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ISSN: 1608-893X Precio: $ 1.

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no. 167

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Contar La Habana.
Tres cronistas latinoamericanos Un día en Manila
Jorge Fornet Ricardo Alberto Pérez

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Poesía Cinco poetas italianos
Omar Pérez Gaetano Longo

Librería Fayad Jamís en su reapertura este 2021. Fotografía de Betsi Molina


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cho, el cronista percibe de inmediato que

Jorge Fornet «los pasajeros que viajan desde Santiago


a La Habana en estos vuelos especiales y
baratos también son diferentes», y basta
Palabra viva echarles un vistazo para reconocer «algu-

CONTAR LA HABANA.
Contar La Habana.
Tres cronistas latinoamericanos
nas barbas, algún chaleco artesanal resuci-
-Jorge Fornet- tado para emprender esta aventura. Y uno
(2) también se reconoce en este viaje en pos

TRES CRONISTAS
de algún sueño» (70). La más amable de
Poesía estas crónicas de Lemebel no se detiene en
El traductor d zombies
-Omar Pérez- las contradicciones propias del universo al

LATINOAMERICANOS*
(4) que está entrando sino en su colisión con los
valores del resto del mundo. Allí, suspendi-
do en el aire, parece cumplirse el sueño de
Aire fuerte igualdad, pero al mismo tiempo se trata
¿Para qué escribo? ¿Quién me lee?
-Enrique Pérez Díaz- de un viaje a la nostalgia, al pasado. Esas
(5) Asediada siglos atrás por los piratas y los barbas y chalecos «resucitados» nos ha-
ingleses, y desde hace más de doscientos blan ante todo de lo que fue. La utopía, pa-
Vivir el cuento años por los más inesperados visitantes, radójicamente, se encuentra en el pasado.
Un día en Manila La Habana emerge en memorias, cartas, La siguiente crónica, titulada «La Ha-
-Ricardo Alberto Pérez-
(7) diarios o relatos de artistas y de escrito- bana Vieja», descubre la ciudad y su gente,
res que rozan o inundan textos, lo mismo y muestra la fascinación con una «Amé-
Portal de la Condesa de Merlin y Fredrika Bremer, rica tan cruzada por el mestizaje», por la
Cinco poetas italianos que de Eça de Queiroz y Anaïs Nin; tanto de «chispeante contaminación racial». Pero
-Gaetano Longo-
Isadora Duncan, Sarah Bernhardt, Fanny de inmediato el cronista percibe el contras-
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Essler y Anna Pávlova, como de Langston te chocante entre quienes viven la ciudad
Lo que viene Hughes, Federico García Lorca, Juan Ramón y quienes la visitan. «Lo más protegido»,
Daño colateral, una poesía sorprendente Jiménez y Wallace Stevens. En otro regis- nota Lemebel, «es el ocio de los visitan-
-Damaris Calderón- tro, ha servido de escenario a la novelística tes que deambulan por la isla como Pedro
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del raro Joseph Hergesheimer y de célebres por su casa gozando cerdamente esta ma-
La voz del escriba como Ernest Hemingway y Graham Greene. ravilla de ciudad con el salvoconducto del
Un poeta en pandemia El hecho es que desde que Alexander von dólar». Sabe que «con el cruel metal de la
Entrevista con Alfredo Zaldívar Humboldt escribiera en su Ensayo político social diferencia», «con la billetera llena se
-Marilyn Bobes- sobre la isla de Cuba que «La vista de La puede conseguir hasta una sirena caribeña
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Habana a la entrada del puerto es una de asada al palo». Este privilegio de los extran-
La letra que dialoga las más alegres y pintorescas de que pue- jeros, quienes pueden pagarse «los más
Riesgos del pensamiento de gozarse en el litoral de la América equi- exóticos gustos», está vedado al pueblo
-Basilia Papastamatíu- noccial», la ciudad no ha dejado de ser un cubano, que «tiene que mirar desde su ra-
(12) lugar privilegiado para la mirada y escritura cionamiento el relax goloso de las visitas.
Letra con filo de pobladores y viajeros. Tiene que pasar por la humillación de no
El brillo de su alma El triunfo de la revolución de 1959 añadió ser admitido en los hoteles lujosos o nuevos
-Antonio Armenteros- un valor particular y acentuó el interés por resorts que se construyen para el bienveni-
(13) la urbe. Ya no se trataba solo del sitio entre do dólar».
exótico y pintoresco que atraía a curiosos Hasta este punto la mirada del cronis-
El desfasaje
-Rogelio Riverón- o turistas ocasionales. Ahora era además, o ta coincide con la de la mayor parte de quie-
(14) sobre todo, otra cosa. Es decir, más que de nes llegan a la Cuba de los noventa, asediada
un lugar, se trataba de una experiencia que por la crisis y por las ostensibles y doloro-
De todas partes atrajo la pasión de intelectuales de todos sas diferencias entre habitantes y turistas;
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los confines, quienes empezarían a viajar pajo, auguraban la «hora final de Castro». esa mirada que supone el fin de un pro-
en masa a la capital cubana. De esa avalan- De más está decir que eran impensables, a yecto político y social. Pero de inmediato el
Directora cha surgirían análisis, reportajes y crónicas esas alturas, miradas generosas y esperan- cronista agrega matices que suponen cierta
Basilia Papastamatíu que darían fe de un paisaje y, por encima zadas como las de García Márquez y Cor- continuidad de ese proyecto malherido, y
suyo, de una época singular. Buena parte de tázar en la década del setenta. Aun así, la algo de simpatía personal: «el bello y orgu-
Subdirector
Rogelio Riverón la mirada «extranjera» sobre La Habana a primera en que me detendré de esta nue- lloso pueblo [cubano], debe enfrentar con-
partir de entonces cuajaría en crónicas re- va época conserva algo de aquel aliento. tinuamente esta injusticia económica que
Edición y corrección veladoras e impresiones que vale la pena Para quienes llegaron en los años noventa lo agrede en su propio suelo, en su propio
María Guadalupe Rouco Núñez
revisitar. Como es natural, si se las lee de no se trataba ya, en cambio, de un sistema sueño aún vigente, y a pesar de todo», aña-
Diseño conjunto es fácil percibir cómo las miradas erosionado sino prehistórico. de, «aun respaldando el protagonismo de
Lisvette M. irán modificándose a medida que lo hace Me gustaría comenzar por las crónicas esta difícil empresa que a toda costa quie-
también la influencia de Cuba, hasta lle- que el chileno Pedro Lemebel escribió con re mantener a flote la cuestionada osadía de
Comunicación
Giselle Lucía Navarro gar a un distanciamiento que se acentuaría motivo de su primer viaje a Cuba, invitado a ser independientes, de querer tener un sis-
sobre todo a partir de la última década del la Sexta Bienal de Arte en 1997 (y que inte- tema social más justo». Entiende, a la vez,
Consejo Editorial siglo pasado, cuando la isla sufrió cambios grarían la sección «Todo azul tiene un co- que «los costos revolucionarios [son] di-
Jesús David Curbelo, María Elena Llana, fíciles de calificar por una mirada tal vez
inesperados y dramáticos que alterarían su lor», de Adiós mariquita linda). Sin lugar a
Leyla Leyva, Marilyn Bobes, Enrique Pérez Díaz,
Nelson Simón, Daniel Díaz Mantilla destino y su papel en el imaginario latinoa- dudas la experiencia cubana provocaba en pasajera, tal vez turística, tal vez influen-
mericano, lejano ya de la utopía que alguna Lemebel sentimientos ambiguos, similares ciada por la inmediatez de leer el paisaje
Coordinación vez encarnara. Me centraré aquí en unas po- a los que sostiene en su célebre manifies- político de una nación que quiso alterar el
Betsy Molina
cas de las numerosas crónicas «habane- to «Hablo por mi diferencia»: el drama del rumbo de su colonial historia con el lacre
Centro Cultural Dulce María Loynaz ras» escritas por autores latinoamericanos militante de izquierda que se siente dis- despertar de su valerosa trasgresión» (73).
Calle 19 #502, esq. a E en el último cuarto de siglo. criminado por aquellos que deberían ser Repentinamente la voz del cronista se cues-
El Vedado, Plaza, La Habana, Cuba Por lo pronto debo recordar que, tras sus compañeros de lucha. La primera de tiona a sí misma y pone en entredicho su
Teléfono años en los que declinó el interés literario (y aquellas crónicas, «Cubana de Aviación», propia capacidad para hacer inteligible al
7832-03-31 el interés a secas) en la isla, cuando se asen- cuenta con simpatía la entrada a otro mun- forastero la particular realidad de la isla. Ese
tó un modelo de sociedad que no parecía do. Para llegar a Cuba hay que pasar antes cuestionamiento es clave porque de alguna
Correo
generar sorpresa o giro alguno, sobrevino la por un proceso de aprendizaje en esa aero- manera tiñe el relato, tanto como las dos
mstavrou@enet.cu
explosión. En 1989, y sobre todo tras la de- línea que, generosamente, él llama en al- crónicas que le suceden.
En Internet saparición de la Unión Soviética dos años más gún momento «la mejor de todas». Allí los «Llegando a La Habana», la tercera de
www.cubaliteraria.cu/descargas tarde, pareció que de repente la historia le valores y patrones conocidos están altera- ellas, propone cierta violación de la crono-
En Facebook daba la espalda a la isla y la abandonaba a dos, y la azafata se ve obligada a advertirle logía pues lo que narra es el arribo a la ciu-
La Letra del Escriba su suerte. Es obvio que, para entonces, el «a una vieja pituca que en esta línea no hay dad y la salida del aeropuerto, es decir, las
lugar de Cuba no podía ser más incierto. primera clase, ni asientos vips, ni atención primeras impresiones del recién llegado.
Proliferaron entonces vaticinios que de una especial. Que aun en el aire, chica, sigue la Debemos suponer —aunque la continuidad
manera u otra, con mayor o menor despar- revolución» (Lemebel, 2006: 69). De he- de la lectura esté alterada por el orden de
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las crónicas— que esas impresiones son las Hay otra manera de entender esta histo- cartel en el 162 indicaba que era la Casa Mu- el valor específico de la imagen, anulándola
que siguen a la experiencia un tanto idíli- ria. Las narrativas de la Cuba de los noventa seo de Lezama Lima» (Aira, 2016: 59-60). con algún relato o epígrafe explicativo, un
ca en el vuelo de Cubana de Aviación. A la ubican en un lugar protagónico la figura del Lo que más le gustó del pequeño apar- objeto como ese «es un modelo que sirve a
luminosidad implícita allí se opone la oscu- jinetero que inundó, por cierto, la cuentísti- tamento, dice, fueron los objetos que ha- mis meditaciones de novelista. Dentro de una
ridad que el cronista encuentra a su llega- ca y la novela del momento. Según esa ló- bía sobre las bibliotecas y que la guía le fue novela puede haber objetos [...] refractarios
da, la cual es acompañada por un discurso gica, Adolfo sería un jinetero que se acerca señalando; «todos aparecen en un pasaje al discurso mismo en el que viven» (66).
sorprendente: «La Habana parece dormir al turista llevando a cuestas una historia u otro de Paradiso: el cofre alemán, el bis- Es llamativa para el autor, y por extensión
en medio del apagón de racionamiento, y dramática, sacándole probablemente algo cuit francés firmado [...]. Y en un rincón del para sus lectores, la proliferación de obje-
lo único que resplandece al flashazo de las de dinero, prometiéndole amor y, en su ca- recibidor, sobre un estante, un objeto ver- tos con características similares. En el resto
luces del bus es el carteleo que machaca so, negándose al sexo, antes de desapare- daderamente maravilloso: “Es el vaso da- de su estadía en La Habana, asegura Aira,
de versos y poemas la oscura llegada. [...] cer. Lo interesante es que Lemebel desecha nés, que aparece en Paradiso en un episodio «vi muchísimos de estos objetos en todos
frente a esta cinta pobre que exagera el na- esa historia cínica y autentifica el relato del importante: al niño Cemí se le cae al suelo y los museos que visité. Casi podría decir que
cionalismo se experimenta la sensación de joven. Al creerlo y trasladarnos esa historia se rompe”» (62). Aira va entonces al deta- no vi otra cosa. [...] Nunca había notado la
acoso leyendo y releyendo la enamorada como cierta, genera una lectura totalmen- lle. Nota que el vaso danés tenía un «dibujo cantidad de imágenes pintadas que pue-
poética de su reiteración» (74). te distinta a la dominante. De ese modo, abigarrado y minucioso [...] de casas, árbo- den cubrir la superficie de los objetos. Dadas
La última de las crónicas, «El fugado de el ciclo abierto en el vuelo de Cubana de les, calles, autos, all over, tan detallado que las circunstancias, decidí que era una carac-
La Habana», es la más personal de todas Aviación se cierra con la experiencia vivida se ve el número de ventanas de cada casa, terística cubana» (77). En esa misma línea,
y recuerda en no poca medida Antes que casi al límite con el joven pintor —en la cual las hojas de cada árbol, la marca y el modelo en el Museo de la Ciudad encuentra una
anochezca, pero en un tono amigable que se prevaleció la cordura de este—. Leer esa de cada auto, los postes de luz, el empedra- vajilla decorada con escenas que le hacen
aparta de la rabia del relato de Arenas. Una travesía implica seguir un camino descon- do de las calles piedra por piedra, todo den- pensar en la historia de un fugitivo que crea
vez concluida la inauguración de la Bienal, certante y placentero a la vez, cargado de tro de los milímetros. Una ciudad entera, se un relato novelesco a partir de las imágenes
cuando Lemebel aún se encuentra en la pla- decepciones pero también de admiración diría, un día de semana...» (63). Dicho ob- que va viendo en el fondo de cada uno de los
za donde tuvo lugar el acto inicial, conoce a por un proyecto desafiante. Las miradas del jeto, piensa Aira, podría abrirle «un camino platos. Y encuentra allí Aira, también, el ob-
un pintor llamado Adolfo. A la pregunta de cronista dan cuenta, con aflicción y gozo, de nuevo en la interpretación de la obra de jeto que más llama su atención: un pañuelo
si es un artista invitado, la respuesta del jo- esa riqueza. Lezama. En realidad, un viejo camino, el de la con instrucciones para el uso y cuidado del
ven es un No rotundo, al que sigue una sínte- fusil Remington. Colige que a cada soldado
sis de su drama: «soy un fugado del hospital se le entregaría uno, que llevaría consigo al
del sida. Me contagió una turista italiana a campo de batalla sin riesgo de que se dete-
los diecisiete años y entonces yo no sabía lo riorara con la velocidad del papel y que ade-
que era ese lugar, por eso me presenté vo- más podría ser útil en la vida en campaña.
luntariamente. Cuando se cerró la reja a mis Cuando aleja la mirada del detalle en-
espaldas supe que había entrado en una cuentra una ciudad «desalentadora: rui-
cárcel donde pasé dos años sin ver el afue- nosa, gastada, llena de turistas, con esa
ra» (78). Adolfo, quien reconoce que ahora tristísima música alegre sonando por todas
las cosas han cambiado y el sistema del si- partes» (81). Incluso las vidrieras y medio-
dario es más libre, sirve de mediador entre el puntos, que son una suerte de sello de
cronista y esa realidad que a este le resulta identidad habanera, le resultan chocantes,
difícil de captar. A su manera, el joven es un de tanto que brillan al trasluz, y de sus colo-
outsider salido de una de esas heterotopías res «tan chillones». Una señora argentina
propias del temor al contagio. Que Adolfo con la que se cruza le comenta que «los cu-
hubiera adquirido la enfermedad a través de banos tienen un problema grave con lo vi-
una «italiana» rompe el lugar común, en- sual». Y tenía razón, considera Aira, porque
tonces dominante, de que se trataba de una «todo lo que fuera murales, carteles, pintu-
epidemia trasmitida entre homosexuales. ras, iba más allá de lo feo y torpe. Lo mismo
Ello no impide que el fugaz pacto amoroso las tapas de los libros, las ilustraciones, has-
entre él y el cronista prospere de inmediato: ta los menús en los restaurantes» (83). Esa
«Solo habían pasado unas horas desde que fealdad que percibe se debe en parte a una
nos conocíamos, y ya navegábamos juntos mirada estetizante que contrasta con la de
en el mar del amor como apuesta, del amor Lemebel, aunque ambos miraban lo mismo.
como desafío a dos soledades impuestas; la Solo al hablar con un habanero, Aira se
mía, como una búsqueda incansable de algo da cuenta de que tales vidrieras eran origi-
que reafirmara mi estadía en Cuba, algo que nales, y entonces su percepción se trans-
me hiciera recordar ese paisaje como un forma, pues no niega «que el tiempo es uno
rostro humano» (79). de los elementos que hacen al arte. La se-
La inmediata complicidad entre ambos ñora argentina también podría haber dicho
los arrastra a la picaresca, y cuando más que los cubanos tienen “un problema serio”
tarde el cronista quiere entregarse a Adol- con el tiempo. Por la pasión de la utopía, sa-
fo, este lo protege negándose a «cruzar la lieron de la Historia, y lo “visual” se les con-
zona de riesgo»: «Mejor soñar que lo ha- geló» (85). La idea es clave porque será
cemos, princesa, mejor acurrúcate en mi recurrente a partir de entonces. Es cierto
pecho y duerme y sueña y déjate llevar por Tres años después de la visita de Leme- imagen, que es el de la microscopía». Es que en Lemebel el viaje a La Habana implica-
el tumbar de mi corazón que te pertenece, bel, César Aira llega a la ciudad. «En La Ha- curioso que el argentino, quien asegura más ba también un desplazamiento a otra épo-
que me ganaste en la apuesta de enamorar- bana» se titula, simplemente, esta otra adelante que va «a todos los museos de to- ca, pero esa época tenía un componente de
nos esta noche». Cuando el cronista des- crónica singular —suerte de antítesis de la das las ciudades que visito, y por grande que futuridad, por decirlo así, que la proyectaba
pierta, Adolfo no está ni aquel vuelve a tener mirada entre solidaria y empática del chi- sea mi interés en los tesoros que contienen, hacia adelante aun con sus limitaciones. La
noticias suyas. No importa: «el paisaje ha- leno: en la casa de José Lezama Lima, que los cruzo como una flecha» (68), se detenga, visión de Aira, en cambio, es la de un proyec-
banero ya tiene un rostro que lo hará infini- aparecerá también, por cierto, en otros cro- minucioso, en el reducido apartamento de to cancelado; el país que se propuso forzar
tamente recordable para mí, porque quizá nistas de la ciudad. Cuenta Aira que sucedió Lezama, o mejor dicho, en algunas de sus la historia, empujarla y ponerse a su van-
todo paisaje lo evoca la sonrisa de un ser un poco por casualidad, salió a caminar, y piezas, que no remiten directamente a la li- guardia, había terminado por quedar anclado
amado» (82). Extrañamente es el outsider, como no hay mucho que ver porque la ciu- teratura pero que parecen ofrecerle ciertas en algún sitio impreciso del pasado. «Con
el desencantado en términos políticos («de- dad «está en ruinas, todo es sucio y sórdi- claves. un poco de ironía o malevolencia», dice en
cía que creyó en la revolución cuando aún él do y uno trata de pasar lo más rápido que Este detenimiento en los objetos, de he- cierto momento, Cuba «podría ser una va-
tenía futuro»), el que decide no entregarse pueda», de pronto se da cuenta de que la cho, es el punto fuerte en el discurso de la riante nacional, aplicada a la Guerra Fría, del
sexualmente, el que huye una vez transcurri- calle Trocadero no debía de estar lejos. Le guía del museo porque no tiene mucho más soldado japonés» que permaneció oculto
da la noche de amor, el desaparecido, es él, pregunta a alguien que le responde «cual- que ofrecer, pero los entiende solo como en la selva durante veintiocho años, cre-
digo, quien le otorga un «rostro humano» quier disparate (bienintencionado)», y aun objetos que aparecen descritos en la obra, yendo que la guerra no había acabado.
a la experiencia cubana: «Así también la así la encuentra a unos pocos pasos. «La mientras Aira los piensa como «posibilidad Si La Habana de Lemebel es sobre todo
Cuba sentimental que conocí a través del dirección la sabía de memoria desde chi- genética». Y sin embargo, piensa, la guía tie- la de seres concretos, de carne y hueso, que
chico del sidario nunca más será la misma, co: Trocadero 162». Allí se encuentra «ese ne razón porque Lezama se limitó a descri-
nunca más torearé el amor y la muerte con pasadizo mitológico, esa vía regia que ahora bir, más que los objetos en sí, «las imágenes
tanto desafío, en aquella plaza, en esa flori- es una callecita rota, con charcos y mon- que transportan» (76). Si nuestra época, al * Este texto forma parte de un libro en proceso.
da noche, cuando él me cantó la rabia dulce tones de basura y viejos sentados en los revés de las eras imaginarias —cree el visi-
de su furioso corazón» (82). umbrales fumando cigarros malolientes. Un tante—, se ha especializado en neutralizar CONTINÚA EN LA PÁGINA 14
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Omar Pérez
El traductor d zombies

ODA La prisión, d todos los pensamientos, conten-


tos o descontentos, es creer en el momento d
Cuando hayas hecho todo lo q podías hacer una solución humana, prepotente o remanen-
o no hayas hecho nada en absoluto te, al derecho o al revés, que nunca está en el
no vale la pena pensar en los q sufren presente sino antes o después.
vuelves a casa, tomas un baño, duermes
cual si murieras, no vale la pena ya Esta jerigonza dice, sin palabras rebuscadas, q
pensar en los q sufren toda la desbandada d la gran evolución, per-
llenas están las calles, las ciudades manece ensimismada en un sopor conceptual,
y hasta las nubes d un sufrimiento sordo animal al mismo tiempo, como disfraz, consis-
q no escucha tus pensamientos nobles tente y, en tanto q consistencia, no es más que
q no reacciona a tus nobles intenciones mero disfraz.
q no razona, no siente, solo sufre
el sufrimiento sufre, sufren los gatos Q no es una línea recta queda claro al intelecto,
y los perros, las aves de corral y las lechugas será acaso una espiral, o un efecto de tracción
y hasta sus victimarios, sufridos animales con los bueyes por detrás y la carreta delante,
superiores, llenos están d dolor será tal vez un instante d serena fantasía circu-
q no tolera interpretación lando por la vía láctea, cementerio de gigantes,
vuelve, échate, duerme cual si murieras una óptica inversión, un delirio razonable, o
no vale la pena pensar en los q sufren. sueños d la razón? Será acaso una verdad al ser-
  vicio del error, del animal superior, o un error
  edificado con criterios d verdad, a modo de so-
MANIFIESTO PARA UN MOVIMIENTO ciedad, o tal vez sea solo el triunfo de la men-
EN FALSO tira perfecta, engreída, circunspecta, q todos
Artistas! desean creer pues entre el ser y el no ser hay un
Vuestra hipocresía alcanza la dimensión espacio infinito q cabe en un pedacito d poder?
orgiástica al son de tambores d plywood  
danzad hasta q los pies se conviertan ser para la muerte: work in progress Poder creer, poder ser, querer hacer con gesto d
en buñuelos de aire cubrid el espacio con el trabajo, in progress, los hará libres: in creador y energía d primate, evolución tú? Haz
ofrendas y hallazgos salpicad la brisa con Auschwitz de ser el supremo disparate d toda la creación
mentiras rituales. lasciate ogni speranza voi ch´ entrate in o la intelectualización d un magnífico acciden-
Artistas, no provoquéis la ira d la basura progress te, mientras la gente sea gente, evolucionar es
hermenéutica, la sociedad: work in progress caro, doloroso y voluptuoso como una perver-
marchad en parejas intertextuales la cosa en sí, en mí, en sol: work in progress sión entre leyes inconscientes. La ciencia no
sin confundir el agua con la sed, iluminación, homework, oscuridad in se resiente por mentir, mentir es experimento
recogéis la baba del pueblo para formar perlas progress que conduce a la verdad con oblicua persisten-
artificiales concentración, homework, fragmentación in cia y entre toda la afluencia de elementos obje-
ante la perla verdadera corréis como si fuera progress tivos hay un terror subjetivo a vivir sin eviden-
lava, habéis descubierto el agua tibia con q metafísica raspada en su borde cias. Evolución: mí, me, mío, tuyo, Perogrullo,
Da Vinci se lavó los ojos el mediterráneo análisis opaco en la vereda ilusión d propiedad y pánico del vacío.
en la bañera Eureka sudorosos dandis, tutti majadería sin padres, work in prótesis  
tattuati, zambullida en el mantra circunspecto Ver y ser visto (por las estrellas)
llegarán a tatuarse el cerebro? Fin d la 1ra esotérico ardor inoperante Escuchar y ser escuchado (por los locos)
temporada. calafateada razón d 5 estrellas El salmón en el lago el lago en el salmón.
las respuestas son d papel, aprendiz titular, el word in troubles
las preguntas son d carne y hueso. sazón insurrecta, barbarismo
glosa cambiada d pañal
récord olímpico d vacilaciones OMAR PÉREZ (La Habana, 1964). Poeta y traductor. Ha
publicado, entre otras, las colecciones de poemas ¿Oís-
LA CONDICIÓN VIRTUAL DEL ARTE EN LA asombro azulejeado, word in promise.
te hablar del gato de pelea?, Canciones y letanias y Crí-
ERA DE LA REPRODUCCIÓN MECÁNICA DE tica de la razón puta. También los libros de ensayo La
LOS ARTISTAS EVOLUCIÓN perseverancia de un hombre oscuro y El corazón me-
diterráneo. Entre los reconocimientos que ha recibido
Qué es esta mierda? work in progress La evolución se ha quedado en el mañana pro- figura el Premio Nacional de Poesía Nicolás Guillén.
la vita nuova: work in progress yectando una temprana imagen d conclusión.
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centeras que podrían llenarle la existencia.
¿Cuántos afectos no se sacrifican en este
largo camino de llegar desde lo imaginado a
la página impresa?
¿De qué misteriosa esencia estamos he- ramos. Y esta misma relación viene a pro-
chos para que nos inventemos la vida de otros ducirse con el lector.
y traseguemos con ella o nos dejemos tra- ¿Para qué escribo? ¿Quién me lee?
segar por ella, a capricho? Pues escribo para aquellos que en mis
En los libros está el saber y el sentir. De libros pueden reconocerse tal y como son.
muchos que han sido. De otros tantos que Escribo para aquellos que en mis páginas
vendrán. Unos y otros se dan la mano en el descubren lo inconfesable de sus vidas y
inmenso bosque de la literatura universal. pueden asumir como actuarán desde su
Un mar infinito del que todos bebemos y cu- aceptación inmediata o su rechazo.
yas aguas, a la vez, se nutren de las nuestras. Aunque en mi caso escribo porque siem-
Todos dejamos una huella en ese bosque, en pre me condicionaron a ello. Y no es que sea
ese mar. La huella de nuestra pasión, nues- persona obediente, disciplinada, sin ideas o
tra esencia como seres humanos. voluntad propia, pero el escribir fue siempre
¿Por quién doblan las campanas, Papa una vía de solucionar algo inmediato. Desde
Hem? ¿Acaso por nosotros, por nuestras muy chico estuve vinculado a los libros y eso
historias, por los que nos descubren a través me hizo no concebir el mundo sin ellos, sin
de ella? ¿Por quién doblan las campanas? sus imágenes, sin sus historias.
¿Quién me lee? ¿Para qué escribo? Hallaba en ellos situaciones más edifi-
Hace pocos años, apremiado por sus edi- cantes, hermosas y llenas de pasión que
tores que desde la sinopsis mostraron gran las propiciadas por mi cotidianidad de niño
interés, terminé el que en ese momento era solitario en una playa apacible, bueno, en
mi libro más reciente: El puerto del buen re- realidad no tan apacible pues a diario mon-

ENRIQUE
torno. Siempre intuí que alguna vez escribiría tones de personas emigraban desde allí
sobre Cleopatra VII, un personaje vapuleado hacia el para ellas promisorio Norte. En esa
a su antojo por la historia, sobre todo en vir- playa conocí la felicidad. Y el dolor. La luz. Y
tud de que fueron hombres los que asumie- la ausencia.

PÉREZ DÍAZ
ron el relato sobre la personalidad altamente Pero al leer todos en casa, hubiera sido
polémica de esta reina ptolemaica. un crimen de lesa familia no ser un buen
Nunca antes pensé sumergirme en la lector, sobre todo con un abuelo periodista,
retórica de un personaje de la antigüedad, una madre profesora, bibliotecaria y cuen-
(La Habana, 1958) pero de la mano y el estímulo de otra amiga tacuentos, una abuela a quien gustaba ador-
escritora, la mexicana María García Esperón, mecerse escuchando historias, una tía actriz
me fui adentrando en el universo helénico que repasaba guiones y toda una gama de
¿PARA QUÉ ESCRIBO? ¿QUIÉN ME LEE? para ir trazando los contornos de la infancia seres que de alguna manera se vinculaban
que presumiblemente pudo tener la última a ese mundo ficticio que se oculta en los li-
reina de Egipto. bros, pues como dice Ende: La literatura y la
Michèle Petit ha dicho que: ...hay niños La literatura, ya la lea o la escriba, siempre Todavía me siento fascinado por el modo mentira están hechas de la misma sustan-
que leen bajo las sábanas, con la linterna en ha ejercido en mi persona poderes terapéuti- en que los misterios isiacos se me fueron cia: la ficción. Esta sustancia puede ser una
la mano, en contra del mundo entero. Hay cos y cuando me escapo a un libro, para con- develando y de alguna manera conseguí en- medicina o un veneno, dependiendo de las
una dimensión de transgresión en la lec- tar mil y una verdades literarias, siento que trar, tal vez del modo más especulativo (y manos en las que caiga.
tura. Si hay tantos lectores que lean por la soy ese yo que sueño ser y entonces puedo humano a la vez) en el entorno espiritual de Lo mejor de leer cuando niño (y ahora
noche, si leer es con frecuencia un acto de reivindicar en mis historias al que la vida real la malhadada reina que se suicidó a los 39 también) era (o es) llevar a la fantasía mis
oscuridad, no es solamente porque hay en casi nunca me permite salvar. ¿Para qué es- años y que, como su antecesor e idolatrado sueños y entonces mis vecinos eran (y son)
ello un sentimiento de culpa: de esta ma- cribo? ¿Quién me lee? Alejandro, tuvo el privilegio de la inmorta- testigos de mi desbordante imaginación. En
nera se crea un espacio para la intimidad, Por muchas razones incomprensibles lidad que se confiere al morir jóvenes, en la escuela, tras el aprendizaje de las letras,
un jardín protegido de las miradas. Se lee para mí, inconfesadas, pero persistentes, plenitud de facultades y en medio de esa comencé a escribir. Pésimo estudiante. Es-
sobre los márgenes, las riberas de la vida, que me hacen dejar todo lo demás y sumer- leyenda personal, favor que solo se concede merado lector. Insumiso alumno. Dócil frente
en los linderos del mundo. Tal vez no hay girme, antes en las cuartillas, hoy en una a los semidioses. a un libro. No me costaba casi nada expresar
que desear que se haga la luz en ese jardín. pantalla llena de iconos, para volar desde ahí El libro se fue llenando de intrigas, mis- mis ideas —lo que aún para muchos profe-
Dejemos a la lectura, como el amor; con- a un mundo paralelo, tan cercano a este, sin terios y personajes apócrifos que tuvieron sionales resulta un engorro— y mis maes-
servar su parte de oscuridad. embargo. la suerte de llevarme hasta esa desconoci- tras advertían eso que llaman un don de la
Quizás lleve más de cuarenta años dedi- da Cleopatra, y a través de la cual comencé a palabra, oral o escrita.
cado al ¿oficio? de la escritura. Y más de una amar y descubrir, cual un niño como ella, el He contado mil veces que hacía las com-
vida, desde mis ancestros, leyendo en los LOS LIBROS SON LA ESENCIA universo donde ambos debíamos desarro- posiciones a mis colegas. Sin embargo, mis
signos del mundo. Porque cuando se des- llar nuestra historia. Hubo un punto en que gustos eran tan fantasiosos que nunca soñé
ciende de una familia lectora se viene ya con Porque los libros son más que libros, son la vida, tratando de entenderla, fui comprendiendo con ser escritor, oficio que me parecía (y aún
el corazón y el núcleo de épocas pasadas, la razón
ese acervo que nos da, por añadidura, una por la que los hombres trabajaron y murieron, la
los últimos acontecimientos de mi vida per- puede resultarme en ocasiones) demasiado
relación neuronal, atávica y casi química con esencia de sus vidas. sonal y, entre olvidos, adioses y renuncias y lento o mejor, que demanda tanta quietud
la vida que corre detrás —o entre líneas— en Cicerón la memoria de cuan fútiles pueden ser las y concentración, tan difíciles de alcanzar y
ese papel que cuenta una historia... creaciones humanas, entendí mejor a la rei- cuyos procesos comunicativos no son inme-
La respuesta implícita a las interrogan- ¿Qué nos mueve a escribir? ¿Qué nos inspi- na que supo tener a raya a uno de los más diatos sino esporádicos y a veces fortuitos.
tes: ¿Para qué escribo? ¿Quién me lee? me ra? ¿Qué nos desvela? ¿Cuál, la esencia mis- poderosos imperios de la antigüedad y asu- La literatura no da respuestas pero man-
deja inerme ante cualquier propósito con- teriosa de ese proceso tan complejo donde, mirse a sí misma como ella deseaba ser: una tiene vivas las preguntas. Ha dicho el espa-
feso, pues, como el actor que desconoce su sin dejar de ser nosotros, viajamos desde la mujer culta, llena de amor, defensora de su ñol Gustavo Martín Garzo y por eso me gusta
auditorio y mucho más las posibles reaccio- piel de otro personaje hasta honduras infi- pueblo y libre de obrar acorde al dictado de leer. Por eso escribo. Aunque no siempre en
nes que su propuesta teatral despierte, así nitas y desconocidas? su corazón, sin más ataduras que sus lazos cuanto uno lee encuentra preguntas inte-
me asomo a cada nuevo libro en busca de una ¿Qué puede motivar a tantos escrito- afectivos y lo que consideraba su compro- resantes y, muchísimo menos, respuestas
historia, guiado siempre por mis ocurrentes res que en el mundo existen y han existido? miso con una civilización. a algo que le inquiete, motive o preocupe.
—e impredecibles— personajes… Salvo excepciones, esta no es de las profe- ¿Para qué escribo? ¿Quién me lee? ¿Para qué escribo? ¿Quién me lee?
Escribo en primer lugar porque me sien- siones más lucrativas. Pues creo que ahí está la clave. Del mis- Fue al concluir la Licenciatura en Perio-
to libre en el paisaje de mi literatura. Mis li- Como decía Ernest Hemingway, puede mo modo en que nos sumergimos en nues- dismo que me tomo la escritura más en
bros me ofrecen una amplitud que jamás he considerarse la más solitaria y al hablar de tros personajes, ellos se van revistiendo de serio y comienzo a leer con verdadera furia
conocido en otra geografía. Con ellos apren- soledad quiero pensar que el autor de Por nosotros, toman nuestros rasgos, anhelos, libros para niños y clásicos contemporáneos.
dí a conjurar el dolor que trae la existencia quién doblan las campanas quiso decir in- sentimientos, rechazos y se vuelven más Eso irá formando un universo variopinto
y gracias a personajes que llevan muchas comprendida, en oportunidades preterida y humanos. de tendencias, temas, métodos, puntos de
tiras de mi piel y bastantes emociones de mi hasta víctima del más tenaz olvido. Somos ellos viviendo su entorno y situa- vista y amplitud argumental que hicieron
alma, conseguí liberarme de las ataduras y ¿Cuánto no abandona un autor para de- ción. Ellos son nosotros, tal y como nunca de mí el escritor que soy.
convenciones a que el mundo nos convoca dicarse de lleno a su obra? No pienso solo en nos atrevemos a vernos, porque en un libro nos Resulta paradójico, o quizás sea com-
desde la primera infancia. el tiempo, sino en tantas actividades pla- revelamos como quizás nunca antes soñá- prensible —si se analiza el poco caso que
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yo mismo le hacía a mi escritura—, que no siderarlos inconvenientes, desajustados o permite ser más exigente con los propios y der de llevar a su posible lector a un entorno
comience a publicar hasta la treintena, ha- fuera de contexto. dedicarles mucho tiempo. Tanto que, si antes nunca antes visitado, ese predio capaz de
biendo comenzado mucho antes (apenas Sin embargo, a veces me pregunto: ¿Pa- me sumergía en varios argumentos a la vez, hacerle reparar en aquello que le rodea, re-
adolescente) a garabatear libretas tratando ra qué escribo si más de una vez he pensado hoy dedico años enteros a la investigación, la visarlo, aprehenderlo de otro modo y pensar
de reinventarme el mundo. que esos niños no me leen porque no estoy reescritura y el volver, en más de una opor- en una posibilidad de cambiarlo.
Si desde el primer momento me sen- a su alcance? ¿Quién me lee, acaso el niño tunidad, sobre mis historias y personajes.
tí motivado a escribir sobre los niños y sus de una familia marginal donde jamás se ha No sé si la madurez del oficio los ha he-
adversidades o sueños, nunca he pensado posado la magia de libro alguno, el hijo de cho mejores o les propició perder algo de la LOS LIBROS TIENEN SU PROPIA ALMA
que escriba exactamente para ellos, aunque un pederasta, el niño que pide por las ca- frescura e inocencia con que les dotara la ju-
quizás cometí la torpeza de escoger los ca- lles, el que se ve obligado a sufrir en silencio ventud, mi inexperiencia. Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma.
nales de difusión de concursos de literatura el desajuste de su entorno, ya sea familiar, De cualquier modo, pese a períodos de El alma de quien lo escribió
infantil y juvenil para dar a conocer mis pri- escolar o social? silencio escritural, siempre que vuelvo con y el alma de quienes lo leyeron
y vivieron y soñaron con él.
meras obras. Quisiera escribir para ellos pero me de- nuevos bríos, redescubro la magia del divi-
La mal llamada «literatura infantil» o tengo. Y pienso. ¿Resolverían algo de sus ma- no acto de tejer una historia, irla develando Carlos Ruiz Zafón
«para niños» es el predio donde opté por les leyéndome? ¿Si no saben qué comerán para el lector y dejarme sorprender hala-
esconder una escritura bastante crítica y esta noche o a qué hora regresará su madre güeñamente, tanto por su desenlace como Los libros verdaderos, los grandes libros,
cuestionadora y más de un anhelo incon- de alguna incursión nocturna, pueden pen- por la reacción que pueda despertar en los siempre tienen alma. Quizás sea esa su esen-
fesable que mis personajes me permiten sar en leer algún libro mío? más encontrados públicos. cia, su parte más importante. De nada vale
exteriorizar ante otros. Entonces, ¿ciertamente escribo para los Muchas veces me han preguntado si una buena historia, atractivos personajes,
En el acto de escribir soy un absoluto niños de cierto poder adquisitivo y familias en otra vida sería escritor y suelo respon- mucha acción, descripciones tremendas, si
deudor de mis lecturas. Al descubrir a María letradas? ¿Los que van a una feria del libro? der con un NO bien rotundo. Nuestro oficio la narración no conmueve, nos resulta leja-
Gripe supe que, como ella, para mí la litera- ¿Los que tienen una profesora capaz de se desconoce tanto, que se suele idealizar na y vacía, nos deja indiferentes.
tura no conocería fronteras y precisamente descubrirme en medio de cuanto se publica? muchas veces, omitiendo esa triste realidad Cada libro tiene su propia alma, es como
es por esa razón que nunca he sentido es- ¿Para qué escribo? ¿Acaso mi literatura de poco estímulo en que viven tantos que dice este gran autor, el alma, el desvelo, las
tar escribiendo para niños ni he cometido podría ayudar a que la gente cambie y se por mantenerse fiel a su credo y no ceder sinrazones de aquel ser inspirado que lo vio
el crimen de aniñar intencionalmente mis sienta motor de repensar la vida o medi- ante las modas y espejismos de cada época, nacer desde sus angustias para expresar, a
historias. tar sobre problemas sociales del contexto no son tocados por el Rey Midas de la fama partir de su anhelo por comunicar, conmo-
Bien temprano pude reparar en la certe- mundial contemporáneo? y las ganancias exorbitantes. ver, quizás hasta de hacer pensar.
za de que quienes se creen escritores para Los libros toman de la vida real, y está la
niños son leídos por más adultos de los que vida, cada vez mejor asentada y palpitante,
quisieran y a veces los niños pasan olímpi- en los buenos libros que hasta su anécdota
camente de lado por sus libros y, por tanto, nos arrastran sumisos, haciendo que olvi-
resulta un mito condicionar nuestra litera- demos luego todo entorno, cualquier pro-
tura al presumible gusto infantil que pueda blema, nuestro pasado, presente o futuro.
tener cualquier lector, de la edad que fuere. Entonces será cuando los buenos libros
Una buena historia bien agarrada por los nos habrán robado nuestra alma, enton-
cuernos es mi principal motivación para es- ces vibraremos al son de las palabras y nos
cribir. Esos personajes secundarios que de identificaremos con esos personajes —un
pronto descubro en mis obras y se adueñan poco nosotros mismos también— y nos de-
de la trama, que como los grandes actores jaremos atrapar, irremisible y eternamente,
(o actrices) de un filme se roban la situación por la fuerza poderosa de una historia.
crucial para producir un vuelco, un anticlímax Al leer, vivir y soñar con un libro nos es-
en el hilo narrativo que uno preconcibió. tamos adueñando de su alma, intangible
Partiendo de esa verdad es que me voy ganancia en verdad, porque sin imaginarlo
adentrando en argumentos donde la com- siquiera, hace mucho que ese libro (como
plejidad radica precisamente en decirlo cualquier otro) se ha robado, para siempre,
todo del modo más sencillo para que un un pedacito del alma nuestra.
lector cualquiera pueda entender y vibrar Libros y literatura no reivindican a na-
con nuestra historia, hacerla suya, vivirla con die, pero sí son capaces de emitirnos seña-
nosotros, sufrirla, amarla y hasta sentir odio les, alertas, destellos que nos hacen reparar
por ella. ¿Quién me lee? Pues muchos que tal vez Mantenernos en esa cuerda floja es lo en aquello que de otro modo hubiéramos
El escribir de este modo dentro de un ni conozca siquiera. Personas que solo bus- que siempre nos hace preguntarnos, en más olvidado.
contexto en que la literatura se suele valo- can una historia y quizás se encuentren con de una ocasión: ¿Para qué escribo? ¿Quién Ricardo Piglia dijo alguna vez que: Una
rar más por parcelas genéricas o grupos que otra. Pues el haber sido uno mismo —y a la me lee? Y pese a las respuestas positivas o
buena literatura divide a los lectores, crea
por la excelencia en sí misma, ha motivado vez tan diferente— en los libros que he es- adversas, nunca cejar en ese mágico acto
antagonismos, produce enfrentamientos y
que me quede apartado adentro de un gru- crito, suele desconcertar a los lectores. Es de revelar al mundo su cara oculta, a la his-
pasiones... es una forma privada de la uto-
po otro, o más bien fuera de todo grupo, con curioso cómo, en premios donde se com- toria su no ha sido, y a los seres humanos su
pía. Se lee para convertirse en poeta, para
las consecuencias que eso puede traer para pite anónimamente, para bien o para mal, infinito, su más allá…
amar, para madurar, para mejor morir. Sólo
la difusión de una obra. casi nunca los jurados logran reconocer- Pese a haber tenido, como incluso pue-
a los lectores se ofrece o se niega el mun-
Si de un lado el no ser intencionalmente me y del mismo modo, para quienes han den tener los peores escritores, personas
do... hay que leer la literatura con fe, es de-
infantil dota a mis historias de un aire dife- seguido de algún modo mis libros, suele re- fieles que me siguen, cada libro nuevo me
rente, el hecho de que en general los perso- cir, como modelo de vida, como un oráculo
sultar desconcertante el narrador diferen- trajo el hallazgo de otro alguien que apareció
najes protagónicos sean menores de edad, personal.
te que creen advertir en cada nueva obra en mi vida para enriquecerla de algún modo.
igual propicia cierta marginación por parte con que asomo al mundo. ¿Para qué escribo? ¿Quién me lee?
Esta evidencia me ha demostrado que
de las motivaciones que se suelen ver en los Quizás el que mi escritura solo se com- el escribir sin mejor compromiso o atadu- Pues justamente para mantener mi fe
libros llamados para adultos. Ese es mi reto. prometa con sus argumentos y personajes ra que aquella historia narrada —omitiendo invicta. Para no renunciar a la esperanza
Que el lector abierto me encuentre o halle me ha dado esa envidiable libertad de, sin cualquier intención ideológica, educativa, ni en el peor instante de un tiempo malo.
lo mejor que pueda tomar de mis ideas o dejar de ser yo mismo —con mis inquietu- de recreación, facilista o comercial y sir- Para reivindicar las esencias. Creo que esa
argumentos. des, anhelos, obsesiones, fantasmas y has- viendo a la idea de que tras una lectura las debe ser la razón que nos mueve a todos de
Quizás ese fuere el sentir de mi obra, que ta veleidades—, ser uno nuevo y hasta otro personas puedan ser mejores y pensar con una manera intangible para nosotros. La que
pese a su amplitud y variedad viene siendo cada vez. mayor amplitud, aunque ningún libro vaya nos hace alentar, vivir, procrear libros y dar-
toda ella un canto a la infancia: encontrar El no condicionar la escritura a un de- a cambiar el mundo— me redime de tantas los al mundo.
en el libro al mismo niño que vive en la co- terminado tipo de lector potencial ofrece tal horas de incertidumbre frente a un posible Entonces, podríamos concluir diciendo
tidianidad de mi medio, tratar de entender- amplitud al autor, que le permite moverse desenlace. que no solo hay que leer o escribir con fe,
lo, de que otros lo comprendan y se le haga en registros de mayor riesgo y atreverse a Escribir significa, sí, mucho sufrir y do- sino vivir con fe y, amigos míos, vivir en la
justicia, pues el mundo de la infancia suele explorar derroteros otros, tanto temáticos, lerme con cuanto les suceda a mis perso- literatura es toda mi fe.
estar más lleno de injusticias y dolor que de como formales. najes, al punto de que abandono la vida real Esa religión concede la libertad que po-
bonanzas, aunque usualmente se prego- Si bien en una época escribía de forma —que a los escritores se nos escapa como a cas otras, alimenta como ninguna y me
ne lo contrario. desordenada con la fruición y esa euforia nadie en nuestro agotador oficio— para su- permite la reivindicación necesaria de que
Por eso mis personajes son alguna es- que solo permiten inspiración y corta edad, mirme en la ficción. cada día me asome al mundo diferente y ca-
pecie de enfant terribles que, como yo mis- con los años de vida y trabajo como editor No creo que un libro sea capaz de reivin- da persona imprevista en mi camino pueda
mo, se esfuerzan por entender un mundo he ido ganando concentración. El arreglar (y dicar la vida real y, sin embargo, cada historia ser la respuesta a tantas preguntas abiertas
que nunca les acepta ni comprende al con- hasta reescribir) tantos libros de otros, me que se cuenta sí que tiene el magnífico po- que se dibujan en el contorno de mis libros…
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que no debía negarse a nada de lo que su destino inmedia- Fueron otros tiempos en los que ella era
to le presentara. Al regresar se dio cuenta de que lo único apenas una estudiante de segundo año de la
que mediaba entre la discreta ventana a la cual permanecía carrera de arquitectura; apareció Elker con su
recostada y el cementerio era la Ave. Andrés Bonifacio, fue esplendor, llegado de Noruega, y dieron rienda
entonces que decidió empezar a poner las cosas en orden. suelta a una pasión iniciada una noche de in-
El cementerio, mirado desde un mapa, hacía recordar vierno a través del Pasig River: un capricho del
sin mucho esfuerzo la forma de un hacha, vaya símbolo que mar que, como si fuera un río, atraviesa fina-
decidió trazar a través de su acelerado crecimiento esa pul- mente la barriga de la ciudad, y allí donde se bi-

Í A
cra institución que se enraizó en un extremo norte de Ma- furca dejando atrás su propio rastro de culebra

D
nila. Cercenar, talar, borrar, para dejar paso a inesperados infestada, en ese accidente crucial, parece haber ocurrido

UN
retoños. todo.
La necrópolis era pintoresca y atípica. Justo en la entra- Ahora solo faltaban unos minutos para que comenzara
da por donde penetraría Edesa había un hospital chino, que el pleito entre Mohamed Alí y Joey Frazer. Edesa tenía que
funcionaba de manera impecable, tanto por su personal co- ser rápida y precisa, nunca más había pasado por su mente, ni

EN
mo por su tecnología. Parecían saltar las enfermeras me- siquiera en este momento la posibilidad de volver a buscar
nudas con sus cofias blancas. Estas, miradas a la distancia a Elker. Fue otro el impulso al que cedió con sorprenden-
que permitían los extensos y pulcros pasillos, llegaban a se- te disposición, el de poder acostarse lo antes posible con

A
mejar mariposas que terminan por volverse legítimas tras aquel joven del cual no tenía la menor duda de que era el

I L
una danza geométrica. Algunos pacientes que no recibían descendiente filipino de su antiguo amante. Pagó su cuen-

N
pase durante los fines de semana permanecían en el hos- ta, después de haber rasgado con discreción un pequeño

A
pital convirtiendo sus actividades recreativas en auténticos extremo de la misma, que aprovechó para escribirle unas pa-

M
espectáculos. labras al joven. Al pasar por el lado del grupo se la entregó. El
Por ser miércoles, el centro médico se encontraba su- mensaje expresaba exactamente que quería acostarse con
mergido en el ajetreo de un día común. Los chinos fueron in- él, y daba también todas las señas exactas para que pu-

Pérez
ventándose aquel jardín que exhibía la gracia de una mezcla diera encontrarla sin la menor dificultad. El joven experi-
de agilidad y simetría. Antes de pasar por ese sitio, ella sería mentó una sensación brusca, algo así como si la tierra deba-

Alberto sorprendida por acontecimientos capaces de trastornar al- jo de sus pies se moviera, pero en eso continuaría pensando

icardo gunas ideas que hasta ese momento parecía tener firmes. solo después del combate, pues en ese momento disponía

R
La ciudad vivía una energía fuera de lo común, algo que nada más que del tiempo justo para llegar al coliseo.
ciertos habitantes interpretaban como un frenesí y otros Al principio todo quedaba dentro de lo creíble, pero pare-
como una letanía. En realidad ella no estaba al tanto de ce que apenas bien en el principio. Después las figuras rea-
aquello que iba a suceder para transformarse en el corazón les que se golpeaban no lo fueron más, adquirieron una
áspero de la ciudad. Inusual en su bombeo, en su irriga- condición mítica de la cual no lograron salir. Las cabezas
ción de la sangre que al brotar lo haría hasta mezclarse con eran dos órbitas, dos planetas. Una giraba desde el eje fla-
el agua de un buche que tiende a ser amargo. El corazón mante del ataque, y la otra lo hacía desde el espacio heroico
estaría allí, inmerso en su forma de pugilato, un poco le- de la resistencia, como si en esa circunstancia se convirtie-
vantado del nivel donde las olas rompen sin conseguir otra ra en una forma imborrable de la belleza.
aspiración. Después de catorce asaltos levantaron la mano de Alí,
Cuando se percató de que eran casi las nueve, sintió pero desde su propia esquina, y sentado, ya que sus piernas
Edesa Ramos llegó a Manila procedente de Cavite. Antici- hambre y bajó nuevamente a la calle, sin mucha dificultad no le permitieron incorporarse. Frazer quería proseguir pero
pándose a la espesa niebla del amanecer cruzó la bahía en pudo comprender que algo extraordinario estaba por produ- sus ojos se cerraron de la hinchazón como si hubieran sido
el ferri que inauguraba la jornada, encargado de enlazar la cirse. Un hermoso escarabajo se atravesó en su camino, la asediados por un persistente avispero.
vida de una ciudad con la vida de la otra. Era el primer día paró en seco, haciéndole olvidar la urgencia por los alimen- La madre de Edesa no se había desintegrado de la forma
del mes de octubre de mil novecientos setenta y cinco, fe- tos. El animal parecía rematado por un betún natural. Ede- calculada, por lo que fue una exhumación engorrosa, en la
cha marcada con unos parientes para hacer la exhumación sa lo colocó en la palma de la mano desde donde el hallazgo cual la carne casi disecada, perseveraba en su pasión por el
de los restos de su madre, que había fallecido repentina- saltó hacia un arbusto, casi completamente despoblado de hueso, ella sintió el efecto de lo orbital, el pasado volvía a
mente hacía un poco más de tres años cuando una capri- hojas. Recordó un episodio cruel: varias cabezas de estos se- raspar bruscamente sus órganos; sus manos, que también
chosa bacteria se le alojó en el cerebro. res arrancadas por aburrimiento, manera grotesca de incor- sostenían el nylon negro a donde ahora irían a parar los res-
Edesa siempre fue una enamorada empedernida de la porarse a un grupo. Muchas veces en diferentes etapas de su tos, percutían como si tuvieran ante sí un arpa. Terminada
ciudad que la vio nacer, pero quizás justamente a raíz de vida, sobre todo cuando experimentaba algún tipo de agre- la ceremonia caminó con sus parientes hasta la parte más
esa desgracia decidió irse a vivir a Cavite. Sus ojos sorpren- sión o ultraje, dichas cabezas brillaban en lo más recóndito elevada del cabo del hacha, lugar que de manera armónica
dían y hasta llegaban a hechizar desde la provocativa des- de sus sensaciones. cerraba las puertas del cementerio. Allí se separaron, ella re-
proporcionalidad que proponían en comparación con su Llegó a un sitio que se ajustaba a lo que quería para un gresó al hotelito, desde ahí llamó para hacer una reserva en
cuerpo pequeño, menudo, y avispado. desayuno que le permitiera permanecer el resto del día otro situado en el centro de la ciudad, y recogió con ligereza
La ceremonia en el cementerio iba a ser alrededor de las inmersa en otras actividades. Pasados unos treinta minu- las pertenencias que aún permanecían encima de la cama.
dos de la tarde, por lo que disponía de unas seis horas para tos se sentía complacida, con un ánimo inmejorable, en lo Instalada ya en un hotel más confortable, rozando la
hacer un paseo ligero, organizar su breve estancia en la ciu- que parecía la recta final de aquel banquete matutino. En intensidad de la madrugada sonó en su teléfono la música
dad, almorzar y comprar unas flores. Aunque aún le que- el momento en que iba a pedir su cuenta para marcharse, celta que anunciaba una llamada desconocida. En efecto,
daban varios familiares allegados viviendo en Manila que le irrumpió un grupo de hombres jóvenes, fanáticos de un tipo el joven había sido enganchado por la curiosidad y el atre-
brindaban sinceramente su hospitalidad, cada vez que re- de cosa que a primera vista, ella no logró descifrar. Entre vimiento; sin titubear lo convocó a la habitación donde se
gresaba ella prefería alquilar la pieza de un hotel. todos sobresalía uno, esbelto, de ojos bien azules, que no encontraba. Lo esperaría, totalmente desnuda.
Tomó un taxi para que la llevara hacia el barrio La Loma, terminaban correspondiéndose con la piel inclinada ha- Pudo prescindir hasta de su nombre; solo pensaba en
porque quería estar cerca del sitio donde desde una cir- cia un indiscutible mestizaje, entonces algo la golpeó bien cerrar un ciclo que en verdad la perturbaba, y por lo ardiente
cunstancia muy peculiar volvería a encontrarse con su ma- adentro. Parecía ser que su organismo se había detenido de su memoria la remitía a una constante frustración. Sin-
dre, de ese modo, si perdía la noción del tiempo como era para intentar descifrar aquel signo que portaba un cuerpo tió que aquel hermoso miembro al que ahora se enfrentaba
común en ella, no tendría ningún tipo de sobresalto. Des- extraño y para ella brutal. limpiaría toda la resaca dejada por una pasión inconclusa.
pués de casi cuarenta minutos de recorrido en taxi caminó Cuerpo repentino, retorno de una historia que no estaba Se lo acarició poniendo lo más puro de sí en ese acto, siendo
por una calle estrecha, angosta. Se detuvo ante un hotelito preparada para retomar, una especie de mediano eslabón, recompensada por una abundancia francamente indescrip-
venido a menos y comprendió que solo le serviría para estar que se expresaba a través de una mancha o lunar rampante tible; supo disfrutar cómo le corría esa sustancia por varias
unas horas durante el día, bañarse y hacer una siesta, ya en el rostro del joven, bien hacia arriba, casi donde le co- zonas del cuerpo, fue un tiempo denso, donde pareció mul-
que, concluido su compromiso, en esa zona se movería ha- menzaba a nacer el cabello. tiplicarse el sentido de la existencia; ambos habían archi-
cia el centro donde seguramente indagaría por otro. Fue entonces, a través de palabras sueltas intercambia- vado una jornada memorable; un torbellino épico extendido
Al asomarse por la ventana de la pequeña habitación per- das entre miembros del grupo, que logró percatarse de que sobre Manila como un molusco.
cibió algunos techos como extraños tableros donde sería aquella pandilla se aprestaba a presenciar un combate de
posible desplegar partidas interesantes. Pero de repente su boxeo profesional. Lo que no pudo percibir en ese instan-
mirada fue mucho más lejos, tanto que posiblemente lo que te fue que se trataría de una de las peleas más crueles y
estuviera mirando quedaba fuera del alcance de la propia recordadas en la historia de ese deporte. RICARDO ALBERTO PÉREZ (La Habana, 1963). Escritor y
ciudad: algo había despertado de su pasado, y de su inte- «Nunca presencié nada más parecido a la muerte»: di- traductor. Entre sus libros figuran: Geanot, Trillos urba-
rior, quizás oprimido por un tálamo perverso y robusto. Era jo muchos años después el médico de Mohamed Alí. Pero nos, ¿Para qué el cine?, Oral B y Vengan a ver las palo-
una imagen del reverso, una suerte de mezcla entre lo que cuando Edesa descubrió al hijo de Elker, la pelea ni siquiera mas de Varsovia. Mereció, entre otros reconocimientos,
logra parecerse a una premonición, y lo que es un deseo había comenzado, nada le interesaba más en ese instante los premios Nicolás Guillén, La Gaceta de Cuba y de la
desaforado. Toda esa fuerza que la recorrió como un soplo que dejar al desnudo aquella sospecha que insistía en pre- Crítica Literaria.
la hizo sentir estimulada, firme, con la extraña sensación de sentársele.
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CINCO POETAS

ITALIANOS

Selección y traducción de Gaetano Longo

ley, riendo cada muchacho se masturba. A LA FRANCIA


SANDRO PENNA Apoyo mi frente en la helada
baranda de la reja. Mi noche Tengo la hermosa sorpresa de ver que me
Nació en Perugia el 12 de junio de 1906. En escucha a cada muchacho que se escapa. parezco
1928 decidió ir a Roma y, en 1939, publica su a Sekou Touré, el presidente de Guinea:
primer y exitoso poemario que lo introduce, Quemado completamente por la vida la nariz aplastada y los ojos vivos.
como colaborador, en algunas de las más vivo en ella feliz y firme. Él también llegó al gris de la historia
importantes revistas de la época. Entre 1955 No siento mi pena de amor desde abismos de puro espíritu salvaje:
y 1956 publica otros tres poemarios y, en aunque se me cura la herida. negro exactamente como era rubio Rimbaud.
1957, con el apoyo de Pier Paolo Pasolini, su Tal vez quien nació en la selva, de pura madre,
poesía completa, por la cual recibe el Premio Tal vez sea mejor sufrir que gozar. de estar solo, de alimentar inocentemente su
Viareggio. Desde 1964, después de la muerte O tal vez todo sea igual. También la nieve felicidad
de la madre, inicia una vida de pobreza y se es más linda que el sol. Pero el amor... puede darse cuenta de la vida real:
encierra en sí mismo. Sale solo de noche y renunciar a obedecer al sexo para pensar,
vaga en carro por los barrios marginales de la terminar de ser muchacho para volverse
capital. Pocos días antes de su muerte, el 21 ciudadano,
de enero de 1977 en Roma, recibe el Premio
PIER PAOLO PASOLINI traicionar a los Dioses para luchar con Marx!
Bagutta. Entre sus obras figuran: Poemas Nació en Boloña el 5 de marzo de 1922. Después
(1939), Anotaciones (1950), Llegada al mar de la II Guerra Mundial se graduó en Letras
(1955), Una extraña felicidad de vivir (1956), SEXO, ¡CONSUELO DE LA MISERIA!
en la Universidad de Boloña. Trabajó como
Cruz y delicia (1958), Toda la poesía (1970), maestro de escuela hasta su definitivo tras- Sexo, ¡consuelo de la miseria!
Un poco de fiebre (1973), La sombra y la luna lado a Roma. Inscrito y después expulsado La puta es una reina, su trono
(1975), Extrañezas (1976) y El viajero insom- por el Partido Comunista italiano, siempre Es una ruina, su tierra un pedazo
ne (1977). fue muy crítico hacia la sociedad italiana, De pradera de mierda, su cetro
manteniéndose en una posición de izquierda. Una carterita de color rojo:
Además de poeta fue un reconocido escritor, Ladra en la noche, sucia y feroz
POEMA SIN TÍTULO dramaturgo, ensayista y periodista, autor de Como una antigua madre: defiende
algunos importantes textos, como las no- Su dominio y su vida.
Amanecía sobre las colinas, y los animales velas Muchachos de vida (1955) y Una vida Los chulos, alrededor, en muchedumbre,
inclinaban sus ojos tranquilos sobre la tierra. violenta (1959), las obras teatrales Pocilga, Inflados y cansados, con sus bigotes
Yo volvía a la casa de mi madre. Orgía y Calderón, y el conjunto de artículos Brindisinos o eslavos, son
El tren balanceaba mis ásperos bostezos periodísticos Escritos corsarios (1975). Lle- Jefes, regentes: hacen
Y el primer viento soplaba sobre la hierba. En la oscuridad, sus negocios de cien liras,
gó a la fama internacional como director de
cine a través de películas como Mendigo, Guiñando el ojo en silencio, dando
Altísimo y confundido, el paraíso Palabras de pase: el mundo, excluido, calla
Mamma Roma, Edipo Rey y Medea (con Ma-
aún no tenía rostro.
ria Callas), y en los años 70 con la llamada Alrededor de ellos, que están excluidos, calla
Pero el nuevo huésped
Trilogía de la Vida, integrada por las películas Calladas carroñas de rapaces.
ya pedía a la tierra el amor, de rodillas.
El Decamerón (1971), Los cuentos de Can- Pero en la basura del mundo, nace
Caía la plegaria en la cerrada
terbury (1972) y Las mil y una noches (1974). Un nuevo mundo: nacen leyes nuevas
casa entre olor de libros escolares.
Murió asesinado (delito que nunca fue com- Donde no hay más ley; nace un nuevo
Navegaban felices en la tarde
pletamente aclarado) en 1975 en la ciudad Honor donde el honor es deshonor...
gritos ansiosos de pájaros en mi cielo.
de Ostia, cerca de Roma. Escribió entre otras Nacen potencias y noblezas
obras, Poemas en Casarsa (1942), La mejor Feroces, en montones de tugurios,
juventud (1954), Las cenizas de Gramsci (1957), En los lugares ilimitados donde crees
TAL VEZ LA JUVENTUD ES SOLO ESTO
El ruiseñor de la Iglesia Católica (1958), La Que la ciudad termina, y donde sin embargo
Tal vez la juventud es solo esto: religión de mi tiempo (1961), Poemas en for- Empieza otra vez, enemiga, empieza otra vez
perenne amar los sentidos y no arrepentirse. ma de rosa (1964), Trashumanar y organi- Miles de veces, con puentes
zar (1971). Y laberintos, astilleros y excavaciones,
Tal vez la inspiración es solo un grito Atrás de marejadas de rascacielos,
confundido. Pero adentro de las columnas de la Que cubren todos los horizontes
9
Como un águila borracha a lo alto en los cielos y fuman excitados, riéndose agitados).
En el amor fácil solo ella me revelaba la medida humana. Todavía vivo para ti, si todavía vivo.
El miserable se siente hombre:
Funda la confianza en la vida, hasta Ahora me enseñará otras medidas
Despreciar al que otra vida tiene. que presa en la jaula de los seis sentidos ALDA MERINI
Los hijos se tiran a la aventura inútilmente preguntaba moviendo la cabeza
Seguros de estar en un mundo entre las rejas. Nació en Milán en 1931. Su primer poemario,
Que tiene miedo de ellos, de su sexo. Es triste dejar a mi hija y el libro por terminar, La presencia de Orfeo, despertó el inmedia-
Su piedad es ser despiadados, pero ella me consuela y riéndose me jura to interés de notables poetas como Pasolini,
Su fuerza está en la ligereza, que lo que hay que salvar se salvará. Montale y Quasimodo. Vivió casi toda su vida
Su esperanza en no tener esperanza en pobreza, en un pequeño apartamento en
los Navigli, un barrio popular de Milán. En los
EDOARDO SANGUINETI últimos años de su vida, considerada ya una
de las voces más importantes de la poesía ita-
MARIA LUISA SPAZIANI Nació en Génova el 9 de diciembre de 1930. liana contemporánea, fue candidata al Pre-
Poeta, crítico y narrador, es considerado uno mio Nobel de Literatura. Recibió el Premio
Nació en Turín el 7 de diciembre de 1922 en el de los más importantes exponentes de la van- Librex Montale (1993) y el Premio Viareggio
seno de una acomodada familia burguesa. guardia poética italiana. En 1979 fue elegido (1996). En 2009 se le otorgó el Premio Inter-
Estudió en la Facultad de Lenguas de la Uni- diputado del Parlamento, entre las filas del nacional Trieste-Poesia para el conjunto de su
versidad de Turín y se licenció con una tesis Partido Comunista italiano. Recibió numero- obra poética. Murió en Milán, en la casa don-
sobre Marcel Proust. En los inicios de los años sos premios literarios en Italia y en el exterior, de siempre había vivido, en octubre de 2009.
60 comenzó a dar clase de Lengua y Litera- entre ellos La Corona de Oro del Festival Inter- Entre sus obras figuran: La presencia de Or-
tura francesa en la Universidad de Mesina, nacional de Poesía de Struga, en Macedonia, feo (1953), Bodas romanas (1955), Miedo de
donde empezó su trabajo de traductora al para el conjunto de su obra poética. Murió en Dios (1955), Tú eres Pedro (1961), La tierra
italiano de importantes autores franceses co- Génova el 18 de mayo de 2010. Escribió, entre sagrada (1984), Vacío de amor (1991), Bala-
mo Pierre de Ronsard, Jean Racine, Flaubert, otras obras: Laborintus (1956), Opus metricum das no pagadas (1995), Flor de poesía (1998),
André Gide y Marguerite Yourcenar. En 1978 (1961), Wirrwarr (1972), Postkarten (1978), Soberbia es la noche (2000), Clínica del
fundó el Centro Internazionale Eugenio Mon- Stracciafoglio (1980), Scartabello (1981), Bis- abandono (2005), Los poetas trabajan de
tale, para honrar la memoria del poeta y di- bidis (1987), Corollario (1997). noche (2009).
fundir su obra, institución que presidió desde
1982. También presidió el Premio Montale,
que distingue a las mejores obras poéticas ESPEJUELOS LOS POETAS TRABAJAN DE NOCHE
y traducciones publicadas en Italia. En 1981
recibió el Premio Viareggio. Murió en Roma el Me acostumbré otra vez a los espejuelos (que Los poetas trabajan de noche
30 de junio de 2014. Entre sus obras se en- el carnet para manejar, me los convirtió en cuando el tiempo no los empuja con prisa,
cuentran: Las aguas del sábado (1954), Uti- obligatorios, cuando calla el ruido de la muchedumbre
lidad de la memoria (1966), El ojo del ciclón en solo dos días: veo todo más claro: (pero y termina el linchamiento de las horas.
(1970), Pasaje con cadenas (1977), Geometría nada, por eso,
del desorden (1981), La estrella del libre al- se ha vuelto mejor, en verdad: un semáforo es Los poetas trabajan en la oscuridad
bedrío (1986), Juana de Arco (1990), La fle- siempre un semáforo, una acera como halcones nocturnos o ruiseñores
cha (2000), Poemas de la mano izquierda es una acera: y yo soy siempre yo, así) de canto muy suave.
(2002), La luna es ya alta (2006). (en cuanto al dolor de la cabeza dándome Y temen ofender a Dios.
vueltas
vaticinado como migraña, por un Instituto Pero los poetas, en sus silencios,
IR A LA DERECHA, A LA IZQUIERDA… Oftalmológico de la avenida Buenos Aires hacen mucho más ruido
al cual fui, esta vez lo experimenté y lo he que una dorada cúpula de estrellas.
Ir a la derecha, a la izquierda. Subir y bajar. superado):
Queda la dirección oblícua, también (el oculista
decepcionante. afirmaba que, con el tiempo, yo me había LOS POEMAS MÁS HERMOSOS SE ESCRIBEN
Se necesitaría otro espacio, otra dimensión. creado mi representación arbitraria de la SOBRE LAS PIEDRAS…
¿Por qué queda el deseo, si después todo está realidad, ahora destinada, con las lentes, a
prohibido? quebrarse de repente): Los poemas más hermosos
Yo sabría la fórmula del lirio, y la fuerza y pude se escriben sobre las piedras
oscura que lo anima como me anima a mí. tener la esperanza, por un instante, de poder de rodillas
Y sabría por qué existe la máxima ilusión, otra vez crearme, a precio barato, una vida y y las mentes aguzadas por el misterio.
conjunto de luz, amor, con lo que hoy te una vista) Los poemas más hermosos se escriben
envuelvo. frente a un altar vacío,
rodeados por agentes
SI ME ALEJO DE TI, ME DESGARRO TODO de la divina locura.
TESTAMENTO Así que, loco como eres
Si me alejo de ti, me desgarro todo tú dictas versos a la humanidad,
Déjenme sola con mi muerte. Pero mi parte mejor (o peor) los versos de la revancha
tiene que decirme algo en re menor te queda pegada, pegajosa, y las bíblicas profecías
que no conocen vuestros diccionarios. como una miel, un pegamento, un aceite y eres hermano de Jona.
Palabras de amor desconocidas también para denso. Pero en la Tierra Prometida
Petrarca, Vuelvo en mí, cuando vuelvo en ti donde crecen las manzanas de oro
donde el amor es un oro de calidad (y me encuentro otra vez los pulgares y los y el árbol de la sabiduría
no apto para pulsos humanos. pulmones) Dios nunca bajó y nunca te ha maldecido.
Dentro de poco aterrizo en Madrid: Pero tú sí maldices
Yo y mi muerte hablamos como viejas amigas (aquí en la parte de atrás del avión, mis hora tras hora tu canto
Porque desde mi nacimiento la tengo cerca seleccionados connacionales, porque bajaste al limbo,
Fuimos compañeras de juegos y de lecturas gente de negocios, dicen números y números, donde aspiras el ajenjo
y hemos acariciado a los mismos hombres. mientras beben de una sobrevivencia negada.
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DAÑO COLATERAL,
una poesía sorprendente
Ediciones Matanzas acaba de publicar un nuevo libro de Damaris Calderón que, además de proporcionar el placer estético
que solo produce toda legítima obra de arte, conmueve muy hondamente. Quienes han leído los libros anteriores de esta
autora habrán podido percibir, junto con la originalidad y audacia de su lenguaje, esa singular sensibilidad con que logra
penetrar y perforar hasta el desgarramiento las zonas más negadas u ocultas del ser humano. Y en sus poemas de Daño
colateral esta descarnada exploración de su escritura llega aún más lejos, ya no se trata de una criatura individual, sino de
la humanidad toda, de su sentido y su actuar en el mundo, «trabajando en su propia destrucción», como bien señala su
editor Leymen Pérez en la nota de contracubierta del libro. Damos a conocer ahora a nuestros lectores algunos de estos
excelentes textos.
Damaris Calderón (La Habana, 1967). Poeta, narradora, ensayista y artista visual. Reside actualmente en Chile. Entre
sus libros publicados figuran: Con el terror del equilibrista, Sílabas. Ecce Homo, Duro de roer, Los amores del mal y El arte
de aprender a despedirse. Ha merecido, entre otros reconocimientos: los premios Ismaelillo, Altazor y Pablo Neruda.

ÁRBOL DE LA GUERRA un hombre,


en la escala alimenticia de las especies, lo
De la siega: dos pequeñas manzanas. llaman
La floración: segmento:
en forma de punta segmento de estratificación social: ABC 1,
de cuchillo. ABCD 2,
(Los amontonábamos en pequeños fardos C3, D, E,
listos para arder). hasta llegar a lo amorfo, a lo innominado:
El pequeño tuareg lo que no
extranjero tiene nombre,
busca agua en grifo figuras, letras ni abecedario.
de país lejano Los pobres son una curiosa especie en
la mano extendida pidiendo algo expansión:
diciendo adiós. creen en el progreso y en la rapacidad.
Los niños se ponían en círculo: Construyen torres, muros, poblaciones
«Mi hermana viene por el camino de grava». callampas.
«Mi madre viene por el camino de grava». Destruyen, incendian, vuelan puentes. Se
Yo le contaba historias edificantes devoran
de los tiempos de la depresión. unos a otros.
Cómo sobrevivimos juntando ladrillo a ladrillo. Los pobres somos crueles. Nos robamos hasta
Un hambre de este mundo. el oxígeno.
Una sed de este mundo. Solo el niño camina hacia la estrella,
(Los encendían con la última rama como un LA CANTIDAD ENORME DE DINERO con los pies descalzos.
árbol de QUE CUESTA SER POBRE Hasta que vuelve a ser un pobre.
navidad (El infierno existe. Es una habitación atestada.
la roja libélula que vio Leonardo convertirse Los pobres huelen mal y no lo saben.
Y es eterno).
en un Los pobres no tienen modales
aeroplano). y no les importa.
¿Quién hizo de mi hijo un asesino? Los pobres viajan en vagones atestados, en DAÑO COLATERAL
Era un buen muchacho cuando salió de casa. establos.
Son capaces de colgar de trenes, de buses, El Presidente de la Standard Oil
como racimos de fruta pasada. y la Reina crían sus caballos juntos.
ESPÉRAME PARA RESUCITAR Son capaces de sacarse selfies, mientras cuelgan. Se derriten los hielos.
Capaces de ahorrar sus monedas, para ver cómo Aparecen ciudades subterráneas.
Cuando cayeron los misiles sobre Siria la hija pequeña Bases subterráneas misiles.
tú me dijiste: se ahoga en la piscina más grande de América. ¿Quién se sienta al centro del ombligo de la
Que mis besos te alcancen como un misil. Hablan con Dios, con el micrero, con la mujer Tierra?
Me dijiste: sonámbula ¿Quién roe la corteza?
A todos nos asfixió el gas sarín. que duerme parada, con el niño de pecho. ¿El gusano de cristal?
Nos barrió la época. Los pobres se abren paso a empujones, a Le prenden fuego al kurdo.
Ni los muertos entierran ya a los muertos. dentelladas. Al iraquí lo meten en un pozo
Espérame para resucitar. Tienen el hambre (la reivindicación del hambre) hasta que aparezcan armas nucleares.
Te alcanzaré como la radiación. universal (No hay).
Tú me dijiste: desde la pieza sanguinolenta de las cavernas. Timothy McVeigh, estalla el Edificio Federal
¿A quién si no a ti puedo arrojarle Los pobres dividen a los pobres en categorías Alfred P. Murrah,
estas palabras a la cara y subcategorías. Oklahoma, abril de 1995.
como otra granada? Y lo que ha logrado «avanzar» o «retroceder» (Sabiduría pérsica aprendida).
11
El ruso los pone a morir en un teatro
como si estuvieran dormidos.
(El musical «Nord-Ost»):
Vieron avanzar un gran gas
lentamente hacia ellos desde el techo.
Otros les colocan una plegaria en árabe:
«No hay otro Dios que Alá».
Un niño es un yacimiento mineral.
Un hombre
es un yacimiento mineral.
Una veta. UN POETA
Aceite de la roca.
Fiebre del oro negro.
¿Quién tantea las paredes?
EN PANDEMIA
¿Quién roe?
¿Quién se sienta en el centro del ombligo de Entrevista con
la Tierra?
El Presidente de la Standard Oil
y la Reina crían sus caballos juntos.
Alfredo Zaldívar
Marilyn Bobes
TODOS TRABAJAN EN LA DESTRUCCIÓN
CAVANDO
Alejandría
la Nueva York del viejo mundo. Muchos llaman a Alfredo Zaldívar «el alcalde de Ma- En cuánto a la edición ¿cómo ha repercutido este impasse
Dioses caídos estatuas derribadas. tanzas». Ello se debe a su activa participación en todos los en Ediciones Matanzas?
Ruinas más de mil años. asuntos literarios no solo de su provincia sino de toda la Isla. Tenemos un fuerte entrenamiento en el trabajo a distan-
Griegos romanos egipcios Aunque nació en Holguín vive desde adolescente en la lla- cia en lo referente a la labor editorial. Generalmente tra-
bajo el agua. mada Atenas de Cuba, donde ha desarrollado toda su carrera bajamos desde casa y nos reunimos una vez por semana.
de escritor. También hemos estado luchando con las carencias de todo
Bizancio
Poeta, ensayista, dramaturgo, ha incursionado también tipo. Esto no cambió, pero se dificultan otras cosas que re-
bajo el agua. en la crítica literaria y de arte y en la narración breve. Tiene quieren de nuestra presencia y de gestiones que se han vis-
Un rompecabezas. más de veinte libros publicados y es fundador de la cono- to muy limitadas. No obstante han salido los libros del plan
Una estatua de la diosa Isis cida Editorial Vigía, famosa internacionalmente por la cali- regular, veintidós en total, hechos totalmente por nosotros
largo tiempo olvidada dad de sus libros artesanales. Actualmente dirige Ediciones en nuestro modesto taller. También, lentamente, van sa-
bajo el agua. Matanzas y su revista homónima, y es vicepresidente de la liendo algunos del Plan Nacional del Instituto del Libro, que
La tierra firme y sólida Asociación de Escritores de la UNEAC. se hacen en poligrafía. Ha sido complejo pero no hemos pa-
se debilita y tiembla. Ha obtenido numerosos reconocimientos literarios pero rado. Hemos hecho presentaciones en las redes, y mante-
quizás el más significativo es el Premio Nacional de Edición, nemos, vía correo electrónico, nuestros concursos. Creo
Palacios derribados.
que se le otorgó en 2012 por la obra de toda su vida. que le hemos hecho buena resistencia a la pandemia.
Hundidos. He aquí algunas de sus reflexiones sobre este tiempo de
Ciudades derribadas. pandemia y otros asuntos de interés literario. ¿En qué has estado trabajando en el último año?
Hundidas.
Escribo un libro testimonial sobre los primeros años de
Sedimentos. Se impone hablar de la pandemia. ¿Cómo ha repercutido Ediciones Vigía, como sabes, editorial que fundé y dirigí du-
Greda. Bloque. Granito. ella en tu creación?
rante quince años. Sigo con otra novela, Dile a Fragancia.
Piedra caliza. Lamento decir que ha sido muy escasa. Ni yo mismo lo
Reescribí un cuaderno de poesía para niños que saldrá por
Hierro vidrio hormigón. entiendo. Pensé que tanto encierro me dejaría tiempo para
la editorial D´McPerson. Estoy cerrando un libro de poesía y
todos mis planes de escritura, que no son pocos, y muchas
Calles suburbios. tengo terminado uno de sonetos. Todo en proceso. No ter-
veces postergados por mi trabajo editorial, tan absorbente.
Un anillo de oro Pensé que leería mucho, algo de lo que nunca he podido
mino nada. Parece que hasta que la pandemia no se vaya
monedas del Imperio romano voy a estar dándole vueltas.
prescindir, y no conseguía concentrarme. Empecé a releer
Wall Street mis libros preferidos buscando estimulación. Llegué a la
¿Cómo piensas el futuro post pandemia, tanto desde el
Rascacielos conclusión de que leer o escribir son necesidades, nunca
punto de vista personal como el de escritor y editor?
el oro esparcido por todas partes imposiciones. ¡Qué iba a venir una pandemia a imponerme
No puedo separar al escritor del editor ni del hombre
La estatua de la Libertad algo tan sublime!
que soy. Mi vida no es literatura, pero vivo en ella. Como to-
bajo el agua. dos, sueño con ese día sin mascarillas, sin la obsesión, casi
¿Piensas que la situación epidemiológica ha sido para
Los ingenieros trabajan en la destrucción paranoica de higienizarlo todo constantemente. Y aunque
ti una oportunidad de buscar nuevas vías de comunicación
cavando una fosa. con tus lectores?¿Lo has hecho? vivimos tiempos convulsos, pandemia aparte, va a ser un
Los obreros trabajan en la destrucción Aunque he usado las redes, algo que la pandemia pro- país y un mundo mejor. Pero lo mejor de todo será el mun-
cavando una fosa. pició, para publicar poemas, y hasta creé un grupo, «La do de los abrazos, del «apretamiento social y físico». Lo
Los científicos trabajan en la destrucción vida en ciernes», para el intercambio literario, no he sido necesitamos ya…
cavando una fosa. muy consecuente. Sin embargo aparecieron poemas míos
en Jerusalén, traducidos al árabe, una extraña experiencia, ¿Puedes relacionar algunos títulos que prepara la edito-
Las cadenas de televisión
y Buenos Aires Poetry publicó una amplia selección de mi rial que diriges para este año y para el próximo?
las cadenas de comida rápida Ahora mismo estoy editando un libro con cartas del
poesía. Ahora Margaret Randall acaba de traducir para una
trabajan en la destrucción adolescente Cintio Vitier a su gran amigo matancero Mario
antología de poetas latinoamericanos que saldrá en Estados
cavando. Unidos, un poema reciente con el tema del racismo. Argenter, gran músico, fundador de la Orquesta Sinfónica
Los patos de Matanzas. Acaba de salir una gran antología de los poetas
Las ardillas ¿Cómo es escribir poesía con la amenaza del coronavirus? Beat, con selección, prólogo y notas de Margaret Randall.
del Central Park La prosa, ya sea narrativa o reflexiva, lleva otro tiempo, Salen ya libros de poesía de Damaris Calderón, Luis Mari-
trabajan en la destrucción un trabajo mayor en cuanto a horas de trabajo, a concen- món, Efraín Rodríguez Santana, Soleida Ríos, entre muchos
cavando. tración, no a rigor, por supuesto. Pero la poesía viene y uno otros. Hierro, de Carlos Celdrán y los premios Fundación de
El cordón umbilical del Nilo. la deja entrar. No hay que estar predispuesto ni buscarla. Es la Ciudad y Milanés. Hay varios libros para niños, de historia,
lo que más he escrito en estos tiempos, sin embargo hay ensayo, narrativa. Amplia variedad.
San Francisco Los Ángeles.
un solo poema que toca el tema del coronavirus. De todas ¿Cómo definirías a Alfredo Zaldívar?
La Gran Manzana formas, en todo lo que he escrito en estos meses, la pan- Quizás sea uno, entre la muchedumbre, de los segui-
un cascarón de imperios mezclados. demia subyace, está en el subtexto. Todo ha cambiado, y la dores de don Alonso Quijano, que no ha llegado siquiera a
Cavando. poesía también. Sancho, pero que insiste en cabalgar.
12

Basilia Papastamatíu

RIESGOS DEL
PENSAMIENTO

Este año se cumplen setenta y tres del nacimiento del excep-


cional teórico, editor y traductor cubano Desiderio Navarro
y cuatro de su pérdida. Yo lo conocí a principios de los 70,
apenas recién llegado a La Habana y cuando hacía solo un
año de mi llegada a Cuba. Desde el mismo momento en que
nos vimos comenzó de inmediato una fuerte amistad
que duró casi cincuenta años y fue para mí sumamente sa-
tisfactoria y gratificante desde el punto de vista humano e
intelectual. Fue Roberto Fernández Retamar quien le había
hablado de mí. Le dijo que yo había venido de París y ha-
bía traído un buen número de libros valiosos, de los mayores bajo el sello ya legendario de Criterios, nombre que tam-
teóricos en ese momento, quienes, sin ser todos france- bién dio al Centro Teórico-Cultural que creó y dirigió. Estos
ses, residían en dicha ciudad por haberse convertido en esa proyectos nacieron ciertamente por su profunda convicción
época en la meca, el centro del pensamiento en el mundo. de que todo intelectual revolucionario no podía serlo por
A mí me encantó ver, que a un cubano apenas veinteañero una fe ciega, sino por decisión racional, lo que implicaba el
le interesara leerlos y ver, además, que él ya sabía bastante deber y hasta la obligación de conocer todas las filosofías,
de la existencia y de la obra de esa pléyade de ensayistas todas las ideologías y formas de pensamiento para poder
que estaban revolucionando las teorías establecidas y vi- analizar, comparar y establecer las diferencias.
gentes entonces en sus respectivos campos. Por nombrar Por su convencimiento asimismo de que debía invo-
solo algunos, todos de algún modo herederos de Saussure: lucrarse, opinar y actuar sobre los asuntos de su realidad simplemente progresistas, él analizaba con gran lucidez sus
Lévi-Strauss, Foucault, Althusser, Roland Barthes, Derri- social, y por la misión que se autoimpuso de contribuir lo causas y las equivocaciones que cometieron, tan imperdo-
da, Lacan, Jacobson, Todorov, Kristeva, el grupo Tel Quel y más posible a ello, consiguió el apoyo además de la amistad nables como fatales; y reflexionaba y opinaba con mayor
más... Realmente yo le caí del cielo a Desiderio, porque no de figuras tan valiosas de nuestra cultura como Armando empeño cuando se trataba de la revolución cubana, inten-
existía todavía la informática, ni el correo electrónico ni in- Hart, Abel Prieto, Roberto Fernández Retamar y Ambrosio tando alertar sobre posibles errores o decisiones que re-
ternet, y era pues bastante difícil estar informado y actua- Fornet. Muestra de este pensamiento afín, son las palabras sultaran inconvenientes. Su enérgico enfrentamiento con
lizado sobre este extraordinario movimiento teórico y, más de Fornet, citadas precisamente por Desiderio en su libro todo lo que consideraba mal hecho fue perenne y lo man-
aún, conseguir sus libros. In medias res publicas: «El intelectual está obligado a ser tuvo hasta el fin de su vida.
Por supuesto, su gran avidez por saber todo lo que en el crítico de sí mismo y la conciencia crítica de la sociedad». Por último, quiero recordar una anécdota muy revela-
terreno de las ideas existía sobre el planeta y su formación Pero al mismo tiempo que lograba alcanzar el aprecio dora de la fuerza de sus convicciones: cuando se desplo-
educativa en la Cuba socialista, ya le habían permitido ac- y la admiración de un buen número de los mejores inte- maron los sistemas socialistas europeos, no solo por las
ceder al pensamiento marxista y leninista y toda variante lectuales y artistas cubanos y de muchos otros países del presiones del imperialismo, sino también por sus propios
derivada del mismo, como la trotskista o la maoísta, ade- mundo -como suele ocurrir cuando surge una persona de desaciertos, una de las consecuencias inmediatas fue una
más de otras tendencias como el anarquismo o el existen- un talento deslumbrante y avasallador-, hubo quienes, por fuerte campaña de demonización de palabras como Marx,
cialismo, surgidas en reacción y oposición a la política y la suerte muy pocos, no aprobaban su quehacer y calificaban Lenin, marxismo, comunismo o socialismo, con el consabi-
filosofía burguesas. los textos que escribía, publicaba y traducía como incom- do derribo de estatuas y destrucción de banderas y demás
A su apasionada entrega al conocimiento, se sumaba prensibles, demasiado complejos o iconoclastas, sospecho- símbolos, y estos hechos nos deprimieron a muchos. Pero
una admirable vocación de compartir y transmitir a los de- sos de alguna herejía política o moral; o no entendían por Desiderio, siempre incansable e imbatible, no tardó en re-
más lo que iba descubriendo, aprendiendo. Y explicaba su qué en sus publicaciones daba cabida a todas las sucesi- cuperar su esperanza y su energía de siempre. Como lo noté
labor con palabras tan expresivas como las que escribió en vas corrientes del pensamiento contemporáneo, en vez de el día en que me dijo, muy animado, que estaba empezando
una carta de 2006: «…He dedicado más de 35 años de vida adherirse a una sola. Y lo atribuían a fluctuaciones de su pro- a ocurrir un curioso fenómeno, y no dentro de los países
a abrirles horizontes del pensamiento teórico mundial a mis pio pensamiento, a que se movía por entusiasmos coyuntu- del desmoronamiento, sino precisamente en las universi-
compatriotas, porque, en mi concepción del socialismo, creo rales o modas transitorias, pasando de los textos marxistas dades y en otras instituciones del saber de los mismos paí-
que tienen derecho a conocer por lo menos lo mejor, lo más más dogmáticos a los más heterodoxos, del estructuralis- ses capitalistas, sobre todo en el medio estudiantil: había
importante o lo más influyente de lo que pasa en el pensa- mo al postestructuralismo y al postmodernismo; o de pron- empezado a aumentar notablemente el interés por estudiar
miento cultural, más allá de las costas de nuestra isla; de- to, se adhería a la causa antirracial o publicaba estudios la figura y las ideas de Carlos Marx y a crecer su prestigio,
recho a ser revolucionarios o socialistas o marxistas no por contra los prejuicios de género y la diversidad sexual. Pero lo que era algo muy alentador… Y esto que entonces él me
ignorancia, por forzoso desconocimiento de todo lo demás, esta percepción era tan obviamente errónea e injusta que anticipó sigue ocurriendo todavía hoy en el propio corazón
sino, como yo, justamente por el máximo conocimiento nunca pudo dañar su imagen ni opacar la magnitud de su del mundo capitalista, los Estados Unidos, sobre todo en las
personal posible de lo que ocurre en el pensamiento en es- obra. Y en mi caso puedo asegurar que a lo largo de nuestra generaciones más jóvenes, motivando reacciones deses-
cala mundial». larga amistad, comprobé siempre la coherencia y solidez peradas, antidemocráticas y neomacartistas desde la más
Siempre insistiría en esto, y comenzó a ponerlo riguro- de su pensamiento, profundamente ético y esencialmente extrema derecha.
samente en práctica, iniciando, con solo algo más de veinte marxista y anticapitalista, además de ser un tenaz defensor Este era el Desiderio que yo conocí, el que nunca desfa-
años, sus sucesivos y crecientes proyectos (múltiples pu- de la justicia social. llecía, nunca se dejaba abatir, el que yo admiraba y admiro.
blicaciones impresas, luego incluso digitales, colecciones Cada vez que veía fracasar a movimientos revoluciona-
de libros, traducciones de numerosos idiomas) englobados rios en algunos países o que caían gobiernos socialistas o Tomado de Cubaliteraria
13

CON NOSOTROS, SIEMPRE Antonio Armenteros


EL BRILLO DE SU ALMA1
En los meses recientes hemos sufrido la pér-
dida de un excepcional número de colegas
que han dedicado su vida al trabajo cultural
y en particular a la escritura como su instru-
mento de creación y de comunicación. Como Es muy probable que una de las acciones humanas más más fina/fija en ciertos detalles que potenciaban desde lo
no podemos nombrarlos a todos, menciona- extenuantes e intensas lo constituya el retorno.2 Me aden- idílico los estudios de género. Luego vendría La Sucesión
remos al menos a los cubanos que nos fue- tro/arriesgo con un libro que lo hace acomodándose en los (Letras Cubanas, 2005), textos donde la condición feme-
ron más cercanos, y a dos notables autores intersticios recónditos de su propia historia/biografía, de nina ya no halla contención, aquellos fragmentos engarza-
argentinos que tienen en común el haber vi- la poeta y ensayista Caridad Atencio Mendoza (La Haba- dos mostraban la fuerza tremenda, respetable de nuestras
sitado Cuba y haber dejado en la isla amigos, na, 1963), su poemario El camino a casa (Selvi Ediciones, mujeres y sobre todo de las intelectuales. ¿Me sorprendo
lectores y admiradores. Ahora sufrimos su 2020, Colección Arco Tenso -primera entrega-, Valencia, al entender cuánta reflexión poética, cuánta concreción
muerte. Pero sabremos preservar su imagen España). mágica hay entre un prólogo y un
y su obra. Ellos son: Lo primero que se debe acotar epílogo?
sobre este nuevo volumen es su rit- Mientras escribo a nivel cons-
Elsa Claro: Nació en La Habana en 1943. Es- mo, su percepción única, que juega ciente me llegan la melodía y la letra
cribió y publicó varios libros de poesía, entre con la filosofía -juego serio/sabio del músico y actor pinareño Raúl Paz:
ellos, Los caminos y el silencio y Semillas del desde donde se (ad) mire.3 Con cierta «Nada es mejor que volver a casa,
atardecer. Desempeñó una destacada labor disonancia, pues la poeta, y es mi nada mejor que volver atrás…». De
periodística en la prensa escrita y también en opinión, ahora, que goza de otra esos (re)inicios con uno mismo se
la audiovisual. condición existencial, quiere dejar trata, o tendré que argumentar con
un legado, hacernos depositarios las frases letales del poeta ruso del
Lourdes Pasalodos: Nació en La Habana en 1951. de un testimonio/testamento pro- siglo de plata Ossip Mandelshtam
Escribió libros de narrativa y recibió el Premio fundo de su estirpe, representa- (1891-1938), refiriéndose a su que-
Guillermo Vidal 2015 por su novela Como era do por varios personajes -sobre rida Anna Ajmátova (1889-1966):
entonces. Ejerció también activamente du- todo mujeres excepcionales de su «Ella ha realizado dos bellísimas
rante cincuenta años el periodismo cultural. familia primigenia- tanto paternos existencias, por favor, no le pidamos
como maternos:4 «Pero espera a más». Caridad ha imbricado el arte y
Hermes de Jesús Moreno Rodríguez: Nació en que caiga la noche y regrese alguien la vida. Lectores, no los abrumo más,
que nos buscó en el mar».5 Aten- he aquí pujante, creativa e inespera-
Sagua la Grande en 1961. Al fallecer era el di-
cio realiza unos frisos, unos cuadros da, una nueva obra de la poeta ma-
rector de la editorial Nuevo Milenio. Trabajó
exactos y coloridos de su tribu ori- rianense Caridad Atencio Mendoza.
destacadamente en el Instituto Cubano del
ginal con mucha curiosidad y res-
Libro como editor y dictó conferencias en fe-
peto. Escogería para ilustrar lo antes
rias y congresos internacionales. expresado el poema del folio 33 que es antecedido por un 1
Verso de la autora que aparece en la página 31.
texto minimal, pero de un poder, una fuerza comunicante 2
Como reza el adagio, no se debe volver a los sitios donde uno fue
Marino Wilson Jay: Nació en Guantánamo en por su poder de síntesis, su sentido y sus significados: «Y feliz.
1946. Fue poeta, investigador y ensayista. la gente a mi madre: como te vas a casar con un hombre 3
El juego, su principio interactivo y virtual que tiene una relación
Entre sus libros figuran: de poesía, Yo doy que le canta a los árboles».6 O sea que lo poético -por directa con el problema esencial que se plantea por la época, el pro-
testimonio y Desnúdate, poesía; y de ensayo, línea paternal-, lo cantable, bucólico siempre, ha formado blema de la realidad, con la aparición de los medios de comunicación,
Los hechiceros de los cincuenta y Lecturas y parte raigal del ADN de la escritora y es muy probable que de INTERNET, con la importancia del ordenador en nuestras vidas,
visiones. se reproduzca/ renazca/reaparezca en un 99,99 % en sus etcétera…
futuros descendientes.7 4
Estoy especulando pero obviamente ahora que la poeta es abuela
Horacio González: Nació en Buenos Aires en No es una noticia que estamos frente a un poemario de la pequeña Havana, en su doble condición, desea que su heredera
1944. Sociólogo, profesor y brillante ensayis- redondo, el cual fue editado por un viejo zorro de estas li- (re)conozca el tronco al que pertenece, o sea Cary habla del pasado,
ta. Considerado uno de los más importantes des: Roberto Manzano y no constituye una isla en el mar, del presente y así tiende un sólido puente al futuro. Ya sabemos que
intelectuales argentinos de nuestra época. sino el producto lógico, bien pensado de esta primera en- los poetas imaginamos lo que nadie ve y lo más terrible resulta que se
Durante su actividad como director, convir- trega de la colección. Son volúmenes preciosos, austeros, visualizan esas irrealidades con una nitidez, a veces hasta espantosa.
tió a la Biblioteca Nacional en un gran centro de una sobriedad intelectual estimulante.8 Un ejemplo sería el texto de la página 43: «…Eran los tiempos de las
cultural, accesible a todos. Pero regresemos a nuestro viaje por los versos secos, colas, de los hacinamientos en pos de mercancías…». Para nuestra
  golpeantes, filosos como cuchillos y cortantes cual tijeras desgracia tales tiempos se renuevan y amenazan con llegar a la exis-
Tamara Kamenszain: Nació en Buenos Aires de El camino a casa. A esta altura resulta obvio que prefiero tencia de nuestros nietos.
en 1947. Poeta y ensayista, reconocida como la segunda sección que rótula el poemario. Es la poética- 5
Poema de la página 44, que también podría ser el que le sigue en
una de las mejores autoras de su generación. lírica de alguien que ha comprendido -en sus matices- el la 45, lo cual demuestra la calidad de su discurso lírico.
Entre sus libros de poesía figuran: La casa verdadero fin de la vida: «La ignominia la bebemos como 6
Texto de la plana 34.
grande, El Ghetto, El eco de mi madre y La el agua».9 La memoria funciona cual diosa, la primera vez 7
El abuelo también influye, ella comparte sueños y familia con el
novela de la poesía. que leí Los poemas desnudos (Ediciones Mucuglifo, Vene- poeta Rito Ramón Aroche.
zuela, 1995), me sorprendió el nivel de elaboración de un 8
Pienso en los otros nueve libros de la colección.
pensamiento maternal con una concreción digamos que 9
Página 21 de la primera sección Acaso divisable.

Corrientes espirituales Un pañuelo y otros Trilogía 0°0´0” Las pequeñas


en Cuba relatos Edwin Madrid palabras
Natalia Bolívar, Varios autores Editorial Arte y Reinaldo Cedeño
Carmen González y Letras Cubanas Literatura Pineda
Natalia del Río Editorial Oriente
Junto al relato «El El autor expone su
Editorial José Martí
pañuelo» de Karla propia biografía Nos adentra en
Este libro aborda el Suárez, incluye los y su realidad un universo de
tema de las corrientes textos seleccionados circundante con recuerdos y saberes,
espirituales en Cuba, en el concurso Premio textos epigramáticos, de sentimientos e
sus bases teóricas Iberoamericano de en una simbiosis de impresiones. Sus
generales, los ritos Cuento Julio Cortázar connotada energía y palabras son puertas a
más usuales y su 2019. espiritualidad. otras épocas.
práctica.
14
CONTINUACIÓN DE LA PÁGINA 3

viven una realidad singular, fruto de un pro-


ceso accidentado pero legítimo, la de Aira

EL DESFASAJE
es fundamentalmente un universo ruinoso y
decadente en que la historia (no digamos ya
la Gran Historia) es reemplazada por la obje-
tualidad y la microscopía. De hecho, la ma-
yor parte de sus relatos, al menos los más

Rogelio Riverón interesantes, no son generados por ninguna


circunstancia exterior, o por conflictos pro-
ducidos por persona alguna (los personajes
más llamativos son dos presencias fugaces
En la nota de solapa de El año que nieve, de que no está al final, está encarrilado, ca- sa breve contemporánea, matizada (la asi- y sin mayor trascendencia, al final del relato:
Rubén Rodríguez, se nos advierte que, pese rente y sin perspectivas; y el que no, sufrirá duidad) por el humor y una reiteración casi la ascensorista ciega de un elevador a os-
a todo, los cuentos que lo componen es- alguna conmoción. En el segundo cuento siempre fecunda en el caso de «Conexión». curas, y un guardia de seguridad), sino por
capan de la solemnidad y la desesperanza, del libro, titulado «Homenaje», una jo- «El vecino» es una muestra de acierto al esos objetos que cobran un insólito prota-
gracias, entre otras cosas, a «la refractaria ven profesional se dispone a reactivar —a aislar un momento en apariencia intrascen- gonismo. Si hasta ahora viajar a La Habana
voluntad de resistencia que aflora de sus dente, ionizado en realidad por la desolación. era hacerlo a una sociedad y un proyecto
páginas». Leídas las once piezas que inte- Como si la única tutela viniera del instin- únicos y atractivos, con esta crónica todo
gran este volumen, merecedor del Premio to. Personajes sin nombre propio, acoples ello desaparece, sustituido por las ruinas y,
Alejo Carpentier de cuento en 2019 y publi- furtivos y vuelta al aislamiento, diálogos sobre todo, por la contracara de ese caos y
cado por Letras Cubanas, me veo tentado puntuales, espesor dramático y otra vez el fealdad exterior: las microscópicas y minu-
a plantearme lo contrario, al menos como detalle que llama la atención sobre lo per- ciosas historias contenidas en objetos mu-
un ejercicio mental: ¿Y qué tal si se tratara verso de este mundo: ruidos, siluetas, unos seables.
precisamente de la desesperanza? ¿Necesi- pies sorpresivamente suaves. En «La visi- Una experiencia muy diferente a la de
tamos como lectores ese virtual alivio; digo ta» se puede detectar una leve ligazón con Aira es la de Sergio Pitol, para quien el primer
el de postular que el libro es pertinente en «Homenaje», sobre todo porque en ambos viaje a La Habana —ocurrido en la década del
tanto deje sin sellar un orificio por el que se es básico el capricho, la chifladura amorosa. cincuenta pero contado en la contempora-
atisbe algún tipo de aspiración? El asunto, La diferencia está en que el chiflado de «La neidad— tuvo un efecto vital y literario de
me respondo quizás en tono provisional, visita» no tiene amor propio. Su ruindad primer orden. Esta historia contada al revés
no radica en que haya o no salida para las convierte a su tía en alcahueta por conmi- comienza en mayo de 2004, cuando Pitol se
situaciones que se plantean en El año que seración. Su ruindad es acaso la coartada interna durante dieciséis días en el Centro
nieve. Parece más importante concentrar- para que la vieja se ponga en marcha y haga Internacional de Salud «La Pradera» para
se en cómo funciona cada una de estas hi- aflorar sus mañas, la insolencia con que se tratar sus padecimientos neurológicos. Co-
pótesis sobre la privación, la supervivencia dispone a sobornar a diestra y siniestra con nocemos los detalles porque allí escribió
y la fatalidad, que eligen como escenario el propósito de preservar un statu quo moral una parte de ese diario descomunal que lo
invariable el de la provincia; más aún, el de que en realidad no existe. Rubén Rodríguez acompañó por décadas, la cual colocó como
los pueblos dejados de la mano del destino, pinta con escrupuloso sarcasmo el ímpetu una suerte de epílogo de El mago de Viena,
como Comalas del siglo xxi. de esos hipócritas de barrio, al fin y al cabo y que luego se desprendería del conjunto
Uno de los riesgos de esta literatura es el masoquistas, que parecen llevar la marca de para —algo modificada— cobrar vida propia.
de precipitarse en real common places, en Virgilio Piñera. Piezas como «Domingo», El dato es importante porque ese final nos
el lugar común reseco, variaciones de tres o «Suburbana», «El encargo» y «El año remite al principio, es el fruto de una larga
cuatro notas. Rubén Rodríguez lo evita lim- relanzar, dirán algunos— a un viejo litera- que nieve» dan cuenta de la vaciedad, los Bildungsroman iniciada medio siglo antes
piamente, gracias, creo, a la forma en que to. El encandilamiento de aquel pondrá en prejuicios y el automatismo que sobre- en las calles de esta ciudad. El círculo de una
sabe agredir lo cotidiano, al certero mane- evidencia ciertos estados quiméricos, con vuelan a ciertos colectivos. «La pesca» es vida se cierra sobre el mapa de La Habana. El
jo de los detalles sin dejar de ser escueto mucho potencial dañino. A ambos les sirve un doloroso alegato sobre el atentado y el hecho, según podemos leerlo en esta ver-
cuando lo estima pertinente y a que blande la frase lírica de G. A. Bécquer: Yo voy por un miedo. Los mejores momentos de este libro sión, es que Pitol y su amiga Paz entran un
un sarcasmo medio canallesco, con el cual camino, ella por otro… Y en sí, esa es una de me recuerdan el procedimiento cinemato- día a comer a La Zaragozana, un restauran-
prolonga nuestro desasosiego de lectores. las características más importantes de es- gráfico de «cámara en mano», gracias a te que él recordaba de aquella primera es-
Su libro no incurre en arrancadas en fal- te cuaderno: el desfasaje. «Homenaje» es las entradas y salidas del narrador, a la con- tancia. Y es ante una trivial pregunta de ella
so. De hecho el primer cuento, «Jabón», es una extensa premonición acerca de lo fac- cisión de los diálogos y las secuencias que («¿Cuándo viniste aquí la primera vez?»)
una de sus mejores apuestas. Una pareja de tible o no de la trascendencia y no solo en prefieren la «escala humana». que la memoria se dispara. Es la magdalena
extranjeros se adentra en el paisaje más el plano profesional. El narrador vuelca su La pobreza, la rutina, la sumisión, el has- en el té, el detonante de una catarata de re-
rudo que imaginarse pudiera, aun cuando omnisciencia en un tiempo futuro. Dice: La tío; personajes con instintos sonámbulos, cuerdos ocultos: «Durante cincuenta años
piensan lo contrario. Ese es el problema de joven se presentará… A Eugenia le asom- ambientes de poco oxígeno, destinos que se mantuve clausurados los días de La Habana;
este cuento: el choque, no ya de los puntos brará… El prosista no responderá…, como si repelen y son la única opción para posibles sabía, desde luego, que había estado de paso
de vista, sino de las culturas, de los desarro- nada hubiese ocurrido de momento, aun- transacciones filiales, dominan en tumulto en esa ciudad fascinante pero no recordaba
llos. La mudez forzosa frente al otro. La pa- que él ya lo captó. Es una conjetura perver- las claves de estos cuentos en los que pre- qué había hecho o visto en ella, ni siquiera
reja es acogida de no muy buena gana por sa con final lastimero. dominan las situaciones fuera de foco. Debe dónde dormía» (Pitol, 2005: 266-267).
una mujer arruinada, hosca y el cuento aca- Desfasados están los personajes de «El estar en lo cierto el editor de El año que nie- La historia se remonta a fines de febrero
ba en una estampida más bien grotesca. vecino», «El pacto», «Conexión» y «La ve en cuanto a la «refractaria voluntad de o principios de marzo de 1953, cuando en su
La mayoría de los personajes de El año visita». El segundo y el tercero de estos resistencia» que explica haber localizado en primera salida de México con destino a Ve-
que nieve viven y piensan escuetamente, cuentos acarrean un poco de esa asiduidad ellos. Aunque resistan de puro empecina- nezuela, Pitol llega a Veracruz para embar-
porque se encuentran al final de algo. Y el inevitable en los registros realistas de la pro- miento, incluso ignorando que lo hacen. carse en el Francesco Morossini; evitando el

XVI Concurso La historia del Griot Los poderes de Juegos prohibidos


Internacional de Ron Ramdin Antonina Roberto Leliebre
Ensayo Pensar a Editorial Arte y Maylén Domínguez Editorial Oriente
Contracorriente Literatura Ediciones ALMARGEN
El eros de la infancia
Editorial Ciencias
Conmovedora novela Antonina es un puede ser un
Sociales
narrada en primera personaje pintoresco juego peligroso o,
Recoge los premios y persona sobre el que se atribuye el en la ancianidad,
menciones de la más proceso de la poder de adivinar convertirse en fuente
reciente convocatoria esclavitud. el futuro desde su de una felicidad
de este certamen consultorio espiritual. trágica.
sobre temas
político-sociales y
medioambientales.
15
mal tiempo, el barco había adelantado su Pero falta aún un elemento clave, el ter-
salida para Nueva Orleans y el joven aborda cer vértice de este triángulo habanero indis-
un carguero brasileño que haría escala en La pensable en el proceso de crecimiento y
Habana y le permitiría alcanzar al Morossini aprendizaje que significaron aquellos días.
en ese puerto. De modo que el azar lo con- Se trata de la iniciación política. Al día si-
duce a estos rumbos y, si hemos de creer guiente de ese momento de refinamiento
esa versión, entonces Cuba y su capital se intelectual, después de visitar librerías, y de
convertirían en la primera tierra extranjera caminar, presumiblemente, por la calle San
visitada por este impenitente viajero futu- Lázaro, desemboca en una manifestación
ro. Hago la salvedad porque está claro que estudiantil que venía bajando de la Univer- CONVOCATORIA
ese diario y tales recuerdos, salpicados de sidad, en protesta por el asesinato del estu-
elementos en que se confunden realidad y diante Rubén Batista. «Fue», asegura, «el La Casa de las Américas y el Centro de Investigaciones de Política Interna-
ficción, son también la reconstrucción de primer acto público al que el joven se acer- cional convocan al III Seminario de estudios sobre las comunidades nativas
una biografía. có. Después participó en muchos más y en americanas, afrodescendientes y latinas en los Estados Unidos que se rea-
La noche de su llegada a La Habana el jo- diferentes lugares» (262). Escucha himnos lizará, a través de plataformas digitales, del 17 al 19 de noviembre de 2021,
ven sale con un marinero italiano y dos jóve- revolucionarios y de pronto se desata el ti- con el propósito de analizar los desafíos que en la actualidad enfrentan
nes cubanos que lo conducen al barrio chino roteo de la policía. Su presencia confiere estas poblaciones en el país del norte. Los participantes podrán abordar
y al teatro Shangai. De esa experiencia ape- cierta dosis de heroísmo al joven mexicano aspectos de la actual realidad económica, política, social y cultural de es-
nas quedan jirones de recuerdos que Pitol sorprendido allí. tas comunidades; las estrategias propias de comunicación y diálogo; los
narra en tercera persona, estableciendo cier- Por si todos los detalles de este intenso procesos educativos y de formación desde una perspectiva descoloniza-
ta distancia con el joven que fue. Solo al día viaje no fueran suficientes para proclamar dora; y la resiliencia frente a la Covid-19.
siguiente, al descubrirse dentro de unos za- el paso por un proceso de iniciación en los Los interesados presentarán sus ponencias o comunicaciones median-
patos ajenos, se da cuenta de la magnitud más importantes órdenes, falta un detalle más te el envío, hasta el 17 de octubre de 2021, de una ficha con el título de la
de hechos que no logra hilvanar. Gracias a extraordinario: recordar que fue durante
propuesta, el nombre y los apellidos del autor o los autores, y, si es el caso,
una extraña anagnórisis, verse en los zapa- esos días de La Habana y los siguientes de la
su organización o institución, un resumen del contenido de la propuesta
tos de otro le hace cobrar conciencia de sí travesía hacia Venezuela cuando comenzó a
que no exceda las 250 palabras y una nota biográfica de similar extensión.
mismo y de lo ocurrido. En verdad, no logra escribir. Varias veces había insistido en que
precisar ni siquiera dónde había dormido, el inicio de su obra tuvo lugar unos cuatro
Dado que no es posible encontrarse este año en La Habana, los trabajos
pero en ese silencio se asoma la posibilidad años después de ese primer viaje. «Y des- aceptados serán presentados en videos de no más de 15 minutos y ha-
de una noche de Walpurgis. Hay un vacío en cubro que no es verdad. La primera vez fue brá encuentros diarios a través de una plataforma Jitsi para intercambiar
la memoria y en el texto mismo que, sin em- en la cubierta del Francesco Morossini cuan- y compartir ideas. Tanto los videos con las intervenciones como los en-
bargo, colma de sentido a la narración y lo- do, tratando de escribir una carta probable- cuentros de intercambio serán publicados y mantenidos como acervo en
gra insinuarse en algunos pasajes: «de día mente a uno de los amigos que desistieron una página web especialmente creada con ese propósito. Las solicitudes
y noche recorría la ciudad, tanto las partes del viaje, empecé un poema» (264-265). de participación se recibirán a través de los correos: coa@casa.cult.cu y
más reposadas como las más estrepitosas, Es entonces allí, en la cubierta del barco casadelasamericascuba@gmail.com.
y [...] en esas andanzas comparaba la Ciudad en que acaba de salir de La Habana, donde el
de México con la que estaba descubriendo, joven vela las armas que le permiten echarse
y la suya le parecía un inmenso monasterio a los caminos de la literatura. O sea, es en la PREMIO FIL PARA DIAMELA ELTIT
habitado por una multitud de monjes tra- experiencia habanera donde coinciden una
penses, un desierto, un silencio infinito, una sensualidad inédita, un placer estético irre- La escritora chilena Diamela Eltit, mereció el Premio FIL de Literatura en Len-
morigerada grisura; en cambio en la otra petible, cierta forma de crecimiento político guas Romances 2021 por sus novelas, ensayos y crónicas. El jurado, com-
intuía una borrasca, un edén, la apoteosis y la iniciación literaria. Tal vez para ningún puesto por Lorena Amaro Castro, de Chile; Marco Belpoliti, de Italia; María
del cuerpo, un vértigo, la gloria total» (256). otro escritor extranjero, incluido Hemingway, Eunice Moreira, de Brasil; Rafael Olea Franco, de México; Javier Rodríguez
Ha descubierto en La Habana una sensuali- La Habana haya cumplido un papel tan im- Marcos, de España; Oana Sabo y Simona Sora, de Rumania, evaluó un total
dad que desconocía; pero ello no le impide portante en su biografía. de 71 candidaturas con 57 autores postulados de 17 países y en siete idio-
descubrir otros espacios. Si en las crónicas de Lemebel coexisten mas, y premió por unanimidad a esta autora por «la profundidad de su es-
Al día siguiente se entera por el periódico el pasado y la esperanza de futuro, Aira per- critura única… capaz de renovar la reflexión sobre la literatura, el lenguaje
de que Catalina Bárcena, de gira por Cuba, cibe ante todo un presente desconectado y el poder en el cambio de siglo». Expresaron que posee una «voz trazada
presenta Pygmalión y que esa misma noche, del devenir; su apelación al pasado es más con los cuestionamientos más urgentes de la época contemporánea, en
en el Lyceum Lawn-Tennis Club, se home- bien una cáustica manera de sacar a la isla tiempos de pandemia, migraciones, depredación y devastación ambien-
najea al poeta Mariano Brull. Si de la visita al de la Historia. En Pitol, por su parte, se pro- tales» y que su obra «trasciende las convenciones literarias para dialo-
Lyceum no queda un testimonio consisten- duce un curioso efecto cuando el presente gar con la visualidad, la crítica, el feminismo, el sicoanálisis y las teorías
te, la puesta de Pygmalión, en cambio, deja remite y nos traslada a la década del cin- contemporáneas poshumanistas», y muestra «subjetividades e historias
en él una marca indeleble. Tras un primer cuenta. Esas encontradas maneras de ubi- hilvanadas por la resistencia, la marginalidad y el olvido, donde rescata, lú-
acto desafortunado de la obra, la actriz y el car a Cuba forman parte de las dificultades
cidamente, las posibilidades de una nueva humanidad».
personaje van creciendo «al grado que to- para entenderla.
Diamela Eltit nació en Santiago en 1947. Entre sus novelas figuran Lum-
das las Lizas de los varios Pygmaliones que
périca (1983), Por la Patria (1986), El cuarto mundo (1988), Impuesto a la
vio después en producciones mejores y di- Bibliografía
recciones soberbias en Inglaterra, Italia y Po-
carne (2010), Fuerzas especiales (2013) y Sumar (2018).
Aira, César: «En La Habana», en Sobre
lonia le parecieron sosas en comparación el arte contemporáneo, Buenos Aires, Pen- El acto de entrega del premio está previsto para el 27 de noviembre de 2021
con la actriz española» (261). Es decir, que guin Random House, 2016. en México de forma presencial. Habían recibido anteriormente esta distin-
a la revelación de una sensualidad no perci- Lemebel, Pedro: Adiós mariquita linda, ción, entre otros escritores, Eliseo Diego, Nélida Piñón, Augusto Monterro-
bida antes, vendría a sumarse la experiencia Barcelona, Mondadori, 2006. so, Olga Orozco, Sergio Pitol y Juan Gelman.
de un placer estético que no volvería a en- Pitol, Sergio: El mago de Viena, Bogotá,
contrar ni en las más exigentes plazas. Fondo de Cultura Económica, 2005.

Mujer adentro: Ontología del son A cada uno, lo suyo: Antología poética
Cuentos entre rejas Raúl Fernández Memoria conga del Jaime Siles
Iliana Núñez Editorial Letras Portugalete Editorial Arte y
Rodríguez, Felipe José Cubanas Félix Horta García Literatura
Oliva Alicea Editorial José Martí
Nos permite conocer Arte y Literatura
Editorial José Martí
mejor a los creadores Muestra el modo de presenta esta
Expone las e intérpretes de la pensar y actuar de la antología preparada
consecuencias música cubana de etnia conga y traslada por el propio autor
de la violencia, estos últimos años. al lector a la época de que recoge lo mejor
la ignorancia, las esplendor del ingenio de su obra, es un
contradicciones del Portugalete. recorrido por la vida
ser humano, que poética de Siles.
pueden llevarlo a
terminar entre rejas.
No. 167

Vivimos en medio de una crisis cultural gravísima, la más grave y devasta-


dora de que se tenga memoria. Los paradigmas de la tradición cultural hu-
manista están en franco retroceso frente a la avalancha irresistible de una
industria del entretenimiento que no reconoce jerarquías, que ha reducido el
arte definitivamente a la condición de la mercancía más vulgar, que expulsó de
los altares a los llamados clásicos, que lo mezcla todo, sin orden ni concier-
to, aquello que puede ser artísticamente valioso con la cultura-chatarra,
con fetiches vacíos, con símbolos de la mayor estupidez y frivolidad, y que
va más allá en su afán caótico y mezcla realidad y ficción, historia y leyen-
da, y crea vertiginosamente nuevos mitos y recicla otros, en el torbellino de
un espectáculo permanente concebido solo para vender y divertir.

Abel Prieto Jiménez


(Pinar del Río, 1950)

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