Está en la página 1de 3

OCDE Y EDUCACIÓN MUSICAL

Nahun Arcos Solis

La educación tiene que fomentar las habilidades de impulsen la innovación en la economía y la

sociedad: creatividad, imaginación, comunicación y trabajo en equipo, por solo nombrar algunas.

La educación artística podría fomentar especialmente dichas habilidades; afirma la Directora de

Educación and Skill, Barbara Ischinger en Winner, E. Goldstein, Vicent-Lacrin (2013) pág. 13.

A lo que dice Xicoténcatl Martínez,( El Arte por el arte, en defensa de la educación artística,

(2014) pág. 19; lo que experimenta un niño o joven al expresar sentimientos o comunicar a

alguien su entendimiento del mundo mediante un dibujo, una pintura, una pieza de arcilla, un

movimiento rítmico o sonido armónico, ¿puede contribuir al desarrollo del aprendizaje en

general?, ¿puede mejorar el aprendizaje de asignaturas no artísticas tales como las ciencias?,

¿Qué pruebas tenemos de esos efectos y de su transferencia al desarrollo de las habilidades no

artísticas?.

No obstante, consideramos que todas estas preguntas nos llevan a pensar cómo está la

educación artística en nuestro país que es México, si se le ha dado la importancia a esta parte de

la formación del individuo o se ha dejado a un lado por enfocarse a las ciencias exactas. Dentro

del ámbito escolar público, es una de las asignaturas menos consideradas y menos importantes

dentro de la formación de un niño, adolescente, joven o adulto.

Pero en esta ocasión vamos a enfocarnos a hablar específicamente en el ámbito musical, no

obstante, las otras disciplinas tienen su contribución a la preparación integral del individuo. Por

consiguiente, hablaremos de los argumentos o la contribución de la educación musical para otras

áreas, los cuales son considerables, ya que influye de manera positiva en varios campos.
Una de ellas es que la música motiva e involucra a los alumnos, motivación que luego se

extiende a otras materias escolares. Otro argumento es que el rigor y la disciplina de la formación

musical exige de los alumnos les brindan algunos hábitos mentales que pueden aplicar en otras

áreas exitosamente; por ejemplo, mejor atención y memoria aguzada. Winner (2013) pág. 86.

Schellenberg (2006) ha demostrado que la duración de las clases de música estuvo

positivamente correlacionada con el Coeficiente Intelectual y la habilidad académica de 147

niños de 6 a 11 años de edad, aun cuando las variables potenciales de confusión se mantuvieron

constantes (por ejemplo, ingresos familiares, educación de los padres, participación en

actividades no musicales). Winner (2013) pág. 88.

Dentro de los estudios realizados se encuentran factores que no son considerados y que de

manera indirecta afecta a una buena formación o a la inclusión de la actividad musical extra

escolar. Como lo menciona Schellenberg (2006), fuera de los estudios hay factores que

intervienen, ya sea familiar, social que también son ventajas que algunos gozan y que tienen más

posibilidades de desarrollarse en un ámbito artístico.

Ha saber que estos son algunos ejemplos que podemos considerar de la influencia de la

educación musical en el desarrollo de otras disciplinas. Además, encontramos “el aprendizaje de

una lengua extranjera, matemáticas, habilidades visuales/espaciales, atención y memoria. Las

investigaciones señalan que las clases de música mejoran el desempeño académico de los niños,

su CI, la conciencia fonológica y la decodificación verbal”. Winner (2013) pág. 85

Hay una gran ventaja de establecer a la educación musical dentro de la formación desde la

niñez, el cual es provechoso no solo en un área sino en un conjunto de disciplinas que mejoran la

formación del individuo tanto personal como académico.


Bibliografía

1.- Winner, E.; Goldstein, T.; Vincent-Lancrin, S. (2013). El arte por el arte. La Influencia de la

Educación artística. OCDE, París.

También podría gustarte