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[1462] LACAN JACQUES. Conferencia: Freud en el siglo (El seminario, Libro 3 ¨Las
psicosis¨)
→ Lacan relata como Freud fue quien descubrió un nuevo campo, el del sentido, postular
la supremacía y no la subordinación del sentido como causa eficiente. Lacan marca las
diferencias entre el verdadero sentido de lo escrito por Freud y la literatura analítica (que
ha quitado de contexto nociones de Freud). Es un desconocimiento total el pensar que el
análisis está destinado a servir como pasarela para acceder a una especie de penetración
intuitiva y de comunicación fácil con el paciente. El psicoanálisis es realmente una
manifestación del espíritu positivo de la ciencia en tanto explicativa lejos de un
intuicionismo de comprensión apresurada. Abran la ciencia de los sueños, se verá en ella
algo que se parece a un desciframiento y la dimensión en juego es la del significante.
Tomando un sueño de Freud se verá que domina en él una palabra como Autodidasker. Es
un neologismo. A partir de ella se encuentra el Askel, y algunos recuerdos más. Cuando se
trata de interpretar, la forma misma de la palabra es absolutamente esencial. Una primera
interpretación, orientación o dicotomía, nos dirá hacia la sala. Daremos con Alex el
hermano de Freud, por intermedio de otra transformación, puramente fonética e
individual. Freud encuentra en su memoria una novela de Zola en la que figura un
personaje llamado Sandoz. Tal como Freud lo reconstruye, Zola hizo Sandoz a partir de
Aloz, anagrama de su nombre, reemplazando el Al, comienzo de Alejandro por la segunda
silaba sand. Pues bien así como pudo hacerse Sandoz con Zola, Alex está incluido en el
Askel que Freud soñó. El método de Freud procede siempre de manera equivalente en
cualquier otro sueño. Se encontraran siempre una sucesión de homonimias o de
metonimias, de formaciones onomásticas que son absolutamente esenciales para la
comprensión del sueño, y sin las cuales este se disipa y desvanece.
→ Lacan se pregunta cómo pudo omitirse el papel fundamental de la estructura del
significante. Se ha dejado de lado ese papel fundamental. Lo que se expresa en el juego
del significante, en el seno de su aparato, es el DESEO. El deseo esta capturado por el
significante y a partir de esta captura es un deseo significado. Todos fascinados por la
significación de ese deseo olvidamos el aparato del significante.
→ Freud también subraya que la elaboración del sueño es lo que hace del sueño el primer
modelo de formación de síntomas. Esta elaboración se asemeja mucho a un análisis
lógico y gramatical mucho más complejo que el hacíamos en la escuela. Lacan y col.
publican un volumen donde intentan retomar la inspiración freudiana. Encuentran en el
fondo de los mecanismos freudianos, figuras retoricas, que durante siglos suscitaron gran
interés, y como Freud tropezó con ese campo donde se ve a los mecanismos del lenguaje
dominar y organizar si que lo sepa el sujeto, la construcción de ciertos trastornos llamados
neuróticos.
→ Otro ejemplo de Freud al comienzo de la psicopatología de la vida cotidiana: Freud no
recuerda el nombre Signorelli y se le presentan una serie de otros nombres, Boticcelli,
Boltraffio, Trafoi. ¿Cómo construye Freud la teoría de este olvido? Hablando con alguien
en el transcurso de un corto viaje por Bosnia-Herzegovina tiene esta especie de pérdida
del nombre. Esta también el comienzo de una frase pronunciada por un paisano: ¿Herr
que puede decirse ahora? Se trata de la muerte de un enfermo ante la cual un medico
nada puede. Entonces tenemos Herr y la muerte, que esta oculta, porque Freud, igual que
cualquier otro, no tiene ninguna razón particular para detenerse a pensar en ella. ¿En qué
otro lugar tuvo ya Freud la oportunidad de rechazar la idea de muerte? En un lugar
cercano a Bosnia, donde recibió muy malas nuevas sobre uno de sus enfermos. Aquí se ve
el mecanismo. Su esquema análogo al de un síntoma, basta para demostrar la
importancia esencial del significante. En la medida en que Signorelli, y la serie de
nombres, con palabras equivalentes, traducciones unas a otras, metafrasis, la palabra
está vinculada con la muerte reprimida, rechazada por Freud. Y las tacha todas hasta en
el interior de la palabra Signorelli, que solo está relacionada del modo más lejano: Signor,
Herr.
¿Qué surge en su lugar como respuesta? Surge el otro, que es y no es Freud, el otro que
está del lado del olvido, el otro del que el yo de Freud se retiro, y que responde en su
lugar. No da la respuesta porque le está prohibido hablar, pero da el comienzo del
telegrama, responde Trafoi y Boltrafio, a los que hace intermediarios de la metonimia, del
deslizamiento entre Herzegovina y Bosnia.
→ La originalidad de Freud, que nos permite comprender el efecto de su obra, es el
recurso a la letra. Es la sal del descubrimiento freudiano y de la práctica analítica. Todo se
desprende de ahí. ¿Cuál es el otro que habla en el sujeto, y del cual el sujeto no es ni el
amo ni el semejante, cuál es ese otro que habla en él? Ese es todo el asunto. Pero no
basta decir que es su deseo ya que su deseo es su libido. . Tampoco basta decir que ese
otro es un semejante con el pretexto de que habla la misma lengua de lo podemos llamar
el discurso común. Porque en ese discurso del otro, lo que creo ser yo ya no es sujeto, sino
objeto. Es una función de espejismo donde el sujeto es desconocimiento y negación. De
esta manera conviene comprender la teoría del yo del articulo ¨Introducción al
Narcisismo¨ de 1914. Freud enfatizo la teoría del yo con la finalidad de evitar dos
problemas: 1°) El dualismo. No existe un yo doble, un semejante simétrico del yo. Freud
nos muestra que el yo es cierta imagen que tenemos de nosotros mismos, que nos
proporciona un espejismo, de totalidad. 2°) La personalidad total. Según Freud, al yo, su
valor móvil y su valor de signo, lo distingue esencialmente de la entidad del organismo
como un todo. La personalidad total es precisamente lo que Freud distingue como
fundamentalmente ajeno a la función del yo.
Hay una doble alienación en la teoría freudiana. Esta el otro como imaginario, donde la
conciencia de sí se instaura en la relación imaginaria al otro. La unidad del sujeto no puede
realizarse en este sentido ya que el yo no es el lugar ni el punto de ordenamiento, él es
disimétrico. Esta también el otro que habla desde mi lugar, aparentemente ese otro que
está en mi. Es un otro cuya índole es diferente que la del otro mi semejante.
→ Otro aporte de Freud es el automatismo de repetición. Esta es fundamentalmente
insistencia de una palabra. Palabra que esclaviza al hombre y se vuelve su amo. El hombre
esta poseído efectivamente por el discurso de la ley, y con él se castiga, en nombre de esa
deuda simbólica que no cesa de pagar cada vez más en su neurosis. ¿Entonces cómo el
hombre es capturado por el discurso, como entra el hombre en esa ley? Para explicarlo
construye el mito del asesinato del padre. Es necesario que el hombre tome partido en él
como culpable. Esto subsiste en la obra de Freud hasta el final. El psicoanálisis debería ser
la ciencia del lenguaje habitado por el sujeto. Desde la perspectiva freudiana el hombre es
un sujeto capturado por el lenguaje y torturado.
(1) En la parte de abajo bajo del grafo esta I(A) que es el IDEAL DEL YO que brinda la matriz
simbolica para que el yo se constituya y que depende en primera medida del significado
original aportado por el Otro. A la derecha esta S, el niño ubicado como sujeto barrado. En
el punto incial del ciclo se encuentra S, antes de cualquier relación con el lenguaje; aun no
es un sujeto barrado, es solo un viviente. El expresa sus necesidades a través de gritos y
llantos. Es la madre (madre como función no como persona real) quien convierte eso que
no tiene sentido en significantes y les va a dar un significado. Ella es la que los hará pasar
por el circuito A – s(A), convirtiendo a los gritos en demandas. Así el niño iniciará sus
relaciones con el lenguaje y sus expresiones sin sentido (necesidades) al pasar por el
circuito de la demanda se convertirán en pedidos. La gráfica también permite ilustrar el
pasaje del niño del nivel de la necesidad al nivel de la demanda. Las necesidades (hambre,
sueño, etc.) requieren una satisfacción concreta que puede ser cumplida por cualquiera,
mientras que las demandas imponen una dependencia al Otro, dependencia doble: es el
otro el que determina el valor ultimo de las demandas y porque es el Otro el encargado de
aportar a su antojo esa satisfacción, satisfacción ahora simbólica. El niño queda a merced
del capricho del Otro para hallar una satisfacción el Otro como omnipotente.
(2) El segundo movimiento aquel que supone la intervención del Ste NP, presupone que la
grafica pueda ir mas alla del otro, mas alla del lugar donde ubicamos a la madre y del cual
provienen sus significaciones y por tanto más alla del circuito de la demanda. Este Otro
quedará barrado, afectado por la operación de castración y esto posibilita la emergencia
del deseo, ya no como deseo de la madre, sino como una fnción ppropia del sujeto en la
que reaparecerá el resto insatisfecho de la necesidad. Más alla del otro se abre la
pregunta ¿Qué queres? Pregunta que ya no puede responder con los significantes del Otro
y que le requerirá la apertura de un nuevo piso en la gráfica, sostenido por el significante
de la falta en el Otro.
libido
3) Solo un tercer desarrollo, que implica sin duda rodeos, desemboca en la final
configuración femenina que toma al padre como objeto y así halla la forma femenina del
complejo de Edipo. Por lo tanto, este último, es el resultado final de un desarrollo más
prolongado que no es destruido por el influjo de la castración sino creado por él; escapa a
las intensas influencias hostiles que en el varón producen un efecto destructivo, e incluso
es frecuente que nunca lo supere.
-La fase de la ligazón-madre exclusiva, que puede llamarse pre-edipica, reclama una
significación mayor en la mujer que en el hombre. La intelección de esta prehistoria
preedipica femenina tiene el efecto de una sorpresa que debe superar para llegar a la
situación del Edipo normal positivo. Esa sorpresa o complejo negativo es la angustia de ser
devorada o asesinada por la madre. Cabe suponer que esa angustia corresponda a una
hostilidad que en la niña se desarrolla contra la madre a consecuencia de las múltiples
limitaciones de la educación y el cuidado del cuerpo. En fin la actitud hostil hacia la madre
no es una consecuencia del complejo edipico, sino que proviene de la fase anterior y halla
solo refuerzo y empleo en la situación edipica.
[1457] JACQUES LACAN. El estadio del espejo como formador de la función del yo
1) ¿Que señala el jubilo que el infans manifiesta ante la imagen y que mecanismos
revela? Explique porque la visión de la imagen corporal aparece como una gestalt.
El jubilo que el infans manifiesta ante el espejo señala que el infans que no tiene todavía
dominio de la marcha ni de la postura en pie y, que a pesar del estorbo de algún sostén
humano o artificial, supera en jubiloso ajetreo las trabas de ese apoyo para suspender su
actitud en una postura más o menos inclinada, y conseguir, para fijarlo, un aspecto
instantáneo de la imagen. Basta comprender el estadio del espejo como una
identificación, es decir, la transformación producida en el sujeto cuando asume la imagen
que le devuelve el espejo. De esta manera la visión de la imagen corporal aparece como
una gestalt que el espejo le anticipa bajo la forma de un cuerpo armonico y coordinado
que el sujeto no tiene (cuerpo fragmentado). Esta tensión entre las sensaciones
propioceptivas (que aportan vivencias de fragmentación) y la imagen de unidad es la clave
para entender lo propio de la organización del yo para lacan: el yo será una imagen
unificada que falsea los datos de la realidad vivencial, y estará siempre amenazada por la
fragmentación.
2) Explique el párrafo: ¨El hecho de que su imagen especular sea asumida
jubilosamente por el ser sumido todavía en la impotencia motriz y la dependencia de la
lactancia que es el hombrecito en ese estadio infans, nos parecerá por lo tanto que
manifiesta, en una situación ejemplar, la matriz simbólica en la que el yo (je) se
precipita en una forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de la
identificación con el otro y antes de que el lenguaje le restituya en lo universal su
función de sujeto¨. Considerar las nociones de infans, situación ejemplar, matriz
simbólica, forma, yo y sujeto.
Durante el estadio del espejo, el infans asume su imagen especular a pesar de su
impotencia motriz y dependencia materna a la vez que manifiesta, en una situación
ejemplar, la matriz simbólica en la que el yo se precipita en una forma primordial, antes de
objetivarse en la dialéctica de identificación con el otro y antes de que el lenguaje le
restituya su función de sujeto. Esta forma (yo ideal) sitúa la instancia del yo, aun desde
antes de su determinación social, en una línea de ficción que será el tronco de las
identificaciones secundarias y que marcara el devenir del sujeto, cualquiera que sea el
éxito de las síntesis dialécticas por medio de las cuales tiene que resolver en cuanto yo (je)
su discordancia con su propia realidad.
3) ¿Cómo explica la competencia y rivalidad con el otro?
El momento en que termina el estadio del espejo inaugura, por la identificación con la
imago del semejante y el drama de los celos primordiales, la dialéctica que desde
entonces liga al yo (je) con situaciones socialmente elaboradas. Es este momento el que
hace volcarse decisivamente todo el saber humano en la mediatización por el deseo del
otro, constituye sus objetos en una equivalencia abstracta por la rivalidad del otro, y hace
del yo (je) ese aparato para el cual todo impulso de los instintos será un peligro, aun
cuando respondiese a una maduración natural; pues la normalización misma de esa
maduración depende desde ese momento en el hombre de un expediente cultural: como
se ven respecto al objeto sexual en el complejo de Edipo.
4) Explique el siguiente párrafo: ¨El estadio del espejo es un drama cuyo empuje interno
se precipita de la insuficiencia a la anticipación; y que para el sujeto, presa de la ilusión
de la identificación espacial, maquina las fantasías que se sucederán desde una imagen
fragmentada del cuerpo hasta una forma que llamaremos ortopédica de su totalidad, y
a la armadura por fin asumida de una identidad enajenante, que va a marcar con su
estructura rígida todo su desarrollo mental¨. Considerar las nociones de insuficiencia y
anticipación, fragmentación, identidad enajenante y rigidez.
En el estadio del espejo el infans se identifica con la imagen que le devuelve el espejo que
por cierto lo fascina y la asume como tal. Este desarrollo es vivido por el individuo como
una dialéctica temporal que le anticipa una totalidad que no tiene lo que pone en
evidencia su cuerpo fragmentado. Desde esa imagen fragmentada del cuerpo se suceden
las fantasías hasta una forma ortopédica de su totalidad, y la armadura por fin asumida de
una identidad enajenante que marcara con su estructura rígida todo su desarrollo mental.
Es este yo una armadura de identidad enajenante que tiene una estructura de todo o nada
cuyos mecanismos defensivos cual fortaleza caracterizan su rigidez para protegerse de la
fragmentación. Esta fragmentación aparece por ejemplo en los sueños donde el yo se
relaja y mediante el análisis se puede escenificar o leer el inconsciente. En este contexto
una función del yo sería mantener la totalidad ilusoria. No obstante aunque el yo se relaje
la censura no desaparece del todo.
5) ¿Qué significa que la relación con la naturaleza está alterada en el hombre? Articule
con la célula elemental del grafo.
La dialéctica social que estructura como paranoico el conocimiento humano muestra la
razón que lo hace más autónomo que el del animal con respecto al campo de fuerzas del
deseo, pero también que determina en ella una insuficiencia orgánica de su realidad
natural. Entonces la función del espejo se nos revela como un caso particular de la función
de la imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad. Pero esta
relación con la naturaleza está alterada en el hombre por cierta dehiscencia (abertura) del
organismo en su seno, por una discordia primordial que traicionan los signos de malestar y
la incoordinación motriz de los meses neonatales. Esta verdadera prematuración
específica del nacimiento en el hombre evidencia una pre-existencia del lenguaje y a la vez
una falta de armoniosidad y de adecuación a la naturaleza.
Suponemos que un viviente en sus primeros momentos de vida tiene necesidades que
desde su cuerpo exigen una satisfacción. Pero este por efecto de la pre maturación no
pude alcanzar por si solo los objetos que le proveen satisfacción. Depende de otro que lo
asista. Entonces en el circuito de la comunicación como se muestra en el grafo, desde el
punto $ ubicamos al viviente, hasta el punto A, el lugar del Otro, definido como tesoro del
significante. De esta forma, el Otro permutara las necesidades del viviente (que se dirigen
a los objetos) por demandas, es decir, pedidos formulados en significantes, provistos por
el Otro y sancionados por él. Al entrar en relación con el Otro el viviente pierde sus
necesidades, ingresando en el circuito de la demanda y adviniendo un sujeto dividido. De
allí en mas sus manifestaciones (llantos, gritos, etc.) son entendidos por el Otro como
demandas a significar. Por ejemplo: El bebe llora y la madre le asigna diversos significados
como que busca un juguete entonces obrara transformando esa necesidad en demanda y
a la vez sancionara ese mensaje provocando el acceso del bebe al mundo simbólico.
6) A partir de la lectura de introducción al narcicismo y el estadio del espejo explique el
esquema Lamda.
S a´
a A
•Las letras a´ Y A representan dos formas del otro: el otro (a´) de la relación imaginaria, es
decir, el otro especular, que es tanto mi propia imagen como la del objeto, y el Otro (A) de
la relación simbólica (tesoro del significante). La letra a representa al yo. La S, al sujeto. El
yo es lo propio del individuo a nivel de lo imaginario. El sujeto, lo propio del individuo a
nivel de lo simbólico. Cada uno de ellos está determinado por una forma del otro. A su vez
todo el esquema se soporta de la función del Otro con mayúsculas (matriz simbólica).
Pero, tal como se desprende del grafico, la línea de la relación imaginaria a – a´ hace
obstáculo a la línea de la relación simbólica A – S: la función del yo se apoya en lo
simbólico, pero al mismo tiempo lo desconoce.
•Conceptos del estadio del espejo:
a) El cuerpo fragmentado, cuerpo real del niño se conoce a partir de la identificación del
Sujeto (S) con la imagen del otro (a´) de la relación imaginaria (a-a´) donde se conforma el
yo imaginario (a). Para esto el Sujeto se apoya en el Otro simbólico (A) a la vez que lo
desconoce. La imagen unificada que falsea el yo da cuenta de la fragmentación que
siempre lo amenaza.
b) El yo ideal (a) (la imagen unificada en el espejo) sería la imagen virtual que aparenta
una perfecta coordinación.
c) La función del ideal del yo, que aporta la matriz simbólica (A) es la que posibilita esta
experiencia. A partir de ese punto, el sujeto (S), desde su lugar, dirige la mirada, que es
lugar tanto de la mirada libidinizada de la madre como de la mirada del niño, y al seguirla,
logra ver lo que ella ve: un cuerpo unificado, del otro lado del espejo (a´).
-Al principio, el padre es terrible. El padre interviene en diversos planos. De entrada, prohíbe a la
madre. Este es el fundamento, el principio del Complejo de Edipo, ahí es donde el padre está
vinculado con la ley primordial de la interdicción de incesto. Es el padre, el encargado de
representar esta interdicción. La relación entre el niño y el padre está gobernada por el temor de
la castración. Se aborda como una represalia dentro de una relación agresiva. Esta agresión parte
del niño porque su objeto privilegiado, la madre, le está prohibido, y va dirigida al padre. Vuelve
hacia él en función de la relación dual, en la medida en que proyecta imaginariamente en el padre
intenciones agresivas equivalentes o reforzadas con respecto a la suyas, pero que parten de sus
propias tendencias agresivas. El temor experimentado ante el padre es netamente centrífugo, es
decir tiene su centro en el sujeto. Así, la forma en que la neurosis encarna la amenaza castrativa
está vinculada con la agresión imaginaria. Es una represalia.
-El Edipo invertido nunca está ausente en la función del Edipo, es decir, el componente de amor al
padre no se puede eludir. Es el que proporciona el final del Complejo de Edipo, su declive, en una
dialéctica, también muy ambigua, del amor y de la identificación, de la identificación en tanto que
tiene su raíz en el amor. El sujeto se identifica con el padre en la medida en que lo ama, y
encuentra la solución terminal del Edipo en un compromiso entre la represión amnésica y la
adquisición de aquel término ideal gracias al cual se convierte en el padre. Por la misma vía, la del
amor, puede producirse la posición de inversión, a saber, que en lugar de una identificación
benéfica, el sujeto se encuentre afectado por una posición pasivizada en el plano del inconsciente:
frente a ese padre temido, prohibido, pero que por otra parte es tan amable, colocarse en el lugar
adecuado para obtener sus favores, hacerse amar por él. Pero como hacerse amar por él consiste
en pasar a la categoría de mujer, supone el peligro de castración, aquella forma de
homosexualidad inconsciente que deja al sujeto en una situación conflictiva con múltiples
repercusiones, por un aparte, el retorno constante de la posición homosexual con respecto al
padre, y por otra parte su suspensión, es decir su represión, debido a la amenaza de castración
que supone tal posición.
El padre le prohíbe al niño hacer uso de su pene en el momento en que dicho pene empieza a
manifestar sus veleidades. Se trata de la prohibición del padre con respecto a la pulsión real.
Padre . Madre
Madre X (falo)
El padre ocupa el lugar de la madre (S), en lugar de (S’), siendo S’ la madre en cuando vinculada ya
con algo que era X, es decir el significado en la relación con la madre. Ese significado es el falo.
S . S’ S 1
S’ X s’
Niño
El falo imaginario es escrito por Lacan con la letra fi minúscula (q ), antecedida de un signo menos;
el falo simbólico lo escribirá con la letra fi mayúscula, Q. El primero debe entenderse como el
significado del deseo de la madre, el segundo como aquello que comanda, en tanto significante,
las significaciones futuras a partir de la intervención del significante Nombre del Padre.
A partir del triangulo imaginario se puede resumir los pasos lógicos del complejo de Edipo. La
primera etapa esta comanda por el significante Deseo de la Madre, que toma al niño como objeto
de ese deseo. Se posibilita, a nivel del niño, la constitución del yo tal como se plantea en El estadio
del espejo, pues finalmente el deseo de la madre resultara ser esa matriz simbólica que proyecta
sobre la pantalla del espejo una imagen unificada (falo imaginario), con la cual el niño se identifica.
[2] ¿A qué se refiere la operación de privación?
La relación del niño con el falo se establece porque el falo es el objeto del deseo de la madre. Este
elemento desempeña un papel activo esencial en las relaciones del niño con la pareja parental. El
padre, en tanto que priva a la madre del objeto de su deseo, especialmente del objeto fálico,
cumple un papel esencial en toda neurosis y a lo largo de todo el curso del complejo de Edipo.
Está claro que el padre no puede castrar a la madre de algo que ella no tiene. De todas formas es
una privación, porque toda privación real requiere de la simbolización. En este plano de privación
en un momento de la evolución del complejo de Edipo, el sujeto, se plantea la cuestión de aceptar,
de registrar, de simbolizar el mismo, de convertir en significante, esa privación, de la que la madre
es objeto. A esta privación, el sujeto infantil la asume o no la asume, la acepta o la rechaza. En fin,
en esta segunda etapa del complejo de Edipo la intervención del significante Nombre del padre
produce una doble operación: priva a la madre del niño entendido como falo, y desalojo al niño de
su posición fálica respecto de la madre (castración):
Falo Madre
[5] ¿Por qué la función paterna es presentada por Lacan como una metáfora? [REPASO]
En el tercer tiempo del Edipo, el padre interviene como real y potente. Este tiempo viene tras la
privación, o la castración, que afecta a la madre, a la madre imaginada, por el sujeto, en su
posición imaginaria, la de ella, de dependencia. Si el padre es interiorizado en el sujeto como Ideal
del yo, y el complejo de Edipo declina, es en la medida en que el padre interviene como quien, el
sí, lo tiene. Esto no quiere decir que el niño vaya a tomar posesión de todos sus poderes sexuales
y a ejercerlos, por el contrario no los ejerce en absoluto ya que aparentemente esta despojado del
ejercicio de las funciones que habían empezado a despertarse sin embargo el niño tiene en
reserva todos los títulos para usarlos en el futuro. El papel que desempeña aquí la metáfora
paterna es la que podíamos esperar de una metáfora – conduce a la institución de algo
perteneciente a la categoría del significante, está ahí en reserva y su significación se desarrollara
mas tarde. El niño tiene todos los títulos para ser un hombre, y lo que más tarde se le pueda
discutir en el momento de la pubertad, se deberá a algo que no haya cumplido del todo con la
identificación metafórica con la imagen del padre, si esta se ha constituido a través de esos tres
tiempos. Esto significa que, en cuanto viril, un hombre es siempre más o menos su propia
metáfora.
En este momento el padre se encuentra presente, como en todos los momentos del Edipo, pero
de una forma velada. 2) En un segundo momento el padre interviene como privador y castrador.
Al mismo tiempo aparece el pene como algo real. Cuando el pene presenta sus veleidades el niño
es desplazado del campo de lo imaginario. Esta situación le genera al niño un gran sentimiento de
angustia. Es en ésta etapa donde aparecen las dos operaciones de privación y castración.
Operaciones que deben ser ejercidas por el padre, que ahora toma un rol visible, en sus diferentes
registros. El padre imaginario priva, y el real es el que castra.
3) En el tercer momento aparece un padre que viene a traer la “ley”. Una ley por la cual él mismo
también esta atravesado.
Es un padre potente, portador del falo. Lacan dice que “el padre puede darle a la madre lo que
ella desea, y puede dárselo porque lo tiene.” (Lacan, 1957/8, p. 200). Se habla de una potencia en
el sentido genital de la palabra, por eso dice que la relación padre y madre vuelve al plano real.
Aquí el niño se identifica con este padre como el que lo tiene. Esto es el “Ideal del yo”. De esta
manera declina el complejo de Edipo.
En el caso de Hans la carencia paterna se evidencia en el padre del registro de lo real. Es un padre
que debe ejercer la operación de castración y lo hace de una manera fallida. (Lacan, 1956/7).
Como lo menciona Lacan en su Seminario 4:
¿Cómo interviene aquí la fobia y que función cumple? En el seminario 4 Lacan explica que ante la
falta de la intervención de Padre Real, la fobia surge como una manera para que Hans prosiga su
Edipo, para que logre la operación de castración y así salir del complejo. Cacciari, A y Martínez, H
explican en relación con esto:
“Pero como el Padre Real no interviene, Juanito recurrirá al artificio de la fobia para resolver varias
cuestiones: (a) hacer ingresar en la escena al caballo, como sucedáneo del padre; (b) transformar
la angustia en ‘miedo al caballo’; (c) reordenar el espacio de la realidad” (Cacciari, A y Martínez, H,
2011, p. 5)
Siguiendo lo anterior cabe aclarar aquí que lo ocurrido es una Metáfora Paterna con fallas, pero sí
se da. La falta es a nivel real, no simbólico. De lo contrario estaríamos ante una psicosis y no una
fobia como ocurrió (Cacciari, A y Martínez, H, 2011).
Conclusión: He expuesto cómo se ha dado la carencia paterna en el caso del pequeño Hans. El
actor que encarna la función paterna a fallado en su deber de castrar al pequeño. Éste no tiene
otra opción que recurrir a la fobia para poder llegar al final del Edipo.