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LOS PRINCIPIOS DE FAYOL Y LAS

FUNCIONES BÁSICAS DE LA EMPRESA


Henri Fayol fue uno de los grandes contribuyentes al enfoque clásico de la Administración
general y Administración industrial. Su principal aportación fue escribir sobre problemas no
estudiados por Taylor. Fayol lo hacía a nivel de dirección e hizo grandes contribuciones a nivel
administrativo, como Administration industrielle et générale, donde describe su filosofía y
propuestas.

Teoría de Fayol 

La teoría clásica de la administración hace énfasis en las funciones básicas que debe tener una


organización para conseguir su eficiencia. En su libro que salió en 1916 expone un enfoque
sintético y universal de la empresa, tratando temas como la concepción anatómica y estructural
de una organización. 

En qué consisten sus teorías y el valor que todavía tienen hoy en día

Fayol destaca que toda organización debe de cumplir con una serie de funciones básicas, que
son las siguientes:

1. Funciones técnicas. Son las funciones empresariales y primordiales de la


empresa, ligadas a la producción de bienes y servicios, como las funciones productivas.
2. Funciones comerciales. Se enfocan en las actividades de compra, venta e
intercambio. Tratan de la importancia de la producción eficiente y de que los bienen
puedan llegar bien y ser consumidos.
3. Funciones financieras. Implican la búsqueda y la gestión del capital, donde el
administrador juega un papel fundamental, ya que controla toda la economía de la
empresa, evitando actos imprudentes de uso de capital.
4. Funciones de seguridad. Hacen referencia al bienestar de la organización y de los
trabajadores, teniendo en cuenta la seguridad tanto industrial como personal, de
higiene, entre otros. 
5. Funciones contables. Esta serie de funciones se enfoncan en todo lo relacionado a los
costos, inventarios, y estadísticas empresariales. Trata de llevar un buen control de los
recursos y de informar constantemente de cada estado financiero y de las operaciones
que se van realizando. 
6. Funciones administrativas. Son las encargadas de la regulación, integración y control
de las cinco funciones anteriores. Estas deben ser coordinadas de forma eficaz y
eficiente para conseguir una buena coordinación y control general de la organización en
su totalidad.
Una organización logra un correcto funcionamiento cuando hay una sincronización de todos
los elementos y áreas de la empresa, es decir, los descritos en los apartados anteriores. No
puede fallar ninguno, ya que si lo hace se ven perjudicadas las demás áreas también, y la
organización entonces no puede funcionar de forma eficiente. Además, los trabajadores
también juegan un papel primordial en el cumplimiento de dichas funciones. 
Las teorías de Fayol todavía hoy siguen teniendo vigencia e importancia, ya que es un esquema
que siguen gran parte de las organizaciones para conseguir buenos resultados a todos los
niveles. Su aplicación ha hecho que muchas empresas funcionen de forma sistemática durante
mucho tiempo, consiguiendo así una buena coordinación en todos los ámbitos.
Principios básicos de organización de la empresa y las funciones básicas

Fayol fue el impulsor y el que desarrolló los conocidos como 14


principios fundamentales, entrando en profundidad en el papel de los mandos intermedios y
la dirección, para tratar como deben organizarse, tomar decisiones e incluso interactuar con los
demás trabajadores de la organización. Esta teoría trata métodos de dirección innovadores y ha
trascendido todos estos años. 

Los 14 principios de gestión de Fayol

1. División del trabajo. Cada empleado tiene una habilidad distinta y un punto fuerte que
hay que explotar. En función de la experiencia de cada uno pueden considerarse
especialistas en algo, incluso generalistas. Si hay cierta especialización en un ámbito,
esta aumenta la eficiencia y la productividad, ya que hay mayor precisión en cada tarea
que se realiza. Este principio es aplicable a todos los trabajadores y mandos de la
empresa. 
2. Autoridad y responsabilidad. La autoridad conlleva responsabilidad y cierto riesgo, y
los encargados de hacer que la empresa funcione deben asumir dichas
responsabilidades haciendo que el equipo de dirección tenga el poder de dar órdenes a
los demás empleados.
3. La disciplina. La disciplina conlleva obediencia y respeto hacía los valores
fundamentales. Una buena conducta y la creación de relaciones basadas en el respeto
es la clave que sustenta una relación de calidad entre todos miembros de la
organización, desde dirección a los mandos más bajos.
4. Unidad de mando. Se refiere a la importancia de que cada empleado recibe órdenes
sobre las tareas que debe realizar de un único mando, y que explique los resultados de
cada faena a esa misma persona. Cuando se reciben órdenes de diferentes
personas esto puede llevar a la confusión y entrar en conflictos que, están al mando de
una sola persona, pueden ser evitables. Con la unidad de mando se pueden establecer
responsabilidades y asociar errores de forma mucho más sencilla.
5. Unidad de dirección. Esta hace referencia al enfoque y a la unidad de las actividades,
es decir, todas deben trabajar hacía un mismo objetivo, detallado específicamente en el
plan de acción. Los que se encargan de la dirección son los máximos responsables del
plan y tienen la función de supervisar la evolución de las tareas planificadas para
cumplir los objetivos establecidos. En este caso cobra mucha importancia la disciplina y
la organización de los equipos. 
6. Subordinación del interés individual al general. En todo tipo de empresas existen
diferentes clases de intereses, ya que cada empleado tiene intereses particulares, pero
nunca deben prevalecer sobre el interés de la empresa. La estrategia y enfoque
empresarial está enfocado hacía los objetivos de la entidad, y este principio debe ser
respetado por todos los integrantes, sobre todo por la dirección. 
7. Remuneración. Es importante contar con empleados que estén motivados y que sean
totalmente productivos. La remuneración debe ser coherente y justa para todos, para
que se sientan felices en sus trabajos y de esta forma aumente la productividad. Existen
dos tipos de remuneración, la económica y la no económica, la segunda trata sobre
promociones dentro de las empresas, premios, reconocer méritos y esfuerzos, entre
otros reconocimientos. 
8. Jerarquía. Fayol exige un respeto máximo a los mandos más altos, estableciendo así
una línea muy clara de autoridad y jerarquía en la organización, pasando por todos los
niveles de esta. Resalta que debe haber un organigrama bien definido donde se estipule
el nivel en el que se encuentra cada persona, para poder reportar información a la
persona adecuada en todo momento y así evitar errores de comunicación innecesarios. 
9. Centralización. La autoridad a la hora de tomar decisiones debe estar repartida de
forma equilibrada y coherente, sobre todo en empresas grandes con mayor volumen de
negocio y personal. Para ello, Fayol propone la centralización, que implica una cierta
concentración de autoridad en manos de la parte más elevada de la jerarquia. Pero, sin
duda, en algunos casos dicha autoridad debe delegarse, siguiendo la estructura de cada
entidad. Para un correcto funcionamiento hay que mantener la autoridad en manos de
los niveles de la jerarquia pertinentes. 
10. Orden. Cada empleado debe tener los medios y recursos necesarios para poder
desarrollar de forma adecuada las funciones que se le han asignado. Además, cada uno
debe ocupar el sitio de trabajo que sea más adecuado según sus puntos fuertes y
capacidades. Y, sobre todo, en cada momento hay que mantener el orden a todos los
niveles para poder garantizar un ambiente de trabajo óptimo y en buenas condiciones.
11. Equidad. Remarca que los trabajadores deben ser tratados en todo momento con
equidad, amabilidad y por igual, independientemente de su función o procedencia.
Cada uno debe estar en el sitio más correcto para él, para poder ofrecer el máximo
rendimiento y contribuir a una mejora de resultados. Todos merecen ser tratados de
forma justa e imparcial sean o no subordinados.
12. Estabilidad. Este principio fundamental hace referencia a la importancia de la
estabilidad del personal, es decir, de la especialización. Remarca que una elevada
rotación puede perjudicar un correcto funcionamiento de las áreas y reducir de forma
notoria la seguridad que sienta la persona en el lugar de trabajo. 
13. Iniciativa. Incentiva de forma clara la importancia de la iniciativa de cada trabajador
para realizar tareas, es decir, la flexibilidad y libertad para poder aportar valor en su
puesto de trabajo. Debe prevalecer la tolerancia ante errores, ya que todos somos
humanos y podemos cometerlos. Para ello, es importante ser empático y tolerar
posibles erratas. 
14. Espíritu de cuerpo. En este caso se promueve el trabajo en equipo, esencial para que
haya colaboración y participación en todos los aspectos. Además, es vital para la unidad
entre todos los miembros de las empresas. De esta forma, se contribuye a un buen
desarrollo de la cultura empresarial y favorece en cierta medida a la confianza que
puedan tener unos con otros. 
Los 14 principios fundamentales de Fayol buscan un correcto desarrollo de los métodos de
dirección, que han llegado hasta nuestros tiempos siguiendo sus bases. Cada principio tiene en
cuenta el factor humano, como parte del motor para que haya un correcto funcionamiento.
Esta idea resulta muy familiar e innovadora hoy en día y se sigue estableciendo como una de las
premisas básicas en cada compañía.
Homo economicus

Homo economicus es una expresión latina que se refiere a un modelo de


comportamiento del ser humano utilizado en economía. Así, el hombre
económico es una persona racional, que maximiza su utilidad, tratando de
obtener los mayores beneficios con un esfuerzo mínimo.

Es decir, el concepto de homo economicus, que fue utilizado por primera vez en el
siglo XIX por el economista John Stuart Mill, es el que explica para ciertos
enfoques de economía los comportamientos  que se dan en la sociedad humana.

Este homo economicus, que se considera que es universal e intemporal (se dio
ayer, se da hoy y se dará mañana en cualquier parte del planeta y bajo cualquier
sistema político). Esto, suponiendo que tiene información perfecta sobre la
realidad, se mueve por su interés personal y calcula y pondera las posibilidades
con total racionalidad para conseguir su propia prosperidad. 

Se entiende desde estas corrientes de pensamiento, que la suma de los intereses


individuales coincide con el interés social. Por tanto, la suma de las prosperidades
individuales sería igual a la prosperidad de la sociedad.

Hay que decir que este concepto ha recibido y recibe críticas por ser un supuesto
muy simple ya que el homo economicus únicamente basa sus decisiones en la
medida de que afecten en mayor o menor grado a su función de utilidad
personal. Y, por tanto, se niega que el ser humano considere en sus decisiones el
bienestar de los demás y el del propio planeta. Es decir, se niega que las
decisiones estén afectadas por factores ambientales y emocionales, como afecto,
gratitud, amor, justicia…a menos que esto le convenga al individuo.

Alternativas al homo economicus


Algunas de las alternativas que se presentan ante el homo economicus
son modelos basados en la cooperación, en la búsqueda de un bienestar común y
no en la búsqueda individual de ventajas, como la economía moral.

Otros argumentan que somos solo parcialmente racionales, como en el modelo de


racionalidad acotada. Asimismo, otras ramas como las finanzas del
comportamiento afirman que no actuamos siempre de forma racional porque
también somos emocionales. 

Características de la teoría clásica


Las principales características de la teoría clásica son las siguientes:

 Su principal impulsor fue Henry Fayol, quien en el año 1916,


en Francia, expuso su teoría en el libro Administration
Industrielle et générale.
 Está conformada por 6 funciones y 14 principios básicos.
 Hace hincapié en la estructura y funciones que deben cumplir
las organizaciones.
 Fue desarrollada a partir de la Revolución Industrial.
 Introdujo el concepto de organización formal y organización
informal.
 Introdujo los conceptos de órganos de asesoría de staff y línea
dentro de la organización.
Funciones de la teoría clásica
Para organizar una empresa, Henry Fayol dividió las funciones que
se deberían llevar a cabo, las cuales denominó «funciones básicas
de la organización»:
1. Funciones técnicas: relacionadas con la producción de la
organización.
2. Funciones comerciales: venta, compra e intercambio de
productos de la organización.
3. Funciones financieras: administración de capitales de la
organizaciones.
4. Funciones de seguridad: relacionadas con la preservación
de los bienes de la organización y la protección de los
integrantes de la misma.
5. Funciones contables: relacionadas con los
registros, inventarios, balances y correctos cálculos de los
costos de la organización.
6. Funciones administrativas: integración de todas las funciones
mencionadas anteriormente, a través de los elementos de la
administración (planear, organizar, dirigir, coordinar y
controlar).
Principios de la teoría clásica
 Artículo principal: 14 principios de la administración clásica.
Henry Fayol propuso 14 principios que las organizaciones deben
seguir, para el correcto funcionamiento y eficiencia en los
resultados:
1. División del trabajo: para un correcto desempeño del trabajo
de una organización, la división de tareas es fundamental.
2. Autoridad y responsabilidad: es necesario saber dar
órdenes y que estas sean acatadas de manera correcta.
3. Disciplina: todos los integrantes de la organización deben
respetar las normas establecidas.
4. Unidad de dirección: se debe seguir un solo cronograma de
actividades, que deje en claro el plan a seguir por la
organización.
5. Unidad de mando: el empleado de la organización debe recibir
órdenes de un solo superior.
6. Subordinación del interés individual al interés general: el
interés más importante es el de la organización y no el del
individuo en cuestión.
7. Remuneración del personal: la compensación debe ser
equitativa para cada trabajo que se realiza.
8. Centralización: la autoridad y responsabilidad debe
concentrarse en la alta jerarquía de la organización.
9. Jerarquía: el orden de los cargos en la organización debe
estar claramente asignado.
10. Orden: es fundamental el orden dentro del espacio de
trabajo.
11. Equidad: los líderes deben ser equitativos con sus
subordinados.
12. Estabilidad: hay que evitar la constante rotación de
personal para el buen funcionamiento de una organización.
13. Iniciativa: se debe incentivar a los trabajadores a utilizar la
libre imaginación para innovar y realizar actividades
beneficiosas para la organización.
14. Espíritu de grupo: es fundamental el trabajo en equipo.
Principales exponentes de la teoría clásica
Los siguientes son los 3 autores principales que hicieron aportes a
esta escuela:

 Henry Fayol (1841 – 1925): considerado el padre de la teoría


clásica, publicó sus aportes a esta teoría en 1916,
estableciendo los principios y funciones básicas.
 Lyndall Urwick (1891 – 1983): gran seguidor de Fayol, en 1943
hizo aportes relevantes en base a los principios de la
administración.
 Luther Gulick (1884 – 1966): seguidor de Fayol, hizo aportes a
la investigación de las funciones del administrador.
Críticas a la teoría clásica
Una de las principales críticas que se le hace a esta escuela de la
administración, consiste en que carece de experimentación y
comprobación de sus ideas e hipótesis.
Además, diferentes científicos han criticado el hecho de que no se
toma en cuenta el elemento humano como principal foco de la
organización, sino los resultados que este produce, dejando de lado
la humanización y exponiendo a los empleados a condiciones
deplorables para maximizar su rendimiento.
Por último, los autores modernos denominan a la teoría clásica
como «la teoría de la máquina», ya que está basada en acciones
repetitivas de las cuales se esperan efectos correlativos.

La teoría de la burocracia de
Weber: sus ideas y
características
Desde la psicología de las organizaciones, se han planteado múltiples
teorías acerca de la organización del trabajo en las empresas. Hoy
conoceremos una de ellas, la teoría de la burocracia de Weber.

Esta teoría surgió para solventar las limitaciones de la teoría clásica y la


teoría de las relaciones humanas que, por otro lado, eran opuestas y
contradictorias entre sí. Así, Weber planteó esta teoría de corte racionalista
mediante un enfoque eficiente, siendo ésta aplicable a las fábricas y a las
diferentes formas de organización humana.

Max Weber
Maximilian Weber (1864-1920) fue filósofo, economista, jurista,
historiador, politólogo y sociólogo alemán. Se le considera el fundador
del estudio moderno de la sociología y la administración pública.

Weber inició el estudio sistemático de la burocracia. Desarrolló una serie de


observaciones en relación a ella y configuró las condiciones que contribuyen
a ella, con conceptos como la economía monetaria, el sistema capitalista, la
revolución industrial, etc.

Teoría de la burocracia de Weber


La teoría de la burocracia de Weber consiste en una forma de
organización jerárquica del trabajo donde los funcionarios o trabajadores
están especializados en su campo y funciones. Para Weber, la burocracia
es un instrumento de dominación.

Weber establece las condiciones para que una persona con poder justifique
su legitimidad; además, explica cómo los sujetos sobre los que se ejerce
tal poder son sometidos a él.

Además de legitimar el poder, para que sea posible el ejercicio del poder es
necesario cierto grado de organización administrativa. La organización
administrativa de tipo burocrático planteada por Weber proporcionará el más
alto grado de eficacia en el trabajo y la organización. El objetivo de tal
organización será resolver los problemas de la sociedad, y por
extensión los de la empresa.

Como características positivas de su teoría de la burocracia versus otros


tipos de organización del trabajo, Weber defiende que esta es: precisa,
rápida y uniforme, entre otras. Además, destaca que su organización ahorra
costos objetivos y personales.

Tipos de sociedad
Dentro de su teoría de la burocracia, Weber plantea 3 tipos de sociedad
según sus características:

1. Sociedad tradicional
Destacan el patriarcado y la herencia (por ejemplo la familia).

2. Sociedad carismática
Destacan características místicas, arbitrarias y personalistas (por ejemplo
los partidos políticos).

3. Sociedad burocrática, racional o legal


Destacan las normas impersonales y la racionalidad (por ejemplos las
grandes empresas). A partir de ella explica su teoría de la burocracia.

Tipos de autoridad legítima


Asimismo, Weber define tres tipos de autoridad legítima:

 Autoridad tradicional.
 Autoridad carismática.
 Autoridad legal, racional o burocrática, propia de su teoría.

Ideas principales de su teoría


La teoría de la burocracia de Weber plantea tres ideas fundamentales
características de la burocracia:

1. Carácter legal de normas y reglamentos


Existen una serie de normas y reglamentos escritos en la burocracia, que
están elaborados de forma detallada y racional. Estos son coherentes con
los objetivos de la burocracia.
Así, la burocracia se basa en una legislación propia que define su
funcionamiento.

2. Impersonalidad
Todas las reglas, decisiones y cuestiones administrativas se formularán y
registrarán por escrito.

El trabajador cumplirá su tarea de forma impersonal.

3. Jerarquía de la autoridad
La legislación comentada se compone de una serie de reglas abstractas y
establecidas de forma racional e intencional.

El sujeto con autoridad posee una serie de funciones, derechos y


obligaciones. Este sujeto tiene poder a razón de su cargo.

Por otro lado, el sujeto que obedece a la autoridad lo hace porque así lo
determinan las leyes, y no tanto por obedecer a la voluntad del jefe.

4. Profesionalización y racionalidad
Cada profesional será seleccionado por su grado de preparación y
especialización en la materia.

El trabajo a desarrollar se planteará como una carrera donde uno puedo ser
promovido (ascendido) según su antigüedad, capacidad y conocimientos
técnicos.

5. Máxima división del trabajo


Existen una serie de cargos de poder dentro de la organización
burocrática. Cada cargo de poder obedece a una serie de competencias,
que están delimitadas a partir de una serie de reglas.
Los cargos se organizan de forma jerárquica; así, cada cargo está bajo el
control y supervisión de un cargo superior. Cada sujeto será responsable de
sus decisiones y acciones, así como de las de sus subordinados.

6. Determinación de reglas
Las reglas y las normas rigen la conducta de los trabajadores. Cada una
de ellas se aplica a cada caso y situación en concreto de forma coherente.

Efectos de la burocracia
Weber plantea una serie de efectos surgidos a partir de su organización
burocrática: por un lado, la organización burocrática ayudará a prever el
comportamiento humano, y por el otro, facilitará la estandarización del
desempeño de los trabajadores.

Como se ha comentado anteriormente, el objetivo último será disponer de


una mayor eficiencia en todos los procesos y cargos desarrollados en
la empresa, es decir, la máxima eficiencia de la organización.

Referencias bibliográficas:

 Weber, M. (1993). Economía y sociedad. Madrid: S.L. Fondo de cultura


económica de España.
 Hogg, M. y Graham, V. (2010). Psicología social. Panamericana.

¿Qué es la administración científica?


La administración científica es una corriente del conocimiento, también llamada
taylorismo, que une al sector empresarial con la investigación científica. Surgió a
raíz de una monografía publicada en 1911 por Frederick Winslow Taylor, que
estableció los principios de la organización para las empresas industriales.

El nombre de administración científica se debe a la aplicación de métodos de la


ciencia a los problemas de la administración empresarial, con el objetivo de
alcanzar una mayor eficiencia en la producción industrial. Los principales métodos
científicos aplicables a los problemas de la administración son la observación y
la medición de resultados.

El estadounidense Frederick Winslow Taylor fue el creador de los principios de


la administración científica, luego de haber investigado las operaciones fabriles de
manera sistemática. Por eso el nombre que recibió su trabajo: “principios de
Taylor” o “taylorismo”.

Taylor nació en 1856 en Pensilvania, Estados Unidos. Fue gerente


de manufactura, ingeniero, mecánico y, tras su investigación, se convirtió también
en consultor administrativo.

Durante su adolescencia comenzó a perder parte del sentido de la vista y su


cuerpo era de complexión débil, por lo que no podía participar de los eventos
deportivos. Esas condiciones lo impulsaron a pensar cómo mejorar el rendimiento
del esfuerzo físico. Para él, lo importante era medir el esfuerzo, el lugar y los
movimientos para obtener la mayor eficiencia posible.

Origen de la administración científica

La teoría de la administración científica surge a finales del siglo XIX en Estados


Unidos, ante la necesidad de aumentar la productividad debido a la escasa oferta
de mano de obra.

La única manera de incrementar la productividad era aumentando la eficiencia de


los trabajadores y, para eso, la administración científica se enfocó en las tareas.
Taylor llevó a cabo un estudio de investigación y detectó los siguientes problemas
comunes en las industrias de la época:

 No existía ningún sistema efectivo de trabajo.

 No había incentivos económicos para que los obreros mejoraran su trabajo.

 Las decisiones eran tomadas de manera arbitraria, más que por conocimiento


científico.

 Los trabajadores eran incorporados a su labor sin tomar en cuenta


sus habilidades y aptitudes.

Taylor elaboró varias hipótesis que, en la práctica, permitieron dar soluciones a


esos problemas. A través del análisis de cómo se realizaba el trabajo y de la
observación directa respecto a cómo ese trabajo afectaba la productividad,
encontró las respuestas.

Su filosofía se basaba en que hacer trabajar duro a las personas no era tan


eficiente como optimizar la forma en que éstas hacían su trabajo. La obra
completa de Taylor demostró que todos los principios allí planteados podían ser
aplicados en cualquier tipo de organización.

Los “principios de Taylor” y sus características

En 1911 Taylor publicó “los principios de la administración científica”, un


documento que explicaba las pautas que debía seguir la actividad empresarial
para alcanzar una producción industrial más eficiente. Los cuatro principios de
Taylor eran:

 Reorganización del trabajo. Implicaba reemplazar los sistemas de trabajo ineficientes


por métodos que redujeran los tiempos de producción y la cantidad de maquinaria
necesaria, entre otros. Taylor investigó diversas maneras de alcanzar niveles óptimos
de rendimiento, por ejemplo, diseñó una pala que permitía ser manipulada durante
varias horas seguidas.

 Selección adecuada del trabajador. Implicaba evaluar la habilidad del trabajador para


designarle un puesto idóneo, en lugar de asignar roles sin tener en cuenta su
capacidad. De este modo, se podía mejorar el desempeño profesional porque el
empleado se sentía más motivado y satisfecho con su trabajo, lo que terminaba
impactando en la productividad de la organización.

 Cooperación entre directivos y el plantel. Implicaba la creación de cargos


intermedios para que actúen como responsables de supervisar y de asesorar de
manera directa a los equipos de trabajadores. De este modo, los gerentes y los
operarios podían actuar bajo un mismo propósito y alcanzar el buen funcionamiento de
la organización.

 División del trabajo entre los responsables y los colaboradores. Implicaba definir


de manera clara, el rol de cada integrante de la organización. Era necesario que los
gerentes sean los responsables de la planificación y la dirección de la organización
mientras que los trabajadores se dedicaban a la ejecución de dichas decisiones. Esta
articulación permitió alcanzar una mayor eficiencia en los procesos de trabajo.
 Motivación de los trabajadores. Implicaba optimizar el salario del trabajador a fin de
que mejore su rendimiento además de que ocupara un puesto idóneo a sus
capacidades. Taylor promovió la idea de “un salario justo por un día de trabajo justo”,
es decir, si un trabajador no logró producir lo suficiente en un día, no debían pagarle
tanto como a otro trabajador que fue altamente productivo.

Ventajas de la administración científica

Las principales ventajas eran:

 Generar mayor especialización en el puesto de trabajo.

 Generar mayor eficiencia por parte de cada individuo.

 Plantear una división del trabajo que permitió planificar y obtener mejores resultados.

 Distinguir entre el trabajo manual y el intelectual.

 Ayudar a disminuir las presiones que solían recaer en un solo trabajador, al designar


un jefe por área.

 Promover el desarrollo personal a través del estímulo económico como incentivo.

Desventajas de la administración científica

Las principales desventajas fueron:

 El principio de unidad de mando colectivo se desvaneció, lo que originó conflicto entre


trabajadores.

 La comunicación era descendente y el empleado no tenía capacidad técnica para


opinar.

 La participación de los empleados era nula y se promovía la individualidad como


mecanismo de eficiencia.
El taylorismo con el paso del tiempo

Los “principios de Taylor” fueron la base de la administración empresarial a nivel


mundial y la cooperación resultante entre los trabajadores y los gerentes influyó de
manera notoria en la filosofía del trabajo en equipo. A partir del siglo XXI algunas
ideas planteadas por el taylorismo quedaron obsoletas o fueron mejoradas. Entre
las nuevas pautas, se destacan las siguientes:

 La mayor autonomía de los trabajadores. Para que puedan aplicar enfoques más


apropiados en su trabajo, rompiendo con la estructura piramidal o descendente del
taylorismo donde el trabajador no podía dar su opinión.

 La gestión por objetivos. Establece que los gerentes deben participar del proceso de


planificación estratégica y unificar el consenso entre directivos y empleados, a
diferencia del taylorismo que mantenía una única estructura en la que los
gerentes tomaban las decisiones y los trabajadores las ejecutaban.

 Las iniciativas de mejora continua. Implican que la empresa se cuestione todos los


métodos de productividad (no solo el trabajo del empleado) a fin de
encontrar innovaciones, a diferencia del taylorismo que sostenía que la máxima
eficiencia en la producción recaía en el rendimiento físico del trabajador.

 La motivación a través de la valoración. De la persona por su aporte individual no


fue contemplado en la gestión científica del taylorismo que solo se centraba en la
mecánica y su recompensa económica.

Principios de la organización

Los principios de la organización son un conjunto de principios que


constituyen la base para que una empresa opere de forma adecuada y esto le
ayude a que pueda alcanzar los objetivos establecidos en forma rápida y
eficaz.

Fundamentalmente, estos principios ayudan a la empresa a que utilice todos


los recursos de la organización de una forma ordenada y coherente para que le
facilite alcanzar los objetivos propuestos. Además, permite que la consecución de
los objetivos se logre en el tiempo especificado, con los niveles de eficiencia y
eficacia exigidos.

También implica que los esfuerzos de todo el personal que forma parte de la
organización se desempeñen y realicen de manera coordinada. De esta forma
todos los esfuerzos se enfocan al logro eficiente de los objetivos, que se orientan
según la filosofía de cada empresa.

Cuáles son los principios de organización?


Los principales principios de organización son los siguientes:

1. Objetivo

Cabe destacar, que todas las actividades y tareas de una organización deben girar
en función de un objetivo común, el cual establece el propósito que impulsa la
empresa.

Sobre todo, el objetivo propuesto debe ser general, para que la meta por alcanzar
sea común para todos los departamentos de la organización. Si no se tiene un
objetivo común se puede correr el riesgo que cada departamento establezca sus
propias metas. Las cuáles podrían resultar contradictorias y afectar el buen
desempeño de la organización.

2. Especialización

Así mismo, los trabajadores deben especializarse en desempeñar una sola labor,
aprovechando la ventaja o habilidad superior que posee cada empleado. Este
proceso ayuda a aumentar la productividad de la empresa.

Como resultado, si cada persona realiza una tarea específica, las personas van
desarrollando destrezas y habilidades, que le permiten maximizar su rendimiento
y esfuerzo.

3. Jerarquía

Naturalmente, la jerarquía consiste en establecer un centro de autoridad de donde


surge el proceso de comunicación sobre las disposiciones generales que se deben
seguir para la consecución de los objetivos.

En efecto, esta cadena de mando permite lograr un mejor control tanto de las
tareas que se tienen que realizar como de los resultados obtenidos. Permite que
los principios de autoridad y responsabilidad se manejen de manera adecuada.

4. Responsabilidad

Sin duda, debe existir una correlación entre la autoridad y la responsabilidad,


porque muchas veces para cumplir con ciertas responsabilidades se requiere
tener cierto grado de autoridad. Además, la responsabilidad dependerá de la
posición y el rol que desempeñe cada persona dentro de la empresa.
Por supuesto, dentro de una organización se puede delegar autoridad, pero no se
puede delegar responsabilidades, porque una vez asignada una tarea a un
empleado, este la tiene que realizar.

5. Unidad de mando

Generalmente, cuando una organización establece una unidad de mando, cada


función debe asignarse a un solo jefe. Dado que, si no se asignan de forma
correcta las funciones no se puede posteriormente deducir responsabilidades.

6. Difusión

Desde luego, al realizar una correcta difusión de las obligaciones y


responsabilidades que le corresponden a cada puesto, se logra maximizar las
ventajas y el uso de los recursos de la empresa. En el proceso de difusión
participan todos los miembros de la organización. Empezando con los altos
mandos, hacia los niveles más bajos de autoridad.

Es recomendable que el proceso de difusión se realice de forma escrita, porque


esto facilita tanto la verificación como el control de los procedimientos y de las
actividades.

7. Extensión del control

Evidentemente, este principio permite limitar el número de subordinados que


dependen de un puesto de mando y que deben reportar a un jefe específico. Lo
recomendable es que un jefe o supervisor tenga a cargo como máximo cinco
empleados, para que pueda darse un control eficiente de las tareas.

8. Coordinación

De cualquier manera, la coordinación se establece con el propósito de lograr


mantener el equilibrio dentro de la organización. El equilibrio resulta necesario
para que todos sus departamentos funcionen adecuadamente y para alcanzar los
objetivos.

9. Continuidad

También, se debe pensar en la permanencia de la empresa en el largo plazo. Se


debe considerar que se debe mantener estable a lo largo del tiempo, pero que
debe irse ajustando a las condiciones y cambios del entorno.

Por ello es recomendable que los procesos queden documentados, para que se
logre la continuidad, aunque cambien las personas de la organización que
ejecutan estas tareas.
10. Flexibilidad

Tras establecerse la estructura organizacional, se debe considerar que todo


cambia para una empresa. Cambian los métodos de producción y de
comercialización. Por lo tanto, la empresa debe estar sujeta a los cambios y
realizar los ajustes necesarios.

Como consecuencia, una organización siempre estará afectada por los cambios,
por ello tiene que ser dinámica y ser suficientemente flexible para no afectar su
desempeño.

11. Eficiencia

Ciertamente, toda empresa debe tener como meta lograr la máxima producción
con los costos más bajos posibles. Esto se puede lograr coordinando
adecuadamente todos los esfuerzos, pero también es necesario que los
empleados se encuentren a gusto dentro de la empresa. Puesto que esto favorece
el aumento de la productividad del trabajo.

12. Comunicación

Igualmente, el proceso de comunicación se debe dar de manera fluida y constante,


para que circule en todos los niveles y en ambos sentidos. Es decir, de arriba hacia
abajo y de abajo hacia arriba.

Deben comunicarse en ambas direcciones las políticas de la empresa, las quejas y


sugerencias de los clientes, los programas empresariales y cualquier tipo de
información que es necesario que todos conozcan.

Podemos concluir, indicando que los principios de la organización son parte


importante para cualquier empresa, dado que proporciona los lineamientos o las
pautas de acción para que logren un desempeño eficiente con la coordinación
adecuada de esfuerzos y actividades. Además, se logra reducir o eliminar por
completo la duplicidad de esfuerzos, al asignar y determinar claramente las
funciones y responsabilidades.

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