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ÍNDICE

RESUMEN …………………………………………………………………………………………. 1
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………… 2
DESARROLLO …………………………………………………………………………………….. 3
EL ALEGATO DE APERTURA

Raul Alonso Peña Cabrera Freyre


Profesor de la Maestría en Ciencias Penales de la UNMSM. Docente de la AMAG.

RESUMEN

El presente trabajo trata sobre el Alegato de apertura. El autor sostiene que los alegatos
de apertura suponen la exposición de los argumentos que cada una de las partes han
adoptado como su teoría del caso, su propia versión de los hechos, sobre las cuales
apoya su posición.
Estas se pondrán de manifiesto mediante la palabra oral, cuya homogeneidad,
coherencia y solidez argumentativa serán puestas a prueba en el ejercicio contradictorio
del debate adversarial.

Una suposición es simplemente exteriorizar nuestro punto de vista, de lo que nosotros


creemos que es así, visión – versión que se debatirá en el curso del juicio para establecer
si ese punto de vista es el correcto.

ABSTRACT

This work deals with the opening statement. The author maintains that the opening
statements suppose the exposition of the arguments that each of the parties have adopted
as their theory of the case, their own version of the facts, on which they support their
position.

These will be made manifest through the oral word, whose homogeneity, coherence and
argumentative solidity will be put to the test in the contradictory exercise of the
adversarial debate.

An assumption is simply to externalize our point of view, of what we believe to be so,


vision - version that will be debated in the course of the trial to establish if that point of
view is correct.
INTRODUCCIÓN

En la presente investigación se observará la importancia del análisis del Alegato de

Apertura. Los primeros alegatos resultan fundamentales para fijar en la mente de los

juzgadores la primera impresión acerca de nuestra teoría del caso.

Este análisis radica en la exposición de los argumentos que cada una de las partes han

adoptado como su teoría del caso, su propia versión de los hechos, las que se pondrán de

manifiesto mediante la palabra oral, las cuales serán puestas a prueba en el ejercicio

contradictorio del debate adversaria.

Esta etapa del juicio está bajo la dirección de un juez, que evaluará las presentaciones,

pruebas y argumentos de las partes, quienes recurren ante él en igualdad de condiciones.

En ese momento el juez desconoce los hechos que va a juzgar, por lo tanto, su decisión,

dependerá de la información que le proporcionen los sujetos procesales, la cual debe ser

de calidad.

En la presente investigación se desarrollarán diversos temas de interés tales como:

Análisis del alegato de Apertura, recomendaciones para hacer buenos diseños de

alegatos y características principales que se deben tener en cuenta en este caso.

Finalmente, el objetivo de esta investigación es demostrar la importancia del análisis del

Alegato de apertura, así como también considerar los argumentos para poder

manifestarlo en forma oral, cuya homogeneidad, coherencia y solidez argumentativa

serán puestas a prueba. Las partes procesales deben entregar al juzgador una

información de calidad, la cual debe estar bien estructurada, para facilitarles un buen

análisis con el que le permitirá declarar la absolución o la condena del acusado.


DESARROLLO

Los alegatos de apertura son la primera oportunidad que tiene el abogado para presentar su
teoría del caso ante el juez o el jurado, y la manera de hacerlo es en forma de un relato breve,
claro y sólido. Sin embargo, más allá de presentar el caso, el objetivo es captar la atención y el
interés de los presentes, para generar confianza y empatía, aspectos fundamentales en la
resolución favorable de los casos.
En este sentido, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para diseñar buenos
alegatos de apertura, ejemplo de ellas son las siguientes:

 Se debe personalizar el conflicto, de modo que el jurado entienda que cualquier


decisión tiene un impacto directo sobre la vida de una persona.

 El alegato de apertura debe ser lo más breve y directo posible. Una comunicación
concisa es más probable de ser impactante. En cambio, una comunicación larga puede
aburrir y distraer.

 No se debe exagerar ningún elemento como pruebas o hechos, ya que, si durante el


juicio no se demuestra o no se cumple con lo mencionado en el alegato, el abogado
perderá credibilidad.

Antes de entrar en detalle sobre el proceso de diseño, es importante destacar que los ejemplos de
alegatos de apertura deben presentar coordinadamente los siguientes 3 elementos:

Elemento fáctico: se refiere a la narración persuasiva de los hechos.

Elemento probatorio: involucra los medios de prueba que serán presentados en el caso para
demostrar los hechos.

Elemento jurídico: es el marco legal, jurisprudencial y doctrinal que le da soporte a la teoría


del caso.
Raul Alonso Pena Cabrera Freyre,
Refiere que los alegatos de apertura suponen la exposición de los argumentos que cada una de
las partes ha adoptado como su teoría del caso; su propia versión de los hechos, en cuanto a las
proposiciones fácticas que en conjunto han de acreditar los elementos constitutivos de las
teorías jurídicas sobre las cuales apoya su posición, las que se pondrán de manifiesto mediante
la palabra oral, cuya homogeneidad, coherencia y solidez argumentativa serán puestas a prueba
en el ejercicio contradictorio del debate adversaria.

Cuando el autor hace referencia a una suposición, consideramos que ella es cierta, porque al
momento de ilustrarle al juzgador nuestra visión del caso, estamos simplemente exteriorizando
nuestro punto de vista, de lo que nosotros creemos que es así, visión – versión que ha de
debatirse en el curso del juicio para establecer si ese punto de vista es el correcto.

El autor sostiene que los alegatos de apertura son los argumentos que van a exponer cada
una de las partes, sobre su propia versión de los hechos, que serían los elementos
constitutivos sobre las cuales apoya su posición, lo cual lo considero, necesario para poder
debatirse y lograr un juicio justo y correcto.

Marco Ordeñana Baldeón


Licenciado en Ciencias Sociales y Políticas; Abogado de los Tribunales y Juzgados de
Justicia de la República del Ecuador.

Muchos autores consideran que es en la etapa del juicio donde comienza el verdadero proceso
penal, en razón de que es en esta donde convergen en toda su efervescencia los principios de
oralidad, inmediación, contradicción, publicidad y concentración bajo la dirección de un juez
garantista que evaluará las presentaciones, pruebas y argumentos de las partes, quienes recurren
ante él en igualdad de condiciones.

Recordemos, que, hasta ese momento, el juez desconoce los hechos que va a juzgar, debido a lo
cual, su decisión, en gran parte, dependerá de la información que le proporcionen los sujetos
procesales, la cual por lo tanto debe ser de calidad.
El alegato de apertura, también conocido como alegato inicial, es precisamente la primera
oportunidad que tienen las partes procesales para entregar al juzgador una información de
calidad, por lo cual debe ser presentado en una forma bien estructurada, ya que, solo así, le
facilitará un buen análisis con el que resolverá la controversia.
La mejor forma de hacerlo, es brindarle al juez una vista panorámica y coherente de los hechos
que va a juzgar, a base de la cual el litigante ejecutará un ejercicio de persuasión para
convencerlo de fallar como uno desea que lo haga.

En ese orden, Víctor León Parada recomienda que “en el alegato de apertura se debe ser cauto,
medido y metódico respecto de lo que se expone” en cualquier parte en la que uno se encuentre,
pues dependiendo lo que se diga en esta parte inicial del juicio, formaremos una especie de
muro casi imposible de ser derribado por nuestro contendor, o simplemente nos mostraremos
totalmente vulnerables ante éste, permitiendo que reste credibilidad a nuestro relato desde su
inicio.
El éxito de nuestra intervención en el alegato de apertura dependerá en gran medida de saber
narrarlo con brevedad y claridad, lo cual evidentemente se logrará con el conocimiento y
preparación que se tenga sobre el caso.

Los litigantes exponen la teoría del caso al momento de presentar el alegato de apertura, pero no
lo hacen como una versión de los hechos aislada, sino con otros aditamentos, como son un
breve plan estratégico y una promesa de lo que van a presentar en el juicio.

El mismo tratadista León conceptúa al alegato de apertura como “la exposición discursiva y
persuasiva de los hechos -elemento fáctico-, los fundamentos jurídicos que permiten soportar
legal y doctrinariamente la tesis -elemento jurídico- y las pruebas que lo demuestran y que serán
practicadas en el debate -elemento probatorio-.”

El mencionado autor perfila al alegato de apertura con la exposición discursiva y persuasiva de


los hechos, dejando entrever que las actuaciones en torno al desarrollo de la misma y de todo el
juicio, serán eminentemente orales.

El autor considera que es el alegato de apertura la que permitirá brindar la oportunidad a


las partes procesales para entregar información de calidad y de esta manera facilitar un
análisis para resolver la controversia.

Todo depende de lo que se diga al inicio del juicio, permitiendo la credibilidad a nuestro
relato y lograr el éxito de nuestra intervención, narrado con brevedad y claridad,
utilizando para ello un breve plan estratégico y una promesa de lo que van a presentar en
el juicio.
BAYTELMAN, Andrés
Abogado de la Universidad Diego Portales. Magíster (LLM) Universidad de Columbia,
Nueva York. Beca Fulbright y Fellowship del Human Rights Institute Columbia
University Law School.

Por su parte dice que el Alegato de Apertura “Es la primera intervención de las partes en el
juicio oral mediante la cual presentan ante el Tribunal su teoría del caso, indicando a los jueces,
como durante el curso de la audiencia demostrarán que dicha teoría del caso es la que se
conforma, de manera más precisa, a las pruebas que se rendirán y al derecho aplicable al caso”

Concepto que parece muy completo y que recoge elementos importantes bajo los cuales se ve al
Alegato Inicial como parte fundamental para el éxito del caso y sobre todo para la primera
impresión que tendrán los jueces al respecto. Y como evidentemente se ha venido mencionando
reiteradas veces, el alegato de apertura es por excelencia el momento para ofrecer ese “punto de
vista” para la apreciación de la prueba. No la valoración o el peso de la misma (pues todavía no
se ha presentado), sino el ángulo desde el cual leerla.

Este es el momento para comenzar a configurar la disposición mental del juzgador hacia el caso
y la prueba. Otra definición se encuentra en el Manual de Investigación Criminal Oficina de
Educación Legal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

El cual dice que: “La presentación inicial, es la primera oportunidad que tiene la fiscalía y la
defensa de ilustrar en forma completa y detallada al juez, sobre las circunstancias del caso, por
tal motivo, es muy importante preparar una excelente declaración de apertura, la cual, debe ser
clara con una estructura simple, directa y convincente.

Su organización debe ser progresiva y lógica. Su contenido debe tener vehemencia sin caer en la
valoración. Lograr una presentación esencialmente objetiva es definitivo, toda vez que las
valoraciones sólo están permitidas en la clausura.

El siguiente ejemplo, nos permitirá diferenciar una apertura viciada por conceptos de valoración
personal de una apertura muy Objetiva, que son elementos y componentes notoriamente
diferentes de los que se han analizado en este concepto, ello contribuirá en el amparo de los
elementos expresados. Sin duda se trata siempre de la consideración sobre emitir ese tipo de
opiniones, es el análisis sobre los argumentos objetivos o subjetivos.
En palabras de Baytelman “el alegato de apertura es por excelencia el momento para ofrecer ese
“punto de vista” para la apreciación de la prueba. No la valoración o el peso de la misma
(todavía no se ha presentado), sino el ángulo desde el cual leerla. Este es el momento para
comenzar a configurar la disposición mental del juzgador hacia el caso y la prueba”.

Es decir, en el alegato de apertura haremos saber al juzgador que nosotros mismos ya estamos
convencidos de nuestra teoría del caso, porque estamos seguros que la misma es real y
contundente, haciendo un ofrecimiento de las pruebas que vamos a presentar para sustentarla,
sin entrar en el análisis de las mismas, pues ese aspecto corresponde realizar en el alegato de
clausura, sobre el que ahondaremos más adelante.

Este autor sostiene, que el Alegato de Apertura, es la primera intervención de las partes en
el juicio oral, en la cual presentan su teoría del caso, a través de pruebas que se rendirá y
al derecho aplicable al caso. Es considerado como la parte fundamental para tener éxito
del caso, debido a la primera impresión que tendrán los jueces al respecto. Por ello, es
necesario preparar una excelente declaración de apertura, la cual debe ser clara para
hacer saber al juez que estamos convencidos de nuestra teoría del caso.

VARGAS CARRERA, Juan


Abogado por la Universidad Nacional de Cajamarca. Estudios de Maestría en Derecho
Penal y Criminología y doctorando en Ciencias por la Universidad Nacional de
Cajamarca.

En el presente artículo analizaremos las características principales que deben tener los alegatos
de apertura y finales, según el código procesal penal peruano.

La importancia del análisis radica en que el juicio oral es una cuestión de estrategia y destrezas;
ya que la prueba no habla por sí misma, pues exige que esta sea aportada y producida en el
debate de la manera más eficiente y eficaz a los fines de extraer de las mismas, la mayor
cantidad de información y que sea de calidad.

El nuevo modelo procesal penal peruano no da lugar para la improvisación. Se exige la


utilización de una serie de destrezas, con la finalidad de convencer al tribunal, lo primordial es
brindarle al juzgador los hechos en una bandeja que le resulte atractiva, pues la finalidad es
convencerlo.
La credibilidad de juez es esencial; ya que con ella debemos rodear nuestra posición o
explicación de nuestro caso debe irse construyendo desde las fases de apertura del mismo, a fin
de fijar una posición de los sujetos procesales al momento de la fase final, es por esto que el
denominado alegato de apertura y final resultan una de las destrezas encaminadas a lograr tales
objetivos.

Palabras claves: Tribunal, audiencia, juicio oral, alegatos, sujetos procesales, técnicos de
argumentación, estrategia, credibilidad.

En este artículo, el autor analiza la importancia que tiene el alegato de apertura a través
del juicio oral, la cual constituye una prueba, que debe ser aportada y producida en un
debate, de manera eficiente y eficaz para lograr una cantidad de información que sea de
calidad.

Esto no permitirá la improvisación, sino que necesita de una serie de destrezas y hechos
que permita convencer al juzgador.

Por esto, es necesario que el juez pueda creer al explicar nuestro caso, el cual debe fijar
una posición hasta el final, para poder lograr tales objetivos.

NEYRA FLORES, J. A.

Menciona que la introducción del alegato de apertura deberá contener la información esencial
empleando enunciados o frases que resuman significativamente el caso, identificando
directamente a los intervinientes en el mismo: imputados o víctimas vinculándolos
directamente, de esta manera personalizan o humanizan el conflicto.

Neyra sostiene que el alegato de apertura contiene “todos los componentes de la teoría del caso:
el relato persuasivo de los hechos, los elementos jurídicos que permiten sostener legalmente el
caso, y el material probatorio idóneo”, de donde se colige que otorga al juzgador una estructura
generalizada de todo el caso, cuyos aspectos más significativos deben exponerse en una forma
coordinada.

La promesa de lo que se haga en gran medida dependerá de cada caso, pero lo recomendable es
no profundizar en ofrecimientos difíciles o imposibles de cumplir, limitándonos a mencionar
solamente lo que verdaderamente vamos a efectuar.
Cada situación prometida que podamos cumplir en el desarrollo del juicio, fortalecerá nuestro
nivel de credibilidad ante los juzgadores, debilitando los argumentos de la otra parte.

Es que siendo como es la litigación penal un ejercicio de persuasión, el mismo debe ejecutarse
desde el momento en que empieza el juicio y que mejor para hacerlo que en el alegato de
apertura con el propósito de configurar la disposición mental del juzgador a nuestro favor.

RECOMENDACIONES ESTRATÉGICAS PARA EL ALEGATO DE APERTURA

Se recomienda que el alegato de apertura que contenga todos los elementos estructurales antes
explicados, no exceda de unos diez minutos, dentro de los cuales el mismo Neyra recomienda
utilizar los siguientes aspectos estratégicos:

a.- Que sea lo más breve posible, en razón de que el ser humano tiene una capacidad de atención
y concentración limitada.
b.- Solo se debe prometer, lo que se cumplirá.
c.- Ayuda audiovisual, recurriendo a la tecnología especialmente en los casos complicados.
d.- Anticipar las propias debilidades explicándolas de manera coherente, como, por ejemplo,
cuando tenemos un testigo que tiene antecedentes, presentándolo como tal, para que la otra
parte no aproveche la situación y cuestione nuestra alegación inicial.
e.- Claridad, para lo cual debe utilizarse un lenguaje comprensible y sencillo, sin muchos
tecnicismos.
f.- Iniciar el alegato refiriéndose al lema -o tema- del caso.
g.- Conectar las primeras ideas con el nombre de la víctima o del acusado.
h.- Mostrar una persona u objeto que genere impresión en el tribunal, como la foto de la víctima
o el arma con la que se le quitó la vida.
i.- Utilizar alguna referencia o un tema metajurídico.
j.- Tener cuidado con los detalles.
k.- Terminar refiriéndose nuevamente al lema del caso.
Finalmente, debemos tener bien en claro, que Neyra también indica que el alegato de apertura
no es un ejercicio de retórica u oratoria; no es un alegato político ni menos emocional; no es un
ejercicio argumentativo; y, no es una instancia para dar opiniones personales.

El autor, sostiene que el Alegato de Apertura como la información esencial para


identificar directamente a los intervinientes, para humanizar el conflicto.

Es decir, que este contiene todos los componentes de la teoría del caso, los cuales otorgan
al juzgador una estructura generalizada, considerando los aspectos más significativos que
debe ser expuestos en forma coordinada. Cada situación prometida que podamos cumplir
en el desarrollo del juicio, fortalecerá nuestro nivel de credibilidad ante los juzgadores,
debilitando los argumentos de la otra parte.

VERÁSTEGUI, Carlos (2016)

Un alegato de apertura contado como si fuera una historia penalmente interesante que
deberá tener las siguientes características:

a) Oralmente bien expuesto, con seguridad, sin dudas o titubeos.

b) El tema o lema es opcional, si te da el caso para uno, hazlo.

c) Humanizar el conflicto;

d) Debe ser breve, no queremos aburrir al tribunal desde un inicio:

e) Directo a los puntos en debate, sin rodeos;

f) Anunciar los medios de prueba y de lo que versarán cada uno de ellos en forma general;

g) No exagerar con detalles lo que vas a probar en juicio;

h) Anticipar debilidades y explicarlas;

i) Contestar el alegato de tu contraparte en lo que dañe a tu teoría del caso;

j) Especificar clasificación jurídica y fundamento legal de tus pretensiones;

k) Tener buen contacto visual con el Juez o Tribunal;

l) Postura adecuada;

m) No dar opiniones personales ni argumentar;

n) En los casos que lo ameriten, utilizar apoyo visual o gráfico;

o) No leer tu alegato.
En la medida que utilices éstas peculiaridades, tu alegato de apertura será más completo y
entendible, tanto para el órgano jurisdiccional como para el público presente, y solo para
concluir, recuerda que, en cada audiencia, en cada juicio, está en juego nuestra credibilidad
como abogados, así es que piensa bien lo que dirás y medita qué pensarán los jueces de ti, si no
cumples tus promesas del alegato de apertura.

Se conoce como alegato preliminar a la argumentación del abogado, como es lógico, no


puede ser otro que el de persuadir al Tribunal sobre la validez de nuestra teoría del caso;
es, por tanto, una herramienta de persuasión. (Reyna, 2016).

En el discurso de apertura, los defensores, acorde a las expresiones de Eric Pérez


Sarmiento, “deben explanar sus tesis de la mejor manera posible, a fin de dejar claro a los
jueces, cuáles son las razones esenciales en que se basa la defensa del imputado”; para
cuyo propósito es necesario que conozcan no solo el caso pormenorizadamente, sino
también los antecedentes de conducta de su defendido, su situación familiar, política o
religiosa, su actividad, etc., pues todos estos detalles le permitirán levantar una buena
estrategia y decidir sobre la conveniencia de declararlo culpable o inocente, buscar
acuerdos probatorios con la fiscalía, negociar la pena, etc.

Por ello coincido cuando Yesid Ramírez Bastidas afirma que siendo indispensable la
intervención del defensor, debe exigírsele “que comparezca al proceso para ejecutar una
verdadera asistencia técnica, que planifique su trabajo, que valore con su defendido las
circunstancias del caso y que se fije una estrategia, que aleje la improvisación y disminuya
o elimine el elemento sorpresa, que su asistencia técnica esté marcada por un
profesionalismo de calidad”.

El alegato de apertura de la defensa, por lo tanto, no debe encontrarse contaminado por la


improvisación y debe ser el resultado de una planificación concienzuda extraída no solo de
las tablas procesales, sino también de la información que le proporcione su propio
patrocinado, con la responsabilidad que exige el sistema acusatorio.

La fiscalía en cambio puede iniciar su alegato de apertura proponiendo un tema sugestivo


e impactante en relación al caso; explotando el aspecto humano de la víctima de la
infracción; relatando los hechos; atacando la teoría del caso de la defensa que debe
haberla extraído de las investigaciones o de la etapa de evaluación y preparatoria de
juicio; y, finalmente haciendo un breve ofrecimiento de lo que va a demostrar con relación
a la existencia del delito y la responsabilidad penal del acusado.
En nuestro Código Orgánico Integral Penal el alegato de apertura lo encontramos en el
Art. 614, tal como lo explicamos en los blogs anteriores al estudiar la teoría del caso, pues,
en definitiva, esta es parte estructurante de aquella, indicando esa norma que el mismo se
propone antes de la presentación y práctica de las pruebas.

Tomando en cuenta que nuestro sistema procesal es acusatorio, el juzgamiento se realiza


en base a la acusación fiscal. Si esta no existiera, simplemente no puede haber juicio,
acorde al principio nullum acussa-tione sine iudicium plasmado en el Art. 609 del Código
Orgánico Integral Penal.

La acusación se constituye en esa forma en el presupuesto básico para el desarrollo del


caso y el hecho fáctico que lo contiene lo presenta la fiscalía cuando el juzgador dispone
que en el juicio ésta presente su “alegato de apertura”.
Cuando el fiscal presenta su alegato de apertura, se exterioriza el principio acusatorio, el
cual da origen a una serie de repercusiones jurídicas y por lo tanto al surgimiento de otros
principios, como el de contradicción, ejercido por la defensa obviamente presentando un
alegato de apertura también.

En definitiva, correspondiendo a la fiscalía y a la defensa exponer oralmente el alegato de


apertura con una estructura normalmente antagónica acorde a sus propias visiones del
caso, es justamente la palabra la que se erige como instrumento poderoso para convencer
al juez que su postura es la correcta.

De ahí la necesidad imperiosa de dominar las técnicas de litigación penal para el


cumplimiento irrestricto de las funciones que nos tocan desempeñar en el juicio.
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS

NOTA:

CADA CITA CON SU COMENTARIO

Con cita extensa, cita corta y parafraseo y comentario de la cita.

https://blog.lemontech.com/alegatos-de-apertura-ejemplos-paso-a-paso/

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