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POLITICA ENTRE LAS NACIONES

La lucha por el
poder y la paz

Hans Morgenthau

Prólogo:

Por este libro el autor ha sido considerado el padre del realismo político en los Estados Unidos.
Tiene dos propósitos:
➢ Uno teórico: procura identificar y comprender las fuerzas atemporales que determinan las relaciones políticas
entre los Estados-naciones.
➢ Otro empírico normativo: proporcionar un mapa de ruta para el diseño y puesta en práctica de la política exterior,
en especial la de Estados Unidos, caracterizado por una triple revolución: el reemplazo del sistema multipolar
europeo por un sistema bipolar, cuyos centros están fuera de Europa; la bifurcación de la unidad moral del mundo
en dos sistemas de pensamiento y acción incompatibles y antagónicos que se disputan la lealtad de los hombres; y
el desarrollo de la tecnología nuclear que puede llevar a la destrucción universal.
Analiza el fenómeno del poder en la política internacional y la obstinada continuidad de la lucha por el
poder en todo tiempo y espacio.
Sostiene que la imperfección del mundo está dada por tres causas:
➢ El egoísmo y el deseo de poder de los hombres.
➢ La definición de los intereses nacionales de los Estados en términos de poder.
➢ La naturaleza anárquica del sistema internacional, que lleva a la única garantía de una “paz inestable” sea el
mecanismo del equilibrio de poder y no el derecho internacional, dado que sólo el poder puede frenar al poder.
Critica a la creencia “cientificista” en el poder de la ciencia para resolver todos los problemas y todos los
problemas políticos que el hombre enfrenta en la edad moderna. Destaca su incapacidad para comprender la naturaleza
del hombre, la naturaleza del mundo y la naturaleza de la razón misma. El error fundamental del racionalismo es su
percepción de que el mundo entero está dominado por la razón, una fuerza independiente y autosuficiente que, no
puede fracasar en la eliminación de los vestigios aún remanentes de la sin razón.
Criticó al viejo ideario aislacionista y al pacifismo y al racionalismo sobre los que se había fundado
históricamente la ideología política norteamericana.
Sus ideas están enraizadas en la tradición de Tucídides, Maquiavelo y Hobbes, chocaron con la fe
inconmovible en el poder del a ciencia para realizar un orden político racional y moral, derivado de
principios abstractos y universalmente aceptados y con la visión liberal de un mundo integrado por Estados- naciones
en armonía natural de intereses, vinculados comercialmente y gobernados por una “rulling class” elegida
democráticamente por una ciudadanía educada y esclarecida.
Tuvo siempre presente la cuestión de las limitaciones en el uso del poder y comprendió los peligros
de definir los intereses nacionales sin guardar relación con los recursos reales y potenciales disponibles.
En su mundo de “lucha por el poder” pero también “por la paz”, asigna un rol de primer orden a la
diplomacia a la que considera como el mejor medio, aunque insuficiente, para mantener la situación precaria de la paz.
La paz internacional se dará cuando las naciones hayan subordinado a una autoridad superior los medios de
destrucción masiva que la tecnología moderna ha puesto en sus manos, es decir, cuando hayan cedido su soberanía.
Esta teoría aún sigue dando una dura pelea en el campo teórico. Además, los supuestos básicos del realismo,
aunque modificados y ampliados en relación a su versión morgenthauniana, continúan dominando las visiones del
mundo y guiando los pasos de los dirigentes políticos de los países que ocupan los primeros escalones de la
estratificación internacional. El realismo sigue prevaleciendo tanto en el campo teórico como en la política práctica.

PRIMERA PARTE

Teoría y práctica de la teoría internacional


1

Descargado por Ignacio Alagastin (chino.cali.rc@hotmail.com)


1

Una teoría realista de la política internacional

El modo en que debe validarse una teoría de la política internacional debe ser empírico y pragmático antes
que apriorístico y abstracto. Una teoría debe aportar orden y significado a una masa de fenómenos que, sin ella,
permanecerán desasidos e ininteligibles. La problemática que enfrenta esta teoría concierne a la naturaleza de toda
política. La historia del pensamiento político moderno es la historia de la confrontación entre dos escuelas que difieren
en sus concepciones sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad y de la política:
➢ 1° escuela:
- se puede realizar el orden político según principios abstractos y universalmente aceptados.
- Bondad esencia e infinita maleabilidad del hombre
- Confía en la educación, en la reforma y en el uso de la fuerza para remediar los defectos de la falta de
conocimiento o comprensión.
➢ 2° escuela o realismo político:
- mundo es el resultado de fuerzas inherentes a la naturaleza humana, para mejorar al mundo se debe
trabajar con esas fuerzas.
- Intereses opuestos y conflictivos, los principios morales nunca pueden realizarse plenamente => se recurre al
equilibrio de intereses.
- Recurre a precedentes históricos antes que a principios abstractos y aspira a qe ocurra el mejor mal posible
antes que el bien absoluto.

Seis principios de realismo político:


1. La política, al igual que toda la sociedad, obedece a leyes objetivas que arraigan la naturaleza
humana. El realismo cree tanto en la objetividad de las leyes de la política como en la factibilidad de elaborar una
teoría racional que explique estas leyes objetivas. Cree en la posibilidad de distinguir entre verdad y opinión en el
campo de la política, etc. Las teorías políticas deben someterse a la doble prueba de la razón y la experiencia =>
teoría consiste en la verificación de los hechos y darles sentido a través de la razón. Analizando
los hechos pero también usando un mapa de ruta que nos sugiera los posibles sentidos de la política exterior.
Descartar una teoría porque es antigua significa incurrir en un prejuicio moderno que da por sentada la
superioridad del presente sobre el pasado. Asimismo, exhumar una teoría por razones de moda o extravagancia
implica reconocer que en política podemos tener opiniones pero no verdades.
2. Concepto de interés definido en términos de poder. Distingue a la política de otras esferas de acción.
Permite entender al hombre de Estado, ya que al pensar en términos de interés definido como poder, pensamos
del mismo modo que él y como despreocupados observadores entendemos sus pensamientos y acciones tal
vez mejor que él mismo, que es parte fundamental de la escena política. Una teoría realista de la política
internacional nos permitirá eludir dos falacias populares:
- La preocupación por las motivaciones: el conocimiento de la motivación de los hombres de estado puede
entregarnos una entre las muchas claves posibles que orientan su política exterior. Pero en modo alguno
será la clave que nos permita predecir el rumbo de esa política exterior. Si queremos conocer las cualidades
morales y políticas de sus actos, éstos son los que deben ocupar nuestra atención y nos los motivos que los
han impulsado. Los buenos motivos proporcionan seguridad contra las políticas malas, pero no garantizan
la bondad oral o éxito de las políticas que inspiran.
- La preocupación por las preferencias ideológicas: una teoría realista de la política internacional eludirá la
falacia de igualar las políticas exteriores de un estadista con sus simpatías filosóficas o políticas y deducir
las primeras de las últimas. Los estadista pueden expresar la política exterior en términos de simpatías
filosóficas para conseguir apoyo popular, pero distinguen entre su deber oficial (actuar según el interés
nacional) y su deber personal (corporización en todo el mundo de los valores morales y principios
políticos). El realismo político reclama una diferenciación entre lo deseable y posible, según el tiempo y el
lugar.
La estructura de las relaciones internacionales ha tendido a estar en desacuerdo con la realidad de la política
internacional. Mientras la primera asume la igualdad soberana de todas las naciones, la última se caracteriza por una
marcada desigualdad entre las naciones. Esta incompatibilidad ha causado la inmanejabilidad de las relaciones
internacionales hasta límites de anarquía.
Personalización de los problemas sociales: al asociar el problema con ciertas personas sobre quienes tenemos
control, reducimos el problema, intelectualmente, a proporciones manejables. Una vez que hemos identificado a
ciertos individuos como la fuente del mal nos parece haber entendido el nexo causal que lleva desde los individuos al
problema social => eliminemos a los individuos “responsables” de

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él y habremos resuelto el problema. Este enfoque demonológico es una tendencia patológica, creemos que no hay
problemas insolubles si existen esfuerzos bien intencionados, bien financiados y competentes. A diferencia del
realismo político que sabe que la realidad política está llena de contingencias e irracionalidades sistémicas, presenta
una construcción teórica de una política exterior racional que la experiencia nunca llega a asumir por completo
(constituye una política exterior racional, por lo tanto es una buena política exterior).
3. Su concepto clave de interés definido como poder es una categoría objetiva de validez universal, pero
no otorga al concepto un significado inmutable. La idea de interés es la esencia de la política. “Los intereses y
no las ideas son quienes dominan las acciones de los hombres”. El tipo de interés determinante de las acciones
políticas depende del contexto político y cultural dentro del que se formula la política exterior. Lo mismo para el
concepto de poder. Su contenido y el modo en que se usa están determinados por el entorno político y cultural. El
poder puede comprender cualquier cosa que establezca y mantenga el control del hombre sobre el hombre.
4. El realismo político conocer el significado moral de la acción política. También tiene conciencia de la
inevitable tensión entre los preceptos morales y los requerimientos de una exitosa acción política. Tampoco
pretende eludir ese conflicto. Los principios morales universales no pueden aplicarse a los actos de los Estados en
una formulación abstracta y universal, sino que deben ser filtrados a través de las circunstancias concretas de
tiempo y lugar.
5. Se niega a identificar las aspiraciones morales de una nación con los preceptos morales que gobiernan
el universo. Todas las naciones se sienten tentadas de encubrir sus propios actos y aspiraciones con los
propósitos morales universales. El concepto de interés definido en términos de poder nos pone a salvo de esto y de
los excesos morales.
6. El realista político mantiene la autonomía de su esfera política. Se aleja de otras escuelas cuando éstas
imponen parámetros de pensamiento propio de otras esferas a la actividad política. Toma distancia de las
“aproximación legalista - moralista” a la política internacional. No implica el desprecio por otras modalidades de
pensamiento, significa la aspiración a que cada una tenga su propia esfera y función. Se apoya en una concepción
pluralista de la naturaleza humana. El hombre real es una combinación del “hombre económico”, del “hombre
político”, del “hombre moral”, del “hombre religioso”, etc. pero para comprender a cada uno de ellos es preciso
ubicarla dentro de sus propios términos, primero debe abstraerse ese aspecto de todos los demás que componen la
naturaleza humana y tratarlo como su fuera único.

La ciencia de la política internacional Comprensión de

la política internacional:

Diferentes aproximaciones:

Dos propósitos del libro:


➢ Detectar y entender las fuerzas que movilizan las relaciones políticas entre las naciones.
➢ Comprender cómo actúan las fuerzas entre sí.
La política internacional comprende más que la historia reciente y los acontecimientos contemporáneos. No
encuentra un piso firme a menos que se interne en los principios fundamentales que sólo surgen de la correlación entre
los acontecimientos recientes y el pasado más distante. Es importante no caer en el dogmatismo, que se basa en
grandes principios en vez de apoyarse en un preciso examen de las cosas tal como son y de la naturaleza humana tal
como es. Construimos un ideal y empezamos a actuar como si ese ideal existiera en la realidad (método de
especulación abstracta).

Límites al entendimientos:

Dificultades que se oponen a la indagación teórica en las modalidades de la política internacional consiste en
la ambigüedad del material. Los hechos son sucesos únicos, por otra parte son análogos porque implican
manifestaciones de determinadas fuerzas sociales. Sin embargo, bajo condiciones similares deberían manifestarse de
modo semejante. “Como ningún acontecimiento y ninguna forma es completamente igual a otra, tampoco ninguna es
completamente diferente de otra”. Siempre es posible encontrar modo de establecer comparaciones.
Si se desea entender la política internacional se debe estar en condiciones de distinguir entre las similitudes y
las diferencias de dos situaciones políticas. Además, debe poderse valorar la importancia de estas similitudes y
diferencias para políticas exteriores alternativas.

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La complejidad de los problemas internacionales imposibilita las soluciones sencillas o profecías infalibles.
Las ambigüedades de los hechos en las RR.II. surge a medida que se profundiza el conocimiento de
las fuerzas que configuran la política entre las naciones y de los instrumentos de acuerdo que
regulan sus relaciones políticas. Toda situación política supone el juego de influencias
contradictorias. No se puede prever, solo es posible indicar las condiciones que favorecen la preponderancia de una
de las tendencias y calcular las posibilidades de las distintas condiciones y tendencia que prevalecen en la actualidad.

Comprensión del problema de la paz internacional:

La preservación de la paz es la primera preocupación de todas las naciones. Los conceptos de poder y de paz
son centrales para la discusión de la política mundial en las décadas finales del siglo XX, cuando una acumulación sin
precedentes de poder de destrucción otorga a la paz una urgencia que nunca tuvo.
La paz puede mantenerse mediante dos artificios:
➢ Equilibrio de poder.
➢ Limitaciones normativas a esa lucha por el poder (leyes internacionales, moralidad internacional y opinión
pública mundial).

3SEGUNDA PARTE

Poder
La política
político
internacional como lucha por el poder

¿Qué es el poder político?

Como medio para los fines de la Nación:

La política internacional implica una lucha por el poder. No importa cuáles sean los fines últimos de la
política internacional: el poder siempre será el objetivo inmediato. Pueden tratar de proveer a su realización a través de
medios no políticos como la cooperación técnica con otras naciones u organizaciones internacionales. Pero apenas
intentan cumplir sus metas recurriendo a la política internacional se ven embarcado en la lucha por el poder.
Dos conclusiones del concepto de política internacional:
1. No todas las acciones que una nación puede llevar a cabo respecto de otra son de naturaleza política. Muchos actos
son realizados sin tomar en consideración ninguna razón de poder y tampoco afectan el poder de la nación que los
lleva a cabo.
2. No toda nación se encuentra todas las veces en el mismo grado de involucramiento en la política internacional. La
relación de las naciones con la política internacional tiene una cualidad dinámica. Cambia junto a las vicisitudes
del poder, que pueden empujar a una nación a la vanguardia de la lucha por el poder o quitarle la capacidad de
participar en ella.

Su naturaleza: cuatro distinciones:

Poder = control del hombre sobre las mentes y las acciones de otros hombres. Poder político = relación
psicológica entre quienes ejercen y aquellos sobre los que se ejercer. Otorga a los 1° control sobre ciertas acciones de
los 2° mediante el impacto que ejercen sobre las mentes de estos últimos. El impacto deriva de tres fuentes: la
expectativa de beneficios, el temor a las desventajas y el respecto o amor hacia los hombres o
instituciones (estos factores tienen importancia tanto en la política doméstica como en la política internacional)
Puede ejercerse mediante órdenes, amenazas, la autoridad o carisma de un hombre o de un equipo de hombres o a
través de la combinación de cualquiera de estos factores.
Deben hacerse cuatro distinciones:
1. Poder e influencia: el secretario de estado puede tener influencia en el presidente, pero de ninguna manera ejercer
poder sobre él, ya que puede persuadir pero no puede obligar.
2. Poder y fuerza (en el sentido del ejercicio de la violencia física): la práctica de la violencia física sustituye la
relación psicológica entre dos mentes, por la relación física entre dos cuerpos, uno de los cuales es lo
suficientemente fuerte como para dominar al otro.

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3. Poder aprovechable y poder no aprovechable: un incremento del poder militar no necesariamente lleva a un
incremento del poder político. Si el país A tiene armas nucleares y el país B no => A ejerce poder sobre B, pero si
B también tiene armas nucleares puede responder: “Si me destruyes con armas nucleares, yo también te destruyo
del mismo modo”. Desde que la destrucción nuclear de una nación, puede traer aparejada la destrucción de otra,
ambas comprueban que semejante elemento de presión carece de eficacia: esto en el supuesto de que las dos
actúan racionalmente.
4. Poder legítimo e ilegítimo: el 1° es el poder cuyo ejercicio se encuentra moral o legalmente justificado, distinto del
poder ilegítimo.
El objetivo político de la guerra no es la conquista del enemigo para aniquilarlo, sino producir un cambio en
la mentalidad del enemigo que lo lleve a ceder ante la voluntad de su oponente.

La depreciación del poder político:

En el siglo XIX, los liberales sostenían que el poder político y la guerra eran residuos de un sistema de
gobierno obsoleto y que la victoria de la democracia y el gobierno constitucional sobre el absolutismo y la autocracia
asegurarían el triunfo de la armonía internacional y de la paz permanente.
La convicción de que la lucha por el poder podía eliminarse de la escena internacional ha sido conectada con
los grandes intentos de organización mundial, tales como la Liga de las Naciones y las Naciones Unidas.
La lucha por el poder es universal en tiempo y espacio y surge como dato innegable de la experiencia. La
tendencia a dominar es un elemento de todas las asociaciones humanas, desde la familia hasta las organizaciones
políticas locales o el propio Estado.

Dos causas de la depreciación del poder político:

La depreciación del rol que desempeña el poder en el campo internacional surge de dos fuentes:
➢ Una es la filosofía de las RR.II. que dominó durante buena parte del siglo XIX y que aún tiene
predicamento: el gobierno aristocrático es reemplazado por un gobierno de la clase media, la cual desarrollo un
sistema de gobierno indirecto, sustituyendo la división tradicional en clases gobernantes y gobernadas y el
método militar de la violencia desembozada, por las invisibles cadenas de la dependencia económica. Este
sistema económico se manejó mediante una red de reglas en apariencia legales que ocultaban la real existencia
de las relaciones de poder => la lucha por el poder político, tanto en los asuntos internos como en los
internacionales, terminó pareciendo sólo un accidentes histórico coincidente con un gobierno autocrático y
destinado a desaparecer con él.
➢ Las particulares circunstancias políticas e intelectuales que han determinado las relaciones de Estados
Unidos con el resto del mundo: esta identificación de poder político encontró sustento en la experiencia
norteamericana. Distinguimos 3 elementos en esa experiencia:
1. El carácter único de la experiencia norteamericana.
2. La ajenidad del continente americano con respecto a los focos de conflicto mundiales del siglo XIX.
3. El pacifismo y el antiimperialismo humanitarios de la ideología política norteamericana: “la expansión y el
imperialismo significan un atentado a la democracia…”
En 1796 la política europea y la política de poder eran lo mismo, ya que no existía otra política de poder sino
aquella en la que estaban embarcados los príncipes europeos. El apartamiento de la política europea (por poseer
intereses distintos), pudo ser considerado como el abandono de la política de poder como tal.

La ciencia de la paz: una utopía contemporánea:

El “utopismo científico” creía en el fantástico progreso de las ciencias naturales permitió suponer a varios
pensadores que el mismo tipo de métodos, aplicados al comportamiento humano individual y colectivo,, significará un
avance hacia la pacificación de la existencia humana. Presupuestos de la CIENCIA DE LA PAZ:
➢ Mundo es accesible a la razón y a la ciencia, y que contiene los elementos necesarios para la armónica
colaboración de toda la humanidad. Corresponde a la ciencia descubrir estos elementos.
➢ La política de poder descubre y distorsiona la armonía de intereses, que es la verdadera naturaleza de las RR.II.
➢ Conflictos internacionales susceptibles de solución satisfactoria. Si todas las naciones fueran conscientes de sus
reales intereses, habrían comprendido que los intereses aparentemente opuestos son en realidad idénticos, que lo
que es bueno para una nación necesariamente habrá de serlo para todas y que el conflicto es un mero producto de
la ignorancia y el error.

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➢ Razón debe resolver los conflictos internacionales tan fácil y racionalmente como resuelve los problemas que
plantean las ciencias naturales.
“Método de la causa única”: consiste en simplificar la realidad de la política internacional en una sola
causa, para así encontrar por qué suceden los problemas y atacarlos, por lo tanto todos los problemas poseerían
solución. La causa única es una abstracción arbitraria elaborada sobre una multitud de causas reales. En la experiencia
de las RR.II. este método ha fracasado.

La lucha por el poder: política del statu quo

La política interna y la internacional son dos manifestaciones del mismo fenómeno…la lucha por el poder.
se diferencian porque son diferentes las cualidades morales, políticas y sociales que predominan en cada una de estas
esferas.
Cualquier política, sea interna o internacional, cualquier fenómeno político puede reducirse a tres tipos
básicos. Una acción política procura:
➢ mantener poder: política de statu quo
➢ aumentar el poder: política imperialista
➢ demostrar poder: política de prestigio
La política de statu quo tiene al mantenimiento de la estructura de poder existente en un determinado
momento de la historia; esto no significa que tenga que oponerse a todo cambio, si bien no se opone al cambio en
general, se opone a cualquier cambio que signifique la modificación de la relación de poder entre dos o más naciones.
Los ajustes menores en la distribución de poder pueden mantener intactas las posiciones de poder relativo de las
naciones involucradas y ser compatibles con la política de statu quo.
El momento histórico que sirve de punto de referencia para la política de statu quo es frecuentemente el final
de una guerra, cuando la distribución del poder ha sido establecida en algún tratado de paz. El propósito de los tratados
es asegurar la estabilidad de la nueva distribución del poder mediante instrumentos legales.

La lucha por el poder: imperialismo

Lo que el imperialismo no es:

El término “imperialismo” ha perdido su significado concreto, ya que toda nación es imperialista para
cualquier otra a quien desagrade su política exterior.
Errores muy populares de lo que el imperialismo no es:
1. No toda política exterior orientada a incrementar el poderío de una nación tiene que ser, por fuerza,
una manifestación de imperialismo: si la política tiende a hacer ajustes del statu quo, no tiene por qué ser una
política imperialista1.
2. No toda política exterior que procure el mantenimiento de un imperio ya existente es imperialismo.
3. Teorías económicas del imperialismo.

Teorías económicas del imperialismo:

Las teorías marxista, liberal y “demoníaca”:

Los marxistas equiparaban al capitalismo con el imperialismo, los liberales consideraban al imperialismo
como producto de desacoples dentro del sistema capitalista, los adherentes a la teoría “demoníaca” sostenían que
imperialismo y guerra no era más que una conspiración de capitalistas malvados para conseguir ganancias personales.

Críticas a estas teorías:

Cualquier explicación económica del imperialismo fracasa ante la prueba de la experiencia histórica. Las
teorías económicas del imperialismo no encuentran correlato en la experiencia del período histórico al que teóricamente
deberían estar arraigadas, es decir al período del capitalismo. El período de mayor auge de la expansión colonial, que
todas las teorías económicas asocian con el imperialismo, es anterior a la etapa de madurez del capitalismo.

1
Política orientada a la ruptura del statu quo y a la modificación de las relaciones de poder entre una o varias naciones.

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Según las teorías económicas y especialmente para la teoría demoníaca, los capitalistas usan a los
gobiernos como herramientas para instigar sus políticas imperialistas. Sin embargo, la relación es opuesta, ya que
generalmente los gobiernos concebían las políticas imperialistas y luego instaban a los capitalistas a apoyarlas. Los
capitalistas como grupo ni siquiera fueron partidarios entusiastas de las políticas imperialistas (tenían la convicción de
que la guerra no paga, los intereses del capitalismo requieren paz y no guerra). Fueron los aristócratas, los campesinos,
los obreros, los que apoyan las políticas imperialistas.
Con lo dicho anteriormente, uno no entiende cómo estas teorías tuvieron tanto éxito, esto es por las siguientes
razones:
➢ El clima de opinión en el mundo occidental
➢ El propio carácter de la doctrina.
➢ Tendencia global a reducir los problemas políticos a problemas económicos.

Diferentes tipos de imperialismo:

Pueden ser mejor explicados mediante la consideración de ciertas situaciones típicas que favorecen las
políticas imperialistas.

Tres incentivos para el imperialismo:

Las guerras victoriosas: cuando se produce una guerra entre dos naciones es bastante probable que la nación
triunfadora proseguirá una política que procure un cambio permanente en las relaciones de poder con su enemigo
derrotado. La vencedora adoptará esta política sin reparar en cuáles eran sus objetivos al momento de la ruptura de
hostilidades. Una guerra iniciada por el triunfador como medio de defensa del statu quo de preguerra, con la
proximidad de la victoria se convierte en una guerra imperialista, o sea en el intento de un cambio permanente del statu
quo.
Las guerras perdidas: puede engendrar en el vencido el deseo de cambiar de papeles con el vencedor, modificar el
statu quo creado por la victoria y cambiar de posición en la jerarquía de poder. la política imperialista emprendida por
el triunfador antes de la victoria puede llegar a transformarse en una política imperialista, esta vez de parte del
derrotado. Si no queda arruinado para siempre o no se integra a la causa del vencedor, el vencido deseará recuperar lo
que perdió y de ser posible, más aún.
Debilidad: la existencia de estados débiles o con espacios políticamente vacíos que suscitan la apetencia de un
estado más poderosos. De esta situación nace el imperialismo colonial.

Tres metas del imperialismo:

Imperio mundial: impulso hacia la expansión que no conoce límites racionales, se alimentan de sus propios triunfos y
si no los detiene una fuerza superior llegan hasta los confines del mundo político. Ese apetito no será saciado en tanto
exista algo en algún sitio, algún posible objeto de dominación, algún grupo de hombres políticamente organizados que
con su independencia desafíen la desafíen la sed de poder del conquistador. Pero este imperialismo ilimitado siempre
ha concluido en la ruina.
Imperio continental: es un imperialismo geográficamente determinado.
Preponderancia local: procura destruir el statu quo para reemplazarlo por una hegemonía política dentro de límites
previamente elegidos. Los límites de esta clase de imperialismo no son el resultado primario de los hechos objetivos de
la naturaleza, más allá de los cuales sería técnicamente difícil o políticamente inadecuado ir. Son en principio la
resultante de una libre opción entre varias alternativas, entre ellas una política de statu quo, otra de un imperialismo
continental y una tercera un imperialismo localizado.

Tres métodos del imperialismo:

Del mismo modo que existen tres clases de imperialismo según las circunstancias en las que el imperialismo
surge y tres clases de imperialismo en consideración a sus objetivos, también es posible hacer una triple distinción
según los medios típicos que emplean las políticas imperialistas.
Un error común tiende a confundir estos tres métodos con los objetivos del imperialismo, suponiendo que el
imperialismo económicos no busca otra cosa que no sea la explotación económica de otras naciones. Este error tiene su
base en las teorías económicas del imperialismo y en la falta de la debida consideración del factor poder en las
relaciones internacionales. Por cierto que el imperialismo militar procura la conquista militar, el imperialismo
económico, la explotación económica de otras naciones y el imperialismo cultural, el reemplazo de una cultura por otra.
Pero los tres responden siempre a un mismo fin imperialista, la destrucción de un statu quo o al cambio de la relación
de poder entre la potencia imperialista y sus posibles víctimas. Ese fin invariable puede ser atendido por medios
militares, económicos o culturales, en forma combinada o individual.

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Imperialismo militar: sus ventajas radica en la circunstancia de que nuevas relaciones de poder, a partir de la victoria
militar, sólo pueden cambiarse mediante otra guerra desatada por la nación vencida. Su gran inconveniente consiste en
que la guerra es un juego, por lo tanto se puede ganar o perder.
Imperialismo económico: tendencia a romper el statu quo para modificar las relaciones de poder entre la potencia
imperialista y las otras naciones, y por otro, con el cuidado de realizarlo no mediante conquistas territoriales sino a
través del dominio económico
Imperialismo cultural: no pretende la conquista de un territorio o el control de la vida económico, sino el control de
las mentes de los hombres como herramienta para la modificación de las relaciones de poder entre dos naciones. El
imperialismo cultural cumple el rol de subsidiario de los otros medio, ya que ablanda al enemigo y abona el terreno
para la conquista militar o la penetración económica.

Cómo detectar y enfrentar una política imperialista:

Para los que manejan la política exterior es difícil distinguir la política exterior de otra nación con el tipo de
política exterior que debe adoptarse frente a ella. La respuesta equivocada implica un grave peligro o la destrucción.

El problema de la política: contención, concesión y temor:

Debido a que las políticas del imperialismo y las del statu quo son diferentes en su naturaleza, las políticas
destinadas a contrarrestarlas también son diferentes. Una política apropiada para neutralizar otra de statu quo sería
insuficiente para enfrentar una política imperialista.
El imperialismo, cuyos fines son la destrucción del esquema de poder existente. Debe ser combatido con una
política de contención que reclame un cese de la agresión ulterior, a la expansión o a cualquier otra modificación del
statu quo por parte de la potencia imperialista.
El apaciguamiento es una política exterior que intenta enfrentar la amenaza del imperialismo con métodos
adecuados para una política de statu quo. El apaciguamiento y el imperialismo están lógicamente correlacionados. Una
política de apaciguamiento presupone en cierta medida una política de imperialismo. El Estado A desarrolla una
política de apaciguamiento con respecto a un Estado B, al mismo tiempo estamos diciendo que el Estado B desarrolla
una política imperialista con respecto al Estado A.
La concesión puede ser buena o mala según las circunstancias. Si está basada en la debilidad o miedo es inútil
y fatal. Sólo la concesión proveniente de la fuerza es magnánima y noble, y puede convertirse en el camino más seguro
y tal vez único hacia la paz mundial.
El temor del supuesto imperialismo del adversario que produce un contraimperialismo que da sustancia al
temor original. Los efectos distorsivos de los temores mutuos son particularmente pronunciado cuando las políticas
exteriores antagónicas están enmarcadas en ideologías totalizadoras que pueden o no corresponder a las políticas
exteriores efectivamente en curso. A las grandes potencias el temor les hace interpretar la realidad en términos de una
ideología de la que el temor puede alimentarse. Entonces las medidas que adoptan para protegerse de lo que podría ser
un peligro imaginario confirma en la otra parte los temores y la mala interpretación de la realidad. Luego se toman
contramedidas contra aquellas medidas, que encuentran una confirmación similar y así sucesivamente. El temor de un
bando sustenta el temor del otro.

El problema de la determinación:

Dos errores que debe tratar de evitar una política exterior inteligente (aquella capaz de reconocer el
imperialismo donde existe, y de determinar su naturaleza específica) son:
➢ El apaciguamiento = intento de llegar a un compromiso con un imperialismo no reconocido como tal
➢ El temor = suscita un imperialismo inexistente.
Esta política exterior inteligente debe enfrentar las siguientes dificultades:
1. “El imperialismo es una política de conquista. Pero no toda política de conquista es imperialista”. Es preciso hacer
una distinción entre una política de conquista que opera dentro del statu quo existente y otra que procura
destruirlo.
2. En los casos en que una política es planteada en términos territoriales, la índoles de estos objetivos territoriales
podrá, a veces, indicar la naturaleza de la política en cuestión. El objetivo puede ser un área estratégica, cuya
adquisición en sí implique un cambio en las relaciones de poder en la región donde se halla enclavada. Puede
encontrarse una dificultad adicional si la política exterior usa vehículos de penetración económica o cultural.
Estos métodos son ambiguos en vista del carácter de la política a que sirven, pero su ambigüedad es mucho
mayor que la de los métodos militares. La expansión económica y cultural se manifiesta sin definir claramente
áreas. Es una tarea dificultosa identificar la expansión económica o cultural como instrumentos del imperialismo
en contraste a idénticas políticas que no ocultan objetivos de poder tras sí y que no son imperialistas.

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3. Tiene que ver con el tipo de imperialismo que hay que enfrentar: un imperialismo restringido, exitoso dentro de su
campo limitado, puede hallar en el éxito un aliciente para buscar una mayor expansión hastra lograr carácter
continental o mundial. Un país puede sentir como necesario la adquisición de preoponderancia de poder en una
escala aún mayor y solo puede sentirse seguro en un imperio mundial. Es preciso identificar un imperialismo de
carácter localizado y adoptar medidas convenientes para combatirlo, y no usar las mismas medidas para combatir
al imperialismo mundial.
4. Determinación de la verdadera naturaleza de una política exterior tras sus coberturas ideológicas.

La lucha por el poder: la política de prestigio

Política de prestigio es un instrumento mediante el cual las políticas de statu quo e imperialista trata de
llevar a cabos sus fines. La aspiración al reconocimiento social es una poderosa fuerza dinámica que determina las
relaciones sociales y crea las instituciones en cualquiera de las dos esferas. Finalidad = impresionar a otras naciones
con el poder que mi nación realmente posee o con el poder que cree o que quiere que otras naciones crean que la
nuestra posee. Dos instrumentos están al servicio de este propósito: el ceremonial diplomático y el despliegue de la
fuerza militar.

Ceremonial diplomático:

Las relaciones entre los diplomáticos representan instrumentos de una política de prestigio, puesto que los
diplomáticos son las imágenes simbólicas de sus respectivos países. El respeto que se les tributa es rendido a los países
que representan. El respeto que ellos tributan, en realidad corresponde a una manifestación de los países que
representan. El insulto que interfieren o que reciben también realiza ese tránsito a los respectivos países.

Despliegue de la fuerza militar:

Para lograr sus fines, la política de prestigio recurre a las demostraciones militares además del empleo de los
manejos diplomáticos. La fuerza militar es la obvia medida del poder de una nación, su mostración sirve para
impresionar a las demás.
El prestigio se usa tanto para disuadir como para preparar la guerra. El prestigio de una nación debe ser lo
suficientemente importante como para disuadir a las otras de embarcarse en una guerra contra esa nación tan
prestigiosa.

Dos objetivos de la política de prestigio:

➢ El prestigio por el prestigio mismo: sólo los egocéntricos intrépidos se aventuran a proseguir una política de
prestigio por si misma.
➢ El apoyo a políticas de statu quo o imperialista: sean cuales fueren los objetivos finales de la política exterior de
una nación, su prestigio resulta siempre un factor de primer orden para determinar el éxito o fracaso de su política
exterior. En consecuencia, la política de prestigio es siempre un factor imprescindible de cualquier política
exterior racional.
El prestigio se ha vuelto importante como arma política en los tiempos modernos, cuando la lucha por el
poder no sólo requiere los métodos tradicionales de la presión política y la fuerza militar, sino otros instrumentos más
adecuados para triunfar en la lucha por conquista las mentes de los hombres.

Tres corrupciones de la política de prestigio:

A una nación no le basta con llevar adelante una política de prestigio. Corre el peligro cuando, insegura de su
poder, lo reviste con una medida de prestigio fuera de toda proporción con su real importancia. El prestigio de una
nación no está determinado por el éxito o fracaso de una acción particular en un momento determinado de su historia.
Por el contrario, refleja la suma total de las cualidades y acciones de una nación, de sus éxitos y fracasos, de sus
recuerdos históricos y aspiraciones.
Lo mejor que puede hacer la sabiduría política con la ventaja inicial que otorga esta clase de política es
emplearla con el propósito de aumentar el poderío real de la nación hasta hacerlo llegar al nivel que proclama la
política de engaño. En tanto las demás naciones caen y permanecen en el engaño se puede aprovechar ese tiempo para
armonizar prestigio y poder real.

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Por lo general es un error en política internacional insistir en una política de engaño, un error no menos grave
que el situado en el otro extremo, en el de conformarse con una reputación de poder inferior al poder que realmente
posee.
Demostrar al mundo el poder que una nación posee, evitando precisiones y cuantificaciones, es el meollo de
cualquier política de prestigio inteligentemente concebida.

El elemento ideológico en las políticas internacionales La

naturaleza de las ideologías políticas2:

La verdadera naturaleza de la política (tanto nacional como internacional) se oculta tras justificaciones
ideológicas y racionalizaciones. Cuando más enmarañado se encuentra un individuo en la lucha por el poder menos
probable es que vea la naturaleza de la lucha por el poder.
Los políticos manifiestan una inclinación inagotable a no querer ver qué es lo que están haciendo cuando se
refieren a su política no en términos de poder sino a través de principios éticos o legales o de necesidades
biológicas, que tienen una doble función:
➢ Son los objetivos para cuya realización se busca el poder político
➢ Son los pretextos y frentes falsos detrás de los cuales se oculta el elemento de poder implícito en toda política
(ideología).
En tanto cualquier política implica necesariamente una búsqueda del poder, las ideologías posibilita una
participación en esta lucha por el poder que está revestida de una forma psicológica y moralmente viable tanto para los
actores como para su auditorio.
Si una nación abandona las ideologías y sostuviera abiertamente que su meta es el poder y que en pos de la
se opone a aspiraciones análogas de otras naciones, se vería que cohesionaría a las demás naciones en una resistencia
cerrada a esa política tan claramente declarada, lo que llevaría a la ación a disponer de un mayo poder que el que sería
necesario emplear si recurriera a otra metodología.
A los efectos de conseguir la unión del pueblo en torno a la política exterior del gobierno y el respaldo de
todas las energías y recursos nacionales, el jefe de Estado debe invocar necesidades biológicas y principios morales
antes que el poder. no existe otro modo para que una nación pueda obtener el fervor y la voluntad de sacrificarse,
elementos sin los que ninguna política exterior puede sortear la prueba final, la de la fuerza.

Ideologías típicas de las políticas exteriores:

La naturaleza de la política internacional indica que las políticas de corte imperialista emplean casi siempre
enmascaramientos ideológicos, mientras que las políticas de statu quo frecuentemente se presentan tal como realmente
son.

Ideologías del statu quo:

La política de statu quo por lo general está en condiciones de mostrar su propia naturaleza y dejar de lado los
encubrimientos ideológicos puesto que la propia existencia del statu quo ya le ha dado una cierta legitimidad moral.
Sin embargo, por ejemplo cuando la política de statu quo se vale del derecho internacional para invocar
términos como “orden bajo la ley” o “procesos legales ordinarios” procura apoyo para una determinada política
exterior, por lo tanto es un encubrimiento ideológico.

Ideologías del imperialismo:

Cualquier política de tipo imperialista necesita en todos los casos una ideología, puesto que, a diferencia de lo
que ocurre con las políticas de statu quo, al imperialismo siempre se le exige que cargue con la responsabilidad de
aportar la prueba. Debe probar que el statu quo que intenta destruir realmente merece ser destruido y que el sustento
moral debe originar un más alto principio de moralidad en el que se apoye la exigencia de una nueva distribución del
poder.

Ideologías ambiguas:
2
Manheimn sostiene que “una concepción particular de ideología se encuentra implícita cuando el término denota que somos
escépticos con respecto a las ideas y representaciones propuestas por nuestro oponente. Las consideramos como encubrimientos no
del todo consciente de la naturaleza real de la situación, cuya presentación en términos reales contraria sus intereses”. (Esto está en
los apuntes de Camusso de Ideas).

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El observador se siente confundido al no poder establecer con claridad si está frente a una ideología del
imperialismo o ante una legítima expresión política del statu quo. Esa confusión se plantea siempre que una ideología
no es formulada para responder a un tipo particular de política, por lo que puede ser usada tanto por os sostenedores del
statu quo como por los adalides del imperialismo.

El problema del reconocimiento:

Llegar a un diferenciación de las fuerzas reales que actúan tras los encubrimientos ideológicos es difícil por
la complejidad natural que implica develar el verdadero significado de cualquier acción humana, más allá de que el
actor cree o simula significar. El problema se ve agravado por otras dos dificultades que son características generales
de la política internacional:
➢ Diferenciar un alarde de las políticas de prestigio, del encubrimiento ideológico del imperialismo real.
➢ Descubrir, detrás de una ideología de statu quo o de imperialismo localizado, el verdadero significado de la
política que una nación realmente persigue.

LA ESENCIA DEL PODER NACIONAL

¿ Qué es el Poder Nacional?


Si bien es fácilmente comprensible que los individuos busquen el poder, debemos explicar las aspiraciones de
poder en las colectividades llamadas naciones, desde qué es una nación hasta que estamos significando cuando
atribuimos a una nación aspiraciones y acciones.
La nación como tal no puede verse, por lo que la nación es una abstracción formada por un
conjunto de individuos que tienen ciertas características en común y son esas características,
precisamente, las que los convierten en miembros de la misma nación.
El individuo puede actuar, sentir, pensar como miembro de una nación, como perteneciente a determinados
grupos (iglesia, clase social, partido político, familia, etc) y como ser humano puro y simple.
Cuando se habla empíricamente sobre el poder o la política exterior de ciertas naciones, se refiere
al poder o la política exterior de ciertos individuos que pertenecen a la misma nación.
Sin embargo, el poder o la política exterior de Estados Unidos, no son, obviamente, el poder y la política
exterior de todos los individuos que pertenecen a la nación Estados Unidos de Norteamérica. Es así que cuando
hablamos en términos empíricos del poder y de la política internacional de una nación nos estamos refiriendo a los
agentes que se desempeñan como representantes de la nación en negociaciones internacionales,
hablan en su nombre, definen sus objetivos, seleccionan los medios para cumplirlos y procuran
mantener, incrementar y mostrar su poder.
Entonces, como hacemos para entender a esa masa de individuos que forman una nación, que si bien su poder
individual no tiene relación con el poder nacional, se identifican de tal manera con el poder y la política internacional
de su país que llegan a sentir y experimentarlos como propios?
Trataremos de explicar el fenómeno del nacionalismo moderno.-
Dentro de las ideologías de política exterior vimos que para ciertos individuos las aspiraciones de poder de
otros se enrolan en la “inmoralidad”. Esta posición tiene dos raíces: l)necesidad de la “víctima” de los poderosos de
defender su libertad contra esa amenaza y 2) necesidad de la comunidad global de controlar y neutralizar ambiciones
individuales por el poder. Es por eso que la sociedad creó normas de conducta y mecanismos institucionales para
controlar las vías de acceso al poder. El derecho, la ética, las costumbres, exámenes de capacitación, campañas
electorales, etc., sirven para ello.
Va de suyo, que la mayoría de los individuos no alcanza el “poder” dentro de su comunidad, sólo un pequeño
grupo lo ejerce sobre la mayoría, sin estar sometido a las amplias limitaciones que otros podrían imponerle. En síntesis,
el poder que nuestros representantes ejercen en el área internacional se hace nuestro y hablando de EE.UU., el
pertenecer a una nación poderosa, riqueza sin rival, les trae un sentimiento de orgullo y halago, y las frustraciones
experimentadas dentro de esa comunidad nacional son compensadas por el poder de esa nación.
Estas tendencias psicológicas, encuentran apoyatura en reglas de conducta y en instituciones de la propia
sociedad, limitando las aspiraciones individuales al poder dentro de la comunidad nacional, sin

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embargo, alienta las tendencias de las grandes masas hacia la identificación de la lucha por el poder de la nación en el
campo internacional.
O sea: el poder del individuo para su propio provecho es considerado un “mal”, mientras el poder encubierto
tras las ideologías y perseguido en nombre y beneficio de toda la nación es un “bien que todos los ciudadanos deben
perseguir”.
Las raíces del nacionalismo moderno se debe buscar en el cómo reaccionan las clases frente a las
aspiraciones nacionales de poder. La inseguridad de los individuos en las sociedades occidentales ha incrementado la
frustración individudal por el poder, y a su vez, dio origen a un incrementado deseo de identificación compensatoria en
las aspiraciones nacionales y colectivas de poder. ; incremento que se ha dado cuantitativa como cualitativamente.

LAS RAÍCES DEL NACIONALISMO MODERNO.


Con las guerras napoleónicas comienza el período de las políticas exteriores nacionalista, o sea, la
identificación de las grandes masas de ciudadanos con el poder nacional y las políticas nacionales.
Repliegue del nacionalismo: apariencia y realidad.
Esa identificación retrocedió con el advenimiento de la segunda guerra mundial, retroceso que tuvo lugar en
la cima como en la base de la pirámide social.
La desintegración de la solidaridad nacional no debe considerarse como un repliegue del sentimiento
nacionalista, ya que se trata de un desplazamiento de lealtades, desde la que se experimenta hacia el país de
origen hasta la que privilegia a otro. Para entender, el comunista francés se transformó en un nacionalista ruso que
sostenía la política de la Unión Soviética. Este nacionalismo es inconsistente, puesto que al reclamar la identificación
extranjera, niega el derecho de otras naciones a la lealtad de sus ciudadanos. (leer un poquito de historia de página 70)
Inseguridad personal y desintegración social.
Cuanto más grande sea el sentido de seguridad de una sociedad y sus sectores, menores serán las ocasiones en
que se presenten los impulsos colectivos del nacionalismo y viceversa.
Las guerras revolucionarias de Francia y las de liberación contra Napoleón son los primeros ejemplos en la
edad moderna de este fenómeno de inseguridades en las masas, provocados por la falta de estabilidad,
expresándose en explosiones emocionales de las masas que se adherían, entonces a las políticas
agresivas y a las guerras.
A partir del siglo XIX se profundizó la inestabilidad social en las sociedad occidentales, haciéndose
una constante en el siglo XX, debido a la ruptura de lazos que ataban al hombre, ej. Los religiosos.

Elementos del Poder Nacional

¿Cuáles son los elementos que hacen al poder de una nación en relación a otras?¿Cuáles son los elementos
constitutivos del Poder Nacional?

GEOGRAFÍA

La ubicación geográfica de una nación tienen importante influencia en sus relaciones con las demás Naciones. Esta
circunstancia no ha logrado modificarse muy importantemente ni siquiera con el avance en los transportes y las
comunicaciones. Para cada uno de las Naciones, sus “barreras” geográficas significan ventajas y desventajas que deben
y en los hechos son aprovechadas por los estrategas.

RECURSOS NATURALES

También los recursos naturales son otro factor de con relativa estabilidad para una nación, y de gran influencia en su
poder.

𝖮 Alimentos
Un país autosuficiente -o cercano a serlo- en materia de producción de alimentos posee una enorme ventaja sobre otra
Nación que no lo es, y que entonces tiene que importar alimentos o sufrir hambre. Así

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tanto Alemania como Inglaterra en la segunda guerra, como producían muchos menos alimentos que los que
consumían para preservar su subsistencia, mantener abiertas las líneas comerciales con los países que les proveían
alimentos.
Por tanto podemos decir que la permanente escasez de alimentos es un factor de debilidad en materia de política
internacional.
La capacidad de producción de alimentos puede modificarse en alguna circunstancia histórica, ya sea por el cambio de
tecnologías, o bien por el cambio de los conceptos nutricionales. Esta modificación puede mejorar o empeorar la
situación de relación de poder de la nación que la padece.

𝖮 Materias Primas
Lo dicho respecto de los alimentos, tiene validez para la producción de materias primas o más bien respecto
de aquellos recursos naturales que son importantes para la producción industrial o bien para la producción de la
industria bélica. Esto hace que el poderío de una nación en este campo dependa también de la tecnología bélica de cada
momento histórico.
La influencia que el control de las materias primas puede ejercer sobre el poder nacional queda demostrado en nuestros
días (uranio???)
El poder del petróleo.
Desde la primera Guerra Mundial, el petróleo como fuente enérgica ha venido siendo más y más importante para la
industria y para la guerra. La mayor parte de las armas mecánicas y vehículos funcionan a base de petróleo. En
consecuencia, los países que poseen considerables yacimientos de petróleo han adquirido una gran influencia en los
asuntos internacionales que en algunos casos debe atribuirse primaria y no exclusivamente, a esa posesión.
El petróleo se ha convertido en un elemento vital de las naciones industrialmente avanzadas, muchas de las cuales
carecen totalmente de el o dependen considerablemente de su importación desde otras naciones.
El poder que confiere el petróleo es, ante todo, resultado del desarrollo tecnológico de las modernas naciones
industrializadas. 15 o 20 años atrás el petróleo no confería tal poder a las naciones productoras puesto que su uso vital
para la industria era limitado. Cuando las naciones que cuentan con vastos yacimientos de petróleo son capaces de
cooperar y coordinar políticas, como la de los Estados exportadores en 1973, están en condiciones de estrangular a las
naciones consumidoras y pueden imponerles condiciones políticas que estas solo pueden negarse a aceptar el precio de
enormes desajustes políticos, económicos y sociales (quien se hubiera imaginado que un grupo de beduinos. ).
Es importante señalar que mientras las naciones productoras de petróleo cooperen contra las naciones consumidoras,
mientras entre ellas no exista competencia por mercados o por ventajas económicas o políticas, serán virtualmente
capaces de imponer cualquier condición de las naciones consumidoras.
Finalmente, si se considera esta situación creada por el empleo político del petróleo desde un punto de vista
globalizador, se advierte que es el resultado especifico de la ppal característica de la política mundial : el divorcio entre
las estructuras organizativas y los procesos políticos con los cuales actuamos en el escenario mundial, por una parte, y
por otra, así resulta inpactante la total irracionalidad que significa abandonar el poder del control nuclear, que poede
destruir a la humanidad, en manos de Estados nacionales soberanos.

CAPACIDAD INDUSTRIAL

Otro factor de poder en la nación es la capacidad industrial ya que si bien poseer materias primas de muy beuna calidad
su importancia desde el punto de vista estratégico y militar reside en la capacidad industrial para manufacturar ese bien
como en el caso del uranio, el carbón y el acero.
La tecnología de la guerra moderna, del transporte y de las comunicaciones ha hecho que el desarrollo de las industrias
pesadas se convierten en un elemento indispensable del poder nacional. Dado que la victoria en las guerras modernas
depende de la cantidad y calidad de equipamientos y armas de todo tipo, la competencia por el poder entre las naciones
se convierte ampliamente en una competencia por la producción de mayores, mejores implementos bélicos.

APRESTOS MILITARES

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La preparación militar requiere un establecimiento militar capaz de apoyar la política exterior que se implementa. Tal
capacidad proviene de un cierto numero de factores, entre los cuales se destacan las innovaciones tecnológicas, el
liderazgo y la cantidad y calidad de las fuerzas armadas.
𝖮 Tecnología
A menudo el destino de las civilizaciones ha estado determinado por un desequilibrio en la tecnología bélica que la
parte vencida no supo convencer de otros modos. Frecuentemente el destino de las Naciones ha estado determinado por
un desequilibrio en la tecnología bélica que la vencida no supo compensar de otros modos. Las Naciones que cuentan
con armas nucleares y los medios para descargarlas tienen una enorme ventaja tecnológica sobre sus competidores. La
posesión de armas nucleares deriva en dos paradojas que derivan de su enorme capacidad de destrucción :
Primero, dada su capacidad destructiva el aumento del arsenal nuclear no siempre significa un incremento
del poder nacional. Ya que cuando una nación posee todos los armamentos necesarios para destruir a todos sus
enemigos y toma las previsiones para atacar primero, el incremento en la posesión de armas nucleares no significa un
correlativo aumento del poder nacional ;
Segundo: Existe una relación inversa entre el poder de destrucción de las armas nucleares y su empleo
racional. Esto significa que dado su altísimo poder de destrucción indiscriminada y masiva, las mismas no pueden ser
empleadas para propósitos militares racionales. Pueden emplearse como amenaza de destrucción total para disuadir de
una guerra, pero no pueden emplearse para librar una guerra de modo racional.

𝖮 Liderazgo
La calidad del liderazgo militar siempre ha ejercido una influencia decisiva sobre el poder nacional.

𝖮 Cantidad y calidad de armamentos


El poder de una nación tamb. Depende de la cantidad de hombres y armas que disponga, y de su distribución entre las
diferentes ramas de la estructura militar.

POBLACIÓN
Cuando Pasamos de los elemento materiales, y de los combinados con elementos humanos y materiales, a los factores
que determinan el poder de una nación, es preciso distinguir entre componentes cualitativos (carácter nacional, moral
nacional y cualidades diplomáticas y del gobierno en gral.) y cuantitativos (tamaños de población).

𝖮 Distribución.
Por supuesto que seria erróneo afirmar que cuanto mayor sea la población, más poderoso es un país. Pero dado que el
tamaño de la población es uno de los factores de poder sobre el que se apoya el poder nacional, y dado que el poder de
una nación siempre se establece con la relación con el poder de otras, el tamaño relativo de la población de los
diferentes paises que compiten por el poder y, especialmente, el índice relativo de su crecimiento requieren cuidadosa
atención.
Resulta obvio que una nación no puede alcanzar un posición de predominio sin una población lo suficientemente
como para crear y aplicar los elementos materiales del poder nacional. Aunque una población demasiado grande puede
ejercer una influencia drásticamente negativa sobre el poder nacional (India, Egipto)

𝖮 Tendencias
Resulta obvia que la importancia de la predicción de las tendencias demográficas para determinar cualquier futura
distribución del poder. Aunque los demás factores permanezcan estables, un considerable descenso en la mano de obra
de una nación, significara un correlativo descenso al poder nacional.

CARÁCTER NACIONAL
𝖮 Su existencia

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El hecho de que ciertas cualidades del intelecto y el carácter ocurren más frecuentemente y tiene más valor en
determinadas naciones. Estas cualidades colocan a una nación aparte de las otras y tiene una gran capacidad de
amoldamiento a los cambios
𝖮 Carácter nacional y poder nacional
La influencia del carácter nacional no puede estar ausente cuando se trata de determinar el poder nacional, puesto que
quienes trabajan para la nación tanto en la guerra como en la paz realizan y mantienen su política, eligen y a su vez son
electos , conforman la opinión pública , producen , consumen y en mayor o menor medida son depositarios del espíritu
de esas cualidades morales e intelectuales que moldean el carácter de una nación. (inventiva e iniciativa
norteamericana, la disciplina e escrupulosidad de los germanos, etc.)

MORAL NACIONAL
Por ella entendemos el grado de determinación con el que una nación apoya las políticas internacionales de su
gobierno en épocas de paz o de guerra, impregna todas las actividades de la nación, desde la producción agrícola e
industrial hasta su estructura militar o su servicio democrático. Bajo la forma de opinión publica, proporciona un factor
intangible sin el cual ningún gobierno es capaz de llevar a cabo sus políticas con toda eficiencia. (Más elusiva y no tan
estable, pero no de menor importancia que otros factores relacionados con el poder nacional).
𝖮 Su inestabilidad
Si bien ciertos rasgos del carácter nacional pueden manifestarse fácilmente en la moral nacional del pueblo en
determinado momento histórico, no puede arribarse a ninguna conclusión sobre el carácter nacional en el sentido de
prever cual habrá de ser la moral nacional bajo determinadas contingencias. La moral nacional de un pueblo
obviamente se quebrara en algún momento. El punto de quiebre es diferente según este bajo pueblos o circunstancias
distintas.(derrotas en guerras x Ej.)
Por más impredecible que sea la moral nacional , especialmente en momentos de gran crisis , existen situaciones
obvias en que las que seguramente habrá de ser muy alta , mientras que otras condiciones diferentes las probabilidades
se inclinan hacia un bajo nivel. Cuanto más estrechamente identificado se encuentre un pueblo con las acciones y los
objetivos de su gobierno , mejores serán las oportunidades de que la moral nacional alta y viceversa.

CALIDAD DE LA DIPLOMACIA
Por más inestable que resulte, entre todos los factores que conforman el poder de una nación sobresale la calidad de
diplomacia. Todos los otros factores que determinan el poder nacional son, por así decirlo , la materia prima sobre la
que se moldea el poder de una nación. La calidad de la diplomacia de una nación combina estos factores diferentes en
un conjunto integral, les da dirección y peso y despierta sus latentes potencialidades dándoles el aliento de poder real.
La conducción de los asuntos exteriores de una nación por parte de los diplomáticos es para el poder nacional durante
tiempos de paz lo mismo que las estrategias y tácticas que los lideres militares durante tiempos de guerra. La
diplomacia es el arte de combinar los distintos elementos del poder nacional para que rindan el máximo efecto sobre
aquellos puntos de la escena internacional que más directamente conciernen al interés nacional.
La diplomacia es el “cerebro” del poder nacional, así como la moral nacional es su “alma”.

CALIDAD DE GOBIERNO
La política externa mejor elaborada y más hábilmente aplicada, apoyada por abundantes recursos materiales y
humanos, puede llegar a naufragar si no cuenta con el respaldo de un buen gobierno. El buen gobierno, considerado
como un requisito independiente del poder nacional, significa 3 cosas:
1. equilibrio entre los recursos materiales y humanos que hacen al poder nacional y la política exterior que
se emprende
2. equilibrio entre el poder nacional y la política exterior
3. apoyo popular para las políticas exteriores que se lleven adelante

𝖮 El del equilibrio entre los recursos y la política

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Un buen gobierno de comenzar por hacer unas operaciones intelectuales. Primero, elegir los objetivos y métodos de su
política exterior en función del poder disponible para respaldarlos con un máximo de probabilidades de éxito, una
nación que establece metas muy bajas, renunciando a políticas exteriores que estarían dentro del alcance de su poder,
abdica del legitimo papel que le corresponde dentro del concierto de las naciones. Una nación tmb. puede establecer
sus metas en un plano demasiado elevado y emprender políticas que no podrán ser exitosamente implementadas con
el poder que dispone.
En consecuencia, el poder nacional disponible es quien determina los limites de la política exterior. Hay una sola
excepción a esta regla y esta dada por la circunstancia de que la propia existencia de la nación se encuentre
comprometida. Entonces la política de supervivencia nacional arrasa con todas las consideraciones racionales del
poder nacional y la emergencia revierte las relaciones normales entre la política y los elementos del poder,
estableciendo la primacía del primer factor. En ese momento la nación se ve obligada a subordinar todos sus otros
intereses al de la supervivencia y a realizar una esfuerzo que racionalmente no podria esperar de ella.

𝖮 El problema del equilibrio entre los recursos

Cuando un gobierno ha conseguido llevar a su política exterior a un grado de equilibrio con el poder de que dispone,
debe aplicarse a equilibrar tmb. los diferentes elementos del poder nacional entre si. Una nación no necesariamente
alcanza su máximo de poder nacional porque sea muy rica en recursos naturales , por que cuente con una población
muy rica, etc. lo alcanza cuando tiene a su disposición una suficiente calidad y cantidad de aquellos recursos de poder
que le permitirán emprender una determinada política exterior con la máximas probabilidades de éxito

𝖮 El problema del apoyo popular


Un buen gobierno debe asegurarse que cuenta con la aprobación de su propio pueblo para sus políticas exteriores y
para las internas destinadas a movilizar los elementos del poder nacional tendientes a apoyarlas. La tarea es difícil pór
cuanto las condiciones bajo las que puede lograrse apyo popular para una política exterior no son idénticas a las
condiciones bajo las cuales una política exterior puede emprenderse exitosamente.

𝖮 Gobierno interno y política exterior


A un gobierno no le es suficiente la canalización de la opinión pública tras sus políticas exteriores tmb. debe
lograr el apoyo de la opinión publica de otras naciones para sus políticas externas e internas. Este requisito refleja los
cambios que se han producido en epocas resientes en la política exterior. La política exterior se lleva a cabo
actualmente no solo con las armas tradicionales de la diplomacia y el poderio militar, sino tmb. con la propaganda.
Por lo tanto, todo lo que estas superpotencias hagan o dejen de hacer, logren o dejen de lograg, en sus políticas
externas o internas tiene una relacion directa con su condicion de representantes y, por ende, con su poder. La
distinción entre política interna y externa tiende a desaparecer.

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