1- Identifique cuales han sido, desde la perspectiva de S.
Hoffmann, las principales
limitaciones del Realismo en la obra de Morgenthau. 1. 2 - Argumente por qué los Asuntos Internacionales han sido la némesis del Liberalismo y como sería la "Estrategia Liberal Transformista" de la que Hoffmann habla.
1. Hoffman cree que no es suficiente exponer el realismo en 6 principios, ya que no
suministra las líneas orientadoras adecuadas ya sea para el análisis o para la evaluación. El realismo significa algo más preciso, y la obra de Morgenthau se vuelve inexacta como una teoría de las relaciones internacionales, y éticamente inaceptable. Para el autor, la obra solo nos protege del irrealismo, como los enfoques moralistas o legalistas. El mapa que Politics Among Nations ofrece es de poca ayuda, poco útil. Dice que el camino principal puede ir en cualquier dirección. La convicción de Morgenthau de su mapa servía como una teoría normativa tanto como empírica es problemática. Siempre hay objetivos más allá de la supervivencia y la seguridad, el logro de las metas morales van más allá del “interés definido en términos de poder”. La política no puede ser posiblemente separada de la economía o del derecho, si es así, sería un juego que nadie jugaría. Su deseo de reducir a la política como una esfera única, lo convierte en un idealista disfrazado. Morgenthau no prestó atención a la economía internacional, miraba a la economía como un elemento más del Estado. Su tema principal fue malinterpretado: “El interés definido en términos de poder”. Hubo dos problemas en este enfoque, el definir el poder “interés” en termino de poder no le dio al concepto de interés nacional en si una claridad, una objetividad. Además, muchos formuladores de política fracasaron en comprender “la necesidad de moderación y prudencia” que plantea Morgenthau. Usaron su concepto de interés nacional para justificar una definición de los intereses de los Estados Unidos. Su interés nacional fue descripto como idéntico a los intereses de la comunidad mundial. Hoffman considera entonces, que se debe encontrar un nuevo realismo, que reconozca y empiece por las crudas realidades de un mundo dividido. Un realismo de “la lucha por el poder” no es suficiente. Se necesita la emergencia de un realismo de lucha y orden mundial. 2. Liberalismo, según Hoffman: Doctrina cuyo interés central es la libertad del individuo: tanto que esté libre de restricciones y controles impuestos por otros seres humanos cuanto tenga libertad de participar en una sociedad política autogobernada. Para el liberalismo, el Estado sólo es el servidor de la sociedad: su rol es eliminar los obstáculos hacia la libertad, actuando como ciudadanos, han decidido libremente tratar como cuestiones comunes, más allá de aquellos que están protegidos aun de infracciones mayoritarias. La necesidad de impedir que cualquier gobierno y cualquier grupo social exceda los límites que he mencionado, requiere todo un patrón de controles institucionales. Se puede identificar porqué los asuntos internacionales son la némesis del liberalismo. Primero que nada, la esencia de esta doctrina es principalmente el autocontrol, la moderación, el acuerdo y la paz. Pero mientras tanto, la realidad es otra, la esencia de la política internacional es exactamente la opuesta: paz perturbada o estado de guerra. Si bien pueden surgir y acuerdos y lograr la cooperación, esto suele desmoronarse cuando el interés de las partes cambia y cuando el poder se desplaza. Por otro lado, en cuando a la escena interna, las instituciones liberales apuntan compensar las grandes desigualdades de poder y de riqueza entre los individuos y grupos y a evitar que el Estado aplaste todo lo demás. Pero estas instituciones no existen en la escena mundial. Si la lógica del individuo es la del individuo común débil contra el poderoso, la de los asuntos internacionales sigue siendo la lógica del poderoso y la historia del ascenso de los poderosos. En tanto el Estado de guerra exista en la escena mundial, la concepción liberal siempre estará en peligro en el plano interno, ya que la libertad individual corre el riesgo de ser destruida u obstaculizada a la vez por opresores extranjeros y por el Estado mismo del individuo. Además, en la escena mundial, para el liberalismo, el enemigo somos nosotros, el pueblo. Ninguna sociedad política liberal se ha comportado en los asuntos internacionales como tal, pero se trata de tener bajo control en el plano interno. En los asuntos mundiales, los actores perpetúan sus juegos porque no hay nadie por encima de ellos que les ponga fin. Todos los actores se resisten a acomodamientos comparables. La anarquía es ferozmente preservada, a diferencia de la escena interna en la cual se quiere evitar que se llegue a tal situación. Existe entonces una importante incompatibilidad entre la perspectiva liberal y la lógica de la política mundial. Las dos concepciones básicas de libertad no se adaptan a las condiciones de la política mundial. “Si hablamos de libertad del individuo, a menudo será limitada por los requerimientos del poder federativo; si hablamos de la soberanía del estado, ésta constantemente desafía la ley de las naciones.”
La estrategia liberal transformista que Hoffman propone, se basa en 5 principios:
En primer lugar, la TRANSPARENCIA. Se debe intentar ampliar las oportunidades para la apertura y aumentar el flujo de información libre. Lo que requeriría multiplicar los regímenes internacionales funcionales. Con el objetivo de divulgar tanto el deterioro como los progresos de los derechos políticos y económicos en cada país. Instaurar regímenes de seguridad como “medidas de restauración de confianza”. La expansión de contactos e intercambios sería otro instrumento para la TRANSPARENCIA. IMPUTABILIDAD. Es decir, hacer que los líderes respondan por sus actos, esto requiere una vez más, mayor cantidad de regímenes internacionales que restrinjan la esfera de las acciones arbitrarias y penalicen a los tramposos. RESPONSABILIDAD. Se debe lograr que los lideres paguen por sus errores, mediante la instauración de regímenes fuertes y dispuestos para asistir a las víctimas de estas agresiones. SOLIDARIDAD. Requiere un fortalecimiento considerable del sistema de justicia distributiva internacional. Por último, el principio de la NO VIOLENCIA. Este tiene el objetivo de evitar el uso de la fuerza para alcanzar las metas de las naciones, reservando los usos legítimos para el logro de objetivos comunes previamente acordados. Para llegar a la no violencia debería controlarse la carrera armamentista y de la proliferación nuclear, y el desarrollo gradual de las fuerzas de policía internacionales. Estos principios, además, requieren de políticas específicas. En primer lugar, Establecer un número suficiente de sociedades políticas “correctas” y de la corrección de sus políticas internas para preservar las esperanzas de un régimen global. En segundo lugar, la lucha contra los aspectos más peligrosos de la guerra requiere un conjunto de acciones complejo y continuo. Para impedir situaciones desastrosas, se requiere una combinación de medidas políticas y una mezcla de medidas militares unilaterales negociadas. Un régimen de control de armamentos de las potencias nucleares, otros regímenes para armas convencionales regionales, un régimen más fuerte de antiproliferación global, formaran los elementos de un régimen mundial de seguridad. En tercer lugar, la revolución, una cuestión que los liberales tiene que enfrentar. Las revoluciones conducen a la guerra. Principalmente aparecen debido a la violación de los derechos humanos esenciales por los gobiernos. Esta es una razón más para que una coherente política colectiva de derechos humanos sea implementada por las sociedades políticas liberales. Se debe tomar a los derechos en serio, y como última instancia, tomar en serio la paz.