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ISSN: 1608-893X Precio: $ 1.

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Daniel Díaz Mantilla

no. 161

La Habana nuestra de cada día


Laidi Fernández de Juan

La poesía como hallazgo continuo


Entrevista con Lina de Feria
María Elena Llana

10

Diario de prisión de Ho Chi Minh

12

Premio Casa de las Américas en 2019


La marca del viento
Eduardo Fernando Varela

REVISTA DE LITERATURA Y LIBROS


2
LA LETRA DEL ESCRIBA

Laidi Fernández de Juan


Palabra viva
La Habana nuestra de cada día
-Laidi Fernández de Juan-
(2)

Poesía
Yenys Laura Prieto
(4)
LA HABANA EN SÍ
Vivir el cuento
Memorias de un artista
-Nguyen The Phuong-
(5) TAN VIEJA, TAN DESCOSIDA,TAN TERCA

Aire fuerte Eso dice Tony Ávila de nuestra ciudad en


El futuro de la historia literaria: una de sus preciosas canciones. La Villa de San hacemos por la ciudad. Solo cuando nos falta La tediluvianos, los turistas con sus correspondien-
tres desafíos en el siglo xxi Cristóbal de La Habana, la metrópoli que una vez Habana comprendemos cuánto la echamos de tes cortes merodeantes, y todo lo demás que
-Galin Tihanov- fue considerada «La llave del Nuevo Mundo», menos. La vanidad de la que habló el humoris- forma parte de la habanidad, integrante funda-
(6)
está cumpliendo 495 años. Y aún quiere presu- ta nos sale por los poros cuando alguien inten- mental de lo que Secades consideró «la satis-
La voz del escriba mir, canta el trovador. Efectivamente, esta gran ta degradar la belleza de nuestros parques, o la facción de nuestra vanidad aldeana». Cuando
La poesía como hallazgo continuo dama se resiste al estropicio que entre todos le magnificencia de las avenidas, o nuestro orgullo recibimos invitaciones para conocer otras pro-
Entrevista con Lina de Feria vincias, nuestra primera reacción, el primer im-
-María Elena Llana- provocamos, y sigue mostrándose señorial, alti- perenne. A los habaneros se nos considera en-
(7) va, hermosísima. fermos de altanería. No voy a adentrarme en una pulso es aceptar gustosamente. No solo porque
Son incontables los artistas que han dedicado discusión estéril, pero no puedo dejar de señalar sabemos que nos recibirán con especial cariño,
La letra que dialoga obras a La Habana. Pintores, humoristas, poetas, que así como los holguineros, los santiagueros, sino porque La Habana harta. Como solo ha-
Textos leídos durante el Taller Crítico
sobre la obra de Norberto Codina ensayistas, narradores, escultores, dramaturgos, los cienfuegueros, los bayameses, los cama- cen los grandes amores, esta ciudad satisface
(8) músicos de varias generaciones: la cultura, de güeyanos, los villaclareños y los pineros (para y angustia al mismo tiempo. Colma de felicidad
muchísimas maneras, le ha brindado homenaje no mencionar a todos los oriundos de las ca- y obstina. Nos alegra y nos agobia, nos obliga a
Portal torce provincias del país) defienden su terruño y vivir a un ritmo apuradísimo que nos provoca
Diario de prisión de Ho Chi Minh
a esta ciudad bañada de mar, a su geografía, a su
(10) historia. Cabe destacar el empeño que han mos- muestran satisfacción por haber nacido ahí y no una especie de neurosis del tiempo que nunca
trado sus historiadores en aras de conservarla, en otro lugar; nosotros, los llamados habaneros alcanza, del que necesitamos huir para ensegui-
América profunda restaurarla y embellecerla. Es una fortuna contar de pura cepa, hacemos exactamente lo mis- da echarlo en falta. Por eso, decimos: «Sí, con
La marca del viento mucho gusto», al ser invitados a traspasar la
-Eduardo Fernando Varela- en nuestros días con Eusebio Leal, tan consagra- mo. Vivimos y trabajamos en la capital, que es
(12) do a la descomunal tarea de impedir la muerte la ciudad por la que más se preocupan todos los frontera habanera.
de La Habana. Su ilustre predecesor, Emilio Roig cubanos, donde existen los más deslumbrantes Durante el trayecto, la migraña que nos
Letra con filo de Leuchsenring, dejó bien clara la importancia teatros y adonde acuden con mayor frecuencia martillaba desde días antes comienza a disipar-
Sobre Los párpados y el polvo se. Nos entra una calma agradecible y nos su-
-Basilia Papastamatíu- trascenden-tal de esta localidad que habitamos, artistas famosos del mundo, pero también es el
(13) a la que dedicó no solo su mejor esfuerzo vital, pedacito de tierra donde vimos por vez primera mergimos en el sopor del viaje. No solo estamos
sino también muchos textos literarios e historio- la luz, donde aprendimos a caminar, donde nos dejando atrás el tormentoso vivir de La Habana:
En la 29 Feria Internacional también nos alejamos de nuestras preocupa-
del Libro de La Habana gráficos que han pasado con justicia a la poste- enamoramos, estudiamos, fracasamos o triun-
(14) ridad. El joven Félix Julio Alfonso, vicedecano del famos, y donde nacieron nuestros hijos, por muy ciones cotidianas, como si de repente dejaran
Colegio Universitario San Gerónimo, continua- cursi que resulte decirlo. La Habana es nuestra de existir las escaseces que afrontamos. Por
De todas partes dor de la batalla por mantener la ciudad digna, infancia y será nuestra muerte. Y su elegancia, unos días, nuestro destino dejará de ser el de
Noticias aun con todas sus grietas, merece nuestra re- eternas empresarias sobre cuyos hombros des-
como parte de su trayectoria de profesor publicó
(15) cansa un sinfín de asuntos. El paisaje aburrido
hace apenas un año La Habana: ciudad mágica, verencia y el ímpetu por defenderla, ayudarla y
compilación de varias conferencias dedicadas a estar siempre a su lado. que contemplamos en el camino coopera, pro-
la que Mañach llamó la ciudad cortesana del sol. ¡Feliz cumpleaños, querida ciudad nuestra! porcionándonos el sueño pacífico que nuestras
Cuando el costumbrista Eladio Secades ya neuronas necesitan. Al despertarnos, ya esta-
gozaba de amplia popularidad a través de sus mos en otra ciudad, y rostros amables nos dan
Director la bienvenida. Cuba entera es linda, y se siente
Edel Morales semanales «Estampas» de la época, dedicó, en AÑORANZAS HABANERAS
1943, una página memorable a la ciudad, titulada la calidez cubana por dondequiera que pasamos.
Subdirectora La Habana, más que una ciudad, es un esta- Más allá de limitaciones materiales, de proble-
Basilia Papastamatíu «La Habana es triste». Con su habitual sentido
do de ánimo, y lo que Mañach llamó «habanidad mas de suministros de todo tipo y del deterio-
del humor, en esta estampa aparece por primera
Edición esencial, inmutable» es un misterio que, como ro constructivo que padecemos, la «gente» es
Víctor Rolando Malagón vez su orgullo de ser habanero:
alguien dijo, nos supera. Estos sentimientos siempre amable, y siguiendo la tradición recibe
Corrección (para denominar de alguna manera a ese espí- a los forasteros con particular gentileza. Nadie
Cuando menos lo pensamos, la métrica
María Guadalupe Rouco Núñez ritu con alma de duende) se evidencian cuando se queja, nadie cae en el pozo de lamentaciones
social nos obliga a enseñarle La Habana a
Consejo Editorial
estamos lejos de la capital de todos los cuba- por todo lo que les falta, sino que todos los cuba-
un extranjero. Hay que deslumbrarlo. Y no
Jesús David Curbelo, María Elena Llana, nos, frase que muchos cuestionan y en la que no nos muestran lo que tienen, ofrecen sus techos,
Leyla Leyva, Marilyn Bobes, Rogelio Riverón, sabemos por dónde empezar. Lástima que
pretendo ahondar, ya que solo la utilizo para no su comida, lo mejor de sus vidas para hacernos
Enrique Pérez Díaz, Nelson Simón, Daniel Díaz el Valle de Viñales no esté en Belascoaín.
Mantilla repetir el nombre del lugar que más amo, entre sentir a gusto. Es entonces cuando nos damos
[...] El forastero que se ha despeinado
otras razones porque en ella nacieron mis pa- cuenta de lo poco hospitalarios que somos los
Impresión nos dice que La Habana es muy bonita. Y
Realizada en el Poligráfico Federico Engels, 2019 dres, mis hijos y yo misma, porque en ella vivo, habaneros, tema que ya he abordado antes y que
nuestra vanidad aldeana queda satisfe-
y porque es el sitio donde pretendo morirme. continuaré comentando. Pero no en esta estam-
Centro Cultural Dulce María Loynaz cha.
Calle 19 #502, esq. a E Decía que cuando nos alejamos, su embrujo nos pa, que dedico a nuestro hábito de ser añorantes
El Vedado, Plaza, La Habana, Cuba persigue, nos acosa, nos recuerda todo el tiempo de La Habana, aunque solo estemos a dos horas
Considerar esta ciudad como una aldea,
Teléfono
que somos extranjeros allí donde estamos, fuera de distancia. Luego de los primeros tres días, y jus-
según el Larousse, es catalogarla de pueblo de
(537) 835-2732-34 ext. 101 de los límites habaneros. Podría creerse que esta to cuando llega la noche, sentimos que se nos em-
corto vecindario, reducirla a la condición de po-
extrañeza solo sucede al visitar otro país, al en- pieza a posar en la nuca lo que un poeta llama «el
En Internet blación. Pero bien vistas las cosas, somos aldea-
www.cubaliteraria.cu/revista/laletradelescriba/ frentar otra cultura, otro idioma, otros hábitos, ave negra de la melancolía», y también «gorrión».
index.html nos toscos, y habitamos una comarca. O sea, el
pero ni siquiera hace falta trasladarse tan lejos La estamos pasando de maravilla: hemos co-
destino quiso que naciéramos en un territorio
En Facebook para sufrir añoranzas habaneras. mido con tranquilidad, nos han llevado a sitios es-
embrujado, cuya magia no valoramos hasta que
https://www.facebook.com/pages/ Basta con dejar de sentir el aroma marino pléndidos por su naturaleza, hemos conocido a
La-Letra-del-Escriba/213304768975 estamos lejos. Nos parece natural, por ejemplo,
del malecón y dejar de ver nuestros desdichados personas interesantísimas, todos los rostros nos
la contemplación diaria del mar, ser testigos del
cúmulos de basura por doquier, para empezar a sonríen, recibimos regalos que no sabemos ni cómo
atardecer, la actividad cultural (febril, incansa-
echar de menos también la bulla, el trasiego de cargar ni dónde guardar, logramos dormir sin ne-
ble) de nuestros cines, teatros, galerías, y hasta
REVISTA DE LITERATURA Y LIBROS personas a toda hora, los bocinazos de autos an- cesidad de atiborrarnos con pastillas, no hemos
el olor a puerto nos resulta cotidiano. Pero poco
3
LA LETRA DEL ESCRIBA

fregado ni lavado ni trapeado durante tres jor- por el intelectual Jorge Mañach como un barrio las leyes de las tribus urbanas a las cuales se dadera protesta popular por vía del correo elec-
nadas, nadie nos ha preguntado ¿qué vamos a vacío y advenedizo, donde todo es amarillo y integraron. Sin que fuera explícita dicha esci- trónico. Luego de varios análisis, se decidió mo-
comer hoy? ni ¿dónde está la camisa de rayas? blanco, resumido y nuevo, todo con el ombligo sión, fue habitual durante los fines de semana dernizar el alumbrado público de la calle, colocar
ni ¿ya planchaste el uniforme?, pero el maligno al sol; está surcado por grandes avenidas, cru- observar las concentraciones de muchachas y cámaras de seguridad en posiciones estratégicas
pájaro de la morriña nos clava sus garras. Algo zadas a su vez por múltiples calles con nombres muchachos de diferentes estalajes, ocupando y reforzar la hasta entonces insuficiente presencia
de masoquismo tendremos. A pesar de la paz de letras o números, lo cual facilita el tránsito distintas parcelas de las entrecalles. Resultaba de policías en la zona. Al mismo tiempo, y ante el
que respiramos, una especie de culpa nos obli- de quienes lo visitan. G, ubicada entre los lími- difícil penetrar en los grupos si no se pertene- reclamo de las familias, que no encontraban mé-
ga a pensar La Habana. No en, sino a toda ella. tes del litoral habanero y la Avenida Carlos III, cía a alguno de ellos: los repa (de «reparteros») todos efectivos para que sus hijos abandonaran el
Y en medio de la sonrisa que reciprocamos a es quizás la arteria más inquieta e indómita de por un lado; los mikis (también llamados pi- hábito de reunirse en G de viernes a domingo para
nuestros magníficos anfitriones, un ligero mohín La Habana. Cuentan sus vecinos más antiguos, jos en algunas partes del mundo) por otro; los hacer de todo sin hacer nada, el Ministerio de Cul-
asoma sin que podamos evitarlo. Ha llegado la esos historiadores naturales que ya sobrepa- emos (de «emocionales») copando la zona tura, la Asociación Hermanos Saíz y otras institu-
hora de irnos, por mucho que queramos disimu- san la octava década de una vida, fielmente más lúgubre, esa que llega casi al final de G ha- ciones se dieron a la tarea de abrir nuevas opciones
lar. Echamos mano a cuanta excusa sea posible: vedadenses, que la real G palpita desde la calle cia el mar; los rockeros y sus variantes (meta- para el disfrute de la juventud. Para lograrlo, refor-
trabajos pendientes, asuntos legales que nos 27 hasta el malecón, obviando el extremo que leros, punkis, hippies y friquis) distribuidos por maron locales de conciertos, inauguraron centros
esperan, una enfermedad del perrito de la casa, va más allá, ese camino oscuro y siempre pe- cualquiera de los 700 metros que abarca G. A culturales que satisfacen las demandas juveniles,
la visita inminente del arquitecto de la comuni- ligroso que termina al llegar a la Terminal de este conglomerado juvenil se sumaban aque- impusieron precios módicos a los estudiantes, fa-
dad, una citación urgente del médico de familia, Ómnibus. Dicen que en sus niñeces les estaba llos jóvenes que, aún sin decidirse por una tri- cilitando el acceso a salones de bailes y a teatros.
cualquier tema es factible para explicar nuestra prohibido jugar en el monumento más fastuo- bu específica, merodeaban la zona en busca de Desde entonces, justo es reconocerlo, se ofrecen
súbita necesidad de partir. Ignoro si nuestros so de cuantos intentan rendir tributo a antiguos patrones musicales, de vestuario o de pensa- bailables en plazas públicas, se promocionan las
amigos creen la sarta de argumentos que damos, actividades culturales, se incentiva el gusto por lo
pero la verdad es que nos ayudan a recoger las mejor de la música cubana y de nuestras manifes-
pertenencias y los obsequios con el mismo en- taciones artísticas en general. ¿Y qué pasa con G en
tusiasmo con el cual nos recibieron, y hasta en la actualidad? Pues digamos que se encuentra en
eso se destacan, nos llevan la delantera incluso al un nuevo momento de calma, sin abandonar del
despedirnos. Prometemos volver pronto, agra- todo su papel protagónico en la ciudad. Para man-
decemos francamente todas las atenciones, nos tenerse (como siempre) en el centro de nuestro
damos abrazos efusivos, intercambiamos datos modus operandi habanero, ahora funciona como
de localización, nos retratamos posando entre- un recinto didáctico para los extremos de la vida.
lazados, y aunque sentimos remordimiento por De lunes a viernes, al mediodía o al atardecer,
no haber confesado el verdadero motivo de la in- los ancianos pasean por los parques; se sientan
terrupción del periplo ofrecido, ya no hay esca- en los bancos que los vieron nacer y que un día de
patoria posible a nuestra escapada. Nos vamos. octubre de 1944 fueron estremecidos por un ci-
Al entrar en La Habana, alguien comenta que clón; descubren los nuevos monumentos que se
no hay agua, que se ha roto el récord de tem- erigen a próceres latinoamericanos, y se cobijan
peratura, que se desplomó un edificio ruinoso bajo los frondosos árboles de la avenida. Apren-
que llevaba años deshabitado, que la mitad del den a seguir viviendo, a recorrer con la mirada las
túnel está cerrada por reparaciones y que hay áreas por donde solían desplazarse hace más de
colas para la papa. El vértigo habanero nos da setenta años con patines que eran de hierro y de
una bofetada antes de abrir las maletas para rueditas, a volver a sentirse dichosos por haber
mostrar los regalos, y de nuevo el bullicio, las nacido y permanecer en un barrio que mantiene
lomas de basura, los pregones y el follaje veda- incólume su pretensión de antigua aristocracia.
dense nos hacen sentir eso tan indefinible que Los niños prepúberes, las jovencítas que aún
es estar en casa. En menos de una semana, ya no tienen 15 años: esa muchachada que todavía
necesitaremos huir otra vez, pero ese instan- no es admitida en los círculos de quienes se creen
te sublime del regreso bien merece padecer la dueños de la calle, comienza a visitar G de vier-
añoranza de la ciudad cortesana del sol. La Ha- nes a domingo. La multitud adolescente que antes
bana tiene tres cosas que no las tiene el Perú: abarrotaba los parques, las esquinas, las entre-
son el Morro, La Cabaña y un amor como tú, calles y toda la avenida se ha desplazado con sus
decimos a nuestra pareja. Y esa persona, que músicas, sus ropas, sus pelos extralargos o hiper-
se encargó de cubrirnos la retaguardia duran- cortos hacia sitios más cerrados, más comunes,
te nuestra ausencia, y que muestra el estrés más civilizados, según dicta la buena costumbre
capitalino, nos mira con azoro, y acto seguido de los más de veinte años que ya cargan en sus
nos pregunta, muy al estilo habanero, áspero y presidentes: el dedicado a José Miguel Gómez; miento que les ayudaran a pasar esa etapa de espaldas. Ahora acude a G el relevo, constituido
sin romanticismo de ninguna clase: ¿y a ti qué verdadero alarde arquitectónico, utilizado desde la vida alejados del férreo control de la familia. por niños y niñas que olfatean el ambiente y es-
bicho te picó? Es el puntillazo que nos faltaba. tiempos inmemoriales para cuestiones fisiológi- Ocurrieron, como era de esperar, varios inci- cuchan sabrá Dios a quién. Se observan unos a
Suspiramos hondamente y ratificamos ante cas, actos de violencia y urgencias sexuales de dentes de carácter social. Fueron muchas las otros, imitan los peinados y las ropas de quienes
nuestra propia conciencia: ¡ESTOY EN CASA! toda índole. Una señora nacida precisamente en protestas de los vecinos residentes de G, moles- ya crecieron o están por implantar nueva moda,
una clínica de G en el año 1931, que me sirve de tos ante el escándalo que producían los concier- hasta que deciden qué van a hacer los fines de se-
MISTERIOS DE G guía para conocer los intersticios de El Vedado, tos improvisados que esa multitud irrespetuosa mana cuando crezcan, ya que, por el momento, es
y a quien le brillan los ojos cuando le pregunto ofrecía en las noches de los fines de semana y hora de regresar a casa. Al filo de la medianoche
Si alguien indaga la historia de El Vedado
por el pasado de esta avenida, describe el miedo la suciedad que dejaban en los amaneceres. actual, se escucha el suspiro de G; tal parece que
y se remonta al año 1858, cuando, al parecer,
que le producía la furnia de la calle 21, conoci- Por contraste, otras muchas personas alza- añora ese tiempo de indisciplina que fue eterno e
se iniciaron las labores de parcelación y urba-
da como La Casa de la Bruja, donde ahora radi- ron sus voces en la defensa de lo que era ya el incontrolable. Pero ella sabe (porque esa calle sabe
nización de esa zona considerada baldía, y se
ca un centro de investigaciones de la música, y «fenómeno de G», y múltiples estudios se lle- mucho) que siguen visitándola algunas tardes sus
entera de que más adelante fue convertida en
recuerda el destrozo que produjo el gran ciclón varon a cabo, reseñando el curioso enjambre antiguos alumnos: los que aprendieron a defen-
área residencial y, al cabo, transformada en
del año 1944. Lejos estaba entonces de imagi- social que se estaba desarrollando en esa calle. derse; los que crecieron sentados en sus bancos;
uno de los barrios más acogedores y tranqui-
nar mi madre, la señora que tan generosamente Casi al finalizar esa década, Cuba fue azota- los que practicaron un coito fugaz bajo los árboles;
los de La Habana de los años 40 del pasado
me regala parte de sus memorias, que su ama- da por dos huracanes, Gustav e Ike, y se sumió los que fumaron por primera vez; los que fueron
siglo, se quedaría sin saber el significado de
da G se convertiría, con el paso de los tiempos, el país en una desolación que afortunadamen- sorprendidos por un amor calcinante; o por el po-
una de sus calles principales: G, cuyo nombre
oficial e inútil es Avenida de los Presidentes. en una especie de galería humana, una suerte te duró poco. Como resultado de ello, y ante la licía de turno, o por una madre angustiada que
El Vedado, al decir del maestro del costum- de reflejo social que encuentra en esas calles escasez material que afectaba sobre todo a los provocó las burlas que no se pueden perdonar.
brismo cubano, Eladio Secades, en una de sus el espacio justo para explayarse, para descan- jóvenes, anhelantes de vestirse según los dictá- G orgullosa, señorial, la calle más linda y po-
famosas estampas de los años 50, es el único sar y también para iniciarse en el terreno de menes de la moda, se inició un período sombrío pular de El Vedado, mira hacia el mar, y sonrien-
lugar de Cuba donde los que son pobres no lo la jungla citadina, según la edad que se tenga. de asaltos callejeros, cuya diana principal resultó te nos invita a recorrerla. Como decía un refrán:
parecen, y uno se da cuenta de que es verdad A partir del año 2000, con paso firme, los la alborotosa y siempre concurrida calle G. En el Ven, no te la pierdas: hay para todos los gustos.
que todavía quedan jardineros en el mundo, y jóvenes comenzaron a apropiarse de los pe- invierno del año 2008 fueron víctimas de di-
muchos años antes (en 1926) fuera calificado queños parques, y dividieron la avenida se- cha violencia varios muchachos que entraban * Tomado de La Habana nuestra de cada día, Edi-
gún sus gustos individuales y de acuerdo con o salían de los parques, y esto desató una ver- ciones Boloña, 2018. (Premio de la Crítica Literaria).
4
LA LETRA DEL ESCRIBA

Yenys Laura Prieto


APARATOS MENTALES Los rebrotes logran crear otra imagen, expresa el resurgimiento de su culto después de la revolución
una nomenclatura abstracta de la traición. monoteísta de Akhenaton. La vida religiosa y política in-
1 Cualquier hombre puede romperse hacia adentro tentaba retomar viejas normas. El pasado suele ser lustroso.
Mantenerlos atados. Sumergirlos en agua fría. Someterlos con el fruto interrumpido de su cabeza Ignoramos cuánta sangre lleva en su piedra. Parece un amor
con golpes a la obediencia. Todo eso intentaron para ajustar- pudriéndose al sol. inofensivo pero toda devoción implica un acto de desprecio.
los a la norma. Locura. Del latín vulgar «delirare». Desviado Cabezas serenas aguardan desde los museos, un sombrío es-
del surco recto. Término agrícola. Una cabeza para plantar o plendor.
podar algo. En ciertos manicomios utilizaban un dispositivo 3
rotatorio donde hacían girar al paciente a una velocidad ver-
Hubo quien aseguró que la cabeza de Ana Bolena trató de ha-
tiginosa o le marcaban el cráneo con un hierro al rojo vivo,
blar después de ser separada de su cuerpo. Ana murió decapi-
con el fin de expulsar las ideas anormales. Ser normal. Bus-
tada por su imposibilidad de tener hijos varones. A Ana le en-
car la medida exacta sobre una superficie dura o sobre una
señaron que de ella lo más importante era el útero que debía
superficie blanda. Fría y caliente. Una cabeza en poda. Imá-
ser dócil. Le pusieron una larga fila de amantes para conjurar
genes maceradas con garrotes. Enderezar surcos. Enderezar
el crimen. Los amantes: su trabajo, ciertos viajes al interior de
hombres. Enderezar ideas.
sí, las ganas de huir, de no sostener el músculo atrofiado de
2 una casa. El rey: un horario pactado para la siembra, semillas
Pienso en lo inútil de sostener este hilo. El laberinto es un a plantar en el cielo doméstico bajo un aire de misiles. Al co-
tejido interior que construye mi capacidad de recordar. locarse en el tajo, en el segundo en que cayó la cuchilla, Ana
Vengo de matar a mis hijos, de confundirlos con una hie- escuchó el ruido de la amoladora. La cabeza quiso decirnos
dra, de aniquilar un rebaño de ovejas en espera del ene- que la cacería no cesó.
migo. Soy un personaje absurdo, una imagen nueva del
miedo. Cada viaje es distinto. He amordazado la confianza
con el deseo de permanecer al abrigo de estas paredes. La EN LA BASE DEL GRAN ÁRBOL
cuerda miente en su misión de unir dos puntos contrarios,
Pieter Brueghel nos mira con terror.
el encierro del cuerpo y el encierro de las ideas. Ese des-
La crueldad es un párpado que nos acaricia penetrando
conocido que cae en mí lleva un puñado de tierra entre los
la hostilidad.
ojos como marcas de duelo. Debo volver a un lugar, pero el
Bajo un cielo de sangre y ceniza he venido a guiar a mi ejército
hilo no existe sino en mi cabeza, una que he taladrado con
de mujeres.
la disyuntiva de los epitafios y las floraciones. Este hilo no
Solo una de ellas no ha sido derrotada y avanza al frente
sirve para coserme la cicatriz ni me indicará cómo escapar
con su desproporcionada cabeza.
de la sátira. La velocidad de la lógica no me alcanza pero sí
Su sexo ha sido borrado para no caer en las supersticiones.
la velocidad del instinto. Esto no es un elogio de la locura,
Las cicatrices de mis mujeres son el infierno.
es solo un hombre que confunden con un animal.
A la boca del infierno canto con mi boca.
3 Mi enemigo —la boca y el ano por el mismo orificio—
Ernesto González Puig
La noche tiene una hoguera en su centro que baila. Y tú no no me verá ceder aunque a mi alrededor estalle un
has olvidado aquella mirada roja empujando con seis ins- ejército
trumentos de cuerda contra tu cara bajo el fuego de tus es- CABECERAS y el enemigo adentro de mí sea un insecto con patas
tructuras mentales. Cada síndrome que has acumulado es delicadas,
1 cebándose con mi falta de voluntad.
una llama. La promesa de amar al traidor o de observar su
hoguera sin parpadear. Mientras el arco se tensa ahogas el La cabeza de Yayoi Kuzama quiso escapar de un cielo difuso con Soy la loca Meg cuando los párpados de madera
árbol conyugal con cinco nudos. No mover un músculo para habilidades de cactus o bonsái. Bajo los cristales del inverna- me enseñan el terror de perpetuar el gesto en posición
salvarlo y aún así pintar sus ojos sin pensar en la asfixia. Has dero descubrió la primera mancha en su rostro. La mácula se de combate,
querido alguna vez ser el traidor, no tener el valor de ampa- expande en un paisaje enfermo con facilidad. Una mente no la mano tensa, la prohibición de observar hacia atrás.
rar. Entre ramas partidas entras en la noche de Schönberg, se puede limpiar con ardides sino comprimiendo las dimi- Desde la base del gran árbol el único rostro que mira
como un desollado que se escurre con serenidad. nutas figuras que acechan en el pan, la casa, los emblemas. directamente
Pudo dejarse consumir si no hubiera rellenado el lienzo. Pun- ha comprendido su total fracaso y nuestra duda.
tos negros y blancos. Rojos y blancos. Una mujer acostada so- Estar detenida en el lienzo me ha dado una tregua.
CERSIS bre lunares se disuelve en ellos, hasta adquirir capacidad de Si el enemigo está adentro
recta en el espacio, atravesada por innombrables puntos. De debo emplear armaduras más grande
En el árbol de Judas la infancia, Kuzama cosecha jardines con forma de falo. Como que mi enemigo.
un hombre se confunde con otro, mujer se atreve a posar desnuda en medio de los jardines para
hojas verde glauco en forma de corazón. entender al fin la imagen separada de la imagen, el cuerpo
Las hojas secas permanecen colgadas largo tiempo, ajeno al cuerpo, padre y madre, una combinación de lujuria
la madera se tuerce si el viento arrecia. YENYS LAURA PRIETO VELAZCO (Sancti Spiritus, 1989).
y dolor. Bajo la elipsis de la noche dice «la Tierra es un pe-
Adentro el hombre aguarda. Poeta y periodista. Ganadora en 2014 del Premio In-
queño polka dot entre millones de cuerpos celestiales». Yayoi
Las semillas no se propagan con facilidad ternacional de Poesía Alejandra Pizarnik, de Argentina.
Kuzama comenzó a colorear la mancha en un cuarto infinito.
por el letargo impermeable de su cubierta. Sus poemas aparecen, entre otras publicaciones, en el
Asegura la puerta con ella adentro para que su cabeza no sea volumen El lugar de la ausencia, de Bruma Editores, y
Su raíz central sufre con los trasplantes. más que un lunar, en el espejo íntimo del mundo. en la antología La calle de Rimbaud. Nuevos poetas cu-
Un hombre logra doblarse como el cersis,
2 banos, de Ediciones Aldabón. Los textos que incluimos
sostener vástagos dañados por las heladas
pertenecen a su poemario La Gran Fuga (Colección Sur,
pero negará la mano Bajo el número de inventario 94-120, colección Egipto, ob-
2019), que será presentado en la 29 Feria Internacional
de quien le muestre la tierra a plantar servamos una hermosa cabeza del Dios Amón. Labios son-
del Libro de Las Habana.
como un prodigio. rientes, piel lisa y de suaves contornos. Su rostro luminoso
5
LA LETRA DEL ESCRIBA

EL RELOJERO
DE DIEN BIEN PHU
A propósito de la selección de cuentos vietnamitas El relojero de Dien Bien Phu, que acaba de
reeditar la Editorial Arte y Literatura, refiere el escritor Félix Pita Rodríguez en el prólogo
de su primera edición de 1975: «En el cuento breve, tal vez la manifestación de más difícil
logro en la narrativa, la cosecha vietnamita es de veras espléndida… esta muestra ofrece
a los lectores de habla española a lo más granado de esta cosecha, sin pretender, dada su
riqueza, que sea definitiva y completa».
De esta antología, escogimos y presentamos el relato «Memorias de un artista» de
Nguyen The Phuong.

Pero se iba a realizar el infantil capricho. Hasta los dieciséis


MEMORIAS tos cuando mi madre me trasmitió el fuego sagrado que ar-
día en sus venas, y desde pequeñito, me gustaba maquillarme
y cantar. Aún vivíamos en el mismo cuarto y mi padre se ausen-
años viví junto a mi padre en la caballeriza. Un buen día me fugué
de mi casa. Había pasado por el lugar una compañía de teatro y no

DE UN ARTISTA taba el día entero. Una tarde, de vuelta del trabajo, me sorprendió
en el momento en que, con una corona de flores en mi cabeza, yo
pude evitar unirme a ella.
En mi constante peregrinaje, llevando una parte de los acce-
sorios de la compañía sobre mis espaldas, apenas si pensaba en
cantaba mientras con el índice apuntaba hacia una libélula. A mi
mi padre. Más tarde, de regreso a la provincia, me pasó por la nariz
Nguyen The Phuong el desagradable olor a bosta de caballo y de todo corazón com-
padecí al autor de mis días. Pero no tenía el menor deseo de ir a
Nací en la aldea de Thuong Lao, en un cuarto oscuro aledaño visitarlo. Tres años después recibí la noticia de su muerte. No fui a
a la caballeriza de un gran terrateniente. Mi madre había sido una Thuong Lao para asistir a sus funerales.
comedianta célebre en toda la región. Prendado de su belleza y De modo que me hice actor de teatro popular. Recorría el país
de su voz de oro, el terrateniente la compró para hacer de ella de aldea en aldea. Me hice famoso gracias a la voz heredada de
su concubina. Pasado un tiempo y cediendo a las exigencias de mi madre. La gente se acostumbró a designar por mi nombre la
su celosa mujer, el ricachón entregó a mi madre a un mozo de compañía teatral de la que era yo el destacado galán joven. Huér-
cuadra. fano y sin compromiso, mi única alegría era la satisfacción que
Y así se formó la casa de mis padres. Siempre he pensado que me procuraba mi oficio de actor. Pero un buen día me enamoré
los únicos momentos de felicidad disfrutados por mi madre tras- de Nuong, la primera actriz.
currieron en ese cuarto aledaño a la caballeriza. Sé por mi madre ¿Cómo describirla tal como era entonces? No vale la pena,
que ella llegó a sentirse locamente feliz y cantaba todo el santo puesto que Bich, mi hija, es la exacta imagen de su madre: los
día cuando tuvo la certeza de que estaba embarazada. Le decía mismos rasgos, el mismo encanto, la misma voz cautivadora. Se
a su marido: me ocurre que Nuong le legó a Bich lo mejor de sí misma.
—Cuando canto, mis penas son menores. Pues sépase que la madre de Bich murió, murió la primera ac-
Una tarde en que ambos estaban descascarando arroz, mi triz de quien me enamoré cuando tenía veinte años. No sé si los
madre se puso a cantar aires populares, sin darse cuenta de que recién casados de hoy se aman tanto como nosotros nos amába-
la gente se iba amontonando frente a su puerta. El ricachón, que mos. Sin embargo, nos pasábamos el tiempo diciéndonos cosas
pasaba por allí, fue a esconderse en un matorral para oírla y, sor- lindas. Nuestro amor se manifestaba mediante pequeñas aten-
prendido por su mujer, volvió a su casa todo humillado. Esa arpía ciones que inflamaban el corazón. Por ejemplo, yo me reservaba
mandó a llamar a mi padre: el placer de pintarle las cejas antes de las representaciones. Y no
—Dile a tu mujer que deje de darse tantas patadas, o a los dos podía ser sino Nuong quien anidara las puntas de mi turbante de
voy a ponerlos en la calle. escena...
A partir de ese día mi madre no se atrevió a cantar tan segui- Bich nació un año después de casados. Hoy tiene veinte años.
do, y si cantaba lo hacía a media voz. Tiempo después, cuando me Compartió la vida errante de sus padres desde que tuvo un mes
acunaba, de nuevo volvió a sus canturreos. Cuando mi padre me de nacida.
¡Feliz época de mi vida! Amábamos nuestro arte, está-bamos
contaba estos incidentes decía a manera de conclusión:
enamorados uno del otro y adorábamos con un mismo corazón
—¡En realidad, en sus venas ardía el fuego sagrado!
a nuestra hija. Ya pensábamos en economizar para un día poder
Sé por él que jamás mi madre se perdía una velada cuando, por
regresar a Thuong Lau a quemar pajuelas de incienso en la tumba
casualidad, una compañía de teatro venía a representar en nues-
de nuestros padres.
tra aldea. Ella iba a las funciones llevándome en sus brazos. Una manera representaba el célebre papel de Van, la loca, que aca- Mas esto era un sueño demasiado bello...
vez que la compañía se marchaba, mi madre se quedaba pensativa baba de ver en el teatro. Mi padre se quedó un rato mirándome Un año más tarde la desgracia se abatió sobre nosotros,
días y días. y luego dijo unas palabras ininteligibles. Me pareció entender lo cuando todavía Nuong amamantaba a Bich. Ofrecíamos repre-
Su única alegría era el amor de mi padre. Fue este amor lo que que decía: sentaciones en la aldea de Ngoc Boi con el éxito acostumbrado,
la retuvo en ese cuarto junto a la caballeriza, soportando callada —¡Afortunadamente es un varón! cuando una noche, después del espectáculo, el alcalde fue a ver
las peores humillaciones de una vida de criada, hasta su muerte —Cuando sea grande, seré actor como mamá —afirmé con a nuestro director:
ocurrida cuando yo tenía seis años, de resultas de un aborto. autoridad. Mi padre se rio de lo que estimaba ser un capricho in- —Las fiestas terminarán mañana, pero usted se quedará aquí
Recuerdo vagamente los rasgos de la cara de mi madre, pero fantil. para que Nuong, la vedette, venga a cantar a mi casa en priva-
nunca podré olvidar su voz. Para dormirme ella me cantaba. —¡Ser actor no es un oficio! ¡Mi pequeñín, me gustaría que no do en honor de los dignatarios de la aldea. Mañana por la noche.
Siempre he pensado que fue en esos bellos momen- lo fueras! ¿Entendido?
6
LA LETRA DEL ESCRIBA

Tercié en la conversación: —¡Sucio oficio! ¡Se acabó, se acabó para siem- tenimiento (también para la edificación, huelga
—¡Pero no estamos acostumbrados a cantar pre! decirlo) del público lector más amplio se convir-
en privado! Solo quedó intacto el pañuelo bordado con hi- tieran en obras maestras de la alta cultura. Mu-
El alcalde me miró con un aire desprecia- los de oro que Nuong tenía por costumbre llevar en chas de las novelas del siglo xix, incluyendo las
tivo. escena. Ella lo recogió y sollozando hundió la cabeza de Dostoievski y Balzac, fueron sometidas a esa
—¿Es este el marido de Nuong? —dijo al fin en los pañales de Bich. remodelación metamórfica en las manos de his-
dirigiéndose a mi director. Al otro día salimos de madrugada hacia la Re- toriadores literarios académicos en las décadas
—Sí, honorable dignatario. gión Alta, pese a las súplicas de nuestros compañe- que siguieron a su primera publicación. Ahora se
—¿Y a qué le tiene miedo? ¡La voz no es cosa ros. Durante el camino Nuong tuvo un súbito ataque le viró la situación al historiador literario: la plé-
que se gaste! de fiebre y nos vimos obligados a detenernos en un tora de filmes, adaptaciones radiales, historietas,
Y soltó una risotada bestial que aún me tras- fortín abandonado en medio del campo. Bich, priva- etcétera, ha sumergido la profesión en un mundo
pasa el corazón. Quise darle una lección, pero el da de leche, se desgañitaba reclamando el pecho de en el que casi ha desaparecido la seguridad previa
director me hizo señas de pasar por alto el in- Nuong. Mi pobre mujer se había desmayado y con la que el canon suministraba. El acto supuestamente
sulto. cabeza reclinada en mi hombro permanecía echada único de la lectura silenciosa ha sido desalojado
Todo contrito vino a decirnos, una vez que el en un rincón del fortín. brutalmente por el consumo masivo de sucedá-
grosero personaje se hubo marchado: De cuando en cuando volvía en sí y me decía: neos visuales considerados mejores en enfatizar la
—Hemos tenido la mala suerte de tropezar —Pobre marido mío, me voy a morir. trama y el vestuario en vez del mensaje filosófico
con uno de esos reyezuelos de aldea. Hay que A la caída de la tarde me pidió ver la niña. Sa- supuestamente grande de la obra de arte literario.
maniobrar hábilmente. ¡Pobres de nosotros si cando fuerzas de flaqueza le dijo bromeando: Así pues, los historiadores literarios han quedado
los ofendemos! —Cuando seas grande no vas a ser actriz como tu vagando sin una brújula en la espesura de una cul-
Me opuse formalmente a dejar a mi mujer padre y tu madre, ¿Verdad, queridita? tura que no es ni alta ni baja, sino que, en vez de
poner los pies en casa del alcalde. Nuong, in- Y volviéndose hacia mí: eso, subsiste de la reproducibilidad de lo sagrado
quieta en grado sumo, se pasó la noche suspi- —¿Me detestas? —me preguntó con una triste en una miríada de ejemplos cotidianos de epifanía
rando. sonrisa. y performance que se traslapan.
—¡Si no voy nos sucederá una desgracia! — Mi respuesta fue echarle los brazos al cuello El segundo aspecto es inducido por la pre-
decía. y acariciar sus cabellos caídos sobre sus mejillas. sencia demasiado poderosa de los nuevos medios
—¡Mala suerte! Esa gente son unos brutos. Nuong me entregó el pañuelo: electrónicos. Desde Baudrillard,1 hemos aprendido
No puedes ir a su casa. —Conserva nuestro único recuerdo de teatro. a cuestionar la frontera entre hecho y ficción en
Volvía a mi memoria, para atormentarme, la —¿Tienes hambre, querida? Voy por un poco de las operaciones de la prensa electrónica. Además,
historia de mi madre. caldo a la aldea. los medios modernos, en particular las tecnologías
Al día siguiente muy de mañana nos llegó —¡No, no! ¡No me dejes sola, no tengo hambre! interactivas, han hecho que se produzca una aper-
la orden de no salir de la aldea sin autorización. Querido, iremos a trabajar en los arrozales en Thai tura sin precedentes del texto a una modificación
Esta orden era el prenuncio de cosas aún más Nguyen. Tengo una gran habilidad para el trasplante. simultánea por el receptor. Así, el estatus del texto
desagradables si Nuong no acataba la orden del A nuestra hija nada le faltará. ha cambiado más allá de la confortable docilidad

GALIN
alcalde. Imposible huir. Igualmente imposible Seguía haciendo proyectos para el futuro cuan- en que descansa la historia literaria tradicional.
hacerle correr el riesgo de un desmembramien- do vi que sus ojos se extraviaban. Me agarró fuer- El texto desobediente que emerge del proceso de
to a la compañía. Así pues, con la muerte en el temente la mano y dos lágrimas corrieron por sus interacción electrónica está abierto a cambios, es
alma, me vi obligado a acatar esa orden. ojos apagados: móvil como nunca antes, y verdaderamente ili-
Aún pasa por mis ojos la expresión del inde- —¡Querido mío, me muero! Ya tengo los pies mitado; ni siquiera el armamento dcl proceso de

TIHANOV
cible sufrimiento de mi mujer cuando me confió helados. interacción electrónica está abierto a cambios, es
a nuestra hija para ir a casa del alcalde. Con su Y esas fueron sus últimas palabras. móvil como nunca antes, y verdaderamente ili-
cara lívida y sus cejas fruncidas era la imagen del Después de mi madre, mi mujer. El fuego sagra- mitado; ni siquiera el armamento conceptual de
dolor mudo. do parecía extinto para siempre. Nuestros cantos se (Bulgaria, 1964) la intertextualidad ya es capaz de domesticarlo.
Y mientras la miraba seguir al guardia de habían apagado en un cuarto adjunto a una cuadra Un hipertexto siempre fluido toma obsoleta y no
la aldea y desaparecer detrás de una cerca de o en un fortín abierto a todos los vientos. confiable la articulación habitual de las entidades
bambú, oí claramente las amargas palabras de Después de enterrar a Nuong a la vera del ca- EL FUTURO DE LA HISTORIA semánticas. El resultado es un archivo de depó-
mi padre: mino con la ayuda de unos campesinos compasi- LITERARIA: TRES DESAFÍOS sitos semánticamente dinámicos que pueden ser
—¡No es un oficio ser comediante! ¡Hijo mío, vos, proseguí mi marcha por la Región Alta. Llevaba añadidos o sustraídos libremente en cualquier
EN EL SIGLO XXI *
preferiría que no lo fueras! a Bich a mi espalda. Logré emplearme como peón momento. Se borra totalmente la frontera autor/
Con la niña en mis brazos mil pensamientos hasta que la revolución vino a cambiar nuestra vida. (FRAGMENTO) lector, y también los fundamentos de la teoría de
me torturaban mientras esperaba el regreso de mi Me enrolé en el ejército popular. La pequeña la recepción y la historia literaria tradicional.
mujer. Estaba como sobre ascuas, tanto más cuan- Bich fue adoptada por mi compañía. Finalmente, la red global crea una vasta biblio-
to que veía a mis compañeros tratando vanamente Al crecer, se parecía cada vez más a su madre. LOS MEDIOS teca electrónica en la que las tradiciones y lealta-
de ocultar su propia inquietud. Por fin, no pudiendo Extraño parecido que no es tan solo físico, sino que des nacionales son desestabilizadas rápidamente.
La afirmación de Marshall McLuhan según la
aguantar más me llegué con un amigo al encuentro también afecta el gusto, el carácter, la voz y... el Fragmentaria en sus fundamentos, la experiencia
cual el medio es el mensaje (23-36) vuelve a co-
de mi mujer. Llegado frente a la casa del alcalde la oí fuego sagrado que arde en sus venas. Ella aprendió a del lector motivado por Internet contribuye a un
brar resonancia hoy día cuando tratamos de hacer
que cantaba. Toqué en el portal, pero no obtuve res- cantar casi en el mismo momento en que aprendió a nuevo paradigma de interpretación en el que re-
la crónica de los avatares de la historia literaria.
puesta. Los muros que rodeaban el jardín eran altos hablar. Y así se hizo vedette de la compañía de teatro ferencia y comparación ya no se originan con una
La misión de la historia literaria ha cambiado dra-
como los de una fortaleza. Tuve que regresar a mi del ejército. lógica imperiosa en un fondo históricamente veri-
máticamente durante los últimos sesenta años en
casa y tascar el freno. En 1954, en el momento de partir para Dien Bien ficable de escritura nacional. Para darle sentido a
gran medida debido al cambiante entorno mediá-
Nuong volvió al alba. ¡No bien la vi adiviné la Phu, le entregué el pañuelo de su madre: un cuento o un poema, tanto los maestros como
tico.
verdad! Se detuvo en el umbral y me miró sin decir —¡Consérvalo para siempre en recuerdo de tu los estudiantes de literatura ahora dependen a
Este cambio tiene varios aspectos. Ante todo,
una palabra. Sus ropas estaban en desorden y des- madre, de tu abuela y... también de tu padre, si no menudo de apoyo procedente del banco global de
el patrón de consumo de literatura sufrió una mo-
hechos sus cabellos. vuelvo! tramas e imágenes que nutre la mente, sin pre-
dificación importante. Abundan las adaptaciones
Sentí que el corazón se me paralizaba. Nuong Pero volví y Bich prosiguió su carrera de artis- guntar por el carácter histórica o nacionalmente
cinematográficas de los cánones nacionales, fa-
dio unos pasos vacilantes, estaba pálida. Cargó a la ta del pueblo. Viéndome siempre triste, me decía a apropiado del material suministrado. Los medios
cilitando que uno se fíe creyendo que ver Sentido
niña y se sentó a mi lado. Después, bruscamente, menudo: electrónicos e Internet enfrentan así a la historia
y sensibilidad lo exime a uno de leer a Austen. La
rompió a llorar. —¡Cásate, padre! No debes pasarte la vida su- literaria con los desafíos de la simultaneidad y el
accesibilidad de los clásicos a través de versio-
—¡Ay de mí, ya no soy digna de ti! friendo por el pasado. desarraigo.
nes televisivas de bajo presupuesto vino a tender
Nunca he pensado que Nuong fuera culpable. Y, Mas no tengo el mismo parecer. Sostengo que
gradualmente un puente sobre la brecha entre la
sin embargo, allí me quedé, petrificado, dejándola nunca olvidaré la noche en que desgarré a cuchilla- Traducido por Desiderio Navarro.
alta literatura y la popular de la que la disciplina
llorar sobre mi hombro. De pronto me levanté y fui a das mi ropa de actor y todo lo que sobrevino después.
de la historia literaria ha dependido todo el tiem- * Tomado de: Denken Pensée Thought Myśl… E-zine de Pensamiento
buscar un cuchillo. A los gritos de espanto de Nuong Será bueno recordarlo para estimar en lo que vale la
po. Se ha de reconocer que fue la historia literaria Cultural Europeo, Centro Teórico Cultural Criterios, La Habana, vol 2, nro.
acudieron los actores para impedirme causar una nueva vía que edificamos para nosotros mismos y
en primer lugar la que instituyó la división entre 26-50, pp. 412-414, 2014.
desgracia. para nuestros artistas. Será bueno recordarlo para
«alto» y «bajo», e hizo que obras inicialmente Véase sobre todo el conocido panfleto La Guerra del Golfo no ocurrió
Tiré en el piso toda mi ropa de teatro y a cuchi- marchar resueltamente por el camino trazado por la 1

publicadas en serie en periódicos para el entre- de Baudrillard.


lladas la desgarré mientras gritaba: revolución.
7
LA LETRA DEL ESCRIBA

LA POESÍA
COMO HALLAZGO CONTINUO
ENTREVISTA CON LINA DE FERIA
María Elena Llana
Momento propicio la actual Feria Internacional del Libro pa-ra explicarse una inquietud latente pero indefinida. mer libro Vocecitas del alba y ese mismo año ganó el premio Edad
conversar con la máxima figura de nuestras letras en el año ac- —Cuando sentí que el ballet me hacía levitar internamente de Oro, en teatro para niños, con una obra cuyo valor reafirmaron
tual, Lina de Feria, galardonada con el Premio Nacional de Lite- hasta provocarme un estado ansioso, le dije a mi madre: Es como los hermanos Camejo al montarla en su afamado Guiñol.
ratura 2019, largamente esperado por los más fieles seguidores si tuviera clavado un cuchillo. En el aspecto docente, Lina de Feria matriculó Filología en la
de su obra poética. Ella, a quien evoca como una mujer única, «llamada a ser Universidad de Santiago pero interrumpió la carrera en dos oca-
Porque aunque Lina haya incursionado en la prosa, especial- buena», la matriculó en la escuela adecuada y le dijo: Ya te lo siones y vino a terminarla en La Habana, ya bajo la égida de la Dra.
mente el ensayo, y en el teatro para niños, ella es Poeta. Así, con saqué. Mirta Aguirre, poeta y ensayista de rango mayor, quien la orientó
mayúscula. Como el cuchillo seguía hincando, insistieron en eliminarlo, hacia la especialización en Estudios Cubanos.
Más de cuarenta libros publicados en ese género literario, sin éxito, con clases de piano y de violín. Un galardón no incluido en su currículum profesional fue la
numerosos galardones obtenidos, entre ellos el consagratorio —Entonces, ¿también tu estro jugueteó con la música? «exigencia» que le hizo la profesora: Además de los trabajos de
Nicolás Guillén y el muy estimado Maestra de Juventudes, ade- clase, debes entregarme diez poemas al mes.
más de siete Premios de la Crítica, así lo avalan. Así lo hizo y terminó sus estudios en 1967. Ese mismo año
Tampoco es desestimable su inclusión en antologías poéti- ganó el Premio David con Casa que no existía, el libro que más
cas realizadas en una decena de países de América y Europa y significa para ella misma y un punto referencial en la lírica del
tesis de grado sobre su obra en Francia, Estados Unidos y Cuba. país.
Al recordar que en 2016 le fue dedicada la Feria Internacional —Por lo visto La Habana te acogió bien.
del Libro, sonríe: —Y me apresó de tal manera que lejos de ella no puedo so-
—En el momento en que Zuleica Román, entonces presiden- portar el tiempo. Aquí es donde reconozco mi legítimo ser, triun-
ta del Instituto Cubano del Libro, me hizo «entrega» oficial de fante de todas las contradicciones.
aquella Feria, sus palabras me hicieron sentir recompensada, in- Ya instalada en la capital, comenzó a trabajar en medios de
cluso como si hubiera ganado el Premio que en aquella ocasión prensa, siempre vinculada a la esfera cultural, hasta que sobrevino
no obtuve. el período denominado «quinquenio gris» por el reconocido inte-
—Y ahora, ¿cómo te sientes? lectual Ambrosio Fornet, lapso de torpe miopía en el enfoque de los
—En el tope de mi carrera —afirma sin vacilar. contenidos literarios, durante el cual Lina se vio impedida de publi-
Y se abstrae, como buscando los hitos de esa carrera, no sin car, como le ocurrió también a otros autores.
desasosiegos, para vincularlos al presente de plena realización. —De publicar, sí, pero no de escribir —aclara, y su mirada pa-
—Vine a vivir a La Habana en 1964 y desde el primer momento rece recorrer lejanías.
busqué a los autores que me habían impresionado, sin ubicarlos —En esos años —casi murmura—, la poesía fue refugio, con-
en escuelas ni tendencias… era como ver corporizada su poesía. suelo, tabla de salvación, hallazgo continuo...
Entre esos autores buscados y corporizados, recuerda espe- De entonces datan sus libros A mansalva de los años, El ojo
cialmente a Eliseo Diego y a Nicolás Guillén. milenario, A la llegada del delfín, todos publicados posterior-
—Cuando oía a Eliseo, sentía que destilaba intuición, parecía mente y ganadores del Premio de la Crítica.
descubrir lo que hay detrás de las cosas. De la Calzada de Je- Porque, con las justas rectificaciones, el silencio se rompió.
sús del Monte, un lugar histórico desde la colonia, lo que siempre —Sí, las puertas se abrieron.
perdurará es el poema que él le dedicó. Y una amplia, generosa sonrisa, le transforma el rostro:
Y agrega, acercándose a la autodefinición de Antonio Ma- —En verdad, en materia literaria todo resultó más de lo es-
chado, ese viejo amigo: Eliseo era un hombre esencialmente perado.
bueno. Aquí tiene un especial recuerdo para el poeta Luis Marré, en-
—¿Conociste a Lezama? tonces director de Ediciones Unión.
—Sí, en un coloquio en Casa de las Américas, pero no habla- —Él me publicó ampliamente y, gracias a poetas que nos vi-
mos… confieso que aquel hombre me inquietaba por el mundo sitaban, mis libros se conocieron en el exterior… digamos España,
literario que había creado, aunque aún Paradiso no se hubiera Argentina, Costa Rica, Estados Unidos, Chile, Italia, y comenzaron
publicado. a hacerse tesis sobre mi poesía en varios países.
Para encontrar a Guillén le bastó ir a la Unión de Escritores, Cae la tibia tarde invernal de este enero del 2020, cuando de-
que él presidió desde que se fundara la institución. La acogió bería concluir una conversación amable y evocadora, si no fuera
con la cordialidad que los consagrados suelen destinar a los muy porque Lina de Feria, en otro aparte consigo misma, deja escapar
jóvenes, y cuando ella publicó su primer poemario Casa que no Asiente consigo misma y con su universo personal: —Es que una confesión:
existía, su felicitación la hizo sentirse prohijada por el máximo mi verdadera sonoridad, la de la palabra, no había logrado ex- —El premio también ha servido para aliviar mi perenne sen-
poeta de Cuba. presarse. sación de soledad.
—Era atento en el trato y perspicaz y exacto en sus enfoques Descubrió el camino de la poesía, residiendo aún en su San- Pero justo en este momento de logro y realización, nada
—señala en un intento de abarcarlo más ampliamente. tiago natal, al topar con los grandes españoles del xx —Juan Ra- mejor que tomar sus palabras como un gaje del oficio de poeta,
Lina de Feria se define como lírica y, en ocasiones lírica-su- món, Alberti, Lorca—, a quienes más tarde se sumarían otros recordando al chileno que siempre estaba triste o al peruano na-
rrealista, o más bien lírica-daliniana «por el nivel de seriedad de nombres necesarios, entre los cuales Rimbaud y la Mistral se le cido durante una enfermedad de Dios.
Dalí ante el desorden de la vida», y rechaza la estética de la vul- convirtieron en iconos. Y ya no hubo vacilaciones punzantes. Asiente, no muy convencida.
garidad, dentro de la literatura, en cualquiera de sus vertientes. —Escribí, escribí, escribí… Ante el cliché final sobre los planes futuros, más que simple
Aunque la vocación artística se le manifestara precozmente, Del año 1960, cuando contaba quince de edad, data su pri- respuesta, su divisa:
tardó en encontrar el carril. Era aún demasiado niña para poder —Escribir, escribir, escribir...
8
LA LETRA DEL ESCRIBA

TEXTOS LEÍDOS DURANTE EL TALLER CRÍTICO


PIEDRA FINA DE POESÍA las Américas, en su repaso de la producción poética latinoameri-
cana— en escoger el Premio de Poesía de La Gaceta de Cuba como
y astucia editorial le han asistido en la identificación de esos pro-
blemas y zonas de la cultura (la música popular, el cine, el teatro, la
Leonardo Sarría una plataforma posible desde la que evaluar el estado del género
en el recién iniciado milenio. La conferencia me condujo a un li-
plástica; raza, género, mercado) que demandan oportunos y dete-
nidos asedios. La poesía, en cambio, caballo de batalla, piedra fina,
bro y ese libro, (Des)articulaciones. Premios de poesía La Gaceta
finísima, le ha acompañado todo este tiempo. Por suerte para él y,
de Cuba (2000-2010) (Ediciones Unión, 2012), tuvo enseguida el
Cualquiera sabe que las revistas se parecen a sus hacedores. desde luego, nosotros.
incondicional apoyo de Norberto, que bien pudiera haber figura-
Aun cuando se trate, como es el caso de La Gaceta de Cuba, de
do como coautor. Conversacionalismo, posconversacionalismo,
una revista institucional, la mediación de ese casi siempre pequeño
Diásporas, Generación cero y cuantas tendencias, líneas ideote-
equipo que la proyecta y la gesta es notoria en más de un punto, en
máticas y actitudes escriturales se han sucedido en nuestra poesía
más de una ruta sostenida durante años o en esta o aquella preocu-
pación, en este o aquel criterio que, vistos de cerca —vistos también
desde mediados de los noventa hasta la fecha, han encontrado en
La Gaceta un territorio de circulación y de privilegiada visibilidad.
CODINA, POETA Y LECTOR
de cerca los padres de «la niña»—, acusan su tremendo parecido.
Que diga, por ejemplo, que la puntualidad de La Gaceta —mérito
Con independencia de la nómina de poetas ganadores del Premio,
de su Beca de Creación Prometeo o del Ilse Erythropel, igualmen-
Zaida Capote
extraño en el contexto de las revistas culturales cubanas— es la de
te convocado por la revista —a saber, Antonio José Ponte, Sigfre-
su quisquilloso director o que a él se deba, a su pasión por la historia, Hace unos años, invitada a presentar un libro de Norberto
do Ariel, Reynaldo García Blanco, José Félix León, Ismael González
la sistemática presencia en esas páginas de artículos de indagación Codina, elegí una imagen que es casi un lugar común: hablé
Castañer, Marcelo Morales, Caridad Atencio, Norge Espinosa, Javier
histórica, incluso semejando ser argumentos probatorios de perfil y de «autorretrato» para referirme a aquel libro y lo haré hoy,
marca irrefutables, no se comparan a la certeza de que el espacio so pena de poner de manifiesto mi falta de imaginación. Y es
de continua actualización poética, de seguimiento y balance críticos
que hay pocos autores cuya sinceridad sea tan desbordan-
del devenir de la poesía de la Isla, que ha sido la publicación, resulta
te como la de Norberto. En sus libros de prosa varia —donde
en buena medida obra de Norberto Codina.
suele reunir textos casi siempre ocasionales, testimonios de
Conjunta, paralelamente con su propia trayectoria como poeta,
vida y acción cultural, intervenciones puntuales en momen-
pero sobre todo humilde y silenciosamente, Norberto —que ahora
tos dados— aflora siempre la efigie de quien no se traiciona,
mismo no me perdonará que no mencione al resto de los gacete-
de un escritor de unas pocas obsesiones a las que vuelve una
ros— ha construido un enclave de referencia, con olvido del cual no
y otra vez, bien por decisión de perseverancia o por sentirse
es posible ya hablar, al menos con un mínimo de rigor, de la poesía
incapaz de ahuyentarlas. Esas obsesiones lo han hecho man-
cubana de las tres últimas décadas. La cercanía del conocimiento
tener una gran coherencia en esos libros de origen y compo-
y de la participación quizás me lleve a exagerar un poco y tal vez
sición dispares: Caligrafía rápida (2010), Del fragmento como
no sea así como haya que escribir estas cosas. Sin embargo, no se
mirada (2013) y Luces de situación (2018).
escriben en ninguna parte, no se reconocen casi en ninguna parte y
A partir de ellos es fácil, entonces, trazar un itinerario
lo cierto es que sin la coordinación, ni los cuidados ni el entusiasmo
intelectual y humano. Este hombre es poeta —y excelente
de Norberto, el Premio de Poesía de La Gaceta de Cuba, próximo a
lector de poesía—, revistero por vocación y práctica cotidia-
cumplir veinticinco años, piedra fina —nunca mejor nombre nos ha
na, amante de la pelota hasta el delirio, cotidiano caminante
proporcionado la charada—, sería impensable. Antes que el Nicolás
imperturbable de las calles de La Habana y leal amigo de los
Guillén, que el Calendario, esos otros premios de poesía codiciados
suyos, no hay modo de dudarlo. Como en una galería ima-
que vinieron después, el de La Gaceta fue el premio a ganar y si-
ginaria, las visiones de Norberto van superponiéndose unas
gue siendo, con un cuaderno breve y la posibilidad de asistir al más
a otras, ora presentador de obras ajenas, ora prologuista de
grande festival de poesía de la lengua (el Festival Internacional de
compilaciones varias; siempre apasionado por sus más de-
Poesía de Medellín), el galardón a que aspiran consagrados y emer-
gentes, menores y mayores de treintaicinco, galgos y podencos, de mandantes fidelidades: las que exigen la amistad, la poesía y
La Habana y de todos los sitios del país. La lista selecta de los jurados la pelota, entre otras.
de cada una de sus ediciones, entre los que sobresalen varios Pre- En tanto lector de textos ajenos y comentarista de poe-
mios Nacionales de Literatura, académicos, ensayistas y autores de tas, su experiencia de lectura hacia lo público (el argumen-
primer orden, así como el justo equilibrio de intereses y poéticas, to o juicio) siempre aparece transida por una más íntima (la
procedencias, filias y distancias que cada una de esas ternas regis- experiencia propia, la vecindad emotiva, las preferencias de
tra, denotan detrás de su composición al sagaz organizador, viejo expresión). Entonces el ejercicio crítico esperado se consagra
lobo de mar, «con voz pero sin voto», que prevé y amarra detalles en la visión entrañable de aquella poesía que lo ha acom-
o inminentes turbonadas. Lo he visto en esos menesteres, en que su pañado buena parte de su vida, que lo ha consolado, lo ha
discreción es absoluta y en los que, como buen librano, hace gala de retado o lo ha contaminado de su irrenunciable humanidad
su sentido diplomático y no puedo dejar aquí de celebrarlo. No me e imaginación. Félix Pita y Nicolás Guillén; Eliseo Diego o Ra-
refiero solo a sus destrezas administrativas y políticas, sino tam- món Palomares; Fernando Pessoa y Fina García Marruz; Fayad
bién, y de modo especial, a la comprensión de la literatura y de la Jamís o Ángel González; Emilio Ballagas y Roberto Fernández
poesía cubanas que orienta su ejercicio. Quien organiza el premio, Retamar; Ledo Ivo y Enrique Sacerio; Raúl Hernández Novás,
quien decide qué poemas saldrán en el siguiente número de la re- Juan Manuel Roca o Gustavo Pereira, a todos ha dedicado
vista es a su vez el antologador de Los ríos de la mañana (Ediciones Marimón, Larry González, Jamila Medina, José Luis Serrano, Javier Norberto sus reflexiones, sus confesiones de lector avezado y
Unión, 1995), esa emblemática antología de la poesía cubana de los L. Mora, entre otros), nómina que por sí sola manifiesta el cuerpo conmovido; su testimonio de admiración o cercanía. La poe-
ochenta, y, junto con Jesús Barquet, de la asimismo imprescindi- plural y multiforme de la actual poesía cubana; con independencia sía es un centro, siempre. Pero hay varios más.
ble Poesía cubana del siglo xx (Fondo de Cultura Económica, 2002), de esa nómina, La Gaceta nos ha ofrecido además las coordenadas Denotando sus filias, se nos revela Norberto como atento
cuyos criterios, declarados en el prólogo de Barquet, son también críticas desde las que leerlos, desde las que agrupar y sistematizar lector, descubridor de esencias, de ese magma común a los
los de Norberto. Una comprensión, repito, de la poesía cubana, que movimientos y hallazgos, ora desde las columnas de su Sección de cultivadores del verso, por distantes y hasta incomparables que
comprende a un tiempo sus genealogías creadoras, su historicidad crítica, ora desde los frecuentes dosieres que ha dedicado al aná- sean sus circunstancias. En su palabra resuenan los ecos de ver-
—con todas las tensiones generacionales e ideológicas implícitas—, lisis de dicha expresión y de los que recuerdo, en particular, el del sos ajenos, como citados de memoria (las citas suelen acom-
su carácter métrico-formal, sus valores semánticos, dialógicos, número 6, noviembre-diciembre de 2003, con trabajos de Enrique pañar su conversación con la naturalidad de alguien que halla
dramatúrgicos, y una apertura, en general, a sus procesos, más allá Saínz, Walfrido Dorta y Arturo Arango y el del número 2, marzo-abril en la poesía alimento vital). Su relato de la experiencia literaria
de las fronteras nacionales. de 2016, con textos de estudiantes de la Facultad de Artes y Letras también supone una larga conversación, un encuentro amisto-
Cuando se me encargó, a raíz del Seminario Académico Interna- de la Universidad de La Habana, sobre la poesía de Oscar Cruz, Sergio so y plácido donde la gratitud a los maestros navega sosegada
cional «Los 10 del xxi. Cuba-España: diálogos culturales», organi- García Zamora, Leymen Pérez y Karel Bofill. pero imperturbable. La poesía es sangre común que lo her-
zado por la Universidad de Zaragoza y la Universidad de La Habana En una tentativa bibliografía de artículos y ensayos sobre poesía mana con sus interlocutores, y con ella aprende a conocerlos,
en septiembre de 2011, que me ocupara de las nuevas orientaciones cubana contemporánea sorprenderá el número de los publicados renueva o funda amistades, descubre itinerarios compartidos.
de la poesía cubana contemporánea, no dudé —de manera simi- originalmente en la revista, la estela dejada por tales acercamientos, Sin embargo, sus lecturas no se limitan (o se extienden)
lar a como hiciera Saúl Yurkievich con el Premio de Poesía Casa de que tendremos que agradecer a la vez a Norberto. Ojo periodístico a la percepción poética, a la riqueza de lenguaje, a la expe-
9
LA LETRA DEL ESCRIBA

SOBRE LA OBRA DE NORBERTO CODINA*


riencia profunda de la poesía. Cuando Codina lee poe-
sía para nosotros y comparte sus impresiones suele ex- LETRAS Y AMISTAD imaginación más delirante y los deseos más inalcanzables. Crecimos
compartiendo libros y lecturas, o sea, practicando el intercambio de
hibir un conocimiento subterráneo de la historia literaria,
las afinidades estilísticas o las elecciones vitales de aque- COMO VOCACIÓN los comentarios sobre las páginas devoradas, esos pareceres pri-
migenios que pueden ser el embrión de una futura crítica literaria.
Leímos con avidez a Julio Verne, Emilio Salgari, Alejandro Dumas y
llos cuya obra evalúa. Nunca nos decepciona en el tra-
zado de esos caminos de interpretación y conocimiento. Rafael Acosta de Arriba Walter Scott, entre otros autores que nunca pasaron de moda en
Hablando de itinerarios, la geografía de Norberto es amplia aquellos tiempos. Fundamos en nuestra infancia, en mi casa, la que
pero emocionalmente concisa. El Vedado de su vida, en La Habana «Para el Rafa, más allá de estas páginas, antes y después, está visitaba el amigo casi diariamente, un taller improvisado de lectu-
que lo adoptó para siempre; las ataduras casi míticas a la fami- nuestra amistad de 45 años ¡Coñooo! Gracias por esa amistad». ras de tres o cuatro niños, a veces de dos, Norberto y yo, del cual
lia manzanillera, a cuyos vínculos con la historia cubana acude a Norberto Codina salieron algunos textos muy malos, pero cuyo único valor, incons-
menudo; el retorno levemente memorioso a su niñez venezolana, cientes de ello desde luego, fue el de anunciar una vocación. Esa fue
todo encuentra espacio en la rememoración donde suelen cruzarse (Fragmento de la dedicatoria firmada al libro la semilla.
evocaciones propias con recuerdos ajenos, pescados en una visi- Cuaderno de Travesía, febrero de 2004). Al pasar a la secundaria básica, o quizá en último año de la pri-
ta, una conversación o una foto familiar. Tal calidad profunda de la maria, gestamos un periodiquito estudiantil, que tuvo muy corta
experiencia humana encuentra también testimonio en estos libros, Una relación de amistad de seis décadas se convierte, inevita- duración, entonces las lecturas fueron más frecuentes y con otro
tanto como en sus antologías de poesía, articulación circunstancial blemente, en una hermandad. O lo que es lo mismo, cuando esa tipo de autores y visitábamos con frecuencia la biblioteca juvenil
de sus preferencias. Desnuda representación de sí mismo, su prosa fraternidad temprana se transforma en naturaleza, los lazos creados circulante que había en Casa de las Américas. Cada libro que ex-
acoge —espejo límpido— el testimonio de sus recorridos. llegan a ser muy sólidos. Comienzo con estas sentencias porque dan traíamos nos lo intercambiábamos después de la lectura, una suerte
Otro eje de creación será el largo tiempo dedicado a llevar la pauta de lo que diré a continuación. Hablaré de mi hermano Nor- de ritual. Fue una etapa donde el ajedrez y el béisbol consumieron
adelante La Gaceta de Cuba. La aventura de mantener vivo y ac- berto y de nuestra amistad vinculada al universo letrado. Siempre mucho de ese tiempo infinito de que se dispone en la adolescencia.
hay un comienzo para todo. Los viajes al stadium del Cerro (todavía no era el Latino) y tirarnos al
tuante, como suele decirse, un tabloide que bajo su dirección y
por reclamo del momento se transmutó en revista y es hoy de las terreno al final de los partidos nos parecía entonces una gran aven-
más importantes en el panorama cultural cubano, imprescindible tura. La noche que conocimos al gran jugador Fidel Linares y con-
sitio de discusión y encuentro para varias generaciones de lecto- versamos un rato con él, en el mismo terreno, Norberto la eternizó
res, lo mantiene en guardia siempre, a la caza de colaboraciones en su libro beisbolero.
y argumentos, de imágenes literarias o plásticas que adensen la En el preuniversitario nos separamos al tomar cada uno rum-
propuesta de pensar, interrogar o representar Cuba, dentro y fue- bos diferentes, pero la amistad permaneció y las lecturas siguieron
ra de nuestras fronteras, en la realidad y en la imaginación, con incrementándose. Mi hermano Roberto, diez años mayor, que fue
el único compromiso de la autenticidad y la honradez intelectual. siempre para nosotros un amigo más, influyó también con algu-
nas lecturas que nos pasaba desde su posición de joven ya hecho
Como editor de La Gaceta, la contribución de Norberto —junto a
y derecho. Hasta aquí puedo afirmar que asistí al surgimiento de un
su equipo editorial— es ineludible en un panorama responsable
poeta en ciernes, pues todo indicaba en ese instante que ese se-
del campo cultural cubano contemporáneo. Pero, con todo y ser
ría uno de los caminos que tomaría el joven amigo en lo adelante.
su obsesión diaria; causa de sufrimientos y alegrías arrasadores,
Cuando comenzaron a publicarse sus primeros libros esa estimación
la labor cultural de Codina transcurre con parejo tironeo en otros
fue legitimada por la realidad, Norberto se insertó con pleno derecho
entrañables escenarios.
en el grupo de poetas más reconocido de su generación.
A Codina le gusta compartir, por eso prefiere embarcarse en
Esta anécdota que contaré a continuación es testimonio de
tareas colectivas o entregarnos en cada número de La Gaceta…
cómo lo letrado nos mantuvo unidos aun cuando, como ya expli-
—para contrarrestar, con esa avidez de compañía, la irrenunciable
qué, nuestros cursos se separaron un tanto después del preuniver-
soledad de la poesía— una provocación al pensamiento y la sen-
sitario. Hace poco tiempo Norberto me pasó un manuscrito que me
sibilidad. Su testimonio como editor es otro de los ejes de estos
hizo sonrojar por no decir que me avergonzó, pero lo cuento ahora
libros, donde conviven prólogos a selecciones armadas a partir de
porque sintoniza perfectamente con el tipo de evocación que estoy
colaboraciones de la revista, como la notable colección de cróni- realizando.
cas Siglo pasado o la compilación de los textos sobre cine, entre El origen del hecho tuvo lugar cuando Norberto recibió el Pre-
otros. mio David de poesía en 1974, con el poemario A este tiempo lla-
Compartir, ese reclamo vital, lo conduce sin escalas al ejercicio marán antiguo, libro comentado ya por mis predecesores en el
profundo, comprometido y sincero de la amistad, un arte que po- panel. Poco tiempo después, en junio del siguiente año, Pedro de
cos dominan como él, siempre leal, hasta en sus desencuentros. la Hoz publicó en Bohemia la crítica «El principio de la palabra»,
Registros del placer de la amistad y la cercanía intelectual condu- Nos conocimos en el antiguo Kindergarten, rebautizado por la que es un texto favorable al poemario, pero que yo en mi desco-
cen algunos comentarios sobre Julio Girona, Rafael Acosta, Eraclio enseñanza posterior a la nacionalización de las escuelas llevada a nocimiento de los mecanismos de la crítica literaria en ese mo-
Zepeda, Margaret Randall, Ambrosio Fornet, Waldo Leyva, Enrique cabo por la Revolución como Pre-Primario o Pre-Escolar, Norberto mento, consideré que tenía partes agresivas con el libro premiado
Sacerio, Roberto Fernández Retamar, Félix Pita Rodríguez, José Ro- con 7 años, yo con 5, y allí mismo congeniamos y nos hicimos mejo- de mi hermano. Pues me lancé a una suerte de réplica, escrita a
dríguez Feo, Pedro Pablo Rodríguez. El ejercicio de la amistad es res amigos (como se dice hoy) o, como diría un embromador, «nos mano, que desde luego nunca llegó a publicarse (más bien digo
una de las grandes claridades de Norberto, que sufre como una conocemos de atrás». que era y es impublicable, por su lenguaje deficiente y por el po-
quemadura cualquier deslealtad y por eso puede dar fe de su pro- Fue en una escuela privada, pequeña, el Instituto de Educación bre sentido de comprensión de lo planteado por Pedrito). De paso
pia coherencia en estos homenajes informados y conmovedores. Integral (IEI), cuya dueña y directora debe haber sido el único caso añado que a De la Hoz lo conocíamos Norberto y yo desde mucha-
Ya aludí antes a la presencia de los recuerdos y vínculos de de una propietaria en toda la educación cubana privada que se ale- chos, cuando surgió la FEEM y en los precoces avatares literarios,
su familia manzanillera con la historia cubana, a los que Norber- gró de la nacionalización de la enseñanza, pues era muy revolucio- es decir, era (es) un amigo. Cuando aquello, yo me había alejado
to vuelve una y otra vez, con la insistencia del orgullo dichoso. La naria y estaba contagiada con los cambios del país en los iniciales de la literatura como ejercicio escritural, pues había cursado la ca-
familia mínima, de raíces dispersas; la obligada movilidad vital en sesentas, de ahí pasó a trabajar gustosamente con el Che Guevara rrera de Matemáticas, era un recién graduado, aunque mantenía
su primera infancia; la soledad juvenil; todo halló resarcimiento y en el Ministerio de Industrias como asesora. Me refiero a la Dra. Ida- mi afición por la lectura. Pasó el tiempo, mucho tiempo, varias dé-
compensación, espacio ancho y seguro, en la compañía de Gisela y lia del Cueto. Pero lo más curioso de este inicio es que, un año des- cadas, y hace poco Norberto, en una de mis visitas a su casa, me
Jimena, cuyos rostros asoman de vez en cuando, punteando estos pués de la nacionalización y desaparición del IEI, cuando ya cada uno enseñó el recorte de Bohemia y las hojas manuscritas de mi ape-
textos del sabor del reposo doméstico en cualquier visita de do- de nosotros pensaba que el amigo se había esfumado, nos reencon- lación. Para mí fue una sorpresa reencontrarme con mi letra de
mingo, en el arraigo cotidiano de la vida común. tramos en la primaria Arturo Montori, del Vedado, lo que constituyó veinteañero y con mis excitados juicios de defensa apasionada, a
Hay otro terreno (nunca mejor usada una palabra) que podría una gratísima sorpresa para ambos. ultranza podría decirse, del hermano. Nada, cosas de la juventud.
explorarse en breves e inevitables apariciones cuando una pasión Creo que, para nosotros, niños comunes y corrientes, que dis- Más recientemente, ya inmerso por completo en el uni-
aflora en la otra. La pelota asoma a menudo en estos libros. Pero no frutábamos ser (más o menos) azotacalles y de los juegos y las verso intelectual (del cual estuve separado por diez años, en
hablaré aquí de esa otra gran obsesión, pasión eterna e irreductible relaciones con otros niños del barrio, la lectura se convirtió en un
a pesar de fiascos y desengaños, tan viva en sus conversaciones y espacio fascinante de producción de sueños y fabulaciones, un estí-
su escritura, porque de ella se ocupará, espero, el próximo orador. mulo real para el intelecto; los libros como ese universo paralelo a la
* Realizado en el Centro Cultural Dulce María Loynaz el 6 de no-
realidad, en el que se conjugaban, para nuestra sorpresa y placer, la
viembre de 2019.
10
LA LETRA DEL ESCRIBA

los ochenta), he tenido la satisfacción de ver cre-


cer su obra poética libro tras libro, que Norberto
me solicitara el prólogo a su antología Cuaderno
de travesía, que le presentara su poemario Con-
vexa pesadumbre y que abriera las páginas de La
Gaceta para mis poemas y ensayos. A su vez, en
una suerte de reciprocidad, él escribió el prólogo
de uno de mis libros y ha estado pendiente de la
creación de los demás. Es como si el ciclo se hu-
biese completado, como un regreso al inicio de los
inicios cuando gestamos aquel improvisado taller
literario de la infancia y garabateábamos sone-
tos y poemitas. Hoy, de nuevo, como ha sido una
práctica sostenida, compartimos libros, lecturas,
comentarios y nos mantenemos actualizados de
lo que ocurre en el panorama literario cubano y
el internacional. Para nosotros los libros fueron,
LA LIBERTAD ES NECESARIA PARA EXISTIR Volver a repetir lo que aflora tras las rejas donde un
como acabo de decir, un gran descubrimiento y su hombre como Ho, vislumbraba un futuro lleno de luces,
importancia fue cardinal en nuestro crecimiento las cuales muchos no lograban ni imaginar, era como di-
de niños a adolescentes, experiencia racionalizada «Perder la libertad es la prueba más dura». seminar la práctica de su pensamiento digno y firme. Su
que, más tarde, trasladamos a nuestros hijos. sabiduría más preciada. Sabía que lograría vivir para ejer-
La etapa como editor es fundamental en la Ho Chi Minh
vida intelectual y laboral de Norberto, pues lleva cer lo que luego sería la liberación de su patria. Magnáni-
al frente de La Gaceta 32 años (en abril se cum- Hace algunos años leí este libro publicado inicialmente mo, distante como un árbol, retoca el heroísmo con sus
plen) y todos sus buenos amigos y colaborado-
por el Instituto Cubano del Libro, y cuya reedición de Co- manos capaces de construir en un cuaderno todo lo que
res conocen del celo, más bien la pasión, que ha
lección Sur Editores será presentada en la 29 Feria Inter- resume un hombre en la prisión.
puesto y pone para que la publicación mantenga
un alto nivel literario. Por los distintos equipos de nacional del Libro de La Habana. En aquel entonces, pensé Ho Chi Minh expone su pasión por la humanidad, a la
redacción que han existido en la revista, han des- que escribir un diario en prisión era algo difícil. Los vacíos, que se le atribuyen inquietudes sobre el futuro y sobre la
filado un grupo de los más lúcidos intelectuales visión que dignifica un nuevo relevo. Sus versos atravie-
cubanos, operación en la que ha sabido conjugar
las penas, las sombras, la humedad, el dolor, la tristeza,
la experiencia con los talentos emergentes. Y ya son partículas que inundan y debilitan el cuerpo y el espí- san un lenguaje coloquial y destaca dentro de lo simple lo
se sabe: ¡Cuidado de aquel que ose faltar a una ritu. Su voz se extiende entre lo soberano del aire y el mito intenso, tomando lugar la poesía lírica, contempladora de
presentación de La Gaceta! Se comenta incluso de lo que se sospecha inalcanzable. Este libro aguarda el técnicas precisas dentro del ruedo poético. Hombre sen-
de una persona desconocida que, de manera in- cillo y transformador de ideas como lo podemos apreciar
visible, pasa la asistencia a los fieles en cada pre-
espacio contenido del silencio. La lógica y la soledad.
sentación. Puede que sus múltiples traducciones hayan oculta- en uno de sus poemas: «Hacer versos no ha sido nunca
Apostillo que ya es tiempo suficiente para que do significados aún más fuertes, pero indiscutiblemente, en mí una pasión. / Mas contra el tedio horrible del en-
un jurado del ICL piense en él con vistas a con- como dice Félix Pita Rodríguez en el prólogo: «Entrar en cierro luchando, rimando haré más cortos los días en la
cederle el Premio Nacional de Edición, dada la ya prisión / y esperaré que llegue mi libertad cantando».3
larga trayectoria de nuestro autor al frente de una esta sólida y hermosa casa de palabras, es como tropezar
de las más leídas y mejores publicaciones de la a cada paso con las raíces profundas de uno de esos raros Lo interesante de este cuaderno es sin duda la inten-
cultura cubana. hombres extraordinarios, piedras sillares de la humani- sidad del cuerpo que diluye entre imaginarios tensos y
Uno de los mejores amigos de la infancia,
dad por haber enseñado con su vivir que no hay altura distantes de su propia costumbre, el sabor del cautiverio,
Greco Cid, expresó un día una frase que quedó donde escribió como ejercicio poemas que lo resguar-
nimbando sobre lo que quedaba de nuestra piña: imposible para la condición humana».
«¡Qué difícil es ser amigo de Norberto!». Esto fue He aquí la quietud del poeta en el encierro. Miríadas daron de la miseria del hombre. Imagino su fe en aquel
dicho, es bueno que lo aclare, para embromar lo cubren de espanto y en su rincón descubre la agonía a entonces cuando la enfermedad por el frío, la sed y el
más que para criticar algún desliz puntual. Greco hambre lo humillaban hasta entristecerlo.
es también nuestro «hermano de crianza», ex-
través de sus versos cuando escribe: «Perder la libertad
presión que utiliza mucho Norberto. Y es que una es la prueba más dura».1 Este libro nos enseña la fortaleza con la que podemos
amistad así no es nada común y uno debe agra- Ho Chi Minh nació en Annan el 19 de mayo de 1890. ser capaces de enfrentar a nuestro enemigo. Nos enseña
decerle a la vida que sea beneficiado de esa ma- Su verdadero nombre era Nguyen Sinh Conng, pero la a valorar que el arma es uno mismo. Que llorar también
nera. Desde luego, una amistad así conlleva, cómo es bueno, porque lo difícil también se combate con lá-
no, momentos de enojo, distanciamientos y otros
clandestinidad en que vivió siempre, le obligó a utilizar
desaguisados, pero cuando se comparan esos innumerables nombres para escapar de la persecución grimas. Que la libertad es necesaria para existir y se debe
lunares con lo positivo de la relación a través de policial. Su nombre significa: «el que ilumina». Tal vez luchar por ella hasta el cansancio.
los años, con sus beneficios espirituales, el saldo por eso el ave que lo atrae a su abismo lo salva innume- Un hombre libre puede ofrecer un camino limpio en
es para sentirse plenamente satisfecho, porque las diversas sociedades. La riqueza de la libertad nos sos-
un amigo de toda la vida es una ganancia abso- rables veces de la muerte llevándolo hacia afuera, a su
luta. Añado que Norberto es una persona que hizo libertad infinita. tiene si es justa la lucha. La visión de Ho Chi Minh nos
suya aquella proclama de José Martí de hacer de En este cuaderno el hombre alcanza un sitio dentro de acompaña como una luz por el mundo mientras seamos
la lealtad religión. Es un hombre puente si los hay, la angustia irremediable, prueba su intelecto como ejer- capaces de entenderla.
gregario como pocos, y amante del don socráti- Por tanto, los invito a ser parte de este diario y puedan
co de la conversación entre socios, lo que disfruta cicio de la escritura y soporta la suave brisa de lo prohi-
de manera incomparable estableciendo nuevas bido, que es la libertad, y aunque su estómago se reduce entender como yo, las palabras de Walt Whitman, que
amistades o gestando amigos entre desconocidos. cada día por la falta de alimentos y agotamiento físico re- aparecen como cita en el prólogo del escritor y traductor
Norberto me propuso que hablara hoy de su
vive en sus versos lo que sabe que sucederá en el mañana cubano Félix Pita Rodríguez: «Quien abre este libro toca
próximo libro sobre pelota, el que seguramen-
haciéndole vivir. un hombre».
te tendrá muchos lectores y del cual leí algunas
partes y me resultó un texto muy interesante (ya Diario de prisión nos envuelve y remonta hacia un
sabemos que él es, junto a Leonardo Padura y Fé-
Zurelys López Amaya
poema similar del poeta español Miguel Hernández,
lix Julio Alfonso, uno de nuestros intelectuales pe-
loteros), pero me pareció mejor o más de acuerdo
cuando dice: «Las cárceles se arrastran por la humedad 1
Ho Chi Minh. Diario de prisión, Instituto del Libro, La Habana, Cuba, 1970, pp. 56.
con el sentido abarcador de este panel, que dijera del mundo, van por la tenebrosa vía de los juzgados, bus- 2
Miguel Hernández. «Las cárceles», en Poesía (antología), Consejo Nacional de
las cosas que acabo de expresar. Diez minutos y can a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen, lo Cultura, 1963, p. 43.
medio.
3
Ob. cit., p. 16.
observan, se lo tragan».2
11
LA LETRA DEL ESCRIBA

Cuatro inhumanos meses


en la celda encerrado
mi cuerpo han devastado.
Porque
cuatro meses hambriento,
cuatro meses de insomnio,
sin cambiarme la ropa,
sin poderme bañar,
dan ese resultado:
Me ha abandonado un diente,
muchos de mis cabellos blanquearon,
estoy cual diablo hambriento,
INGRESANDO EN LA PRISIÓN DE TSING SI EN CAMINO flaco y negro, lleno de sarna y llagas.
En la prisión los viejos acogen al que ingresa. Una cuerda amarraron a mis piernas y los Afortunadamente:
Blancas nubes ahuyentan las nubes de brazos me ataron. Más que paciente, inconmovible.
tormenta Pero el suave perfume de las flores y el Ni un palmo tan siquiera retrocedo.
y por el cielo, todas, libremente se alejan. canto de los pájaros, Materialmente estoy como un guiñapo,
Un hombre libre, solo, permanece en la celda. desde el bosque me llegan. ¿Cómo impedir mas recio y firme sigo moralmente.
podrían que esta dicha
LA NOCHE me acompañara? Ahora, ni es tan largo el EN EL BURÓ POLÍTICO
camino, ni estoy solo. DE LA IV ZONA DE GUERRA
Después de la comida, cuando por occidente
cae el sol, He recorrido entera la región de Kuang Tsi.
melodías y cantos montañeses de todas Las dieciocho prisiones de sus trece
partes brotan. distritos
La prisión de Tsing Si, sombría y melancólica, he disfrutado. Ilustres mandarines, ¿cuál ha
en ilustre Academia de música, de pronto sido
se transforma. mi crimen?
El de amar a mi pueblo y entregarle la vida.
LA FLAUTA DEL PRISIONERO
En la prisión, de pronto, se escucha una NOCHE DE OTOÑO
flauta En la puerta un guardián, el mosquetón al
el lamento nostálgico. Se hace pena la hombro.
música, Por el cielo las nubes sobre la luna saltan.
cada nota un sollozo, Como carros de asalto de la noche, las
mil leguas que separan y un dolor que chinches
desgarra. se despliegan.
¿No habrá en alguna parte, melancólica Aviones de combate, los mosquitos, en
sombra escuadrones vuelan.
mirando al horizonte,
en lo alto de una torre, una mujer que espera? Y yo pienso en mi patria, y de mi sueño
errante
CLARO DE LUNA el hilo en la madeja de la melancolía
hasta ella me conduce. ¡Un año ya
¿Qué hacer en la prisión, sin bebidas ni flores, encerrado!
en noche tan radiante, luminosa y serena? ¿Cuál ha sido mi crimen? Con lágrimas
Mira el hombre a la luna que esplendorosa escribo
asciende. este poema de celda.
La luna mira al poeta, a través de la reja.
BUEN TIEMPO
TRASLADO DEL PRESO AL AMANECER
Todo cambia, es la ley, gira y gira la rueda
Cantó el gallo una vez: aún es noche TRISTEZA de la naturaleza: tras la lluvia el buen
cerrada. Se alzan por todas partes las llamas de la tiempo
Con su escolta de estrellas, la luna lentamente guerra siempre llega. En un instante, el mundo se
asciende hasta las crestas de los montes de subiendo al cielo azul. Por ir a combatir, los despoja
otoño. hombres rivalizan. de sus ropas mojadas, y en diez mil li a la
Ya está en camino aquel que inicia un largo ¡Cuánto sobre mí pesa la inacción de la celda! redonda
viaje. Mis nobles ambiciones, parece que no valen sus tapices brillantes el paisaje despliega.
Golpea el viento los rostros con ráfagas una mala moneda. Al tierno sol, por la brisa ligera acariciada
heladas. se abre una flor y cándida sonríe. Allá arriba,
en las ramas más altas, por la lluvia lavadas,
Enrojece de pronto la luz por el Oriente CUATRO MESES YA armonizan en coro los pájaros sus cantos.
y las últimas sombras nocturnas son barridas. «Un día encerrado vale tanto Llena los corazones la alegría, todo siente el
Por todo el universo, el calor de la vida ya se como mil años libre». renuevo.
extiende. Este refrán antiguo La amargura vencida, deja su sitio al júbilo.
Despierta en el viajero el poeta que dormía. no es palabra vana. Es la vida.
12
LA LETRA DEL ESCRIBA

dulce letargo que permitía a su mente vagar sin entre los puertos de mar y la cordillera, para
Premio Casa de las Américas en 2019 límites por el espacio y el tiempo. Podía viajar du-
rante horas en aquel estado errático, de día o de
quien Parker trabajaba, más por comodidad que
por conveniencia. Se habían conocido algunos
noche; no tenía horarios, solamente citas que años antes en uno de los primeros paradores de

La marca del viento


dependían de la imprevisible partida o llegada de la Patagonia, donde empezaba una inmensa es-
las naves cuyo cargamento transportaba. Algu- tepa que terminaba en los fiordos de Magallanes
nas veces quedaban largas jornadas muertas an- y la Tierra del Fuego. Parker venía de la capital,
tes de llegar a su meta; otras, debía viajar sin más escapando de su turbulento pasado, en busca de
paradas que las necesarias para cargar combus- soledad y anonimato en el extremo sur del conti-
tible o tomar una ducha en los baños de alguna nente. El conductor del pequeño furgón de mu-

Eduardo Fernando Varela perdida estación de servicio. La puesta o la salida


del sol indicaban el fin de la jornada, entonces,
Parker preparaba su nave para el aterrizaje al
danzas, que lo traía junto con sus pocas
pertenencias, lo había abandonado por falta de
pago en aquel parador y ahí se había quedado
costado de la carretera, disminuía la velocidad y Parker con las escasas pertenencias que había
La novela que mereció el Premio Casa de las Américas en 2019, La buscaba el sitio perfecto para instalar el campa- logrado salvar de su último naufragio, amonto-
mento, sin declive y reparado. Cuando el camión nadas en un costado de la carretera. En la mesa
marca del viento, del argentino Eduardo Fernando Varela, podría se detenía pesadamente entre nubes de polvo, del restaurante se habían conocido el viejo Cons-
calificarse como de carretera o de viajes. Relata con ironía y saltaba de la cabina como si tocara tierra luego de tanzo y él, mientras buscaba una manera de con-
lirismo el peregrinar de un enigmático camionero y saxofonista, meses de travesía y se aseguraba de que el terre- tinuar viaje hacia el sur. Tras una breve
no fuera adecuado y tuviera leña en los alrededo- conversación, el futuro patrón, profundo cono-
a través de las rutas patagónicas, pobladas de leyendas, aventuras res. Mediante un brazo giratorio fijado al vehículo, cedor de la fauna humana, supo que podría con-
y personajes exóticos que lo llevarán a una historia de amor y con una polea en su extremo, Parker descargaba fiar ciegamente en su temperamento hosco,
lentamente lo que una vez había sido su casa. reservado y misántropo. Lo recogió con todas sus
fuga. Para inducir a su lectura, ofrecemos sus páginas iniciales.
Poco a poco iban saliendo del acoplado una mesa pertenencias y se lo llevó como acompañante
de madera, varias sillas, un sofá de cuero gastado, para que ayudara a cargar y descargar la merca-
Eduardo Fernando Varela (Córdoba, 1959). Escribe novelas, una vieja heladera, una lámpara de pie, una gran dería en los puertos. A cambio le daba comida,
alfombra, un armario, una cama con su colchón y unos pocos pesos y alojamiento en el acoplado
una mesa de luz con su lámpara velador. En me- del camión, el mismo que ahora conducía. Un par
nos de una hora desenrollaba la alfombra y dispo- de semanas le bastaron a Constanzo, que tenía
nía sobre ella los muebles hasta formar un demasiados años y achaques, para confiarle el
La carretera atravesaba la estepa y se ducía el vehículo pensando que se trataba de una
perfecto salón hogareño bajo el inmenso cielo de vehículo a su nuevo empleado, al parecer hones-
extendía como un trazo sinuoso entre co- cápsula espacial. Iba encerrado en la cabina entre
la estepa que, en la noche, se iluminaba mediante to y responsable, y retirarse a la vida sedentaria
linas y valles. Luego subía y bajaba por las ropa desparramada, libros, botellas de cerveza,
varios cables conectados a la batería. Desde lejos, tras una entera existencia transcurrida en los ri-
pendientes, de manera que la línea del ho- termos de café, casetes de música, pedazos aja-
el campamento de Parker parecía una ciudad en gores de la carretera. Parker era el empleado
rizonte se inclinaba y permanecía en aque- dos de mapas que debía unir cual piezas de un
miniatura que al atardecer se recortaba contra el ideal: hacía pocas o ninguna pregunta, no costa-
lla posición durante kilómetros de marcha, rompecabezas para consultar el rumbo, fotogra-
rojo furioso de las nubes y por las noches parecía ba mucho y lo único que pretendía era hacer en
flotando en el aire. Hacia la cordillera, el fías personales pegadas en la pared de la cabina y
paz su vida errante. La relación entre ambos fun-
continente curvaba el lomo como un feli- colgajos artesanales de madera pintada que pen-
cionó sin problemas los primeros tiempos, pero
no que se prepara ante la afrenta; hacia el dían del techo como si faltara la fuerza de grave-
en el último año Constanzo se había entregado a
océano, una inmensa planicie se disputa- dad. A su lado, recostado y silencioso, se apoyaba
la bebida y a los juegos de azar, descuidando el
ba el horizonte con el cielo. El viento, que el estuche negro de un reluciente saxofón, uno de
funcionamiento de la empresa. Parker, por su
descendía de los hielos eternos, agitaba los los pocos vestigios que había podido salvar de su
parte, sabía que podía contar solo hasta cierto
pastos con una caricia nerviosa y parecía vida precedente, la única compañía en aquellos
punto con aquel hombre, capaz de entablar ne-
despeinar la tierra. Cuando mezclaba sus trayectos solitarios, aunque ya no lograra extraer
gocios de cualquier tipo. Había descubierto que su
ráfagas con la brisa de mar, enormes re- de él un solo acorde. Cada tanto se acomodaba
jefe estaba asociado con gente que controlaba el
molinos de polvo trepaban al cielo con giros en el asiento y miraba el paisaje lateral para bus-
tráfico clandestino de los puertos, y gran parte de
lentos. Lejano, confundido con el paisaje, el car esos mínimos cambios del terreno que se
la mercadería transportada provenía del contra-
camión proseguía su marcha inclinándose percibían entre un kilómetro y otro: los tonos va-
bando. Por ese motivo, Constanzo exigía que su
hacia un lado y al otro, siguiendo un ritmo riables de la llanura, la sombra de una nube que
empleado re-
que parecía brotar de las profundidades del se apoyaba en alguna ladera o el paso fugaz de
corriera las rutas secundarias, vigiladas por los
planeta. Las curvas suaves del terreno lo algún animal que huía entre los pastizales. Más
policías locales, más fáciles de corromper, y evi-
hacían moverse como una serpiente pere- que conducir, Parker navegaba y, cuando el ca-
tara las carreteras principales, bajo jurisdicción de
zosa y, más que una marcha, su proseguir mino recto se lo permitía, cerraba los ojos y se
la gendarmería. A veces, Parker debía cargar y des-
era un deslizamiento, un fluir líquido sobre dejaba llevar a ciegas durante segundos, como un
cargar durante la madrugada, en galpones aban-
la superficie inclinada. desafío a su sentido de la orientación. Entonces
donados, cajas misteriosas que supuestamente
Parker conducía con la mirada fija en la ruta, podía ocurrir que el zumbido lánguido del motor
contenían baratijas de plástico. Sabía que en
sin pestañear, con una mano apoyada en el vo- desapareciera poco a poco hasta convertirse en
cualquier momento podían surgir problemas, sin
lante y la otra sobre el respaldo del asiento, como una remota vibración y, después, en nada: silen-
embargo, incapacitado para cualquier tipo de
abrazando a un supuesto acompañante. Tras ho- cio absoluto, solo interrumpido por el susurro del
riesgo, disfrutaba de aquella vida incierta y anóni-
ras de aislamiento y vacío, viajaba hipnotizado por viento al rozar la cabina. Una bandada repentina
ma, al borde de la ilegalidad. Flotaba por encima
el movimiento lento y constante, con la mente en de ñandúes podía aparecer de golpe, corriendo
desafiar con resplandores a la misma Vía Láctea. de las vastas extensiones desiertas que disolvían
blanco, acunada por el vaivén. Nada había a su un buen trecho a su lado para escoltarlo y con-
La estepa desolada era su hábitat preferido, la úl- su existencia en la lejanía, mezclaban su pasado
alrededor, más que un desierto enorme que en fundirse luego entre los arbustos del monte bajo
tima patria que le había quedado de las tantas con el polvo y el viento, y lo dejaban vacío de
algún punto convergía con el resto del planeta y y desaparecer por arte de magia. Cuando aquel
que había perdido a lo largo de su vida, único lu- nombre. Sabiendo que debía conducir durante
sus convenciones, pero que allí, en medio de la vacío lo envolvía, las ruedas se despegaban del
gar en el mundo en el que se sentía cómodo y días a lo largo de carreteras inhóspitas, similares a
soledad potenciada por la distancia, solo limitaba asfalto con suavidad y se elevaban por encima de
seguro. En aquellos espacios experimentaba una flechas disparadas hacia la inmensidad de la este-
con sus propias normas y caprichos. los relieves amarillentos del desierto patagónico.
felicidad profunda, un exilio interior que lo res- pa, Parker se detenía en los últimos pueblos para
Parker transportaba, por cuenta de una mis- El aire, entonces, se volvía más denso, el peso se
guardaba de todos los males de la tierra, por lo abastecerse con abundantes reservas de comida
teriosa empresa, cargamentos de frutas desde los disolvía en la atmósfera y, desde arriba, se torna-
que permanecía jornadas enteras instalado en y combustible, como si él también zarpara de al-
fértiles valles hasta los puertos lejanos del océano ba el camino en una línea incierta que se perdía
aquellas extensiones vacías y anónimas. A veces gún puerto remoto. Cambiaba las últimas pala-
Atlántico, a los cuales llegaban las últimas rutas en la distancia. A medida que Parker se elevaba y
alargaba los viajes, tomando a propósito rutas se- bras con los empleados de las estaciones de
marítimas del hemisferio sur que comunicaban el cielo se volvía azul intenso, aparecían los cau-
cundarias que estiraran al máximo ese espacio de servicio y, luego, se dejaba llevar mansamente por
con oriente. Allí, buques de banderas remotas que ces secos, semejantes a cicatrices en la superficie
tiempo mágico, como un estado de gracia, que la carretera. Pasaba las jornadas de marcha ha-
parecían ajenas a la geografía descargaban mer- rugosa del planeta. Desde allá arriba desapare-
existía entre el punto de partida y el de destino. blando solo, escuchando música o inventando
caderías baratas y llenaban sus bodegas para el cían los detalles de las cosas, el pasado se oscu-
Aquellos retardos enfurecían a su patrón, el viejo distracciones solitarias que ayudaban a aligerar el
viaje de regreso con frutas y carne congelada. recía, el futuro se convertía en un halo
Constanzo, propietario de varios camiones y una transcurrir del tiempo.
Parker atravesaba las horas y las monótonas jor- transparente y solo quedaba un presente gaseo-
pequeña empresa de transportes que operaba
nadas de viaje inmovilizado en su asiento, y con- so, lleno de misterios, poblado de estímulos, un
13
LA LETRA DEL ESCRIBA

Sobre
Los párpados y el polvo
Basilia Papastamatíu
Que la colección Sur haya reeditado el segun- y sí con intención, pues, los únicos epígrafes o con Los párpados y el polvo se instala ya, con pie lista, dominante en ese momento.
do libro que publicó Fayad Jamís, Los párpados citas del libro pertenecen a Rimbaud y a Vallejo; firme, en una temprana pero ya válida madurez, y Asimismo, en la redacción de todo el poema-
y el polvo, es una feliz oportunidad para poder el primero fue el precursor por excelencia de la coloca al poeta decisivamente del lado en el que rio empleó el verso largo y, en mayor medida aún,
recordar a este gran poeta cubano. Porque quie- gran revolución poética europea, y el segundo fue eligió estar: el de la ruptura, el de la transgresión, la prosa poética, formas igualmente preferidas
nes tuvimos la suerte de conocerlo bien y llegar quien renovó más profundamente y más esplén- el de poner en cuestión toda concepción, realidad por los surrealistas. Pero no compartió con ellos
a ser sus amigos, sabemos que era una persona didamente el lenguaje poético latinoamericano. Y o verdad congelada y canonizada, aceptada como la impulsividad, el espontaneísmo de la escritura
extraordinaria, tanto como creador como por su las únicas dedicatorias que colocó en el poema- cierta o lógica. Apartándose entonces y encara- automática, sino que elaboraba muy cuidadosa-
calidad humana. Y pienso que todavía no se le rio, aparte de la de Nivaria, su esposa, fueron las mado en una desafiante soledad, se identifica mente sus composiciones, seguía buscando ante
ha reconocido y no se ha valorado su obra como de dos amigos suyos y poetas como él de la lla- con el descolocado, el desvelado, el lastimado, el todo la belleza en su expresión. Y es de observar
por justicia merece. Por lo que nos corresponde mada Generación del 50, quienes compartían sus hundido, y en el aislamiento de su angustia opta que Fayad, en sus pinturas y dibujos, porque fue
seguir divulgando mucho más todos sus grandes búsquedas e intereses estéticos, Pedro de Oráa y por refugiarse en la desrealidad del sueño, como también un notable artista visual, reali-zó el mis-
méritos dentro y fuera del país. Luis Marré. Aunque es bueno siempre aclarar que mecanismo de fuga. Es así que, aun sin explici- mo itinerario estético y compuso con el mismo
Por eso me es tan grato tener en mis manos rigor.
la nueva edición de este poemario, publicado Es de señalar además que este autor cubano,
por primera vez en 1954, cuando su autor tenía pero de padre libanés y madre mexicana, justa-
apenas 24 años. Sin embargo, su lenguaje exhibe mente el mismo año en que publicó Los párpados
una madurez y un oficio notables, sin rastros de y el polvo, 1954, viajó, como hacían tantos escri-
las imperfecciones, inseguridades estilísticas o tores y artistas latinoamericanos en su época, a
altibajos que suelen encontrarse en los prime- la ciudad de París, que muy legítimamente me-
ros textos de todo autor joven. Recomiendo por recía entonces esa pasión intelectual, y se quedó
eso leer la muy cuidadosa y acertada introduc- allí hasta 1959, año en que regresó a Cuba, como
ción que hizo Virgilio López Lemus de la actual muchos otros cubanos que residían en el exterior,
publicación, porque nos permite situar bien al irresistiblemente atraído por la naciente Revolu-
libro dentro de su propia producción y dentro del ción.
quehacer literario de su época. Época, debe- Para terminar citaré los siguientes versos de
mos recordar, en esa primera mitad del si- Fayad, de su poema «La ronda del desvelado»,
glo xx, en plena transformación cultural dada porque reflejan muy expresivamente una faceta
la existencia de diversas tendencias en pug- espiritual del entonces todavía joven poeta:
na, entre lo tradicional y las nuevas corrien-
tes creativas y de pensamiento que se estaban En otro tiempo yo hubiera silbado y los
desarrollando en el mundo, como el dadaísmo, perros habrían venido
surrealismo, futurismo, y las teorías marxis- y un sueño crecería en las leguas
tas, freudianas o existencialistas, para nombrar lejanas de mis pies.
solo algunas. Pero hoy yo me pregunto ¿quién soy?
Y por supuesto, Fayad, ávido lector, esta-ba los que integraron dicha Generación no tenían tarlo con claridad sus poemas se sumergen, pre- ¿cómo me llamo?
empapado de todo lo que estaba ocurriendo y se formas más o menos homogéneas, similares, de ferentemente, en el mundo de lo onírico, en el ¿en dónde está mi río de piedras azules,
identificaba con lo que le era más afín y que iría escritura, no constituyeron en absoluto una es- que parece dominar lo irracional y lo sombrío. Es mi zona tierna delimitada
también haciendo evolucionar y, más aún, liberar cuela, sino que exhibían una pluralidad estilística evidente pues su mayor afinidad con el espíritu por palomas y fuego y esperanza?
su escritura de los moldes y modos tradiciona- notable. Su única cercanía era la de la edad. surrealista, a la que se sumó probablemente en- Ay, ando sin garganta, sin cuerpo,
les, conservadores, que ya no correspondían a su Y si el primer libro de Fayad, Brújula, fue efec- tonces —era principios de los años cincuenta— la Entre estos túneles de jadeos y aullidos,
espíritu cada vez más vanguardista. No por azar tivamente una obra de iniciación, de aprendizaje, poderosa influencia del pensamiento existencia- ausencia y desventura.

Havana Story o el Desde mi Habana Como un viejo molino El corazón desnudo


simple arte de no Katiuska Blanco sin viento Félix Sánchez
poder escribir Castiñeira Mildre Hernández Rodríguez
Gaetano Longo Casa Editorial Editorial Capiro Editorial Letras
Editorial Capitán Verde Olivo Cubanas
San Luis Un nuevo y muy
Conjunto de crónicas sugerente libro de Obra que mereció
Interesante novela que abordan temas una de las mejores el Premio Alejo
que obtuvo el Premio como la belleza, autoras de la actual Carpentier de
de Literatura Policial la felicidad, el literatura cubana para Cuento y que aborda
en el Concurso amor, la amistad, niños y jóvenes. lúcidamente los
Aniversario de la el dolor, la patria. problemas del ser
Revolución del MININT, Con ilustraciones de humano.
2019. Ernesto Rancaño.
14
LA LETRA DEL ESCRIBA

EN LA 29 FERIA INTERNACIONAL
DEL LIBRO DE LA HABANA
De nuevo la tan esperada y convocante Feria Internacional del Libro ocupará la Fortaleza de La Caba-
ña y otros espacios de la ciudad de La Habana como subsedes, desde el 6 al 16 de febrero, para trasladarse luego a to-
das las provincias del país hasta culminar el 12 de abril en Santiago de Cuba. Se espera la asistencia y participación de más
de 200 invitados de 44 países, 74 editoriales y 21 distribuidores. Y está previsto poner a disposición de los lectores más de
4 000 títulos, 500 novedades editoriales y una cifra superior a los cuatro millones de libros.
En esta edición de la FILH, el país invitado de Honor será la fraterna República Socialista de Vietnam, lo que permitirá disfrutar de su
amplia y rica cultura. Su presencia especial en la Feria coincide con la celebración de los 60 años de relaciones diplomáticas entre este
país asiático y Cuba; y se presentarán 16 volúmenes de y sobre Vietnam. Los autores a quienes se homenajearán en el evento serán la
historiadora y ensayista Ana Cairo, fallecida el pasado año; y el dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa.
Durante el desarrollo de esta fiesta del libro se entregarán importantes premios, como los nacionales de Literatura, de Ciencias
Sociales, Edición, Diseño del Libro, Historia, el de poesía Nicolás Guillén y el Alejo Carpentier de novela, cuento y ensayo, además del
Calendario, La Puerta de Papel y del Lector. También se realizará en la UNEAC un Foro dedicado al centenario de Eliseo Diego, al 110 ani-
versario de José Lezama Lima y el 90 aniversario de Motivos del son de Nicolás Guillén; en Casa de las Américas se hará la presentación
del número 296-297 de la revista Casa con un homenaje a Roberto Fernández Retamar y el panel El Mario que fue Benedetti, como tri-
buto al autor en su centenario y en el Centro Dulce María Loynaz se desarrollará el X Encuentro de jóvenes escritores latinoamericanos.
Como cada año, la fiesta del libro en Cuba presentará nuevos espacios y entre estos sobresale el proyecto Cuba Digital, auspiciado
por la editorial Cubaliteraria, que convoca a instituciones, empresas y editoriales a la realización de productos electrónicos asociados
a la lectura y el conocimiento. Estará activo el espacio teórico Lecturas en la Red, que rendirá homenaje al 70 aniversario de la Unesco
en La Habana, al 27 aniversario del primer libro digital cubano y al 20 aniversario del Sistema de Ediciones Territoriales. Asimismo, se
efectuará el lanzamiento del concurso Leer + Digital, que premiará los mejores emprendimientos nacionales en ese formato, concebi-
dos con el propósito de fomentar el hábito de lectura a través de obras innovadoras.
La 29 Feria Internacional del Libro de La Habana propone pues un amplio programa artístico y literario que comprende coloquios, homenajes, conferencias, lecturas, muestras de
cine y artes plásticas, exposiciones, conciertos, con la participación de editores, ilustradores, libreros, autores y público en general. Y recomendamos asistir a las actividades de sus sedes
colaterales, como son: el Pabellón Cuba, la Biblioteca Nacional José Martí, la Casa de las Américas, la UNEAC, la Casa del ALBA Cultural, la Universidad de La Habana, el Centro Cultural
Dulce María Loynaz y la Casa de la Poesía.

EUGENIO HERNÁNDEZ ESPINOSA ANA CAIRO BALLESTER


LA HABANA, 1936 LA HABANA, 1949-2019

Premio Nacional de Teatro 2005. Uno de los Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas
más importantes dramaturgos cubanos con-tempo- 2015. Este Premio se le otorgó por el notable impacto
ráneos. Director artístico y Director General del Teatro y trascendencia de su obra, en cuanto al estudio del
Caribeño. Su teatro se distingue por las exploraciones pensamiento político y social cubano, por su contri-
en la cultura popular y en las tradiciones afrocuba- bución al fortalecimiento de la identidad nacional.
nas. De igual manera se le reconoce por sus aportes a los
Inició su vida artística en 1956. A su intelecto se le estudios de la historia y la cultura cubanas.
deben obras de temática caribeña como: María Anto- Doctora en Ciencias Filológicas (1985), profesora
nia, Calixta Comité y Mi Socio Manolo. Tiene además titular y consultante de la Universidad de La Habana.
piezas que recrean la mitología yoruba como: Obba y Miembro de la Academia de Historia, de la Unión Na-
Chango; Obedí, el cazador; Ochún y las cotorras. Su cional de Escritores de Cuba y de la sección cubana de
obra es representativa de lo viejo del arte popular en Cuba. la Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe.
Su obra María Antonia, considerada entre las más importantes piezas teatrales cubanas de la segunda Impartió Literatura y Cultura cubanas y cursos monográficos sobre personalidades en la Facultad de Artes
mitad del siglo xx, es fiel exponente de ello. Es un teatro de intensa preocupación social y recurrente tono y Letras de la Universidad de La Habana.
filosófico. Es autora, entre otras publicaciones, de los libros El movimiento de veteranos y patrio-
Su teatro ha sido representado dentro de la Isla y en otros lugares de la región como: Venezuela, México, tas (1976), El Grupo Minorista (1976) y La Revolución del treinta en la narrativa y el testi-
Martinica y Guadalupe. También en varias ciudades de los Estados Unidos, Canadá, Argentina, España y Francia. monio cubano (1993).

El ritual de las cabezas Grandes Minimisterios La sociología de José Justicia angelical


perpetuas Colectivo de autores Martí. Una concepción del Fernando Galindo
Evelio Traba Editorial Capitán cambio Castellanos
Ediciones La Luz San Luis Omar Guzmán Miranda Casa Editorial
Centro de Estudios Verde Olivo
Novela histórica, de Texto que reúne un Martianos
género fantástico y de conjunto de breves Muestra al desnudo
atractiva lectura, que relatos de tema policial, Su autor se propone algunos de los males
parte de los anhelos de escritos por reconocidos develar una noción que afectaban a la
inmortalidad que todos autores de literatura para sociológica única en sociedad durante la
albergamos. jóvenes y niños. la obra de Martí, aun seudorrepública, sobre
cuando él nunca trató todo en las altas esferas.
el tema de forma
académica.
15
LA LETRA DEL ESCRIBA

José Luis Fariñas, Sigfredo Ariel, Lourdes Gon- (cuento, novela corta, testimonio y otros), En- cualquiera de los géneros literarios, incluyen-
zález Casas y Manuel López Oliva, en calidad sayo y crítica (de temas literarios y artísticos), do las modalidades de estos géneros dirigidas
de presidente, se reunió en sesión de análi- Ensayo de ciencias sociales (historia, sociolo- a niños y jóvenes. El tema será libre, pero los
sis de las propuestas y llegó a la consideración gía, economía, derecho y otros), Divulgación proyectos de ensayo, investigación, crítica o
de que era difícil valorar a un grupo de profe- científico-técnica (incluida la investigación), similares deberán abordar tópicos relaciona-
sionales que durante determinado número de Teatro, y Literatura para niños y jóvenes, de dos con la literatura, el arte, la cultura, la his-
años, unos más y otros menos, han manteni- Poesía, Narrativa o Teatro. Los temas y las toria y la sociedad cubana.
PREMIO NACIONAL DE CIENCIAS do una labor de visualización de los textos y modalidades dentro de cada género son libres, La presentación de los proyectos se hará
SOCIALES Y HUMANÍSTICAS 2019 componentes externos e internos del libro. De pero en todos los casos las obras presentadas en tres copias, a dos espacios, e incluirá la
ahí que en una reñida búsqueda del sentido de serán originales e inéditas en forma de libro. siguiente información: título del proyecto y
El Jurado del Premio Nacional de Ciencias lo justo, que implicara tener en cuenta la fun- Los autores concursarán con seudónimo. género en que participa; seudónimo, en so-
Sociales y Humanísticas 2019, integrado por ción y estructura de esta disciplina del diseño, En sobre aparte, consignarán su nombre com- bre aparte consignar datos personales y un
los prestigiosos intelectuales Eduardo Torres se tomó la decisión siguiente: pleto, dirección particular, teléfono, centro de breve currículo; objetivos y fundamenta-
Cuevas en calidad de presidente y María del Reconocer que entre los analizados esta- trabajo o estudio, ocupación, número de car- ción teórica del proyecto; etapas de trabajo
Carmen Barcia Zequeira, Isabel Monal Rodrí- ban personas que han dado su amor, juicio né de identidad y ficha biográfica, Acompaña- previstas y fecha aproximada de culmina-
guez, René González Barrios y Elier Ramírez constructivo e imaginación al trabajo des- rán estos datos con una certificación de que el ción; fragmento de entre 15 y 20 cuartillas
Cañedo, se reunió en el Centro Cultural Dulce plegado, por lo que merecían indudable re- texto presentado es inédito y haciendo cons- del libro en proceso. Los proyectos deben
María Loynaz el día 26 de diciembre de 2019. conocimiento; y en consonancia con esto, se tar que no poseen más de un libro publicado. ser enviados, o entregados personalmente,
Este jurado, luego de analizar todas las pro- decidió por mayoría, valorar primordialmente, Los trabajos se presentarán en cuartillas hasta el 2 de marzo de 2020 a: Becas de
puestas presentadas por instituciones cientí- la trayectoria productiva de diseño de diferen- mecanografiadas o digitalizadas (30 líneas de Creación Dador 2020, Centro Cultural Dulce
ficas, académicas y culturales, decidió otorgar tes tipos de libros desempeñada por Ernesto 60 caracteres cada una), a dos espacios, en María Loynaz, Calle 19, No. 502, esquina a E,
por unanimidad este galardón a Alberto Prieto Niebla, cuyas a veces difíciles encomiendas ha tres copias. La extensión mínima será de 50 y El Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana,
Rozos. resuelto con dignidad, belleza y atractivos del la máxima de 120 cuartillas. Los textos pueden C.P. 10400.
Tuvo en cuenta sus aportes a los estudios oficio. ir acompañados de ilustraciones o fotos en Para cualquier duda remitirse a los teléfo-
de historia de América Latina y el Caribe, ca- blanco y negro, si fuese imprescindible, pero nos, correo electrónico o página de Facebook
racterizados por su dimensión creadora; su dentro de los límites de extensión ya indica- que detallamos a continuación: 7 832 0331 /
larga trayectoria en la docencia universita- PREMIO NACIONAL dos. 7 835 2732/34 ext. 105, dptcreacion@loynaz.
ria en la que ha impartido clases por más de DE EDICIÓN 2019 Los textos deben ser enviados o entrega- cult.cu; https://www.facebook.com/Centro Lo-
cincuenta años; su participación en tareas de dos personalmente, hasta el 2 de marzo de ynaz
dirección, como el haber dirigido el departa- Convocado por el Instituto Cubano del Se aceptarán hasta dos proyectos de un
2020, a: Premio Pinos Nuevos 2020, Centro
mento de Historia de la facultad de Filosofía, Libro, se reunió en el Centro Cultural Dulce mismo autor, pero en ningún caso se otor-
Cultural Dulce María Loynaz, Calle 19, No. 502,
Historia y Sociología por varios años y haber María Loynaz el 27 de diciembre de 2019, a gará más de un premio a un mismo aspi-
esquina a E, El Vedado, Plaza de la Revolución,
desempeñado tareas directivas en el Minis- las 10:00 a.m., el Jurado del Premio Nacional rante. El reconocimiento consistirá en: cinco
La Habana. C.P. 10400. Para cualquier duda
terio de Educación Superior como presidente de Edición 2019, presidido por Eduardo Heras (5) becas de creación por valor de seis mil
remitirse a los teléfonos, correo electrónico o
de los tribunales de grados científicos de las León e integrado por Elizabeth Díaz González, ($6000.00) pesos cubanos cada una, corres-
página de Facebook que detallamos a conti-
especialidades de Historia y de Ciencias Po- Olga Marta Pérez, Caridad Tamayo y Omar Va- pondientes a dos (2) pagos de tres mil
nuación: 7 832 0331 / 7 835 2732/34 ext. 105.
líticas. liño. ($3000.00) pesos cubanos, uno al inicio de
dptcreacion@loynaz.cult.cu, https://www.fa-
Después de analizar las propuestas de las otorgada la beca y otro al entregar al Centro
cebook.com/CentroLoynaz
distintas casas editoriales y personalidades y Cultural Dulce María Loynaz el libro conclui-
Se otorgará un premio por cada género
PREMIO NACIONAL valorar los aportes realizados a la edición del do, descontando los impuestos establecidos.
convocado, consistente en diploma acredita-
DE LITERATURA 2019 libro cubano por cada uno de los candidatos También se entregará diploma acreditativo,
tivo y la publicación de la obra dentro de la Co-
nominados, a los cuales reconoce, acordó por promoción de los resultados en los medios
En diciembre de 2019, se reunió en el lección Pinos Nuevos, con el correspondiente
unanimidad otorgar el Premio Nacional de nacionales de prensa y en publicaciones es-
Centro Cultural Dulce María Loynaz el jurado pago de los derechos de autor, descontando
Edición 2019 a Norma Suárez, por su brillante pecializadas. Los resultados de las Becas de
del Premio Nacional de Literatura que auspi- los impuestos establecidos. Los resultados
y larga trayectoria dentro del mundo edito- Creación Dador 2019 serán dados a conocer
cia el Instituto Cubano del Libro; lo inte-gra- del Premio Pinos Nuevos 2020 serán dados a
rial, con 50 años de experiencia como editora, en abril del año 2019, en el contexto de las
ban los reconocidos escritores Graziella Po- conocer en abril de 2020, como parte de las
en el difícil y complejo campo de la literatura actividades por el Día Mundial del Libro y el
golotti, como presidente, y como miembros actividades por el Día Mundial del Libro y el
científico-técnica. Derecho de Autor.
Mirta Yáñez, Alfredo Zaldívar, Francisco López Derecho de Autor, y las obras ganadoras serán
Sacha y Rogelio Riverón. presentadas en la XXX Feria Internacional del Al recibir una Beca Dador, el autor galar-
Después de intensas argumentaciones, Libro de la Habana, en febrero de 2021. donado se compromete a: Presentar resultados
PREMIO PINOS NUEVOS 2020 parciales de su proyecto a partir del sexto mes de
decidió unánimemente otorgarlo a Lina de Fe-
ria por la calidad y la persistencia de su poesía El Centro Cultural Dulce María Loynaz, en otorgada la beca, y en su caso realizar lecturas
entrañablemente humana; porque en su obra coordinación con las editoriales Letras Cuba- BECAS DE CREACIÓN DADOR 2020 y/o conferencias programadas por los organiza-
ha sabido abarcar los problemas del individuo nas, Nuevo Milenio y Gente Nueva, del Insti- dores y/o facilitar la publicación de fragmentos
El Centro Cultural Dulce María Loynaz, del de la obra en proceso. Presentar el original ter-
y los de la sociedad; y por su peculiar relación tuto Cubano del Libro, con el propósito de
Instituto Cubano del Libro, convoca a las Be- minado en marzo del año 2021 para proponer que
con el lenguaje y sus aportes a la poesía cu- estimular a los nuevos escritores, convoca al
cas de Creación DADOR 2020, con el objetivo se valore su inclusión en el plan de publicaciones
bana. Premio Pinos Nuevos 2020. Podrán partici-
de estimular la creación y la investigación lite- del año 2022, lo que será facultad de la editorial
par los autores cubanos inéditos o que hayan
rarias mediante el otorgamiento de becas de correspondiente. De ser necesario los organiza-
publicado un solo libro en cualquiera de los
creación que faciliten a los autores premiados dores gestionarán con las entidades laborales a
PREMIO NACIONAL géneros convocados, excepto aquellos que
la culminación de sus proyectos. que estén vinculados los autores premiados la
DE DISEÑO DEL LIBRO 2019 lo hayan conseguido a través de las ediciones
Podrán participar todos los escritores cu- concesión de facilidades para la realización de
anteriores de este certamen.
El jurado del Premio Nacional de Diseño banos residentes en el país. Se aceptarán pro- sus proyectos, sin que sean responsables de los
Se convocarán los géneros originales de
del Libro 2019, integrado por: Jorge Martell, yectos de libros en proceso de escritura en inconvenientes ajenos a su competencia.
la Colección Pinos Nuevos: Poesía, Narrativa

Mitigación del cambio Panorama de la Miradas sociológicas Fisiología del ejercicio


climático. Experiencia literatura infantil y de la Educación en María Elena González
en Cuba juvenil Cuba Revuelta
Varios autores Ramón Luis Herrera Compilación
Editorial UH Rojas de Yisel Rivero Baxter Editorial Deportes
Editorial Universitaria Instituto Juan
Libro que propone un Félix Varela Marinello Estudio que
análisis diverso de los reúne respuestas
caminos que podemos Libro que contiene Reúne trabajos que
tomar para reducir trabajos de abordan, desde y adaptaciones
el calentamiento investigación que distintos ámbitos provocadas por el
global y su impacto serán muy útiles a profesionales, temas ejercicio físico y el
socioeconómico. todos los interesados fundamentales del entrenamiento.
por la literatura campo educativo.
infantil y juvenil.
No. 161

La cultura se engendra y enriquece con las tradiciones, que recuerdan lo que en su


momento se debía hacer; y si ello hecho está, dicen quién lo hizo. Estas dejan saber lo
deseable de un cambio y siempre lo preceden como anticipo del hecho mismo. Por eso
el conocimiento de la historia permite comprender la idiosincrasia de una sociedad.

Tomado de Visión íntegra de América

Alberto Prieto Rozos


(La Habana, 1939)

Premio de Ciencias Sociales y Humanísticas 2019

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