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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTONOMA DE LOS ANDES

“UNIANDES”

DERECHO

TEMA: ALEGATOS DE CLAUSURA

NOMBRE: ANDRES MATUTE

NIVEL: OCTAVO

MODALIDAD: PRESENCIAL

DOCENTE: AURELIO QUITO

FECHA: 27/05/2019
ALEGATO DE CLAUSURA

Alegato es un término cuya raíz etimológica se encuentra en allegātus, un vocablo de la


lengua latina. Un alegato es una alocución, un testimonio o una exposición que se
pronuncia en contra o a favor de una persona o de algo.

 En forma oral, en la audiencia cuando concluye el desahogo de las pruebas, un


concepto que comprende el proceso que lleva a cabo el juez cuando comprueba y
valida las pruebas que cada parte haya alegado, antes de que se celebre el juicio;
 Por escrito, ya sea cuando se abre el período de alegatos o bien cuando la audiencia
haya finalizado.

El alegato de clausura es la última oportunidad en un juicio para el abogado defensor a


hablar al juez o al jurado antes de que comiencen la deliberación. El alegato de clausura de
la defensa generalmente se lleva a cabo entre el alegato de clausura del fiscal y el
interrogatorio de refutación fiscal.

El conocimiento de las técnicas de litigación oral permitirá hacer realidad las garantías
establecidas en la Constitución Nacional, en el Derecho Internacional vigente y en las leyes
de fondo y forma, ya que la orientación acusatorio contradictoria del Código Procesal Penal
vigente permite que todos los sujetos procesales cumplan adecuadamente el rol que les
corresponde. Si los jueces cumplen su rol, se cumplirá el principio de imparcialidad; si la
cumplen los abogados defensores, el derecho a la defensa encontrará su máxima expresión;
si la cumplen los fiscales, la sociedad toda se sentirá protegida.

Se sugiere, que a la hora de exponer los alegatos finales, tomen en cuenta el siguiente
contenido:

(a) Debe permitir comunicar la teoría del caso. El alegato final debe ser capaz de dar cuenta
cómoda y creíblemente de la teoría del caso (al respecto, ver nuestro estudio preliminar). Es
decir, se debe persuadir al juzgador de que las cosas efectivamente ocurrieron como uno lo
está diciendo, y de que el hecho de que hayan ocurrido así exige la consecuencia jurídica
que, la parte que está alegando, propone.

(b) Debe establecer conclusiones. Una conclusión es una específica visión acerca de qué
proposición fáctica resulta acreditada por la prueba presentada en juicio y del modo en que
ésta debe ser valorada. Estas conclusiones deben ser específicas y concretas.

(c) Debe presentar una coherencia lógica. Los alegatos finales deben ser lógicamente
coherentes, en el sentido que, las proposiciones fácticas deben hacer lógicamente plausible
el relato de la teoría del caso contiene, y todo ellos depende de las fuerzas de la prueba.

(d) Los alegatos finales son actos de comunicación, los cuales buscan persuadir al juzgador,
de que la prueba corrobora la teoría del caso y se conforma al derecho invocado. No se trata
de engañar o emocionar al juzgador, sino de dotarlo de razones fuertes para que decida el
caso a nuestro favor.

Es el alegato que hace el fiscal, o el querellante particular o el defensor en su caso, dentro


del juicio oral y en que se expresa como es que los presupuestos señalados en el alegato de
apertura, se han cumplido a cabalidad y son coincidentes con el mérito del proceso y de las
pruebas rendidas y además se hacen las peticiones finales al tribunal oral en lo penal.

El alegato final es un ejercicio netamente argumentativo y responde a la pregunta: ¿Por qué


debe prevalecer mi caso? También es conocido como argumento de cierre, alegato de
clausura, o informe final. El litigante sugiere qué deben extraer los jueces de lo que ocurrió
durante el debate. El alegato final es la última oportunidad que tiene el litigante para
exponer su caso.

Con el alegato final no se crea nada, solo se emiten las conclusiones que la prueba merece;
es decir, es el espacio donde el litigante analiza la prueba que se produjo en el juicio. A la
vez, el alegato final no debe apartarse del contexto de lo ocurrido durante el juicio, porque
siendo este un resumen analítico de todo lo sucedido, no se pueden introducir elementos
foráneos.

En ese sentido, el alegato final es la última fase del juicio, llegado este momento, toda la
prueba ya ha sido presentada. Es la instancia en la que se armará el rompecabezas, juntando
todos los pedazos de información que se ha venido aportando en el desarrollo del juicio.
Todas las actuaciones del litigante dentro del juicio oral serán dirigidas a estructurar el
alegato final. Toda la información que se haya obtenido y expuesto durante el juicio se
encuentra al servicio del alegato final.

Los jueces que integran el Tribunal de Sentencia necesitan una guía acerca de cómo debe
entenderse la información proporcionada y por qué nuestra interpretación debe ser superior
a las otras. El propósito del alegato final es repasar el razonamiento que determina que
nuestra idea sea preferible a la del contrario.

El objetivo del alegato final es convencer al Tribunal que nuestras proposiciones fácticas
que han sido acreditadas durante el juicio son exactas. Además, que resultan legalmente
válidas y moralmente justas.

Para lograr el objetivo se recomienda captar la atención de los jueces, que puede ser
comenzando con una pregunta o premisa impactante. Obviar el uso de argumentaciones
rutinarias o repetitivas. Así también el litigante debe demostrar que cree en su
argumentación; si nosotros mismos no estamos convencidos, el juzgador no lo estará.

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