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La lucha por el
poder y la paz
Hans Morgenthau
Prólogo:
Por este libro el autor ha sido considerado el padre del realismo político en los Estados Unidos.
Tiene dos propósitos:
➢ Uno teórico: procura identificar y comprender las fuerzas atemporales que determinan las relaciones políticas
entre los Estados-naciones.
➢ Otro empírico normativo: proporcionar un mapa de ruta para el diseño y puesta en práctica de la política exterior,
en especial la de Estados Unidos, caracterizado por una triple revolución: el reemplazo del sistema multipolar
europeo por un sistema bipolar, cuyos centros están fuera de Europa; la bifurcación de la unidad moral del mundo
en dos sistemas de pensamiento y acción incompatibles y antagónicos que se disputan la lealtad de los hombres; y
el desarrollo de la tecnología nuclear que puede llevar a la destrucción universal.
Analiza el fenómeno del poder en la política internacional y la obstinada continuidad de la lucha por el
poder en todo tiempo y espacio.
Sostiene que la imperfección del mundo está dada por tres causas:
➢ El egoísmo y el deseo de poder de los hombres.
➢ La definición de los intereses nacionales de los Estados en términos de poder.
➢ La naturaleza anárquica del sistema internacional, que lleva a la única garantía de una “paz inestable” sea el
mecanismo del equilibrio de poder y no el derecho internacional, dado que sólo el poder puede frenar al poder.
Critica a la creencia “cientificista” en el poder de la ciencia para resolver todos los problemas y todos los
problemas políticos que el hombre enfrenta en la edad moderna. Destaca su incapacidad para comprender la naturaleza
del hombre, la naturaleza del mundo y la naturaleza de la razón misma. El error fundamental del racionalismo es su
percepción de que el mundo entero está dominado por la razón, una fuerza independiente y autosuficiente que, no
puede fracasar en la eliminación de los vestigios aún remanentes de la sin razón.
Criticó al viejo ideario aislacionista y al pacifismo y al racionalismo sobre los que se había fundado
históricamente la ideología política norteamericana.
Sus ideas están enraizadas en la tradición de Tucídides, Maquiavelo y Hobbes, chocaron con la fe
inconmovible en el poder del a ciencia para realizar un orden político racional y moral, derivado de
principios abstractos y universalmente aceptados y con la visión liberal de un mundo integrado por Estados- naciones
en armonía natural de intereses, vinculados comercialmente y gobernados por una “rulling class” elegida
democráticamente por una ciudadanía educada y esclarecida.
Tuvo siempre presente la cuestión de las limitaciones en el uso del poder y comprendió los peligros
de definir los intereses nacionales sin guardar relación con los recursos reales y potenciales disponibles.
En su mundo de “lucha por el poder” pero también “por la paz”, asigna un rol de primer orden a la
diplomacia a la que considera como el mejor medio, aunque insuficiente, para mantener la situación precaria de la paz.
La paz internacional se dará cuando las naciones hayan subordinado a una autoridad superior los medios de
destrucción masiva que la tecnología moderna ha puesto en sus manos, es decir, cuando hayan cedido su soberanía.
Esta teoría aún sigue dando una dura pelea en el campo teórico. Además, los supuestos básicos del realismo,
aunque modificados y ampliados en relación a su versión morgenthauniana, continúan dominando las visiones del
mundo y guiando los pasos de los dirigentes políticos de los países que ocupan los primeros escalones de la
estratificación internacional. El realismo sigue prevaleciendo tanto en el campo teórico como en la política práctica.
PRIMERA PARTE
El modo en que debe validarse una teoría de la política internacional debe ser empírico y pragmático antes
que apriorístico y abstracto. Una teoría debe aportar orden y significado a una masa de fenómenos que, sin ella,
permanecerán desasidos e ininteligibles. La problemática que enfrenta esta teoría concierne a la naturaleza de toda
política. La historia del pensamiento político moderno es la historia de la confrontación entre dos escuelas que difieren
en sus concepciones sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad y de la política:
➢ 1° escuela:
- se puede realizar el orden político según principios abstractos y universalmente aceptados.
- Bondad esencia e infinita maleabilidad del hombre
- Confía en la educación, en la reforma y en el uso de la fuerza para remediar los defectos de la falta de
conocimiento o comprensión.
➢ 2° escuela o realismo político:
- mundo es el resultado de fuerzas inherentes a la naturaleza humana, para mejorar al mundo se debe
trabajar con esas fuerzas.
- Intereses opuestos y conflictivos, los principios morales nunca pueden realizarse plenamente => se recurre al
equilibrio de intereses.
- Recurre a precedentes históricos antes que a principios abstractos y aspira a qe ocurra el mejor mal posible
antes que el bien absoluto.
la política internacional:
Diferentes aproximaciones:
Límites al entendimientos:
Dificultades que se oponen a la indagación teórica en las modalidades de la política internacional consiste en
la ambigüedad del material. Los hechos son sucesos únicos, por otra parte son análogos porque implican
manifestaciones de determinadas fuerzas sociales. Sin embargo, bajo condiciones similares deberían manifestarse de
modo semejante. “Como ningún acontecimiento y ninguna forma es completamente igual a otra, tampoco ninguna es
completamente diferente de otra”. Siempre es posible encontrar modo de establecer comparaciones.
Si se desea entender la política internacional se debe estar en condiciones de distinguir entre las similitudes y
las diferencias de dos situaciones políticas. Además, debe poderse valorar la importancia de estas similitudes y
diferencias para políticas exteriores alternativas.
La preservación de la paz es la primera preocupación de todas las naciones. Los conceptos de poder y de paz
son centrales para la discusión de la política mundial en las décadas finales del siglo XX, cuando una acumulación sin
precedentes de poder de destrucción otorga a la paz una urgencia que nunca tuvo.
La paz puede mantenerse mediante dos artificios:
➢ Equilibrio de poder.
➢ Limitaciones normativas a esa lucha por el poder (leyes internacionales, moralidad internacional y opinión
pública mundial).
3SEGUNDA PARTE
Poder
La política
político
internacional como lucha por el poder
La política internacional implica una lucha por el poder. No importa cuáles sean los fines últimos de la
política internacional: el poder siempre será el objetivo inmediato. Pueden tratar de proveer a su realización a través de
medios no políticos como la cooperación técnica con otras naciones u organizaciones internacionales. Pero apenas
intentan cumplir sus metas recurriendo a la política internacional se ven embarcado en la lucha por el poder.
Dos conclusiones del concepto de política internacional:
1. No todas las acciones que una nación puede llevar a cabo respecto de otra son de naturaleza política. Muchos actos
son realizados sin tomar en consideración ninguna razón de poder y tampoco afectan el poder de la nación que los
lleva a cabo.
2. No toda nación se encuentra todas las veces en el mismo grado de involucramiento en la política internacional. La
relación de las naciones con la política internacional tiene una cualidad dinámica. Cambia junto a las vicisitudes
del poder, que pueden empujar a una nación a la vanguardia de la lucha por el poder o quitarle la capacidad de
participar en ella.
Poder = control del hombre sobre las mentes y las acciones de otros hombres. Poder político = relación
psicológica entre quienes ejercen y aquellos sobre los que se ejercer. Otorga a los 1° control sobre ciertas acciones de
los 2° mediante el impacto que ejercen sobre las mentes de estos últimos. El impacto deriva de tres fuentes: la
expectativa de beneficios, el temor a las desventajas y el respecto o amor hacia los hombres o
instituciones (estos factores tienen importancia tanto en la política doméstica como en la política internacional)
Puede ejercerse mediante órdenes, amenazas, la autoridad o carisma de un hombre o de un equipo de hombres o a
través de la combinación de cualquiera de estos factores.
Deben hacerse cuatro distinciones:
1. Poder e influencia: el secretario de estado puede tener influencia en el presidente, pero de ninguna manera ejercer
poder sobre él, ya que puede persuadir pero no puede obligar.
2. Poder y fuerza (en el sentido del ejercicio de la violencia física): la práctica de la violencia física sustituye la
relación psicológica entre dos mentes, por la relación física entre dos cuerpos, uno de los cuales es lo
suficientemente fuerte como para dominar al otro.
En el siglo XIX, los liberales sostenían que el poder político y la guerra eran residuos de un sistema de
gobierno obsoleto y que la victoria de la democracia y el gobierno constitucional sobre el absolutismo y la autocracia
asegurarían el triunfo de la armonía internacional y de la paz permanente.
La convicción de que la lucha por el poder podía eliminarse de la escena internacional ha sido conectada con
los grandes intentos de organización mundial, tales como la Liga de las Naciones y las Naciones Unidas.
La lucha por el poder es universal en tiempo y espacio y surge como dato innegable de la experiencia. La
tendencia a dominar es un elemento de todas las asociaciones humanas, desde la familia hasta las organizaciones
políticas locales o el propio Estado.
La depreciación del rol que desempeña el poder en el campo internacional surge de dos fuentes:
➢ Una es la filosofía de las RR.II. que dominó durante buena parte del siglo XIX y que aún tiene
predicamento: el gobierno aristocrático es reemplazado por un gobierno de la clase media, la cual desarrollo un
sistema de gobierno indirecto, sustituyendo la división tradicional en clases gobernantes y gobernadas y el
método militar de la violencia desembozada, por las invisibles cadenas de la dependencia económica. Este
sistema económico se manejó mediante una red de reglas en apariencia legales que ocultaban la real existencia
de las relaciones de poder => la lucha por el poder político, tanto en los asuntos internos como en los
internacionales, terminó pareciendo sólo un accidentes histórico coincidente con un gobierno autocrático y
destinado a desaparecer con él.
➢ Las particulares circunstancias políticas e intelectuales que han determinado las relaciones de Estados
Unidos con el resto del mundo: esta identificación de poder político encontró sustento en la experiencia
norteamericana. Distinguimos 3 elementos en esa experiencia:
1. El carácter único de la experiencia norteamericana.
2. La ajenidad del continente americano con respecto a los focos de conflicto mundiales del siglo XIX.
3. El pacifismo y el antiimperialismo humanitarios de la ideología política norteamericana: “la expansión y el
imperialismo significan un atentado a la democracia…”
En 1796 la política europea y la política de poder eran lo mismo, ya que no existía otra política de poder sino
aquella en la que estaban embarcados los príncipes europeos. El apartamiento de la política europea (por poseer
intereses distintos), pudo ser considerado como el abandono de la política de poder como tal.
El “utopismo científico” creía en el fantástico progreso de las ciencias naturales permitió suponer a varios
pensadores que el mismo tipo de métodos, aplicados al comportamiento humano individual y colectivo,, significará un
avance hacia la pacificación de la existencia humana. Presupuestos de la CIENCIA DE LA PAZ:
➢ Mundo es accesible a la razón y a la ciencia, y que contiene los elementos necesarios para la armónica
colaboración de toda la humanidad. Corresponde a la ciencia descubrir estos elementos.
➢ La política de poder descubre y distorsiona la armonía de intereses, que es la verdadera naturaleza de las RR.II.
➢ Conflictos internacionales susceptibles de solución satisfactoria. Si todas las naciones fueran conscientes de sus
reales intereses, habrían comprendido que los intereses aparentemente opuestos son en realidad idénticos, que lo
que es bueno para una nación necesariamente habrá de serlo para todas y que el conflicto es un mero producto de
la ignorancia y el error.
La política interna y la internacional son dos manifestaciones del mismo fenómeno…la lucha por el poder.
se diferencian porque son diferentes las cualidades morales, políticas y sociales que predominan en cada una de estas
esferas.
Cualquier política, sea interna o internacional, cualquier fenómeno político puede reducirse a tres tipos
básicos. Una acción política procura:
➢ mantener poder: política de statu quo
➢ aumentar el poder: política imperialista
➢ demostrar poder: política de prestigio
La política de statu quo tiene al mantenimiento de la estructura de poder existente en un determinado
momento de la historia; esto no significa que tenga que oponerse a todo cambio, si bien no se opone al cambio en
general, se opone a cualquier cambio que signifique la modificación de la relación de poder entre dos o más naciones.
Los ajustes menores en la distribución de poder pueden mantener intactas las posiciones de poder relativo de las
naciones involucradas y ser compatibles con la política de statu quo.
El momento histórico que sirve de punto de referencia para la política de statu quo es frecuentemente el final
de una guerra, cuando la distribución del poder ha sido establecida en algún tratado de paz. El propósito de los tratados
es asegurar la estabilidad de la nueva distribución del poder mediante instrumentos legales.
El término “imperialismo” ha perdido su significado concreto, ya que toda nación es imperialista para
cualquier otra a quien desagrade su política exterior.
Errores muy populares de lo que el imperialismo no es:
1. No toda política exterior orientada a incrementar el poderío de una nación tiene que ser, por fuerza,
una manifestación de imperialismo: si la política tiende a hacer ajustes del statu quo, no tiene por qué ser una
política imperialista1.
2. No toda política exterior que procure el mantenimiento de un imperio ya existente es imperialismo.
3. Teorías económicas del imperialismo.
Los marxistas equiparaban al capitalismo con el imperialismo, los liberales consideraban al imperialismo
como producto de desacoples dentro del sistema capitalista, los adherentes a la teoría “demoníaca” sostenían que
imperialismo y guerra no era más que una conspiración de capitalistas malvados para conseguir ganancias personales.
Cualquier explicación económica del imperialismo fracasa ante la prueba de la experiencia histórica. Las
teorías económicas del imperialismo no encuentran correlato en la experiencia del período histórico al que teóricamente
deberían estar arraigadas, es decir al período del capitalismo. El período de mayor auge de la expansión colonial, que
todas las teorías económicas asocian con el imperialismo, es anterior a la etapa de madurez del capitalismo.
1
Política orientada a la ruptura del statu quo y a la modificación de las relaciones de poder entre una o varias naciones.
Pueden ser mejor explicados mediante la consideración de ciertas situaciones típicas que favorecen las
políticas imperialistas.
Las guerras victoriosas: cuando se produce una guerra entre dos naciones es bastante probable que la nación
triunfadora proseguirá una política que procure un cambio permanente en las relaciones de poder con su enemigo
derrotado. La vencedora adoptará esta política sin reparar en cuáles eran sus objetivos al momento de la ruptura de
hostilidades. Una guerra iniciada por el triunfador como medio de defensa del statu quo de preguerra, con la
proximidad de la victoria se convierte en una guerra imperialista, o sea en el intento de un cambio permanente del statu
quo.
Las guerras perdidas: puede engendrar en el vencido el deseo de cambiar de papeles con el vencedor, modificar el
statu quo creado por la victoria y cambiar de posición en la jerarquía de poder. la política imperialista emprendida por
el triunfador antes de la victoria puede llegar a transformarse en una política imperialista, esta vez de parte del
derrotado. Si no queda arruinado para siempre o no se integra a la causa del vencedor, el vencido deseará recuperar lo
que perdió y de ser posible, más aún.
Debilidad: la existencia de estados débiles o con espacios políticamente vacíos que suscitan la apetencia de un
estado más poderosos. De esta situación nace el imperialismo colonial.
Imperio mundial: impulso hacia la expansión que no conoce límites racionales, se alimentan de sus propios triunfos y
si no los detiene una fuerza superior llegan hasta los confines del mundo político. Ese apetito no será saciado en tanto
exista algo en algún sitio, algún posible objeto de dominación, algún grupo de hombres políticamente organizados que
con su independencia desafíen la desafíen la sed de poder del conquistador. Pero este imperialismo ilimitado siempre
ha concluido en la ruina.
Imperio continental: es un imperialismo geográficamente determinado.
Preponderancia local: procura destruir el statu quo para reemplazarlo por una hegemonía política dentro de límites
previamente elegidos. Los límites de esta clase de imperialismo no son el resultado primario de los hechos objetivos de
la naturaleza, más allá de los cuales sería técnicamente difícil o políticamente inadecuado ir. Son en principio la
resultante de una libre opción entre varias alternativas, entre ellas una política de statu quo, otra de un imperialismo
continental y una tercera un imperialismo localizado.
Del mismo modo que existen tres clases de imperialismo según las circunstancias en las que el imperialismo
surge y tres clases de imperialismo en consideración a sus objetivos, también es posible hacer una triple distinción
según los medios típicos que emplean las políticas imperialistas.
Un error común tiende a confundir estos tres métodos con los objetivos del imperialismo, suponiendo que el
imperialismo económicos no busca otra cosa que no sea la explotación económica de otras naciones. Este error tiene su
base en las teorías económicas del imperialismo y en la falta de la debida consideración del factor poder en las
relaciones internacionales. Por cierto que el imperialismo militar procura la conquista militar, el imperialismo
económico, la explotación económica de otras naciones y el imperialismo cultural, el reemplazo de una cultura por otra.
Pero los tres responden siempre a un mismo fin imperialista, la destrucción de un statu quo o al cambio de la relación
de poder entre la potencia imperialista y sus posibles víctimas. Ese fin invariable puede ser atendido por medios
militares, económicos o culturales, en forma combinada o individual.
Para los que manejan la política exterior es difícil distinguir la política exterior de otra nación con el tipo de
política exterior que debe adoptarse frente a ella. La respuesta equivocada implica un grave peligro o la destrucción.
Debido a que las políticas del imperialismo y las del statu quo son diferentes en su naturaleza, las políticas
destinadas a contrarrestarlas también son diferentes. Una política apropiada para neutralizar otra de statu quo sería
insuficiente para enfrentar una política imperialista.
El imperialismo, cuyos fines son la destrucción del esquema de poder existente. Debe ser combatido con una
política de contención que reclame un cese de la agresión ulterior, a la expansión o a cualquier otra modificación del
statu quo por parte de la potencia imperialista.
El apaciguamiento es una política exterior que intenta enfrentar la amenaza del imperialismo con métodos
adecuados para una política de statu quo. El apaciguamiento y el imperialismo están lógicamente correlacionados. Una
política de apaciguamiento presupone en cierta medida una política de imperialismo. El Estado A desarrolla una
política de apaciguamiento con respecto a un Estado B, al mismo tiempo estamos diciendo que el Estado B desarrolla
una política imperialista con respecto al Estado A.
La concesión puede ser buena o mala según las circunstancias. Si está basada en la debilidad o miedo es inútil
y fatal. Sólo la concesión proveniente de la fuerza es magnánima y noble, y puede convertirse en el camino más seguro
y tal vez único hacia la paz mundial.
El temor del supuesto imperialismo del adversario que produce un contraimperialismo que da sustancia al
temor original. Los efectos distorsivos de los temores mutuos son particularmente pronunciado cuando las políticas
exteriores antagónicas están enmarcadas en ideologías totalizadoras que pueden o no corresponder a las políticas
exteriores efectivamente en curso. A las grandes potencias el temor les hace interpretar la realidad en términos de una
ideología de la que el temor puede alimentarse. Entonces las medidas que adoptan para protegerse de lo que podría ser
un peligro imaginario confirma en la otra parte los temores y la mala interpretación de la realidad. Luego se toman
contramedidas contra aquellas medidas, que encuentran una confirmación similar y así sucesivamente. El temor de un
bando sustenta el temor del otro.
El problema de la determinación:
Dos errores que debe tratar de evitar una política exterior inteligente (aquella capaz de reconocer el
imperialismo donde existe, y de determinar su naturaleza específica) son:
➢ El apaciguamiento = intento de llegar a un compromiso con un imperialismo no reconocido como tal
➢ El temor = suscita un imperialismo inexistente.
Esta política exterior inteligente debe enfrentar las siguientes dificultades:
1. “El imperialismo es una política de conquista. Pero no toda política de conquista es imperialista”. Es preciso hacer
una distinción entre una política de conquista que opera dentro del statu quo existente y otra que procura
destruirlo.
2. En los casos en que una política es planteada en términos territoriales, la índoles de estos objetivos territoriales
podrá, a veces, indicar la naturaleza de la política en cuestión. El objetivo puede ser un área estratégica, cuya
adquisición en sí implique un cambio en las relaciones de poder en la región donde se halla enclavada. Puede
encontrarse una dificultad adicional si la política exterior usa vehículos de penetración económica o cultural.
Estos métodos son ambiguos en vista del carácter de la política a que sirven, pero su ambigüedad es mucho
mayor que la de los métodos militares. La expansión económica y cultural se manifiesta sin definir claramente
áreas. Es una tarea dificultosa identificar la expansión económica o cultural como instrumentos del imperialismo
en contraste a idénticas políticas que no ocultan objetivos de poder tras sí y que no son imperialistas.
Política de prestigio es un instrumento mediante el cual las políticas de statu quo e imperialista trata de
llevar a cabos sus fines. La aspiración al reconocimiento social es una poderosa fuerza dinámica que determina las
relaciones sociales y crea las instituciones en cualquiera de las dos esferas. Finalidad = impresionar a otras naciones
con el poder que mi nación realmente posee o con el poder que cree o que quiere que otras naciones crean que la
nuestra posee. Dos instrumentos están al servicio de este propósito: el ceremonial diplomático y el despliegue de la
fuerza militar.
Ceremonial diplomático:
Las relaciones entre los diplomáticos representan instrumentos de una política de prestigio, puesto que los
diplomáticos son las imágenes simbólicas de sus respectivos países. El respeto que se les tributa es rendido a los países
que representan. El respeto que ellos tributan, en realidad corresponde a una manifestación de los países que
representan. El insulto que interfieren o que reciben también realiza ese tránsito a los respectivos países.
Para lograr sus fines, la política de prestigio recurre a las demostraciones militares además del empleo de los
manejos diplomáticos. La fuerza militar es la obvia medida del poder de una nación, su mostración sirve para
impresionar a las demás.
El prestigio se usa tanto para disuadir como para preparar la guerra. El prestigio de una nación debe ser lo
suficientemente importante como para disuadir a las otras de embarcarse en una guerra contra esa nación tan
prestigiosa.
➢ El prestigio por el prestigio mismo: sólo los egocéntricos intrépidos se aventuran a proseguir una política de
prestigio por si misma.
➢ El apoyo a políticas de statu quo o imperialista: sean cuales fueren los objetivos finales de la política exterior de
una nación, su prestigio resulta siempre un factor de primer orden para determinar el éxito o fracaso de su política
exterior. En consecuencia, la política de prestigio es siempre un factor imprescindible de cualquier política
exterior racional.
El prestigio se ha vuelto importante como arma política en los tiempos modernos, cuando la lucha por el
poder no sólo requiere los métodos tradicionales de la presión política y la fuerza militar, sino otros instrumentos más
adecuados para triunfar en la lucha por conquista las mentes de los hombres.
A una nación no le basta con llevar adelante una política de prestigio. Corre el peligro cuando, insegura de su
poder, lo reviste con una medida de prestigio fuera de toda proporción con su real importancia. El prestigio de una
nación no está determinado por el éxito o fracaso de una acción particular en un momento determinado de su historia.
Por el contrario, refleja la suma total de las cualidades y acciones de una nación, de sus éxitos y fracasos, de sus
recuerdos históricos y aspiraciones.
Lo mejor que puede hacer la sabiduría política con la ventaja inicial que otorga esta clase de política es
emplearla con el propósito de aumentar el poderío real de la nación hasta hacerlo llegar al nivel que proclama la
política de engaño. En tanto las demás naciones caen y permanecen en el engaño se puede aprovechar ese tiempo para
armonizar prestigio y poder real.
La verdadera naturaleza de la política (tanto nacional como internacional) se oculta tras justificaciones
ideológicas y racionalizaciones. Cuando más enmarañado se encuentra un individuo en la lucha por el poder menos
probable es que vea la naturaleza de la lucha por el poder.
Los políticos manifiestan una inclinación inagotable a no querer ver qué es lo que están haciendo cuando se
refieren a su política no en términos de poder sino a través de principios éticos o legales o de necesidades
biológicas, que tienen una doble función:
➢ Son los objetivos para cuya realización se busca el poder político
➢ Son los pretextos y frentes falsos detrás de los cuales se oculta el elemento de poder implícito en toda política
(ideología).
En tanto cualquier política implica necesariamente una búsqueda del poder, las ideologías posibilita una
participación en esta lucha por el poder que está revestida de una forma psicológica y moralmente viable tanto para los
actores como para su auditorio.
Si una nación abandona las ideologías y sostuviera abiertamente que su meta es el poder y que en pos de la
se opone a aspiraciones análogas de otras naciones, se vería que cohesionaría a las demás naciones en una resistencia
cerrada a esa política tan claramente declarada, lo que llevaría a la ación a disponer de un mayo poder que el que sería
necesario emplear si recurriera a otra metodología.
A los efectos de conseguir la unión del pueblo en torno a la política exterior del gobierno y el respaldo de
todas las energías y recursos nacionales, el jefe de Estado debe invocar necesidades biológicas y principios morales
antes que el poder. no existe otro modo para que una nación pueda obtener el fervor y la voluntad de sacrificarse,
elementos sin los que ninguna política exterior puede sortear la prueba final, la de la fuerza.
La naturaleza de la política internacional indica que las políticas de corte imperialista emplean casi siempre
enmascaramientos ideológicos, mientras que las políticas de statu quo frecuentemente se presentan tal como realmente
son.
La política de statu quo por lo general está en condiciones de mostrar su propia naturaleza y dejar de lado los
encubrimientos ideológicos puesto que la propia existencia del statu quo ya le ha dado una cierta legitimidad moral.
Sin embargo, por ejemplo cuando la política de statu quo se vale del derecho internacional para invocar
términos como “orden bajo la ley” o “procesos legales ordinarios” procura apoyo para una determinada política
exterior, por lo tanto es un encubrimiento ideológico.
Cualquier política de tipo imperialista necesita en todos los casos una ideología, puesto que, a diferencia de lo
que ocurre con las políticas de statu quo, al imperialismo siempre se le exige que cargue con la responsabilidad de
aportar la prueba. Debe probar que el statu quo que intenta destruir realmente merece ser destruido y que el sustento
moral debe originar un más alto principio de moralidad en el que se apoye la exigencia de una nueva distribución del
poder.
Ideologías ambiguas:
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Manheimn sostiene que “una concepción particular de ideología se encuentra implícita cuando el término denota que somos
escépticos con respecto a las ideas y representaciones propuestas por nuestro oponente. Las consideramos como encubrimientos no
del todo consciente de la naturaleza real de la situación, cuya presentación en términos reales contraria sus intereses”. (Esto está en
los apuntes de Camusso de Ideas).
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Llegar a un diferenciación de las fuerzas reales que actúan tras los encubrimientos ideológicos es difícil por
la complejidad natural que implica develar el verdadero significado de cualquier acción humana, más allá de que el
actor cree o simula significar. El problema se ve agravado por otras dos dificultades que son características generales
de la política internacional:
➢ Diferenciar un alarde de las políticas de prestigio, del encubrimiento ideológico del imperialismo real.
➢ Descubrir, detrás de una ideología de statu quo o de imperialismo localizado, el verdadero significado de la
política que una nación realmente persigue.
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¿Cuáles son los elementos que hacen al poder de una nación en relación a otras?¿Cuáles son los elementos
constitutivos del Poder Nacional?
GEOGRAFÍA
La ubicación geográfica de una nación tienen importante influencia en sus relaciones con las demás Naciones. Esta
circunstancia no ha logrado modificarse muy importantemente ni siquiera con el avance en los transportes y las
comunicaciones. Para cada uno de las Naciones, sus “barreras” geográficas significan ventajas y desventajas que deben
y en los hechos son aprovechadas por los estrategas.
RECURSOS NATURALES
También los recursos naturales son otro factor de con relativa estabilidad para una nación, y de gran influencia en su
poder.
𝖮 Alimentos
Un país autosuficiente -o cercano a serlo- en materia de producción de alimentos posee una enorme ventaja sobre otra
Nación que no lo es, y que entonces tiene que importar alimentos o sufrir hambre. Así
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𝖮 Materias Primas
Lo dicho respecto de los alimentos, tiene validez para la producción de materias primas o más bien respecto
de aquellos recursos naturales que son importantes para la producción industrial o bien para la producción de la
industria bélica. Esto hace que el poderío de una nación en este campo dependa también de la tecnología bélica de cada
momento histórico.
La influencia que el control de las materias primas puede ejercer sobre el poder nacional queda demostrado en nuestros
días (uranio???)
El poder del petróleo.
Desde la primera Guerra Mundial, el petróleo como fuente enérgica ha venido siendo más y más importante para la
industria y para la guerra. La mayor parte de las armas mecánicas y vehículos funcionan a base de petróleo. En
consecuencia, los países que poseen considerables yacimientos de petróleo han adquirido una gran influencia en los
asuntos internacionales que en algunos casos debe atribuirse primaria y no exclusivamente, a esa posesión.
El petróleo se ha convertido en un elemento vital de las naciones industrialmente avanzadas, muchas de las cuales
carecen totalmente de el o dependen considerablemente de su importación desde otras naciones.
El poder que confiere el petróleo es, ante todo, resultado del desarrollo tecnológico de las modernas naciones
industrializadas. 15 o 20 años atrás el petróleo no confería tal poder a las naciones productoras puesto que su uso vital
para la industria era limitado. Cuando las naciones que cuentan con vastos yacimientos de petróleo son capaces de
cooperar y coordinar políticas, como la de los Estados exportadores en 1973, están en condiciones de estrangular a las
naciones consumidoras y pueden imponerles condiciones políticas que estas solo pueden negarse a aceptar el precio de
enormes desajustes políticos, económicos y sociales (quien se hubiera imaginado que un grupo de beduinos. ).
Es importante señalar que mientras las naciones productoras de petróleo cooperen contra las naciones consumidoras,
mientras entre ellas no exista competencia por mercados o por ventajas económicas o políticas, serán virtualmente
capaces de imponer cualquier condición de las naciones consumidoras.
Finalmente, si se considera esta situación creada por el empleo político del petróleo desde un punto de vista
globalizador, se advierte que es el resultado especifico de la ppal característica de la política mundial : el divorcio entre
las estructuras organizativas y los procesos políticos con los cuales actuamos en el escenario mundial, por una parte, y
por otra, así resulta inpactante la total irracionalidad que significa abandonar el poder del control nuclear, que poede
destruir a la humanidad, en manos de Estados nacionales soberanos.
CAPACIDAD INDUSTRIAL
Otro factor de poder en la nación es la capacidad industrial ya que si bien poseer materias primas de muy beuna calidad
su importancia desde el punto de vista estratégico y militar reside en la capacidad industrial para manufacturar ese bien
como en el caso del uranio, el carbón y el acero.
La tecnología de la guerra moderna, del transporte y de las comunicaciones ha hecho que el desarrollo de las industrias
pesadas se convierten en un elemento indispensable del poder nacional. Dado que la victoria en las guerras modernas
depende de la cantidad y calidad de equipamientos y armas de todo tipo, la competencia por el poder entre las naciones
se convierte ampliamente en una competencia por la producción de mayores, mejores implementos bélicos.
APRESTOS MILITARES
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𝖮 Liderazgo
La calidad del liderazgo militar siempre ha ejercido una influencia decisiva sobre el poder nacional.
POBLACIÓN
Cuando Pasamos de los elemento materiales, y de los combinados con elementos humanos y materiales, a los factores
que determinan el poder de una nación, es preciso distinguir entre componentes cualitativos (carácter nacional, moral
nacional y cualidades diplomáticas y del gobierno en gral.) y cuantitativos (tamaños de población).
𝖮 Distribución.
Por supuesto que seria erróneo afirmar que cuanto mayor sea la población, más poderoso es un país. Pero dado que el
tamaño de la población es uno de los factores de poder sobre el que se apoya el poder nacional, y dado que el poder de
una nación siempre se establece con la relación con el poder de otras, el tamaño relativo de la población de los
diferentes paises que compiten por el poder y, especialmente, el índice relativo de su crecimiento requieren cuidadosa
atención.
Resulta obvio que una nación no puede alcanzar un posición de predominio sin una población lo suficientemente
como para crear y aplicar los elementos materiales del poder nacional. Aunque una población demasiado grande puede
ejercer una influencia drásticamente negativa sobre el poder nacional (India, Egipto)
𝖮 Tendencias
Resulta obvia que la importancia de la predicción de las tendencias demográficas para determinar cualquier futura
distribución del poder. Aunque los demás factores permanezcan estables, un considerable descenso en la mano de obra
de una nación, significara un correlativo descenso al poder nacional.
CARÁCTER NACIONAL
𝖮 Su existencia
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MORAL NACIONAL
Por ella entendemos el grado de determinación con el que una nación apoya las políticas internacionales de su
gobierno en épocas de paz o de guerra, impregna todas las actividades de la nación, desde la producción agrícola e
industrial hasta su estructura militar o su servicio democrático. Bajo la forma de opinión publica, proporciona un factor
intangible sin el cual ningún gobierno es capaz de llevar a cabo sus políticas con toda eficiencia. (Más elusiva y no tan
estable, pero no de menor importancia que otros factores relacionados con el poder nacional).
𝖮 Su inestabilidad
Si bien ciertos rasgos del carácter nacional pueden manifestarse fácilmente en la moral nacional del pueblo en
determinado momento histórico, no puede arribarse a ninguna conclusión sobre el carácter nacional en el sentido de
prever cual habrá de ser la moral nacional bajo determinadas contingencias. La moral nacional de un pueblo
obviamente se quebrara en algún momento. El punto de quiebre es diferente según este bajo pueblos o circunstancias
distintas.(derrotas en guerras x Ej.)
Por más impredecible que sea la moral nacional , especialmente en momentos de gran crisis , existen situaciones
obvias en que las que seguramente habrá de ser muy alta , mientras que otras condiciones diferentes las probabilidades
se inclinan hacia un bajo nivel. Cuanto más estrechamente identificado se encuentre un pueblo con las acciones y los
objetivos de su gobierno , mejores serán las oportunidades de que la moral nacional alta y viceversa.
CALIDAD DE LA DIPLOMACIA
Por más inestable que resulte, entre todos los factores que conforman el poder de una nación sobresale la calidad de
diplomacia. Todos los otros factores que determinan el poder nacional son, por así decirlo , la materia prima sobre la
que se moldea el poder de una nación. La calidad de la diplomacia de una nación combina estos factores diferentes en
un conjunto integral, les da dirección y peso y despierta sus latentes potencialidades dándoles el aliento de poder real.
La conducción de los asuntos exteriores de una nación por parte de los diplomáticos es para el poder nacional durante
tiempos de paz lo mismo que las estrategias y tácticas que los lideres militares durante tiempos de guerra. La
diplomacia es el arte de combinar los distintos elementos del poder nacional para que rindan el máximo efecto sobre
aquellos puntos de la escena internacional que más directamente conciernen al interés nacional.
La diplomacia es el “cerebro” del poder nacional, así como la moral nacional es su “alma”.
CALIDAD DE GOBIERNO
La política externa mejor elaborada y más hábilmente aplicada, apoyada por abundantes recursos materiales y
humanos, puede llegar a naufragar si no cuenta con el respaldo de un buen gobierno. El buen gobierno, considerado
como un requisito independiente del poder nacional, significa 3 cosas:
1. equilibrio entre los recursos materiales y humanos que hacen al poder nacional y la política exterior que
se emprende
2. equilibrio entre el poder nacional y la política exterior
3. apoyo popular para las políticas exteriores que se lleven adelante
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Cuando un gobierno ha conseguido llevar a su política exterior a un grado de equilibrio con el poder de que dispone,
debe aplicarse a equilibrar tmb. los diferentes elementos del poder nacional entre si. Una nación no necesariamente
alcanza su máximo de poder nacional porque sea muy rica en recursos naturales , por que cuente con una población
muy rica, etc. lo alcanza cuando tiene a su disposición una suficiente calidad y cantidad de aquellos recursos de poder
que le permitirán emprender una determinada política exterior con la máximas probabilidades de éxito
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