que hay algunas restau- cas. Porque ante la envidia solo valen
Coro, era la más ajustada a la mejor
raciones que no deben alterarse, sino las obras realizadas. Quedó su legado
restauración. Se interesó especialmen-
devolverles su forma original. Porque PORTALES DEMOLIDOS / GRAZIANO GASPARINI para el mundo.
te las Iglesias trujillanas, pero tenía
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
E
n este libro recién editado por te salida a oltremare. Allí Gasparini,
nuestro historiador de la ar- siendo aún estudiante en el Instituto
quitectura prehispánica y co- Universitario de Arquitectura y de la
lonial, Graziano Gasparini, mano de su profesor, un meticuloso
encontraremos algunos de los más y artesanal Carlo Scarpa, comenzó a
importantes escritos que ha produci- atreverse a restaurar arquitectura,
do durante cincuenta y cuatro años. entre 1946 y 1948. Para más señales de
Algunos aparecieron en sus 55 libros lo que vendría, el pago por su colabo-
anteriores como autor y coautor, o en ración fue enviarlo a publicitar la rea-
capítulos de otros libros, en revistas y pertura de la Bienal, nada menos que
periódicos, en folletos y opúsculos, en a Brasil y Venezuela, para que estos
manifiestos, declaraciones, ponencias, países prepararan su participación en
ensayos y tantos géneros académico-li- la siguiente muestra. Las fronteras es-
terarios, cuyo denominador común ha tallarían a su paso, cumpliéndose en
sido en estas décadas, aparte de la his- él el designio del Ser itálico: emigrar.
toria de la arquitectura, la polémica. La postguerra lo empujaba, por su-
En ellos no ha sido condescendiente puesto, dadas las difíciles condiciones
Gasparini, no ha edulcorado sus crí- en aquella patria vapuleada, extenua- GRAZIANO GASPARINI Y ARMANDO REVERÓN / PAOLO GASPARINI
ticas, tesis, posturas públicas, contes- da. No había trabajo para arquitectos
taciones o denuncias hasta hoy. Él no recién graduados como él, quien fina- tagonismo con las preexistencias con la cultura popular venezolana que se templos olvidados, se efectuaban otras
simplemente llama la atención: mo- lizó sus estudios ese año 48 en que fue que el régimen de Pérez Jiménez im- conoce como La fiesta de la tradición expediciones para conocer el país:
lesta a conciencia, incomoda, sacude, enviado a Suramérica. ponía su “modernización del medio (17 al 21 de febrero de 1948: en agosto geográficas (a las fuentes del Orinoco,
agita, con la autoridad incisiva que le “¿Cuando usted vino a Venezuela físico”. de ese año llegó Gasparini), bautizó en al pico Bolívar, al sistema hidrológico,
da su ascendencia sobre todas las ge- sabía que había dado un paso para Al mismo tiempo, los escritos sobre 1950 la revista Folklore y Cultura, con forestal y minero de Guayana, etc.),
neraciones de arquitectos que se han siempre?”, le preguntó hace poco a Caracas y sus tradiciones prolifera- la que se sumó a la tendencia ya en arqueológicas o etnográficas. Entre
formado bajo su influencia desde 1958, Gasparini el venezolano Nelson Ri- ban de la mano de los cronistas (En- curso de superar la etapa de “recolec- las dos décadas surgió también el re-
cuando comenzó su docencia en la Fa- vera (Papel Literario de El Nacional, rique Bernardo Núñez, Guillermo tores de datos” para asumir una “fir- gistro en sitio de las expresiones ora-
cultad de Arquitectura y Urbanismo 2/2/2008). Por supuesto, la respuesta Meneses, Carmen Clemente Travie- me base de conciencia histórica, un les, literarias, musicales y de danzas,
de la Universidad Central de Vene- fue parca: “No lo sabía”. ¿Cómo iba a so, Lucas Manzano, Guillermo José mínimum de conocimientos intelec- así como la representación y divulga-
zuela. Desde entonces puede citar las saber aquel Graziano de 24, 25 años, Schael, etc., seguidores de los pasos tuales y cierta sensibilidad humana” ción de las manifestaciones artísticas
enseñanzas vigentes de sus maestros lo que encontraría, si la condición de de Arístides Rojas) y alimentarían en (J. Liscano, citado por R. Strauss, voz: populares con el espectáculo itineran-
o sostener principios arquitectónicos emigrar es la incertidumbre, el son- los ‘50s y ‘60s la añoranza y curiosidad “Folklore” en Diccionario de Historia te Retablo de Maravillas, movimiento
inamovibles, como también puede des- dear, el aprender, el emprender? El general por la “Caracas de ayer”, colo- de Venezuela, Ed. Fundación Polar, que dirigió Manuel Rodríguez Cárde-
decirse de argumentos que ha esgri- tejido de las oportunidades, de los nial o decimonónica. Caracas, 1997). Miguel Acosta Saig- nas al frente de más de mil jóvenes
mido durante décadas, blandiendo las atrevimientos, se entrelaza en el emi- Entre la reconstruida Casa Natal del nes reforzó por esos mismos años la desde el Ministerio del Trabajo, con
nuevas circunstancias sin temor. No grante con la apuesta, con vencer los Libertador, inaugurada en 1921 para critica a la simple recolección, auspi- un repertorio de danzas, interpreta-
teme contradecirse, no ha pretendido retos, especialmente a esa edad. No se conmemorar al Bolívar mantuano en ciando el “rigor clasificatorio, el tra- ciones musicales y representaciones
sostener irreductiblemente posiciones planea un exilio, se parte expulsado el centenario de Carabobo, y la reurba- tamiento científico de los materiales populares en gira por las poblaciones
superadas por la experiencia históri- por las circunstancias. La confianza nización El Silencio (1942-1945), en don- y la sistematización de los trabajos de remotas del país. Así mismo surgieron
ca y, sin embargo, ostenta serenamen- en sí mismos y la esperanza, acompa- de Villanueva acababa de conjugar el campo” (citado por Strauss, op. cit.), las obras de Lisandro Alvarado en el
te su constancia y su ser consecuen- ñan al que cambia de continente. El desplante modernizador con la nostal- de lo cual se hizo eco el Departamen- campo lingüístico y de Luis T. Laffer
te. Puede por eso rebatir confusiones tiempo pasa como un torbellino y las gia neohispanista de sus portadas, ar- to de Historia de la UCV, dirigido por en la etnomusicología, que alumbra-
teóricas, evidenciar insuficiencias en valijas revientan de sueños, junto con cadas, columnas “panzudas”, patios, el historiador José Antonio De Armas ron la valoración y conocimiento cien-
la práctica de sus colegas arquitectos los instrumentos adquiridos. Entre la corredores, soleras y calados, había Chitty y el Instituto de Antropología e tífico de la lengua y la música cons-
o de nuevos restauradores, denunciar trashumancia y el echar raíces, pen- crecido la valoración de las raíces his- Historia, formado por De Armas Chi- tituyentes originarios de la cultura
inconsistencias éticas o estéticas o ma- dulan quienes se acercan a la otredad, pánicas como parte de la cultura nacio- tty junto con Ángel Rosenblat, Acosta venezolana. Junto con todo ello, emer-
sacres al paisaje urbano y al patrimo- a lo desconocido. En vez de quedar sin nal. “Conocí a Carlos Raúl Villanueva Saignes y Rafael Olivares Figueroa, gió en las artes plásticas la tendencia
nio, alertar sobre inminentes demoli- tierra (el destierro), quien parte a pro- referido por Carlos Manuel Möller. Fuí quienes fundaron en 1949 la revista hacia un indigenismo ingenuo y a la
ciones o seudo restauraciones o sobre bar suerte añade nuevas tierras. Gana a entrevistarlo (...) para preguntarle Archivos venezolanos de Folklore. De vez heroico, que recuperó la cultura
pérdidas de valor patrimonial en tal o otra patria, no pierde la suya. El baga- por el origen de los arcos polilobula- Armas publicó en 1951 Origen y for- y las leyendas de las etnias y sus per-
cual mal-intervenido bien arquitectó- je del joven Graziano ya reunía lo ne- dos de la reurbanización El Silencio mación de algunos pueblos de Vene- sonajes, valorizándolos a la par de la
nico, o ironizar con amargura sobre cesario para insertarse en la realidad y me confirmó que fueron dibujados zuela y en 1953, Arturo Uslar Pietri herencia colonial. Francisco Narváez,
los exabruptos de la arquitectura ofi- que encontraría, no fueron cosas del de las fotos que Möller le había dado dio a la imprenta Tierra Venezolana, Alejandro Colina, Pedro Centeno Va-
cial de antes y de ahora. destino, ni casualidades. Era el inmi- de las casas coloniales de San Carlos y con fotografías de Alfredo Boulton, llenilla, César Rengifo, Manuel Silves-
Los textos que en este nuevo libro grante necesario en el momento opor- que las columnas panzudas las había fruto de sus propios viajes y reflexio- tre Pérez, son algunos de los nombres
ofrece el profesor Gasparini tratan tuno. Fue un factor causal, no casual, tomado del Colegio Chávez” (GG, 2013) nes sobre aquel territorio que desper- ligados a esa tendencia re descubrido-
temas de arquitectura, historia e his- que vendría a catalizar lo que ya es- Reconocer en esos años la cultura taba a sí mismo. Ambos libros, sin que ra entre los ‘30s y los ‘50s.
toriografía de la arquitectura, patri- taba en marcha en aquella Venezuela colonial significaba subrayar la tradi- abundemos en otras referencias, fue- Las dos tendencias, hispanista e in-
monio, conservación, restauración y en transición inestable. ¿Qué estaba ción frente a los procesos de urbani- ron seguramente ejemplo y fuentes digenista convivieron –tal como ocu-
urbanismo, acompañados por docu- en marcha? zación en marcha, lo que llevó entre para la primera publicación de Gas- rría simultáneamente en toda Hispa-
mentos fotográficos tomados por él Como antecedente y contexto de las otros efectos a identificar la cultura parini: Templos coloniales de Vene- noamérica–, alimentando cada una a
mismo o coleccionados durante sus exploraciones de campo de Gasparini popular rural y urbana como objeto a zuela (1959), en cuya presentación el su manera el interés antropológico
incontables viajes y representan un en los ‘50s, vale recordar la presencia investigar. Significó igualmente adop- mismo De Armas escribió: “Nuestro por la cultura popular venezolana.
compendio de lo que se ha discutido en Caracas de la Asociación Venezo- tar renovados conceptos de Folklore artista viajó pacientemente por al- Esta fue cada vez más un objeto de in-
en Occidente sobre esos temas duran- lana de Amigos del Arte Colonial, la y registrar sus manifestaciones en al- deas remotas (...) El libro de Grazia- vestigación desde las universidades
te décadas. Así como Gasparini tituló cual, junto con el Museo de Arte Colo- deas y campos, como fuentes vivas de no ofrece amplia perspectiva al futu- e instituciones públicas, dedicadas a
anteriores libros Respetar, Escuchar nial, tuvo su sede en la Casa de Llagu- la cultura nacional que se pretendía ro historiador de nuestra arquitectura promover, investigar, registrar, docu-
o Entender al monumento arquitectó- no al comenzar los '40s, bajo la direc- re-definir. Aquel gesto era una más de colonial y es estímulo constante para mentar, rescatar y salvaguardar las
nico patrimonial, esta “Presentación” ción de Alfredo Machado Hernández y las resistencias silenciosas de la tra- el hombre de estudio de la Venezuela expresiones culturales de la venezo-
nos invita a “conocer” al autor y a su del historiador Carlos Manuel Möller. dición, un enfrentamiento soterrado que empieza a indagar sus orígenes”. lanidad: eran los mismos pasos que
obra. Vayamos entonces a Entender a Lo colonial venía siendo parte de la re- ante aquella modernización oficial Graziano ha confesado recientemente daría Gasparini en medio del siglo, re-
Gasparini, de la manera en que él lo definición cultural venezolana, princi- excluyente. (2008) que Alfredo Armas Alfonso y J. corriendo el país para insertarse sin
haría: conociendo cómo comenzó su palmente desde las apoteosis conme- En febrero de 1947 se había fundado A. De Armas Chitty tuvieron influen- saberlo en aquella construcción inte-
propia historia. morativas de la Independencia, entre el Servicio de Investigaciones Folkló- cia decisiva en él y en su interés por lectual, con base en la documentación
Podemos imaginar que, el haber per- 1810 y1830, en las que se afirmaba la ricas Nacionales (que luego se conver- la arquitectura colonial venezolana: y el análisis de las arquitecturas desa-
dido la casa paterna después de la Se- Madre Patria hispánica como compo- tiría en Instituto de Folklore), el cual “Otro hombre admirable, que era de tendidas. “En ese momento, más que
gunda Guerra, al dividirse en dos la nente esencial de la venezolanidad. La comenzó a publicar la Revista Nacio- los llanos y que me iluminó, fue José lo colonial me interesaba conocer y
ciudad de Gorizia (entre Italia y Yu- casa de Llaguno sería derribada –an- nal de Folklore, dirigida por Juan Lis- Antonio De Armas Chitty. Otros fue- estudiar la tradición constructiva del
goslavia), con una línea limítrofe que te los estupefactos ojos de Gasparini– cano con la participación entre otros ron Alfredo Boulton y Arturo Uslar país, después me metí más de lleno en
la hizo quedar del lado yugoslavo, se- diez años después de instalado en ella de Luis Felipe Ramón y Rivera, Isabel Pietri” (en N. Rivera, cit.). lo colonial, porque comencé a pregun-
ría una premonición para Graziano el museo, junto con la de Vegas y Ber- Aretz, Rafael Olivares Figueroa y Pe- Durante los años en que Graziano tar...” (GG, 2013).
Gasparini, de una de las prácticas todano (Colegio Chávez) y otras casas dro Grases. Liscano, luego de haber recorría los rincones de Venezuela
que asumiría en adelante: cuestionar coloniales, como demostración del an- coordinado la histórica muestra de fotografiando, dibujando, analizando (continúa en la página 5)
EL NACIONAL DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
Papel Literario 5
Voluntad artística:
voluntad histórica
(viene de la página 4)
S
acando un poco de mi me-
El des(en)cubrimiento
de América –capítulo Venezuela
CARLOS LEÁÑEZ ARISTIMUÑO “Atrevámonos a vivir sin la mentira de la ‘gloria’. Atrevámonos a conocernos quitando las
I. Imperativo: tocar las estatuas capas de propaganda del sistema de mitos. Atrevámonos a hallar rótulos y perspectivas que
ecuestres
Quien denomina domina. Y lo hace trasciendan el autoengaño y la automutilación. Atrevámonos a desencubrir. Por más que les
porque los rótulos que ponemos so-
bre las cosas pueden traer apareja-
pese a nuestras almas infantilizadas –necesitadas de héroes, villanos y víctimas perfectos–:
dos, más que una mera descripción, no existió el ‘Paraíso precolombino’ arrasado por la ‘conquista’, no hubo ‘infierno colonial’, los
una interesada interpretación que
persigue inclinar nuestra valoración ‘libertadores’ no fueron semidioses portadores de ‘independencia’ alguna. Los ancestros que
del fenómeno. La manipulación es
total cuando esa rotulación pasa co- poblaron esas horas fueron –en su inmensa mayoría– sencillamente seres de su tiempo que
mo objetiva y cierra toda posibilidad
de discusión, al punto de que quien
actuaron en función de sus esquemas mentales e intereses”
la adverse puede pasar por loco o de-
lincuente. Esto será más agudo en la da expulsado del “nosotros” que nos
medida en que más esté en juego. constituye: es ajeno e indigno, no nos
El relato que intenta cohesionar es propio, debe ser erradicado. ¿Y qué
nuestro país gira en torno al proceso somos –según el discurso escolar im-
que llevó a nuestra separación polí- perante– nosotros? Indígenas puros
tica de España. Es la piedra angular ultrajados. Puros tanto en el sentido
del sistema de la venezolanidad. Blin- racial como el ético: son los indígenas
darlo, glorificarlo y difundirlo resulta la fuente prístina originaria a cuyas
esencial para lograr la adhesión a un aguas hemos de volver. Esta idealiza-
proyecto político –Venezuela– de per- ción bloquea la posibilidad de un co-
sonas tan disímiles como pescadores nocimiento real de los ancestros indí-
de Manzanillo, agricultores del pára- genas y acarrea dos peligros de talla:
mo La Culata o llaneros de Calabozo. el racismo y el totalitarismo. El pri-
También resulta básico para justificar mero, por ahora, yace relativamente
la separación de personas tan pareci- agazapado, pero el segundo no ha ce-
das como quienes habitan el estado sado de lastrarnos de forma abierta.
Táchira y el Norte de Santander, o los En efecto, si se asume que existió una
goajiros o llaneros de uno u otro lado suerte de Paraíso precolombino, se da
de la frontera colombo-venezolana. por cierto que la bondad plena es po-
Los relatos nacionales con frecuencia sible entre humanos. Así, la tarea del
unen lo disímil y separan lo semejante liderazgo político es sencilla e ineludi-
en función de redes de poder que de- ble: imponer la bondad originaria. Ya
sean un territorio para desplegar sus que existe y es posible entre humanos,
intereses. Sus fronteras físicas suelen tiene el deber moral de imponerla: el
llegar hasta donde el poder de esas re- “buen salvaje” –víctima pura– impli-
des puede efectivamente plantarse. Co- ca al “buen revolucionario” –ángel
mo esto no resulta muy emocionante salvador– desde la “independencia”
ni inspirador, en un ejercicio de enga- hasta la “revolución bolivariana”.
ño ante los otros y de autoengaño ante Pero… ¿éramos una colonia de Espa-
sí mismos, quienes lideran estas redes ña los hispanoamericanos? Jurídica-
a menudo solicitan a sus entornos ilus- mente no: el estatuto era el de la unión
trados encabezar un proceso de rotu- real con la Corona de Castilla, éramos
lación que glorifica los procesos que reinos unidos, “los reinos de acá y los
lideran, hecho lo cual pasan a difundir de allá”. Ahora bien, nos interesa una
una narrativa cuyos términos –tam- respuesta más substancial. La palabra
bién ángulos, resaltados y omisiones– “colonia” implica dominio extranje-
han sido cuidadosamente selecciona- ro. ¿Eran los españoles extranjeros
dos. La difusión tiene lugar mediante y somos los indígenas nosotros? No.
un sistema de monumentos, conmemo- El nosotros se constituye a partir del
raciones y, sobre todo, una historia es- mestizaje y el intercambio acaecido a
colar emotiva y maniquea –reforzada todo nivel. Antes, nuestros ancestros
con anécdotas en la tradición oral– re- principales –indígenas y castellanos–
petida generación tras generación que existían por su cuenta: los unos, en
acarrea adhesiones ciegas muy bien múltiples y disímiles tribus; los otros,
asentadas. Esta historia escolar lleva en un lejano reino ibérico. No podía
al niño, y más tarde al adulto, a colo- ESTATUA DE CRISTÓBAL COLÓN EN PLAZA VENEZUELA, CARACAS/ARCHIVO haber un nosotros antes por las mis-
car en territorio sagrado determinadas mas razones por las que no puede ha-
gestas y personas, a tornarlas en refe- lar– y debemos reverenciarlo –de allí “conjunto de personas de un mismo lidad. Llamémoslos, para abreviar, ber un ser humano concreto si no se
rentes no solo políticos, sino, incluso, la mayúscula de relevancia. Ahora origen y que generalmente hablan un fragmentadores. da el encuentro entre los dos factores
existenciales. ¿Cómo tocar al personaje bien, ¿puede hablarse de independen- mismo idioma y tienen una tradición que han de constituirlo. Ahora bien,
que ocupa el centro de nuestras plazas cia? Ella significa ser libre con respec- común”. Antes de la guerra, éramos, III. ¿Son los españoles ellos asumir esto pulveriza el edificio de la
si también –junto a Jesucristo– ocupa to a otro Estado. La oferta “patriota” en cualquiera de sus acepciones, cla- y los indígenas nosotros? historia escolar: éramos ángeles indí-
el centro de nuestras existencias? –término nada neutro que coloca a los ramente una nación –la nación espa- Otro rótulo que nos nubla la cabal per- genas, fuimos invadidos por demonios
“Cuando Bolívar nació / Venezue- realistas locales en la casilla de traido- ñola– distribuida en inmensos terri- cepción es el sustantivo “colonia” –o españoles y liberados por semidioses
la pegó un grito / diciendo que había res– ¿implicaba la independencia con torios, cohesionada por la historia, peor: “coloniaje”– y el adjetivo “colo- que dieron los primeros pasos hacia el
nacido / un segundo Jesucristo” reza respecto a España, pero… ¿a costa de la lengua y una monarquía católica nial”: se usan sin cuestionamiento al- Paraíso perdido. A nosotros, venezo-
una canción muy popular. Jamás la una nueva dependencia y de la gene- que convocaba a una lealtad fuerte: guno para describir el período previo lanos de hoy, nos toca rematar la “li-
he visto objetada ni criticada. Se equi- ración de micro-Estados incapaces de no disociaba lo político de lo religio- a la fragmentación y hacen juego per- beración definitiva”, es decir la vuelta
para al hombre que divide la historia soberanía? Eso –en público– nunca se so. Pero una capa ínfima de la pobla- fecto con “independencia”. En efecto, si al Paraíso. No cabe duda: los ángeles,
universal en dos e inicia una elevación planteó… pero fue lo que ocurrió. Po- ción expuso agravios, exacerbó dife- la colonia es lo que nos señala la cuarta los demonios y los semidioses son los
planetaria de la dignidad humana con tencias europeas, antes que ninguna rencias, resaltó excelencias, se montó acepción que encontramos en el DLE encubridores de Venezuela.
otro de un radio de acción claramen- Inglaterra, pusieron todo en obra, en en los aires revolucionarios y convo- –“Territorio dominado y administra- El asumirnos como indígenas puros
te más limitado. Esta equiparación in- estrecha e indispensable alianza con có a los “americanos” –aprovechan- do por una potencia extranjera”–, to- ultrajados –siendo en realidad una
cuestionada nos da la talla de lo que los “libertadores”, para el despliegue do la crisis generada por Napoleón ca independizarse. Por si fuera poco, la cultura nueva–, nos condena al desati-
implica tocar la estatua ecuestre del de la siguiente secuencia: secesión –di- en la península– a la secesión. Sepa- constelación que gira en torno a “colo- no permanente: al no operar sobre las
centro de nuestras ciudades y pue- vidir la potencia mundial española–, rados de España, el liderazgo criollo nia” atrae una expresión recurrente en coordenadas correctas, no llegamos
blos: es sacrilegio, es blasfemia, es fragmentación –fraccionar la Améri- no supo construir –¿o no lo quiso?– los discursos: “yugo español”. La pala- nunca a destino y sufrimos sucesivos
herir creencias de las que pende el ca española– y dependencia –los nue- un vínculo unitario. La Corona no bra yugo implica “ley o dominio supe- naufragios. El sistema mítico que nos
sentido no solo de la república, sino vos y múltiples pequeños Estados ha- pasa al pueblo americano, sino a los rior que sujeta y obliga a obedecer” o constituye –Paraíso precolombino, yu-
también de quienes la pueblan. brán de ser proveedores de materias pueblos de ciudades y regiones lide- “carga pesada, prisión o atadura”; de go español, independencia, vuelta al
primas y compradores dependientes rados por oligarquías locales apoya- ahí a la noción de esclavitud hay solo Paraíso– es trágico porque, siendo in-
II. Donde dice “Guerra de de sus productos elaborados y de sus das por intereses globales… ¡y se pa- un paso que muchos no dudan en dar: dohispánicos, demanda la supresión
Independencia”, debe decir “Guerra financiamientos. Dado el saldo de lo sa de esta manera de una nación de fuimos “liberados” de la “esclavitud” de lo hispánico, lo cual es imposible:
de Secesión, Fragmentación y anterior, propongo rótulos distintos: rango mundial a un archipiélago im- a la que nos sometía el “yugo español” nos hallamos en una cultura de ba-
Dependencia” guerra de Secesión, guerra de Sece- potente! Los “libertadores” forjaron hemos visto repetir recientemente en se católica y de lengua española. La
Intentemos ver el pasado desde un án- sión y Fragmentación o, si queremos así nuestra inestabilidad crónica –la las redes sociales a una maestra de es- tensión entre la realidad indohispá-
gulo distinto al enseñado en las escue- exhaustividad, guerra de Secesión, Corona como instancia de cohesión cuela a unos inocentes retoños. La red nica y la pretensión de un “nosotros”
las. El hito fundamental de la historia Fragmentación y Dependencia. no logra ser reemplazada por otro semántica se despliega en forma mecá- exclusivamente indígena –coreografía
venezolana es, qué duda cabe, la lla- El DLE –antes DRAE– define a la se- objeto político robusto– y nuestra in- nica: colonia yugo español esclavi- palpable en el derribo y sustitución de
mada guerra de Independencia. Este cesión como una acción “por la cual veterada fragmentación, que nos ha tud independencia. estatuas en la Plaza Venezuela de Ca-
rótulo encauza nuestra percepción se separa de una nación una parte de vuelto objetos incapaces de seguir Otras consecuencias tiene la noción racas– nos condena a una esterilidad
hacia un bien: la libertad. Ella, a su su pueblo y de su territorio”. Define, coordenadas propias y tener una voz de “colonia”: implica dominio extran- ontológica: las construcciones sólidas
vez, impregna a sus autores como “li- además, la nación con tres acepcio- resonante en el mundo. Nuestros “li- jero. Dominio que, al llevar aparejada solo engranan desde la plenitud del
bertadores” y al más sobresaliente de nes: “conjunto de los habitantes de bertadores” no merecen el rótulo que la expresión “yugo”, se torna parti- ser, no desde precarios andamiajes.
ellos como el Libertador: es único –de un país regido por el mismo Gobier- ostentan: son fragmentadores gene- cularmente malévolo. De esta mane-
allí el artículo determinado y singu- no”, “territorio de una nación” y radores de dependencia e inestabi- ra, lo español –por colonizador– que- (continúa en la página 8)
8 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 10 DE OCTUBRE DE 2021
El des(en)cubrimiento
de América –capítulo Venezuela
(viene de la página 7) malévolos seres, sino una administra-
ción sensata. Algo debería estarse ha-
IV. Historia para adultos ciendo bien para que, del caldo de cul-
La historia infantilizante con la que tivo de una ciudad que no sobrepasaba
nos impregnan reduce la “conquista” los 50.000 habitantes en 1810, surgieran
a episodios cruentos y amplifica así dos personas cuyas ejecutorias marca-
–a lo largo de abundantes páginas, ho- ron el siglo XIX hispanoamericano: Bo-
ras de clase e incluso actos culturales– lívar, principal propiciador individual
su impacto emocional para dejar una de la ruptura política; y Bello, principal
huella incuestionada e indeleble en el artífice individual de nuestra continui-
ciudadano común: lo hispánico es ma- dad histórico-cultural.
lo y ajeno. Conquistar, en su prime-
ra acepción, implica “ganar, median- V. El todo es Hispanoamérica
te operación de guerra, un territorio, Los fragmentadores –“libertadores”–
población, posición”, mientras que su de comienzos del XIX pusieron en jue-
segunda es “ganar, conseguir algo, ge- go la continuidad de los pueblos hispa-
neralmente con esfuerzo, habilidad o noamericanos. En efecto, al sumirnos
venciendo algunas dificultades”. Dados en una profunda impotencia política
los atractores semánticos descritos, y económica, fuimos incapaces de de-
solo se piensa en la primera acepción, fender lo más básico: el territorio. No
cuando, en realidad, la verdaderamen- hemos desaparecido porque a los gran-
te descriptiva es la segunda. En efecto, des poderes les ha resultado más ren-
la forja primigenia de nuestra cultura table el tener dóciles Estados clientes
no se da exclusivamente sobre hechos que emprender una conquista física
de sangre, sino también sobre colabo- directa. Sin embargo, cuando lo han
ración y pactos. Nuestros ancestros necesitado, no han vacilado en arreba-
indígenas y nuestros ancestros caste- tar o modificar nuestras tierras. Men-
llanos pasaron por décadas de recono- cionemos solo las inmensas superfi-
cimiento mutuo, de tanteos, a partir de cies arrancadas a México, la creación
los cuales tomaron las decisiones que de Panamá, el estatus actual de Puerto
consideraron mejores para los suyos: Rico, las Malvinas, el Esequibo… Con
atacar, negociar, colaborar, huir, evitar. claridad: fuimos arrojados de nuestra
Todas esas opciones estuvieron abier- sólida casa grande –en la que vivía-
tas y fueron efectivamente transitadas mos con toda la familia– a la intempe-
en un territorio que nada tenía de idí- rie de la dispersión. Y nos sorprende
lico y que no preexistía como unidad el siglo XXI –todavía– a merced de los
política al avistar Colón nuestras ac- elementos.
tuales costas. Somos suficientemente parecidos
Por su parte, la “colonia” –apenas entre nosotros y distintos de los otros
sobrevolada a pesar de constituir el como para considerarnos, sin artificio
período más largo– es un paréntesis alguno, una megacomunidad clara y
prácticamente vacío, salpicado de epi- distinta en el mundo. Somos, gracias
sodios que reafirman la crueldad his- a nuestra compartida raíz hispánica,
pánica y la necesidad de “liberación”. un conglomerado de 500 millones de
No conozco a ningún venezolano hoy, personas que, de forjar una dinámica
que no sea estudioso de la materia o de centrípeta, puede hallar, dada su esca-
amplia cultura, que sea capaz de ar- la, un acomodo óptimo en el mundo.
ticular un discurso veraz y suficiente Tenemos un interés común: preservar
respecto a ella. ¿Por qué la “colonia” es lo esencial de nuestra cultura para no
sobrevolada? Porque no resulta conve- desembocar en un desquiciamiento an- GUAICAIPURO / ©ROBUSTIANO GORGAL
niente profundizar en lo que ocurre tropológico. Para ello debemos hallar
tras los encuentros y encontronazos formas prácticas a fin de que nuestra todos los ámbitos en la integralidad de noas zarandeadas por los vientos y bino” arrasado por la “conquista”, no
iniciales entre nuestros ancestros indí- comunidad actúe de concierto ante los su cultura global. que hacen agua por todas partes… hubo “infierno colonial”, los “liber-
genas e hispánicos: España, a lo largo bloques chino, anglosajón o islámico; Venezuela es una parte, no el todo. cuando, desde un conocimiento cier- tadores” no fueron semidioses por-
de siglos, administró e hizo parte de su ante los poderosos OPNIS –objetos po- El todo es Hispanoamérica. Sin rea- to, podríamos navegar unidos y hacia tadores de “independencia” alguna.
cuerpo a Hispanoamérica. Buscó fun- líticos no identificados–: mafias, terro- gruparnos en ella, readquiriendo las puertos seguros en una embarcación Los ancestros que poblaron esas ho-
dar una España americana. No buscó, ristas, guerrillas, fundamentalismos, dimensiones necesarias para navegar de tonelaje apto para las tormentas ras fueron –en su inmensa mayoría–
como otros europeos, limitarse a facto- Estados forajidos, megaempresas… los procelosos mares de la globaliza- contemporáneas. sencillamente seres de su tiempo que
rías costeñas y eliminar a los nativos hasta filántropos que fomentan una ción, desapareceremos, a la par que los Nuestra fragmentación en más de actuaron en función de sus esquemas
o forzarlos a una periferia. No. Integró quimérica humanidad sin raíces; y otros países hispanohablantes. Basta veinte entidades políticas se dio sobre mentales e intereses. Veámoslos di-
pueblos, fundó ciudades tierra adentro, ante los neomicronacionalismos que de magnificar los árboles –cada una de un gran encubrimiento provisto por rectamente a los ojos –desde el cono-
trazó caminos, construyó iglesias, hos- sobre bases lingüísticas o indigenistas las más de veinte entidades políticas–: ideas que, necesariamente, por perse- cimiento, no desde la propaganda– pa-
pitales y escuelas; estableció una sóli- pretenden disgregarnos –de concier- ello impide percibir el inmenso bosque guir la escisión de lo que nos unía a to- ra discernir qué factores de su legado
da moneda, forjó una legislación pro- to con otros bloques u OPNIS– en aún hispanoamericano y calibrar su gigan- dos –lo hispánico– debían atacarlo con merecen continuidad, cuáles requie-
tectora de los débiles y reconocedora más Estados para cimentar nuestra tesco potencial de prosperidad y pro- especial ahínco y por todos los medios. ren ruptura, cuáles demandan adap-
del otro, legó festividades, tradiciones, irrelevancia. tección. Deviene así Hispanoamérica Por ello no se vaciló en resaltar, mag- tación, cuáles deberían ser resucita-
modos de ser y estar. Y lo principal, por Se ha intentado remediar nuestra una vaga sensación que ocasionalmen- nificar e incluso inventar –con mirada dos. Pero hemos de darnos prisa.
su carácter fundante, vertebrador, or- dispersión a través de políticas y pro- te se activa en fiestas patrias o coyun- interesada, no comparativa y absoluta-
ganizador del mundo y del sentido de yectos grandilocuentes, emotivos, con turas políticas, deportivas o literarias; mente anacrónica– los inexorables epi- VII. Vuelta a casa
la vida: la lengua en la que me lees y el frecuencia abiertamente irracionales, nos aparece como un gigante gaseoso y sodios de crueldad en cualquier expan- Fauces de ballenas devorarán a los in-
Dios cristiano. Lo anterior es tan im- dependientes de la voluntad y recur- semidormido, oculto tras los árboles de sión de la época y se ignoró de manera sensatos que persistan en navegar en
portante para nosotros que, si fuese po- sos de los Estados o de carismáticos las fronteras nacionales actuales en las consciente la común obra posterior al canoas. El tiempo de la historia se ace-
sible extraerlo de nuestro ser, desapa- liderazgos, ejecutados de arriba hacia que solemos agotar nuestra limitada momento inicial, en la que alcanzamos lera, el mundo se achica, el combate
receríamos: somos inconcebibles sin el abajo, diluidos a menudo por el agre- cotidianidad. No. Hispanoamérica es el altas cotas borradas de nuestra memo- entre fuerzas muy poderosas se inten-
legado hispánico. gado de espacios lingüísticos ajenos contexto político de nuestra viabilidad. ria colectiva. Nacen así los nuevos Es- sifica. Se avecinan tormentas recias e
Pero, atención: no se trata de generar (Brasil, el Caribe, Portugal). En vano. tados rechazando la argamasa que nos inéditas. Muchos naufragarán o vivi-
una leyenda dorada, sino de superar el Basta. VI. Demasiada gloria en la utilería constituye y es susceptible de federar- rán a la intemperie. No nosotros. Ha-
silencio y la manipulación respecto al Debemos acercarnos de una mane- El gran encubrimiento brota por do- nos. Ello ocasiona una automutilación bitamos en torno a un patio llamado
período monárquico y suplantarlo por ra práctica, de abajo hacia arriba y en quier. Desde las páginas de la revista que nos lastra, desestabiliza y apoca: Venezuela. Se halla en una casa gran-
conocimiento que, aunque ya existente función del espacio lingüístico común. Tricolor, los labios del conmovedor no actuamos desde la integridad de de –Hispanoamérica– de múltiples
entre los especialistas rigurosos, no se Debemos poner la mesa para aprove- maestro, los actos culturales de la es- nuestro ser al no asumir con lucidez y patios. Allí vive una amplia y diversa
ha difundido, no ha hecho mella en las char las inmensas ventajas que da el cuela, los monumentos, las plazas; sin complejos nuestra principal y co- parentela. Pero, hace dos siglos, los
mentes infantilizadas y adoctrinadas. que 500 millones de personas compar- desde los nombres de las calles, la mo- mún herencia. No podemos, por lo tan- pasillos y pasadizos entre patios se eri-
De algo estoy seguro: del conocimiento tan lengua, cultura, historia y afectos. neda, los puentes, las represas, los sa- to, desplegar nuestras velas al viento y zaron de obstáculos. Desde entonces
no surgirán demonios españoles opri- Esta convergencia es de un valor eco- télites, las universidades, los liceos, los navegar hacia amplios horizontes: un toda la familia se ha apocado. La casa,
miendo a nativos angelicales, sino la nómico, cultural y político tan gigan- municipios, los estados, las montañas; cabotaje sin brújula nos consume. To- casi entera, todavía permanece. Mas
visión de una sociedad nueva y mesti- tesco como desaprovechado: los his- desde cada espacio físico o intersticio ca entonces, en el siglo XXI, integrar y ya no la percibimos. La visión de cada
za que, con todas sus limitaciones, iba panos, entorpecidos por las aduanas psíquico del país, nos envuelve un am- sumar; no fragmentar, restar ni vivir patio nubla la casa grande. Se impo-
en movimiento ascensional cuando se múltiples que plantan sus Estados, no biente que asienta emociones genera- desde absurdos odios. Toca integrar y ne desencubrir para rehabitarla por
desencadena la cataclísmica secesión. pueden establecer cabalmente inter- doras de convicciones pétreas, reñi- sumar, aún más, lo hispánico general completo. Nos reconoceremos todos.
Cedo la palabra a Elías Pino: “Estamos cambios recíprocos. Se impone la for- das radicalmente con la realidad, pero con lo específico local: los legados in- Nos sentiremos revigorizados. Abri-
acostumbrados a ver en la Independen- ja de un espacio de libre circulación de que cumplen a cabalidad su cometido dígenas, constitutivos del par inicial; remos las ventanas. Veremos amplios
cia una hazaña gloriosa, sin descubrir personas, bienes, servicios y capitales político: afianzar visceralmente una el legado africano, vital desde casi los horizontes. Respiraremos aire tonifi-
la tragedia que fue de veras. La socie- que abarque el máximo de territorios precaria identidad colectiva; justificar primeros años, y los legados europeos cante. Cantaremos en el humano co-
dad de las postrimerías coloniales vivía hispanohablantes, para que los ciuda- instituciones, ejecutorias y carencias; del siglo XX. Toca integrar y sumar ro desde la plenitud de nuestra voz.
un apogeo económico y una situación de danos, a través de sus intercambios de hacernos legatarios de la “gloria” de una supranacionalidad por inventar
convivencia que no parecía orientada toda índole –fluidos gracias al código los “libertadores”, central en la utile- con los países hoy existentes. Y, al fin, NOTA: Del buen salvaje al buen revolucio-
a alternativas de hostilidad. Antes de lingüístico compartido, optimizados ría mítica. Somos adictos a la “gloria”. sí, avanzar. nario, (1976), de Carlos Rangel; Venezuela:
1810, el joven Andrés Bello pregonaba gracias a la inmensa escala– vayan ge- Con “gloria” encubrimos la desolado- Atrevámonos a vivir sin la mentira identidad y ruptura, (1983), de Ángel Ber-
las bondades del paraíso del café y el nerando, de abajo hacia arriba, espon- ra realidad y nos procuramos una au- de la “gloria”. Atrevámonos a cono- nardo Viso; El laberinto de los tres minotau-
cacao que era Venezuela, sin imaginar táneamente, una demanda de tejido toestima que nos socava: oculta la ver- cernos quitando las capas de propa- ros, (1994), de José Manuel Briceño Guerre-
la catástrofe que se avecinaba. Para institucional fuerte que cimiente po- dad de nuestro ser y, así, nos condena ganda del sistema de mitos. Atrevá- ro; La herencia de la tribu, (2009), de Ana
desdicha de las mayorías de la pobla- co a poco un polo capaz de dar mucho a un permanente desatino. No somos monos a hallar rótulos y perspectivas Teresa Torres; Imperiofobia y leyenda negra,
ción, arrastradas a un conflicto que no más bienestar, riqueza y libertad que los descendientes de un “glorioso ejér- que trasciendan el autoengaño y la (2016), de María Elvira Roca Barea y Habla-
les interesaba, el pensil se convirtió en los que proporciona el archipiélago ac- cito libertador”, no somos responsa- automutilación. Atrevámonos a des- mos la misma lengua, (2017), de Santiago
infierno debido a las batallas contra los tual. Se trata de exigir ante las actuales bles de deshacer todos los entuertos encubrir. Por más que les pese a nues- Muñoz Machado: obras que me han he-
realistas” (cursivas mías). La realidad unidades políticas hispanoamericanas de Venezuela, Hispanoamérica y el tras almas infantilizadas –necesitadas cho ver. En deuda me hallo con ellas y con
que describe el historiador –historia lo evidente: el derecho de cada hispano mundo. Somos errantes dispersos en de héroes, villanos y víctimas perfec- muchísimas otras: el desencubrimiento de
para adultos– no refleja una gestión de a desplegar al máximo su potencial en creciente precariedad a bordo de ca- tos–: no existió el “Paraíso precolom- América se encuentra en pleno despliegue.