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CULPABILIDAD
CURSO: DERCHO PENAL
CICLO: II
Chimbote - 2017
DEDICATORIA
Primeramente a dios por habernos permitido llegar hasta este punto y habernos dado
salud, ser el manantial de vida y darnos lo necesario para seguir adelante día a día para
lograr nuestros objetivos, además de su infinita bondad y amor.
Con todo nuestro cariño a nuestra querida Profesora MARIA EUGENIA ZEVALLOS
LOYAGA que durante este tiempo nos ha brindado un apoyo mutuo e incondicional
brindándonos una educación de calidad orientándonos, así como también brindándonos
confianza para seguir adelante como futuros profesionales.
A nuestros padres y familiares que siempre están preocupándose para ser cada día
mejores brindándonos su confianza, cariño, amor y también en los emocional y
económico y así lograr nuestros objetivos.
AGRADECIMIENTO
Con todo nuestro cariño a nuestra querida profesora Margarita Esther Narro Díaz que
durante este tiempo nos ha brindado un apoyo mutuo e incondicional brindándonos una
educación de calidad orientándonos, así como también brindándonos confianza para
seguir adelante como futuras profesionales.
DEDICATORIA......................................................................................................................2
AGRADECIMIENTO............................................................................................................3
INTRODUCCION...................................................................................................................5
MARCO TEORICO...............................................................................................................6
I. CAPITULO I........................................................................................................6
1. Concepto:...............................................................................................................6
2. Estructura De La Culpabilidad:.............................................................................14
2.1 La imputabilidad...................................................................................................15
CONCLUSIONES............................................................................................................19
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.........................................................................20
RESUMEN GENERAL..................................................................................................21
INTRODUCCION
El imputado acusado tiene derecho a ser juzgado por su juez natural; a que se acate el
estado axiomático y jurídico de su inocencia; y que dicho juez conocerá solamente de
conductas y penas previamente instituidas por el Estado y la ley penal.
El Principio de Legalidad se encuentra asentado en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Art 11º inciso 2: nadie será condenado por actos u omisiones que
en el momento de cometerse no fueren delictivos según el Derecho nacional e
internacional. Tampoco se impondrá penas más graves que la aplicable en el momento
de la comisión del delito.
Principio de Legalidad sobre Derechos Humanos; art. 9 nadie puede ser condenado por
acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueren delictivos según el
derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión de un delito la
ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiara de ello.
Según Cabanella (1976) define principio. “Como el primer instante del ser, de la
existencia de la vida, razón, fundamento, origen”. (p.54)
El máximo principio que consagra la legitimidad y legalidad del derecho penal es el
aforismo del nullum crimen, nula poena sine praevia lege.
Pues dentro del marco de lo merecido toda pena, dado que se le impone al
sujeto contra su voluntad, supone tratar al afectado como medio para un fin
que primariamente no es el suyo; y que ese fin sea de tipo preventivo- social o por
el contrario, ideal (retribución compensadora de la culpabilidad), no cambia en nada el
hecho de que el condenado es siempre el objeto del poder coercitivo del Estado. Se trata
de la prohibición que la gravedad de la pena que se impone por un delito supere la
gravedad de la culpabilidad referida al concreto delito, aunque ello pudiera ser
justificado por necesidades preventivas (especiales o generales).
Por otra parte y una vez impuesta la pena, no existen obstáculos para que
ésta sea suspendida con fundamento en razones preventivas, ni tampoco en admitir que
por razones vinculadas con la prevención sean sustituidas las penas privativas de
libertad por otras con un menor contenido aflictivo. En efecto, la aceptación del
postulado fundamental, según el cual la pena nunca puede sobrepasar el límite de la
culpabilidad por el hecho, derivado de la propia justificación de la pena y del respeto a
la dignidad de la persona, no implica negar que por razones vinculadas con el
fundamento real de la pena estatal, esto es, con su necesidad para el mantenimiento de
la identidad normativa, sea posible renunciar a la pena total o parcialmente si existen
equivalentes funcionales para la solución del conflicto. Ello, en tanto es posible afirmar
que las razones vinculadas a unas concepciones utilitarias relacionadas con el concepto
de su necesidad, pueden fundamentar una renuncia total o parcial a la pena si existen
otras alternativas que la hagan innecesaria.
Con arreglo al planteamiento expuesto, es posible pensar que una pena que
se halle debidamente justificada como retribución acorde a la medida de la culpabilidad
del reo, puede no estar fundamentada desde el punto de vista de su necesidad para el
mantenimiento de la identidad normativa. Por ello, según lo expuesto, es posible
solucionar el conflicto sin pena. Según LESCH, si hay equivalentes funcionales para la
pena, ésta no sería necesaria. De forma consecuente con lo anterior, la pena sólo se halla
fundamentada si cumple con la función de utilidad, que en el caso de la pena, es siempre
el mantenimiento de las condiciones fundamentales de la coexistencia social a través de
la estabilización de la norma vulnerada. De lo anterior, se deduce que no existe motivo
para imponer o ejecutar una pena privativa de libertad, por más que ésta se
halle debidamente justificada como retribución adecuada a la medida de la
culpabilidad del autor, si existen equivalentes funcionales para la solución del conflicto
sin pena, esto es, si falta su fundamento real.
2. Estructura De La Culpabilidad:
La culpabilidad está estructurada por tres elementos que se tienen que dar
simultáneamente para que el sujeto sea culpable.
II. CAPÍTULO II
Como el delito doloso, el culposo presenta dos aspectos: lo ilícito, es decir, la infracción
del orden jurídico, y la responsabilidad, o sea la reprochabilidad que fundamenta la
sanción penal del autor de lo ilícito.
Como en los delitos dolosos, los culposos pueden ser comisivos u omisivos. Estos
últimos serán tratados entre los delitos de omisión. Es preciso advertir ya que toda
forma de culpa o imprudencia contiene un momento negativo que no debe confundirse
con la omisión de la acción. Es posible una acción positiva, sin el debido cuidado, tanto
como una omisión, sin cuidado exigido. En otras palabras, en el delito culposo de
comisión la falta de cuidado no afecta el carácter comisivo del hecho.
Se requiere que el autor haya podido prever, el peligro: tanto cuando el agente no previo
lo posible (culpa inconsciente), como en los casos en que aun previendo el resultado
como probable, actuó con la esperanza de que no sucedería (culpa consciente).
Es preciso, por lo tanto, definir el deber de cuidado una vez conocidas concretamente
las circunstancias en las que se desarrolló la acción. La tipicidad de dicha acción se
determinará, entonces, mediante la comparación de la acción realizada con la exigida
por el deber de cuidado en la situación concreta.
Dentro del riesgo permitido debe considerarse también el comportamiento del que ha
obrado suponiendo que los demás cumplirán con sus deberes de cuidado.
Como en los delitos dolosos de resultado de lesión, el resultado debe ser imputable
objetivamente a la acción que ha infringido el deber de cuidado. El peligro creado por
esa acción es el que debe haberse concretado en el resultado y no otro. Este requisito de
la tipicidad se designa como conexión de antijuricidad, con lo que quiere decirse que el
resultado debe estar estrechamente ligado a la acción realizada sin el debido cuidado o
la debida diligencia.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
La culpabilidad está estructurada por tres elementos que se tienen que dar
simultáneamente para que el sujeto sea culpable.
LA IMPUTABILIDAD
LA CONCIENCIA DE ANTIJURIDICIDAD
Como el delito doloso, el culposo presenta dos aspectos: lo ilícito, es decir, la infracción
del orden jurídico, y la responsabilidad, o sea la reprochabilidad que fundamenta la
sanción penal del autor de lo ilícito.
EL RIESGO PERMITIDO
Existe un grado de tolerancia que va a tener la sociedad frente a ciertos
comportamientos que pueden llegar a presentar un riesgo pero son beneficiosos para la
sociedad.
LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO
El peligro creado por esa acción es el que debe haberse concretado en el resultado y no
otro. Este requisito de la tipicidad se designa como conexión de antijuricidad.