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7.

RESUMEN DEL ESPÍRITU DE LAS LEYES DE MONTESQUIEU (Compañeros para que se


den una idea y puedan extraer lo que consideren, les envío el fragmento de lo que considero que
contiene la respuesta).

El espíritu de las leyes, contiene frecuente referencia a la historia antigua. Aporta algunas teorías
novedosas y otras que, si bien reconocen antecedentes importantes -como la división de poderes de
Locke- alcanzan aquí su dimensión definitiva. En primer lugar, la concepción de la ley, que traslada la
idea de ley-mandamiento u orden imperativa, al a idea de ley-relación natural, “Las leyes en su
significado más amplio –señala al comienzo del Espíritu (I, 1)- son las relaciones derivadas de la
naturaleza de las cosas, y en ese sentido, todos los seres tuenen sus leyes”. El mundo material se mueve
según ciertas leyes-relaciones, y si existiera otro, “obedecería a reglas constantes, o sería destruido”.

El aporte más inmediato de Montesquieu al cambio político de su siglo es el afianzamiento de la teoría


de la división y coordinación de los poderes. Los precedentes eran numerosos, desde la práctica inglesa
hasta los trabajos de Locke; pero es partir de Montesquieu cuando esta doctrina se expande, y logra
difusión y aceptación universal

Quizá el mayor acierto de Montesquieu radica solo en la anterior clasificación tripartita-hoy clásica y
adoptada por numerosísimas constituciones-, sino en aclarar que tales poderes deben ser ejercidos por
personas distintas. De nada valdrá, por ejemplo, que Venecia distinga los poderes, si luego los ejercen
las mismas personas o, por lo menos, personas con idénticos intereses, “personas de una misma casta”.
Otra consecuencia de la mayor importancia se desprende, algo menos explícitamente, en este famoso
capítulo del Espíritu de las leyes: que las diversas autoridades cuyo poder es necesario balancear,
deben tener funciones y facultades precisamente diferenciadas. La división del poder logra reducir los
riesgos de tiranía; pero sin correlativa división de funciones, cae en el desorden y la ineficacia. Así
pasó con la administración colonial hispana.

Destacaremos dos momentos conmovedores del Espíritu de las leyes: primero, su clamor contra la
Inquisición, que acababa de enviar a la hoguera en Lisboa a una judía de dieciocho años; clamor que
culmina en este discurso; clamor que culmina en este discurso: “Si alguien en la posteridad se atreve a
decir jamás que en el siglo en que vivimos los pueblos de Europa eran civilizados, os citarán para
probar que eran bárbaros; y la idea que se tendrá de vosotros será tal, que desacreditará a vuestro siglo
y hará odiosos a todos vuestros contemporáneos” (XV, 13).

El otro pasaje es esta profunda reflexión, que anticipa la socialdemocracia: “Algunas limosnas que
sea han dado a un hombre desnudo en la calle, no llenan las obligaciones del Estado, el cual debe
asegurar a todos los ciudadanos subsistencia, alimento, vestido digno y los medios de vida que le
permitan sobrevivir sin riesgo” (XXIII, 29)1

De este modo en la vinculación entre el ser humano y su medio ambiente la razón tiene que entender
la forma de relacionarse con el clima, el suelo, la forma de gobierno, el comercio, la religión y las
costumbres de las sociedades. Con esas concepciones se va constituyendo la obra por la que más se le
reconoce El espíritu de las leyes.

El único plan reconocido en la obra El espíritu de las leyes es: como dice Sabine “Seguir las
modificaciones jurídicas e institucionales apropiadas a cada forma de gobierno y las variaciones
requeridas en cada una de ellas por las circunstancias, tanto físicas como institucionales. Pero en
verdad no hay mucha concatenación en la materia y la cantidad de cosas irrelevantes es
extraordinaria.”

1
Sanguinetti Horacio, Curso de derecho político, 4ta. Edición, pág. 141
En la composición de la obra encontramos temas tan diversos como la misma división de los libros. Al
principio, el autor cuenta la atención a las leyes, en el libro titulado de las leyes en general, donde
aborda las leyes en sus relaciones con los diversos seres, las leyes de la naturaleza y las leyes positivas.

El libro segundo trata de las leyes que se derivan del gobierno en su forma republicana, monarquía y
despótica y, como consecuencia en libro tercero expone los principios de estas tres formas de gobierno
señalando que los del gobierno republicano están fincados el pueblo; los del monárquico en la voluntad
del supremo poder y los del despótico en que haya un solo gobernante que lo ejerce según su voluntad
y sus caprichos.

Los libros XI y XII contienen el estudio de la libertad política civil y allí es donde se encuentran las
propuestas esenciales del equilibrio de poderes para una adecuada estructura política de la sociedad.

Son diversas las interpretaciones y opiniones que se han hecho sobre esta obra de Montesquieu,
algunas poco atinadas lo que lo obligó a publicar en 1750 su Defensa del Espíritu de las leyes, para
precisar algunas de sus ideas que pretendía tergiversarse. Aunque el libro más consultado en el XI, es
necesario tener una visión general de la misma para identificar sus alcances y también por qué no, sus
limitaciones en nuestro tiempo.2

2
El espíritu de las leyes, Montesquieu, Grandes clásicos del Derecho, volumen 5. OXFORD, university Press.
Impreso en México 1999

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