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TEMA 9 - LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1836)

2. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)

Con la caída de Espartero se propuso el adelanto de la mayoría de edad de Isabel II, que es
declarada mayor de edad a sus trece años comenzando así un reinado personal en el cual se
construyó definitivamente el Estado liberal en España cuyos protagonistas serán los
moderados que gobernarán durante la mayor parte del mismo. Su primera medida, no
obstante, fue nombrar jefe de gobierno al progresista templado Olózaga. Pero esto provoca la
reacción de los moderados que lo acusan de haber forzado a la reina a firmar la disolución de
las Cortes y se ve obligado a huir de España. Su puesto de presidente lo ocuparía, hasta las
elecciones, González Bravo.

Así comienza el gobierno moderado de Luis González Bravo (diciembre de 1843-1844):


Cuando González Bravo se hizo cargo del gobierno, en 1843, se abrió un período que más que
moderado pudo parecer reaccionario. Sin embargo no se trataba de una simple vuelta al
pasado; ciertamente, lo que suele llamarse década moderada presenció el escaso desarrollo
de una sociedad liberada de las trabas del Antiguo Régimen, en la que apuntan brotes de
desarrollo industrial. El Estado centralista, liberal y burgués se va construyendo. En 1844 se
disuelve la Milicia Nacional, se toman medidas contra la libertad de prensa y se crea por
decreto la Guardia Civil, que servirá como instrumento para mantener el orden y la propiedad
en el mundo rural y cuyo primer Director General sería el Duque de Ahumada. Sin embargo, no
deja de haber conflictos internos entre los moderados. El general Narváez esperaba su
momento y este llegó tras las elecciones de mayo de 1844 cuando se le encargó formar
gobierno.

El gobierno de Ramón María Narváez (1844-1846): En este contexto se elabora la


Constitución de 1845 de corte moderado o conservador que niega la soberanía popular
sustituyéndola por la compartida (rey-Cortes) y unas Cortes bicamerales (Congreso de los
Diputados y Senado nombrado por el rey y vitalicio). Era en suma una Constitución destinada a
cubrir el poder de la oligarquía que era la base social moderada, por lo que el sufragio era
censitario, muy restringido (representaba solo al 1% de la población). Promulgaba la unidad
católica de España y que el Estado estaba obligado a sufragar el culto.

Para los ayuntamientos, las leyes de administración local y provincial de 1845 establecían la
designación de los alcaldes de los municipios de más de 2.000 habitantes y de las capitales de
provincia por la Corona y los de los demás por los gobernadores civiles, autoridad máxima en
las provincias, encargados de presidir las diputaciones provinciales.
Se llevó a cabo la reforma de la Hacienda de 1845, impulsada por el ministro Alejandro Mon y
por Ramón Santillán, acabó con el viejo sistema fiscal y estableció las bases del sistema
tributario liberal moderno en España, basado más los impuestos directos que en los indirectos
y se intentó unificar el sistema el sistema fiscal para todo el territorio. El sistema se basaba en
5 impuestos, de los cuales el impuesto de consumos, que perjudicaba a las clases humildes, fue
muy impopular.

Un año después, en 1846, estallaba en Cataluña la Segunda Guerra Carlista (1846-1849)


debido al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con Carlos Luis de Borbón (hijo de Carlos
María Isidro). El conflicto fue fundamentalmente un levantamiento popular en distintos puntos
de Cataluña del que nuevamente salieron derrotados los carlistas. La reina se casaría en 1846
con su primo Francisco de Asís, en un matrimonio que sería desgraciado para ambos. Es en el
contexto de esta Segunda Guerra Carlista cuando se aprueba el Código Penal (1848).

El gobierno de Istúriz y la vuelta de Narváez (1846-1851): El gobierno de Francisco Javier de


Istúriz, que sucedió al de Narváez en abril de 1846, intentó integrar a los progresistas en la
Monarquía para establecer en el futuro el turno de partidos y afianzar así el trono de Isabel II.
Sin embargo acaba dimitiendo en 1847 y se suceden una serie de gobiernos moderados hasta
que meses después Isabel II vuelve a encargar a Narváez la formación de gobierno. Se produce
ahora la proclamación de una república en Francia y por miedo a que los progresistas abrieran
las puertas de España al republicanismo el gobierno moderado da un giro autoritario para
evitar posibles desórdenes. Llegado 1851 cae el gobierno de Narváez y es sustituido por Juan
Bravo Murillo.

El gobierno moderado de Juan Bravo Murillo: Durante su gobierno se reforma la Hacienda y la


administración. En 1851 se firmará el Concordato con la Santa Sede que marcó la
reconciliación de la Iglesia con el Estado tras las desamortizaciones anteriores: se afianzó el
catolicismo en España, se supervisó el sistema educativo para regirlo por los ideales católicos,
etc.

La división interna entre los mismos moderados contribuyó a que cayera el gobierno de Bravo
Murillo y ello abrió un nuevo periodo de inestabilidad política, con fuerte desgaste de los
moderados. El gobierno terminó siendo acusado de escándalos administrativos en la
construcción del ferrocarril, facilitando negocios sucios y enriquecimientos escandalosos.
Cuando el Senado decidió votar en contra de las concesiones ferroviarias propuestas por el
gobierno éste decidió perseguir a cuantos habían votado en contra suya.

En este ambiente se produjo el acercamiento de los moderados y los progresistas que entran
en contacto con el general Leopoldo O’Donnell y otros generales como Domingo Dulce y Ríos
Rosas para organizar un pronunciamiento que obligase a la reina a destituir a su jefe de
gobierno. Se pronuncian en la Vicalvarada de 1854 y hacen público el Manifiesto de
Manzanares prometiendo la ampliación de la ley electoral, la ley de imprenta, la vuelta de la
milicia nacional y la bajada de impuestos. Este manifiesto desata una Revolución por todo el
país. La Reina ante esto se ve obligada en 1854 a nombrar jefe de gobierno a Espartero
prometiéndole la convocatoria de Cortes Constituyentes.

En cuanto a los partidos políticos de esta época encontramos, por supuesto, a los moderados y
los progresistas, pero además comienzan a surgir otros partidos:
 Se produce la quiebra interna de la tendencia moderada y una nueva formación
política nacía en torno a la figura del antiguo moderado Leopoldo O’Donnell: la Unión
Liberal.
 En el ala progresista se produce también una escisión en 1849, naciendo el Partido
Demócrata, que demandaba el pleno reconocimiento de los derechos ciudadanos y las
libertades individuales, el sufragio universal y la desamortización de todos los bienes
de la Iglesia.

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